Acto
de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA
Los 40 años de la Ley de Contrato de Trabajo
“Están
en el festival de Woodstock del Derecho del Trabajo”, dijo en broma el abogado
laboralista Gustavo Ciampa. Fue ayer en encuentro organizado por varias cátedras
de Derecho. Hubo un homenaje a Norberto Centeno, el autor de la ley original,
sancionada en 1974, que fue secuestrado en julio de 1977 y torturado hasta la
muerte durante cuatro días.
“Para
los más jóvenes, que quizás no conozcan muy en detalle quiénes son las personas
aquí presentes, les quiero comentar que están en lo que sería el festival de
Woodstock del Derecho del Trabajo”, dijo en broma el abogado laboralista Gustavo
Ciampa en medio de la jornada de análisis y homenaje a los 40 años de la sanción
de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT).
El
encuentro organizado por varias cátedras de Derecho y que se realizó en la sede
de Constitución de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos
Aires contó con un sentido homenaje a Norberto Centeno, el autor de la ley
original sancionada en 1974. La actividad contó con el apoyo de la Fundación de
Altos Estudios Sociales, la Asociación Latinoamericana de Jueces del Trabajo y
la Corriente de Abogados Laboralistas 7 de Julio.
En
los dos paneles de debate –moderados por Ciampa y por Viviana Dobarro–,
hubo juristas de la talla de Moisés Meik, Luis Raffaghelli, Juan Carlos
Fernández Madrid y Héctor Recalde, que se dirigieron a una audiencia de más de
300 personas. Los estudiantes de la Universidad de Moreno pudieron aprovechar la
jornada mediante una transmisión por videoconferencia a través de internet.
El
homenaje fue porque “no olvidamos”, expresó Mariana Kelsey en la apertura del
encuentro. La directora de la carrera de Relaciones del Trabajo de la UBA
planteó que desde la organización del evento apuntaron a “promover la memoria
activa y continuar en la defensa de los derechos conquistados, para poder ir por
más”.
Norberto
Centeno, el autor de la LCT, fue asesor gremial y abogado de trabajadores. Tras
una incansable lucha por el reconocimiento de mayores derechos para el
movimiento obrero, fue secuestrado en julio de 1977 y torturado hasta la muerte
durante cuatro días. Junto a él, desaparecieron otros importantes abogados de
trabajadores, en lo que los mismos represores llamaron “la Noche de las
Corbatas”.
Como
una biblia laica
Moisés
Meik, ex juez de trabajo en la provincia de Buenos Aires, y legendario abogado
defensor de trabajadores, repasó los hitos y luchas previas a la sanción de la
LCT en 1974. “No se puede entender esa ley si no recordamos hechos como el del
16 de julio del ’55, cuando en vez de caer agua del cielo llovieron bombas
contra el pueblo”, afirmó. Resaltó que “si el radicalismo integró a las clases
medias, el peronismo dio a luz a los derechos sociales”. Y recordó que “uno de
los mayores logros de la LCT fue que, como una biblia laica, estaba en el
bolsillo de todos los trabajadores, que la sacaban cada vez que había que
negociar los convenios o reclamar por sus derechos”.
El
camarista Luis Raffaghelli explicó que el asesinato de Centeno “tuvo mucho que
ver con su autoría de la ley”. Sostuvo que “perseguían la desaparición del
derecho social” y que no pudieron lograrlo “gracias a la vocación que tiene el
pueblo argentino por la justicia social”. A partir de aquella noche, “las
corbatas pasaron a ser un símbolo de lucha, y ya no de jerarquización social”,
afirmó. Y resumió que la LCT de aquel entonces reunió y sistematizó todas las
normas dispersas, y recopiló la doctrina y jurisprudencia “para hacer públicos e
ineludibles a los derechos de los trabajadores”.
“El
peronismo supuso la incorporación de los trabajadores a los derechos y a la
sociedad”, dijo Amanda Caubet, profesora de Derecho y ex embajadora ante los
Países Bajos entre el ’73 y el golpe cívico militar. Y se dirigió a los más
jóvenes: “No saben lo que espantaba a las clases medias que eso fuese posible,
que los trabajadores se pudieran plantar con derechos frente a sus patrones”.
