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JUICIO CAMPS
“Antes
del golpe, Videla le dijo a Clarín que había que acabar con la subversión”
La periodista Mirta Mantaras investigó
documentos militares en los momentos previos y durante el accionar represivo.
Fue uno de los dos aportes técnicos de la jornada. El juicio sigue en 15 días
con un último video de un testimonio y la etapa de indagatorias.
PRENSA Y DIFUSIÓN
APDH LA PLATA
(16OCTUBRE2012) En la jornada de hoy hablaron una periodista y una
historiadora para aportar información sobre cómo prepararon el Golpe de Estado
los distintos actores de poder en 1976, entre otros aspectos.
En primer lugar a media mañana se hizo presente la historiadora Ana
Barletta, quién brindó un recorrido histórico del país y se centró en el rol
que jugaron los funcionarios de la Universidad Nacional de La Plata como parte
del engranaje de poder represivo.
Para ella hay que remontarse a 1955 para comenzar a entender el por qué
de la dictadura, donde comenzaron a forjarse “distintos espacios de
resistencia” ante las intervenciones militares, que hasta 1983 no hicieron
más que imponer de forma “autoritaria”
una semi - democracia.
La testigo recordó al militar Saccone, que en 1976 fue el rector
interventor de la UNLP de marzo hasta septiembre. A partir de entonces, quién
lo sucedió en el cargo hasta 1983 fue el ex decano de Veterinarias Guillermo
Gallo. “Un verdadero cuadro orgánico de los militares, gozó de una estabilidad
increíble hasta que llegó la democracia, incluso admitió tener muy buena
relación con Camps”, refirió al respecto Barletta sobre Gallo, que fue profesor
de esta unidad académica durante varios años.
Más tarde puso el eje en algunas de las medidas que tomó el Rector, como
lo fueron el cierre indiscriminado de carreras referidas a las ciencias sociales,
la quintuplicación de aranceles a los estudiantes, los miles de alumnos y
profesores cesanteados, y la complicidad en lo que se llamó la “fuga de
cerebros” donde expulsó a destacados científicos.
A su vez, destacó que había patotas armadas contratadas por la UNLP que
operaban desde 1975 para las fuerzas militares. “También estaba la Dirección de
Inteligencia, que le dedicaba una página a cada profesor. Muchos están
desaparecidos, incluso antes del Golpe”, expresó, y agregó luego: “con la
triple A aparecían los cuerpos en las calles, en la dictadura se sistematizó
todo con los centros clandestinos y los enfrentamientos fraguados”.
“Le tenían miedo a
la resistencia civil, pero nunca llegó”
Mirta Mantaras siguió de cerca los archivos que expresaban las
estrategias de las distintas fuerzas de seguridad para llevar a cabo el plan de
exterminio. Fue así que escribió el libro “Genocidio en la Argentina”, acción
que le valió la convocatoria de la querella representada por la APDH La Plata
para aportar datos a un juicio histórico a poco de concluir.
Como periodista cubrió el Juicio a las Juntas en la década
del 80, y estudió el plan del ejército que organizó y planificó el Golpe de
Estado.”Tenían fecha fijada para el 24 de marzo, fijaron un enemigo interno,
pero a lo que más le temían era a una resistencia civil”. Resistencia que,
nunca llegó, aclaró Mantaras.
“Todo elemento o agrupamiento que se opusiera al ejercicio
del gobierno militar era un enemigo de la patria, y se debía aniquilar”, dijo
la periodista en relación a uno de los puntos del plan estratégico.
Luego, dio una lista de los principales “oponentes” de las
Fuerzas Armadas:
- Partidos militares activos. Por ejemplo: Ejercito
Revolucionario del Pueblo y Montoneros.
- Grupos políticos activos. Por ejemplo: el Partido
Comunista. (“Incluso hasta los partidos de extrema derecha no eran bien
vistos”, aclaró)
- Grupos políticos potenciales. Por ejemplo: la Liga por los
Derechos del Hombre, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.
- Gremios. Por ejemplo: CGT, CGT de los argentinos.
- Organizaciones estudiantiles. Por ejemplo: Juventud
Guevarista, Juventud Peronista. También estudiantes no organizados.
- Sacerdotes. Por ejemplo: militantes de la teología de la
liberación, “tercermundistas” que a través de la prédica religiosa a sectores
populares “daban argumentos para rebelarse”, según se indicaba en los archivos
militares.
- Colaboradores. Por ejemplo: profesionales, comerciantes,
artistas. “El comunismo y la subversión
atraviesan hasta lo más íntimo de las familias, es un mal que hay que
erradicar”, era el pretexto,
Por último, la periodista recordó un hecho clave que
advirtió lo que iba a pasar, cuando Videla habló para el Diario Clarín luego
del intento fallido de la guerrilla por copar el Batallón 601 de Montechingolo
en enero de 1976: “Con este copamiento que no prosperó, la subversión perdió
capacidad operativa”, dijo el genocida. Para Mantaras, eso entre líneas
significaba la búsqueda de aniquilamiento completo de los sectores considerados
“subversivos”.
Las
audiencias
continuarán el lunes 29 de octubre con un último testimonio que se
pasará en formato video y con el inicio de etapa de indagatorias.
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