Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- [Folleto] Bakunin decolonial. Emancipación epistemológica o teoría heterodoxa
- [Audio] La Nevera: ¡El Mijares no se toca!
- Por qué el anarquismo es peligroso
- [Argentina] Una ofensiva sensible en Guernica
- (Ex)Presión Nº 23
- Los bombardeos de Barcelona del 16 al 18 de marzo de 1938
- Lucropatía
- Religiosos y filósofos, disparen, es una mujer
- Crítica a la filosofía de Carlos Marx desde la perspectiva de Bertrand Russell
- ¿Ha estado siempre la Iglesia Católica a favor de las grandes gestas encaminadas a brindar un poco de felicidad a la especie humana?
- [A-Radio] Bolivia: Las elecciones presidenciales, la pandemia, el anarcafeminismo y las cuestiones sociales
- Breve actualización de la situación del compañero Gabriel Pombo Da Silva
- Algo huele mal en la Okupa Feminista de México
- Anarcofeminismo y separatismo. ¿Cuál es el lugar de los hombres (cis-hétero) en la lucha anarcofeminista?
[Folleto] Bakunin decolonial. Emancipación epistemológica o teoría heterodoxa Posted: 04 Nov 2020 05:41 AM PST Luego de la aparición en Europa del pensamiento y las teorías emancipatorias de la modernidad, como pueden ser las derivadas del marxismo y del anarquismo, estas fueron extendiéndose, como reguero de pólvora, por los cuatro continentes, y arribaron finalmente a los lugares considerados por los europeos como “periféricos”. En los países de America Latina, Asia y Africa, las teorías elaboradas pensando en las sociedades y en las problemáticas europeas, demostraron no ajustarse del todo a la realidad, sobre todo, aquellas que interpretaron la realidad de nuestros territorios con categorías elaboradas por Karl Marx, pensando desde las principales potencias económicas. Martín Albert Persch, elabora una ajustada critica de las categorías marxistas, y de los pensadores decoloniales que no pueden renunciar a una epistemología marxista por intereses académicos, y demuestra, que algunos de los aportes de Mijail Bakunin, se ajustan más a un pensamiento y una praxis pensada desde nuestros lugares en el mundo, alejados del centralismo europeo. Descargar Folleto [PDF]Martín Albert Persch www.laletraindomita.blogspot.com.ar Read more ... |
[Audio] La Nevera: ¡El Mijares no se toca! Posted: 04 Nov 2020 05:30 AM PST El trigésimo programa de La Nevera lo dedicamos a conversar sobre el río Mijares. Para ello llamamos a Beatriz Torres, compañera perteneciente a la Asociación "El Mijares no se toca" de Olba (Teruel). Hablamos de el Túnel de la Muerte; de la limpieza del río; de los vertidos al río; de Iberdrola; de las centrales hidroelectricas que le roban el agua al río; de la presa de los Toranes y de la Acequia del Diablo... además de muchísimas cosas más que tendréis que descubrir por vosotros y vosotras mismas compas!. Por unos rios libres y salvajes! Empieza La Nevera!
https://www.facebook.com/laNeverapodcast Read more ... |
Por qué el anarquismo es peligroso Posted: 04 Nov 2020 05:23 AM PST Los anarquistas asustan a las élites privilegiadas y a sus seguidores autoritarios no sólo porque los objetivos principales del movimiento han sido abolir las fuentes de poder de la élite – el estado, el patriarcado y el capitalismo – sino porque el anarquismo ofrece una forma alternativa viable de organización social y política basada en colectivos de trabajo, asambleas de barrio, federaciones de abajo hacia arriba, escuelas gratuitas centradas en los niños y una variedad de organizaciones culturales que operan sobre la base de la cooperación, la solidaridad, la ayuda mutua y la democracia directa y participativa. Read more ... |
[Argentina] Una ofensiva sensible en Guernica Posted: 04 Nov 2020 05:17 AM PST ¿Cuántas piedras pueden volar sobre un cielo que antes supo cobijar encuentros y abrazos, y ahora solo vislumbra gases que anudan gargantas y nublan vistas? ¿Cuántas piedras pueden volar para que algún día dejen de ser solo piedras y el miedo cambie de bando? La violencia puede ser detestable, despreciable. Pero más horrible es tolerar con resignación la violencia desde arriba, la violencia del Poder, del Estado, y demonizar la violencia desde abajo, que no es más que un acto de autodefensa y el sentimiento de indignación del oprimido para dejar de serlo. A los cuerpos que lo perdieron todo, que quedaron estáticos mirando casillas arder por la miseria uniformada, no les importa la cantidad de piedras. No existe para ellos lo cuantitativo, precepto tan arraigado en los profesionales de la política, cuando lo cualitativo representa la digna rabia contra los que niegan la tierra y bendicen la propiedad privada. La justificación habita en el cuerpo de quienes resistieron por más de 100 días en busca de tierra para vivir. Cuando el despojo es impuesto como modo de vida, no hace falta nada más que un par de piedras, escudos, botellas, gomeras y cuidados como respuesta contra los que la niegan. Existir bajo estas condiciones de miseria, valida la autodefensa, la resistencia y la ofensiva como herramientas necesarias para reivindicar una vivencia digna. El Ministerio de Desalojo Social fue un hábil jugador que emuló al policía bueno. El Bernisterio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires fue un hábil jugador que emuló al policía malo. Ambos confluyeron para perpetrar la miseria planificada y dejar a 4417 personas en la calle. “Ustedes no nos desalojan, nosotrxs decidimos resistir”. En esta democracia de los ricos, en esta dictadura del Capital, en esta dictocracia, Berni es solo una de las tantas desgracias. Figurita intercambiable que ya está construyendo su fuerza política en el seno del Estado argentino, desfilando por canales de televisión y generando consenso social a través de la represión a los pobres. “Odiar a la policía es un afecto vital”, nos dijeron nuestros amigos. Hoy, 29 de octubre del 2020 en la recuperación de tierras de Guernica, queda establecido (otra vez) el día de la Defensa de la Propiedad Privada, y se vuelve a confirmar ese odio visceral contra los felpudos que la garantizan. Cobertura Colectiva: La Chispa Prensa + La Obrera Colectivo Fotográfico + Aislamiento Represivo + Periódico Gatx Negrx Fuente: https://periodicogatonegro.wordpress.com/2020/10/31/una-ofensiva-sensible-en-guernica Read more ... |
Posted: 04 Nov 2020 05:07 AM PST No olvides nunca en qué lado estás De nuevo nos tienen donde querían: controlados y en su punto de mira. Durante las próximas semanas-meses mandarán a sus sicarios para que vigilen nuestros movimientos, y las multas serán cada vez más altas. Mientras tanto, la situación está empeorando. En la calle siguen los contagios, pero darán la vuelta a todo para culpabilizar a quien se salte su toque de queda. Como veremos, con la excusa de salvarnos, creerán que olvidaremos todo lo que nos han quitado o prohibido. Y, lamentablemente, nos impondrán medidas más duras. ¿Un confinamiento más severo? Posiblemente. Nuevamente, chivatas aburridas que no tienen nada mejor que hacer, delatarán a quien se salga de la cuadrícula asignada. ¡Y encima sin cobrar un puto euro! Sin ir más lejos, el otro día escuché a Urkullu calificando de terroristas a los que habían montado la gresca en Bilbo. ¡No, lehendakari! terrorista es quien deja que la gente muera de pena, aburrimiento o enfermedad en las Residencias y no hace nada por evitarlo. Y tanto él como Pedro Sánchez, harían bien en callarse, pues son sus gobiernos los que nos han traído a la jodida situación actual. Por otra parte, a menudo, reproducen imágenes comprometedoras en los telediarios, facilitando las identificaciones policiales. A su vez, resulta patético oír los insultos dirigidos a quienes protestan, por parte de varias burguesas tertulianas en la nómina del PNV o el PSOE. Sabemos quiénes son. Descargar (Ex)Presión Nº 23
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Los bombardeos de Barcelona del 16 al 18 de marzo de 1938 Posted: 04 Nov 2020 04:54 AM PST Durante 41 horas, desde la noche del 16 de marzo de 1938 hasta primera hora de la tarde del 18 de marzo de 1938, Barcelona sufrió 14 alarmas aéreas, con doce bombardeos. El primer bombardeo fue poco después de las diez de la noche del día 16: 4 Savoia S-81. Sonaron varias alarmas, algunas interminables. El segundo bombardeo sucedió hacia medianoche, ya iniciado el 17: eran 3 Savoia S-81. Las bombas cayeron en el Ensanche. Delante de la Universidad se hundió un edificio. Hubo muchas víctimas en la Estación de Francia. Se contaban ya 14 muertos y 423 heridos. Los bombardeos se prolongaron durante toda la noche del 17. A las dos menos cuarto de la madrugada descargó el tercer bombardeo: se trataba de una sucesión de oleadas de Savoia S-81 en pequeñas formaciones: pertenecían al 25 Grupo de bombardeo Nocturno de la Aviación Legionaria de las Baleares, llamados pipistrelli della Baleari. Los intervalos de calma eran tan cortos que el inicio de una alarma se confundía con el final de la anterior. Esa noche del 16 al 17 se habían producido, sin interrupción, bombardeos masivos cada tres horas. Explosiones, disparos, focos antiaéreos y alarmas se habían fundido en una noche infernal. El cuarto ataque se inició a las 7,40 h de la mañana del día 17: eran 6 bombarderos Savoia S-79 diurnos, del Octavo Stormo, llamados falchi della Baleari. Alcanzaron a casi todos los barrios de Barcelona. El quinto ataque llegó a las diez y media de la mañana del 17: eran 5 Savoia S-79. Se cebaron en el puerto y el centro de la ciudad. El número acumulado de víctimas era ya de 252 muertos y 525 heridos. El sexto ataque se presentó a las dos de la tarde del día 17: llegaron 5 Savoias S-79, cargados con bombas de 20, 100 y 250 kilos, a seis mil metros de altura, formación en flecha. Las alarmas sonaban muy poco antes del bombardeo. Se bombardeó el Paralelo y la Gran vía donde, cerca de la plaza Universidad, UNA DE ESAS BOMBAS DE GRAN TONELAJE CAYÓ SOBRE UN CAMIÓN MILITAR APARCADO EN BALMES/GRAN VÍA, CARGADO CON CUATRO TONELADAS DE NATAMITA[1]. La explosión destruyó y derrumbó varios edificios de la Gran Vía entre Balmes y Rambla de Cataluña (dejando en pie el Coliseum). Muchísimas víctimas; no solo por las explosiones, sino también por la onda expansiva, la metralla y los cristales. Se habló erróneamente de una superbomba italiana. El séptimo ataque se produjo a las diez y media de la noche, aún del día 17. Durante toda la noche del 17 al 18 se sucedieron varias alarmas sin bombardeo. El octavo ataque llegó a las cinco de la madrugada del 18. Las acciones fueron realizadas por diversas formaciones de 3 aparatos Savoia S 79, que se sucedían rápidamente unas a otras. El noveno ataque se desencadenó pocas horas después, a las siete de la mañana del día 18, sobre todo en La Sagrera y San Andrés. Décimo ataque: 9 y media de la mañana del día 18, se bombardeó en línea recta desde la Barceloneta y el parque de la Ciudadela hasta La Verneda. El ataque número 11 se realizó a la una y cuarto del mediodía. Se bombardeó Pueblo Seco y el barrio de San Antonio y el Paralelo. Parece ser que, ahora, la táctica utilizada por los bombardeos dejaba de ser la intensidad y pasaba a serlo la frecuencia (como ya había sucedido con los tres primeros bombardeos). A las tres de la tarde se materializó el ataque número 12 (y último), otra vez sobre el Paralelo, además de la avenida Mistral y calles adyacentes, hasta la Gran Vía. COLAPSO: Con estos últimos ataques, escalonados aproximadamente cada tres horas, el servicio de alarma quedó colapsado y el fin de una alarma se confundía con el inicio de la siguiente. La aviación italiana, además, había descubierto el punto débil de la defensa antiaérea barcelonesa: con vuelos rasantes, muy bajos, sobre la línea de costa, estaban a salvo de las baterías, porque éstas no podían disparar a los aviones, ya que el alza del tiro alcanzaría los barrios costeros: sobre todo la Barceloneta y el puerto. Los servicios de socorro y contraincendios fueron desbordados. Se trataba de la puesta en práctica de la orden dada en Roma el 16 de marzo de 1938, dirigida al general de aviación Vincenzo Velardi. El telegrama decía así: Iniziare da stanotte azione violenta su Barcellona con martellamento diluito en el tempo. Estos bombardeos del 16 al 18 de marzo de 1938 habían sido ordenados directamente por Mussolini y efectuados exclusivamente por la aviación italiana, en contra de la creencia, muy extendida en la época, de que también había participado la aviación alemana. EN RESUMEN: orden directa de Mussolini y acción exclusiva de la aviación italiana (los Savoia). Objetivo: aterrorizar y desmoralizar a la población civil. Fue un éxito en cuanto se produjo un éxodo de la población, que abandonó masivamente la inhabitable ciudad de Barcelona. VÍCTIMAS: 875 muertos (de ellos 118 niños) y 1500 heridos, con fecha 27 de marzo. Con la muerte de muchos de los heridos convalecientes puede afirmarse que el número de muertos rondaría el millar. PROTESTAS INTERNACIONALES: Se produjeron protestas en todo el mundo contra esta masacre de la población civil barcelonesa, en su mayoría de intelectuales y religiosos. Los gobiernos de Francia, Estados Unidos y Reino Unido hicieron