Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- [Vídeo] El socialismo de Bakunin
- Barcelona, mayo de 1937
- Semana de lucha contra el cambio climático y toda nocividad [20-27 Septiembre]
- [Revista] Drogas electrónicas de auto-destrucción masiva
- [Madrid] Domingo 15 sep. Charla-presentación "Autobiografía de Manuel Martínez"
- No hay más remedio que intentar lo imposible: Entrevista a Raoul Vaneigem
- [Nueva Edición] "Bendita sea la llama… Una introducción anarconihilista a la resistencia en los campos de concentración nazis" - Serafinsky
Posted: 10 Sep 2019 05:28 AM PDT
Abundamos en el componente social del anarquismo y dedicamos este vídeo a un pensador fundamental: Bakunin; en los últimos años de su vida, su pensamiento madura a una concepción federalista y autogestionaria, principios incuestionables del anarquismo posterior, algo que dividirá inevitablemente el movimiento socialista entre autoritarios y antiautoritarios.
https://www.youtube.com/watch?v=a_O5XVhuduY
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Posted: 10 Sep 2019 05:16 AM PDT
GUILLAMÓN, Agustín: Barcelona, mayo de 1937. Libros de Anarres, Buenos Aires, 2019, 349 páginas.
Introducción
La edición argentina de este trabajo de Agustín Guillamón, actualiza, abrevia y mejora la edición de Ediciones Descontrol de Barcelona, en 2017, sobre este tema. No reproduce el amplio anexo documental de la edición barcelonesa, pero añade una introducción que sitúa al lector ante el fenómeno del origen y formación de los comités de defensa cenetistas y sus características fundamentales. Aporta, además, un detallado apéndice de notas biográficas y precisiones históricas que facilitan la lectura y comprensión del texto.
Las sangrientas jornadas de mayo de 1937, en Barcelona
Los decretos de la Generalidad del 4 de marzo de 1937 creaban un Cuerpo Único de Seguridad (formado por la Guardia de asalto y la Guardia civil) y disolvían (en un futuro inmediato) las Patrullas de Control. Tales decretos provocaron la dimisión de los consejeros cenetistas y una grave crisis de gobierno.
En la asamblea de la Federación Local de Grupos anarquistas del 12 de abril de 1937, radicalizada por la invitación realizada a las Juventudes Libertarias y a los delegados de los comités de defensa, se exigió la retirada de todos los cenetistas de cualquier cargo municipal o gubernamental y se creó un comité insurreccional. En esa radicalización habían tenido un papel destacado Julián Merino, Pablo Ruiz y Juan Santana Calero.
El 15 de abril, tras una larga y difícil negociación, Companys y Escorza pactaron personalmente una salida a la crisis y la formación de un nuevo gobierno (con la entrada como conseller del cenetista Aurelio Fernández).
El asesinato de Antonio Martín en Bellver de Cerdaña, el 27 de abril de 1937, supuso la ruptura del pacto tan laboriosamente alcanzado. Escorza puso en alarma a los comités de defensa al desvelar la información sobre un próximo golpe de fuerza del bloque contrarrevolucionario. Escorza hizo saltar la chispa, pero se mostró contrario a una insurrección que consideraba prematura y mal preparada, sin objetivos ni coordinación.
La provocación del 3 de mayo, cuando Eusebio Rodríguez Salas asaltó la Telefónica, movilizó a los comités de defensa, que en dos horas declararon la huelga revolucionaria, se apoderaron de todos los barrios obreros y levantaron barricadas en el centro de la ciudad y en lugares estratégicos. Los comités superiores cenetistas (especialmente Eroles y Asens) intentaron controlar a los comités de defensa, pero fueron desbordados y no consiguieron controlarlos.
La mañana del 4 de mayo Julián Merino convocó una reunión del Comité Regional, consiguiendo que se formase un Comité Revolucionario de la CNT (formado por Merino, Ruano y Manzana) y dos comisiones para coordinar y extender la insurrección. En esa misma reunión se nombró una delegación cenetista, encabezada por Santillán, para negociar en el Palacio de la Generalidad una salida pactada. La CNT jugaba con dos barajas: la insurreccional y la negociadora; Companys (presidente de la Generalidad) y Comorera (secretario del PSUC) sólo jugaban con la baraja de la provocación, con el certero objetivo de conseguir la aniquilación de los insurgentes, la debilitación de la CNT y un gobierno fuerte.
En la tarde del 4 de mayo, los trabajadores revolucionarios barceloneses, armados en las barricadas y dispuestos a todo, no fueron derrotados por el PSUC, ni por ERC, ni por las fuerzas de orden público del gobierno de la Generalidad. Fueron sometidos por los mensajes apaciguadores de la radio. El intento revolucionario de encontrar una coordinación y un objetivo preciso a la insurrección en curso, fracasó. Cuando toda Barcelona era ya una barricada, los obreros en armas fueron vencidos y humillados por las peroratas radiofónicas de los comités superiores cenetistas, y muy especialmente por el discurso del beso de Joan García Oliver.
El 5 de mayo, al mediodía, Sesé, cuando iba a tomar posesión de su cargo de consejero, fue tiroteado desde el Sindicato de Espectáculos de la CNT, al no atender el auto en que viajaba el alto del control de una barricada. Companys, en represalia, ordenó repetidamente a la aviación que bombardease los cuarteles y edificios en poder de la CNT. Los Amigos de Durruti lanzaron una octavilla que intentaba dar unos objetivos concretos a la insurrección: sustitución de la Generalidad por una Junta Revolucionaria, fusilamiento de los culpables de la provocación (Rodríguez Salas y Artemi Aguadé), socialización de la economía, confraternización con los militantes del POUM, etcétera. Los comités superiores desautorizaron inmediatamente esa octavilla, que tuvo la virtud de reavivar la lucha en las barricadas.
Los días 5 y 6 de mayo fueron los de mayor auge de la lucha callejera. Los conatos cenetistas de tregua, o abandono de las barricadas, siguiendo las consignas radiofónicas y de la prensa, fueron aprovechados por el bloque contrarrevolucionario para consolidar posiciones; hecho que a su vez provocó que los revolucionarios reanudaran los combates y se volviera a las barricadas.
El 7 de mayo era evidente que la insurrección había fracasado. Las tropas enviadas desde Valencia desfilaron por la Diagonal y ocuparon toda la ciudad. Empezaron a deshacerse las barricadas. Los comités superiores, en los días siguientes, intentaron ocultar todo lo sucedido, arreglar las actas en proceso de redacción y en definitiva evitar en lo posible la previsible represión estalinista y gubernamental contra la Organización y contra los protagonistas más destacados.
Si hubiese que resumir mayo del 37 en una frase, ésta debería explicar que los trabajadores revolucionarios, armados en las barricadas y decididos a todo, fueron abatidos por los llamamientos al alto el fuego emitidos por la radio: Barcelona fue una insurrección derrotada por la radio.
Conclusiones:
Por primera vez en la historia, se dio el caso de una insurrección iniciada y sostenida contra la voluntad de los líderes a que perteneció la inmensa mayoría de los insurrectos. Pero, aunque una insurrección puede improvisarse, una victoria no (Escorza); y aún menos cuando todas las organizaciones obreras antifascistas se mostraron hostiles al proletariado revolucionario: desde la UGT hasta los comités superiores de la CNT.
