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Nyls Gustavo Ponce Seoane
A los cubanos que conocimos la Unión Soviética (URSS), y a los que
no la conocieron, nos debe llamar y debemos prestarle especial atención a
la presente situación surgida entre Rusia y Ucrania en general y de
ellas con Crimea y Sebastopol en particular.
A la memoria del revolucionario,
periodista, consuegro y amigo Pedro Rojas Lorenzo (1938 –2011), en el
3er. Aniversario de su fallecimiento, quién en vida fuera: reportero
del periódico “Hoy”, fundador del periódico “Granma” y de la Unión de
Periodistas de Cuba(UPEC), trabajara en la revista “Cuba Socialista” y
en la de la Asociación Nacional
de Agricultores Pequeños (ANAP)y Director de Radio Reloj, Radio Habana
Cuba, Radio Rebelde y el Noticiero Nacional de Televisión.
I A modo de Introducción.
Tema que debe abordarse, en primer
lugar, por la pérdida de valores históricos, étnicos, culturales,
morales y otros de ellos derivados, que marcaron el inicio del
desmoronamiento de ese gran país y que han conllevado a los actuales
acontecimientos y hechos que se manifiestan; en segundo lugar,
negativamente, tanto en ellos y entre ellos como en la arena internacional; y en tercer lugar, por el provecho que pretende sacar de los mismos a su favor, el poder hegemónico mundial.
Ejercicio este del cual no deben estar
exentas y del cual deben ocuparse e interesarse también todas las
fuerzas de izquierda, revolucionarias y honestas del mundo con el fin de
extraer las lecciones necesarias para perfeccionar y mejorar sus
acciones y de allanar el arduo camino de la transformación de las
relaciones humanas en bien de la Humanidad.
Y como para comprender cualquier hecho,
se deben conocer sus orígenes y desarrollo, o sea, su historia, dicha
sabia verdad me señala que debo comenzar por ella.
II Rusia y Ucrania: relaciones históricas.
Y Ucrania tuvieron en sus comienzos raíces comunes: en sus inicios históricos era la “Rus de Kíev (ruso: “Kiévskaya Rus”),
que unió a las tribus y clanes de eslavos orientales (rusos, bielorusos
y ucranianos), existiendo como un solo estado, desde finales del siglo
IX hasta mediados del siglo XIII. Kíev, fundada en el año 880 dC, fue su
capital El príncipe Vladímir (980-1015), introdujo en la “Kiévskaya Rus” el cristianismo ortodoxo que unió ideológicamente a aquellas etnias y tribus.
En 1237 los mogoles tomaron Kíev, evento que fracturó la unidad eslava oriental.
El nombre de Ucrania viene del ruso “krai” y/o del ucraniano “krajina”,
términos que significan, en una y otra lengua, extremo, límite, borde o
frontera. Para los rusos, los ucranianos eran el pueblo ó país cuyos
habitantes vivían próximos a ó del otro lado de sus fronteras.
El término comenzó a utilizarse desde mediados del siglo XIV, cuando la actual Belarus (Bielorrusia) y la zona de Kíev fueron invadidas por Lituania y el grueso de la presente Ucrania fue invadida por Polonia respectivamente. Poco después, Polonia y Lituania formaron la mancomunidad Polaco-Lituana y la zona ucraniana pasó a llamarse Rutenia, forma latinizada de Rusenia.
A mediados del siglo XVI, la nobleza
cosaca este-ucraniana y los campesinos, apoyados por la iglesia ortodoxa
y el gobierno moscovita, se rebelaron contra el régimen polaco. En el
oriente de Ucrania se formó el Atamato cosaco, que se integró a Rusia
por el tratado de Pereyáslav, en 1654.
Entre 1772 y 1795, Austria, Prusia y Rusia se repartieron la mancomunidad polaco-lituana y casi toda Ucrania pasó a ser rusa.
A partir de La Gran Revolución Socialista
de Octubre, con la caída del régimen zarista, Ucrania, primero se hizo
independiente y luego se unió a la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS), como República Socialista Soviética de Ucrania.
En 1942, durante la Segunda Guerra Mundial, en la región del oeste de Ucrania, la Organización Nacionalista Ucraniana fundó una guerrilla fascista quintacolumnista (“banderi”
les decían, por Stepan Bandera, uno de sus máximos líderes), que luchó
contra los partisanos y el Ejército soviéticos hasta después de la
Guerra en1950, fecha en que fue militarmente neutralizada.
