Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- [Libro] El anarquismo según sus más ilustres representantes: Godwin, Proudhon, Stirner, Bakunin, Kropotkin, Tucker, Tolstoy, etc.
- Las Bases Definitivas. Retazos de la vida de un pastor paramés (Relato-collage)
- Por qué la derecha alternativa es tan débil. Y por qué se está volviendo tan peligrosa
- [Grecia] ¡Solidaridad con la lucha de las personas presas de Korydallos y del “hospital” carcelario Agios Pavlos contra el exterminio a través de la desatención médica deliberada!
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Posted: 10 May 2017 11:06 AM PDT
ÍNDICE
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Posted: 10 May 2017 10:50 AM PDT
Me llamo Silvestre, Silvestre Molero Pisabarro, de Altobar de la
Encomienda, provincia de León, aunque todos me llaman Silve “el mudo”.
Tengo 58 años. Mi memoria ya no es lo que era...
Al calor de la lumbre, una vez recogido el rebaño de merinas, las “condesas” del Conde de la Oliva, pastores, zagales, caballerías, mastines y careas descansando, escribo presurosa, casi compulsivamente estas líneas. Al fondo, en la penumbra del ocaso, aún se divisan las dos torres del Palacio de Doña Catalina, rematadas por tejadillos, pináculos y una especie de garitas. Rodeado por la dehesa del mismo nombre, o “las tierras del Conde” como también se la conoce, está ubicada al norte de Trujillo. Los pastos de invernada. Al calor de la lumbre, en el silencio de la dehesa rememoro los acontecimientos de los últimos años, que han supuesto un vuelco total en mi vida. Acontecimientos larvados durante años y ahora desencadenados al fin por el proceso de concentración parcelaria efectuado en el pueblo, detonante de los hechos que me propongo relatar y que supuso para los vecinos un estado de enfrentamiento solo superado por los sucesos de la Guerra Civil de 1936.
Pueblo mío que estás en la colina
tendido como un viejo que se muere
la pena y el abandono
son tu triste compañía
pueblo mío te dejo sin alegría
Qué será, qué será, qué será
Qué será, de mi vida, qué será
si sé mucho o no sé nada
ya mañana se verá 1
Silvestre Molero Pisabarro.
Dehesa de Doña Catalina.
Trujillo (Cáceres), invierno de 1976.
1 José Feliciano. Qué será. Álbum En mi soledad / No llores más. 1971Read more ... |
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Posted: 09 May 2017 11:53 PM PDT
El pasado 15 de abril partidarios de Donald Trump pertenecientes a la
derecha alternativa norteamericana (alt-right) invadieron Berkeley,
atacando físicamente a la gente en nombre de la supremacía blanca, el
antisemitismo y el nacionalismo, mientras la policía se limitaba a
mirar. Un gran número de ellos eran declaradamente fascistas
que habían convergido desde varios lugares de EEUU con la esperanza de
crear propaganda a favor de la violencia de extrema derecha. Por fin, el
régimen de Trump está consiguiendo los grupos callejeros que necesita
para graduarse en la siguiente fase del fascismo. Dejando a un lado
falsos argumentos como que la mejor manera de apoyar la libertad de expresión
es promover ideas totalitarias, tenemos que preguntarnos: ¿Quiénes son
esta gente? ¿Por qué les atrae el fascismo? Y ¿cómo paramos este
fenómeno para que no se extienda?
