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jueves, 14 de marzo de 2019

Tinkunaco 411/19 - Re: Boletín diario del Portal Libertario OACA

Boletín diario del Portal Libertario OACA

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  • 1848-1849: ¿La primavera de los pueblos?
  • [Vídeo] Verdades y mentiras sobre el Anarquismo
  • [Madrid] vie15marzo. Historia de la CNT. Utopía, pragmatismo y revolución
  • Fira Antirepresiva en Ka La Kastanya con presentación de la revista Kalinov Most
  • Cemento: el Material más Destructivo en la Tierra. Tres Países Cementados (II/II)- The Guardian
  • Cemento: el Material más Destructivo en la Tierra. La Fiebre Gris (I/II)- The Guardian
Posted: 13 Mar 2019 10:52 AM PDT
La caída del Imperio napoleónico proporcionó a los grandes Estados monárquicos que dominaban Europa –Rusia, Austria y Prusia– la ocasión de extender una cortina de plomo que asfixiara toda libertad de asociación, de pensamiento. La primera fisura en ese dispositivo apareció en Francia en 1848 con una revolución que planteó claramente la cuestión social. La revolución se extendió rápidamente por Europa, donde se plantea directamente la cuestión social, si se puede decir así, pero en la que hay dos grandes problemas que están a la orden del día: la cuestión de la unidad nacional, para Alemania, y la cuestión de la independencia nacional para los eslavos, dominados por Austria, Rusia y Prusia.
Los acontecimientos se van a desarrollar muy deprisa, suscitándose cuestiones extremadamente complejas. Para evocar la revolución de 1848, hago referencia a dos documentos: uno de Bakunin, Llamamiento a los eslavos, y el otro de Engels, El panseslavismo democrático, que es la respuesta al anterior. Estos documentos no nos dan la clave para permitirnos comprender los hechos en detalle, pero espero que su evocación estimule en el lector el deseo de conocer más.
Llamamiento a los eslavos
Bakunin redactó este texto tras la insurrección que estalló en Praga el 12 de junio de 1848, una insurrección que él trató de impedir porque sabía que estaba avocada al fracaso, pero en la que participó una vez desencadenada.
Bakunin diría más tarde que el contexto era sin duda objetivamente revolucionario, pero que faltaban hombres a la altura de la situación. El periodo que siguió a la insurrección de Praga fue muy deprimente para él. Resumiendo, podemos decir que la alianza que preconizaba entre los alemanes luchando por la unidad nacional y los eslavos luchando por su independencia nacional no suscitó entusiasmo ni por un lado ni por otro. Desmoralizado, aislado, sin dinero, descorazonado por los demócratas alemanes: con esa disposición redacta Llamamiento a los eslavos que, veremos, es sobre todo una llamada a los alemanes, y su contenido está profundamente determinado por el análisis de la evolución presente de la revolución en Alemania. Viena fue tomada el 31 de agosto por las tropas imperiales, constituidas por contingentes de eslavos dirigidos por otro eslavo, Jelacic. El Parlamento austriaco se exilió en Moravia, y el príncipe Schwanzenberg, al que Bakunin calificó de “arrogante oligarca”, se convirtió en jefe de Gobierno. Milán fue tomado por los croatas del general Radetzky. Se disuelve la Asamblea Constituyente de Prusia. “Echados a perder por la revolución, que casi les había caído del cielo sin el menor esfuerzo por su parte, casi sin sangre, los alemanes se negaron durante mucho tiempo a reconocer la fuerza creciente del Gobierno, y su propia impotencia”. Los sucesos de Viena y de Berlín, añade Bakunin, les enseñaron que para conservar su libertad deberían adoptar medidas serias: “Toda Alemania se prepara desde entonces secretamente para una nueva revolución” (Confesión).
El Llamamiento a los eslavos fue modificado varias veces por razones tácticas. Para obtener una percepción real de las posiciones de Bakunin necesitaremos, por tanto, examinar las diferentes versiones del texto.
Por ejemplo: a instancias de sus amigos demócratas de Berlín, Bakunin suprime los pasajes en los que se evoca demasiado abiertamente la cuestión social: “Se plantearon dos grandes cuestiones por sí mismas en los primeros días de la primavera: la cuestión social y la de la independencia de todas las naciones, la emancipación de los pueblos en el interior y en el exterior”.
Podemos leer pasajes como los siguientes:
“La revolución social se presenta por tanto como una consecuencia natural necesaria para la revolución política”.
Para resolver la cuestión social, “es necesario eliminar las condiciones materiales y morales de nuestra existencia actual”.
“Así pues, la cuestión social aparece en primer lugar como un vuelco de la sociedad”.
Eso es lo esencial de los textos suprimidos, en los que la solución de la cuestión nacional está subordinada a la solución de la cuestión social.
La primera parte del Llamamiento a los eslavos es un repaso de la política anterior y de los errores cometidos por la falta de unión entre todos los demócratas. La continuación es una exhortación a organizarse. Para ello, Bakunin reafirma –como, por otra parte, había hecho Engels al principio– que el bienestar de las naciones no puede asegurarse si existe en Europa un solo pueblo sometido por el yugo. Recuerda precisamente a los eslavos esos momentos en los que, junto a los alemanes, combatieron en Viena por la salvación de todos.
“¡Que grande y hermoso fue ese movimiento que se extendió por toda Europa y la hizo estremecerse! Tocados por el soplo revolucionario, italianos, polacos, eslavos, alemanes, magiares, valacos de Austria y valacos de Turquía, todos ellos, que agonizaban bajo el yugo extranjero, se levantaron palpitando de alegría y de esperanza”.
Los enemigos que designa Bakunin no son los pueblos y las naciones, sino los imperios prusiano, austriaco o ruso. El Llamamiento no nos lleva a pensar en ningún momento que Bakunin desee la preponderancia de Rusia sobre las demás naciones eslavas, ni la hegemonía de los eslavos sobre los otros pueblos.
En este Llamamiento, Bakunin defienda la idea de una alianza entre los alemanes que luchaban por un régimen democrático y los eslavos que luchaban por su emancipación nacional. Tal alianza, pensaba, habría hecho invencible la revolución. Pero chocó con las reticencias de los dos bandos, sobre todo con los alemanes, encabezados por Marx y Engels, que no estaban dispuestos a ceder los territorios eslavos que ocupaban los imperios prusiano y austriaco desde hacía siglos, y especialmente Bohemia.
