MILEI - *** ARGENTINA: EL DÍA QUE LA DEMOCRACIA PARIÓ UN LIBERTARIO *** Por Aram Aharonian*- SURySUR
Por Aram Aharonian*- SURySUR
El
ultraderechista Javier Milei, apoyado por la derecha neoliberal
encabezada por el expresidente Mauricio Macri, ganó la presidencia en la
segunda ronda electoral argentina, imponiéndose por más de 11 puntos al
candidato oficialista y aún ministro de Economía Sergio Massa, abriendo
un gran signo de interrogación sobre el futuro de Argentina y de la
región.
Seguramente
habrá razones importantes y complejas para dar cuenta de cómo una
sociedad ingresó a la zona oscura de la autodestrucción.
Una
vez más los resultados electorales difirieron de las encuestas previas,
que vaticinaban paridad entre Javier Milei y Sergio Massa.
La realidad mostró una enorme ventaja para la alianza entre los libertarios y el neoliberalismo.
Difícil que un ministro de Economía con una inflación anualizada del 150% pueda ganar una elección.
Su candidatura sólo se impuso en las provincias de Buenos Aires, Santiago del Estero y Formosa.
La
extrema derecha sumó el voto de los neoliberales de Juntos por el
Cambio y capitalizó y explotó el voto bronca contra un gobierno que
incumplió sus promesas y aplicó duros planes de ajuste para cumplir con
el Fondo Monetario Internacional, empeorando la situación económica y
social, dejando a un 60% de las infancias en la pobreza y casi un 150
por ciento anual de inflación.
La
transferencia de votos de Juntos por el Cambio a La Libertad Avanza fue
plena, minimizando la disidencia de los dirigentes de la Unión Cívica
Radical.
La asistencia a las urnas fue masiva (76 por ciento de los empadronados).
No tuvo
consistencia el voto en blanco ni los anulados, y la victoria del
kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires fue muy inferior a la de la primera vuelta electoral.
La
ultraderecha es una sorpresa siniestra en un país que había sido
impecable con respecto a su memoria histórica, que había hecho de los
30.000 desaparecidos por la dictadura militar un panteón sagrado, y que
ahora ha optado por dilapidar este tesoro simbólico a cambio de un
ultraneoliberal con un pobre manual de seudoargumentos y una vice que se
ha tomado en serio la batalla cultural en relación al negacionismo de
la dictadura, señala el escritor Carlos Ulanosky.
La
derecha y la ultraderecha caminaron obsesivamente en un único objetivo
vital: la destrucción total y definitiva del kirchnerismo, el ala
progresista del peronismo, que tuvo como presidentes a Néstor Kircher y
en dos oportunidades a Cristina Fernández de Kirchner, hoy
vicepresidenta.
Hicieron
todos sus esfuerzos para que no participara de la contienda, a través
del lawfare e incluso con un intento frustrado de magnicidio.
Pero,
como señala Rubén Armendáriz, después de 78 años, el tiro de gracia al
peronismo se lo dio Alberto Fernández, el actual presidente
-supuestamente peronista, supuestamente progresista-, a quien sus
partidarios lo mandaron a China en los momentos más álgidos de la
campaña electoral.
Es la segunda vez consecutiva que un partido no consigue retener el poder.
Macri
duplicó la tasa de inflación y fue derrotado en 2019; Alberto Fernández
la triplicó, agravando las penurias de los sectores sociales más
desfavorecidos, y nadie quiso considerarlo siquiera como candidato, pese
a su insistencia.
Su ministro de Economía pagó los platos rotos.
La
derrota de Massa deja al gobernador de Buenos Aires, Axel
Kicillof (¿debió ser el candidato oficialista?), como el representante
institucional más importante del peronismo.
Kicillof
participó en forma activa en la campaña, con el mensaje de que sin el
gobierno nacional sería muy difícil gobernar la provincia.
El
expresidente Mauricio Macri se convirtió de hecho en el padrino del
gobierno de Javier Milei, a quien proveyó la fiscalización y los
recursos para ganar en segunda vuelta.
Repercusión
El
expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el líder de la agrupación de
ultraderecha española Vox, Santiago Abascal, felicitaron al ganador,
mientras el fundador de la empresa de tecnología Tesla y dueño de la red
social X (ex Twitter), Elon Musk, aseguró que «la prosperidad está por
delante» para la Argentina.
La
directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina
Georgieva, felicitó a Milei, y le dijo que espera trabajar con su
administración en «un plan sólido para salvaguardar la estabilidad
económica» de la Argentina.
El
presidente electo confirmó que ya tuvo su primera comunicación con el
organismo y que el diálogo se venía manteniendo desde agosto.