llegar sus quejas a Salamanca (sede del gobierno de Franco). El Vaticano escribió una nota a Franco, pidiendo el fin de los bombardeos sobre Barcelona, que también dirigió al gobierno italiano. Neville Chamberlin, en la Cámara de los Comunes, dijo: “Barcelona fue víctima ayer de seis “raids” aéreos. El número de víctimas fue muy elevado, calculándose en 240 muertos y 400 heridos. No creo que nadie se entere de estas informaciones sin experimentar un sentimiento de horror y de repugnancia”. Eberhard von Stoher, alto representante diplomático alemán en Salamanca, tramitó un telegrama a Berlín en el que afirmaba: “Mi oficial de enlace con el “generalísimo” me hace saber que, con gran indignación de Franco, Mussolini había ordenado personalmente el bombardeo de Barcelona el día 18 de marzo”. Tal telegrama demostraría la enorme autonomía y responsabilidad de la Aviación italiana, la no intervención de la aviación alemana, así como el deseo de Franco de distanciarse, en lo posible, de las críticas internacionales por la masacre de Barcelona. IMPACTO INTERNACIONAL Una prueba del tremendo impacto internacional que tuvieron los bombardeos sufridos por Barcelona del 16 al 18 de marzo de 1938 fue el discurso que pronunció el primer ministro británico Winston Churchill, el 18 de junio de 1940, en el inicio de la batalla de Inglaterra, cuando el terror a los bombardeos alemanes era extremo. Churchill instó a los británicos a que siguieran el ejemplo a los ciudadanos de Barcelona para afrontar con coraje el combate contra los nazis: "No quiero menospreciar la severidad del castigo que cae sobre nosotros, pero confío en que nuestros conciudadanos demostrarán que serán capaces de resistir, como lo hizo el valiente pueblo de Barcelona”. ESCULTURA: En 2003, frente al cine/teatro Coliseum de Barcelona se inauguró un extraño monumento, que suele pasar desapercibido porque se asemeja más a una chapuza de ridículos postes metálicos que se sostienen entre sí, retorcidos y mal colocados sobre una placa que dice así: “A las personas muertas en los bombardeos fascistas (1937-1939) de la Guerra civil en Barcelona y a todos los pueblos víctimas de otras guerras”. El mensaje es valiente en cuanto señala la autoría del fascismo, pero lo bastante ambiguo como para desconocer si abarca también a la población civil francesa de Normandía, masacrada por los norteamericanos e ingleses en 1944; o a los bombardeos aliados que arrasaron gratuitamente Dresde y otras ciudades alemanas. ¡O el bombardeo de Yugoslavia por la OTAN durante 78 días! Los fascismos y las dictaduras asesinan en masa; pero las democracias occidentales avanzadas, también. ¡Belgrado fue bombardeado por los nazis en 1941, por orden de Adolf Hitler, y por la OTAN en 1999, por orden de Javier Solana! Pero quizás sea demasiado pedir que se reconozca el horror que todos los Estados infligen al pueblo, propio o vecino; AYER, HOY Y MAÑANA. Agustín Guillamón Barcelona, octubre de 2020 NOTA IMPORTANTE: Todos los datos están tomados de la excelente investigación y sana obsesión de toda una vida, plasmada en el magnífico libro (escrito y publicado en catalán) de Santiago i Elisenda Albertí: perill de bombardeig! Barcelona sota les bombes (1936-1939). Albertí, Barcelona, 2004.
[1] Explosivo de efectos idénticos a la dinamita, que se obtiene a base de clorato de potasa y naftalina. Read more ... |
Posted: 04 Nov 2020 03:27 AM PST Vivimos en la agitación constante, en un vertiginoso ir y venir sin saber de dónde partimos ni hacia dónde vamos. Ni siquiera la actual situación ha conseguido modificar en lo esencial esta situación (entre otras cosas por esto nunca vamos a salir mejor de nada tal y como algunos auguraban allá por el mes de marzo) Es más, se ha generado un estado tal de angustia ante las dificultades para seguir sobreviviendo en esta jungla que la agitación se ha transformado en un cóctel de resignación nerviosa y miedo. Porque, a pesar de todo, se mantiene la esperanza de la salvación individual. A lo sumo, de la salvación de los nuestros. Seguimos manteniendo un esquema mental de ganancia; un marco de referencia donde los puntos cardinales son la obtención del beneficio (del tipo que sea y a costa de quien sea) y su consecuente falta de interés, de amor para con el otro. Vivimos en la sociedad de la ganancia y del interés, en la que todo gira en torno a la posibilidad de obtener un diferencial positivo de cada acción realizada. Esto es algo bastante obvio en la esfera económica puesto que está en la base del propio capitalismo. Este faro que ilumina todo el funcionamiento del sistema económico está íntimamente alimentado con el concepto de propiedad, puesto que para obtener una ganancia, un beneficio hay que poseer algo con lo que poder interactuar. Lo lamentable es que esta forma de pensar la tenemos metida hasta el tuétano. La hemos aceptado y asimilado como si fuera algo natural. De este modo, ya no es posible (o casi, eso espero) concebir ninguna idea o propuesta fuera de ese marco mental. Por el contrario todo lo que aquí cabe es factible, deseable por nosotros. Así nos va. Damos por bueno todo lo que ayuda a mantener en pie la posibilidad de seguir viviendo bajo esa premisa. El miedo a que, en algún momento, se disuelva la opción de obtener una ganancia (aunque sea en un plazo de tiempo más o menos largo) nos atenaza. Nos hace obedecer incluso en momentos en que esa obediencia nos condena a ser los eternos perdedores. Porque seamos claros. Hay una enfermedad que está matando a miles de personas por todo el mundo. Desgraciadamente, nada nuevo bajo el sol. Pero bajo ningún concepto es más grave ni más mortal que muchísimas otras cuestiones (enfermedades o no) que matan a millones de personas cada año por todo el globo. Jamás se han tomado medidas tan drásticas ni tan severas contra ninguna de ellas. Esto va más allá, mucho más allá, de la preocupación por la salud. No hay que ser muy avispado para ver que el control social, el sometimiento de la población va muy por delante de la salud. Tal vez el hecho de que nos enfrentamos al final de una era (lo que no quiere decir que lo que está por venir sea mejor, de hecho, todo apunta a lo contrario) con la crisis climática; el agotamiento del modelo extractivo; la economía virtual sustentada en castillos de naipes y el absoluto desprecio por cualquier forma de vida, incluida la humana, hacen que la lucropatía (obsesión por la ganancia) imperante entre aquellos que tienen verdadero poder de decisión ponga en marcha todos los recursos de los que disponen para asegurar su parte del pastel. El paradigma del beneficio se impone de nuevo. La acumulación de la riqueza en manos de unos pocos se acelera mientras se encargan de repartir las culpas del desastre sobre las personas. Individuos cada vez más aislados, más débiles pero que, a pesar de todo, mantienen la esperanza de volver a ser ganadores algún día y asumen su parte en este macabro juego. Penden las cifras de enfermos y muertos sobre nuestras cabezas. Es una losa demasiado pesada como para no agacharla. Obedecer por miedo a perder (la vida, el trabajo, la familia, amigos…). Obedecer por no tener alternativas. Obedecer con la esperanza del algún día mandar. https://quebrantandoelsilencio.blogspot.com/ Read more ... |
Religiosos y filósofos, disparen, es una mujer Posted: 03 Nov 2020 05:50 AM PST La opresión del sector femenino no se circunscribe sólo al mundo familiar y del hogar, se manifiesta en muchas esferas de la realidad humana. Se me viene a la mente en esta reflexión el terreno filosófico y el de la religión cristiana. Platón, a quien comúnmente se le alaba por ser el filósofo griego que más dignificó a la mujer por lo que expresó de ella en su República, en esa obra de capital importancia para el ámbito filosófico, sostuvo que la mujer es perfectamente capaz de ejecutar las mismas actividades físicas e intelectuales que los hombres realizan; eso, en todo caso, no lo redime de haber sido lo que fue: un machista y un misógino. Pues la mujer, a su juicio, tenía que adecuarse a las exigencias del hombre, debía ser como él, pero no aquel como ella. Aristóteles, el gran fundador de la lógica formal y dotado de las más eminentes virtudes intelectuales, cuando tuvo que opinar sobre las mujeres nos salió con esta joya de juicio: “parecen hombres —sostiene—, son casi hombres, pero son tan inferiores que ni siquiera son capaces de reproducir a la especie, quienes engendran los hijos son los varones”, (…). “son meras vasijas vacías del recipiente del semen creador”; y, para encriptar su sabiduría sobre esta cuestión, continúa: “el esclavo está absolutamente privado de voluntad; la mujer la tiene, pero subordinada; el niño sólo la tiene incompleta”; los bárbaros y la mujer son el no ser, los exteriores, no son considerados en su sistema. Pero no para allí, luego se jacta diciendo que “el macho es por naturaleza superior y la hembra inferior; uno gobierna y la otra es gobernada; este principio de necesidad se extiende a toda la humanidad” (Política (1254 b 13-15) La mujer, por naturaleza, es inmensamente inferior al hombre, según los criterios básicos de Aristóteles. Hegel, como sabemos, en su sistema no contempló como necesaria la existencia de los morenos, las mujeres y las colonias dominadas por los europeos. Veamos si tenemos un poco más de suerte en el terreno de Dios. Empecemos por el Antiguo Testamento, me parece que nuestra suerte cayó en tierra movediza: porque uno de los sectores más damnificados, producto de los perjuicios y prejuicios de los creadores de la Biblia es, para el que lo quiera saber y el que no, el femenino. La Biblia de cuyo contenido se deriva la moral y la teología cristianas es, por lo que allí se expone, furibundamente machista. El antiguo testamento demuestra, de manera irrefutable, lo que digo. No caería mal una lectura bien concienzuda sobre estos versículos: GÉNESIS 3:16, donde se narra el castigo de Dios a la mujer; LEVÍTICO 12: 1, 2 & 5 y JUECES 21:10-12 etc. Todos esos versículos comparten algo en común: su frenético y virulento odio contra las mujeres. Para los autores de la Biblia, la culpable de toda la desdicha e infortunio de los hombres fue la mujer; asimismo fue la responsable directa de la enemistad de éste con aquellos. Mas esa negativa no se superó en el nuevo testamento. Si en el Antiguo Testamento caímos en arenas movedizas, en el Nuevo nos terminamos de hundir completamente (si bien eso sólo ocurre en las películas de Hollywood, vale como ilustración aquí). Pablo de Tarso, fundador real del cristianismo (del cual surgió la Iglesia Católica) y máximo promulgador de la propaganda ideológica cristiana, tenía una opinión bastante lamentable del sector femenino. En una de sus cartas, cargada de inconmensurable sabiduría, solemnemente proclamó: “Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.” (CORINTIOS 14: 34& 35). En otra parte dice: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio”. Nos ilumina, con las luces refulgentes de los autores del Génesis, dado que “Adán —dice— fue formado primero, después Eva; Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará —de una forma bastante curiosa— engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor, santificación, y modestia”. (1° TIMOTEO 2: 11-15). ¿Y qué dicen los santos? San Agustín, el santo de las viejecitas, nos ofrece una perspectiva que revela mucho el nivel de penetración que alcanzó con su pensamiento. El santo, fundamentando su argüir en la exagerada erudición que abunda como las arenas del mar en el Génesis, nos ofrece un razonamiento bien agudo sobre la mujer, de ella dice: Si la mujer no fue creada para ayudar al hombre en la generación de los hijos, ¿para qué ayuda fue creada? No fue para trabajar la tierra, pues aún no existía trabajo que necesitara ayuda en el paraíso), y, si necesitaba ayuda, mejor le hubiera sido la de un varón. Esto mismo puede decirse del solaz, si tal vez la soledad le apesadumbrase. Pues ¿cuánto más conveniente no es para convivir y hablar la reunión de dos amigos que la compañía del hombre y la mujer? Pero si convenía vivir juntos como dos amigos, el uno mandando y el otro obedeciendo para que las voluntades contrarias no perturbasen la paz de los cohabitantes, no hubiera faltado un orden para conservarla, teniendo en cuenta que primero existió uno y después otro, sobre todo si el último fuera creado del primero, como lo fue la mujer. ¿O dirá alguno que Dios, si hubiera querido, no hubiera podido hacer de la costilla del hombre un varón, sino solamente una mujer? Por lo tanto, no encuentro para qué ayuda del hombre fue hecha la mujer, si prescindimos del motivo de dar a luz a los hijos (San Agustín, De Genesi Ad Literam). Y termina de exhibir su descomunal santidad opinando sobre la mujer cuando dice que:
