Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- Fallece Martín Arnal Mur, libertario, colectivista y guerrillero antifascista aragonés
- [Vídeo] Marx y los anarquistas
- "Desatarse, textos contra la domesticación", libro para apoyar a la Biblioteca Social Contrabando
- La otra ley del número
Fallece Martín Arnal Mur, libertario, colectivista y guerrillero antifascista aragonés Posted: 21 Oct 2021 10:10 AM PDT Martín Arnal seguía participando en la difusión de sus ideas anarquistas y era uno de los pocos testigos vivos de los tiempos de la guerra de 1936. El próximo 12 de noviembre hubiera cumplido 100 años. Ha fallecido este jueves en Francia. Nacido en Angües (comarca de A Plana de Uesca) el 12 de noviembre de 1921 dentro de una familia de labradores afiliada a la CNT de Aragón y con pocos recursos, Martín Arnal Mur fue el sexto de diez hermanos. A los 12 años empezó a trabajar como criado de una familia de Bespén. A los 15 participó activamente en la colectividad agraria de Angües para recuperar las cosechas que se perdían después del golpe de estado del general Franco. Era hermano de dos militantes del grupo 'Bakunin' de la FAI, José y Román, que fueron fusilados en Uesca al comienzo de la guerra. En marzo de 1938, con 16 años, fue movilizado por el gobierno republicano al frente oscense, para participar en la construcción de fortificaciones y trincheras en Monflorite. Tras el avance de las tropas franquistas huyó a Francia andando desde Angües pasando por Balbastro, Graus y Benás. El gobierno francés lo llevó en tren al campo de refugiados de Angoulème junto con otros antifascistas aragoneses y españoles. Salió de allí antes de ser deportado a Mauthausen, tal y como les sucedió a los que allí se quedaron, a pesar de que los alemanes advirtieron de sus intenciones al gobierno de Franco en reiteradas ocasiones. Regresó al Estado español por Cerbère en febrero de 1939. Pero enseguida tuvo que volver a Francia tras "la Retirada". Estuvo en Perpinyà / Perpignan, en un campo custodiado por la caballería francesa y de allí pasó al campo de concentración de Argelès-sur-Mer donde fue reclutado por el ejército francés. Trabajó en un campo de tiro de Burge donde hacían pruebas con armamento, ellos tenían que situarse cerca de donde iban a explotar los obuses para comprobar que funcionaban bien. Allí estuvo durante siete meses. En Francia participó en la Resistencia, en la reorganización clandestina de la CNT y en las operaciones de penetración en el Estado español. A principios de 1944, Martín se encargaba de vigilar la frontera y reconocer el terreno para el paso de guerrilleros por la zona del Sobrarbe. En noviembre de aquel año tuvo que escapar de noche por el asedio de la Guardia Civil en Saravillo. Al terminar la Segunda Guerra Mundial fue desmovilizado del ejército francés, en marzo de 1945, y se quedó a vivir en Francia. Trabajó cortando leña, en los ferrocarriles y en la construcción como albañil. En Rebastens conoció a Ángela Salas González. Ella procedía de una familia que emigró a Francia desde Almería por motivos económicos después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y trabajaba en el campo. Se casaron en 1949 y a partir de ahí hizo su vida en esta localidad francesa trabajando de albañil hasta su jubilación a los 63 años. Tuvieron un hijo y dos hijas. Tras la muerte del dictador Franco en 1975 regresó con Ángela a Angües para vivir, mientras que sus hijos se quedaron a residir en Francia. Martín Arnal contempla la exhumación de los restos de su hermano. Foto: Pablo IbáñezEn octubre de 2018, Martín Arnal vivió otro de los momentos más emotivos y esperados de su vida durante los trabajos de exhumación en una fosa común en el cementerio de Las Mártires de Uesca. Estos trabajos permitieron el hallazgo de los restos de cinco personas asesinadas por el fascismo, varios compañeros de Martín. Entre ellos estaba su hermano Román, asesinado el 4 de enero de 1937. Román fue acusado de haber participado en las colectividades agrarias impulsadas por la CNT en Angüés. En verano de 2020, con su fuerza y alegría habitual, Martín participó en Boltaña en el estreno en el Festival Espiello de 'En la misma tierra'. Una película que narra su impresionante y extraordinaria vida, dirigida por Marco Potyomkin, y producida por Rubén Barranco y Raúl Mateo. Hasta sus últimos días, Martín Arnal siguió participando en la difusión de sus ideas anarquistas y era uno de los pocos testigos vivos de los tiempos de la guerra de 1936. El próximo 12 de noviembre hubiera cumplido 100 años. "Nos deja su historia, su lucha incansable contra el fascismo. Que la tierra le sea leve", ha escrito Mercedes Sánchez de ARMHA en las redes sociales, una de las muchas muestras de cariño con el antifascista y guerrillero aragonés fallecido este jueves en Francia. Read more ... |