Los comités superiores llegaron a jugar con dos barajas, permitiendo la formación de un Comité Revolucionario de la CNT, al mismo tiempo que se formaba una delegación para negociar en el Palacio de la Generalidad. Pero muy pronto abandonaron la carta insurreccional por los ases del alto al fuego, que aseguraban su futuro de burócratas.
UGT y comités superiores de la CNT, ERC y gobierno de la Generalidad, estalinistas y nacionalistas, todos juntos, convirtieron la hermosa victoria militar de la insurrección, al alcance de la mano (Merino, Rebull), en una horrorosa derrota política. Todos juntos, pero de forma distinta, para desempeñar eficazmente cada uno su papel. Estalinistas y republicanos directamente en las barricadas de la contrarrevolución. Anarcosindicalistas y poumistas en la ambigüedad del quiero y no puedo, del soy, pero dejo de ser; los primeros recomendando el cese de la lucha y el abandono de las barricadas; los segundos mediante el “audaz” seguidismo de los primeros.
Sólo dos pequeñas organizaciones, los Amigos de Durruti y la SBLE, intentaron evitar la derrota y dar a la insurrección unos objetivos claros. El proletariado revolucionario barcelonés, esencialmente anarquista, luchó por la revolución, incluso contra sus organizaciones y contra sus líderes, en un combate que ya había perdido en julio de 1936, en el mismo momento en que dejó en pie el aparato estatal y trocó la lucha de clases por el colaboracionismo y la unidad antifascista.
Pero hay batallas perdidas que han de librarse en beneficio de las generaciones futuras, sin más objetivo que el de dejar constancia de quién es quién, advertir el lado de la barricada en que se encuentra, señalar dónde están las fronteras de clase y cuál es el camino a seguir y los errores a evitar.
Balance. Cuadernos de historia del movimiento obrero.
Barcelona, septiembre de 2019
Siglas:
CNT: Confederación Nacional del Trabajo
ERC: Esquerra Republicana de Catalunya
POUM: Partido Obrero de Unificación Marxista
PSUC: Partido Socialista Unificado de Cataluña
UGT: Unión General de Trabajadores
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Posted: 10 Sep 2019 05:01 AM PDT
CONVOCATORIA SEMANA DE LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO Y TODA NOCIVIDAD (20-27 SEPTIEMBRE]
Diversas instituciones, grupos ecologistas, organizaciones sindicales,
grupos estudiantiles, reunidos bajo el nombre de ´Frifays for future´ han convocado la llamada ´Semana por el clima´ del 20 al 27 de septiembre. Básicamente esta semana consiste en manifestaciones programadas, alienantes en las que pedir al Estado y otras instituciones (ONU, G7…) que pongan remedio o tomen medidas ante el desastre que están causando. En su discurso simplista, recuperador y dirigista en ningún momento critican la causa de la devastación en curso: el capitalismo tecno industrial y su organización técnica del mundo. Son aquellos que critican el cambio climático sin criticar a quienes lo producen: tienen un cadáver en la boca, aquellos que defienden el mito del progreso, del desarrollo sostenible y de una vida ´cómoda´ a cambio de la esclavitud y de mercantilizar todo aspecto de nuestra vida, una vida vendida a la dominación tecnológica. Son aquellos que han comprado en el supermercado de la rebelión el nuevo producto de moda: el cambio climático Fridays for future? Hoy más que nunca el futuro no existe, vivimos en un eterno presente y cualquier vestigio del pasado ha sido borrado. Las prótesis tecnológicas que nos rodean y colonizan nos hacen vivir en un sonambulismo continuo, donde la catástrofe no está por venir como se empeñan en advertirnos con su venda en los ojos, la catástrofe es aquí y ahora, la catástrofe es el capitalismo tecno industrial, la catástrofe es esta vida alienante dirigida por los algoritmos de nuestros ´asistentes virtuales´, la catástrofe es un mundo ya devastado por la industria.
El cambio climático, más bien deberíamos hablar de modificación
climática, es una más de las miles de consecuencias nocivas de la revolución industrial (la única revolución que iniciada hace dos siglos ha llegado a todos los puntos del planeta y colonizado y mercantilizado todo lo vivo) el cambio climático es indisociable del sistema tecno industrial: deforestación, acidificación de los océanos, desertización, extinción de miles de especies animales y vegetales, miles de productos químico-toxicos que condenan nuestra existencia, contaminación de tierra, aire y agua son sólo algunas de todas las nocividades, de todas las consecuencias de este sistema. Creemos entonces que hablar sólo de cambio climatico sin criticar el sistema tecno industrial es caer en un reduccionismo es no ir a la raíz del problema.
El cambio climático y todas las nocividades son las consecuencias del
proyecto de la tecnocracia que gestiona y administra nuestras vidas. Un proyecto que consiste en colonizar, dominar y mercantilizar todo lo vivo. Una vez colonizada y dominada la naturaleza el objetivo son los seres humanos, un proyecto basado en la convergencia de las tecnologías conocidas como NBIC (nanotecnologias, biotecnologias, tecnologias de la información, ciencias cognitivas) a las que podriamos añadir robotica e inteligencia artificial, su codicia y avaricia no tiene fin. Si se mercantiliza todo hasta nuestras actividades más cotidianas los beneficios no parán de aumentar. Convertir el mundo y todo lo que habita en ello en una máquina programada donde nada escapa a su control: mundo maquina, humano-maquina. Lo que nos lleva a una visión mecánica del mundo de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea.
El sistema tecno industrial necesita de grandes cantidades de energía
para poder funcionar, cientos de programas de investigación con inversiones multimillonarias están dedicados a encontrar nuevas fuentes de energía. Esta necesidad de energía para que el mundo funcione tiene como consecuencia la devastación del territorio y la aniquilación de millones de animales humanos y no humanos. La energia industrial mueve el mundo es necesaria para la producción y distribución de todos esos objetos innecesarios que encontramos a nuestro alrededor, es la economía y es la guerra. El sistema ha comprendido y ha visto como un gran negocio que sólo las energías ´renovables´y ´limpias´permitirán su expansión y supervivencia, el nuevo proyecto de la tecnocracia es ´renovable´y ´sostenible´es ecológico. Este nuevo proyecto se extiende igualmente por todo el territorio desde los desiertos industriales de paneles solares y campos eólicos ( causantes también del cambio climático, devastación del territorio, canceres etcc)…) hasta las eco-ciudades (no-lugares donde todo esta controlado, optimizado y automatizado eso si de verde e igualmente productoras de cientos de nocividades y de una vida alienante). Así defender la energía verde es defender el proyecto que nos dirige a gran velocidad, a ritmo del progreso, hacia el abismo, es defender el proyecto de quienes están creando un mundo totalitario, es defender el proyecto de aquellos que gestionan y administran nuestras robotizadas vidas.
Por ello hacemos un llamamiento a una semana de lucha contra el cambio
climático y toda nocividad del 20 al 27 de Septiembre. Desde una perspectiva anarquista, que desborde los limites impuestos por la socialdemocracia. Una semana más en la que mediante la accion directa en cualquiera de sus formas los diferentes individuos y grupos se enfrenten al sistema tecno industrial. La semana del 20 al 27 de setiembre es sólo una meta para el ecologismo liberal y estatista, pero para aquellos que aspiramos a la eliminación del estado, del capitalismo, el patriarcado y el sistema tecnoindustrial es una oportunidad para desbordar los estrechos márgenes de la domesticación e iniciar una vía autónoma, anticapitalista y anarquista contra la nocividad tecnoindustrial.
