>> PANAMA: La lucha del pueblo Ngäbe-Buglé
______________________________ ___________________________
"Vivimos en la
mentira del silencio.
Las peores
mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca.
Eso es lo que
hacen quienes tienen el monopolio de la palabra.
Y
combatir ese monopolio es central."
____________________________ ______________________________ ___________________
>> En todo el continente americano se
levantan voces contra los proyectos de la minería extractiva que desarrollan
grandes transnacionales. Desde centroamérica hasta la patagonia argentina,
organizaciones sociales se han organizado para rechazar el avance depredador de
las empresas que han desembarcado en los países de América Latina para perpetrar
un nuevo expolio a los recursos naturales utilizando procesos que desplazan
poblaciones autóctonas y destruyen el medio ambiente.
A fines
de enero, se realizó en el Valle de Siria, en Honduras el primer encuentro
mesoamericano contra el modelo extractivo minero con la participación de
representantes de Panamá, Costa Rica, Honduras, Salvador, Guatemala, México,
Estados Unidos y Canadá. En su documento final afirman: "el movimiento mesoamericano
nos comprometemos a luchar coordinadamente para exigir la cancelación de las
concesiones mineras que han sido impuestas sin el consentimiento de los pueblos,
el retiro de empresas de nuestros territorios afectados y el resarcimiento
integral de los daños causados."
En otro párrafo añaden: el
modelo extractivo minero se caracteriza “por ser un proceso agresor, depredador
y manipulador” que posiciona los intereses económicos “por encima de la vida
misma, la sostenibilidad del ambiente y la diversidad cultural”.
Desde México a la Patagonia,
más de un centenar de conflictos movilizan a pobladores que cuestionan y
rechazan la minería a cielo abierto.
Guatemala, Honduras, Panamá,
Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, Chile, Argentina, son algunos de los países
donde movimientos populares y organizaciones sociales enfrentan proyectos que
afectan gravemente su entorno y comprometen su futuro.
Desde hace una semana el pueblo
originario Ngabé en Panamá, se ha movilizado contra un proyecto de ley que pretende la
entrega de una parte de sus tierras a empresas de Corea del Sur para la
explotación minera. En las últimas horas se han denunciado violentas acciones
represivas del gobierno de Ricardo Martinelli que han provocado dos muertos y
medio centenar de heridos. Todo esto ocurre bajo el amparo del habitual silencio
mediático de los grandes
medios de comunicación, agencias, diarios, canales, etc.
sobre la resistencia popular a los
proyectos extractivos.
Por todo ello, ofrecemos a nuestros
suscriptores esta crónica del sociólogo Olmedo Beluche, profesor
de la
Universidad de Panamá y secretario general del Partido
Alternativa Popular de ese país, con detalles y contextualización de
la lucha que
moviliza al pueblo Ngäbe-Buglé.
______________________________ ______________________________ ____________________
PANAMA: La lucha del
pueblo Ngäbe-Buglé contra mineras e
hidroecléctricas
Olmedo
Beluche (*)
Al menos un asesinado, el compañero Jerónimo Rodríguez Tugrí, podrían ser
más, decenas de heridos, centenares de detenidos, la imposición no declarada del
estado de sitio en la zona, incluyendo el corte de las comunicaciones, ha sido
el costo impuesto por el gobierno de Ricardo Martinelli para despejar la vía
Interamericana, bloqueada en varios lugares durante seis días por miles de
habitantes de la comarca Ngäbe-Buglé, en la República de Panamá. La demanda que
moviliza al pueblo Ngäbe-Buglé, dirigido por un organismo asambleario,
la
Coordinadora de Lucha, cuyos principales dirigentes son Rogelio
Montezuma y la cacique comarcal Silvia Carrera, consiste en exigir la
prohibición de la explotación minera y la construcción de nuevas hidroeléctricas
en su comarca.