Con la iluminación de los textos que escribió Bakunin en su madurez, comprendemos que la segunda revolución que él deseaba era imposible. Las condiciones políticas de una revolución democrática habían cambiado. La burguesía liberal alemana o germano-checa no tenía ya el impulso de la de la burguesía francesa de 1789. Saciada a medias, impaciente ante el posible disfrute, se ve sobre todo –dice Bakunin– “amenazada desde abajo” por el proletariado. Los Danton o los Saint-Just fueron sustituidos por una “cohorte melancólica y sentimental de mentes pálidas y enfermizas” (El Imperio knuto-germánico).
El paneslavismo democrático de Engels
En un texto titulado El paneslavismo democrático, publicado en la Neue Rheinische Zeitung (Nueva Gaceta Renana, 14 de febrero de 1849), Engels reacciona contra el Llamamiento de Bakunin de una manera extremadamente violenta. El paneslavismo democrático se inscribe en la larga serie de calumnias contra el ruso, que continuará durante su detención de 1849 a 1861, y después de su evasión a Siberia, y se ampliará durante el periodo de su militancia en la Internacional.
Cuando en julio de 1848 hace el balance de la acción histórica de los alemanes durante los últimos sesenta años anteriores, Engels es abrumador: envío de tropas contra la independencia americana, guerra contra la revolución francesa, contra la libertad de Holanda, intervenciones contra la libertad de Suiza, Grecia y Portugal, desmembramiento de Polonia, sometimiento de Lombardía y Venecia, e incluso en Rusia, donde los alemanes constituían “el principal apoyo de los grandes y pequeños autócratas” (Neue Rheinische Zeitung, 2 de julio de 1848).
De pronto, cambia el tono. Las “infamias cometidas en otros países con la ayuda de Alemania”, cuya responsabilidad recaía “en una buena parte, sobre el pueblo alemán”, se convierten en actos civilizados. Los alemanes, a los que Engels había tildado seis meses antes de cegatos, por su “alma de esclavos”, su “aptitud innata para engrosar los lansquenetes” o “lacayos del verdugo”, se convierten repentinamente en instrumentos del progreso y la civilización. En julio de 1848 nos dice que “los pueblos oprimidos por la falta de Alemania llegarán después de mucho tiempo a un estado normal de civilización”; ahora, en febrero de 1849, habla de las “mezquinas aspiraciones nacionales” de los eslavos.
¿Qué ha pasado entonces?
Para explicar ese vuelco no basta con el simple odio de Engels hacia Bakunin, ni con su miedo a verse perder importancia en sus posiciones. Incluso aunque el lenguaje del Llamamiento a los eslavos hubiera podido desquiciar a Engels –un lenguaje que había empleado poco antes el propio Marx: fraternidad, mano tendida y demás– es impensable que se le haya escapado la intención de Bakunin, es decir, el logro de la unidad de acción de los demócratas alemanes, húngaros y checos. Quizá sea ahí precisamente donde le duela. Engels se había dado perfecta cuenta de que si se realizaba esa unidad, llevaría inevitablemente a la constitución de un Estado eslavo en el centro de Europa –el equivalente aproximado a la actual Checoslovaquia– y toda su argumentación en El paneslavismo democrático consiste en rechazar categóricamente esta posibilidad. Todo lo contrario, Engels insiste de manera hiriente en la idea de que los eslavos meridionales no son capaces y no merecen fundar un Estado, en que sus reivindicaciones nacionales no están justificadas y en que mantenerse en la órbita germánica es lo mejor que podría ocurrirles desde el punto de vista de la civilización.
Los eslavos son los “instrumentos principales de los contrarrevolucionarios”, surten a las tropas que reprimen las revoluciones, “cuyas brutalidades se imputaron a los alemanes”; pero Engels se guarda de decir que se trataba de ejércitos austriacos. Es como si la izquierda francesa hiciera responsables de la masacre de los comuneros a los bretones, que suponían la mayor parte de las tropas versallesas. Los eslavos, en resumen, se colocan en el lado de la contrarrevolución, “y por esa innoble y vergonzosa traición a la revolución, algún día nos vengaremos sangrientamente de los eslavos” (Engels, El paneslavismo democrático). Así que hasta entonces, los rusos eran el objeto del odio de los alemanes, y “al añadírseles el odio de los checos y croatas y (…) en comunidad con los polacos y los húngaros, solo podemos consolidar la revolución mediante el terrorismo más firme contra los propios eslavos”.
Al final de su texto, Engels llama a la “lucha, lucha a muerte, implacable, contra los eslavos traidores a la revolución; guerra de exterminio y terrorismo sin piedad, ¡no en interés de Alemania sino en interés de la revolución!”
El razonamiento en términos de “realpolitik” no se limita a Europa y los eslavos. El derecho de los pueblos está completamente ausente de la maquinaria conceptual marxista. Engels está aquí en perfecta coherencia con el Manifiesto comunista y con “La crítica moralizante”. La anexión de territorios mexicanos por parte de Estados Unidos se aprueba en nombre de la civilización porque las “energías yanquis” desarrollarán mejor la rica California que “los perezosos mexicanos” que “no saben qué hacer”. Rosa Luxemburgo apoyará posteriormente el punto de vista de Engels.
Del mismo modo, “la conquista de Argelia es un acontecimiento importante y de buen augurio para el progreso de las civilizaciones” para Engels; “ha obligado a los beys de Túnez y de Trípoli e incluso al emperador de Marruecos, a entrar en el sendero de la civilización”.
En 1848, Bakunin no es anarquista, y no llegará a serlo hasta veinte años más tarde. Su punto de vista es el de un socialdemócrata partidario de la independencia nacional, no solo de los eslavos, sino de todo el conjunto de pueblos dominados. El punto de vista de Engels, y el de Marx también evidentemente, se basa en su reciente teoría según la cual la historia que quiere el progreso histórico ha de ser guiada por el capitalismo que rompe las estructuras sociales arcaicas, y por la idea de que en Europa central la germanización de los pueblos eslavos es un factor de progreso para ellos. Para Marx y Engels, la primavera de los pueblos fue de hecho la primavera de Alemania, una primavera frustrada puesto que la unificación del país no se logró hasta 1871, y no por una revolución democrática sino por la creación de un nuevo imperio alemán que supuso el aplastamiento de una insurrección proletaria: la Comuna de París.
Pero esa es otra historia.
René Berthier
Publicado en el Periódico Anarquista Tierra y Libertad, Marzo de 2019

