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James Petras
EEUU, sin las palancas internas de la oposición
fracasada, sin la posibilidad de provocar un golpe, queda impotente
frente a este proceso por el momento :: Entrevista
Análisis de James Petras por CX36, Radio Centenario desde Montevideo (Uruguay), www.radio36.com.uy, lunes 1 de septiembre de 2014. Escuchar aquí: http://www.ivoox.com/analisis-james-petras-cx36-audios-mp3_rf_3447724_1.html
Efraín Chury Iribarne: Hay muchos temas internacionales, si te parece comenzamos con algún tema que ocupe tu atención.
JP: Bueno, podríamos empezar con Ucrania, donde las fuerzas de liberación del Este del país, lo que se llama la República Popular de Donetsk y Lugansk, están avanzando, derrotando a los invasores de Kiev y su gobierno títere.
Frente a las grandes victorias, ahora están haciendo algunas propuestas para terminar el conflicto. Debemos reconocer que las fuerzas en el Este no piden separación, no piden integración con Rusia, lo que piden es autonomía y descentralización respecto a Ucrania; donde ellos puedan administrar sus asuntos impositivos y promover las leyes que legitimen el bilingüismo, convocar nuevas elecciones libres y poner las cosas en una forma más democrática.
Es un indicio de que todas las acusaciones de intervención rusa no tienen ninguna base en la realidad. La lucha en Ucrania es una lucha para una mayor autonomía, democracia y pluralidad cultural.
Mientras el gobierno no puede aceptarlo y busca integrarse a la OTAN, que es la nueva propuesta, van a seguir con la guerra y la destrucción del país. Según las indicaciones que hemos recibido, el gobierno de Kiev está en bancarrota, no tiene recursos, no tiene manera de organizar el país, hay mucho descontento en Kiev. Lo que la prensa burguesa no quiere citar es que hay enorme descontento e inquietudes ahora entre los ciudadanos en la parte occidental de Ucrania. Entonces, el gobierno títere busca apoyo externo porque crece la oposición desde dos lados, por un lado en su propia casa, en el occidente del país; y por otro, con el conflicto armado en el Este.
El régimen no tiene ninguna viabilidad, por esa razón es que están pidiendo mayor apoyo de los países occidentales. Mientras tanto los que lo sostienen en Occidente, principalmente EEUU y Alemania, siguen tratando de imponer nuevas sanciones sobre Rusia, pero eso no tiene ninguna base en los hechos aunque si va a perjudicar sobre todo sus propios países.
EChI: Hace tiempo que no hablamos de la situación del sur europeo. ¿Cómo está Grecia?
JP: La situación en Grecia sigue siendo muy grave porque no han bajado de ninguna forma la desocupación, sigue siendo el 26% de la fuerza de trabajo, y tomando en cuenta los jóvenes menores de 30 años el desempleo alcanza el 56%.
Cuando las autoridades hablan de recuperación, se refieren a que el país deja de caer verticalmente, pero no se están creando nuevos puestos de trabajo, las exportaciones se mantienen excepcionalmente bajas.Ahora es la época alta de turismo, que ha generado algunos ingresos -particularmente en los centros turísticos- y tuvo algún impacto en otros sectores. Pero en la totalidad Grecia -al igual que España- son países con su economía deprimida, sin ningún repunte económico y sin perspectivas.
Por eso en los próximos tiempos vamos a ver una crisis política generalizada. Porque el gobierno griego no tiene ninguna base de apoyo ni en ciudades ni en el campo, porque las sanciones contra Rusia han perjudicado a muchos agricultores.
En España, la crisis constitucional con el separatismo catalán sigue siendo un factor de peso. La economía sigue estando estancada y sin perspectivas. El problema es que en España la oposición todavía no ha montado un frente capaz de poner sobre la mesa una alternativa. Ese es el gran drama hoy en España, que la situación económica todavía no ha encontrado una vanguardia capaz de enfrentar al gobierno a nivel político.
Mientras tanto, los sectores sociales y populares siguen luchando pero en luchas sectoriales, puntuales, manifestaciones, protestas . Pero no tienen, reitero, una fuerza política que pueda unificar todas esas luchas en un puño para voltear al gobierno.
En todo caso el capitalismo no tiene ninguna solución ni en el sur de Europa ni en la parte oriental.
Europa está estancada y han mostrado tendencias muy contradictorias. Por ejemplo en Inglaterra los escoceses van a votar por su independencia en pocas semanas; en Alemania hay mucho descontento con las políticas de sancionar a Rusia; y en Grecia hay expresiones constantes de presiones para cambiar al gobierno.