Ni el Estado, Ni la tecno ciencia nos salvarán.
La lucha es el unico camino. AMENAZADOS POR UNA CRISIS CLIMATICA PROVOCADA POR EL CAPITALISMO.
Una vez el alud de datos y estudios hace irrebatible la realidad del
cambio climático y que el entramado corporativo-capitalista se vea forzado a aceptarlo, ahora toca sacar provecho y convertir en una mercancía banal la acción en contra, en mercancía comercial y política para continuar extendiendo la dominación.
El desastre climático y sus impactos sobre la salud, la economía y los
ecosistemas se ha convertido en instrumentos para profundizar y extender a todos los niveles de la vida (no solo la vida humana) del planeta. La angustia y la culpa se extienden y sirven a los intereses del sistema.
El sistema tecnoindustrial capitalista ha convertido la tierra en un
infierno para millones de personas oprimidas, para miles de especies no humanas, animales y vegetales, y para los ecosistemas.
El resultado de la dominación climática y su mercantilización suponen el
empobrecimiento y la alienación de la mayoría del mundo vivo, la destrucción de la biodiversidad y de miles de vidas humanas.
Toda esta mercantilización gira alrededor de una responsabilidad
“compartida por todos, compartida como consumidores, y compartida por permitir que los políticos del estado, de la comunidad y del municipio lleven a cabo políticas devastadoras y efectúen simulacros, como las declaraciones de emergencia climática. Nunca se identifican los verdaderos responsables reales: los sistemas capitalistas, el estatal y tecnoindustrial que son los causantes finales del cambio climático. CUALES SON LAS FUENTES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO? Y QUIENES SON LOS EMISORES?.
No se suele destacar que el 79% de los gases de efecto invernadero
provienen directamente del sistema tecnoindustrial (la generación de energía, el transporte, la industria y la agricultura industrial) y sólo el 11,5% de los sectorrs residencial y comercial (IPPC 2015), otros estudios atribuyen a la ganadería el 14,5 (FAO 2013), la producción y distribución de alimentos seria del 25%, como podemos ver los valores de emisiones varían mucho según la fuente. Queda claro, sin embargo, que el sistema tecnoindustrial genera por encima del 80% de las emisiones.
Los medios de comunicación desvían la atención, escoden las
responsabilidades del sistema y desvían las culpas sobre la población en general, los que emiten este pequeño 6%, los pobres que viven en pisos mal aislados, los trabajadores que se desplazan a polígonos lejanos sin transporte público, los desfavorecidos que consumen alimentos industriales superprocesados y que no compran en la eco-tienda, por barreras económicas, culturales y sociales.
Hay otras muchas estrategias tramposas para culpabilizar a la gente, y
para convertir esta culpa en mercancía, por ejemplo en el uso de plásticos, la mayor parte del plástico (el propileno y el polietileno,) proceden del petróleo, el 90% del plástico producido va directamente a usos industriales. Poco más del 10% se convierte en productos de consumo general, pero nos cuentan que la culpa de todo es de las pajitas de plástico y de las compresas, no nos hablan de las piezas de máquinas y aparatos, de los recubrimientos o de los embalajes industriales… o de tantos usos necesarios para perpetuar el sistema.
El cambio global tendrá efectos directos y graves, cada vez más
extendidos, y los más desfavorecidos serán los que padecerán las consecuencias, los pobres, los habitantes de los países colonizados, las mujeres, las niñas, los niños…
Ante esto los bomberos profesionales de los conflictos, los
recuperadores de revueltas, los domesticadores de salvajismos se están anticipando a las posibles reacciones que se producirán cuando sintamos los efectos de esta crisis provocada.
EL ACAPARAMIENTO CAPITALSITA DE LOS RECURSOS AGRABA LOS EFECTOS DEL
CAMBIO CLIMÁTICO.
Ante la crisis, el capitalismo y los estados “desarrollados” para evitar
sus efectos y especular con estos mismos efectos, están acumulando recursos. Tierras agrícolas en todo el mundo, minerales raros o imprescindibles para la industria… y, sobretodo, agua, que es una substancia imprescindible para la vida y para el funcionamiento de los ecosistemas.
Previendo la escasez del recurso , alrededor del agua se ha generado un
movimiento especulativo muy intenso, los buitres de los fondos de inversión ya han puesto la mirada sobre ella a través de Fondos Cotizados de Inversión, los 13 fondos más importantes en el campo del agua acumulan 8.384 millones de euros, sólo en patrimonio y garantizan rentabilidades extraordinarias y continuadas. Según los desaprensivos de “Standard and Poor’s” el mercado del agua tendrá en el 2020 un valor de un billón (europeo) de euros.
Todo esto mientras el agua no es un recurso accesible (con la calidad
necesaria) para todas las personas, todo esto pasa cuando centenares de millones de personas no disponen de un suministro de agua en condiciones y 2.000 millones se abastecen de agua con contaminación fecal.
EL CAPITALISMO HA PROVOCADO LA CRISIS CLIMÁTICA Y, AHORA NOS QUIERE
HACER PAGAR LAS SOLUCIONES!!… Y SEGUIR ACUMULANDO BENEFICIOS.
Es inverosímil pensar que decenios de explotación, de deforestación, de
destrucción de ecosistemas, de envenenamiento de los suelos, del aire y del agua, de vertido de residuos, de emisión de gases de efecto invernadero y de extractivismo galopante, no tendrían ningún efecto. Efectos que pagaran los de siempre.
Pero también es inverosímil pensar que la codicia, la avaricia, la
prepotencia, la soberbia, la falta de escrúpulos y el afán de dominación del capitalismo y del sistema tecnoindustrial cederán ante las necesidades de las personas, de los ecosistemas y de la tierra. Solo una revuelta, una insurrección generalizada que les destruya podrá detener y poner solución a la devastación de la tierra y poner fin a la crisis climática.
Dentro de su lógica de dominación y de división territorial (estatal)
del mundo hay una jerarquía que viene de antiguo que hunde sus raíces en la colonización y que se expresa como imperialismo y neocolonialismo (UE, EUA, Rusia, China…), donde los sometidos (menos las elites económicas y/o culturales de los países dominados) ocupan una posición subalterna y más vulnerable frente al cambio climático, al margen de la posición en la jerarquía mundial del país donde viven.
MIENTRAS HAYA CAPITALISMO LA DEVASTACIÓN SEGUIRÁ!!
De hecho capitalismo es sinónimo de cambio climático, desde sus orígenes
hasta ahora mismo. Con la nocividad sobre los trabajadores industriales, con el hollín, el humo y tóxicos diversos sobre los barrios obreros, desde la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX, hasta el Bangladesh o la China del siglo XXI, nocividad extendida sobre todo el planeta y a la que hay que añadir los tóxicos de la agricultura industrial y los efectos del cambio climático generado.
El cambio global afecta sobretodo a los pobres que son los más afectados
por los fenómenos meteorológicos extremos (tifones, huracanes, inundaciones, sequias…), la subida del nivel del mar y el aumento de enfermedades ligadas a la temperatura.
