La constitución pinochetista sólo reconoce un pueblo bajo una nación, el chileno. Cualquier reivindicación sobre territorios, justicia consuetudinaria, flora y fauna dentro del Wallmapu se consideran actos de terrorismo.
La discusión debería ser si el discurso mediático sirve o no para actuar a favor de la reducción del sufrimiento, de la defensa de los derechos humanos y de la justicia global.
“¿Hasta cuándo me van a acusar de ser responsable por el racismo de que soy víctima?"
Insistir en la negación del racismo o relativizar su dimensión y consecuencias en la vida de miles de ciudadanos como nosotros es no asumir la responsabilidad de defender la democracia, convirtiéndonos colectivamente en cómplices de la amenaza que planea sobre ella. “¿Hasta cuándo me van a acusar de ser responsable del racismo del que soy víctima?”
Este artículo es parte de un proyecto de investigación a largo plazo con el objetivo de defender cuál es el camino para la democratización radical del trabajo y, por lo tanto, de una salida decidida del capitalismo
Se veía venir. Lejos de reconocer honestamente que lo que compraron durante la Transición para coronar aquel proceso era mercancía franquista averiada (hablo de Juan Carlos I, por supuesto), setenta ministrosaurios y otros altos cargos similares de aquella época, han publicado un manifiesto de apoyo y elogio al emérito huido a tierras petroleras, misóginas y sátrapas. A tierras amigas, vamos.
La izquierda lucha por introducir demandas sociales en la revuelta
Las protestas en Bielorrusia han sido calificadas en muchos medios de revolución de colores prooccidental o de Maidán de Minsk, ignorando las razones profundas del descontento popular con el presidente Alexander Lukashenko. Jacobin ha hablado con personas de izquierdas de Bielorrusia sobre las fuerzas que hay detrás de las movilizaciones y las perspectivas de que el movimiento obrero organizado afirme su propio programa.
Esto no es una biografía, sino una novela, si eso quiere decir algo. Un relato literario, sólo que todo lo que se cuenta es cierto, rigurosamente cierto, aunque debamos leerlo como una ficción. No es ni un libro de historia ni una tesis política, aunque de todo esto hay. Trata de los últimos años de la dictadura franquista desde el punto de vista de quien la combatió con ferocidad, y de los primeros de un régimen nuevo surgido de una gran estafa.
La pseudo-“normalidad” en el capitalismo de la globalización
La pandemia precipitó algunas de las tendencias que venían desde hace años. Y las sintetizó. La crisis civilizatoria se expresó en la pandemia y le dio forma específica. La crisis económica fue acelerada y agudizada por la pandemia. El proceso de autoritarismo creciente, de búsqueda de control de la sociedad, de fascistización, paralelas al predominio planetario del capital financiero ultra-concentrado, son expresiones de la respuesta del capital a su crisis civilizatoria, que fueron recreadas (y legitimadas, hasta cierto punto) en la pandemia.
80 años después de que se echaran siete llaves sobre su sepulcro, odiado por igual por el estalinismo como por la reacción (su nombre es al mismo tiempo uno de los blancos de la intelectualidad neoliberal y de la que rodea a Putin), Trotsky sigue siendo uno de nuestros enlaces en el tiempo.
“Si no se menoscaba nada la lengua dominante, es imposible revitalizar a las minoritarias”
Moreno Cabrera asegura que “el españolismo lingüístico se disparó” cuando euskara y catalán empezaron a hacerse oír. Cree que la cooficialidad se planteó para mantener la supremacía del castellano y alerta de que la escuela no garantiza que sobrevivan.
La ira despierta a la izquierda. "Ausente como organización política, presente en los espíritus, las ideas, los símbolos"
A pesar de las abrumadoras desigualdades sociales, la izquierda prácticamente había desaparecido del escenario político libanés. Con el levantamiento y la aparición de nuevas formas de socialización, la juventud comienza a revivirla.
¿Partisanos o trabajadores? Figuras de la protesta bielorreusa y sus perspectivas
Las manifestaciones en Bielorrusia han desbordado claramente su inicial motivación electoral y han generado un movimiento disidente expansivo de la clase media urbana y la clase trabajadora.
Como toda ideología política, el nacionalismo – cualquier nacionalismo, sea relativamente progresista o relativamente reaccionario – implica dos principios inevitables: que el grupo nacional pueda tener su propio Estado, independientemente de las consecuencias sociales que ello implique; y que lo que una al grupo nacional sea más significativo e importante que aquello que lo divide, sobre todo la división de clases.
Casaldáliga: las causas por encima de la propia vida
No se entiende el amor por los oprimidos sin una respuesta política que conlleve un cambio de raíz. Es cuando se comienza a identificar al capitalismo como un pecado estructural y se hacen del marxismo junto con la teoría de la dependencia los métodos de análisis para comprender la realidad y buscar una necesaria alternativa.
Los ensayos de Perry Anderson sobre la historia del marxismo muestran su deslumbrante erudición y la amplitud de su visión histórica. Sin embargo, la obra de este marxista británico también se ha visto profundamente condicionada por sus cambios de perspectiva política, a medida que su esperanza de una revolución socialista en la década de 1960 fue dando paso a una lectura más serena de las crisis del capitalismo.
El punto de inflexión en la historia que está suponiendo el impacto de la pandemia global de la Covid-19 está agravando una serie de crisis cuyas consecuencias apenas estamos empezando a vislumbrar y vivir. Por eso nos ha parecido necesario dedicar el Pluralde este número a Crisis entrecruzadas en un mundo pos-Covid...
No hay comentarios:
Publicar un comentario