Como se deduce de este breve esbozo
histórico el pasado de las relaciones entre Ucrania y Rusia ha sido
complejo y similar a la vez, existiendo componentes externos e internos
contrapuestos y afines; ambos, entrelazados unos con otros.
A grandes rasgos se puede decir que por
cerca de 500 años la historia ucraniana, rusa y bielorrusa fue la misma,
teniendo a Kíev como eje central. Posteriormente, durante casi 300
años Ucrania estuvo sometida a Polonia y Lituania; unos 350 años después
la parte oriental se unió al Imperio ruso, aunque la parte occidental
fue tomada también por éste. Ya en el siglo XX marcharon unidas hasta la
disolución de la URSS.
Las lenguas ucraniana y rusa, eslavas,
se asemejan, lo que hace que puedan entenderse entre sí. El ruso, por
las razones históricas explicadas, predomina en Kíev, en el este y en el
sur del país. La religión principal es la Ortodoxa Rusa
(60%), le sigue una minoría católica (10%) en el occidente y un grupo
musulmán (3%) en el sur. La lista de científicos, músicos, pintores,
literatos, políticos y militares de la historia ucraniana no puede
escribirse sin nombres rusos, así como la rusa no podría escribirse
sin nombres ucranianos.
III Crimea y Sebastopol.
Crimea (en ruso, Krym, en ucraniano, Krim), es una península ubicada
en la costa septentrional del Mar Negro. Se localiza al sur del
territorio de Ucrania a la cual se une por el estrecho de Perekop.
A lo largo de los siglos Crimea fue
conquistada y colonizada en numerosas ocasiones: griegos, romanos,
escitas, godos, hunos y otras tribus bárbaras el Imperio bizantino y
los mogoles dejaron sus huellas allí.
La influencia más duradera fue la de los
mogoles, que al mezclarse con los turcos locales formaron el Kanato de
Crimea y sus habitantes empezaron a conocerse como “ártaros de Crimea”.
Después de los mogoles, la península fue
invadida por los turcos otomanos, pasando a manos de Turquía en 1475.
Desde el Kanato de Crimea los turcos hacían incursiones hacia las
tierras de Rusia, Polonia, Letonia y Ucrania,
Como resultado de las victorias
militares de Rusia sobre Turquía se firmó un acuerdo en 1774 según el
cual el Kanato de Crimea se convertía en aliado ruso. Poco después, en
1783, Catalina II lo anexó al Imperio ruso.
En vísperas de la llegada del siglo XX
los rusos y los tártaros (nombre genérico que denomina a la unión de
mogoles y pueblos asiáticos; que procede de las tribus mogolas de Ta-Ta,
habitantes del noroeste de la actual Mongolia; de ahí que en ruso se denominen “tatari”), eran las etnias principales de la Península de Crimea dominada por la Rusia zarista,
Después del triunfo de La Revolución de
Octubre, la Península de Crimea, otrora “gubernia” (provincia zarista),
se convierte en República Autónoma Socialista Soviética de Crimea.
Su economía, geografía física e historia
hacen de esta península un lugar peculiar que siempre fue codiciado.
Viñedos, manzanares y maizales, unidos a su agradable clima, playas,
hoteles y moteles en bonitas ciudades en sus costas, bañadas por el Mar
Negro, atrajeron siempre la atención y han condicionado y condicionan
su historia, entre otros factores.
En efecto, su posición geoestratégica
elevó su importancia militar: desde ella se puede controlar el Mar Negro
y la salida y entrada al Mediterráneo en esta parte de la Europa
oriental. Ejemplo de esta condición lo constituye la ciudad de
Sebastopol, (fundada en 1783 por Gregory Potiomkin) y su puerto,
destinado desde ese mismo momento fundacional a ser sede de la flota
rusa del Mar Negro.
Actualmente la mayoría étnica de Crimea
son los rusos, que forman el 58,3% de la población según el censo de
2001. La segunda etnia con más representantes son los ucranianos, que
forman el 24%, y en el tercer lugar se encuentran los tártaros con el
12%. El 97% de la población de Crimea tiene el ruso como lengua
principal.
Sebastopol es la ciudad más grande de Crimea, El 70% de la población es rusa; el 22%, ucraniana; y casi no hay tártaros.