En dos palabras, Europa no tiene futuro dentro del capitalismo y la izquierda no monta un desafío revolucionario, se queda al margen de este proceso de estancamiento y regresión.
EChI: ¿Y qué pasa con el socialista Hollande en Francia?
JP: Es un caso muy especial sobre que podemos decir dos cosas: Cuando Hollande era candidato, en su campaña electoral hablaba de poner impuestos del 75% sobre los ricos para financiar programas sociales. Hablaba de que Francia tomaría un nuevo camino rechazando la austeridad y estimulando la economía y el empleo. Pero una vez que alcanzó el gobierno descubrió que los capitalistas no quieren financiar programas sociales, ni quieren apoyar una política anti austeridad ni estimulante.
Entonces Hollande o tenía que profundizar los cambios, es decir ir más allá de cambios fiscales y estímulos públicos, tenía que tomar el control de la economía de las principales empresas para poder canalizar recursos para la recuperación. Cuando rechaza esta alternativa no tuvo otra opción que abrazar a los propios capitalistas y en vez de cambios progresistas, empezó la derechización por dos lados. Primero, financiando guerras en el exterior, en Siria, en África y otros lugares. Entonces, imperialismo por ese lado y derechización doméstica por el otro lado.
Finalmente llegó al punto de nombrar dos ultra neoliberales en los principales puestos en el gobierno, Manuel Valls como primer ministro y ahora Emmanuel Macron, ex banquero de Rothschild, como su principal ministro financiero.
El gobierno de Hollande tiene una agenda que va más allá que cualquier otro partido de la derecha e incluso la ultraderecha. Propone revertir las 35 horas de trabajo semanales, se propone cortar en 30 mil millones el presupuesto social, habla de bajar 25 mil millones los impuestos para los ricos. Hay un entusiasmo entre el capitalismo francés como nunca antes hemos visto. No hay ningún gobierno del pasado ni la oposición actual que haya estado a favor de estas medidas. Incluso podemos decir que Sarkozy no se atrevió a proponer revertir las 35 horas de trabajo; lo mismo el Frente Nacional -la ultra derecha- rechaza la política de concesiones al gran capital y los recortes en la jornada laboral.
Hollande es la parte más extrema de la política derechista en Francia en este momento. El problema es que los 'rebeldes' socialistas, lo que se llama la 'izquierda socialista', están criticando este viraje, dicen que es un fraude, un gobierno engañoso que ha revertido todas las promesas, pero no quieren convocar a elecciones.
No quieren provocar la caída del gobierno porque temen que por la impopularidad del gobierno de Hollande, ellos mismos van a perder sus lugares en el Congreso. En vez de promover la caída del gobierno y empezar a construir una alternativa social, ellos van a votar -con gritos, insultos, etc.- lo que le indiquen. Al final de cuentas la izquierda socialista va a capitular ante los neoliberales, derechistas, en el gobierno.
Esta es la tragedia de la izquierda socialista en Francia. Cuando la derecha del partido hace el viraje a la derecha no están a la altura de romper con el partido y buscar otro liderazgo, otro programa, otro camino.
EChI: ¿Se tranquilizó la situación en Venezuela?
JP: El hecho es que hay un agotamiento de la oposición. Han tratado de tumbar al gobierno y fallaron, han perdido por la vía electoral, han lanzado las fuerzas de choques violentas a las calles, han practicado el contrabando, y en todo han fracasado. No han tenido la capacidad de derrocar al gobierno y mientras tanto cuando fracasan, se empiezan a pelear entre sí, por lo que han salido más desprestigiados frente al gran público por su incompetencia y sus acciones inconsecuentes.
En tanto, el presidente Nicolás Maduro ha mantenido estable el apoyo del núcleo fuerte del chavismo, sigue buscando formas de estimular la economía, ha fortalecido la seguridad de las fronteras, ha mantenido el comercio diversificado, recibe muchos préstamos de China y otros socios.
Podemos decir que la derecha ha sufrido una caída vertical y el gobierno mantiene una situación estable sin grandes acontecimientos, sin grandes proyectos. Podríamos decir que es una posición intermedia. Maduro sigue en el poder, mantiene una popularidad relativa, la economía sigue funcionando sin gran crecimiento pero sin caer en crisis.
Mientras tanto, los debates internos entre las diferentes fracciones del chavismo siguen sin resolverse en forma decisive.La derecha chavista, el centro y la izquierda siguen coexistiendo en este momento, buscando de una forma y otra influir la política hacia un mayor acomodamiento con el capitalismo o una mayor radicalización hacia un proyecto más socialista. Hay una coexistencia, una estabilidad, una normalidad si se quiere.Y EEUU, sin las palancas internas, sin la posibilidad de provocar un golpe, queda impotente frente a este proceso por el momento.