500 años de
lucha contra el saqueo minero
El pueblo Ngäbe-Buglé viene luchando desde el momento mismo de
la Conquista
contra los colonizadores ávidos de sus riquezas minerales. Cronistas como el
padre De las Casas narran que el propio Cristóbal Colón en su cuarto viaje llegó
a la vertiente caribeña de las actuales provincias de Veraguas y Bocas del Toro,
donde habitaban, y siguen habitando, los miembros de esta etnia. Los europeos se
impresionaron por el oro que portaban y Colón decidió establecer la primera
colonia en Tierra Firme, Santa María de Belén, a orillas de la desembocadura del
río Belén o Yebrá, como le llamaban sus habitantes originarios. Ante la
violencia del despojo que intentaron, incluso secuestrándolo, el mítico cacique
Quibián se fugó y organizó una liga de tribus contra los españoles, destruyendo
Belén e hiriendo al propio hermano del almirante, Bartolomé Colón, en
1503.
En 1520-27, otros conquistadores como Gaspar de Espinosa y Pedrarias
Dávila fueron derrotados por el legendario cacique Urracá, en sus intentos de
posesionarse sobre las minas de oro de Veraguas. Urracá los mantuvo en jaque, y
llegó a sitiar la ciudad colonial de Natá, en lo que se llamó "La batalla de las
razas”. La mayoría de las descripciones del genocidio de los españoles contra
los indígenas de América, que relatara el padre De las Casas, se refieren a
hechos ocurridos en el Istmo de Panamá. Aunque de esas crónicas salieron las
"Leyes de Indias” que intentaban frenar el genocidio, los encomenderos hicieron
poco caso de ellas.
A fines del siglo XIX, siendo Panamá parte de Colombia, los abusos de los
terratenientes y la propia Iglesia continuaban, bajo la forma de impuestos como
el diezmo y de arrebatarles arbitrariamente sus tierras para fincas ganaderas.
Esto motivó que otro gran líder indígena, el general Victoriano Lorenzo,
aprovechara la
Guerra de los Mil Días (1899-1902), narrada tantas veces por
García Márquez, para transformar las demandas liberales por democracia en una
guerra campesino indígena contra los terratenientes blancos de Penonomé y Natá.
La insurrección fue total, logrando Victoriano el control de todo el interior
del país, salvo la ciudad de Panamá, a la que los "marines” yanquis protegieron
militarmente. Victoriano fue traicionado por liberales y conservadores,
asesorados por Estados Unidos (Pacto del Acorazado Wisconsin), siendo fusilado
poco antes de la imposición de los Tratados de 1903, que cuya consecuencia fue
la separación de Colombia y la
Zona del Canal.
Ngäbe-Buglés la
fuerza de trabajo agrícola
Los miembros de esta etnia, vulgarmente llamados por la élite gobernante
"cholos” o "guamíes”, han sido por más de cien años la fuerza de trabajo barata
para el sector agrícola panameño. Son la mano de obra esencial en las bananeras,
en la zafra del azúcar y en la cosecha del café, también en la limítrofe Costa
Rica donde emigran para trabajar. Pese a su importante aporte económico, reciben
los peores salarios, a más de la discriminación racista. Hoy por hoy, según
cifras oficiales son el grupo más pobre del país, entre quienes la pobreza
sobrepasa el 90% y la pobreza extrema al 80% de sus habitantes. Mayormente
habitan la cordillera del centro-occidente de Panamá, a donde fueron desplazados
desde los llanos por la industria agrícola y ganadera. Ahora resulta que viven
en cerros poco productivos para la agricultura, pero cargados de ricos
yacimientos de cobre y oro codiciados por las transnacionales
mineras.
Una verdadera
revolución estremece al pueblo Ngäbe-Buglé
Esta es la tercera vez en dos años que el pueblo Ngäbe-Buglé pone en
jaque al gobierno empresarial de Ricardo Martinelli. La primera fue en julio de
2010, cuando se pretendió imponer un conjunto de leyes bajo una sola (Ley
Chorizo) que, entre otras cosas, pretendía debilitar los sindicatos obreros
cortando los descuentos de las cuotas de los trabajadores, modificaba la
legislación ambiental para facilitar proyectos sin estudio de impacto ambiental
y permitía a los policías acusados de violar los derechos humanos seguir en el
cargo sin sanciones. En esa ocasión, el Sindicato de Trabajadores de
la Chiriquí
Land Co. (SITRACHILCO), de la transnacional norteamericana
United Brands (Chiquita), y los sindicatos de las bananeras independientes,
convocaron una huelga en la región de Changuinola, provincia de Bocas del Toro.