Mientras los ricachones, no solo escapan a sus efectos (disponen de la
tecnología y el control sobre el territorio), sino que además sacan provecho: nuevas inversiones millonarias en energías renovables, obras públicas milmillonarias de prevención de los riesgos (protección de costas, obras hidráulicas, nuevas redes de comunicaciones…).
El control de los desplazamientos de población causados por el cambio,
control de fronteras, también da grandes beneficios a las industrias del complejo militar/policial.
En resumen una vez más un “negocio del siglo”, del siglo XXI, y con lo
que quede, del siglo XXII.
Seguramente los dominadores de la tierra tienen algún as guardado en la
manga frente a crisis futuras, una especie de habitación del pánico, que en términos generales supondrá seguramente militarización, control social i, “naturalmente”, más opresión y más dominación.
Se suele considerar que un 1% de la población mundial derrochan más del
50% de los recursos, en otras valoraciones se dice que un 5% consume el 90% de la energía… Son evaluaciones muy discutibles, pero todas van en el mismo sentido, una minoría insignificante se apodera de la mayor parte del pastel. Es fácil imaginar que si el consumo de materia, energía, alimentos… de este 5% se igualase al del resto del mundo se podría revertir el cambio climático, pero es impensable que este 5% renuncie voluntariamente a sus privilegios. Así que tomando la metáfora del navío hundiéndose, este 5% es el porcentaje que será necesario tirar por la borda si no se conforma.
Indudablemente oponerse a la dominación económica y cultural, oponerse a
la devastación y a la destrucción de la tierra, oponerse al tecnocapitalismo y a los estados tendrá un coste, un coste para las personas y los ecosistemas, pero como se decía durante la revolución social de 1936 “no nos importa heredar un mundo en ruinas, porque llevamos un mundo nuevo dentro de nuestros corazones”.
La semana del 20 al 27 de setiembre es sólo una meta para el ecologismo
liberal y estatista, pero para aquellos que aspiramos a la eliminación del estado, del capitalismo, el patriarcado y el sistema tecnoindustrial es una oportunidad para desbordar los estrechos márgenes de la domesticación e iniciar una vía autónoma, anticapitalista y anarquista contra la nocividad tecnoindustrial. Read more ... |
Posted: 10 Sep 2019 04:55 AM PDT
Con la finalidad de buscar soluciones reales y no artificiales ante la invisible y sutil arremetida de los aparatos electrónicos y su enorme desequilibrio ambiental, emocional, físico y relacional que ha provocado el uso de ellos; Es que se decide hacer una pequeña recopilación de diversos textos hallados en la web, libros, revistas y de algunos testimonios cercanos y lejanos. Ninguna especie es más importante que las demás- lo que afecta a una, afecta a todas. Entendiendo que no solo la especie animal humana es la única que habita este planeta ni tampoco es su dueña ni de las demás especies animales y plantas – contraria a ese pensamiento antropocentrista producto de enseñanzas impuestas desde épocas remotas que en algunos estudios (crecientes hoy en día) datan desde hace aprox. 10 mil años con la aparición de la agricultura cuando la especie animal humana empezó a dominar la tierra con el cultivo y las demás especies animales usadas en esta actividad así como la expansión de la producción y consumo en masa de estas especies impropias a su alimentación fisiológica. Entendiendo esto es que se hace un llamado a que dentro de las soluciones que se desean hallar no siga perjudicando al planeta y a las demás especies que la habitan, entendiendo también que nuestra especie está dentro de ese equilibrio que ha mantenido la vida en el planeta tal como ahora podemos disfrutar luego de cambios bruscos de millones de años para su formación que dentro del todo parece haber encontrado su equilibrio. Las soluciones como se mencionan en los textos, la mayoría perpetúan el consumismo, con soluciones a corto plazo y solo enfocadas a favor de nuestra especie, lo cual además de ser una solución egoísta que perjudica a quienes intervienen en su entorno, es además una ilusión que tarde o temprano nos va a llevar a un colapso ambiental tal como ha ocurrido a civilizaciones anteriores con el uso desequilibrado de los elementos de la tierra y de las demás especies en flora y fauna a quienes llaman recursos minerales, recursos animales y recursos vegetales. Algunos estudios en zoología y botánica muestran que hay ecosistemas que pueden recuperarse de la extinción de algunas especies, pero hay otros que no, y eso equivale a una cadena de reacciones negativas para el equilibrio del planeta y su biodiversidad. Dentro de esta preocupación ambiental y su entorno, está también por la de nuestra propia especie, quienes en su afán de Poder y dinero han tendido a mostrar actitudes negativas propias del ejercicio de la autoridad hacia su misma especie. Como mecanismos para sus dominios ha usado la fuerza, el miedo, la necesidad y la comodidad. Todo eso se desarrolla fácilmente a través del control, y en el caso de las tecnologías de información y comunicaciones, es gracias a nuestros datos.
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Revista Drogas Electrónicas
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Posted: 09 Sep 2019 10:26 AM PDT
DOMINGO 15 septiembre.12h. Charla-presentación "Autobiografía de Manuel Martínez" de Eduardo Romero.
«Manuel Martínez es un personaje excepcional con una vida trepidante en la que el “rebelde primitivo” y el militante anarquista se suceden como el gusano y la mariposa en una crisálida».—Santiago Alba Rico
La vida de Manuel Martínez (Madrid, 1951) puede leerse como la historia subterránea de toda una generación de inadaptados sociales; jóvenes de barrio que se enfrentaron a una maquinaria represiva que no se detuvo con la muerte del dictador. Su peripecia vital puede leerse como una contrahistoria de la España —de esa España salvaje— de la segunda mitad del siglo xx, que pasó del tardofranquismo a una democracia de consumidores.
Manuel entrará en el talego como un chorizo, como un quinqui de barrio, como uno más de los miles que sufrieron la aplicación de la Ley de Vagos y Maleantes —más tarde de Peligrosidad Social—, y saldrá de prisión convertido en un expropiador.
Ni es este otro libro carcelario ni la historia de Manuel Martínez es la historia de un héroe (en ocasiones es más bien la de un antihéroe). Es la narración de la vida en las barriadas madrileñas antes y durante el desarrollismo franquista, de la reclusión de Manuel durante década y media en todo tipo de instituciones de encierro y de su participación en la Coordinadora de Presos en Lucha (copel).
Este testimonio es, además, la historia de las madres que no podían atender a sus hijos porque trabajaban de internas, de esas mujeres que se convertirían en «madres de presos» y que se organizarían antes que ellos para luchar por sus derechos. Es la historia de la migración interna y de la urbanización vertiginosa, de los barrios de chabolas y de los bloques de viviendas, de los hippies y de los yonquis, de la vida «deprisa, deprisa». La historia, también, del exilio, pues Manuel Martínez tendrá que marchar a América Latina, donde, sobre todo en Brasil, vivirá algunos de los momentos más felices de su vida en una pequeña comunidad de fugados de España y Portugal.