EChI: ¿En qué otros temas estás trabajando?
JP: Podríamos analizar dos temas. Primero quiero mencionar una cosa importante. Israel hace tres días anunció que va a tomar 400 hectáreas en Cisjordania. Es el mayor robo de asentamientos en 30 años. Es decir, por un lado Israel paró el bombardeo en Gaza, pero ahora está ocupando más tierras de palestinos, está extendiendo los asentamientos, violando todas las normas y reduciendo el territorio bajo control de Palestina.
Es otra forma de guerra. Una es con las bombas y la otra es la anexión de tierras palestinas. Siguen dándose los genocidios de siempre, utilizando ahora la toma de terrenos en vez de bombas. Uno debe reconocer que Israel sigue siendo el mal de siempre, sólo que ahora está aprovechando este momento para lanzarse a la expansión territorial. Y mientras tanto, el sionismo en EEUU influyendo sobre el gobierno, de esta forma no hay ninguna accion de Washington contra esta violación de todas las normas.
La Corte Penal internacional está esperando el anuncio del gobierno palestino para empezar con el procesamiento de Israel porque las violaciones son groseras y el mundo judicial está a la espera de condenar a Israel como país criminal.
La última cosa que quiero mencionar es que actualmente hay una campaña de Washington para lanzar otra de las (contra)revoluciones de colores. Ahora, aprovechando los conflictos en Hong Kong donde tienen una base con muchas ONG's que reciben dinero de EEUU y de los chinos ricos, tratan de provocar conflictos para impulsar a separación de Hong Kong de China. Buscan generar inestabilidad, represión, para que Washington pueda fortalecer su línea de agresión y encerrar a China.
Las manifestaciones en Hong Kong protestan supuestamente por la democracia. Es otra de las fachadas que se usan como lo han hecho en Yugoslavia, Ucrania y otras países. Bajo la bandera de la lucha por la democracia quieren imponer una nueva colonia pro imperialista con su propio gobierno. Y los chinos no quieren permitir eso, pero no sabemos hasta dónde irá este conflicto.
Los pro occidentales están planeando una desobediencia civil en la ciudad para paralizar la economía, y eso está avanzando, mientras en otras regiones como Japón, Australia, o Filipinas, Washington está aumentando su presencia militar y las agresiones hacia China. Hong Kong podría ser el detonante de una nueva ola de sanciones o agresiones contra China.
Extractado por La Haine
Efraín Chury Iribarne: Hay muchos temas internacionales, si te parece comenzamos con algún tema que ocupe tu atención.
JP: Bueno, podríamos empezar con Ucrania, donde las fuerzas de liberación del Este del país, lo que se llama la República Popular de Donetsk y Lugansk, están avanzando, derrotando a los invasores de Kiev y su gobierno títere.
Frente a las grandes victorias, ahora están haciendo algunas propuestas para terminar el conflicto. Debemos reconocer que las fuerzas en el Este no piden separación, no piden integración con Rusia, lo que piden es autonomía y descentralización respecto a Ucrania; donde ellos puedan administrar sus asuntos impositivos y promover las leyes que legitimen el bilingüismo, convocar nuevas elecciones libres y poner las cosas en una forma más democrática.
Es un indicio de que todas las acusaciones de intervención rusa no tienen ninguna base en la realidad. La lucha en Ucrania es una lucha para una mayor autonomía, democracia y pluralidad cultural.
Mientras el gobierno no puede aceptarlo y busca integrarse a la OTAN, que es la nueva propuesta, van a seguir con la guerra y la destrucción del país. Según las indicaciones que hemos recibido, el gobierno de Kiev está en bancarrota, no tiene recursos, no tiene manera de organizar el país, hay mucho descontento en Kiev. Lo que la prensa burguesa no quiere citar es que hay enorme descontento e inquietudes ahora entre los ciudadanos en la parte occidental de Ucrania. Entonces, el gobierno títere busca apoyo externo porque crece la oposición desde dos lados, por un lado en su propia casa, en el occidente del país; y por otro, con el conflicto armado en el Este.
El régimen no tiene ninguna viabilidad, por esa razón es que están pidiendo mayor apoyo de los países occidentales. Mientras tanto los que lo sostienen en Occidente, principalmente EEUU y Alemania, siguen tratando de imponer nuevas sanciones sobre Rusia, pero eso no tiene ninguna base en los hechos aunque si va a perjudicar sobre todo sus propios países.
EChI: Hace tiempo que no hablamos de la situación del sur europeo. ¿Cómo está Grecia?