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Posted: 13 Mar 2019 10:16 AM PDT
Bonita y esclarecedora reflexión en torno al anarquismo o pensamiento libertario, sus valores, su esencia siempre viva y una hermosa llamada al corazón de los seres humanos que lo son por ser conscientes y militantes de su dignidad y libertad excelsa.

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Posted: 12 Mar 2019 01:13 PM PDT
Viernes 15 marzo, 20h.
Historia de la CNT. Utopía, pragmatismo y revolución
Presentación del libro con Julián Vadillo Muñoz y Chris Ealham, autor del prólogo.
Sin la labor sindical, política y cultural del anarcosindicalismo no es posible entender la historia reciente de España ni la de su movimiento obrero. Fundada en 1910, la CNT no solo llegó a ser el sindicato mayoritario en España, sino que contribuyó decididamente a la modernización sindical de Europa, al impulsar nuevas estrategias de lucha y formas de organización, como los sindicatos únicos y las federaciones nacionales de industria. Esta obra analiza el contexto previo a su surgimiento en el siglo XIX, con la escisión de la Primera Internacional y la importante influencia que recibió del sindicalismo revolucionario francés, hasta el final de la Guerra Civil, abordando también su devenir en los años de la dictadura franquista y la Transición. Lejos de presentar una historia lineal de sus principales hitos y acontecimientos, Julián Vadillo ha querido dar prioridad a temas menos conocidos de la CNT, como fueron los importantes debates ideológicos y organizativos que se dieron en su seno y que dan cuenta de sus oposiciones y colaboraciones con otras organizaciones sindicales y políticas, así como de su compromiso en la lucha contra la dictadura de Primo de Rivera, el auge del fascismo y el golpe de Estado del 36, dando su apoyo al Gobierno de la República. De este modo, consigue también cuestionar algunos de los tópicos que han pesado en la historia del anarcosindicalismo: su desorganización, carácter insurreccional y violencia arbitraria. Como nos recuerda Vadillo, "si algo distinguió la historia de la CNT, fue su pragmatismo (acertado o no) a la hora de analizar el momento político que le tocó vivir", dotándose desde sus inicios de estructura democrática y racional que dinamizó y modernizó el movimiento obrero.
Julián Vadillo es doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid. Ha escrito varios artículos y libros sobre historia del movimiento obrero, del socialismo y del anarquismo. Socialismo en el siglo XIX. Del pensamiento a la organización (2017) es su última obra publicada.
Los Libros de la Catarata, Madrid 2019
288 págs. Rústica 22x14 cm
ISBN 9788490975671

en LaMalatesta - librería/editorial libertaria

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Posted: 12 Mar 2019 06:09 AM PDT
FIRA ANTIRREPRESIVA KA LA KASTANYA
No hay retorno.
Este sábado 16 de Marzo en Ka La Kastanya se realizará la presentación del tercer número de la revista Anarquista Internacional Kalinov Most. Y no hay retorno.
Sus publicaciones reflejan el significado de lo que conlleva deshacerse de las cadenas que pesaban en nuestros pies, de sepultar la esclavitud bajo la que algunos deseaban condenarnos, con prácticas autoritarias y punitivas. Habla del abandono, del dejar ir para elegir el camino de la libertad. Y cuando escoges esa senda, entonces, no hay retorno. Con su contenido reflexivo, perpetrando el cuestionamiento de todo lo que a uno le envuelve, nos lleva a encarnar ese ansia de denuncia y de organización para llevar una vida en permanente conflictividad contra todo lo que nos oprime, desde la confluencia de ideas, con una óptica anarquista y antiautoritaria.
Trás esta presentación que no dejará a nadie indiferente y que pretende romper fronteras morales, conciertos de:
- El no de las niñas
- Faneka
Nos sorprenderán con su atronadora sonoridad, presentaran unos conciertazos en los que no pararemos de disfrutar.
¡Habrá cenador de hamburguesería vegana y birras a 1€!
Desde las 16h y durante todo el evento, estarán repartidas por la nave las diferentes Distris, para realizar un encuentro contracultural antirrepresivo. Las siguientes están aseguradas, pero hay más por confirmar:
·Blokes Fantasma·
·Omerta·
·La Polilla·
·Its Our Turn·
·Toxic Bowels·
·Editorial Los versos desesperados·
Nos encontrarás en C/ Torrent de les Flors 144 Lesseps. Entrada por la nave en Calle San Salvador.
-16h Inicio de la feria. Encuentro de Distris.
-18h Presentación de Kalinov Most
-20h Conciertazos: El no de las niñas | Faneka
No se aceptan actitudes de mierda!
-Beneficios destinados a las encausadas de CA LA TRAVA-
KA LA KASTANYA RESISTEIX!