En aquella ocasión la movilización fue duramente reprimida, a costa de diez
muertos y centeneras de heridos, pero no pudo ser derrotada. Por el contrario,
desembocó en la primera huelga general nacional de la última década. La ley tuvo
que ser parcialmente derogada.
De más está decir que la dureza de aquella represión, en la que la
policía disparaba perdigones a la cara de los obreros bananeros, la mayoría de
la etnia Ngäbe-Buglé, hubo unos cincuenta lesionados en la vista, se traslució
con claridad la actitud racista del propio Martinelli, su ministro de seguridad
pública, José Raúl Mulino, y los jefes policiales. Incluso en conferencia de
prensa, el presidente y su ministro, llegaron a hablar despectivamente de que el
movimiento estaba compuesto por "indios borrachos” y otras expresiones
inaceptables, que en cualquier país civilizado hubieran significado la
destitución y enjuiciamiento de ambos por racismo y violación de los derechos
humanos.
La lucha contra
la minería en 2011
El segundo momento de lucha del pueblo Ngäbe-Buglé fue en enero-febrero
de 2011, cuando el gobierno intentó imponer un nuevo Código Minero que
facilitaba la exploración y explotación minera en todo el país, e inclusive la
participación en el negocio minero de empresas estatales (coreanas y
canadienses), algo que prohíbe la Constitución Política.
Al igual que ahora, decenas de miles de indígenas de la etnia, convocados por
la
Coordinadora de Lucha, bajaron a la Interamericana y la cortaron
por varios días y, ante el repudio que había recibido el gobierno por la
represión de 2010, Martinelli se vio obligado a ceder, derogando el Código
Minero y firmando un acuerdo por el cual se comprometía a suspender toda
explotación minera e hidroeléctrica en la comarca, en particular del yacimiento
cuprífero de Cerro Colorado en el que habitan miles de
familias.
El gobierno tuvo que negociar y pactar con el movimiento. Aunque reprimió
acciones de solidaridad en Panamá y arrestó y expulsó del país a los periodistas
españoles Paco Gómez Nadal y Pilar Chato.
Nuevamente la
lucha contra la minería en 2012
En febrero de 2012, nuevamente convocados por la Coordinadora de Lucha, miles de
personas salieron de las comunidades comarcales para cortar la Interamericana ante
la pretensión del gobierno de revivir el Código Minero, sin incluir el artículo
5, en el que se pactó la prohibición de minas e hidroeléctricas en la comarca.
Durante seis días se mantuvo cortada la carretera, en varios puntos del
occidente del país, quedando varados centenares de camiones de carga, pasajeros,
quedando desabastecida la ciudad de Panamá de productos agrícolas y la provincia
de Chiriquí de combustible. Para justificar la represión, tanto el gobierno
panameño como el de Laura Chinchilla de Costa Rica, falsearon los hechos para
insinuar que los indígenas habían secuestrado a turistas de aquel país, quienes
en realidad quedaron varados en la carretera.
Para preparar la represión, que finalmente se desató el domingo 5 de
febrero al amanecer, se cortaron dos días antes las comunicaciones con la zona
del conflicto, se cercó el área y se prohibió llevar agua y alimentos a quienes
protestaban, pese a que había familias enteras con niños pequeños, se negaron a
enviar emisarios al diálogo mediado por la Iglesia católica, y se lanzó una
campaña mediática para culpar al movimiento de las grandes pérdidas económicas.
Pese a ello, el gobierno no ha logrado su propósito, pues desde la tarde del
domingo se desataron marchas y protestas de solidaridad, tanto en la ciudad de
Panamá, como en Colón y Changuinola, donde los sindicatos amenazan con otra
huelga. Así como cortes de apoyo de otras etnias indígenas, como los kunas y los
Emberás, quienes han cortado la interamericana al oriente del país, en dirección
al Darién. Las manifestaciones han recibido respaldo de la ciudadanía que salía
a los balcones goleando pailas o tocando sus bocinas en apoyo a la lucha y en
repudio de las acciones represivas del gobierno.