Santo Tomás de Aquino gozó la fama de ser un gran lógico y de ser el mejor estudiante de Aristóteles, su entimema lo confirma: "Si el sacerdote fuera mujer, los fieles se excitarían al verla". Pero, por decir algo, la concepción que Santo Tomás tenía con respecto a la mujer, no creo que exceda en juicio a la de éstos célebres filósofos y nuestro santo. Con todo ese caudal de sabiduría, lo menos que se podía esperar de santo Tomás era una definición lánguida de la mujer, y no defraudó, pues definió con gran lucidez a la mujer como “defectuosa y mal nacida, porque el poder activo de la semilla masculina tiende a la producción de un perfecto parecido en el sexo masculino, mientras que la producción de una mujer proviene de una falta del poder activo” (Suma teológica – Parte I a – Cuestión 92, s.f.). También Tertuliano hace lo que puede; él dice:
Y por lo que toca a san Agustín, como ya vimos, es bien sabida, por si alguien se le da por indagar un poco más, su docta misoginia. La edad media es considerada como una de las etapas más sombrías por las que la humanidad ha tenido que transitar, lo fue sobre todo para las mujeres, quienes por la sola razón de ser mujeres, segundas en la creación de dios y culpables de incitar Adán a que merendara el fruto prohibido por dios y que trajo como secuela la muerte y la enemistad de aquel con el ser humano. Ellas sufrieron en carne propia todo el odio misógino que destila por naturaleza de la religión cristiana. En esta época fue el tiempo cuando más fuerza y vigor tuvo la religión y el dogma cristianos. Con todo el poder que ésta tenía en lo político, económico, ideológico, y social se dedicó activamente a perseguir, condenar, y quemar brujas. Se estima que un número de 40.000 mujeres fueron sentenciadas a ser abrasadas en la hoguera, ahorcadas, torturadas, por la amenaza de “brujería”. Alguien podría argüir que eso fue cosa del pasado, que la religión ya cambió y que la situación de la mujer ha mejorado considerablemente; es verdad que se han logrado ciertos avances, pues sería penoso que continuaran con las prácticas absurdas del medievo, pero no es lo suficiente, la religión católica, especialmente, sigue oprimiendo y discriminando a la mujer; al presente este organismo religioso sigue relegando a la mujer, y, por ese motivo, ésta sólo sirve para cumplir las funciones más ínfimas en la institución, vaya progreso. Son los hombres, porque Jesús era hombre, los únicos que pueden convertirse en diáconos, sacerdotes, obispos y papas. Pero las mujeres católicas, al parecer, no son capaces de advertir todos esos atropellos a su dignidad. El Capitalismo, la religión secular de nuestra época, explota a la mujer como la mercancía más vulgar; le quitó la cara, y en su lugar le puso glúteos como dice José Pablo Feinmann, pero las mujeres no lo pueden ver. Para el capitalismo, la religión más sanguinaria que ha existido, la mujer tiene piernas, bustos y posaderas, pero no tiene cara, a no ser que sea como la de un ángel. Esto es peor que la esclavitud antigua, no exagero, pues en ese tiempo se sabían que eran esclavas, eran conscientes, pero hoy, no sólo son esclavas del sistema, el problema es que un gran número de ellas ni lo saben. Víctor Salmerón https://lingorab.blogspot.com/
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Crítica a la filosofía de Carlos Marx desde la perspectiva de Bertrand Russell Posted: 03 Nov 2020 01:29 AM PST Bertrand Russell fue un filósofo irreverente. Y con el paso de los años, según nos cuenta, aquello se volvió más radical. Es el autor de aquel famoso aforismo que dice:
Es, al igual que Leibniz, conocido más por sus trabajos de carácter superficial que por los realmente rigurosos; su especialidad fue la matemática y, en cierta medida, la ciencia, pero la fama, que lo acompañó el resto de su vida, la obtuvo en su etapa de divulgador y activista. Se lanzó inquisitivamente, con gran fuerza, a perseguir y a poner en su sitio toda clase de superstición. Arremetió con gran vehemencia en contra de toda forma de religión; a las religiones, de la naturaleza que fueran, pero en especial a las abrahámicas, las consideraba como responsables directas de inconmensurables sufrimientos en el mundo. Es posible que Russell les haya concedido demasiada importancia; en todo caso, fue un crítico muy amargo de los defensores de dogmas infundados. Irrespetó a un sinfín de filósofos, entre ellos a Marx. Parece ser que Bertrand Russell, como casi todos los filósofos, tenía la bizarra y poco humilde manía de pensar que él era el único filósofo que poseía la verdad, claro, eso no lo decía explícitamente, pero su desprecio, gratuito a veces, por los grandes filósofos y colosos del pensamiento lo demuestra. Es más, en su libro Historia de la Filosofía Occidental después de transitar de una manera bastante debatible y parcial la historia de esa disciplina termina, en el último capítulo, exponiendo las ideas de su propio sistema filosófico. Este trabajo, de naturaleza sintética, se dividirá en dos partes. En la primera se expondrán las ideas filosóficas principales de Marx según se le presentan a Russell, luego se desplegarán los defectos filosóficos que encuentra Russell en Marx. En la segunda parte, para que haya equilibrio, valoraremos si las críticas emitidas por el filósofo británico en contra de la filosofía de Marx son justas, equilibradas, bien fundadas y dignas de ser tomadas en consideración en el diario filosófico de un verdadero marxista. La metodología que se pondrá en práctica, como es natural en los trabajos filosóficos y teóricos, estribará fundamentalmente en la lectura y el análisis crítico de las fuentes filosóficas. La bibliografía no es para nada extensa; por lo tanto, es posible consultar, sin mayor dificultad, las fuentes que aquí se emplearán. 1. MARX EN LA ÓPTICA RUSSELLIANA Carlos Marx es, sin duda, un genio —eso lo deberían reconocer incluso sus detractores— negarlo sería tomar una actitud demasiado parcial, y, como es natural, de un genio se pueden decir muchas cosas. Marx, dice Bertrand Russell, en el mundo intelectual es considerado como el creador y máximo pionero del socialismo científico, un poderoso movimiento, que, sea por atracción o repulsión, ha dominado la historia reciente (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, pág. 472). También ha tenido gran preeminencia en el universo filosófico de una manera extraordinaria. Debido a su eclecticismo se convierte en un pensador «difícil de clasificar» (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, pág. 472). Es cierto, sostiene Russell, que él es el resultado de los «radicales filosóficos»; (pero, a mi modo de ver, su originalidad y su genialidad son dos atributos innegables en él). Es, además, un renovador del materialismo, diferenciándolo del de Demócrito y Spinoza; brinda asimismo una nueva interpretación de la historia. A juicio de Russell, es el último gran constructor de sistemas, por ello se le puede considerar como el sucesor, sin discusión, de Hegel. Como su maestro, creyó sinceramente en la fórmula dialéctica, pero le dio un sentido bastante novedoso que difería considerablemente de la de aquel. Los méritos intelectuales de Marx para quedar entre los grandes pensadores de la historia de la filosofía son enormes, sin embargo, no todos están dispuestos a reconocer la validez y la genialidad de su obra. Entre los que no acepta la validez y la importancia de su pensamiento está el filósofo británico Bertrand Russell. Sus teorías, desde que fueron expuestas por el mismo Marx, han sido mancilladas por eruditos y, en consecuencia, resulta difícil saber si están hablando de Marx o de una simple caricatura. Mas, viendo la situación trágica por la que transita el mundo contemporáneo, parece ser que su pensamiento filosófico sigue siendo tan pertinente, vigente y aplicable al mundo actual como cuando fue externado. Pero ese, en todo caso, no es el tema de este escrito. Sigamos pues, tratando desentrañar la visión holística que tiene Bertrand Russell acerca del Marx filósofo, ojo, no se tratará aquí, pues eso desbordaría, sin duda, la naturaleza modesta de este trabajo, al economista. Una de las cosas que distinguió a Marx, a juicio de Russell, fue su carácter, al menos en intención, científico (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, pág. 476); la economía fue el capítulo principal en la vida intelectual de Marx. El desarrollo de su pensamiento filosófico se debió en parte a la gran influencia que recibió de la economía clásica británica. La postura de los economistas clásicos era evidentemente a favor de la buena vida del capitalista y en desfavor obviamente de la del terrateniente y del asalariado (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, pág. 476). Marx, por el contrario, se declaró abiertamente en favor del asalariado, no por cuestiones de orden moral sino por la mera necesidad histórica. El carácter prometedor y científico de Marx se puede evidenciar en su obra de juventud el Manifiesto Comunista de 1848, obra muy influyente en lo político y lo filosófico. Es verdad que la mayoría de sus obras son, en realidad, técnicas, pero en ellas se puede sentir, si se leen con atención, la lumbre vehemente de sus argumentos. Trató, lo más que pudo, aunque no lo logró completamente, de no dejar nunca sus ideas en el aire proponiendo argumentos válidos y sacados de la experiencia; el método científico le fue de gran utilidad para no caer en las irresponsabilidades metafísicas vulgares, en las que comúnmente cayeron los viejos materialistas. A pesar del gran avance que representó, no fue capaz de trascender la metafísica, según el criterio de Russell. Pronto veremos sus razones. Marx es un materialista, pero en un sentido que difiere sustancialmente del tradicional. Su materialismo, debido a la gran influencia que recibió del pensamiento hegeliano, es dialéctico; es muy diferente al tradicional, lo más parecido a éste es lo que hoy se llama instrumentalismo (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, pág. 476), doctrina que sostiene que las teorías científicas no son ni verdaderas ni falsas completamente sino sólo meros instrumentos de predicción. El defecto fundamental, a juicio de Marx, del antiguo materialismo, consistía básicamente en que consideraba la sensación como algo pasivo y al objeto como activo. La verdad objetiva, a juicio de Carlos Marx, es una cuestión práctica no teórica; la discusión sobre un pensamiento aislado de la práctica es una cuestión meramente escolástica, improductiva, es por ello que la tarea por excelencia del filósofo es transformar, «alterar» la realidad (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, pág. 477). La filosofía de la historia de Carlos Marx es, según Russell, una mezcla de Hegel y la economía británica (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, pág. 478). Él creía como su maestro en la fórmula dialéctica, Russell la considera, sin detenerse mucho en el tema y sin dar razones suficientes para su desacuerdo, como «mera mitología»; y, por lo que se sabe, lo hizo sinceramente. Discrepa, es verdad, con la fuerza impulsora de este movimiento. Para Hegel este ímpetu impulsor es el espíritu, fuerza mística que hace, sin saber uno por qué razón, que la historia humana siga su curso y pueda, en ciertos tramos, trascender el estadio en el que se encuentra determinada sin por ello negar completamente el pasado, sólo subsumiéndolo. Carlos Marx, contrariando a Hegel, sostiene que ésta fuerza impulsora es la relación del hombre con la naturaleza; y la relación más importante es el modo de producción. El materialismo de Marx es, por consiguiente, en la práctica, económico (Russell, 1945, pág. 478). Bertrand Russell difiere con Carlos Marx —con el joven que no había leído lo suficiente a Hegel y otras literaturas— en este punto:
Sin embargo, dice Russell:
Él no está de acuerdo que la política, las leyes, la religión, la filosofía y la cultura en general sean una consecuencia de los modos de producción y, en menor medida, de los de distribución (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, págs. 479). Esto, lo ya mencionado, constituye una base material en la que reposa la superestructura, todas las cosas que se mueven en la superestructura son meros fenómenos ideológicos. Una cosa hay que destacar: el campo político, uno de los más fundamentales en la totalidad del mundo, es el que más comprometido se ve con esta compresión de la realidad, como muy atinadamente lo nota Russell. La política, campo de gran complejidad y dificultad para ser tratado adecuadamente, quizá sea demasiado importante para reducirse a un mero fenómeno de la superestructura. Enrique Dussel, como muchos otros marxistas, no acepta dicha postura; Dussel, por ejemplo, pone a la economía y a la ecología como subcapítulos de la política; eso quizá sea exagerado. Para muchos marxistas y no marxistas hablar de materialismo es una cuestión clara y distinta; sin embargo, no es tan sencillo como parece. Pensarlo como algo unívoco es un error, es más complejo y, en cierto modo, polisémico; no es lo mismo el materialismo antiguo que el de Carlos Marx. Russell cree que debido a la modificación que Marx hizo del concepto, es difícil determinar la verdad o falsedad de tal término (Russell, Historia de la filosofía occidental II, 1945, pág. 480). Para Russell la materia tiene un sentido preciso y dice que «es lo que puedo inferir por medio de ciertos postulados abstractos sobre los atributos, puramente lógicos, de su distribución en el espacio y el tiempo» (Russell, Retratos de memoria y otros ensayos, 1970, pág. 75). Por otro lado, consideró en el capítulo que le dedicó a Marx en su Historia de la Filosofía, bajo sus criterios unilaterales de ciencia y, hasta cierto punto, limitados, que la filosofía de Marx no era estrictamente científica; mantuvo que es casi imposible determinar su veracidad. En muchos aspectos, su doctrina resulta verosímil, pero en otros se ve que no es verdadera. Marx, como es bien sabido, sostuvo, especialmente en su etapa juvenil, cuando su juicio era demasiado limitado y no había leído seriamente a Hegel, que la filosofía era una forma de alienación. La consideraba como un sustituto de la religión, la primera forma de alienación. Dado que la filosofía era usada como una suerte de herramienta adormecedora para justificar el estatus quo y encubrir mediante la abstracción más delirante las condiciones repugnantes y ofensivas en las que los hombres y mujeres quedaban determinados históricamente, era peligrosa. Ciertamente suponemos que Marx se refería con esto a Hegel y, más en particular, a Aristóteles, quienes con sus filosofías vacuas justificaban el orden establecido de sus respectivas épocas. Además, la filosofía no se ejercía para hablar de cosas concretas, no hablaba del hombre (el ser humano) concreto sino del abstracto, del irreal, de su idea. Es una disciplina que huye cobardemente de lo real y paraliza la acción. Aristóteles, que tuvo una enorme influencia en Marx, sostenía que lo más importante era la contemplación, Marx no le agradaba tal visión y la refutó. El sostenía que el ser humano es acción transformadora, es trabajo, no pasividad; y es de esa forma, mediante la acción práctica, que se modifica la materia y se transforma en cultura. La filosofía, por tanto, era un mero fenómeno ideológico flotando en la superestructura pero derivado, en último término, de la estructura. Como fenómeno ideológico la filosofía queda determinada desde la base material; su existencia no supone mayor beneficio para la clase obrera. Sin embargo, esto, como agudamente se percata Russell, no es del todo cierto, hay otras cuestiones, además de las condiciones económicas, que pueden influir en el pensamiento de un filósofo, como el caso de la guerra, por ejemplo, y en ellas no siempre ganan los más ricos (Russell, 1945, pág. 481). Una cosa habría que precisar: esta tesis no fue central en el pensamiento de Marx, tan solo hay un pequeño esbozo en la Crítica a la Economía Política. Esa tesis, como muchas otras, fue retomada por el marxismo ortodoxo y, debido a la obstinada repetición, la convirtieron en un burdo dogma. De todas las triadas hegelianas, a Carlos Marx sólo le interesó una de ellas: el feudalismo, el capitalismo y el socialismo (Russell, 1945, pág. 481). Hegel, cooperando para reforzar nuestro prejuicio sobre su vocación a la completa abstracción, pensaba en naciones, Marx en clases, lo cual es más particular pero no deja de ser aún muy general, no para él. Así como el feudalismo fue destruido por la praxis del capitalismo, de la misma manera el socialismo, representado por la clase proletaria, negaría necesariamente al capitalismo. La razón por la que Carlos Marx estaba a favor de la clase proletaria, como ya mencionamos, no obedecía a cuestiones de carácter moral, su apoyo a esta causa respondía más bien a una necesidad puramente histórica. Marx, en su prolífera obra, en alguna forma profetizaba el futuro de la historia en la que el proletariado se impondría: él creía sinceramente que esto traería el desarrollo pleno y deseable para el ser humano y la naturaleza. Sólo el socialismo, en la perspectiva de Marx, podría dar felicidad y pleno desarrollo al hombre (ser humano). Mas, el capitalismo ingeniosamente ha sido capaz, como podemos constatar en nuestra época de negar su antítesis, y el socialismo no ha podido, a pesar de todos los intentos infructuosos por lograrlo, objetivarse plenamente. 2. DEFECTOS FILOSÓFICOS DE CARLOS MARX A pesar de la innegable contribución de Carlos Marx en el ámbito filosófico, pero sobre todo en el campo económico, (en el que descubrió y desarrolló las categorías fundamentales para entender adecuadamente el campo económico y, lo más importante, mostró al obrero así como al capitalista la esencia del capital, a saber, el valor que se valoriza) que fue sin duda su especialidad, sin por ello negarle otros atributos como el de historiador, tiene, a juicio de Bertrand Russell, serios defectos filosóficos que él, como se puede evidenciar al leer su libro puso de relieve. En primer lugar, según Russell, es demasiado práctico y «está atado en exceso a los problemas de su tiempo» (Russell, 1945, pág. 482). Está, es cierto, enfocado en los problemas de su tiempo, pero en los generales, como Hegel, y prestó poquísima atención a los entes particulares y a los eventos cotidianos que acaecían a su alrededor, los ordinarios. Es bien sabido que Marx prestó exigua atención a las consideraciones éticas; como creía, al igual que lo hicieron muchos otros contemporáneos suyos, que el progreso era inevitable, como comúnmente se sostenía en el siglo XIX, consideró viable el prescindir de tales consideraciones. Su única preocupación estribaba en la objetivación en el más alto grado de una gran revolución. En ese sentido, la crítica de Russell a Marx sería análoga a la que le hizo Søren Kierkegaard a Hegel. Aquel pretendía que lo universal absorbiera o subsumiera al particular, cosa que éste no estaba dispuesto a aceptar. Supongamos que se le preguntara a Russell lo que piensa sobre la actividad intelectual y práctica de Marx, me imagino que diría algo así: él debió haber hecho algo más provechoso y productivo con su tiempo que dilapidar el tiempo en necios conflictos con diferentes sectores y vivir inquieto por querer que las clases menesterosas y sin importancia social se volvieran relevantes —esto incluye a la clase obrera, por supuesto; es un típico razonamiento de un aristócrata (Nietzsche por lo menos era explícito al defender su clase, Russell se mostraría timorato como en todos los temas)— pues él consideraba, como los utilitaristas, que el éxito de los menesterosos en general no aumenta la felicidad de las mayorías mientras que el éxito de los grandes, los ricos y los poderosos, sí supone el aumento de la felicidad, en el sentido somero de los ingleses, para las mayorías. Diría además que debió haber usado su talento para realizar una obra de mayor alcance y provecho para la humanidad entera; como si el libro El Capital, por el que dio su vida y hasta la de ciertos miembros de su familia, fuera poca cosa. También, lo señala de caer en antropocentrismo, cosa poco feliz para un hombre de la Ilustración. Después de Copérnico, como se puede constatar históricamente, la ciencia, esclava de la teología racional o natural (cristiana), experimentó un desarrollo asombroso e impresionante y, gracias a ello, fue capaz de demostrar su superioridad epistemológica sobre la religión cristiana; en consecuencia el hombre perdió centralidad; él ya no era lo más importante del universo, era un simple animal compuesto como todo otro de átomos, moléculas, células, tejidos y órganos con ciertas facultades racionales, es cierto, aquellas fueron las que le permitieron elevarse sobre el resto y coronarse como el rey del mundo animal. Afirma, de manera dogmática, que la mayoría de los conceptos que tomó de Hegel no son, a su juicio —algunas veces bastante cientificista— estrictamente científicos, por consiguiente, no se le puede considerar un científico. Hay que ser claros: en el sentido que le da Bertrand Russell a la ciencia, Marx no es, en definitiva, científico, pero es que, visto desde una perspectiva dialéctica, Marx no respondía a esos criterios de ciencia, cientificistas, su ciencia es antropológicas y ética; es un científico en un sentido mucho más amplio del que suscribió Bertrand Russell y el Círculo de Viena. Por otro lado, le reprocha Russell, Marx se declara ateo, (cuestión que no era bien vista por él ya que dividía a la clase obrera) algo que no es completamente cierto pero que ya tocaremos ese punto en los párrafos subsiguientes, (sobre todo de la religión de Hegel) pero en la práctica profesó un «optimismo cósmico» (Russell, 1945, pág. 481) ingenuo, cosa que es más común en un creyente religioso, fanático, que en un eminente científico social como lo era Marx. En su provocador artículo, pues eso no es más que otra cosa, ¿Por qué no soy comunista? sostiene que la mentalidad de Carlos Marx es confusa; podría haber dicho también que era profunda y rica, pero no lo hizo. Como rompía su horizonte hermenéutico o de comprensión, se le hizo más fácil ponerle una etiqueta, como hizo con Heidegger, Sartre y muchos otros filósofos etiquetados como «oscuros». En su libro los Caminos de la Libertad, en el que trata tres temas: el socialismo, el sindicalismo y el anarquismo lo considera como un «hombre de una rara penetración». Como advertiremos, si nos acercamos a sus obras más técnicas, él era un amante insaciable de la claridad formal, quería siempre que los problemas fueran expuestos de manera clara y distinta, sin importar que en ocasiones el aspecto material o de contenido quedara subordinado al formal; la realidad, empero, no es tan simple como la suponía Russell. Además, dice que: «su pensamiento estaba casi enteramente inspirado por el odio». En el mismo artículo sostiene que «su principal deseo era el de ver el castigo de sus enemigos, sin tener en cuenta lo que sucediera, en la coyuntura, a sus amigos». Frases como esas, poco fundadas, se encuentran en casi todas las obras de Russell. Incluso en el mismo ensayo llega a decir cosas como ésta: «el comunismo es una teoría que se alimenta de la pobreza, del odio y los conflictos». Ésta última cita demuestra la honda ignorancia suya acerca del marxismo. Confundir una teoría con un postulado, pues es eso lo que es el comunismo, es un error craso, y Russell, a pesar de su desaforada inteligencia, comete ese error tan elemental como consecuencia de su tosquedad gigantesca acerca de Marx. Según Bertrand Russell:
Pero lo que Russell concibe como justicia no sirve para que se lleve a cabo una transformación social, real, que pueda afectar un gran número de personas, por la predicación o la invitación a la práctica de máximas morales no se convence a la clase opresora, esto se hace sólo a través de la práctica revolucionaria. La impresión que le causó a Marx el sistema industrial de Inglaterra, considera Russell, fue muy profunda y determinante. Esta experiencia y su amistad con Engels contribuyó de manera decisiva para que sus ideas revolucionarias cobraran mayor solidez y vigor. Él, viendo toda aquella terrible injusticia, creyó que ese sufrimiento indecible, infligido por los patronos a los obreros, serviría por lo menos para que ellos tomaran conciencia de su indignidad, se organizaran y, por consiguiente, llevaran a cabo una revolución total, de lo cual surgiría la dictadura del proletariado. Pero en vez de ocurrir tal cosa, lo que ocurrió fue el surgimiento horripilante de Stalin. Es bastante curioso, se asombra Russell, que sus ideas filosóficas, políticas y económicas hayan tenido tan poca influencia ortodoxa en su país de origen; lo más extraordinario que se logró materializar, gracias a ellas, fue la formación del Partido Social Demócrata, institución que logró gran popularidad llegando incluso al poder con Friedrich Ebert (1871-1925), primer presidente de la República de Weimar, pero cuando aquello acaeció el partido estaba ya muy lejos de la ortodoxia tradicional. En fin, fue infiel al espíritu original del movimiento. En Rusia en cambio, existió más suerte, sí dio fruto, pero pronto todo lo bueno concretado, debido a errores políticos y económicos, se derrumbó como un castillo de naipes. Ahora bien «en occidente —sostiene Bertrand Russell— ningún movimiento obrero fue totalmente marxista» (Russell, 1945, pág. 483). Carlos Marx, y esto quizá haya afectado profundamente en el ámbito práctico, no prestó mucha atención a la propaganda mediática enemiga, creía que sus argumentos serían amparados por la realidad y los eventos históricos que tarde o temprano sobrevendrían. Tuvo una cierta certeza sobre lo futuro, ésta se debió probablemente a su concepción determinista de la historia. 