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martes, 16 de octubre de 2012

Tinkunaco 1.687/12 - Re: [Prensa] El genocidio que marcó a cuatro generaciones de argentinos

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Juicio Circuito Camps
 
 
El genocidio que marcó a cuatro generaciones de argentinos
 
 
 La psiquiatra Diana Kordon y el periodista Hernán Brienza ofrecieron testimonios conceptuales acerca de las secuelas psicosociales de la represión y la relación Iglesia-Ejército con la Policía Bonaerense. Mañana declararán los últimos testigos antes del comienzo de las indagatorias.
 
Por Secretaría de Prensa y Difusión - APDH La Plata
 
(5OCTUBRE2012) -  Los efectos traumáticos del terrorismo de estado en cuatro generaciones de argentinos y el vínculo entre el ex capellán Christian Federico Von Wernich y la cúpula de la Policía Bonaerense fueron los ejes principales de la anteúltima jornada de testimonios en el marco del juicio que investiga la responsabilidad de los represores del Circuito Camps.
 
Diana Kordon, especialista en psiquiatría y coordinadora del Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP), se presentó esta mañana ante el Tribunal que preside el juez Carlos Rozanski a prestar declaración testimonial sobre la base de su experiencia académica y militante en la asistencia de personas afectadas por la violencia política antes, durante y después de la última dictadura cívico-militar.
 
La testigo, que había sido propuesta por la querella del Colectivo Justicia Ya!, enmarcó su relato en el actual proceso de juzgamiento que se vive en Argentina al que calificó como “inédito en el mundo”. Destacó el valor histórico de este tipo de juicios para las futuras generaciones y los atribuyó al “movimiento social permanente de resistencia a la dictadura en el que, desde hace treinta años, ha estado comprendida la voluntad mayoritaria del pueblo”. “No conozco ninguna experiencia en el mundo de lucha contra la impunidad como la hubo en nuestro país”, expresó Kordon.
 
La exposición continuó con los efectos traumáticos causados por el silencio impuesto por la dictadura y su implicancia en cuatro generaciones, partiendo de la de los padres y madres de los desaparecidos. “Los efectos son transgeneracionales, cuestión que en el campo de la psiquiatría se entiende cuando pasan veinte años, (por eso) no es casual que en 1996 surgiera la Agrupación HIJOS”, explicó.
 
Kordon se explayó luego en los mecanismos simbólicos utilizados por el aparato represivo en su afán de alcanzar consenso social: “La situación de terror operaba de manera directa, como un telón de fondo para ocultar las campañas de inducción psicológica”. El objetivo era desarrollar un proceso de alienación social, es decir, “que la población tomara el discurso de la dictadura como propio” a los efectos de encubrir los crímenes y perpetuarse en el poder.
 
El concepto de “desaparición” fue otro de los ejes del testimonio, asociado a la idea de que “hay que alguien que no existe, pero existe”. “Es psicotizante”, señaló Kordon, y agregó que “el trabajo de duelo de los familiares de detenidos-desaparecidos se hizo sobre la base de legitimar la figura del desaparecido; fue, entonces, el movimiento social (de resistencia a la dictadura) el elemento fundamental para la elaboración de duelos”. Según la testigo, el duelo también tiene carácter transgeneracional en tanto “la impunidad de tantos años tuvo un efecto de retraumatización” en las víctimas directas de la represión.
 
Sobre el final del testimonio, Kordon volvió a subrayar la implicancia de los juicios por crímenes de lesa humanidad y del “papel reparatorio de la Justicia, que no puede devolver a los desaparecidos pero puede tener una reparación simbólica para sus hijos y para la sociedad en su conjunto”. A su vez criticó la “fragmentación” que caracteriza a los procesos penales y a su escasa celeridad: “Los juicios por campo de concentración y por todos los desaparecidos afectarían a todos los represores que deben estar juzgados y condenados”. Y añadió: “La declaración tiene efecto reparatorio y terapéutico, pero se vuelve traumática cuando una persona la tiene que hacer muchas veces”.
 
Por último, la testigo celebró poder reconocer la figura del genocidio en las sentencias por crímenes de lesa humanidad. “La sentencia genera enunciados identificatorios, cada cultura los produce, y que en estos juicios podamos reconocer la figura del genocidio produce un enunciado para el futuro”, concluyó.
 
Maldito tú eres
 
Ser autor del libro de investigación periodística “Maldito tú eres. Iglesia y represión ilegal”, que trata sobre el caso del ex capellán Christian Federico Von Wernich, resultó motivo suficiente para que la querella de Abuelas de Plaza de Mayo La Plata solicitara al Tribunal el testimonio del periodista y politólogo Hernán Brienza.
 
En sus páginas, la investigación reconstruye la vida de Von Wernich y su responsabilidad en la represión ilegal, puntualmente en el caso del llamado Grupo de los Siete, un puñado de jóvenes “militantes quebrados por la tortura que participaron de un experimento que consistió en hacerlos delatar y participar de torturas a sus compañeros con la promesa de que iban a ser liberados y llevados al exterior”. Según Brienza y varios testimonios vertidos en el juicio, se trató de un grupo manejado por el ex capellán que finalmente fue “trasladado” de la Brigada de Investigaciones de La Plata y asesinado en diciembre de 1977. Entre ellos se encontraban Cecilia Luján Idiart y Liliana Galarza, quien tuvo a su bebé en cautiverio, actualmente desaparecido.
 
-Tenés que acercarte a Dios, tenés que decir lo que ellos quieren que digas para salvar tu alma.
 
Ésas eran palabras que Von Wernich les pronunciaba a algunos de los detenidos-desaparecidos en los centros clandestinos en los que fue visto: Brigada de Investigaciones de La Plata, Destacamento de Arana, Comisaría Quinta y Octava y Puesto Vasco. “Él era una pieza fundamental en la etapa de extracción de información”, precisó Brienza sobre el rol del ex capellán en el engranaje represivo.
 
Sobre el Grupo de los Siete, el periodista y politólogo atribuyó la responsabilidad del caso a la interna que había entre la dictadura y el llamado Grupo La Plata, integrado por el ex gobernador de facto Ibérico Manuel Saint Jean y altos miembros de la Policía Bonaerense como Ramón Camps y Miguel Etchecolatz. “En este grupo, que quería que Saint Jean fuera presidente, eran Von Wernich y Monseñor Plaza quienes daban el marco ideológico: Iglesia y Ejército eran los únicos pilares constitutivos de la argentinidad”, señaló Brienza. Y agregó que los objetivos del grupo trascendían la política represiva: “Querían saber dónde estaban los millones de los Montoneros”.
 
La audiencia continúa mañana a las 9.30 en la sede de la ex Amia con los últimos testimonios del proceso: Ana María Barletta, Mirta Mántaras y Claudia Bellingeri.

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