Cuando
te encuentras a ti mismo en el extremo de la opresión, recibiéndola;
hay tres maneras de responder. La primera es hacer causa común con otros
que estén experimentando la misma opresión para defender y extender
espacios de libertad y autonomía. Esto significa, probablemente,
trabajar con gente que está mucho peor que tú, ya que es más probable
que se rebelen aquellos que están en condiciones más precarias que
aquellos cuyas vidas son más cómodas. Elegir esta manera de abordar el
problema requiere coraje, humildad y una cierta cantidad de tolerancia
al riesgo.La segunda opción es consentir y aceptar lo que te ha tocado. Esto es lo que hace la mayor parte de la gente en los EEUU: dar el callo en sus trabajos bajo la supervisión de sus jefes, de las patrullas de policía, de las cámaras de videovigilancia, de los empleados de la NSA y de las redes sociales en un mundo que les concede cada vez menos libertad. Sin embargo, esta estrategia se vuelve cada vez más insostenible a medida que las varias crisis de nuestro tiempo se van intensificando. La
tercera y última opción es identificarte con tus opresores, abrazando
sus planes y proyectando tu voluntad en ellos. Cuanto más fuertes se
vuelven, más fuerte te sientes. Como estrategia para mejorar tu vida, no
tiene nada de recomendable: asociar tus intereses con aquellos que
detentan el poder sobre ti solo puede empeorar tu situación. Pero para
aquellos que no tienen un carácter fuerte, para aquellos que están tan
desesperados por un pequeño alivio de sus sentimientos de impotencia que
está dispuestos a seguir renunciando a su poder a cambio de más poder,
esta opción puede ser tentadora. Esto
explica por qué millones de personas pobres pueden manifestarse por un
multimillonario. Habiendo renunciado a ganar ningún poder en sus propias
vidas, todo lo que les queda es participar activamente en su propia
opresión -y ayudar a sus opresores a ejercer su poder sobre otros.Son los fans de la tiranía. A cambio de servir como lacayos y aduladores, esperan acosar a otros de la misma manera que ellos mismos son acosados. Lo hacen de manera gratuita -ni siquiera se garantizan un sueldo en el fondo de la jerarquía oficial. Son los subordinados ideales: cobardes y sumisos hacia la autoridad, crueles y agresivos hacia ellos mismos y hacia otros. Su identificación con los que detentan el poder siempre es una especie de "juego de disfraces": solamente pueden ser una imitación lamentable de los tiranos a los que admiran. Imitan a los Espartanos, a los Romanos, a los Nazis, quienes a su vez son imitaciones patéticas de una imagen idealizada de hombría, meros engranajes en una maquinaria militar. Todos aquellos que se postran ante ideales abstractos en vez de apreciar y valorar la humanidad que existe en la realidad en toda su diversidad están condenados a despreciarse a sí mismos. Aunque
los matones de la ultraderecha pueden parecer muy poderosos, todo lo
que hacen para ejercer el poder, solamente les deja sin poder. Para
tener poder real,
tienes que basarte en una comunidad que te apoya en la libre
disposición de tu potencial, que requiere construir lazos profundos con
aquellos que son diferentes a ti. Los matones desisten de hacer esto,
confiando en la fuerza de sus relaciones con otros en vez de en el
intercambio de cuidados. Carentes de ningún tipo de autoestima,
habiéndose dado por vencidos para conseguir cualquier cosa significativa
para enriquecer las vidas de los demás o las de ellos mismos, la única
forma de orgullo que les queda a los fascistas es la pertenencia a una
categoría abstracta. No se consideran a sí mismos valiosos como
individuos, solamente como ciudadanos, gente blanca, "Chovinistas
Occidentales", miembros de una banda. Este es el premio de consolación
de la identidad, reservado para los individuos débiles que sienten que
no tienen valor por sus propios méritos. Este
premio de consolación no viene de manera gratuita. Para obtenerlo,
tienen que aplastar todo lo bonito que tienen en sí mismos, todo lo que
les hace capaces de ser empáticos o creativos. Deben retorcer su propia
sexualidad. Tienen que memorizar mantras de privilegio -para aquellos
que se benefician de ventajas injustas, aunque sea ligeramente, siempre
están molestos por la sensación de que no se merecen lo que tienen.
