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lunes, 20 de abril de 2020

Tinkunaco 0556/20 - Revista El Emilio - RAZONES PARA TENER MEMORIA, BUSCAR LA VERDAD Y DEMANDAR JUSTICIA (primera parte)

RAZONES PARA TENER MEMORIA, BUSCAR LA VERDAD Y DEMANDAR JUSTICIA.


San Fernando del Valle de Catamarca, Agentina, UNASUR-CELAC, El Emilio, de nuestra redacción

martes, 24 de marzo de 2020-00:33 –

https://www.elesquiu.com/politica/2020/3/24/razones-para-tener-memoria-buscar-la-verdad-demandar-justicia-352947.html

Eugenio Zafaroni Víctor Leopoldo Martínez

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(Primera Parte)

Por Victor Leopoldo Martinez 

LA DICTADURA Y MACRI

Eugenio Zafaroni manifestada en el 2017: “Está avanzando rápidamente (y yo diría que lo hizo rabiosamente) el deterioro del estado de derecho (como en la época dictatorial). Asoma en nuestro horizonte la figura siniestra del Estado de Policía.”
Dejaba en claro qué quería decir con esto; señalaba algo que a todas luces ya resultaba muy evidente y lamentablemente se agravó con el correr del tiempo: la implantación del susto, del miedo para tener a toda la población sometida a las decisiones arbitrarias de los que mandan. Zafaroni se  refería puntualmente a cómo estaba actuando el gobierno macrista con complicidad mediático-judicial y su similitud con lo que vivimos en aquella nefasta última dictadura.
Pero a diferencia de la dictadura, Macri había llegado democráticamente al poder. Esto no es un dato menor ya que las similitudes operativas y metodológicas a la hora de gestionar de dos sistemas gubernamentales supuestamente antitéticos los igualó en los hechos y desnudó la ignorancia reinante en la sociedad para aceptar como natural algo tan peligroso.
Recordemos. Hubo un sector social que avaló y justificó lo hecho por la dictadura, incluidos los asesinatos y las desapariciones de seres humanos; y lo hizo con un simple “por algo será” o un “algo habrá hecho”. Ese mismo sector (o sus hijos y nietos putativos) avaló los desastres económicos-sociales hechos por Macri 40 años después simplemente por odio.
Peor aun, una porción minúscula de ese mismo sector, días pasados, convocados y encabezado por la represora de Macri -Patricia Bullrich- salió a la calle y sacó a pasear su odio pestilente, con un energúmenos “paquetes” deseando que el coronavirus mate a CFK. Hasta se usó metodología  piquetera cortando el tránsito (algo que antes y como ministra Bullrich reprimía para “liberar” calles) para defender a un avasallador del derecho y violador de mujeres como fue el presidente de la Corte Suprema de Jujuy (hoy con su renuncia presentada), defecando con esta “marcha-protesta” sobre cualquier decisión que tome el órgano constitucional que tiene la república en serio (no esa particular república PRO-CARRIO que dicen defender) que es el Congreso Nacional.
Esto no puede llamar la atención a nadie. Macri avaló y defendió durante toda su gestión un intendente narco traficante hoy condenado a  prisión, intendente PRO (Varisco-Paraná-Entre Ríos) que no fue  “detectado” por la entonces ministra de seguridad en su vanagloriada lucha contra el narcotráfico, suponemos por el estrabismo momentáneo de 4 años que padeció la funcionaria.
Son decisiones políticas tomadas por los que detentan el poder económico. De esto hablaba Zafaroni.
Estas situaciones reflotaron el tema “grieta social”. Algo muy viejo pero que siempre se mantuvo latente. Apareció como proyecto político con los triunfadores de Pavón en 1861 (sigloXIX) y siguió abierta hasta hoy, tan purulenta como siempre; todo producto de un fenómeno cultural-educativo que instaló diferencias sociales como algo lógico, natural y necesario; modelos de vida diferenciadores que evidentemente perseveran.
Tenemos una sociedad partida. No reconocerlo es una de las estupideces que venimos arrastrando desde hace largo tiempo. Los que están de un lado de esa grieta se rigen por el individualismo y rinden culto, dándole valor superlativo, a la meritocracia. Esto  a la vez funciona como modelo e imán para no pocos de los que están del otro lado de la grieta (me refiero a ese medio pelaje mal educado por nuestro sistema de educación formal que nunca logró igualar más allá de dar “oportunidades” para que -domesticados- se diferencian del resto). Ese “medio pelaje” y los tilingos, como híbridos culturales que son, siempre alimentaron su resentimiento de no pertenencia con odio, buscando algún tipo de reconocimiento de los poderosos; y funcionaron como agentes multiplicadores de ese odio (desprecio por el “cabecita negra”, por el “negro villero y  de mierda”, por el “chango” o la “chinita” de mierda, calificativos que formaron y forman parte -hasta nuestros días- del lenguaje que alimenta ese odio). Además son fieles practicantes de un cristianismo hipócrita.
Los del el otro lado de esa grita, aquellos que nosotros llamamos acertadamente Pueblo,  a Dios gracias todavía conservan, actúan y transmiten -a su manera- valores humanamente solidarios. Es el sector que constantemente revaloriza la palabra PATRIA, y  la sueña soberana y justa en lo social. Ese Pueblo no odia. Nunca odió porque nunca lo sintió por su condición cristiana. Es allí donde anida el verdadero cristianismo.