El diario estadounidense The Washington Post apeló a la simpatía que siempre expresó Milei hacia el ex presidente Donald Trump:
“El
libertario Javier Milei, afín a Trump, gana la presidencia de
Argentina, aplastando al establishment político y provocando el giro más
pronunciado hacia la derecha en cuatro décadas de democracia en el
país”.
“El
próximo presidente de Argentina es un economista libertario cuyo estilo
descarado y su apego a las teorías de la conspiración guardan
paralelismos con Donald J. Trump”, agregó The New York Times.
El británico The Guardian, en tanto, advirtió que
“la
victoria de un famoso de la televisión reconvertido en político
catapulta a la segunda mayor economía de Sudamérica hacia un futuro
impredecible” y “El ultra Milei arrasa y Argentina da un salto a lo desconocido”, tituló El País, de España.
“El candidato de extrema derecha Javier Milei, elegido Presidente”, titula el diario francés Le Monde.“
Golpe libertario a la larga agonía peronista” reseñó La Tercera de Chile por el triunfo de Milei.
Además
tomó la palabra del libertario, que apoya el genocidio que lleva
adelante el Estado israelí, de «inaugurar» la embajada de Argentina en
Jerusalén.
Tal
vez ningún término usado recurrentemente en el espacio público fue
ultrajado de tal manera que no solo fue vaciado de contenido sino que
perdió todo sentido para remitir a la realidad.
Hoy
se exalta un concepto reduccionista de la democracia, que encierra y
congela la soberanía y la participación popular en un palacio
presidencial y un hemiciclo parlamentario.
Para
nuestro Sur, ese modelo siempre vino de la mano de la retórica de las
potencias coloniales, hasta perder todo sentido. Y, entonces, uno
recuerda tantas barbaridades, genocidios, asesinatos, invasiones… que se
han cometido en el sacrosanto nombre de la democracia.
A
diferencia de otras corrientes políticas e ideológicas, la extrema
derecha y los llamados libertarios han sabido leer mejor los cambios de
las sociedades, aprovecharse de las debilidades y las grietas de las
democracias liberales y entender las ventajas que ofrecen las nuevas
tecnologías, y lo demuestran, sobre todo, en sus campañas no solo
de fakenews, sino también de las shitnews.
La
ultraderecha ha entendido que las fragilidades y las vulnerabilidades
pueden ser explotadas y que deconstruyendo la realidad compartida y
sembrando confusión se puede polarizar aún más a la sociedad y sacar
provecho en la imposición de imaginarios colectivos y en el plano
electoral.
De ahí su interés y sus esfuerzos para generar y difundir noticias falsas. En Europa, Estados Unidos, Asia, Oceanía y América Latina.
La
ultraderecha siempre elude los debates “civilizados”, calmos, y la
contraposición de ideas, tratando de apelar a cuestiones personales,
emocionales, a menudo irracionales, que es donde tiene opciones de
ganar, porque sus premisas no se sostienen con datos en mano.
Primeros anuncios
Proclamó
el cumplimento de los compromisos firmados por la Argentina (lo cual
parecería contemplar la participación en el Mercosur), y
el respeto a la propiedad privada.
Según
Milei no hay lugar para el gradualismo, la tibieza ni las medias
tintas, y advirtió que será implacable con quienes resistan sus medidas,
a quienes, motosierra en mano, llamó los violentos.
Dijo
que el exministro del Interior (del gobierno de Cristina
Fernández) Florencio Randazzo integrará su equipo y adelantó que
privatizará la Televisión Pública, la agencia oficial de noticias Télam y
Radio Nacional.
Reconoció
que terminar con la inflación “demandará casi dos años” y ratificó su
plan de cerrar el Banco Central – “es una obligación moral”, dijo-, pero
puso en dudas la dolarización inmediata, tal como insistió en la
campaña electoral.
«No se pueden privatizar ni la Educación ni la Salud», ya que dependen de las provincias, señaló en sus primeras declaraciones.
Explicó
que su propuesta de implementar vouchers para la educación apunta
a «subsidiar la demanda, no la oferta», pero consideró que «algo así no
se va a implementar en el corto plazo».
Pero
sin gobernadores propios, con pocos intendentes y escuetas bancadas de
diputados y senadores, Milei deberá encarar acuerdos políticos que vayan
más allá de Macri y Bullrich.
La
consultora Ecolatina estima que “entre 2024 y 2026 el gobierno debe
afrontar vencimientos por más de 53.000 millones de dólares (excluyendo
Letras Intransferibles, Letras en Garantía y Avales), es decir, más de
17.800 millones de dólares en promedio por año, montos impagables para
el Estado, que convierten a la deuda externa en un medio para mantener
sometido al país y saquear sus recursos.
Nadie puede predecir lo que pasará la semana próxima y menos desde el 10 de diciembre.
………………..
*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur y de SURySUR, . Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).
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