JP: La situación en Grecia sigue siendo muy grave porque no han bajado de ninguna forma la desocupación, sigue siendo el 26% de la fuerza de trabajo, y tomando en cuenta los jóvenes menores de 30 años el desempleo alcanza el 56%.
Cuando las autoridades hablan de recuperación, se refieren a que el país deja de caer verticalmente, pero no se están creando nuevos puestos de trabajo, las exportaciones se mantienen excepcionalmente bajas.Ahora es la época alta de turismo, que ha generado algunos ingresos -particularmente en los centros turísticos- y tuvo algún impacto en otros sectores. Pero en la totalidad Grecia -al igual que España- son países con su economía deprimida, sin ningún repunte económico y sin perspectivas.
Por eso en los próximos tiempos vamos a ver una crisis política generalizada. Porque el gobierno griego no tiene ninguna base de apoyo ni en ciudades ni en el campo, porque las sanciones contra Rusia han perjudicado a muchos agricultores.
En España, la crisis constitucional con el separatismo catalán sigue siendo un factor de peso. La economía sigue estando estancada y sin perspectivas. El problema es que en España la oposición todavía no ha montado un frente capaz de poner sobre la mesa una alternativa. Ese es el gran drama hoy en España, que la situación económica todavía no ha encontrado una vanguardia capaz de enfrentar al gobierno a nivel político.
Mientras tanto, los sectores sociales y populares siguen luchando pero en luchas sectoriales, puntuales, manifestaciones, protestas . Pero no tienen, reitero, una fuerza política que pueda unificar todas esas luchas en un puño para voltear al gobierno.
En todo caso el capitalismo no tiene ninguna solución ni en el sur de Europa ni en la parte oriental.
Europa está estancada y han mostrado tendencias muy contradictorias. Por ejemplo en Inglaterra los escoceses van a votar por su independencia en pocas semanas; en Alemania hay mucho descontento con las políticas de sancionar a Rusia; y en Grecia hay expresiones constantes de presiones para cambiar al gobierno.
En dos palabras, Europa no tiene futuro dentro del capitalismo y la izquierda no monta un desafío revolucionario, se queda al margen de este proceso de estancamiento y regresión.
EChI: ¿Y qué pasa con el socialista Hollande en Francia?
JP: Es un caso muy especial sobre que podemos decir dos cosas: Cuando Hollande era candidato, en su campaña electoral hablaba de poner impuestos del 75% sobre los ricos para financiar programas sociales. Hablaba de que Francia tomaría un nuevo camino rechazando la austeridad y estimulando la economía y el empleo. Pero una vez que alcanzó el gobierno descubrió que los capitalistas no quieren financiar programas sociales, ni quieren apoyar una política anti austeridad ni estimulante.
Entonces Hollande o tenía que profundizar los cambios, es decir ir más allá de cambios fiscales y estímulos públicos, tenía que tomar el control de la economía de las principales empresas para poder canalizar recursos para la recuperación. Cuando rechaza esta alternativa no tuvo otra opción que abrazar a los propios capitalistas y en vez de cambios progresistas, empezó la derechización por dos lados. Primero, financiando guerras en el exterior, en Siria, en África y otros lugares. Entonces, imperialismo por ese lado y derechización doméstica por el otro lado.
Finalmente llegó al punto de nombrar dos ultra neoliberales en los principales puestos en el gobierno, Manuel Valls como primer ministro y ahora Emmanuel Macron, ex banquero de Rothschild, como su principal ministro financiero.
El gobierno de Hollande tiene una agenda que va más allá que cualquier otro partido de la derecha e incluso la ultraderecha. Propone revertir las 35 horas de trabajo semanales, se propone cortar en 30 mil millones el presupuesto social, habla de bajar 25 mil millones los impuestos para los ricos. Hay un entusiasmo entre el capitalismo francés como nunca antes hemos visto. No hay ningún gobierno del pasado ni la oposición actual que haya estado a favor de estas medidas. Incluso podemos decir que Sarkozy no se atrevió a proponer revertir las 35 horas de trabajo; lo mismo el Frente Nacional -la ultra derecha- rechaza la política de concesiones al gran capital y los recortes en la jornada laboral.
Hollande es la parte más extrema de la política derechista en Francia en este momento. El problema es que los 'rebeldes' socialistas, lo que se llama la 'izquierda socialista', están criticando este viraje, dicen que es un fraude, un gobierno engañoso que ha revertido todas las promesas, pero no quieren convocar a elecciones.