Y esa partición vino siendo alimentada desde 1880 a través de la educación formal (EF) “libre y gratuita” (que nunca fue libre por decisión política de los que siempre detentaron el poder y que aprovecharon esa gratuidad para ideologizarla según sus propios interese). Recuerden ustedes “composición tema la vaca”; un sutil modo de internalizar en los educando amor y respeto por los patriotas dueños , no solo de las vacas sino de los campos que las contenían.
Hoy esas diferencias son alimentadas diariamente a través de las nuevas herramientas educativas que son los medios de comunicación encargados de la deformación mental. A ellas se suman las nuevas tecnologías (internet) alimentadoras de la ley del menor esfuerzo y la supina ignorancia.
Escolarizar no es educar. El ritual educativo no es más que eso, un ritual. El el Status Quo vigente se apropió del ritual e ideologizó (politizó) los contenidos que se imparten según sus intereses .  Hoy por hoy, esa EF fue reemplazada por otras herramientas. Educan -o mejor dicho instalan desvalores- de manera mucho más eficiente  los medios de comunicación que la educación formal. Si no, no se entienden cómo profesionales  grandes, con estudios universitarios tengan anulada la conciencia critica y repitan como loros los estúpidos relatos que les regalan los medios. Es más, hasta justifican las barbaridades que hizo Macri y que incluso los dejó traste al norte a ellos mismos. Esto  de “traste al norte” no lo digo por casualidad sino porque fue un hecho real y concreto en  los “90” con las políticas  de nalgas abiertas que llevó adelante el gobierno de aquel entonces.
Pero vuelvo a Zafaroni: “Reapareció la “picota” (el letrado se refiere a la piedra que en la antigüedad se usaba para atar a un reo) para humillar a los condenados. Ahora las picotas son televisivas y no se atan condenados sino a personas que no se sabe si son culpables y encima ni siquiera se les comunica de qué se los acusa. Todo Juez sabe -sabemos- que no se debe exhibir a ningún detenido para escarnio. Ahora parece que ese es el destino de los opositores. (Y yo aclaro que es evidente que se refiere a todo tipo de opositor; desde el político hasta el trabajador y/o piquetero protestón)
Zafaroni se refería a todas las prácticas macristas propias de la última dictadura: La expiación, la delación, la persecución laboral y a jueces probos, el escrache mediático, la falsa denuncia de la mano de irresponsables legisladoras que operaban junto a  sicarios del periodismo de manera mafiosa gracias a la “info” facilitada por los servicios de inteligencia etc.,etc,. Las características fueron, son y serán siempre las mismas para este tipo de gobiernos porque el problema de fondo cuando los derechos humanos son avasallados tiene una sola y única matriz: el manejo político del rol del estado en su tarea de defensa de los intereses económicos oligárquicos concentrados ya sea en el orden  local o vinculados a intereses de proyectos imperiales cipayamante defendidos;  intereses que nunca dejaron de actuar y operar ni en la región ni en nuestro país.
“Todos sabemos que la mano política (para el caso de jueces “influenciables” que siempre operan para el poder de turno) como cola del diablo puede estar metida.” Zafaroni se refirió a las operaciones manejadas desde el ejecutivo por Macri, Peña; Garavano, a través de la AFI de Gustavo Arriba para controlar al podrido fuero federal enquistado en Comodoro PRO-Py,  haciendolo trabajar en conjunto con los medios de comunicación, quienes preparaban el terreno  enjuiciando y sentenciando despiadadamente a dirigentes sociales  y funcionarios del gobierno anterior.
Sin ninguna duda que con Macri jugando de Belcebú, la “cola del diablo” estuvo metida de la mano de Angelici, del tal “Pepin”, de Garavano, nefastos personajes que en nada se diferenciaron de las formas y modos utilizados por aquellos políticos que actuaron de manera servil para la última dictadura; seres profundamente antiperonistas que como jueces, ministros, gobernadores, intendentes, (la mayoría ofrecidos por el radicalismo, los partidos conservadores y hasta con propuestas de algún encumbrado partido de izquierda que consideraba a Videla un “general democrático”) fueron la mano de obra institucional de aquella nefasta dictadura.
TODO ES POLITICO. LA EDUCACIÓN NO PODÍA SER LA EXCEPCIÓN. EL CANTAR EN TODO ACTO ESCOLAR UN HIMNO A UN ASESINO SO PRETEXTO DE HABERLO ELEVADO AL RANGO DE PADRE DEL AULA POR EL SOLO HECHO DE ORDENAR MASACRAR A LOS QUE EL PODER CENTRAL CONSIDERABA “BARBARIE”  PARTIÓ DE UNA DECISIÓN POLITICA (Los asesinatos del “Chacho” Peñaloza, De Nazario Benavidez y sus seguidores ordenadas por Sarmiento; la persecución de Felipe Varela y los crímenes de lesa humanidad cometidos contra nuestros pueblos originarios y montoneras dan cuenta de esto). La verdadera historia -o la otra historia-, nunca fue incluida en currícula escolar alguna. Esto ocurrió y sigue ocurriendo por decisión política.
(Continua)

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