Tienen que trabajar duro para no identificarse con otros, para no
reconocerse a sí mismos en aquellos que son diferentes para no llamar la
atención.Este tipo de autocontrol es un trabajo a jornada completa. Apareciendo ante sí mismos como incapaces y como débiles ante sus jefes, se imaginan que erradican su propia fragilidad. Acabando con todo lo que tienen en sí mismos que les podría hacer ser capaces de ser libres. Convirtiendo en imposibles las relaciones de confianza mutua, se dicen a sí mismos que están protegiendo a sus comunidades. En el fondo de todo su sadismo, encontramos un masoquismo fundamental. Para justificar su comportamiento, necesitan ser víctimas de la violencia. Deben ser a la vez ser superior y casta inferior, torturador y víctima. Llevando a cabo genocidios. protestan porque ellos son los que están en el punto de mira de un genocidio. Rotos por un ferviente odio hacia sí mismos. En cierta manera deben desear genuinamente ser exterminados por los exterminios que esperan poder llevar a cabo. De
hecho, son sus propios líderes los que los victimizan -pensad en los
nazis que murieron cumpliendo órdenes de Hitler, y todo el dinero
entrando a espuertas en los bolsillos de Donald Trump a cargo de los
incautos que le dan apoyo. Sobre todo, se están victimizando a sí mismos
abandonando su voluntad a cambio de la adictiva experiencia de ser un
engranaje más en la maquinaria de la violencia. Para
protegerse a sí mismos de reconocer este hecho, requieren amenazas
externas. Donde esas amenazas no existen, se deben crear. Este es el
significado del "Muslim Ban"**, por ejemplo: su objetivo es crear
extranjeros, para provocarles y que ejerzan una violencia recíproca. Los
matones que no ofrecen nada de valor a la humanidad solo pueden esperar
que alguna amenaza simétrica les pueda hacer parecer buenos por
comparación. Si el ISIS no existiera, sería necesario inventarlo; la
violencia islamófoba se lleva a cabo con la intención de conseguir esto
precisamente.Estos matones son de gran utilidad a las autoridades. Pueden llevar a cabo ataques de los cuales el estado todavía no es capaz, intimidando a aquellos que de otro modo serían rebeldes. Distraen de la violencia institucionalizada del estado, la cual es la causa mayor de la opresión que tiene lugar en nuestra sociedad. Sobre todo, habilitan a las autoridades para representarse a sí mismos como mantenedores neutrales de la paz social. Incluso en choques entre fascistas y aquellos que se les oponen, la policía es cualquier cosa menos neutral. Esto explica por qué vimos un gran número de fascistas a cara descubierta en Berkeley: aquellos que se defienden a sí mismos contra el creciente fascismo deben ocultar su identidad para conseguir que la policía no presente cargos por actividad criminal, mientras los fascistas a cara descubierta son libres de agredir a la gente con cuchillos y armas de fuego sin tener miedo a una intervención policial. En un momento en el cual tanta gente se siente impotente -debido a que las ventajas injustas que solían tener se están deteriorando y también a que la vida se está haciendo mas difícil para todos excepto para unas pocas personas acomodadas- que les echen una mano para sacarse de encima la frustración que tienen sobre aquellos que son más débiles es ciertamente bastante tentador. Esto es lo que Trump, Putin, Le Pen, Erdogan, y otros aspirantes a déspota están deseando que haga la gente pobre con su resentimiento. Si pudieran crear un círculo vicioso en el cual cuanta más opresión se infligiera a la gente, más gente se identificara con ellos, su poder estaría asegurado para siempre. Así que, ¿qué hacemos? ¿Cómo luchamos contra la extensión del fascismo?Primero, tenemos que asegurarnos de que es imposible que los fascistas experimenten la excitación de ejercer su poder sobre los otros. Para promover el fascismo entre los pobres y los cabreados, los fascistas tienen que ser capaces de demostrar que pueden ofrecer el placer barato de intimidar y atemorizar a la gente. Si son capaces de crear situaciones de propaganda a favor de la violencia opresiva, estarían en el punto de ganarse a mucha gente. Esta es la razón por la cual es de importancia primordial que confrontemos y derrotemos a los fascistas siempre que traten de tomar las calles, y que lo hagamos por los medios que sean. Esta nos es una batalla de la cual nos podamos retirar. Si no priorizamos esto ahora, pagaremos un doloroso precio más adelante. Y
