Mesa del Taller “Cocinando política” en el Congreso de Salud Mental y DDHH
“Los únicos caminos que vale la pena seguir son los caminos con corazón”
Don Juan a Carlos Castaneda en “Las enseñanzas de Don Juan”
Bajo el leit motiv “Para una vida sana, tirá el Rohypnol por la ventana”, Cocinando Política se hizo presente en el IX Congreso de Salud Mental y DD.HH., llevando la impronta que Hebe le imprimió a este particular taller, que siempre es un punto de partida, un espacio donde el conocimiento se potencia clase tras clase.
En la puerta de acceso al Auditorio de la UPMPM, el público se topaba con un original aparatejo con un embudo, una manivela y un agujero de salida. Se invitaba a los asistentes a deshacerse de las pastillas que pudiera tener encima, introduciéndolas por la boquilla y recibiendo a cambio flores de colores y perfumadas!
La experiencia causaba risueña sorpresa en el público que así se preparaba para participar en esta aventura creativa e inédita que Hebe lleva a cabo en el Espacio Cultural Nuestros Hijos (ECuNHi) en la Ex-ESMA
En los tres años de cursada, el colectivo ha crecido sostenidamente y varios compañeros expusieron las distintas facetas que allí se abordan.
Se habló de la importancia de la Huerta Orgánica que nos permite recuperar la capacidad de producir nuestros propios alimentos en un contexto mundial donde este conocimiento se ha delegado en una industria y una agricultura que no vacila en enfermarnos si ello le produce rédito económico.
Todo el público pudo degustar algunas de las preparaciones del taller.
Hebe cocinó unos exquisitos buñuelos de ortiga silvestre de la huerta, una maleza muy temida porque es urticante de la piel, aunque sea por simple roce.
Sin embargo es una de las plantas más nutritivas que existe, se explicó lo fácil que es prepararla y se mostró el delicado e intenso sabor que detenta.
Otro momento atractivo fue cuando se mostraron los germinados o brotes de semillas, lo fácil que es cultivarlos en cualquier rinconcito de la cocina, y como en tres o cuatro días podemos multiplicar nuestro alimento.
Cultivar aún sin tierra es para todos y es una forma de maravillarnos con el milagro de la vida que despierta a cada paso, también en ese puñado de lentejas a las que nunca se nos ocurrió germinar y ver crecer.
Como postre saboreamos una receta a base de mandioca o yuca preparada por una compañera colombiana.
La mesa quiso poner de relieve la importancia de tejer con otros, de encontrarse, de decir y escuchar, de hacer, hacer con las manos puede ser una herramienta que nos devuelva el sentido común y nos aleje de la alienación.
Entusiasmarse con conocimientos y quehaceres genuinos, recuperar viejas sabidurías, ponerlas en práctica con amor y darle un nuevo sentido nos aleja de la enfermedad.
Adriana LedesmaIntegrante del Taller Cocinando Política
Conductora de "El futuro ya llegó" (AM 530, La Voz de las Madres)
IX Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos - Primer Foro Internacional de Niñez y Adolescencia
Dos de las actividades más destacadas que tuvieron lugar en el marco del Primer Foro Internacional de Niñez y Adolescencia fueron:
“El rol de la enfermería en la salud mental infanto-juvenil” y “Los jóvenes y la literatura: un largo camino hacia la construcción de la identidad”.
Coordinados por la Dra. Adriana Meléndez, un equipo de enfermeros y enfermeras, Claudio Farias, Mario Carrizo, María Rosa Giannini y Nilda Vigna, pertenecientes Hospital Psiquiátrico Infanto-Juvenil “Dra Carolina Tobar García” dieron cuenta durante 90 minutos de la labor que cotidianamente realizan y, además, reflexionaron acerca del grado de compromiso que deben asumir al tratar con pacientes niños, niñas y jóvenes con severos trastornos emocionales y de conducta.
La certeza de que el cuerpo sigue siendo el principal instrumento de trabajo para la enfermería, y la convicción de que uno aprende recién cuando logra ponerse en el lugar del otro, fueron las ideas centrales que predominaron en la ponencia.
Utilizar los sentidos con sensibilidad, es lo que ayuda a los enfermeros y las enfermeras a identificar lo que sienten ellos mismos y ellas mismas y lo que sienten los otros y las otras que están atravesando situaciones extremas.
La conclusión general es que la enfermería no sólo es una ciencia sino también un arte, porque más allá de los conocimientos sobre medicina, el ejercicio de la enfermería requiere una cierta cuota de eso que sus profesionales llaman “intuición creativa.”
Por su parte, la Mesa sobre literatura y construcción de la identidad, aportó nuevas miradas en términos de educación y salud mental.
La escritora Paula Bombara y los docentes en Letras Elina Alejandra Giménez y Eduardo Dayan, disertaron sobre cómo la lectura de textos de ficción influye en la conducta, en las emociones y en la construcción de la personalidad de los niños y las niñas y los y las jóvenes.
“El mar y la serpiente” es una novela infantil, casi autobiográfica, en la que su autora, Paula Bombara, narra cómo una niña pequeña va comprendiendo la verdad sobre su padre detenido-desaparecido al mismo tiempo que va elaborando tres historias: la de su familia, la de su país, Argentina, y la propia.
A cinco años de su publicación, esta novela sigue resultando polémica. De hecho, su lectura fue prohibida en dos escuelas y leída y debatida en muchas otras cuyos docentes invitaron a Paula para conocerla personalmente y para que charlara con los alumnos y las alumnas.
El libro “Psicoanálisis de los cuentos de hadas” escrito por el pediatra y psicólogo austríaco Bruno Bettelheim, fue otro de los textos presentados por los disertantes que llamó la atención del público presente ya que en él Bettelheim sostiene una hipótesis que resulta aún desconocida en el ámbito de la salud mental.
Aplicando el modelo psicoanalítico de personalidad humana, los cuentos, según Bruno Bettelheim, aportan importantes mensajes al consciente, al preconsciente y al inconsciente, sea cual sea el nivel de funcionamiento de cada uno de ellos en el momento de la lectura.
Al hacer referencia a los problemas humanos universales, especialmente a aquellos que preocupan a la mente de un niño, estas historias hablan a su pequeño yo en formación y estimulan su desarrollo, mientras que al mismo tiempo, liberan al preconsciente y al inconsciente de sus pulsiones.
Para Bruno Bettelheim educar a los niños significa ante todo ayudarles a encontrar sentido en la vida. Cuando los niños son pequeños la literatura, es decir, la escritura de ficción, es la que mejor aporta la información cultural ya que estimula los recursos necesarios para vencer los difíciles problemas internos a los que puede enfrentarse un niño o una niña y busca orientarlo hacia el significado de lo que lee.
Esa literatura tendrá que estimular su imaginación, ayudarle a desarrollar su intelecto y, fundamentalmente, tendrá que ayudarlo a clarificar sus emociones.
Para obtener todo esto como resultado, esa escritura de ficción deberá estar de acuerdo con las ansiedades del niño y con sus aspiraciones y no con las del adulto.
Elina Alejandra Giménez
Secretaria de Extensión Universitaria UPMPM
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