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Como cada año, el encuentro que el Decanato de los Llanos organiza el domingo cercano al 4 de agosto en la “Ermita Monseñor Angelelli” emplazada en el Paraje “El Pastor” a pocos kilómetros de Punta de los Llanos, donde el “obispo de los pobres” fue asesinado, reunió a quienes desde entonces se comprometieron con su legado a través de organizaciones y agrupaciones en sus comunidades.
En un clima de júbilo y en medio de pancartas que expresaron frases como “Para seguir construyendo la historia”, “Creyeron que te mataban pero vives en el pueblo”, “Angelelli, corazón de pueblo”, una multitud se congregó en la zona de la ermita, para acompañar desde temprano las distintas instancias del encuentro que comenzó con una misa presidida por el obispo Marcelo Colombo junto a un numeroso grupo de sacerdotes, entre los que se encontraban el obispo de Neuquén monseñor Virginio Bressanelli y el ex Roberto Rodríguez
El vicegobernador de la Provincia, Sergio Casas, asistió en representación del Gobierno provincial. También participó la senadora Hilda de Soria, el diputado Julio Martínez; el vicepresidente Primero de la Cámara de Diputados, Luis Orquera; el intendente de Ángel Vicente Peñaloza, José Albarracín; los legisladores provinciales Florencio Bazán y Walter Cruz, y el secretario de Derechos Humanos, entre otros.
En la lectura de su homilía, que según el propio Colombo explicó “leo porque de esa manera me aseguro que las cosas se digan en el orden que fueron pensadas”, el obispo Colombo reflexionó “compartimos el Evangelio en la multiplicación de los panes donde vemos que Dios quiere el pan de la palabra y el pan material para su pueblo, y cómo nos toca a nosotros no ceder al agobio de tantas cosas que a veces nos hacen pensar que ya lo hicimos todo y buscar creativamente caminos para que la gente en justicia y dignidad participen de la vida”.
Al término de la misa, quienes formaron parte de la acampada organizada por la Diócesis de La Rioja y de la que participaron durante tres jornadas alrededor de 150 jóvenes, leyeron sus reflexiones a modo de conclusión de lo vivido, “nos queda la reflexión de vivir una experiencia única, inolvidable y linda, nos vamos con otra perspectiva de la vida y de Dios, con muchas ganas de poner en práctica ideas claras, de ayudar y trabajar, con más confianza, y como diría nuestro querido Enrique “hay que seguir andando nomás”.
Procedentes de Chepes, Desiderio Tello, Patquía, Ulapes, Malanzán y Capital, los jóvenes hablaron del “amor, la paz y confianza en uno mismo, no bajar los brazos y luchar por lo que queremos”. “Junto con nuestros hermanos mártires, Angelelli, Carlos, Gabriel y Wenceslao, nos aferramos para caminar unidos en la fe, en el camino de la justicia que nos dejó marcado monseñor Angelelli, amar con humildad y sosteniendo la justicia que son ejemplos que él nos dejó”.
“ESTOY FELIZ, FELIZ”
Presente en la ermita, la sobrina de Angelelli, Marilé Coseano, expresó a EL INDEPENDIENTE, “he vivido hoy una celebración única, totalmente distinta a los años anteriores, con una justicia que si bien aún falta en un cincuenta por ciento, se respira vida en este momento. Y acompañada de mucha gente que ha luchado, que ha venido luchando desde estos 38 años. Estoy feliz, feliz, las palabras de monseñor Colombo me llenaron el alma y hay que seguir andando nomás”.
Emocionada, Marilé agregó además que “hoy pude traer a mis nietos, a mi hijo y a mi nuera adonde mataron “al Pelado” que viene a ser el tío bisabuelo de ellos. Mi nuera y mis dos nietos es la primera vez que vienen a Punta de los Llanos. Fue muy fuerte sobre todo porque ellos entran a preguntar cosas y hay que decir la verdad que es lo fundamental”.
“NOS ANIMA A SEGUIR”
Posterior a la misa los asistentes disfrutaron de un locro comunitario que año a año elaboran representantes de las localidades de Patquía y de Punta de los Llanos, gracias al aporte y donación de los vecinos de dichos lugares. El almuerzo fue acompañado de la actuación de los niños y jóvenes músicos que integran la Orquesta Comunitaria “Monseñor Enrique Angelelli” del barrio Virgen del Valle, y que dirige Monchi Navarro.