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Posted: 11 Mar 2019 04:04 PM PDT
Segunda parte del articulo de Jonathan Watts para la Semana del Cemento publicada en The Guardian. En él descubriremos la aplicación práctica de lo que es una de las mayores cafradas de la historia en tres alegres ejemplos, los países de Japón, China y Brasil.
Al Igual que en España o USA, el exceso de oferta y la sobrecarga por demanda pública de cemento tiran de todos los precios hacia arriba. Pero cuando se revisan los valores por ejemplo en periodos de crisis, desaparece la demanda, incrementando el problema. Hace 50 años estas empresas con comportamiento depredador hubiesen quebrado. Hoy día el exceso de oferta es absorbido por los bancos, los cuales empaquetan sus pérdidas y hacen que las compren los estados, los famosos Rescates. Después estos activos van a parar por miles a los fondos buitre que iniciará otra rueda de especulación. Sin mencionar la demencial burbuja creada por los distintos bancos centrales por medios de las Expansiones Cuantitativas.
Ahora se entiende por qué a la economía china se le llama gigante con los pies de barro. A parte de sostener la industria mundial, se han hipoteca en cemento y les ocurrirá tarde o temprano lo mismo que le ha ocurrido a todas aquellas economías que han basado su éxito en un producto especulativo. Cuando vi por primera vez las ciudades fantasma chinas pensé que realmente se preparaban para algo en secreto, para un guerra, para desplazar poblaciones... Después de lo leído estoy seguro de que son tan salvajes como el resto: las constructoras se han aprovechado de los fondos estatales.
Salud! PHkl/tctca
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Traducción tarcoteca - Concrete: the most destructive material on Earth - The Guardian 25.2.2019 por Jonathan Watts, AQUI Primera Parte

El caso de Japón

Un ejemplo clásico del uso excesivo del hormigón es Japón, que durante la segunda mitad del siglo XX abrazó con entusiasmo este material para reconstruir el país y la economía. Tanto que el Gobierno llegó a ser conocido como doken kokka (estado de construcción).
Al principio, era un material barato para reconstruir ciudades devastadas por las bombas incendiarias y las ojivas nucleares de la Segunda Guerra Mundial. Luego proporcionó las bases para un nuevo modelo súper rápido de desarrollo económico: nuevas vías férreas para los trenes-bala Shinkansen, nuevos puentes y túneles para autopistas elevadas, nuevas pistas para aeropuertos, nuevos estadios para los Juegos Olímpicos de 1964 y la Exposición de Osaka, y nuevos ayuntamientos, colegios e instalaciones deportivas.
Esto mantuvo a la economía cabalgando en tasas de crecimiento cercanas a los dos dígitos hasta fines de la década de 1980, asegurando que el empleo se mantuviera alto y dándo al partido demócrata liberal en el poder un bastion para mantenerlo. Los pesos pesados políticos de la era, hombres como Kakuei Tanaka, Yasuhiro Nakasone y Noboru Takeshita, fueron juzgados por su capacidad para llevar proyectos importantes a sus ciudades de origen. Los grandes sobornos eran la norma. Los gángsteres de la Yakuza, que sirvieron como intermediarios y ejecutores, también obtuvieron su parte. Las licitaciones casi monopolizadas por las seis grandes empresas constructoras (Shimizu, Taisei, Kajima, Takenaka, Obayashi y Kumagai) se aseguraron de que los contratos fueran lo suficientemente lucrativos como para proporcionar fuertes sobornos a los políticos. El doken kokka propiamente una estafa a escala nacional.
Pero solo hay una cantidad de cemento que puede ser usado sin arruinar el medio ambiente. Los cada vez menores rendimientos se hicieron evidentes ya en la década de 1990, cuando incluso los políticos más creativos lucharon para justificar los paquetes de estímulo del gobierno. Este fue un período de puentes extraordinariamente costosos a regiones escasamente habitadas, caminos de varios carriles entre pequeñas comunidades rurales, cementaciones de las pocas riberas naturales que quedaban y vertidos de volúmenes de cemento cada vez mayores de muros marinos que se suponía que protegían el 40% de las Costas japonesas.
En su libro Perros y demonios, el autor y residente japonés desde hace mucho tiempo, Alex Kerr, lamenta la cementación de las orillas de los ríos y laderas en nombre de la prevención de inundaciones y aludes de lodo. Los proyectos de construcción subsidiados por el gobierno fuera de control, dijo a un entrevistador, "han causado daños incalculables en montañas, ríos, arroyos, lagos, humedales, en todas partes, y continúan a un ritmo acelerado. Esa es la realidad del Japón moderno, y los números son asombrosos ".
Dijo que la cantidad de hormigón por metro cuadrado en Japón es 30 veces mayor que en Estados Unidos, y que el volumen es casi exactamente el mismo. "Así que estamos hablando de un país del tamaño de California que tiene la misma cantidad de cemento [que todo Estados Unidos]. Multiplique los centros comerciales y la expansión urbana de Estados Unidos por 30 para tener una idea de lo que está sucediendo en Japón ".
Tradicionalistas y ecologistas quedaron horrorizados, e ignorados. La cementación de Japón era contraria a los ideales estéticos clásicos de armonía con la naturaleza y una apreciación de "mujo" (impermanencia), pero era comprensible dado el temor siempre presente a terremotos y tsunamis en una de las naciones más activas sísmicamente del mundo. Todos sabían que las riveras de ríos y costas grises eran feas, pero a nadie le importaba mientras pudieran evitar que sus casas se inundaran.
Esta supuesta protección hizo que el devastador terremoto y tsunami de 2011 fuese aún más impactante. Inmensos muros construidos durante décadas quedaron arrasados en minutos. Unas 16.000 personas murieron, un millón de edificios fueron destruidos o dañados, calles de ciudades bloqueadas con barcos varados y las aguas de los puertos se llenaron con coches a la deriva. Fukushima fue una historia aún más alarmante, donde la oleada del océano envolvió las defensas exteriores de la planta nuclear de Fukushima Daiichi y causó un desastre nuclear de nivel 7 [derretimiento del reactor de fisión, previo a una explosión].
Por un momento, parecía que este desastre mostraría al rey desnudo a Japón, cuando la locura de la arrogancia humana se puso en evidencia ante el poder de la naturaleza. Pero el lobby del hormigón era demasiado poderoso. El Partido Liberal Democrático volvió al poder un año después con la promesa de gastar 200 billones de yenes, unas 1,5 billones de libras, en obras públicas en la siguiente década, equivalente al 40% de la producción económica de Japón.
A las mismas constructoras se les volvió a pedir que contuviesen el mar, esta vez con barreras más altas y gruesas. Su valor es puesto en duda. Los ingenieros afirman que estos muros de hormigón de 12 metros detendrán o al menos frenarán futuros tsunamis, pero los locales ya han escuchado tales promesas antes. El área que protegen estas defensas también es de menor valor humano ahora que la tierra ha sido en gran parte despoblada y llenadas de campos de arroz y piscifactorías. Los ambientalistas dicen que los bosques de manglares podrían proporcionar un amortiguador mucho más barato. Es revelador que incluso muchos habitantes locales damnificados por el tsunamis odian el hormigón que se interpone entre ellos y el océano.
"Se siente como si estuviéramos en la cárcel, a pesar de que no hemos hecho nada malo", dijo a Reuters Atsushi Fujita,un pescador de ostras. "Ya no podemos ver el mar", dijo el fotógrafo nacido en Tokio, Tadashi Ono, quien tomó algunas de las imágenes más impactantes de estas nuevas estructuras masivas. Las describió como un abandono de la historia y la cultura japonesas. "Nuestra riqueza como civilización se debe a nuestro contacto con el océano", dijo. “Japón siempre ha vivido con el mar, y nosotros estábamos protegidos por el mar. Y ahora el gobierno japonés ha decidido echar el cierre al mar ".