Desde la época soviética, en Sebastopól
se pueden observar dos verdaderos monumentos artísticos que ligan la
historia de esta ciudad a Rusia: el “Panorama” que enseña al visitante
la resistencia de los marineros rusos y sus habitantes (al frente de los
cuales estuvo el almirante Najímov, hasta su muerte en combate), ante
el asedio a que fue sometida por las fuerzas de la alianza
anglo-franco-cerdeño–turca durante la Guerra de Crimea (1853-1856); y
el “Diorama” que refleja el sitio a que fue sometida la ciudad por el
invasor nazi y su resistencia en la Segunda Guerra Mundial
(1941-1945). Después de la guerra, a la ciudad se le adjudicó el título
de “Ciudad Heroíca” Se puede afirmar que la resistencia de Sebastopól
es un ícono paradigmático de la historia rusa.
IV. Tres decisiones.
$11. Expulsión de tártaros y ucranianos.
Durante la II Guerra Mundial
una parte de los tártaros colaboró con los nazis. Debido a ello, en
1944, cuando el territorio de Crimea fue liberado de la ocupación
alemana y recuperado por la URSS, toda la población tártara, acusada de
colaboracionista con los alemanes, fue expulsada por las autoridades
soviéticas del momento, al frente de las cuales estaba Iosiv
Visarionovich Dzhugasvili-Stalin. Cerca de doscientos mil tártaros
fueron trasladados a las estepas kazajas y uzbekas del Asia Central
soviética.
Aunque sí es verdad que una parte de los
tártaros colaboró con los alemanes, estos fueron los que debieron ser
criminalizados y condenados y no a toda su población... La decisión de
expulsarlos a todos de su tierra natal, además de extrema, fue más que
centralizada, voluntarista, a manu militari, burocrática-administrativa, decidida y decretada desde arriba, sin consultar con base popular alguna.
Lo mismo sucedió en las regiones del
oeste ucraniano donde, entre 1946 y 1949, fueron enviadas a Siberia unas
500 000 personas por considerar que apoyaban al ejército pro nazi
ucraniano, ya que éste peleaba a favor de los alemanes.
2. Cesión de Crimea de Rusia a Ucrania.
En 1954, siendo Nikita Serguievich
Jrushov el Primer Secretario del Partido Comunista de la URSS, el
Presidium del Soviet Supremo de la Unión Soviética aprobó un decreto para transferir la región de Crimea de la República Socialista Federativa Soviética Rusa a su vecina RSS de Ucrania.
Decreto del Presidium del Sóviet
Supremo de la URSS transfiriendo la provincia de Crimea de la República
de Rusia a la República de Ucrania:
Teniendo en cuenta el carácter
integral de la economía, la proximidad territorial y las relaciones
económicas entre la provincia de Crimea y la República de Ucrania, se
aprueba la propuesta conjunta del Presidium del Sóviet Supremo de la
República de Rusia y el Presidium del Sóviet Supremo de la República de
Ucrania sobre la transferencia de la provincia de Crimea de la República
de Rusia a la República de Ucrania.
Junto a estos argumentos justificando la
cesión, la publicación incluía otros de carácter simbólico, como lo era
el 300 aniversario de la unificación de Rusia y Ucrania, en referencia
al ya referido Tratado de Pereyaslav de 1654. Pese a ello, la población
rusa continuó siendo la mayoritaria de Crimea: 858.000 rusos y 268.000
ucranianos, según el censo de 1959.
Una vez más, la decisión fue tomada por los Organismos superiores.
3. Desmantelamiento oficial de la URSS
El desmantelamiento de La Unión Soviética
fue la desintegración de las estructuras político-económicas federales y
del gobierno central de la URSS que culminó con la independencia de las
15 Repúblicas que la constituían.
El 8 de diciembre de 1991 se reunieron
en secreto los Presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania y, por los
Acuerdos de Belavezha, congeniaron disolver oficialmente la Unión Soviética y reemplazarla por una forma de Asociación voluntaria conocida como la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
La Unión Soviética
dejó de existir formalmente el 25 de diciembre de 1991. El Soviet
Supremo de la URSS reconocería al día siguiente la desaparición de la
URSS que se disolvió. Rusia asumió los compromisos y la representación internacional del Estado desaparecido.
Una vez más el método y estilo de
trabajo estatista-centralizado, autoritario se impuso y condujo al mayor
desastre político-económico del siglo XX: la destrucción económica y
moral de la URSS, que se extendió por todo el país: los viejos ideales
fueron derribados.
