Laboratorio de la corporocracia
por Ronnie Huete S
Las dictaduras ideológicas en el mundo responden a su globalización
económica, cuyos discursos tirados a la izquierda o a la derecha someten
a sus pueblos a una corporocracia nacida de la involución de la
democracia.
Latinoamérica, 12 de nov.
Teóricos internacionales coinciden en que la política no es más que la
búsqueda del poder privado por parte de determinados individuos.
En varias naciones del mundo, este hecho
es una historia que se repite a través del disfraz de cualquier
ideología, hasta ponerlo en los términos de las estupideces románticas o
filosóficas que quieran, acostumbraba a citarlo un reconocido cantante
estadounidense de la década de los sesenta.
En esencia, la política es una búsqueda
privada del poder en donde la ensalada de ideologías dispone de sus
mejores discursos y promesas, ante una población mundial cada vez menos
adepta al sistema democrático.
Basta echar un vistazo a la crisis
generada por los grandes especuladores del mercado y la bolsa de
valores, quienes propiciaron la mayor de las catástrofes económicas del
mundo del siglo XXI.
La corporocracia
Las constantes protestas de una Europa
cada vez más dividida por las fronteras económicas, son una prueba del
fracaso de la democracia que sucumbe ante la corporocracia.
Este modelo corporativo ha evolucionado
causando la involución económica de la mayoría de los países del
hemisferio global, cuya estructura económica, política, social,
religiosa y militar, depende de las decisiones del monopolio
corporativo.
Desde los países más desarrollados hasta
las naciones más explotadas y sometidas a la pobreza como es el caso de
Honduras, la corporocracia funciona a la perfección.
Las grandes transnacionales a lo largo
de la historia económica y global de los pueblos del mundo, han neo
colonizado los países independientes de las antiguos imperios, sin
embargo a través de los modelos económicos y la serie de prebendas que
obtienen estas grandes corporaciones, les ha sido fácil reconquistar
económicamente estas naciones.
“Establishment”
Honduras es una de esas colonias de
neo-franquicias, cuya estructura económica contribuye al “establishment”
dominante en el mundo.
La nación centroamericana sometida a las
decisiones de quienes conforman la corporocracia, a través de sus
sirvientes económicos estructurados en poderes estatales como ser el
judicial, legislativo y ejecutivo, participará en un proceso electoral
primario el próximo 18 de noviembre.
Las etiquetas de la política de la
derecha y la izquierda recientemente hicieron un cierre de campaña
proselitista lleno de emotividad, algarabía y una borrachera de
incoherencias emitidos en los discursos de sus pre-candidatos
presidenciales.
El vacio de sus discursos comprueba su
falsa tradición de gobernar, puesto que tienen presente que seguirán
sirviendo a los intereses de la corporocracia.
La participación de los ciudadanos
hondureños en los cierres de campañas, es fácilmente manipulada por un
poco de dinero o comida para que asistan a gritar en nombre de la
democracia.
Parto empresarial
El pre-candidato de la etiqueta de la
derecha extrema, Ricardo Álvarez, cuyo origen panameño no es un tropiezo
para ser el próximo representante de la corporocracia en Honduras, es
el preferido para ser impuesto por los coordinadores de este sistema
corporativo.
Bajo la bendición de la Embajada de los
Estados Unidos en Honduras, Álvarez se aproxima a ser el próximo
gendarme de la oligarquía de la nación centroamericana.
Este politiquero actualmente funge como
alcalde de Tegucigalpa y Comayagüela, ciudades gemelas que conforman la
capital de esta nación, y su forma de gobernar es visible ante el
desorden urbano en que esta enclaustrada la capital desde hace décadas.
Ricardo Álvarez nace bajo el apoyo
corporativo del ex presidente de Honduras y antiguo representante
ejecutivo de la corporocracia, su compatriota Ricardo Maduro Joest,
cuyos intereses económicos son delineados por los grupos corporativos
Poma y Roble, ambos de capital centroamericano.
Emotividad fugaz.
Con el fuerte apoyo de empresarios
nacionales e internacionales, Ricardo Álvarez sigue el guión de la
corporocracia con mayor facilidad, en un país que fortalece su dictadura
empresarial-política y religiosa y que es muy avalada por los partidos
políticos tradicionales, y los recién surgidos parea apagar el ímpetu
revolucionario de sus ciudadanos hondureños.
El próximo 18 de noviembre la
corporocracia dará su primer paso para continuar con lo establecido en
Honduras y el mundo a través de su “establishment”, todo esto con la
complicidad de los discursos de la izquierda y la derecha, emborrachados
de una emotividad fugaz proselitista.
Avalando procesos electorales ya
establecidos por la corporocracia, difícilmente los ciudadanos del mundo
podrán conocer su libertad en todo sentido.
Observar a Honduras como el laboratorio
de la corporocracia en que ha sido convertido, es un guión eficaz para
no repetir estos errores en otra nación mundial.
El autor de este artículo es
corresponsalía voluntaria de la revista Caros Amigos editada en são
Paulo, Brasil para Centroamérica, La Agencia informativa
Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y El portal http://desacato.info editado en Florianópolis, Brasil.
Cualquier atentado o amenaza
para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan
y gobiernan el Estado de Honduras.
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