3. ANÁLISIS SOBRE LA VERSIÓN DE RUSSELL Sería deseable, en todo caso, después de haber expuesto de manera muy sucinta las ideas principales de Russell sobre la filosofía de Carlos Marx, responder, de la manera más sincera, a las siguientes interrogantes. ¿Son justas, a grandes rasgos, las valoraciones de Russell acerca de la filosofía de Carlos Marx? ¿Leyó —ya que ciertas opiniones suyas sobre aquel en su libro Historia de la Filosofía Occidental no lo demuestra, Bertrand Russell seriamente a Marx antes de escribir de él? ¿Son bien fundadas sus críticas o son simplemente gratuitas? Vistas desde una perspectiva crítica y reflexiva, las arremetidas vehementes en contra de las ideas filosóficas de Marx permiten observar tres limitaciones bien marcadas en Bertrand Russell: sus argumentos, por más lógicos que se presenten, no son lo suficientemente sólidos para ser tomados como serios, su criterio filosófico es demasiado minúsculo y su desconocimiento absoluto de la dialéctica lo convierte en el candidato menos indicado para enfrentar y, por consiguiente, embestir a Carlos Marx. En primer lugar, el argumento de que Marx es demasiado práctico y que estuvo sumido en exceso con los problemas de su tiempo, no es una crítica relevante y, por lo mismo, no se le dará mayor seguimiento. La misma observación se podría aplicar también a él, Russell estuvo muy comprometido, como sabemos, con el pacifismo y fue un activista, se supone, sincero que apoyó ciertas causas que, a nuestro criterio, a pesar de ser nobles, son insuficientes para generar algún cambio real en el mundo. La propuesta de Marx no fue suave, era algo bien radical. Al decir que Marx era demasiado práctico me imagino quiere dar a entender que aquel no le dio mucha importancia a la teoría. Eso, en todo caso, no es cierto: su gran obra El Capital —que es teórica, práctica, ética y política— lo demuestra. Pues bien, las verdades astronómicas, las verdades eternas de Platón, las verdades estoicas o las verdades de la etología para un campesino del tercer mundo que está bajo el dominio de la pobreza absoluta o para alguien que está abrumado por las deudas impagables y resignado a la idea de perder sus bienes objetivos tales verdades, por pomposas que se presenten, resultan totalmente irrelevantes. Si los grandes avances científicos no son para el beneficio de las mayorías, entonces son vacuos. Cualquier actividad que no tenga como fin el bienestar del ser humano es, desde nuestro criterio, irracional, es el ser humano el que da sentido a las cosas. Mas a un ocioso aristócrata, como fue su caso, las experiencias de las personas pobres en el más alto grado, incapaces de tener cubiertas aun las necesidades más básicas, le fueron en definitiva desconocidas, no es lo mismo hablar de Marx desde la comodidad de un aristócrata, acostumbrando a vivir en la opulencia, que, desde el terreno de los marginados por los sistemas injustos vigentes, necesitados de cosas elementales; de las que poseen en abundancia los ciudadanos aristócratas como fue él. Por lo tanto, la acusación de que Marx era un antropocéntrico carece totalmente de sentido. Marx fue consciente que cualquier adelanto es significativo sólo para el ser humano no para una roca o un cuerpo colosal en el espacio. Marx fue, a pesar de sus recurrentes ironías, un hombre de carácter ético inquebrantable. Comparado con él, los utilitaristas resultan ser unos viles inmorales. Considera a Marx de una inmoralidad aterradora, pero se traga perfectamente las irresponsabilidades teóricas de los utilitaristas. Russell asegura que Carlos Marx era un ateo. Sin embargo, no existen pruebas suficientes que demuestren que Marx fue víctima de la virulencia de un ateísmo vulgar. Fue muy hostil, es verdad, pero con la religión de Hegel, la luterana, culpable de haber invertido de una forma realmente descarada el carácter revolucionario del primitivo cristianismo; era moderna, fuente de gran alienación y capitalista; su Dios era el capital; curiosamente Marx no lanzó críticas tan amargas en contra de los católicos pues aquellos estaban muy retrasados en muchos aspectos, el cristianismo protestante, por su desarrollo y por su teología individualista, sí fue un blanco principal de sus críticas más lúcidas y, para mala suerte de ellos, poco amigables. Según Bertrand Russell toda filosofía que tiene su origen en emociones negativas o desagradables no puede causar otra cosa más que miseria. En su artículo ¿Por qué no soy Comunista? dice: «por lo que a mí respecta, creo que los principios teóricos del comunismo son falsos, y pienso que la práctica de sus máximas aumenta inconmensurablemente la miseria humana» (Russell, Retratos de memoria y otros ensayos, 1970, pág. 112). Sin embargo, cuando la injusticia crece en demasía, alcanzando niveles desproporcionados, es preciso concientizar a las masas para que luchen por un fin noble: desarticular el sistema pestilente que destruye al ser humano, así como a la naturaleza. No hacerlo, sería aceptar ese estado de cosas, y eso no sería algo muy virtuoso. Como sabemos «no es por las buenas que se logran las grandes conquistas en favor de la comunidad política, no hay que olvidar eso» (Salmerón, 2020) es, en la mayoría de los casos, por la lucha violenta. A la burguesía no se la convence apelando a valores formales nimios, es por medio de la práctica revolucionaria que se puede lograr algo beneficioso para las mayorías. El poder institucional positivo está, como lo testifica la realidad empírica, destinado a cumplir un fin bien específico: proteger a la clase privilegiada; poco importan los otros, los de abajo, que serán des-realizados para realizar la vida libre y feliz de los burgueses. Russell fue, por un lado, perfectamente capaz de ver los horrores del comunismo, por otro, le resultó normal y aceptable el hecho vergonzoso de que «el capitalismo haya reducido a una simple cosa al obrero, a un mero medio que objetiva su vida para mantener en pie —algo completamente abstracto— (como lo es) el valor del capital» (Salmerón, 2020). No parece perturbarle en absoluto el hecho irrefutable de que «en el capitalismo el sujeto obrero (objetiva) objetive más vida de lo que recibe como pago» (Salmerón, 2020). Finge, de la manera más hipócrita, que le importa la felicidad y la buena vida de las mayorías, pero no le repugna que «un sujeto capitalista, como pago, le dé al trabajador una cosa, dinero, (que paga su única mercancía, su fuerza de trabajo, pero no todo lo que realmente corresponde); pero el trabajador —desde un punto de vista marxista y vitalista— le da su vida» (Salmerón, 2020). Es increíble, pero la miopía intelectual, en un hombre de la inteligencia de Russell, no se debe en definitiva a una deficiencia cognitiva sino a que, coherente con su clase, hace todo lo posible por defenderla y justificarla. Es preciso entender además que:
Esto, debido a su ignorancia absoluta de la dialéctica, Russell no lo advirtió. Él, como la mayoría de los cientificistas, se limita a lo dado y a lo inmediato, es incapaz de ver la realidad en su movimiento dialéctico; si no se hace eso, el ver la realidad en su movimiento dialéctico, los eventos que ocurren en el mundo se tornan como una serie, un manojo, de eventos sin mayor conexión. Uno de los defectos más graves del análisis hecho por Russell al pensamiento filosófico de Marx es su desconocimiento total de la dialéctica. Russell parte de lo abstracto y, a pesar de todas las vueltas que da, se queda en lo abstracto porque no considera como científico el concepto de totalidad, que para Marx y Hegel era el más concreto; como sostengo en uno de mis artículos:
Bertrand Russell, dado que asintió y secundó de alguna manera la superficialidad inherente en los empiristas, los economistas burgueses liberales y en toda la tradición filosófica a la que él perteneció, fue, la mayor parte de su vida, un fetichista. El hecho de que haya sido un lógico eminente no le libró de caer en el más vulgar fetichismo; según Dussel:
Además, ampliando la definición, «es la inversión por la que “la persona se hace cosa, y la cosa se hace persona”, como enuncia Marx» (Dussel, 2013, pág. 142). Como es del dominio público, el fundador de la lógica formal, Aristóteles —un tremendo lógico— que dio una de las categorías más importantes para el sistema de Marx, la de relación, fue un gran fetichista pues en su obra se dedicó, en muchos apartados de aquella, a naturalizar lo histórico. Y al parecer Russell que tanto desprecio mostró por él, en la mayoría de sus obras, cayó como él en su mismo defecto, pero en su caso fetichizó el lenguaje. Sobre esto hace parodia Enrique Dussel en sus clases. A MODO DE CONCUSIÓN Es cierto que en algunos puntos las críticas de Russell son acertadas y podemos coincidir con él, pero en muchos otros demuestra una ignorancia terrible; y como es de suponer quizá nunca se detuvo a leer seriamente a Carlos Marx y a Hegel, confiaba demasiado en su aptitud intelectual, pero a veces aquella lo hizo quedar —por ejemplo, tratando de criticar a Marx desde una perspectiva tan lánguida como la suya— como un necio. La crítica que realizó de Marx, pero no tanto a Marx pues dicha teoría no fue central en su sistema, y del marxismo en general, a saber, lo de reducir la política, la religión y la cultura a meros fenómenos ideológicos todos derivados de la estructura es, en el criterio aquí sostenido, válida. Pero su desconocimiento de la dialéctica y su cientificismo romo le impidieron, como a muchos otros que han intentado desde coordenadas muy limitadas, hacer un análisis equilibrado y justo sobre el filósofo Marx. Debido a esa falencia, como ya notamos, la mayoría de sus argumentos son completamente gratuitos. No es fácil tratar a Carlos Marx, pero Russell cree que es posible simplificarlo y tratarlo desde su filosofía del Análisis Lógico. BIBLIOGRAFÍA Dussel, E. (2013). 16 Tesis de Economía Política. Buenos Aires: Docencia Russell, B. (1918). Los caminos de la libertad: el socialismo, anarquismo y el sindicalismo. Londres: Tecnos. Russell, B. (1945). Historia de la filosofía occidental II.Barcelona: Austral. Russell, B. (1970). Retratos de memoria y otros ensayos.Londres : Alianza . Salmerón, V. (6 de Junio de 2020). Filosofía Política de El Salvador . Obtenido de Lo que Debemos Hacer: https://lingorab.blogspot.com/2020/06/lo-que-debemos-hacer-estoy-harto-y-voy.html?zx=fbdba76a45eaaad Víctor Salmerón https://lingorab.blogspot.com/2020/10/critica-la-filosofia-de-carlos-marx.html Read more ... |
Posted: 03 Nov 2020 01:10 AM PST 1. LA RELIGIÓN A LA LUZ DE LA HISTORIA La religión en general, al echar un vistazo atento a la historia, ha engendrado más mal que bien. La razón de esto es simple: la religión, de cualquier clase que sea, promueve el carácter dogmático y fustiga el científico; enseña a creer y no a dudar. Una sociedad gobernada por el dogma es, en general, más proclive a la intolerancia y a la virulencia de grupo. El objetivo principal de toda religión es objetivar plenamente el principio de identidad y desterrar el de contradicción, el islamismo es un buen ejemplo de lo que digo. Es por eso que toda religión, por descabellada que resulte al sentido común, proclama, sin ningún género de pudor, tener la verdad; y por esa verdad absoluta muchos hombres y mujeres están dispuestos a morir si es necesario, por defenderla de los amantes de la impiedad. Es posible decir, sin ser necesariamente partidario u hostil de alguna ideología religiosa cristiana, que las iglesias cristianas —principalmente la Católica— con sus credos y sus códigos morales han objetivado más mal que bien en el mundo antiguo y en el actual; y, al parecer, la religión cristiana con sus elementos constitutivos, a saber, las iglesias, los credos y los códigos morales son, en este siglo, como en los pasados, meros escollos de los que habría que prescindir, de una vez por todas, si es que en realidad se quiere materializar nuevos estadios dignos de hombres y mujeres a la altura del contexto en el que la vida homo-sapiens se despliega. Si en realidad somos objetivos deberíamos por lo menos asentir en esto: la Iglesia Católica, como las evangélicas, casi nunca ha estado a favor de las grandes gestas encaminadas a brindar un poco de felicidad al ser humano; en general ha estado en contra, no sólo en este siglo, de todo aquello que puede contribuir positiva y significativamente en el aumento de una vida libre, feliz y saludable para el ser humano. Un repaso histórico no caería mal, es con base a ello que se puede determinar que el mejor legado que ha dejado a la humanidad esta institución —vetusta y rancia en exceso— es sufrimiento, ignorancia, miedo, intolerancia y miseria de toda clase. A pesar de ciertas contribuciones poco originales en el terreno de la ética y otras obras de caridad, aquello no es suficiente para redimirla de sus inexcusables faltas; ni la Iglesia Católica ni las demás iglesias cristianas han estado a favor de la felicidad humana, sino más bien a favor de aquello que aumenta la miseria interna y externa en el mundo. Pues es, objetivamente hablando, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia y la miseria en el más alto grado la condición de posibilidad para la existencia de toda religión. De una institución que por siglos ha sembrado las peores simientes y que ha contribuido con su operar al incremento inconmensurable de la mentira, la ignorancia, la superstición y la intolerancia es pues necio esperar otra cosa que no sea maldad y crueldad. Aunque a muchos les parezca increíble y definitivamente absurdo, la Iglesia Católica, que se jacta de ser caritativa y humanitaria, y las protestantes en su momento se opusieron ferozmente al estudio científico del cuerpo humano y sus enfermedades; no obstante, la medicina paulatinamente se fue abriendo paso entre los barrizales de la superstición y comenzó a desarrollarse. 