Pepitas de calabaza ed., Colección Vidas, 18. Logroño 2019
128 págs. Rústica 21x15 cm ISBN 9788417386283 en LaMalatesta - librería/editorial libertaria calle Jesús y María , 24. Madrid Read more ... |
Posted: 06 Sep 2019 03:34 AM PDT
Hay que considerar a Raoul Vaneigem en sus dos facetas, la de pensador y la de revolucionario. Fue miembro fundamental de la Internacional Situacionista, pero su actividad no se detuvo con su dimisión, al no dar esta más de sí, sino que se ha prolongado hasta el día de hoy, tal como prueba su presencia en los medios contestatarios de diversos lugares, de Portugal a Grecia o Chiapas, sus numerosos artículos de combate, sus entrevistas, sus folletos... Desde los tiempos de “Banalidades de Base” y del “Tratado del Saber Vivir”, que proporcionaron los mejores argumentos a la generación que eclosionó en el 68, hasta su reciente “Llamamiento a la vida contra la tiranía del Estado y la mercancía”, su pensamiento ha evolucionado a lo largo de más de una veintena de libros, siendo el autor que mejor ha conectado la visión subversiva de la realidad presente con la radicalidad crítica formulada en los años sesenta del pasado siglo. La lectura de esta reciente interviu, aparecida truncada en un medio oficial, me ha incitado a traducirla en su integridad y a difundirla “para uso de las nuevas generaciones” en otros medios más apropiados.
Miguel Amorós, 3 de septiembre de 2019.
NO TENEMOS OTRA ALTERNATIVA QUE INTENTAR LO IMPOSIBLE
Entrevista a Raoul Vaneigem realizada por Nicolas Truong y publicada en el diario “Le Monde”, 31 de agosto de 2019
¿Cuál es la naturaleza de la mutación -o del derrumbe- en marcha? ¿En qué sentido el fin del mundo no es el fin del mundo, sino el comienzo de uno nuevo? ¿Y cuál es la civilización que veis asomarse tímidamente sobre los escombros de la anterior?
Aunque fracasase en implementar el proyecto de la autogestión de la vida cotidiana, el Movimiento de las Ocupaciones, que fue la tendencia más radical de Mayo del 68, ha podido sin embargo jactarse de un logro de importancia considerable. Suscitó una toma de conciencia que marcaría un punto de no-retorno en la historia de la humanidad. La denuncia masiva del welfare state -del estado del bienestar consumista, de la felicidad pagada a plazos- dio un golpe mortal a virtudes y conductas impuestas desde hacía milenios y que pasaban por inquebrantables verdades: el poder jerárquico, el respecto de la autoridad, el patriarcado, el miedo a y el desprecio de la mujer y de la naturaleza, la veneración de los ejércitos, la obediencia religiosa e ideológica, la competencia, la depredación, la competición, el sacrificio, la necesidad de trabajar.
Entonces se abrió camino la idea de que la verdadera vida no podía confundirse con la supervivencia que reduce al hombre y la mujer a la condición de bestia de carga y de ave de presa. Ha llegado a creerse que esa radicalidad había desaparecido, barrida por rivalidades internas, por luchas de poder, o debido al sectarismo contestatario; la vimos sofocada por el gobierno y el Partido Comunista, la última victoria de éste. En verdad fue devorada por la formidable oleada de un consumismo triunfante, el mismo que en la actualidad la depauperación creciente contrae lentamente pero sin descanso.
Y aún así, a pesar de la recuperación y de la amplia ocultación de tal movimiento de emancipación ¿qué es lo que estaba a punto de pasar?
Era como si se olvidara que la incitación desbocada a consumir conllevaba la desacralización de los valores antiguos. La liberación ficticia, pregonada por el hedonismo de supermercado, propagaba una abundancia y una diversidad de opciones que solo tenían un inconveniente, el de tener que pagar a la salida. De ahí nació un modelo de democracia en el que las ideologías se difuminaban en provecho de los candidatos, cuya campaña promocional se efectuaba con las técnicas publicitarias más probadas. El clientelismo y la atracción mórbida del poder acabaron de arruinar un pensamiento cuyo alarmante deterioro ningún gobierno teme exhibir.
Cinco decenios han conseguido que se olvide que, bajo la conciencia proletaria, laminada por el consumismo, se manifestaba la conciencia humana a la que un largo letargo no impidió un resurgimiento repentino. La civilización de mercado no es más que el traqueteo de una máquina que tritura el mundo para exprimirle beneficios bursátiles. Mientras todo acaba por bloquearse por arriba, por abajo se materializa en el cuerpo social un sentido de lo humano, una prioridad del ser. En consecuencia, el ser ya no halla su lugar en la burbuja del tener, en los engranajes de la mundialización especuladora. Dado que a partir de ese momento la vida del ser humano y el desarrollo de su conciencia van a ser prioritarios en la insurrección en marcha, me siento con autoridad para evocar el nacimiento de una civilización donde, por vez primera, la facultad creadora inherente a nuestra especie estará libre de la tutela opresiva de los dioses y los amos.
Desde 1967, Vd. no para de describir la agonía de la civilización de mercado. No obstante, esta perdura y se desarrolla más cada día que pasa en la era del capitalismo financiero y digital. ¿No es vd. prisionero de una visión progresista (o teleológica) de la historia compartida con el neoliberalismo por más que lo combata?
No me importan las etiquetas, las categorías o cualquier otra cosa que salga de los almacenes del espectáculo. Un sistema que se atasca tiene el inconveniente de que su disfuncionamiento puede durar mucho tiempo. Numerosos economistas no paran de gritar como descosidos anunciando un crac financiero ineluctable. Catastrofismo o no, la implosión de la burbuja monetaria está a la orden del día.
El venturoso efecto de un capitalismo que continúa hinchándose hasta reventar, es que a semejanza de un gobierno que en nombre de Francia reprime, condena, mutila, deja tuerto y empobrece al pueblo francés, incita a los de abajo a defender su existencia diaria por encima de todo. Estimula la solidaridad local, anima a responder mediante la desobediencia civil y la auto-organización a los que se resarcen de la miseria, invita a tomar en mano la res publica, la cosa pública que cada día arruinan más y más los fraudes de los poderes financieros. Dejemos que los intelectuales debatan los conceptos de moda en las tristes canchas del egotismo, están en su derecho.
Lo que más atrae mi interés es la creatividad que, en los pueblos, barrios, ciudades y regiones, empieza a reinventar la enseñanza echada a perder por el cierre de escuelas y la educación concentracionaria; a restaurar el transporte público; a descubrir nuevas fuentes de energía gratuita; a propagar la permacultura al renaturalizar las tierras envenenadas por la industria agroalimentaria; a promover la horticultura y la alimentación sana; a festejar el apoyo mutuo y la alegría solidaria. La democracia está en las calles, no en las urnas.
Hablar de “totalitarismo democrático” o de “codicia concentracionaria” con respecto a nuestro mundo ¿es la manera apropiada de describir la realidad o bien no es más que demagogia revolucionaria?
Denunciar a los opresores y manipuladores no me parece ahora necesario, ya que la mentira se ha vuelto más que evidente. Cualquier recién venido dispone de lo que podríamos llamar “la escala de Trump” con la que medir el nivel de deficiencia mental de los falsificadores sin necesidad de recurrir al juicio moral. Pero lo importante no es eso. Hicieron falta muchos años de embrutecimiento para que un Goebbels tuviera en cuenta que “cuanto más grande es la mentira, mejor funciona”. Quien hoy contemple el estado del sector hospitalario o recuerde las promesas de mejoras ministeriales comprenderá fácilmente que tratar al pueblo como a un atajo de imbéciles no hace sino subrayar los estragos sicopatológicos que sufre la gente del poder.