más importante, sin embargo, lo primero que tenemos que hacer es
resolver los problemas que produce la mentalidad fascista. En respuesta a
la extensión de la pobreza, la indefensión y el aislamiento, tenemos
que mostrar que es posible trabajar juntos por encima de las
diferencias, tenemos que proponer soluciones colectivas a los problemas
de nuestro tiempo y oponer resistencia efectiva a aquellos que se
quieren robar nuestra libertad. De otra manera, sin alternativas
viables, la gente continuará gravitando hacia el fascismo.Finalmente, sobre todo, tenemos que extender otro conjunto de valores, otro conjunto de deseos. Para oponerse al fascismo, tenemos que resistir la tentación de responder de manera reactiva a la violencia de los otros, de militarizarnos a nosotros mismos, de construir maquinarias simétricas de guerra. Cuando resistimos, deberíamos hacerlo de maneras que minen los mismos cimientos sobre los cuales se construyen las narrativas fascistas. Deberíamos volvernos más compasivos, más creativos, más únicos y románticos y escandalosos. En lugar de maneras esencialistas de concebir la individualidad de cada uno, tenemos que celebrar la diferencia y cambiar dentro de nosotros y entre nosotros; en lugar de nociones autoritarias sobre el gobierno, tenemos que cultivar un hambre profunda y colectiva de libertad. Si podemos hacer todas estas cosas, ni la violencia callejera de los fascistas ni la opresión del estado será capaz de parar la marea de cambio. Buena suerte, queridos amigos. **Muslim Ban: Orden ejecutiva realizada por Trump en enero de 2017 hasta que fue derogada en marzo del mismo año por la cual se impedía la entrada en EEUU de ciudadanos de diversos países musulmanes como Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen. Read more ... |
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Posted: 09 May 2017 12:27 PM PDT
Varias presas de la cárcel de
mujeres dentro de Korydallos han iniciado una huelga de hambre el lunes
27 de marzo, mientras les preses en Kolastirio han planteado también
demandas. Esta movilización se encuentra con otras movilizaciones
pasadas por la misma cuestión tanto dentro de las cárceles de Korydallos
como en el propio “hospital”, en las que el Estado griego, a pesar de
“conceder” algunas de las demandas incumplió luego su palabra (como de
costumbre, no nos sorprende) y mantuvo la prisión para personas con un
alto porcentaje de discapacidad o para personas enfermas terminales.
En las prisiones españolas el
panorama no es mejor ni muy diferente, pero para aquelles que aun
puedan confiar en Podemos y en esa pandilla de nuevos salvapatrias
progres, recordad que esta es la Grecia “socialista”, “democrática” y
“del cambio” de la que habla Alexis Tsipras con su partido SYRIZA.
Fuente: La Rebelión de las Palabras
————————————————
Las condiciones en el
Hospital Agios Pavlos de la prisión de Korydallos ganó publicidad el 15
de febrero de 2014 cuando 180 prisioneres con condiciones graves, desde
VIH hasta cáncer, rechazaron aceptar las raciones y medicaciones de la
prisión, con el fin de protestar por las miserables condiciones.
El hospital está alojado
en un sórdido y viejo edificio con infraestructuras que han estado
desfasadas durante los últimos 50 años. Mientras que la capacidad de la
sala se limita a 5 o 6 pacientes, hay a menudo entre 8 y 10 personas
confinadas en cada sala, aumentando el riesgo de contagio. La enfermería
de Agios Pavlos no está ahí sólo para proporcionar asistencia sanitaria
a les 2500 internes actualmente encarcelades en la prisión de
Korydallos sino que también admite a prisioneres de otras instalaciones
correccionales, que son trasladades allí por las autoridades con el fin
de decidir si su ingreso en un hospital estatal es necesaria. El equipo
médico es insuficiente (sólo hay una habitación de rayos X y un
laboratorio bioquímico) con el resultado de una limitación en el acceso
al tipo correcto de servicios de cuidado de la salud para pacientes que
requieren cuidados secundarios y terciarios. Sigue sin haber una
ambulancia, a pesar de todos los compromisos hechos por anteriores
ministros de justicia en esta cuestión. El número de doctores y
enfermeras sigue siendo insuficiente y no hay personal de guardia.