Economía, Cemento y Crisis

Había algo inevitable. En todo el mundo, el cemento se ha convertido en sinónimo de desarrollo. En teoría, el objetivo laudable del progreso humano se mide por una serie de indicadores económicos y sociales, la esperanza de vida, la mortalidad infantil, la alfabetización... Pero para los líderes políticos, la medida más importante de largo es el producto interior bruto. Y nada fortalece más la economía de un país que el cemento.
Eso es cierto para todos los países en algún momento. Durante sus primeras etapas de desarrollo, los peso pesado de los proyectos de construcción son beneficiosos como cuando un boxeador desarrolla su músculo. Pero para las economías ya maduras, es tan perjudicial como para un atleta de edad avanzada se inyecta cada vez más esteroides para lograr un efecto aún menor. Durante la crisis financiera asiática de 1997-98, los asesores económicos keynesianos dijeron al gobierno japonés que la mejor manera de estimular el crecimiento del PIB era cavar un agujeros en el suelo y llenarlos. Preferiblemente con cemento. Cuanto más grande el agujero, mejor. Esto implica ganancias y empleos. Por supuesto, es mucho más fácil movilizar a una nación para que haga algo que mejore la vida de la gente, de cualquier manera, es probable que el cemento sea parte del acuerdo. Esta fue la idea detrás del New Deal de Roosevelt en la década de 1930, que se celebra en los EEUU como un proyecto nacional que contra las recesiones, pero también podría describirse como el mayor ejercicio de vertido de concreto hasta ese momento. La presa Hoover solo requirió 3.3 mill de yardas cúbicas, unos 230 millones de metros cúbicos, un récord mundial por aquel entonces. Las empresas de construcción afirmaron que duraría más que la civilización humana.