Los
inconfesables intereses detrás del negocio minero y las
hidroeléctricas
En estos momentos se encuentra en plena explotación la
mina de oro de Cerro Petaquilla, en la provincia de Coclé, y está próxima a
iniciar otra de cobre y oro en Donoso, provincia de Colón. Pero Cerro Colorado,
ubicado más al occidente, dentro de los límites de la comarca Ngäbe-Buglé, es
uno de los mayores yacimientos del continente americano y ha estado en la mira
desde los años setenta, pero la resistencia indígena y la caída de los precios
internacionales hizo desistir por dos décadas a las codiciosas mineras y sus
socios nacionales.
Sin embargo, el economista Alessandro Ganci ("Las
razones de la minería”) señala que los aumentos de los precios internacionales
han renovado la codicia por los minerales. Según Ganci, el precio internacional
de la onza de oro anda por los US $ 1.723,50, o sea, US $ 55.410,00 el
kilogramo. Mientras que el precio del cobre está en US $ 8.58 por kilo. De
manera que, Cerro Colorado con una reserva de cobre estimada en 17.360 millones
de kilogramos de cobre podría significar a los precios actuales una riqueza de
US $ 148.949 millones!!
Y agrega. "La inversión aproximada es de 3.500 millones y las ‘regalías
estatales’ constituyen un pírrico 2 - 4 % del total. Con al menos 40 años de
explotación la inversión inicial quedaría saldada en 2 -3 años. A razón de 3.100
millones por año”. Estos numeritos explican la disposición del actual gobierno
de reprimir para quedarse con la tajada del cobre de los Ngäbe-Buglés, igualito
que los conquistadores de hace 500 años. Codicia compartida por todos los
sectores empresariales panameños quienes no tuvieron empacho en reunirse la
noche del 5 de febrero, consumada la represión, en la Presidencia de la República con Martinelli
para darles su bendición.
Lo mismo podría decirse del lucrativo negocio de la
producción de energía hidroeléctrica, manejado por empresas extranjeras en
asocio con prominentes políticos panameños, como la ex presidenta Mireya Moscoso
y el propio Martinelli. El falso alegato del gobierno y los empresarios es que
prohibir las hidroeléctricas conllevaría pagar más por energía eléctrica
producida por petróleo. Pero la legislación actual permite a los dueños de las
hidroeléctricas facturar a precios de la producida por combustibles
fósiles.
Otras comunidades indígenas también están amenazadas, como los kunas y
emberás-woaunam, pues por estos días se otorgará la concesión para explorar y
explotar cuatro bloques yacimientos petroleros en la región de
Darién.
El mito del
"progreso”. ¿Progreso para quién?
El colmo del cinismo de la clase dominante panameña es pretender
presentar sus intereses crematísticos como si fueran los intereses de la nación,
culpando a los indígenas de "impedir el progreso” del país. Cualquier persona
medianamente educada sabe que los países con mayores riquezas minerales poseen
las poblaciones en mayor miseria, que además padecen cruentas guerras civiles
incentivadas por voraces intereses imperialistas. Para ejemplo, basta con mirar
la historia de Bolivia, o los países del centro de África. Y el que dude que vea
la película "Diamantes de sangre”.
Pero en Panamá la desfachatez de Martinelli y su gobierno no tienen
límite, pues al derogarse el Código Minero, por la lucha del año pasado, en un
cálculo frío de los diputados oficialistas, no restituyeron varios artículos del
código anterior con lo cual ha resultado que en estos meses explotaciones
multimillonarias, como Petaquilla, no están pagando ni un solo centavo de
regalías al Estado panameño!!!