Además, sólo los medicamentos considerados como “críticos” están
disponibles para les preses, mientras que los medicamentos contra la
gripe se consideran un lujo. Otra demanda planteada en anteriores
protestas sigue sin resolver: el hospital de la prisión todavía no ha
sido integrado en el sistema nacional de salud de Grecia.
El hospital de la prisión
aloja a muches prisioneres con discapacidad que excede el 67% y a veces
el 80%, mientras que les pacientes de geriatría afrontando largas
sentencias están básicamente esperando su muerte. La primera oleada de
movilizaciones en 2014 fue victoriosa ya que el artículo 4322/2015 entró
en vigor. Teóricamente, estos cambios legislativos crearon un marco
legal más inclusivo ya que el artículo 110A dispuso que todes les
prisioneres con discapacidad superior al 67% deberían ser excarcelades
tras haber completado una cantidad específica de tiempo en prisión. A
pesar de eso, las autoridades judiciales rechazaron persistentemente
aceptar los certificados de discapacidad y ordenaron reevaluaciones de
discapacidad para que ciertos detalles sobre el papel fuesen redefinidos
por las autoridades competentes, con el fin de evitar concederles la
liberación a aquelles más vulnerables en prisión. Los jueces
literalmente anularon la ley y obligaron a prisioneres gravemente
discapacitades a morir dentro de salas que parecen celdas, sin ser
capaces de ofrecer una opción alternativa de cuidado sanitario debido a
los recortes en personal, medicaciones y equipamiento antes mencionadas.
En realidad, fue una
cuestión de elección para los jueces y fiscales no cumplir la ley ya que
en un informe han caracterizado a esos cambios como “un peligro para el
orden público”. El artículo 23 de la ley 4356/2015, que vino el
siguiente, legalizó las acciones arbitrarias y hostiles de las
autoridades judiciales y abolió todas las prestaciones beneficiosas de
los anteriores cambios legislativos. Así, un marco legal progresivo
alcanzado a través de las luchas de las personas presas fue
instantáneamente anulado teniendo consecuencias que puedn ser medidas en
pérdidas de vidas: Una media de 1 persona muere cada mes en el hospital
de la prisión de Korydallos (13 muertes en 2016).
Sin embargo, el sistema
de justicia usa estas leyes para el beneficio de los presos “VIP”, sus
anteriores colaboradores que cayeron en la trampa de los “cazadores de
corruptos”. Así, prisioneros como Tsochatzopoulos y Papageorgopoulos,
políticos envueltos en escándalos financieros, se beneficiaron de esas
prestaciones que aseguraron su puesta en libertad, lo que demuestra que
la justicia está siempre relacionada con la clase social.
Al mismo tiempo, las
mujeres en la prisión de Korydallos empezaron a movilizarse desde el
lunes 27 de marzo con el fin de reivindicar el derecho fundamental a
asistencia sanitaria. Sus demandas incluyen la liberación de les
prisioneres que sufren enfermedades graves, un incremento del personal
médico cuyas horas de trabajo hasta ahora están limitadas a unas pocas
horas por semana, y conseguir nuevos equipamientos. Esta lucha fue
inspirada por el caso de una mujer presa que sufre de un problema de
salud grave y sólo le quedan unos pocos meses de vida, y a pesar de sus
circunstancias permanece encarcelada.
Las prisiones, además de
ser propicias para la perpetuación del sistema capitalista, constituyen
un lugar donde una gran parte de la clase trabajadora es almacenada tras
haber fallado en integrarse en el proceso de producción. La gestión de
este segmento social basado en las particularidades del tiempo y las
circunstancias está controlada por las necesidades específicas del
Capital. Así, a veces el sistema prioriza un modelo de rehabilitación
con el fin de lograr la integración de las personas presas en el proceso
de producción o asegurarse los beneficios de su trabajo gratuíto.
Finalmente, en condiciones como las que estamos enfrentando actualmente,
este segmento de la clase obrera forma parte de un exceso de mano de
obra que no tiene un valor específico para el Capital y por lo tanto las
prisiones operan principalmente como “almacenes de almas” abandonadas a
su destino, o incluso conducidas a la aniquilación.