2. CAUSAS DE LA ENFERMEDAD Por mucho tiempo, cuando la Iglesia Católica y las protestantes dominaron realmente en los diversos ámbitos de la vida social, se creyó infundadamente que el origen de la enfermedad se debía a dos causas: por un lado podía ser la amonestación o llamada de atención por parte de Dios —rico en misericordia y tardo para el enojo— al accionar pecaminoso de un ser humano, por otro, se creía que, la mayor parte de veces, la causa principal de ello obedecía al insidioso maquinar del demonio, enemigo de Dios y, por lo mismo, del ser humano; la solución que proponían los líderes religiosos para superarla consistía básicamente en implorar la ayuda de los santos para que aquellos, como cercanos y amigos del buen Dios, intercedieran a favor del cese de ésta; se recomendaba también conseguir reliquias, eso fue muy popular en la edad media (y todavía lo es); también se incitaba a las personas a que efectuaran oraciones especiales y peregrinaciones de toda clase. Sin embargo, si un enfermo mostraba signos de demencia u otra enfermedad mental de inmediato aquel padecimiento era asociado directamente con el diablo, se consideraba como una suerte de posesión, por tanto para ello era ineludible el exorcismo, una práctica desagradable y humillante, sobre todo para el aquejado. Esa creencia de que las enfermedades que sufrían los cristianos se debían a la acción diabólica fue algo bastante común en la Edad Media, y se fundamentaba en las teorías evangélicas y los escritos de los tempranos Padres de la Iglesia. La creencia en el poder curador de la religión cristiana es algo que no ha sido erradicado totalmente, aún hoy en día mucha gente lo sigue creyendo así. 3. LOS MILAGROS Y LOS SANTOS Las curaciones milagrosas que supuestamente efectuaban los santos fueron ampliamente creídas y aceptadas por las masas cristianas; se sabe que San Francisco Javier todavía en vida resucitó a 14 personas. Además de ello, se dice que poseía el don de lenguas, lo cual resulta bastante curioso pues aquello no le facilitó la mejora de su mal japonés. Los huesos de santa Rosalía curaron, por mucho siglos, toda suerte de enfermedades, mas cuando aquellos fueron analizados por un anatomista competente, William Buckland, se concluyó, después de una investigación exhaustiva, que en definitiva eran huesos de cabra (Russell, 1935). A San José de Cupertino se le daba por volar de vez en cuando, se dice que “cierto día los religiosos lo vieron elevarse hasta una estatua de la Virgen que estaba a tres metros y medio de altura y darle un beso al Niño Jesús. Luego rezó en el aire con intensa emoción” (ACI Prensa, 2020 ), y eso no fue todo; se cuenta que “el más famoso de estos sucesos se dio cuando diez obreros deseaban llevar una cruz pesada a una montaña alta, pero no lo lograban. Entonces Fray José se elevó por los aires con la cruz y la llevó hasta la cima del monte” (ACI Prensa, 2020 ). Esta creencia infundada no disminuyó al comienzo en el terreno protestante. 4. LA SUPERSTICIÓN, LA MANO DERECHA DE LA CRUELDAD Las plagas y las calamidades, fenómenos comunes en la edad media, fueron atribuidas principalmente al operar sucio del diablo y otras a la ira incontrolable de Dios. Para calmar al buen Dios los curas, los lacayos de los obispos, recomendaban a la masa cristiana atribulada que entregara sin ningún género de reniego sus tierras (Russell, 1935, pág. 37) a la bienhechora y piadosa Iglesia Católica, en fin ella era la única que podía abrir o cerrar las puertas del cielo a toda aquella masa menesterosa. Por otro lado, también se imputaban a las brujas de ser las principales culpables de muchos infortunios en la vida objetiva como en la subjetiva. Inocencio VIII que, en 1484, promulgó una bula papal en la que reconocía la existencia de estos entes demoníacos, persiguió, con la ayuda de Heinrich Kramer y Jacob Sprenger, los sujetos más bondadosos y cristianos que han existido —fueron, quizá, la expresión más pura de la mismísima bondad de los cielos— con una inconmensurable ferocidad a las mujeres practicantes o sospechosas de tal aberración. La mujer, sostenían los clérigos, por su debilidad y perversidad, podría ser más fácilmente inducida y subyugada por el deseo de obrar tal transgresión en contra de la ley divina, a saber, la eclesiástica. En Alemania, entre 1450 y 1550, fueron incineradas más de cien mil brujas. Se llegó a creer, por insólito que nos parezca hoy en día, gracias a la inagotable erudición del Martillo de las Brujas, como algo muy serio que si las tempestades, granizos y truenos azotaban con bastante frecuencia a una región, eso se debía en esencia a las prácticas satánicas e inicuas de las brujas, que eran mujeres por supuesto, dado que eran las más proclives a fornicar con el diablo. En el terreno protestante las cosas no fueron, en esa época, para nada mejor, eran igual o peor que los católicos persiguiendo mujeres por sospechas de brujería. 5. MÁS SUPERSTICIÓN Fue ampliamente creída la hipótesis de que la peste bubónica que, en 1680, azotó sin azote a Roma, se originó como consecuencia de la cólera desmesurada de San Sebastián (Russell, 1935, pág. 37), ya que había quedado en el olvido, ya casi nadie le rezaba, debido a la cantidad de distractores mundanos que abundaban por doquier, fue necesario construirle un “monumento” (Russell, 1935, pág. 37) de tamaño colosal para que aquel mal desapareciera. Para atenuar la muerte negra, que fue un caldo de cultivo para la reproducción masiva de toda clase de supersticiones, en 1348, se daba muerte a numerosos judíos, para calmar la cólera divina, como un deporte o un buen pasa tiempo, se estima que quince mil fueron asesinados violentamente y dos mil incinerados, el Papa, en todo caso, se limitó sólo a condenar la acción (Russell, 1935, pág. 37). Éstos métodos a pesar de lo supersticiosos y cruentos que fueron, se les aceptó como verdaderos y existió una resistencia obstinada por parte de la Iglesia Católica a la implementación de la medicina científica (Russell, 1935, pág. 37). 6. EL DESARROLLO CIENTÍFICO DE LA MEDICINA Y SUS GRANDES OBSTÁCULOS a) La anatomía, la disección y la locura La Iglesia Católica y muchos sectores del mundo cristiano se opusieron tozudamente al estudio de la medicina científica (Russell, 1935, pág. 37). La anatomía fue vista como algo malo y pernicioso, esto porque podría obstaculizar la resurrección de la carne en el juicio final, además los jerarcas religiosos repudiaban el derramamiento de sangre, aunque no pusieron el grito en el cielo con la de los judíos. El papa Bonifacio VIII prohibió férreamente la disección. Por otro lado, un enfermo tenía que ser atendido por un presbítero antes que por un doctor, pues su alma, esto porque la antropología cristiana es dualista, era más valiosa que su miserable cuerpo; y si era pobre, lo era aún peor. Los enfermos mentales, más que nadie, sufrieron indeciblemente en manos de religiosos fanáticos; la locura era considerada como una irrefutable posesión diabólica. Por siglos los lunáticos fueron víctimas de los peores tratos en las cárceles; pues se creía que se les debía tratar mal, ya que eran entes del mal y vasijas del diablo. Según el criterio sostenido por Russell: Durante toda la Edad Media, como hemos visto, la prevención y cura de enfermedades eran ensayadas por métodos supersticiosos o enteramente arbitrarios. No era posible nada científico sin la anatomía y la fisiología, y éstas a su vez, sin la disección, a la que se oponía la Iglesia. Vesalius, que fue quien primero hizo anatomía científica, logró escapar de la censura oficial durante un tiempo, porque era médico del Emperador Carlos y, quien temía que sufriera su salud si le privaban de su médico favorito (Russell, 1935, pág. 42). Creía que eran suficiente los métodos supersticiosos y arbitrarios, a pesar de esa negativa, más tarde la fisiología se desarrollaría después que la anatomía. Con William Harvey, se puede considerar que la fisiología alcanzó un carácter científico, éste además fue el que descubrió la circulación de la sangre. Pero los prejuicios de la Iglesia, a pesar de lo avasalladora que se manifestaba la ciencia emergente sobre aquellos, no fueron totalmente vencidos. b) La vacuna El momento preciso para salir a fulgurar se les presentó con el descubrimiento de la vacuna, esto estimuló la proliferación de toda clase de prejuicios y sandeces: Los sacerdotes (y médicos) consideraron la vacuna como «cartel de desafío al cielo mismo, y aún a la voluntad de Dios»; en Cambridge se pronunció un sermón universitario en contra de ella. Más tarde, en 1885, cuando hubo una seria epidemia de viruelas en Montreal, la parte católica de la población se resistió a vacunarse, con el apoyo del clero. Un sacerdote expuso: «Si nos encontramos afligidos por la viruela, es porque hemos tenido un carnaval este último invierno, festejándose la carne, que ha ofendido al Señor». Los Padres Sacramentinos, iglesia que estaba situada en el corazón mismo del distrito infestado, comenzaron a condenar la vacuna, se exhortó a los fieles para que confiaran en ejercicios devotos de varias clases; bajo la sanción de la jerarquía, se ordenó una gran procesión acudiendo solamente a la Virgen, y el uso del rosario, fue especificado cuidadosamente (Russell, 1935, pág. 43). c) Los anestésicos, fuente de controversia El hallazgo de los anestésicos generó otra gran controversia en el seno de la ortodoxia religiosa cristiana, fue una gran oportunidad para que los teólogos salieran a irradiar y exhibir su sabiduría milenaria, por lo que no vacilaron ni un segundo en afilar muy bien sus cuchillas teológicas. Simpson, en 1847, propuso que se utilizara en los partos, con el fin de hacer menos doloroso el proceso de alumbramiento; la Iglesia Católica, necrófila en el más alto grado y amante de todo lo nocivo, y todos los sectores conservadores de la sociedad de esa época se opusieron tozudamente; pues se debía cumplir al pie de la letra el benevolente veredicto del misericordioso Dios hebreo: “parirás a los hijos con dolor” (Génesis 16), el cloroformo evidentemente lo impediría. Simpson, cuya cordura sobrepasaba inmensamente a la gazmoñería religiosa, argumentó que Dios durmió a Adán cuando tuvo que extirparle su costilla de la cual salió, como por arte de magia, la mujer, pero el fanatismo religioso a pesar de la sensatez de aquel no disminuyó. A MODO DE CONCLUSIÓN La iglesia Católica en especial, que es el sistema religioso cristiano que aún domina en número e influencia en el campo religioso, sin ningún tipo de pudor por todos los errores cometidos en el pasado, todavía sigue interviniendo y emitiendo vehementemente su opinión en temas muy peliagudos como el aborto, la eutanasia y otras cuestiones embarazosas. Pero hablando así francamente: ¿deberíamos prestar atención a una organización tan alejada de la virtud, usurera y, en ciertas ocasiones —cuando en realidad gozó de poder e influencia política y económica en la sociedad—, hasta criminal? ¿Acaso su postura anticientífica, desfasada y dogmática, no ha causado suficiente miseria interna y externa en el mundo para seguir escuchando su opinión, que es más necedad que otra cosa? Víctor Salmerón https://lingorab.blogspot.com/2020/09/ha-estado-siempre-la-iglesia-catolica.html Bibliografía ACI Prensa. ( 2020 , setiembre 17 ). 7 hechos sobrenaturales de San José de Cupertino, conocido como el santo volador. Retrieved from ACI Prensa: https://www.aciprensa.com/noticias/7-hechos-sobrenaturales-en-la-vida-de-san-jose-de-cupertino-13084 Russell, B. (1935). Religión y Ciencia. Titivillus. Read more ... |
Posted: 02 Nov 2020 08:44 AM PST En su nueva página web la Radio Anarquista de Berlín les presenta una entrevista sobre las elecciones presidenciales, la pandemia, el anarcafeminismo y las cuestiones sociales en Bolivia. Como Radio Anarquista de Berlín hemos tenido la oportunidad de hablar con una compa anarcafeminista en La Paz sobre la situación en Bolivia: el contexto de las recientes elecciones donde salió victorioso el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), la situación actual del movimiento anarquista, los campos de lucha para el anarcafeminismo con un aborto prácticamente ilegal, femicidios y demás, de qué forma la pandemia influyó en la vida cotidiana en La Paz dependiendo de la clase social. Y muchos temas más. Duración: 28:42 min
Más audios en castellano encontrarán aquí. Entre nuestros últimos audios encuentran los siguientes temas: * Una entrevista sobre la Operación Arca en España y el contexto más amplio dela represión estatal en contra de anarquistas Disfruten y pongan la información en sus blogs y páginas web. A-Radio Berlín ps.: Ahora también estamos en Twitter y Mastodon: Nos pueden seguir por @aradio_berlin! Read more ... |