En representación de las comunidades de Punta de los Llanos, Ramona Romero, expresó que “la verdad histórica que hemos vivido el 4 de julio ha sido un mensaje desde este humilde y sencillo lugar, para América latina y para el mundo. De acá en más es un tiempo de parto, de algo nuevo que está surgiendo, que está naciendo y que hay que acompañar.
En esta línea de Angelelli que fue su pastoral, el compromiso por las organizaciones sociales y la opción preferencial por los pobres, es de donde se toma fuerza para continuar. Es un mensaje para Latinoamérica y el mundo porque Angelelli es un profeta de Latinoamérica como tantos mártires latinoamericanos, que marca una Iglesia particular más allá de que estamos en comunión con la Iglesia toda que es universal.
La Iglesia latinoamericana tiene su caminar y su impronta particular, el martirio es una de las cosas que la caracteriza pero también el profundo compromiso por los pobres en esa construcción del reino donde tenemos una realidad de la cual somos muy conscientes como fue monseñor Angelelli y es lo que nos anima a seguir. Conquistar la verdad histórica y la justicia, es motivo de esperanza y de mucha libertad, se trabaja ahora con otro impulso”.
MÁRTIR DE LOS POBRES
Cerca de las 15, en el sector de la ruta 38, los cordobeses del Centro Tiempo Latinoamericano tuvieron a su cargo la instancia que recuerda la hora en que Angelelli murió, “Hoy queremos celebrar la memoria, la verdad y la justicia que son los caminos para guardar nuestra historia, caminos que encuentran un eco en lo más genuino de nuestra tradición como pueblo y como cristianos. Queremos celebrar a nuestro mártir de los pobres”. “Desde las comunidades –agregó- desde las parroquias, desde las organizaciones populares, desde el Seminario de Formación Teológica, como todos los años estamos presentes y más aun hoy para hacer memoria. Recordar la vida y el martirio de Angelelli es un acto de memoria histórica que nos debe comprometer en el presente”.
Para finalizar se rescató la figura de monseñor Carlos Horacio Ponce de León, fallecido en circunstancias similares a Enrique Angelelli, el 11 de julio de 1977, a través de la palabra de quienes provenientes de San Nicolás, Buenos Aires, continúan en el pedido de justicia.
La celebración concluyó con un abrazo fraterno entre los presentes bajo la consigna que representa el escudo episcopal de Angelelli, “Paz y Justicia”.
COMPROMISO FORTALECIDO
El obispo Marcelo Colombo dialogó con la prensa y resaltó “la posibilidad de haber rezado juntos, haber celebrado la vida de monseñor Angelelli y sobre todo recoger para nuestra Rioja de hoy esos desafíos grandes que animaron su alma”.
Sobre la numerosa asistencia en la ermita, Colombo expresó que “los jóvenes han estado reunidos en un campamento haciendo su propia capacitación para animar los grupos juveniles de la Diócesis, también estaba la familia de monseñor Angelelli y participaron muchísimos sacerdotes, obispos de Neuquén y el ex obispo Roberto Rodríguez que ha sido tan dedicado en esta causa”.
En cuanto al júbilo que acompañó a los presentes, el obispo dijo que “es un compromiso que se ve fortalecido por la sentencia de la justicia federal pero que ya estaba en el corazón de tantos riojanos como una verdad innegable. Estoy muy contento de ver la respuesta de la gente”.
BALDOSA RECORDATORIA
Hoy a las 11, en el actual Paseo Cultural Castro Barros, ex Escuela Normal, donde realizó sus estudios secundarios Alberto Ledo, la organización “Barrios por Memoria y Justicia”, con la Coordinación de la AMP, colocará una baldosa para recordar uno de los lugares donde Ledo pasó parte de su vida.
Bajo la consigna “Para que el pueblo de La Rioja, que transite por esa vereda, no olvide a uno de sus hijos, perteneciente a la maravillosa generación que supo dar lo mejor de sí en pos del sueño de una sociedad mejor, y porque sus familiares no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos.
Todavía falta la justicia y te prometemos seguir luchando”, los organizadores hicieron extensiva la convocatoria a dicho acto, a toda la comunidad.
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