China, la superpotencia cementera del siglo XXI

Pero esto es nimio comparado con lo que está sucediendo ahora en China, la superpotencia cementera del siglo XXI, y la mejor ilustración de cómo el material transforma una cultura (una civilización entrelazada con la naturaleza) en una economía (una unidad de producción obsesionada por las estadísticas del PIB). El extraordinariamente rápido ascenso de Beijing de nación en desarrollo a superpotencia en espera ha requerido montañas de cemento, playas de arena y lagos de agua. La velocidad a la que se mezclan estos materiales es quizás la estadística más sorprendente de la era moderna: desde 2003, China ha vertido más cemento cada tres años que Estados Unidos en todo el siglo XX.
Hoy, China usa casi la mitad del cemento mundial. El sector de la propiedad –carreteras, puentes, ferrocarriles, desarrollo urbano y otros proyectos de acero y hormigón–  representó una tercera parte de la expansión económica del país en 2017. Cada ciudad grande tiene un modelo a escala del plan de desarrollo urbanístico que debe actualizarse constantemente a medida que los pequeños modelos de plástico se transforman en mega centros comerciales, complejos de viviendas y torres de hormigón.
Pero, al igual que EEUU, Japón, Corea del Sur y los demás países que se "desarrollaron" antes, China está llegando al punto en el que simplemente verter el cemento hace más daño que bien. Centros comerciales fantasma, ciudades medio vacías y estadios sin estrenar son un signo alarmante de gasto inútil. Tome el nuevo y enorme aeropuerto de Luliang, que abrió sus puertas con apenas cinco vuelos al día, o el estadio Olympic Bird's Nest, tan infrautilizado que ahora es más un monumento que un centro deportivo. Aunque el adagio "construye y la gente vendrá" ha demostrado ser cierto en el pasado, el gobierno chino está preocupado. Después de que la Oficina Nacional de Estadísticas encontrara 450 kilómetros cuadrados de espacio residencial sin vender en 2015, el presidente del país, Xi Jinping, decretó la "aniquilación" del desarrollo del exceso.
Las estructuras vacías y desmoronadas no son solo una monstruosidad, sino que drena la economía y es un desperdicio de tierras productivas. Cada vez más la construcción requiere de más fábricas de cemento y acero, vomitando cada vez más contaminación y dióxido de carbono. Como señaló el arquitecto paisajista chino Yu Kongjian, también asfixia a los ecosistemas (suelo fértil, arroyos de autolimpieza, manglares resistentes a las tormentas, bosques que previenen las inundaciones) de los cuales dependen en última instancia los seres humanos. Es una amenaza para lo que él llama "eco-seguridad".
Yu ha liderado la carga contra el cemento, arrancándolo siempre que sea posible para restaurar las riberas de los ríos y la vegetación natural. En su influyente libro El arte de la supervivencia [AQUI pdf en], advierte que China se ha alejado peligrosamente de los ideales taoístas de armonía con la naturaleza. "El proceso de urbanización que seguimos hoy es un camino hacia la muerte", ha dicho.
Yu ha sido consultado por funcionarios del gobierno, que son cada vez más conscientes de la fragilidad del actual modelo chino de crecimiento. Pero su alcance para el movimiento es limitado. El impulso inicial de una economía del cemento es siempre seguido por un momento de inercia de la política del cemento.

La Iniciativa 'Belt and Road' y la Geopolítica del Cemento

El presidente ha prometido un cambio de enfoque económico lejos de las industrias pesadas, hacia la producción de alta tecnología con el fin de crear un "país hermoso" y una "civilización ecológica", y el gobierno ahora está tratando de reducir el auge de la mayor explosión constructiva de la historia de la humanidad, pero Xi no puede dejar que el sector de la construcción simplemente se desvanezca, ya que emplea a más de 55 millones de trabajadores, casi como toda la población del Reino Unido.
En cambio, China está haciendo lo que muchas otras naciones han hecho, exportando su estrés ambiental y su exceso de capacidad al extranjero.
El tan anunciado proyecto chino 'Belt and road iniciative' –un proyecto de infraestructuras en el extranjero mucho más grande que el Plan Marshall. Promete un despilfarro en carreteras en Kazajistán, al menos 15 presas en África, ferrocarriles en Brasil y puertos en Pakistán, Grecia y Sri Lanka. Para abastecer este y otros proyectos, China National Building Material, el mayor productor de cemento del país, ha anunciado planes para construir 100 fábricas de cemento en 50 países.