No quieren provocar la caída del gobierno porque temen que por la impopularidad del gobierno de Hollande, ellos mismos van a perder sus lugares en el Congreso. En vez de promover la caída del gobierno y empezar a construir una alternativa social, ellos van a votar -con gritos, insultos, etc.- lo que le indiquen. Al final de cuentas la izquierda socialista va a capitular ante los neoliberales, derechistas, en el gobierno.
Esta es la tragedia de la izquierda socialista en Francia. Cuando la derecha del partido hace el viraje a la derecha no están a la altura de romper con el partido y buscar otro liderazgo, otro programa, otro camino.
EChI: ¿Se tranquilizó la situación en Venezuela?
JP: El hecho es que hay un agotamiento de la oposición. Han tratado de tumbar al gobierno y fallaron, han perdido por la vía electoral, han lanzado las fuerzas de choques violentas a las calles, han practicado el contrabando, y en todo han fracasado. No han tenido la capacidad de derrocar al gobierno y mientras tanto cuando fracasan, se empiezan a pelear entre sí, por lo que han salido más desprestigiados frente al gran público por su incompetencia y sus acciones inconsecuentes.
En tanto, el presidente Nicolás Maduro ha mantenido estable el apoyo del núcleo fuerte del chavismo, sigue buscando formas de estimular la economía, ha fortalecido la seguridad de las fronteras, ha mantenido el comercio diversificado, recibe muchos préstamos de China y otros socios.
Podemos decir que la derecha ha sufrido una caída vertical y el gobierno mantiene una situación estable sin grandes acontecimientos, sin grandes proyectos. Podríamos decir que es una posición intermedia. Maduro sigue en el poder, mantiene una popularidad relativa, la economía sigue funcionando sin gran crecimiento pero sin caer en crisis.
Mientras tanto, los debates internos entre las diferentes fracciones del chavismo siguen sin resolverse en forma decisive.La derecha chavista, el centro y la izquierda siguen coexistiendo en este momento, buscando de una forma y otra influir la política hacia un mayor acomodamiento con el capitalismo o una mayor radicalización hacia un proyecto más socialista. Hay una coexistencia, una estabilidad, una normalidad si se quiere.Y EEUU, sin las palancas internas, sin la posibilidad de provocar un golpe, queda impotente frente a este proceso por el momento.
EChI: ¿En qué otros temas estás trabajando?
JP: Podríamos analizar dos temas. Primero quiero mencionar una cosa importante. Israel hace tres días anunció que va a tomar 400 hectáreas en Cisjordania. Es el mayor robo de asentamientos en 30 años. Es decir, por un lado Israel paró el bombardeo en Gaza, pero ahora está ocupando más tierras de palestinos, está extendiendo los asentamientos, violando todas las normas y reduciendo el territorio bajo control de Palestina.
Es otra forma de guerra. Una es con las bombas y la otra es la anexión de tierras palestinas. Siguen dándose los genocidios de siempre, utilizando ahora la toma de terrenos en vez de bombas. Uno debe reconocer que Israel sigue siendo el mal de siempre, sólo que ahora está aprovechando este momento para lanzarse a la expansión territorial. Y mientras tanto, el sionismo en EEUU influyendo sobre el gobierno, de esta forma no hay ninguna accion de Washington contra esta violación de todas las normas.
La Corte Penal internacional está esperando el anuncio del gobierno palestino para empezar con el procesamiento de Israel porque las violaciones son groseras y el mundo judicial está a la espera de condenar a Israel como país criminal.
La última cosa que quiero mencionar es que actualmente hay una campaña de Washington para lanzar otra de las (contra)revoluciones de colores. Ahora, aprovechando los conflictos en Hong Kong donde tienen una base con muchas ONG's que reciben dinero de EEUU y de los chinos ricos, tratan de provocar conflictos para impulsar a separación de Hong Kong de China. Buscan generar inestabilidad, represión, para que Washington pueda fortalecer su línea de agresión y encerrar a China.
Las manifestaciones en Hong Kong protestan supuestamente por la democracia. Es otra de las fachadas que se usan como lo han hecho en Yugoslavia, Ucrania y otras países. Bajo la bandera de la lucha por la democracia quieren imponer una nueva colonia pro imperialista con su propio gobierno. Y los chinos no quieren permitir eso, pero no sabemos hasta dónde irá este conflicto.
Los pro occidentales están planeando una desobediencia civil en la ciudad para paralizar la economía, y eso está avanzando, mientras en otras regiones como Japón, Australia, o Filipinas, Washington está aumentando su presencia militar y las agresiones hacia China. Hong Kong podría ser el detonante de una nueva ola de sanciones o agresiones contra China.
Extractado por La Haine
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