A mí no me queda otra que apostar por la vida. Me inclino a pensar que bajo el rol de policía, juez, procurador, periodista, político, manipulador, tribuno o experto en subversión, existe un ser humano que soporta cada vez peor la ausencia de autenticidad vivida a la que le ha condenado la alienación de la mentira lucrativa. Soy ajeno a la idea de situarme más a la izquierda que el izquierdista más conspicuo. Es como la idea de plusvalía. No soy jefe, ni gestor de un grupo, ni gurú, ni mentor. Siembro mis ideas sin preocuparme por la fertilidad del suelo en el que caerán. En el caso presente, tengo motivos para congratularme por la aparición de un movimiento que no es populista -tal como lo desearían los instigadores de un caos propicio a los chanchullos-, sino que se trata de un movimiento popular, que proclama desde el principio el rechazo de los jefes y representantes autoproclamados. Eso me quita preocupaciones y me reafirma en la convicción de que mi felicidad personal es inseparable de la felicidad de todos y todas.
El movimiento de los “chalecos amarillos” ¿es reaccionario o revolucionario?
El movimiento de los “chalecos amarillos” solo es el epifenómeno de una conmoción social que corrobora la ruina de la civilización de mercado, y no ha hecho más que empezar. Todavía sufre la mirada embobada de los intelectuales, esos deshechos de una cultura anquilosada, quienes tanto tiempo hace que se toman por conductores del pueblo que no se percatan de que, de la noche a la mañana, han sido puestos de patitas en la calle. Pues sí, ese pueblo ha decidido no tener más guía que sí mismo. Tanteará, balbuceará, errará, caerá y se levantará, pero es poseedor de esa luz del pasado, esa aspiración a una vida verdadera y a un mundo mejor que los movimientos de emancipación, antaño reprimidos, machacados o aplastados, en sus impulsos rotos han confiado a nuestro presente a fin de que se retomen en origen y se culminen.
¿Por qué se ha instaurado un estéril enfrentamiento entre el “izquierdismo paramilitar” y las “hordas policiales”, particularmente desde las manifestaciones contra la ley del trabajo? ¿Cómo salir de él?
Los tecnócratas se obstinan como animales caídos en la trampa de su impotencia arrogante con un cinismo que no sirve más que para atormentar al pueblo, hasta el punto de que resulte asombrosa la moderación mostrada por la cólera popular. El black bloc es la expresión de una cólera alimentada conscientemente por la policía. Se trata de una cólera ciega, fácil de apagar por los mecanismos de la ganancia mundiales. Romper símbolos no es lo mismo que romper el sistema. Es peor que una estupidez, es un desahogo precipitado, poco satisfactorio, frustrante, es el desvío de una energía que estaría mejor empleada en la indispensable construcción de comunas autogestionadas. No me solidarizo con ningún movimiento paramilitar y deseo que el movimiento de los “chalecos amarillos” en particular, y el de la subversión popular en general, no se deje arrastrar por una cólera ciega por la que se deslizaría la generosidad de lo vivo y la conciencia humana. Yo estoy por la expansión del derecho a la felicidad, por un “pacifismo insurreccional” que convierta la vida en un arma absoluta, un arma que no mate.
Vuestra concepción de la insurrección es a la vez radical (negativa a dialogar con el Estado, justificación del sabotaje, etc.) y comedida (rechazo de la lucha armada, de la cólera reducida al estropicio, etc.) ¿Cuál es vuestra ética de la insurrección?
Tras la llamarada de Mayo del 68 no he visto más insurrecciones que la aparición del movimiento zapatista de Chiapas, la emergencia de una sociedad comunalista en Rojava y, en un contexto muy diferente, el nacimiento y multiplicación de las ZAD, las zonas a defender donde la resistencia de una región a la implantación de nocividades ha dado lugar a una solidaridad basada en el vivir juntos. No sé qué significa una ética de la insurrección. Simplemente nos encontramos ante experiencias llenas de alegría y furor, de avances y retrocesos. Entre todos los interrogantes que se plantean, dos me parecen indispensables. ¿Cómo impedir la avalancha de valentones estatistas devastando los lugares para vivir en los que la gratuidad se aviene muy mal con la lógica del beneficio? ¿Cómo evitar que una sociedad que proclama la autonomía individual y colectiva, permita que en su seno se constituya la vieja oposición entre la gente de poder y una base que confía demasiado poco en su potencialidad creadora?
Decís que ni patriarcado, ni matriarcado. ¿Por qué hay que ir más allá del machismo y del feminismo? ¿Y que es lo que entendéis por “preeminencia acrática de la mujer”?
La trampa del dualismo impide la superación de la contradicción. No luché contra el patriarcado para que le sucediese un matriarcado, que es lo mismo pero al revés. Hay algo masculino en la mujer y algo femenino en el hombre, lo que muestra una gama lo bastante amplia para que la libertad del deseo amoroso se module a gusto. Lo que me apasiona en el hombre y en la mujer es el ser humano. Nunca admitiré que la emancipación de la mujer consista en acceder a aquello que volvió despreciable al macho: el poder, la autoridad, la crueldad guerrera y depredadora. Una mujer ministro, jefe de Estado, policía, gente de negocios, vale tanto como el macho que un día la consideró menos que nada.
Por contra, ahora toca percatarse de que existe una relación entre la opresión de la mujer y la opresión de la naturaleza. Ambas surgen durante el paso de las civilizaciones preagrarias a la civilización agromercantil de las ciudades-Estado. Me ha parecido que la sociedad que se esboza hoy, en razón de una nueva alianza con la naturaleza, tendría que marcar el final de la antiphysis (de la antinaturaleza) y, a partir de ahí, reconocer en la mujer el predominio “acrático”, es decir, sin poder, que reinaba antes de la instauración del patriarcado. He tomado el calificativo a la corriente libertaria española de los ácratas.
[en la entrevista la siguiente pregunta ha sido suprimida en su integridad junto con la respuesta correspondiente sin advertir al entrevistado]
¿Por qué consideráis que el intelectual es “un poeta que reniega de sí mismo” y juzgáis vanas las controversias intelectuales (del post estructuralismo al feminismo, del supervivencialismo o preparacionismo al animalismo)?
La poesía es la vida. El intelectual se envanece por el desempeño de una función igual de alienante que la función manual, ambas salidas del trabajo y de la división del mismo. Se halla enfrentado con el cuerpo, cuyas pulsiones trata de domeñar en vez de afinarlas. Es un tipo cuyas ideas, por interesantes que puedan ser, están separadas de la vida, y cortadas de esa clase de inteligencia sensible que emana de nuestras pulsiones vitales. Las ideas “trabajadas minuciosamente por la mente” nutren una inteligencia abstracta que nunca se desprende del poder que intenta ejercer sobre el propio cuerpo y sobre el cuerpo social.
Vd. escribe: “la comuna revoca el comunitarismo”. ¿Qué es lo que os autoriza a pensar que cuando llegue la era de la autogestión de la vida, los problemas sociales (correlaciones de dominación de toda clase, misoginia, identitarismo, etc.) se resolverán? ¿De qué manera la emergencia de un nuevo estilo de vida nos protegería del egoísmo, del poder y de los prejuicios?