El Caso de Brasil

El auge del cemento vendrá acompañado, casi seguro, de mayor actividad criminal. Además de ser el vehículo principal para la construcción nacional, la industria de la construcción también es el mayor canal para sobornos y mordidas. En muchos países la correlación es tal que la gente lo ve como un índice: cuanto más cemento, más corrupción.
Según la ONG Transparencia Internacional, la construcción es el negocio más sucio del mundo, mucho más propenso a los sobornos que la minería, los bienes raíces, la energía o el mercado de armas. Ningún país es inmune, pero en los últimos años, Brasil ha revelado más claramente la escala de soborno en la industria. [caso Odebretch].
Como en otras partes, la locura por el cemento en la nación más grande de Sudamérica comenzó de manera suficientemente benigna como un medio de desarrollo social, hasta que luego se transformó en una necesidad económica y finalmente se convirtió en una herramienta para la conveniencia política y la codicia individual. El progreso entre estas etapas fue impresionantemente rápido. El primer gran proyecto nacional a fines de la década de 1950 fue la construcción de una nueva capital, Brasilia, en una meseta casi deshabitada en el interior. Un millón de metros cúbicos de concreto se vertieron en el sitio de las tierras altas en solo 41 meses para cubrir el suelo y erigir nuevos edificios para ministerios y hogares.
A esto le siguió una nueva carretera a través de la selva amazónica, la TransAmazonia, y luego, desde 1970, la central hidroeléctrica más grande de Sudamérica, Itaipu, en la frontera del río Paraná con Paraguay, que es casi cuatro veces más grande que la Presa Hoover. Los operadores brasileños se jactan de verter 12,3 mill de metros cúbicos de cemento, que serían suficientes para llenar 210 estadios de Maracanã. Este fue un récord mundial hasta que la presa de las Tres Gargantas de China ahogó el Yangtze con 27,2 mill de metros cúbicos.
Con los militares en el poder, la prensa censurada y sin poder judicial independiente, no había forma de saber cuánto del presupuesto fue desviado por los generales y contratistas. Pero el problema de corrupción se ha vuelto muy evidente desde 1985 en la era posterior a la dictadura, con prácticamente ningún partido ni político sin mancha.
Durante muchos años, el caso más famoso fue el de Paulo Maluf, gobernador de São Paulo, que había dirigido la ciudad durante la construcción de la gigantesca autopista elevada conocida como Minhocão, que significa Gran Gusano. Además de robar crédito de este proyecto, que se inauguró en 1969, también extrajo $ 1000 mill de las obras públicas en solo cuatro años, parte del cual se rastrea hasta cuentas secretas en las Islas Vírgenes Británicas. Aunque buscado por la Interpol, Maluf evadió la justicia durante décadas y fue elegido para varios cargos públicos de alto nivel. Esto se produjo gracias a un alto grado de cinismo público encapsulado por las frases más comúnmente utilizadas sobre él: "Roba, pero hace las cosas", lo que podría describir gran parte de la industria global del cemento.
Pero su reputación como el hombre más corrupto de Brasil se ha visto ensombrecida en los últimos cinco años por Operacion Car Wash, una investigación sobre una vasta red de manipulación de licitaciones y lavado de dinero. Las constructoras gigantes, en particular Odebrecht, Andrade Gutierrez y Camargo Corrêa, estaban en el centro de este extenso esquema mafioso, en el que políticos, burócratas e intermediarios recibieron por lo menos $ 2 mil millones en sobornos a cambio de contratos inflados de refinerías de petróleo, de la presa de Belo Monte, de la Copa del Mundo de 2014, de los Juegos Olímpicos de 2016 y de docenas de otros proyectos de infraestructura en toda la región. Los fiscales dijeron que solo Odebrecht había pagado sobornos a 415 políticos y 26 partidos políticos.
Como resultado de estas revelaciones, un gobierno cayó, un ex presidente de Brasil [Lula da Silva] y el vicepresidente de Ecuador se encuentran en prisión, el presidente de Perú se vio obligado a renunciar y docenas de otros políticos y ejecutivos fueron encarcelados. El escándalo de corrupción también llegó a Europa y África. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos lo llamó "el caso de soborno extranjero más grande de la historia". Fue tan enorme que cuando Maluf fue finalmente arrestado en 2017, nadie pestañeó.
Dicha corrupción no es solo un robo de ingresos fiscales, es una motivación para los delitos ambientales: miles de millones de toneladas de CO2 bombeadas a la atmósfera para proyectos de dudoso valor social y, a menudo, impulsados, como en el caso de Belo Monte, contra la oposición. de residentes locales afectados y con profunda preocupación entre las autoridades de licencias ambientales.
Aunque los peligros son cada vez más evidentes, este patrón continúa repitiéndose. India e Indonesia acaban de entrar en su fase de desarrollo altamente concreta. Durante los próximos 40 años, se espera que la superficie construida recientemente en el mundo se duplique. Algo de eso traerá beneficios para la salud. El científico ambiental Vaclav Smil estima que la sustitución de pisos de barro con concreto en las casas más pobres del mundo podría reducir las enfermedades parasitarias en casi un 80%. Pero cada carretilla de hormigón también acerca al mundo al colapso ecológico.
Chatham House predice que la urbanización, el crecimiento de la población y el desarrollo económico impulsarán la producción mundial de cemento de 4 a 5 mil millones de toneladas al año. Si los países en desarrollo expanden su infraestructura a los niveles globales promedio actuales, el sector de la construcción emitirá 470 gigatoneladas de dióxido de carbono para el año 2050, según la Comisión Global de Economía y Clima.
Esto viola el acuerdo de París sobre el cambio climático, según el cual todos los gobiernos del mundo acordaron que las emisiones anuales de carbono de la industria del cemento deberían disminuir en al menos un 16% para 2030 si el mundo ha de alcanzar el objetivo de mantenerse dentro del rango de 1.5 a 2 ° C de el calentamiento También pone un peso aplastante en los ecosistemas que son esenciales para el bienestar humano.

¿Soluciones?