Breve actualización de la situación del compañero Gabriel Pombo Da Silva Posted: 31 Oct 2020 08:54 PM PDT A todxs lxs compañerxs solidarixs, con estas lineas queremos actualizar muy brevemente la situación de nuestro compañero Gabriel Pombo Da Silva. Desde que se encuentra en la cárcel de León, por primera vez en su vida de preso en general puede decir que no sufre provocaciones declaradas y que lo están dejando “en paz”. Sin embargo, desde hace unas semanas, han empezado a no entregarle unos libros enviados por correo con la vieja excusa de que no tienen depósito legal (unos lo tienen y otros no), y parece ralentizarse mucho la correspondencia que hasta ahora, pese a la intervención de las comunicaciones, ha funcionado bastante bien. Después de que en un envío concreto el secuestro de los libros terminó en un auto emitido por el juez de vigilancia penitenciaria, pedimos a todxs lxs compañerxs que no envíen nunca más por correo libros o publicaciones de ningún tipo, solo cartas o postales. La situación jurídica de Gabriel sigue siendo complicada y, dado el grande trabajo que hace falta hacer todavía, no podemos permitirnos perder tiempo y dinero en recurrir este tipo de autos (cosa que, obviamente, tiene que hacerse) Quien quiera enviar libros a nuestro compañero puede hacerlo a esta dirección, especificando con unas líneas que son para Gabriel: SOV Toledo CNT/AIT Calle Río Valdeyernos, 4 45007 Toledo España Solo las publicaciones con depósito legal enviadas a esta dirección se meterán en los paquetes los días de visitas por locutorio. Read more ... |
Algo huele mal en la Okupa Feminista de México Posted: 31 Oct 2020 12:28 AM PDT La lectura de “Consecuencias Inesperadas de la Anarquía frente al Feminismo” me dejó la impresión de que en ambientes ácratas hay cierta incapacidad para identificar signos de despotismo, por más evidentes que sean. Me explico; en el citado texto se hace un repaso de los recientes sucesos del feminismo mexicano y su implicación con el anarquismo, señalando las incongruencias de que sectores antiautoritarios actúen en ámbitos ciudadanistas. Sin embargo, en él se omite referir sucesos que dejan expuesto el carácter ultrautoritario de fracciones feministas que se pretenden anarquistas. A continuación tales sucesos: • Durante los manifestaciones del 16 de Agosto de 2019, en la Ciudad de México, fue incendiada una estación de policía en la calle de Florencia. En la acción participaron mujeres que se valieron de la estrategia del Black Bloc, es decir; una organización informal, anónima y antijerárquica para la acción directa. En el lugar las pintas fueron fundamentalmente anarcofeministas. De manera inédita, el resto de las manifestantes se solidarizaron con quienes realizaban destrozos, llegando a defenderles de la represión policial, e incluso impidiendo la intervención de los bomberos mientras gritaban a coro ¡Fuimos todas, fuimos todas! Posteriormente se hizo público que quienes encabezaron el apoyo con las insurrectas fueron activistas vinculadas con el Poder; para muestra lo referido por la consejera de gobierno, Dana Corres, quien desde el incendio manifestaba su júbilo, exclamando por redes sociales: “Prendimos fuego a la estación de policía de Florencia. Digo prendimos porque lo hicimos todas. Nadie se mueve. Todas juntas. Nadie corre.” • Los días 8 y 9 de Marzo de 2020 se realizaron movilizaciones feministas en México. Desde el informalismo anárquico se convocó a la revuelta: “Fenoménicas Brujas e Insurreccionalistas” y “Alegría de Vivir la Vida” llamaron a la lucha callejera. Cabe señalar que este último colectivo afirmó se uniría al paro nacional organizado por la agrupación “Brujas del Mar”, la cual es una organización transfóbica vinculada con un expresidente del país; Calderón. Durante la marcha del 8M hubo sabotajes y enfrentamiento con la policía, ampliamente reseñados por los medios, sin embargo una característica de la movilización, que se silenció, fue el rechazo hacia las mujeres trans. El contingente trans fue relegado y se le obligó a marchar al final. Se le hostilizó constantemente, además, en las paredes se escribieron mensajes transfóbicos, con el agravante de firmarlos con la A circulada. Con ello el bloque negro anarcofeminista salió del closet e hizo pública su adherencia a ideologías de odio. • A comienzos de septiembre de 2020 familiares de mujeres violentadas toman oficinas de la Comisión de Derechos Humanos, posteriormente se integra el colectivo feminista Bloque Negro y lugar se le denomina “Ocupa Casa de Refugio Ni una Menos”. El sitio inició siendo mixto e incluyente, lo habitaban padres y madres de mujeres desaparecidas, incluso se invitó a mujeres trans a dar una charla. No obstante, el Bloque Negro comenzó a manifestar intolerancia. Es en la llamada “Antigrita” donde se evidencian las posturas enfrentadas entre familiares de víctimas y feministas. Ambos grupos tienen invitados; el Frente Ni Una Menos reúne a indígenas víctimas de desplazamiento forzado y feminicidio, mientras el Bloque Negro incorpora a militantes del feminismo radical (RadFem). Durante la Antigrita un indígena es abucheado, por las feministas, mientras denunciaba un feminicidio, le reprochan que siendo hombre intervenga en un acto separatista. Desde el micrófono, la líder de los familiares rechaza con severidad tal actitud intolerante. Tras recriminaciones mutuas el Frente Ni Una Menos abandona la okupa. Por su parte, el Bloque Negro acusa a la dirigente del Frente (Yesenia) de delatar a sus integrantes, sin mostrar ninguna evidencia que respalde tal acusación. • Tras la salida del Frente Ni Una Menos el Bloque Negro se vuelca a la ideología RadFem. De manera inmediata aparecen, dentro de la okupa, pintas alusivas al RadFem, también se estrechan lazos con adherentes a dicha ideología, especialmente con el Colectivo Asteria. En los hechos, la okupación se hace separatista, a pesar de afirmaciones ambiguas. • Al interior del partido del presidente Obrador, Morena, dos grupos se disputan el control. De manera inaudita el “anarcofeminismo” se inmiscuye en tan inmundo proceso. El 12 Octubre 2020 un viejo político pretende nombrarse presidente del partido (contrariando los deseos del Peje), para impedirlo un grupo de feministas toman las oficinas de la institución, pues afirman el dinosaurio es un acosador. El bloque negro deja constancia de su participación haciendo pintas con símbolos anarquistas, mientras líderes feministas declaran ser incondicionales del presidente. Gracias a esa acción se impide al dinosaurio lograr su cometido. • Durante la tercera semana de Octubre, 2020, en dos bares (Purísima y Marra) frecuentados por personas LGBTI+ aparecieron mensajes de odio acompañados por símbolos de feminismo y de anarquía.. Dichos mensajes estaban dirigidos, principalmente, contra mujeres trans a las que acusaban de cometer violaciones. Esos bares se encuentran en las inmediaciones de la okupa feminista, por lo que se infirió que de ahí provino la agresión, de modo que diversos colectivos solicitaron a las okupantes deslindarse de lo sucedido. A través de las redes sociales, la Okupa Bloque Negro admitió su implicación en los mensajes de acoso y los justificó alegando que recibió denuncias de agresiones ocurridas en esos bares, no obstante al conocerse el contenido de las denuncias se distingue falta de sustento. A partir de lo anterior, la okupa ha hecho público su respaldo a los discursos de odio de la ideología RadFem. Es necesario puntualizar que el RadFem es como gustan denominarse quienes militan en una ideología reaccionaria que es sus orígenes se hacía llamar “Trans Exclusionary Radical Feminist” (TERF). La corriente TERF hace suyos postulados de la extrema derecha, a saber; odio a las trabajadoras sexuales, clasismo, racismo, pedofilia, y principalmente su fobia hacia las mujeres trans. La Okupa Bloque Negro se ha posicionado como TERF, rechazando a feministas interseccionales y al movimiento anarquista, sin embargo recibe respaldo de sectores autoritarios, menciono algunos: • Dana Corres. Consejera del Gabinete de Seguridad del gobierno de Claudia Sheimbaum. Ideóloga TERF. Simpatizante del obradorismo. Activa en la quema de la estación policiaca de Florencia. • Estefanía Veloz. Ideologa y propagandista de la corriente TERF. Conductora de un programa en la televisión del Estado. Columnista en periódicos. Militante del partido Morena. Encabezó la toma de las oficinas del partido por el Bloque Negro. • Xóchitl Fuentes. Activista TERF. Participante en el bloque negro. Militante del partido PRI y dirigente de su brazo rural (CNC). La abogada priísta presume, en redes sociales, fotografías de sus acciones con capucha. • Beatriz Gasca. Capitalista feminista, vinculada con el anterior gobierno local. Reconocida mecenas de la okupa, a la que hace donaciones económicas y en especie. • Marina Daowz. Ideóloga TERF. Dirigente del Partido Verde. Vinculada con la CNC priísta. Líder y fundadora del Colectivo Asteria. Activa en la Okupa Bloque Negro. • Colectivo Asteria. Organización TERF de Texcoco. Brazo feminista del Partido Verde (el célebre partido poseedor de grupos paramilitares y financiador de la campaña de López Obrador). Implicado directamente en la Okupa Bloque Negro. Participante en la Antigrita con oradoras y con el traslado de decenas de acarreadas. Responsable de imponer el separatismo en la okupa y de las rupturas al interior de la misma. Es el grupo de poder más influyente en la okupa. La información anterior es auténtica, fue manifestada por las mismas personas en entrevistas a medios de comunicación o publicada en sus redes sociales. Aquí se muestra que grupos de poder, partidos políticos, figuras del gobierno y sectores empresariales están implicados en las acciones del denominado Okupa Bloque Negro. Eso explicaría sus posturas de ultraderecha. Resulta trágico que características inherentes al movimiento anarquista hayan sido incorporadas por personas autoritarias; se han adueñado de la estrategia del black bloc, de encapucharse y vestir oscuro, de la acción directa insurreccional, de la okupación de espacios, incluso del símbolo de la A circulada. Habrá que reflexionar cómo fue que permitimos, en la escena mex, tal impostura. Patroclo Read more ... |
Posted: 29 Oct 2020 03:42 PM PDT A quienes luchan Recientemente en un espacio de discusión feminista surgió la cuestión de si los colectivos, espacios y actividades enmarcadas dentro del anarcofeminismo y el anarquismo queer deberían tener carácter separatista, particularmente en lo que refiere a la exclusión absoluta de los individuos que pueden caracterizarse como hombres cisgénero (es decir, no transexuales) heterosexuales. Con gran sorpresa contemplamos que entre quienes estaban participando era una abrumadora mayoría la que consentía esta exclusión, justificándolo en fórmulas como que estos individuos son “exponentes del patriarcado”, que no pueden “liderar las luchas, ni integrarlas, solo apoyarlas desde fuera” y esto pues la lucha del (anarco)feminismo no “es de ellos, no es su lucha”. Cualquiera que se haya familiarizado un poco con el activismo feminista podrá apreciar que este tipo de formulaciones son habituales en el así llamado feminismo radical y en el lesbofeminismo. Pero la pregunta es si esto se corresponde con los principios del anarcofeminismo y el anarquismo queer. ¿Es acaso separatista el anarcofeminismo?, ¿cuál es el lugar de los hombres en el anarcofeminismo?, ¿y si son heterosexuales y cisgénero?, ¿hay diferencia respecto de si fueran gays? Intentaré proveer algunas respuestas sobre esto. Cuando se suelen abordar “los anarquismos” se suele plantear que el anarquismo tiene distintas ramas o tendencias. Anarcocomunismo, anarcomutualismo, anarcoprimitivismo, anarcoindividualismo, etc., etc. Sin embargo, me parece que es de suma relevancia entender en qué medida tanto el anarcofeminismo y el anarquismo queer no son, ni nunca han sido “ramas del anarquismo”. Se hace prístina esta idea si comprendemos que para que algo sea una rama del anarquismo debe presentar una concepción de la anarquía que sea radicalmente excluyente con las demás. El anarcoprimitivismo es una rama del anarquismo porque presenta una posición sobre la anarquía entendida, entre otras cosas, como abolición de la técnica. El mutualismo y el anarcocapitalismo son ramas del anarquismo porque comprenden la anarquía, entre otras cosas, como una donde el mercado es un eje articulador de la actividad productiva, etc. El anarcofeminismo y el anarquismo queer no son tendencias porque su manera de comprender la anarquía sencillamente es una radicalización de aquello que todas las formas de anarquismo tienen en común, a saber, la lucha contra toda forma de autoridad y de jerarquía. El anarcofeminismo y el anarquismo queer son el anarquismo tomando conciencia y aprendiendo de la lucha feminista durante todo el siglo XX en contra del patriarcado, el machismo, la homofobia, el sexismo, el tradicionalismo afectivo-amoroso-sexual y, en general, cualquier imposición sobre el estilo de vida; es una versión actualizada del mismo anarquismo. Aquí también se ha de tomar partido por el anarquismo queer, que tampoco es algo diferente del anarcofeminismo sino una radicalización de éste. El anarquismo queer surge hacia finales del siglo XX sobre todo a partir de los aprendizajes del movimiento transfeminista y de otras formas de feminismos más contemporáneos como el feminismo negro. En este sentido, el anarquismo queer es el anarcofeminismo actualizado, y a la vez, ambos son, de hecho, el