V Conclusiones emanadas.
De todo lo anteriormente expuesto se evidencian estas cuestiones fundamentales:
$1a) En las relaciones históricas
ruso-ucranianas, aunque se mantuvieron los elementos esenciales que las
unían, desde sus orígenes, a partir de mediados del siglo XIV, surgieron
factores que las dividían, aunque coexistieron conjuntamente.
$1b) Desde hace más de dos siglos
Crimea y Sebastopol, han sido rusas y se sienten rusas, de forma tal,
que incluso la mayor parte de su población no rusa ha estado y está tan
íntimamente vinculada a ellos que los resultados del plebiscito de su
unión a Rusia fueron por aplastante mayoría, por lo que los mismos, así
como el paso voluntario de las tropas ucranianas a las rusas no deben
sorprender a nadie.
$1c) El método de las decisiones
burocrático-administrativas de ordene y mando, centralizadas,
voluntaristas, tomadas y relacionadas con Ucrania y Crimea, tanto en el
gobierno de I..V. Stalin, como por el de N.S. Jrushov. Sin consulta
popular alguna. Es completamente inconsecuente con los principios y
naturaleza del socialismo. Más bien lo niega.
$1d) El método de participación
popular directa es el que debe ser el método y estilo de trabajo
socialista por excelencia.
$1e) En el período soviético la
organización política rectora de la sociedad, “el honor y la conciencia
de nuestros tiempos”, como se le llamaba, por cuestiones inherentes a su
funcionamiento, no logró materializar ese lema al no hacer más sólida
la unidad entre los pueblos multiétnicos que poblaban Rusia y la URSS y
específicamente, en el caso que nos ocupa, a rusos y ucranianos.
Ellas son, y sobre todo la última, las
razones que deben ser analizadas y tomadas en consideración para cerrar
la brecha que impida el paso a los Gigantes de las Siete Leguas (el
G-7), que, empujados por el Polifemo del Imperio Mundial o cúpula de la
oligarquía del capital internacional
(Club de Bilderberg), siempre tras bambalinas, se entrometen, injieren e
intentan intervenir en todas partes donde puedan expandirse y sacar
dividendos con sus instrumentos de dominación (FMI;BM;OTAN), solo en
provecho propio.
A partir de ellas se deben derivar las
lecciones que debemos aprender las izquierdas, los revolucionarios y
humanistas honestos del mundo, estén o no estén en el poder.
- ahí la importancia de hacer públicos, los análisis críticos, serios y fundamentados, los errores cometidos en la URSS, para tratar de enmendarlos en favor del bien de las presentes generaciones, que necesitan retomar, como una fuerza más a su favor, las ideas y convicciones es que les permitan darle continuidad a una lucha que ha costado más que sangre, sudor y lágrimas.
Los métodos y estilos de trabajo
empleados por el partido y gobierno soviéticos, por lo general fueron
seguidos por casi todos los comunistas del mundo, estimulados, claro
está, por el triunfo de Octubre y la victoria del Ejército Soviético en
la 2da. Guerra Mundial. Pero ha quedado más claro aún que los mismos no
funcionaron y dieron al traste con el socialismo, si es que en realidad
lo hubo, por lo que se debe pensar seriamente en cambiarlos y
utilizar otros.
Entonces, concretamente, ¿qué falló?,
¿que no funcionó? Varias cosas fallaron y no funcionaron, pero se debe
empezar el análisis por alguna y lo mejor es, en este caso, comenzarlo
por la historia aquí sintetizada, que nos señala claramente una: la
forma y métodos de dirección de los grupos dirigentes en el poder a
todos los niveles que se emplearon en el modelo de socialismo soviético.
En el socialismo, por su naturaleza, es
importantísimo el ejemplo que deben dar los dirigentes y jefes. Deben
ser ellos los que deben ser y actuar, en sus respectivas esferas, con la
austeridad y el ejemplo que legó el Che, independientemente que sea a
los pioneros a los que se eduque en ese espíritu. Conducirse de otra
manera sería caer en el ya clásico “haz lo que yo digo y no lo que yo
hago” que caracterizó a la doble moral de “los esclavos del pueblo” de
la URSS, cuando en realidad actuaban como verdaderos dueños,
apropiándose de privilegios y comodidades, que condujeron a las
consabidas corrupciones, delitos e ilegalidades.,
El problema es que no debe seguirse el
esquema de dirección y gobierno establecidos (ya hasta por inercia
social de siglos), por regímenes de sistemas que respondían a intereses
particulares de castas y élites entronadas en defensa de privilegios y
comodidades. Eso ha conllevado a que se forman grupos de poder que
han tomado e impuesto decisiones, “desde arriba”, “en secreto”, conforme
a sus conciencias, criterios e intereses. Verbigracia, como vimos, la
URSS y el socialismo determinado (mejor que ninguno por lo que hizo
avanzar a esos pueblos y al país), fueron desmantelados igualmente en
secreto y desde arriba, sin ninguna consulta popular.