Nada se conserva para siempre, pero la conciencia humana es un poderoso motor de cambio. Durante una conversación con el “subcomandante insurgente” Moisés, en la base zapatista de La Realidad, en Chiapas, éste explicaba: “Los mayas siempre han sido misóginos. La mujer era para ellos un ser inferior. Para cambiar eso, hemos tenido que insistir en que las mujeres aceptaran un mandato en la “junta de buen gobierno” donde se debaten las decisiones de las asambleas. Hoy en día su presencia es muy importante, ellas lo saben y a ningún hombre se le ocurriría tratarlas con altivez”. Siempre se ha identificado al progreso con el progreso técnico que, desde los tiempos de Gilgamesh hasta nuestros días, ha dado pasos de gigante. En cambio, si nos atenemos a las diferencias entre la población de las primeras ciudades-Estado y los pueblos actuales sometidos a las leyes del beneficio privado, el progreso de la suerte reservada a todo lo humano es incontestablemente ínfimo. Quizás ya sea tiempo de explorar las inmensas potencialidades de la vida y de privilegiar por fin el progreso del ser, no el del tener.
Por qué el zapatismo es una de las tentativas más logradas de la autogestión de la vida cotidiana?
Tal como dicen los zapatistas, “nosotros no somos un modelo, somos una experiencia”. El movimiento zapatista nació de una colectividad campesina maya. No es exportable, pero se pueden sacar lecciones de la nueva sociedad de la cual trata de sentar las bases. La democracia directa postula la oferta de mandatarios que, apasionados en un dominio particular, quieren poner sus conocimientos al servicio de la colectividad. Son delegados, durante un tiempo limitado, en la “junta de buen gobierno”, donde rinden cuentas a las asambleas del resultado de sus gestiones. La puesta en común de las tierras resolvió los conflictos, a menudo sangrientos, que ponían a unos propietarios de parcelas contra otros. La prohibición de las drogas evitó la intrusión de narcotraficantes, cuyas atrocidades pesan abrumadoramente en gran parte de México. Las mujeres consiguieron que el alcohol fuera prohibido, pues éste amenazaba con reavivar las violencias machistas que otrora sufridas durante mucho tiempo. La Universidad de la Tierra de San Cristóbal imparte la enseñanza gratuita de una gran variedad de oficios. No se entregan diplomas. Las únicas condiciones exigidas son el deseo de aprender y las ganas de propagar el saber aprendido por todas partes. Estamos ante una simplicidad capaz de erradicar la complejidad burocrática y la retórica abstracta que hacen que nos olvidemos de nosotros mismos a lo largo de toda nuestra existencia. La conciencia humana es una experiencia en marcha.
[en la publicación, la siguiente pregunta, así como la respuesta, fueron suprimidas sin informar al entrevistado]
¿Es posible salir de la espiral de violencia?
Hay que preguntarle al gobierno y recordarle las palabras de Blanqui: “Sí señores, es la guerra entre los ricos y los pobres, los ricos lo han querido así y son en efecto los agresores. Con la particularidad de que estos consideran como nefasto el hecho de que los pobres opongan resistencia. Al referirse al pueblo dirán sin ambages: es un animal tan feroz que se defiende cuando lo atacan”. El proyecto de Blanqui, que propugnaba la lucha armada contra los explotadores, merece ser examinado bajo la luz de la evolución conjunta del capitalismo y el movimiento obrero, que luchaba para acabar con él.
La conciencia proletaria que aspiraba a fundar una sociedad sin clases fue una forma transitoria en la que se encarnó la conciencia humana, en una época donde el sector de la producción no había cedido la preeminencia a la colonización consumista. Esa conciencia humana es la que resurge hoy en la insurrección de la que los “chalecos amarillos” son la señal anunciadora. Asistimos a la emergencia de un “pacifismo insurreccional” que, armado solamente con una irreprimible voluntad de vivir, se opone a la violencia destructora del gobierno. El Estado no puede ni quiere escuchar las reivindicaciones de aquel al que se le priva gradualmente de todo lo que constituía el bien público, su res publica.
Obviamente, la dignidad humana y la obstinada determinación de los insurrectos son precisamente dos cosas que están ahorrando a los sinvergüenzas de la república una oleada de violencias que les alcanzaría de lleno hasta en los guetos de dinero sucio. El colmo de la estupidez se lo llevan quienes no encuentran nada mejor que hacer que lanzar dardos contra un movimiento que les está evitando una justa reacción adversa a sus violencias. Azuzan a sus perros guardianes mediáticos y multiplican las provocaciones exhibiendo ante la mirada de los más necesitados los signos exteriores y ridículos de la riqueza. El cuidado que ponen en recuperar, o incluso alentar con eficacia a los incendiarios de contenedores y a los devastadores de lunas de escaparate ¿no viene a demostrar que lo que están buscando no es una verdadera guerra civil sino su espectáculo, su puesta en escena? Como todo el mundo sabe, el caos es propicio a los negocios.
Los dirigentes no tienen más sostén que las ganancias, cuya inhumanidad les corroe. No poseen más inteligencia que la del dinero que cosechan. Son la barbarie cuya legitimidad usurpada no cejarán de anular los insurrectos.
Privilegiar al ser humano, organizarse sin jefes ni delegados autonombrados, asegurar la preeminencia del individuo consciente sobre el individualismo mugiente del rebaño populista, para la insurrección en marcha y para la población del globo son esas las mejores garantías del derrumbe del sistema opresor y de su violencia destructiva.
El clima se recalienta, la biodiversidad se erosiona y la Amazonia arde. La lucha contra la devastación de la naturaleza que moviliza a una parte de la población mundial y de la juventud ¿podría ser a lo mejor una de las palancas de la “insurrección pacifista” que propugnáis?
El incendio de la selva amazónica forma parte de un vasto programa de desertización que la rapacidad capitalista impone a los Estados del mundo entero. Parece cuando menos ridículo ofrecer condolencias a esos Estados que no dudan en devastar sus propios territorios nacionales en nombre de la prioridad acordada a las ganancias. Por todos lados los gobiernos talan los bosques, ahogan los océanos bajo el plástico, envenenan deliberadamente los alimentos... Gas de fracking, prospecciones petrolíferas y auríferas, soterramiento de residuos nucleares, solo son un detalle frente a la degradación climática que cada día acelera la producción de nocividad por empresas cercanas a nuestras casas, al alcance de la mano del pueblo víctima de ellas. Los gobernantes, por su parte, obedecen las leyes de Monsanto y acusan de ilegalidad a un alcalde que prohíbe los pesticidas en todo su municipio. Se le achaca el crimen de preservar la salud de sus vecinos. Ahí es donde se sitúa el combate, en la base de la sociedad, donde la voluntad de vivir mejor brota de la precariedad de la existencia.