Las políticas dominantes
del Estado están sufriendo cambios radicales por la reestructuración del
Capital. Los derechos que fueron el resultado de sangrientas luchas en
el pasado, son ahora gradualmente abolidos después de su re-etiquetado
como “bienestar” dado “por la bondad de su corazón”, con el fin de
degradar esencialmente el significado de estas luchas y mantener el
orden social. Hoy en día, que una gran parte de la fuerza de trabajo
constituye de hecho un exceso, donde la resistencia colectiva de les
explotades ha disminuído, nuestra clase está sujeta a un ataque masivo
por los patrones: reducciones salariales, recortes de pensiones y
beneficios, trabajo precario, costos de la vida más altos…
En este contexto, el
segmento más devaluado de nuestra clase – les que no tienen seguro, les
inmigrantes y les desempleades – no pueden cubrir los costos de sus
necesidades básicas. Dentro de estas condiciones generalizadas, la parte
más empobrecida del exceso de fuerza de trabajo afronta la naturaleza
real de la autoridad en forma de encarcelamiento. Numeroses prisioneres
son apiñades en diminutas celdas, sin calefacción ni saneamiento, con
frecuentes palizas de los carceleros, mientras sus vidas cuentan
“diferente” para el Estado: Tras las puertas cerradas de Kolastirio*, la
prisión de mujeres o cualquier otra instalación correccional, la gente
es torturada o conducida a la muerte. Las acciones de la autoridad
llevadas a cabo en la oscuridad fuera de las prisiones se repiten
descaradamente dentro de las cárceles.
Los problemas afrontados
por les preses en la cárcel con respecto al acceso al cuidado sanitario o
para ser francos su exclusión del cuidado sanitario, se reúne y está
directamente conectado con las situaciones que todes afrontamos fuera de
la prisión como parte del estrato social más bajo. El sistema sanitario
se desmantela y se privatiza conduciendo a un aumento de los costos de
la atención médica, sin recetas o con recetas parciales de medicamentos
que son cruciales para la supervivencia de les pacientes y con los
intentos de cobrar una cuota por citas médicas. Esta situación es
incluso peor para les inmigrantes ya que las autoridades, ya que las
autoridades, contrariamente a la ley, se niegan a proporcionarles
números de seguridad social, lo que conduce a la imposibilidad de
acceder a los servicios.
La solidaridad con la
lucha de les preses discapacitades/enfermes en Kolastirio o la lucha de
las mujeres presas en Korydallos por su derecho a la asistencia médica,
así como la solidaridad con todas las luchas por las condiciones humanas
en la prisión, por los permisos o contra las violaciones de los
derechos de les preses polítiques, son un aspecto esencial de la lucha
de clases.
Las luchas de les
explotades y de les oprimides que resisten la embestida del Estado y del
Capital, exigiendo vivir sus vidas en mejores términos, son necesarias
independientemente de si esas luchas están teniendo lugar dentro o fuera
de las prisiones. Son necesarias para que podamos vivir, respirar,
darnos cuenta de nuestro propio potencial cuando permanecemos unides,
encontrar caminos para luchas más efectivas. Pero somos conscientes de
que las luchas no son suficientes porque la explotación y la opresión en
todos los aspectos de la vida, las guerras imperialistas, los
asesinatos y el desplazamiento de miles de personas, la destrucción de
la naturaleza, las maquilas, los hospitales psiquiátricos y las cárceles
constituyen elementos estructurales de un sistema basado la adquisición
y acumulación de riqueza por una minoría a expensas de una mayoría. Si
queremos vivir en un mundo sin todo lo anterior, entonces nuestras
luchas deben conectarse con una perspectiva revolucionaria apuntando a
la destrucción del Estado y del Capitalismo.
CUMPLIMIENTO
INMEDIATO DE LAS DEMANDAS DE LES PRESES ENFERMES/DISCAPACITADES EN
KOLASTIRIO Y EN LA PRISIÓN DE MUJERES DE KORYDALLOS.