anarquismo. Sin embargo, si esto es así, lo que deberíamos apreciar es que quienes adherimos al anarcofeminismo somos quienes adherimos al anarquismo: los principios del anarcofeminismo son los principios del anarquismo. ¿Pero en qué consisten estos aprendizajes que el anarquismo ha recogido del movimiento feminista? Pues son muy diversos y han sido recogidos magistralmente de manera temprana por Peggy Kornegger en el texto fundante de los años 70’, “Anarquismo: la conexión feminista” y por la reciente compilación de obras sobre anarquismo queer titulada “Queering anarchism”, editada por Deric Shannon, C. B. Daring, J. Rogue y Abbey Volcano. Considerando que hablar de todo aquello superaría los fines de este texto, me limitaré meramente a decir aquellas cosas que son relevantes para resolver las preguntas presentadas al inicio. Dos ideas centrales y sus consecuencias: la interseccionalidad y la abolición del género. La interseccionalidad es un concepto proveniente del feminismo que entiende que la opresión siempre ocurre en intersecciones. Raza, clase, género, nacionalidad, edad, sexo, etc., son dimensiones de la vida humana que se entrecruzan e interseccionan de maneras muy diversas, generando una experiencia de opresión particular en el caso de cada persona. La experiencia de opresión de las mujeres de clase alta de las naciones europeas es muy distinta que la de un hombre negro de un suburbio canadiense, que a la vez es muy distinta a la de la mujer indígena en el altiplano boliviano o el hombre trans de clase media en Japón, etc. Asumir un análisis de carácter interseccional por parte del anarquismo ha modificado radicalmente su concepción respecto de la articulación de sus luchas. Si comprendemos que todos los ámbitos de la opresión están entrelazados entre sí, el movimiento revolucionario contra la opresión, es decir, el movimiento anarquista, debe ser uno y único, y debe permanentemente atacar toda forma de opresión simultáneamente. A la vez, esto nos muestra que todas las luchas contra la opresión son relevantes y ninguna puede ponerse sobre la otra pues, al dejar una de lado, se refuerzan también las demás de manera inadvertida. El análisis interseccional, como bien indica J. Rogue[1], asesta un golpe bastante severo contra ciertos dogmas provenientes del feminismo lésbico y el así llamado “feminismo radical”, a saber, que considerando que la experiencia de opresión que pueden compartir mujeres, hombres, minorías o disidencias es muy diversa no cabe en ningún sentido hablar de una “experiencia universal de opresión”. Nuevamente: una mujer negra de clase alta en un país latinoamericano tiene una experiencia de opresión radicalmente distinta que una mujer trans blanca en Michigan. Esto impide plantear de manera fundada la existencia de “espacios seguros solo para mujeres o disidencias” o “espacios separatistas” en la medida que, cuando éstos son propuestos, lo que sucede es que normalmente las mujeres más hegemónicas (blancas, de clase alta, con educación) acaban universalizando su propia experiencia sobre todas las demás. Además, esto ignora que entre mujeres puede haber opresión patriarcal ahí donde entre compañeras de un mismo colectivo hay menosprecio, desprecio, imposición, burla, violencia, abuso, etc. Este fenómeno también ocurre en espacios separatistas de disidencias sexuales y minorías LGBT, como nos recuerda Abbey Volcano en su texto “Police at the Borders”. La interseccionalidad nos lleva a cuestionar también los modos en que se concibe la lucha revolucionaria. Aquí nos adentramos solo tímidamente en materia. Ciertas tendencias del feminismo han elevado a nivel de dogma que el feminismo es una lucha de y para las mujeres, y que la lucha sólo podría estar integrada por las mujeres. ¿Por todas las mujeres?, ¿qué pasa con las mujeres fascistas, conservadoras, militantes de ultraderecha?, ¿es Margaret Thatcher un “sujeto político del feminismo”? ¿Y qué pasa con militantes hombres activistas del anarquismo que han dado su vida por la causa por la libertad incluyendo la lucha contra el patriarcado?, ¿no son ellos “sujeto político del feminismo”? Ante este tipo de cuestionamientos estas tendencias esbozan dos palabras mágicas: “alienada” y “aliado”. Las mujeres que reproducen las lógicas patriarcales estarían alienadas, pues no saben que el patriarcado les oprime y, a la vez, los hombres que luchan por la causa son “aliados” del movimiento. Reténgase estas preguntas, que hallarán respuesta cuando abordemos lo concerniente a la abolición del género. La abolición del género es el deseo explícito de la mayoría de los movimientos feministas de carácter militante y radical, incluyendo del anarquismo. Sin embargo, entre las tendencias del feminismo que aspiran a esta idea parecen existir maneras radicalmente diferentes de concebirla. Una porción muy sustantiva de adherentes a este fin parecieran concebir la idea de abolir el género como “dejar de comportarse de cierto modo”, básicamente, del modo en que tradicionalmente se conciben los géneros binarios de hombre y mujer. En este sentido, el género podría abolirse en la medida que hombres y mujeres rompan con los estereotipos y comiencen a comportarse de manera contraria o simplemente diferente a éste. Esta concepción, nuevamente, quienes han participado de la militancia activa en el feminismo lo habrán apreciado ya, tiende a la transexclusión, en la medida en que las personas trans parecieran querer vivir precisamente de acuerdo a los estereotipos tradicionales de género. Una mujer trans, por ejemplo, podría querer adquirir rasgos tradicionalmente asociados con la feminidad, usar vestido, perfume, etc., etc. Sin embargo, lo que resulta necesario preguntarse es si esta manera de concebir la abolición del género entiende bien lo que pretende y no yerra su foco al momento de concebirse. Los aprendizajes del anarquismo queer son muy valiosos en este respecto. El anarquismo queer entendió muy rápidamente que resulta profundamente cuestionable concebir identidades de género profundas, trascendentes de las meras acciones. Lo que estaría detrás de las imposiciones de género que se ciernen sobre la gente trans y la gente cis radicaría en una concepción cuasimetafísica de la identidad, donde las personas sugieren que quien tienen en frente “es mujer” o “es hombre”, y debe actuar en conformidad con las expectativas existentes respecto de “las mujeres” o “los hombres”. Lo que tenemos que notar, no obstante, es que lo problemático de tal situación no es el hecho de que la persona decida o no plegarse a las expectativas o imposiciones de quien le atribuye una determinada esencia, sino la imposición misma y las expectativas mismas. La abolición del género no puede ser la actitud imbécil de actuar precisamente del modo contrario del que prescribe el poder sino algo mucho más simple: actuar como se desea. En la medida que los colectivos feministas cuestionen el estilo de vida de quienes han decidido actuar de un determinado modo, ya sea siendo trans, no-binario, bisexual, heterosexual, asexual, etc., se está procediendo en una especie de patriarcado inverso que escaso valor tiene para una lucha por una liberación radical de la vida de las personas. Expresiones nefastas como el “lesbianismo político” o las así llamadas TERF (Trans-exclutionary radical feminists) son precisamente derivas provenientes de esta manera equivocada de entender la abolición del género. Aquí encontramos que el patriarcado se entiende como una cuestión muchísimo más general que el intento por disciplinar personas y cuerpos de acuerdo a criterios tradicionales. Nos damos cuenta que resulta patriarcal cualquier imposición de un estilo de vida, de un modo de presentarse en sociedad, de un modo de amar y follar, de hablar y de vestir, etc., etc. La lucha contra el patriarcado es precisamente la lucha contra la imposición de estilos de vida, la lucha por romper esas expectativas que permanentemente se arrojan sobre las personas. Además, el uso de identidades dinámicas permite que una persona pueda fluir y explorar en las direcciones que estime convenientes los modos en que quiera presentarse a otros: no hay más identidad que la que ocurre en la acción: la totalidad de las expectativas que se pueden tener sobre las personas se limita única y exclusivamente a las acciones presentes, aquí y ahora, que la persona ejecuta. La comprensión de esto permite zanjar las preguntas anteriormente planteadas y romper radicalmente con los dogmas. La experiencia de opresión patriarcal la siente toda persona que ha decidido vivir de un modo distinto al de las normas sociales, ya sea de las normas sociales tradicionales o las de subgrupos de disidencias. Una persona debería tener una experiencia muy limitada de las personas cis para creer que todo lo que no es transgénero es un manantial. Existen mujeres y hombres cis que han decido no ajustarse a cánones tradicionales sin buscar la transición y son severamente reprendidos por parte de su entorno. Ya sea que una mujer no desee ajustarse a cánones de belleza o de actividades tradicionales, o ya sea porque hombres deciden expresar abiertamente sus sentimientos o hablar de sus problemas o no ajustarse a los roles tradicionales dentro de la pareja. Esto también ocurre dentro de agrupaciones de disidencias cuando la asexualidad o la bisexualidad (o la incursión heterosexual esporádica por parte de personas autodefinidas como homosexuales) o el no comportarse como el “hombre homosexual” o “la mujer lesbiana” estereotípica son cosas vistas con sospecha. De este modo, se concluye lo siguiente: todas las personas son oprimidas patriarcalmente, unas más que otras, y unas además lo resienten cuando su deseo es no comportarse de acuerdo a las normas del entorno. Y esto genera, obviamente, que algunas personas nunca se hayan sentido oprimidas porque actúan, de hecho, conforme a las expectativas. Rompemos así, en primer lugar, el primer dogma: el feminismo que lucha contra el patriarcado es algo que concierne a todas las personas: es la lucha de todas las personas por vivir del modo en que deseen, ya se sea trans o cis, mujer u hombre, hétero o no-hétero. El movimiento feminista, entonces, es una lucha para las mujeres y para los hombres, ¿pero es además una lucha de los hombres? La pregunta anterior, en realidad, sólo puede responderse comprendiendo que el feminismo es un movimiento político, y la pregunta ahora radica en los sujetos políticos de un movimiento político. Ya se ha aventurado más atrás: en la medida que la interseccionalidad es una realidad, el movimiento anarquista debe estar unido y luchar ahí donde cualquier opresión o jerarquía trate de imponerse sobre la vida de las personas. Los movimientos políticos persiguen fines de cambio social, y luchan en contra de las estructuras, las instituciones y las personas que quieren atornillar a la humanidad en su pasado retrógrado y opresor. ¿Cuál es la conclusión obvia? Que el sujeto político del (anarco)feminismo no son ni las “mujeres”, ni los “hombres”, ni las “disidencias”, ni nadie por el mero hecho de querer tener un estilo de vida en particular o haber nacido con un determinado cuerpo. Las personas no son “sujetos políticos” por accidente. Los sujetos políticos de los movimientos políticos que buscan la transformación social son, evidentemente, los sujetos, hombres y mujeres, cis o trans, hétero o no-hétero, que quieren luchar contra opresión, quieren acabar con el patriarcado y quieren destruir, además, el capitalismo y el Estado. Margaret Thatcher no es el sujeto político del feminismo, ni ninguna persona que quiera activamente preservar las opresiones; esos son precisamente nuestros enemigos, contra los que luchamos. Las expresiones “aliado” y “alienada” se convierten en un pegamento que intenta pegar a la fuerza a todas las mujeres en un movimiento político que no existe, y en el que ni siquiera todas ellas creen, y a la vez, es un escudo por conformar un movimiento que incorpore a todo individuo que tenga convicción en él. Son expresiones que excluyen verdaderos compañeros de lucha, mientras que inventan falsas aliadas. ¿Cuál es entonces el lugar de los hombres hétero-cis en la lucha anarcofeminista? El mismo que el de las mujeres lesbianas, trans o cis, el mismo que el de las personas asexuales y bisexuales, el mismo que el de los hombres gay, trans o cis, el mismo si es que en sus corazones existe el ímpetu y la fuerza para luchar por la anarquía, por acabar con toda forma de opresión, incluyendo el patriarcado. Así, el anarcofeminismo no es, ni puede ser separatista porque tiene claro quiénes son parte de su lucha y quiénes son sus enemigos. El único separatismo admisible es el que consiste en separar del movimiento a toda persona que legitime la opresión. Tía Akwa [1] Rogue, J. Desesencializar el feminismo anarquista: lecciones desde el movimiento transfeminista. Disponible en: https://www.portaloaca.com/pensamiento-libertario/textos-sobre-anarquismo/15096-j-rogue-desesencializar-el-feminismo-anarquista-lecciones-desde-el-movimiento-transfeminista.html Read more ... |
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