En ese combate, el pacifismo está fuera de lugar. En este asunto quiero desprenderme de cualquier ambigüedad. El pacifismo corre el peligro de no ser más que una pacificación, un humanitarismo abogando por el retorno al nicho de los resignados. Por otra parte, no hay nada más pacífico que una insurrección, aunque nada resulte más odioso que las guerras conducidas por el izquierdismo paramilitar, ese donde los jefes se dan prisa en imponer su poder a un pueblo del que presumen ser sus liberadores. Pacifismo sacrificial e intervención armada son los dos polos de una contradicción que hay que superar. La conciencia humana progresará de manera apreciable cuando los partidarios del pacifismo ovino hayan comprendido que no hacen más que dar al Estado el derecho de golpear y mentir cada vez que se prestan al ritual de las elecciones para escoger, según las libertades de la democracia totalitaria, a unos representantes que solamente se representan a sí mismos, celebrando plebiscitos que convertirán los intereses públicos en intereses privados.
En lo relativo a los partidarios de la cólera vengadora, cabe esperar que, casados de los juegos de rol escenificados por los medios de comunicación, aprendan y se dediquen a llevar el fuego y la espada a los lugares donde los ataques golpeen de verdad al sistema: las ganancias, la rentabilidad, la cartera. Propagar la gratuidad es la aspiración más natural de la vida y de la conciencia humana, el mayor privilegio que esta nos ha dado. El apoyo mutuo y la solidaridad festiva de la que hace gala la insurrección de la vida cotidiana son el arma contra la que no podrá ninguna arma de matar. No destruir jamás a ningún hombre, destruir lo que le deshumaniza. Acabar con quien pretenda que paguemos el derecho imprescriptible a la felicidad. ¿Utopía? Como queráis. No tenemos más alternativa que o intentar lo imposible, o arrastrarnos como gusanos bajo las bota de hierro que nos aplasta.
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Posted: 05 Sep 2019 02:12 PM PDT
Desde la Distribuidora Anarquista Polaris nos gustaría compartir nuestra nueva edición, una traducción del texto "Blessed is the flame... An introduction to concentration camp resistance and anarcho-nihilism" que nosotras sepamos inédito hasta ahora en castellano, y en el que el autor, que firma con el pseudónimo Serafinsky, explora distintos episodios de resistencia activa dentro de los campos de concentración y exterminio de la Alemania nazi con un enfoque anarquista y nihilista que nos sirve para analizar también algunas de las inercias, esperanzas y falsas certezas que nos atan y mantienen en vilo en nuestras propias luchas contra este miserable presente.
Para leer online/descargar el librillo, click aquí.
Dejamos la introducción que hemos elaborado para nuestra edición del texto. Por favor, sentíos libres de difundir y reproducir donde estiméis oportuno, siempre que sea con fines no comerciales o de lucro.
Fuente: Distribuidora Anarquista Polaris
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Al leer, escuchar testimonios de supervivientes o ver documentales acerca del holocausto nazi, surgía con frecuencia una pregunta: ¿Cómo es posible que todo esto ocurriese sin que nadie opusiese resistencia? ¿Cómo consiguieron los verdugos tal nivel de sumisión a su escalofriante mecánica del genocidio? Profundizando supimos que, a decir verdad, sí hubo resistencia, valiente y abundante, si bien gran parte de su memoria se ha perdido, silenciada por los nazis y sus represalias. Entonces, surgía otra pregunta, aun más difícil de responder y digerir: ¿Cómo es posible que en lugares como Auschwitz o Treblinka, donde día a día eran asesinadas y torturadas cientos sino miles de personas y todo estaba cubierto por la desesperanza más atroz, alguien fuese capaz de reunir la fuerza para rebelarse?
El presente texto, que recogimos de Anarchist Library y tradujimos a castellano para luego editarlo en este libelo que tienes entre tus manos, pretende responder a estas preguntas, y creemos que analizar desde una perspectiva anarquista y nihilista los principales episodios de resistencia y sublevación contra los nazis nos permite también reinterpretar las condiciones de nuestras luchas en el presente y hacer autocrítica.
Comparar nuestra realidad con la de una prisionera de un campo de concentración nazi puede parecer una estupidez, incluso una falta de respeto a quienes vivieron aquel infierno. Ese, de todos modos, no es nuestro objetivo. En cualquier caso, sí encontramos un paralelismo fundamental e inquietante: Tanto las que esperaban temblorosas y resignadas su turno para ir a la cámara de gas como quienes día a día aguantamos esta miseria esperando un milagro (llámese ese milagro la “revolución”, el “progreso” o un advenimiento divino) nos aferramos a esperanzas vacías para evitar enfrentarnos a una realidad sobrecogedora y horrible.
Cuando en diciembre de 2008 un agente de policía llamado Epaminondas Korkoneas asesinó en Atenas al joven anarquista Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, desencadenó una de las mayores revueltas sociales de nuestra época. En el contexto de aquella insurrección, uno de los muchos textos distribuidos terminaba con unas palabras que pensamos que merece la pena rescatar para la ocasión: “No tenemos ilusiones. No tenemos ninguna esperanza. Por eso somos peligrosos (…) Historia, allá vamos”.
Tal vez no fueron las esperanzas tenues las que empoderaron a esas condenadas de Birkenau, de Treblinka, de Sobibor, para alzarse contra sus captores, sino precisamente la falta de su consuelo. Tal vez no fue un programa estructurado de objetivos a largo plazo lo que les dio la seguridad para lanzarse al cuello de su enemigo a pesar de la asimetría absoluta en cuanto a medios y capacidad, sino un contexto de tal adversidad que toda proyectualidad resultaba en vano al no saber siquiera si llegarían vivas al día siguiente. Tal vez no sean certezas, ni una garantía de victoria, lo que necesitamos para abandonar esta falsa seguridad y atacar a un mundo que nos esclaviza, y que apaga nuestros deseos de prenderle fuego acostumbrándonos a una vida en la derrota formada por relaciones desestructuradas, masas solitarias enfermas de anonimato, vidas mediadas por comodidades tecnológicas que no nos hacen felices y devastación medioambiental, caos climático y escasez, entre guerras por recursos, espejismos y psicofármacos, sino escuchar a nuestros corazones y asumir que, independientemente de nuestros actos, ya estamos condenadas. Porque en este inmenso campo de exterminio en el que han transformado el mundo, Auschwitz está en todas partes. Está en las fronteras de Lampedusa y Ceuta y en la gran fosa común en la que se ha convertido el fondo del Mar Mediterráneo; Está en las prisiones, los psiquiátricos y los CIE donde siguen torturando y destrozando a las personas; Está aquí, ahora, en nuestras vidas domesticadas, en el miedo a salirse de la línea, a desobedecer.
Nosotras no creemos que el nihilismo pueda ser convertido en una identidad ni fagocitado en ningún mercadillo ideológico, y por eso creemos que no tiene sentido definirnos como nihilistas. Entendemos el nihilismo como un camino más de tantos que transitamos en diferentes momentos, y como una herramienta más para el análisis y la estrategia que nos permite romper con muchos de los lastres que nos encontramos incluso dentro de nuestras luchas y espacios. Hemos aprendido de esas teorías y críticas, algunas las hemos aplicado, otras las hemos desechado. Aun así, nos gustaría acabar esta introducción citando a Renzo Novatore en su texto "Hacia la Nada Creadora":
“Hemos venido a encender sobre la Tierra una selva de hogueras, para iluminarla durante la noche que precede al gran mediodía. Y nuestras hogueras se apagarán solo cuando el Sol descubra majestuoso sobre el mar. Si ese día no debiese llegar, nuestras hogueras seguirán crepitando trágicamente entre las tinieblas de la noche eterna…”
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