POR UN MUNDO SIN CÁRCELES Y SIN AUTORIDAD
Asamblea Anarquista del Este
Iniciativa Libertaria de Tesalónica Read more ... |
Cuando
te encuentras a ti mismo en el extremo de la opresión, recibiéndola;
hay tres maneras de responder. La primera es hacer causa común con otros
que estén experimentando la misma opresión para defender y extender
espacios de libertad y autonomía. Esto significa, probablemente,
trabajar con gente que está mucho peor que tú, ya que es más probable
que se rebelen aquellos que están en condiciones más precarias que
aquellos cuyas vidas son más cómodas. Elegir esta manera de abordar el
problema requiere coraje, humildad y una cierta cantidad de tolerancia
al riesgo.
La
tercera y última opción es identificarte con tus opresores, abrazando
sus planes y proyectando tu voluntad en ellos. Cuanto más fuertes se
vuelven, más fuerte te sientes. Como estrategia para mejorar tu vida, no
tiene nada de recomendable: asociar tus intereses con aquellos que
detentan el poder sobre ti solo puede empeorar tu situación. Pero para
aquellos que no tienen un carácter fuerte, para aquellos que están tan
desesperados por un pequeño alivio de sus sentimientos de impotencia que
está dispuestos a seguir renunciando a su poder a cambio de más poder,
esta opción puede ser tentadora.
Esto
explica por qué millones de personas pobres pueden manifestarse por un
multimillonario. Habiendo renunciado a ganar ningún poder en sus propias
vidas, todo lo que les queda es participar activamente en su propia
opresión -y ayudar a sus opresores a ejercer su poder sobre otros.
Aunque
los matones de la ultraderecha pueden parecer muy poderosos, todo lo
que hacen para ejercer el poder, solamente les deja sin poder. Para
tener
Este
premio de consolación no viene de manera gratuita. Para obtenerlo,
tienen que aplastar todo lo bonito que tienen en sí mismos, todo lo que
les hace capaces de ser empáticos o creativos. Deben retorcer su propia
sexualidad. Tienen que memorizar mantras de privilegio -para aquellos
que se benefician de ventajas injustas, aunque sea ligeramente, siempre
están molestos por la sensación de que no se merecen lo que tienen.
Tienen que trabajar duro para no identificarse con otros, para no
reconocerse a sí mismos en aquellos que son diferentes para no llamar la
atención.
De
hecho, son sus propios líderes los que los victimizan -pensad en los
nazis que murieron cumpliendo órdenes de Hitler, y todo el dinero
entrando a espuertas en los bolsillos de Donald Trump a cargo de los
incautos que le dan apoyo. Sobre todo, se están victimizando a sí mismos
abandonando su voluntad a cambio de la adictiva experiencia de ser un
engranaje más en la maquinaria de la violencia.
Para
protegerse a sí mismos de reconocer este hecho, requieren amenazas
externas. Donde esas amenazas no existen, se deben crear. Este es el
significado del "Muslim Ban"**, por ejemplo: su objetivo es crear
extranjeros, para provocarles y que ejerzan una violencia recíproca. Los
matones que no ofrecen nada de valor a la humanidad solo pueden esperar
que alguna amenaza simétrica les pueda hacer parecer buenos por
comparación. Si el ISIS no existiera, sería necesario inventarlo; la
violencia islamófoba se lleva a cabo con la intención de conseguir esto
precisamente.
Así que, ¿qué hacemos? ¿Cómo luchamos contra la extensión del fascismo?
Y
más importante, sin embargo, lo primero que tenemos que hacer es
resolver los problemas que produce la mentalidad fascista. En respuesta a
la extensión de la pobreza, la indefensión y el aislamiento, tenemos
que mostrar que es posible trabajar juntos por encima de las
diferencias, tenemos que proponer soluciones colectivas a los problemas
de nuestro tiempo y oponer resistencia efectiva a aquellos que se
quieren robar nuestra libertad. De otra manera, sin alternativas
viables, la gente continuará gravitando hacia el fascismo.



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