El esquema “desde arriba y en secreto”
se debe romper y al hacerlo debe conllevar a debatir, discutir para
convencer y socializar las decisiones a establecer en todos los niveles;
como se debe quebrantar también con que esto se haga por mero y puro
formalismo en el cumplimiento de una tarea. Y para que esto suceda debe
cumplirse una condición sine qua non que debe ser natural e
inherente al socialismo: que el pueblo y los trabajadores sean y se
sientan los verdaderos dueños de los medios de producción y del país. Si
no, nada de esto se logrará en ningún lado y en ninguna parte, como no
se logró en la URSS.
Debe acotarse que la consulta que se
realice no solo debe ser participativa, que en definitiva se implantó en
parte en el sistema soviético fracasado con las consultas de los
diputados electos al soviet con sus electores, sino que debe ser
participativa y además directa en los asuntos principales y vitales con
la mayoría de la población o de los trabajadores, si es en un centro de
trabajo.
Al ser la construcción del socialismo
consciente y voluntaria por convicción de los hombres, además de por sus
principios y propia naturaleza, cae por su propio peso que es imposible
construirlo desde arriba, por ordena y mando, sino con la participación
de todos, con el concurso y el acuerdo de todos para el bien de todos.
La síntesis de las indicaciones que
vengan de abajo, por responder a los intereses de las mayorías, con las
que procedan de arriba, que tampoco se deben negar pues para gobernar
son electos, es lo que debe primar para el bien, la estabilidad y la
consecución de un socialismo sostenible de la variedad social en todas
partes existente..
Por último, el control debe hacerse
sencilla y naturalmente como siempre se ha hecho: por los dueños. En el
caso del socialismo, por los propios trabajadores en cada centro de
trabajo donde funjan como tales, y por la población en sus
circunscripciones y municipios. Los dueños, ¿no son los que controlan
para que no haya pérdidas ni robos? Es muy difícil que la burocracia se
controle así misma.
Desde luego, todo esto hay que
establecerlo e implantarlo económica, política, jurídica e
institucionalmente de manera tal que vincule a todas las personas
mediante un interés individual y colectivo.
Simplemente en la URSS, por su partido e
ideólogos, no se fue consecuente con la idea socialista de que fuesen
los trabajadores los dueños de los medios de producción del país a la
hora de ponerla en práctica socializándolos concretamente, He aquí, una
de las causas principales del fracaso. Y “aquellos vientos (de los métodos, formas empleadas y errores de concepción) han traído estas tempestades” en Ucrania, Crimea y Sebastopól, como antes lo ha sido en otras regiones de la ex-URSS; y “en río revuelto, ganancia para el pescador”
En efecto, miren ahora ahí a Obama, intentando, lo que pueda capturar
en esta pesca de río que han revuelto para llevarlo como obsequio a la
oligarquía imperial, quizás con la pretensión de que le acepten poder
pertenecer a ella después de su mandato presidencial.
Considero que la importancia de lo hasta
aquí señalado radica en el hecho de que Raúl Castro, marxista y
martiano desde su juventud, en la reunión ampliada del Consejo de
Ministros celebrada el 1ro. de marzo de 2014, hizo no por gusto un
llamado a realizar observaciones críticas y constructivas al nuevo
modelo económico que se pretende fundar en el país, planteando que “nos hemos acostumbrado a que las indicaciones lleguen de arriba y eso debe cambiar”,
y plasmando, en su esencia, la trascendental idea que le escribiera
Marti a Máximo Gómez en su carta del 20 de Octubre de 1884, donde le
dice: “Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento”, que es tan actual que se pudiera perfectamente parafrasear pues evidentemente “el socialismo no se construye, compañeros, como se dirige un regimiento”
Nyls Gustavo
30/03/2014
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