Ahora, que dicen revivir el proyecto repudiado hace doce meses, para
cobrar las regalías, han reducido a la ridiculez los cargos que deben pagar las
empresas mineras. Otro economista, William Hughes ("Panamá: poder oculto en la
minería”) ha denunciado que los impuestos que deben pagar las empresas
extractoras de piedra y cascajo están siendo reducidos de 300 dólares a 75 y 100
por kilogramo, y la extracción de cobre y oro, que pagaban 10 y 20 mil dólares
por kilo, ha sido rebajada a 300 y 450 dólares el kilo, en el nuevo proyecto. En
el mismo sentido, la "finanza de garantía”, que para el primer caso era de 50
dólares por hectárea se la baja a 10 centavos de dólar por hectárea; y en el
caso de los metales se la baja de 200 dólares a 25 centavos por
hectárea.
Queda evidenciado que Martinelli, su gobierno y las mineras están
saqueando la propiedad y los derechos del conjunto de la nación para beneficio
("progreso”) de los dueños de este negocio, sacrificando los intereses y
derechos, no sólo de los Ngäbes-Buglés, sino de todo el país.
Basta de burlas,
que Martinelli respete la ley
El Movimiento Popular Unificado (MPU), los sindicatos, las organizaciones
populares, de derechos humanos, los ambientalistas, la sociedad civil y la
dirigencia de la
Coordinadora de Lucha Ngäbe-Buglé exigimos algo simple: que
Martinelli y su gobierno respeten su compromiso formalizado en los acuerdos
firmados el año 2011 que prohíben la minería e hidroeléctricas en la comarca, y
que respete la ley.
Decimos basta de burlas y mentiras. El gobierno panameño
debe cumplir la suscrita Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos
de los Pueblos Indígenas (13 de septiembre de 2007), la propia Ley 41 de 1 de
julio de 1998 sobre tierras comarcales, y el Convenio 169 de la OIT, que no ha sido ratificado,
todas las cuales señalan con claridad que la explotación de los recursos
naturales de las comarcas debe hacerse en acuerdo con las comunidades y las
autoridades naturales de la comarca.
Como Martinelli y los intereses capitalistas que
defiende no cumplirán por las buenas con los mínimos derechos que la legislación
establece, está demostrado, debemos seguir movilizados en solidaridad con la
lucha del pueblo Ngäbe-Buglé, hasta imponer un gobierno popular en el que se
respete la vida humana y la naturaleza.
Panamá, 6 de febrero de
2012.
(*)
Sociólogo, profesor de la
Universidad de Panamá y Secretario General del Partido
Alternativa Popular (PAP )
Fuente: ADITAL http://www.adital.com.br
______________________________ ______________________________
07 de febrero de
2012
Enviado por
SERPAL
Servicio de Prensa
Alternativa
Nuestra Página: www.serpal.info
______________________________ ______________________________ _____________
*
SERPAL no necesariamente comparte en su integridad los artículos
que publica y cuyo autor y origen generalmente se indican.
La línea editorial de SERPAL, en todo caso, queda expresada en la
presentación que suele prologar los artículos, o en la información
preparada exclusivamente por nuestra redacción.
que publica y cuyo autor y origen generalmente se indican.
La línea editorial de SERPAL, en todo caso, queda expresada en la
presentación que suele prologar los artículos, o en la información
preparada exclusivamente por nuestra redacción.
______________________________ _______________________
* Suscripciones gratuitas: solicitarlas al e-mail: serpal@wanadoo.es
Por favor, citar ciudad y país de residencia, y mencionar si el
suscriptor tiene alguna actividad social ( sindicato, asamblea,
movimiento, organización campesina, estudiantil, etc.) Gracias.
______________________________ ___________________________
Por favor, citar ciudad y país de residencia, y mencionar si el
suscriptor tiene alguna actividad social ( sindicato, asamblea,
movimiento, organización campesina, estudiantil, etc.) Gracias.
______________________________
>> Si Ud. comparte la importancia de
difundir el contenido de este
texto, fotocópielo, circúlelo por Internet, difúndalo por todos los
medios. Gracias. SERPAL, Serv. Prensa Alternativa. /
texto, fotocópielo, circúlelo por Internet, difúndalo por todos los
medios. Gracias. SERPAL, Serv. Prensa Alternativa. /
Contra el " silencio de los corderos", comunicación
alternativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario