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La Santa Sede dictó el correspondiente decreto por el que
aprobó el inicio del proceso de canonización del ex obispo riojano,
monseñor Enrique Angelelli, a quien consideró un mártir.
De acuerdo a la información proporcionada por el vicecanciller de la diócesis riojana, doctor Pedro Goyochea, el Vaticano autorizó a través de la Congregación para la Causas de los Santos el inicio del proceso de canonización de Angelelli.
Dentro de ese trámite, el Vaticano tiene que dar participación a la Conferencia Episcopal Argentina, quien puede hacer las observaciones si las considera necesaria o bien dará el visto bueno para la prosecución de la causa.
En este caso particular para este proceso se lo considerará al ex obispo como mártir, es decir que haya encontrado la muerte en una circunstancia violenta a causa del Evangelio, como ocurrió el 4 de agosto de 1976, cuando fue asesinado sobre la ruta 38, a pocos kilómetros de la localidad de Punta de Los Llanos.
El pedido formal de apertura de la causa había sido hecho el 7 de enero por el actual obispo de La Rioja, Marcelo Daniel Colombo y el 21 de abril pasado el Vaticano dio su visto bueno, según reveló ayer Avvenire, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana.
De parte de la Iglesia riojana fue designado como postulador de la causa de monseñor Angelelli, el padre Roberto Queirolo.
Justamente en una canonización, es el prefecto de la Congregación para las causas de los Santos quien habla en nombre de la Iglesia entera y quien pide que se lo declare santo.
DIFERENCIAS ENTRE CANONIZACIÓN Y BEATIFICACIÓN
A raíz de la canonización de los ex papas Juan Pablo II y Juan XXIII, la Iglesia brindó algunas consideraciones en relación a los procesos de canonización y beatificación.
Entre una canonización y una beatificación hay diferencias, que aunque pocas, son claras. A rasgos generales, se puede decir que una canonización es un proceso más avanzado que una beatificación.
Una beatificación proclama a alguien como beato, una canonización lo proclama como santo. Antes de que alguien sea canonizado, tiene que haber sido antes beatificado.
En una canonización, se proclama a alguien como santo y se le incluye en el canon, es decir, entra en una lista oficial de santos. Una persona canonizada tiene la confirmación de que tiene una visión beatífica, es decir, la Iglesia tiene la certeza de que el santo tiene un privilegio divino y está en contacto directo con Dios.
En una beatificación, lo que se reconoce es que alguien ha entrado en el cielo y puede interceder por aquellos que rezan en su nombre. Al nombrar a alguien beato, la Iglesia reconoce que ha llevado una vida virtuosa y santa.
De acuerdo a la información proporcionada por el vicecanciller de la diócesis riojana, doctor Pedro Goyochea, el Vaticano autorizó a través de la Congregación para la Causas de los Santos el inicio del proceso de canonización de Angelelli.
Dentro de ese trámite, el Vaticano tiene que dar participación a la Conferencia Episcopal Argentina, quien puede hacer las observaciones si las considera necesaria o bien dará el visto bueno para la prosecución de la causa.
En este caso particular para este proceso se lo considerará al ex obispo como mártir, es decir que haya encontrado la muerte en una circunstancia violenta a causa del Evangelio, como ocurrió el 4 de agosto de 1976, cuando fue asesinado sobre la ruta 38, a pocos kilómetros de la localidad de Punta de Los Llanos.
El pedido formal de apertura de la causa había sido hecho el 7 de enero por el actual obispo de La Rioja, Marcelo Daniel Colombo y el 21 de abril pasado el Vaticano dio su visto bueno, según reveló ayer Avvenire, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana.
De parte de la Iglesia riojana fue designado como postulador de la causa de monseñor Angelelli, el padre Roberto Queirolo.
Justamente en una canonización, es el prefecto de la Congregación para las causas de los Santos quien habla en nombre de la Iglesia entera y quien pide que se lo declare santo.
DIFERENCIAS ENTRE CANONIZACIÓN Y BEATIFICACIÓN
A raíz de la canonización de los ex papas Juan Pablo II y Juan XXIII, la Iglesia brindó algunas consideraciones en relación a los procesos de canonización y beatificación.
Entre una canonización y una beatificación hay diferencias, que aunque pocas, son claras. A rasgos generales, se puede decir que una canonización es un proceso más avanzado que una beatificación.
Una beatificación proclama a alguien como beato, una canonización lo proclama como santo. Antes de que alguien sea canonizado, tiene que haber sido antes beatificado.
En una canonización, se proclama a alguien como santo y se le incluye en el canon, es decir, entra en una lista oficial de santos. Una persona canonizada tiene la confirmación de que tiene una visión beatífica, es decir, la Iglesia tiene la certeza de que el santo tiene un privilegio divino y está en contacto directo con Dios.
En una beatificación, lo que se reconoce es que alguien ha entrado en el cielo y puede interceder por aquellos que rezan en su nombre. Al nombrar a alguien beato, la Iglesia reconoce que ha llevado una vida virtuosa y santa.
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