Apuntó que “hay que recuperar el texto completo de 1974 y mejorarlo en lo
relativo al derecho a la estabilidad laboral”. La dictadura derogó 27 artículos
y modificó otros 98 a seis meses de tomar el poder, en un intento por cegar esos
derechos del movimiento obrero.
“Lo
que decía con el pico, lo sostenía con el lomo”
Luis
Roa, secretario académico de la carrera de Relaciones del Trabajo, fue el
encargado de homenajear a Centeno. Contó su acercamiento a la figura del
laboralista, cuando se integró a una agrupación universitaria que lleva su
nombre y él apenas sabía que era el autor de la LCT. “Y eso que no sabés lo que
era la ley original”, le dijeron en aquel entonces. Un viejo militante luego le
diría que “el tipo que escribió esa ley está muerto por escribir esas cosas que
no conocés”, en referencia a los artículos derogados y mutilados por la
dictadura.
Roa
definió a Centeno como “un gran observador”, que supo encontrar soluciones a los
problemas cotidianos de los trabajadores. “Lo que decía con el pico, lo sostenía
con el lomo”, resumió. Centeno estuvo preso durante “la Fusiladora”, luego bajo
el Plan Conintes, y finalmente fue secuestrado por la última dictadura genocida.
“Miraba al derecho laboral siempre desde el lugar de los trabajadores”, planteó
el abogado.
El
camarista Roberto Pompa destacó que el hecho de que la primera ley general sobre
el contrato de trabajo se haya sancionado recién en 1974 demuestra “lo difícil
que fue esa lucha” durante muchos años anteriores. Repasó las leyes que durante
los últimos doce años permitieron retrotraer la regresividad que impusieron las
normas de flexibilización de los ’90 y parte de la normativa que la dictadura
impuso de facto. Y apuntó contra la tercerización, que “discrimina al
trabajador” porque el empleador “busca apropiarse de una nueva plusvalía”.
“Es
una deuda de la democracia que estén vigentes artículos de la
dictadura”
Ricardo
Cornaglia, diputado radical con mandato cumplido durante el gobierno de Raúl
Alfonsín, recordó que tanto el peronismo como el radicalismo habían propuesto la
recuperación de la LCT ante el regreso de la democracia. Ganó Alfonsín, “y fue
un desastre porque a raíz de una serie de desencuentros permanentes entre los
dos partidos, no se llegó a nada”. Recordó que poco antes de ser secuestrado,
Centeno publicó la LCT comentada. Cornaglia planteó la necesidad de recuperar
los términos originales de la ley, y reclamó la codificación del derecho
laboral.
El
reconocido laboralista y “formador de varias generaciones de abogados”, Juan
Carlos Fernández Madrid, fue coautor de la ley comentada que junto a Centeno
publicaron en 1977. El presidente honorario de la Fundación de Altos Estudios
Sociales destacó que en la LCT original, un artículo señalaba que la ley
introducía “determinadas desigualdades” normativas, para corregir las
desigualdades reales. Dijo que “cuando hablamos de la dignidad de los
trabajadores, hablamos de los derechos humanos”, y celebró la inclusión del
nuevo artículo 12 de la ley. Pidió un aplauso para el diputado Héctor Recalde,
autor de esa modificación introducida a fines de 2009, que incorporó la
“irrenunciabilidad” a los derechos del trabajador consagrados por la ley,
estatutos, convenciones o contratos. “En el ’74 no había alcanzado la
correlación de fuerzas”, resumió Fernández Madrid.
En
el cierre, Recalde sostuvo que “es una deuda de la democracia que haya artículos
sancionados como regla estatal en 1976 que todavía siguen vigentes”, y planteó
que “es una cuestión de principios esenciales recuperar todos los derechos que
se derogaron”. Afirmó que “es mucho lo que falta” y arengó: “Pero mi confianza
está radicada en el pueblo argentino y en los abogados laboralistas que tienen
la misma convicción y entereza de aquel entonces para seguir luchando por estos
derechos”.
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