[Vídeo] Marx y los anarquistas Posted: 21 Oct 2021 10:04 AM PDT |
"Desatarse, textos contra la domesticación", libro para apoyar a la Biblioteca Social Contrabando Posted: 21 Oct 2021 10:00 AM PDT Hoy, para celebrar el noveno aniversario de la Biblioteca Social Contrabando, os recomendamos... ¡el primer libro que hemos editado! Tiene por título "Desatarse, textos contra la domesticación" y es una recopilación de los artículos que hemos escrito en los últimos tiempos. Además, los posibles beneficios que salgan de su venta, ayudarán a aliviar la siempre precaria economía de la biblio. El libro lo podéis conseguir por solo 6 euros, visitándonos los miércoles de 18h a 20h, en la c/ Barraca, 57 (Cabanyal) También podéis escribirnos al correo: biblio_contrabando@riseup.net A continuación os dejamos el texto de la contraportada: Vivimos en un modelo social injusto y desigual, que no duda en usar la violencia para sostenerse. Pero su estabilidad no depende solo de la represión. La paz social solo puede mantenerse si la población acepta, aunque sea a regañadientes, esa situación. Al proceso que trata de moldear nuestra forma de pensar y hacer, de la cuna a la tumba, lo llamamos domesticación. En este proceso están implicadas muchas entidades públicas y privadas, también lo están estructuras sociales formales e informales, además de ideologías, símbolos y rituales. La domesticación es compleja y se filtra a todos los ámbitos de la vida cotidiana, sea en el trabajo, el ocio, la salud o las movilizaciones sociales. En estos textos se trata de comprender como funciona y de atisbar pistas para superarla Biblioteca Social Contrabando https://www.facebook.com/bibliocontrabando/ Read more ... |
Posted: 19 Oct 2021 10:42 AM PDT Hace 122 años, en 1899, Ricardo Mella publicaba en Vigo el folleto La ley del número, uno de los textos más importantes y divulgados de la obra del anarquista gallego que, fundamentalmente, ataca los puntos de flotación del sistema parlamentario y reivindica un sistema de gobernanza federalista donde las mayorías no impongan sus criterios de manera aplastante. Desde mucho antes de esa fecha, quizá incluso desde la conformación de las primeras organizaciones gremiales y obreras que pelearon por mejorar la condición de la clase trabajadora desde los inicios del capitalismo, siempre ha existido una tensión entre las distintas maneras de entender el movimiento popular que también ha tenido su corolario en la sociología organizativa del obrerismo. Por un lado, siempre hemos encontrado valedores de las organizaciones de base amplia, numéricamente potentes, con mucha capacidad de atracción para sectores dispares de la clase trabajadora y gran potencial de influencia y transformación social. Por otro lado, esta mirada siempre ha sido contestada por apuestas que han privilegiado la organización en torno a grupos pequeños de gente, teóricamente muy capacitados, con militancias muy cercanas a lo que hoy en día se conoce como activismo y con poco interés por sumar gentes diversas a sus proyectos políticos. En el ámbito del movimiento libertario ambas visiones han convivido históricamente y, de hecho, algunos de los modelos de organización social del anarquismo han partido de análisis que han tenido muy en cuenta el potencial organizativo del movimiento libertario en un momento determinado y un territorio concreto. Solo hay que pensar en el contexto político del que parte el anarcosindicalismo francés a finales del siglo XIX para entender la forma en que un sector del anarquismo galo reaccionó ante el agotamiento de un ciclo movilizatorio, el de la propaganda por el hecho, que ya no daba para más y se había demostrado incapaz de movilizar a grandes masas de trabajadores. A día de hoy, las organizaciones libertarias, también aquellas que están insertas en el movimiento obrero, están atravesadas por esos mismos debates y, en buena manera, sus diferencias vienen de las distintas formas de entender la sociología deseable de la organización obrera. De hecho, en el terreno del sindicalismo revolucionario estamos viendo como, aun de manera silenciosa, parte de las organizaciones que se reclaman como anarcosindicalistas están viviendo un notable proceso de rearme que está teniendo como primera consecuencia su mayor presencia y capacidad de influencia en determinados sectores laborales, algunos de ellos muy precarizados y machacados por el capitalismo, todavía más desrregulado, posterior a la crisis de 2008. No cabe duda de que, a pesar del ruido mediático que generan determinados procesos internos vividos recientemente en el conjunto de todas estas organizaciones, hoy en día estamos viendo como organizaciones como Solidaridad Obrera, CGT y CNT no paran de crecer en algunos territorios y sectores laborales concretos. Esto se produce, además, en un contexto en el que la imagen pública de los sindicatos se ha degradado terriblemente y la pérdida de influencia de los grandes sindicatos es evidente. Este aumento numérico, que ha provocado que CNT haya duplicado su afiliación en los últimos diez años o que CGT haya ganado un importantísimo tejido de secciones y sindicatos en todo el conjunto de Cataluña, ha venido acompañado también de una ampliación, renovación, feminización y aumento de capacitación de sus cuadros militantes, lo que ha favorecido el aumento de su capacidad de organización sindical y su mayor capacidad de visibilización e influencia en determinados sectores laborales, pero también sociales. Por otro lado, este proceso de crecimiento numérico se ha visto acompañado a su vez de la proliferación de numerosas alternativas de organización social de carácter barrial y territorial, los llamados sindicatos de barrio, que por un lado han venido a fortalecer el músculo organizativo de sectores sociales generalmente desamparados por los grandes sindicatos y, por otro, han contribuido a dignificar y poner en valor el sindicato como propuesta de organización de organización válida para el siglo XXI. Este rearme coincide al mismo tiempo con un contexto internacional en el que un nuevo ciclo de luchas parece abrirse paso, incluso en los Estados Unidos, haciendo frente a los procesos de reajuste del capitalismo que están destruyendo la vida en el planeta. Finalmente, todo este proceso de rearme sindical, que ha posibilitado, por ejemplo, la consolidación de CGT como alternativa de organización sindical en Cataluña o la multiplicación de la conflictividad sindical provocada por la CNT, está provocando amplias transformaciones en la manera de enfrentar las luchas comunes de los de abajo. Por un lado, el empuje del sindicalismo feminista y la proliferación de sindicatos de base amplia que operan en sectores ultraprecarizados, ha favorecido el establecimiento de alianzas entre sectores muy diversos de la clase trabajadora. Esta convergencia, planteada en algunas ocasiones bajo el paraguas de la interseccionalidad de las luchas, está favoreciendo que la acción social de las organizaciones obreras se oriente hacia sectores donde el sindicalismo vertical no llega, lo que está contribuyendo a la autoorganización de capas cada vez más amplias de la población obrera. Dicho esto, parece claro que en buena medida se ha roto con una inercia organizativa que, volviendo al principio, estaba favoreciendo la aparición de un modelo de sindicalismo revolucionario vacío de contenido y de sentido, ya que no tiene amplias masas de trabajadores y trabajadoras detrás. En ese sentido, cabe preguntarse hasta qué punto podemos hablar de sindicatos cuando, más allá de sus estructuras burocráticas y autorreferenciales, no pasan del puñado de afiliados, carecen de influencia en las empresas y ni siquiera mantienen una actividad sindical que salte del conflicto puntual de alguno de sus militantes. Qué sentido tiene, seguimos, hacer brindis al sol pidiendo, por ejemplo, la convocatoria de una huelga general indefinida y revolucionaria, si se ha renunciado a trabajar seriamente en el frente laboral y nuestra actividad solo se hace de cara a los cuatro militantes convencidos o a través de redes sociales (donde además solo se critica a las organizaciones cercanas). Qué sentido tiene mantener una estructura organizativa, pesada y burocrática, que apenas si federa gente y que, para más inri, se vende como un logro. Que cada uno haga sus cábalas... En un contexto tan duro como el actual, cuando los sectores más reaccionarios de la sociedad están ganando fuerza y el capitalismo está robando nuestras vidas de mil maneras distintas, necesitamos organizaciones obreras que estén a la altura de las circunstancias, agrupando en su seno a sectores cada vez más amplios y diversos de la clase obrera, favoreciendo la autoorganización en los sectores más precarizados y plantando cara a la dictadura empresarial que nos machaca en nuestro día a día. Eso solo lo conseguiremos con organizaciones fuertes, que trabajen de manera estratégica y colaborando entre sí donde se pueda, poniéndose al servicio de los trabajadores y trabajadoras y mirando de cara a sus problemas, ofreciendo alternativas y dejando atrás los lemas vacíos, los discursos autorreferenciales y el identitarismo a ultranza. Y lo necesitamos ya. Trabajador anarcosindicalista Read more ... |
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