Los peligros son reconocidos. Un informe del año pasado realizado por Chatham House exige un replanteamiento en la forma en que se produce el cemento. [Atención, retaila de medidas biocidas!] Para reducir las emisiones, urge un mayor uso de las energías renovables en la producción, una mayor eficiencia energética, más sustitutos para el escoria y, lo más importante, la adopción generalizada de la tecnología de captura y almacenamiento de carbono. Aunque esto es costoso y aún no se ha implementado en la industria en Una escala comercial.
Los arquitectos creen que la respuesta es hacer que los edificios sean más delgados y, cuando sea posible, utilizar otros materiales, como la madera laminada en cruz. Es hora de salir de la "edad del cemento" y dejar de pensar principalmente en cómo se verá un edificio, dijo Anthony Thistleton.
"El cemento es hermoso y versátil pero, desafortunadamente, cumple todos los requisitos en términos de degradación ambiental", dijo a Architects Journal. "Tenemos la responsabilidad de pensar en todos los materiales que estamos utilizando y en su impacto más amplio".
Pero muchos ingenieros argumentan que no hay alternativa viable. El acero, el asfalto y las placas de yeso consumen más energía que el cemento. Los bosques del mundo ya se están agotando a un ritmo alarmante, incluso sin un aumento en la demanda adicional de madera.
[http://phil%20purnell/]Phil Purnell, profesor de materiales y estructuras en la Universidad de Leeds, dijo que era improbable que el mundo alcanzara un "Pico del Cemento".
"Sus materias primas son virtualmente ilimitadas y su demanda continuará mientras construyamos carreteras, puentes y cualquier otra cosa que necesite cimientos", dijo. "Para casi cualquier medida, es el que menos energía consume de todos los materiales".
En cambio, apunta al mantenamiento de las estructuras existentes y a mejorar su conservación, y cuando no sea posible mejorar su reciclaje. Actualmente, la mayor parte del cemento va a vertederos o se tritura y se reutiliza como agregado. Esto podría hacerse de manera más eficiente, dijo Purnell, si las losas estuvieran incrustadas con etiquetas de identificación que permitieran que el material se ajustara la demanda. Sus colegas de la Universidad de Leeds también están explorando alternativas al cemento Portland. Las diferentes mezclas pueden reducir la huella de carbono de un aglutinante hasta en dos tercios, dicen.
Podría decirse que aún más importante es un cambio de mentalidad que se aleja de un modelo de desarrollo que reemplaza paisajes vivos con entornos construidos y culturas basadas en la naturaleza con economías basadas en datos. Eso requiere enfrentar las estructuras de poder que se han construido sobre concreto y reconocer que la fertilidad es una base más confiable para el crecimiento que la solidez.
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Posted: 11 Mar 2019 03:53 PM PDT
Después de leer este artículo os cambiará la visión sobre el cemento y su uso político como elemento central de la política económica al nivel en importancia del dinero. El rotativo inglés The Guardian ha publicado en su Semana del Cemento de una serie de artículos que han levantado ampollas en el sector de la construcción. En el artículo de Jonathan Watts el título deja claro un hecho: el cemento es el material más destructivo de la tierra. Demoledor, largo pero fácil de leer. Por su extensión lo publicaremos íntegro en dos tandas.
<<Después del agua, el hormigón es el material más utilizado del planeta.
<<Es posible que el cemento supere la masa de carbono combinada de todos los árboles, arbustos y matorral del planeta
<<Aunque el problema es mayor que el del plástico, a menudo se percibe como menos grave.
En la primera nos ofrecen un acercamiento bastante aproximado al problema tanto de la construcción desaforada, la destrucción de ecosistemas, la dependencia económica generada y corrupción política y mafiosa asociada, una tétrada indisoluble.
En la segunda los tres ejemplos más evidentes y actuales de países enloquecidos por la fiebre gris en los que se muestra claramente los efectos anteriormente mencionados, Japón, China y Brasil. Más de unx se sorprenderá de lo que sucede cuando se compara el desarrollo económico con el desarrollo contructivo, sobre todo las consecuencias cuando decae.
Cabe recordar que nuestro futuro como especie no pasa por dominar la tierra, sino por vivir en harmonía con lo vivo. Para ello debemos abandonar muchas ideas obsoletas. Una muy clara es nuestro ideal de hogar, y por extensión de la ciudad de cemento y ladrillo. A pesar de que son muy buenos materiales de construcción los problemas derivados de su uso son acumulativos; su problema es la propia acumulación. Atajarlo de una forma permanente requiere utilizar materiales no acumulativos. Por ahora los único materiales que ofrecen esta capacidad son las maderas, que a demás fijan carbono y son fuente de energía. Casas, locales, edificaciones y barrios en constante regeneración y recambio. Al tiempo.
Salud! PHkl/tctca
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Traducción tarcoteca - Concrete: the most destructive material on Earth - The Guardian 25.2.2019 por Jonathan Watts AQUI Segunda Parte
En el tiempo que tardas en leer esta frase, la industria global de la construcción habrá llenado más de 19.000 bañeras de cemento. En un solo día habría llenado prácticamente la Presa de las Tres Gargantas en China, las más grande del mundo. En un año, hay suficiente cemento para convertir en patio cada colina, valle, rincón y grieta de Inglaterra.
Después del agua, el cemento es la sustancia más utilizada en la Tierra. Si la industria del cemento fuese un país, sería el tercer país del mundo con más emisiones de dióxido de carbono en el mundo con alrededor de 2.800 millones de toneladas, solo superado por China y Estados Unidos.
Este material es la base del desarrollo moderno, proporcionando techo a miles de millones de personas, fortaleciendo nuestras defensas contra desastres naturales y proporcionando una estructura para el cuidado de la salud, educación, transporte, energía e industria.
Por medio del cemento es como intentamos domesticar a la naturaleza. Las losas nos protegen de los elementos. Mantiene lejos a la lluvia de nuestras cabezas, al frío de nuestros huesos y al barro de nuestros pies. Pero también entierra vastas extensiones de suelo fértil, obstruye ríos, ahogan hábitats y, actuando como una segunda piel dura como una roca, nos insensibilizan de lo que está sucediendo fuera de nuestras fortalezas urbanas.
Puede que ya hayamos superado el punto en que el hormigón pese más que la masa de carbono de todos los árboles y arbustos del planeta. En este sentido, nuestro entorno construido está dejando atrás al natural. Sin embargo, a diferencia de la naturaleza, el cemento realmente no crece, sino que su principal cualidad es endurecerse y posteriormente degradarse muy lentamente.
Nuestro mundo azul y verde se está volviendo cada vez más gris. Según un cálculo, es posible que ya hayamos pasado el punto donde el cemento supera la masa de carbono combinada de todos los árboles, arbustos y matorral del planeta. Nuestro entorno construido está, en estos términos, superando al natural. A diferencia del mundo natural, sin embargo, en realidad no crece. En cambio, su principal cualidad es endurecer y luego degradarse, extremadamente lentamente.
Todo el plástico producido en los últimos 60 años suma 8.000 millones de toneladas. La industria del cemento produce más que eso cada dos años. Pero aunque el problema es mayor que el del plástico, a menudo se percibe como menos grave. El cemento no es un producto derivado de los combustibles fósiles, no aparece en el estómago de ballenas y gaviotas. Los doctores no están descubriendo restos de cemento en nuestra sangre, tampoco lo vemos enredado en árboles ni forma grandes masas sólidas subterráneas en las alcantarillas. Con el cemento, sabemos en qué punto estamos. O para ser más precisos: sabemos a dónde está yendo: a ningún lado. Por eso precisamente hemos llegado a depender de él.
El cemento es adorado por su peso y resistencia. Por eso sirve como fundación de la vida moderna, conteniendo la naturaleza, los elementos y entropía a la vez. El Panteón y el Coliseo de Roma son la prueba de la durabilidad del cemento.
Cuando se combina con acero, es el material que garantiza que nuestras presas no revienten, que nuestros bloques de viviendas no caigan, nuestras carreteras no se doblen y nuestra red eléctrica permanezca conectada.

Consecuencias del exceso de Cemento

La solidez es una cualidad particularmente atractiva en un momento de cambio desorientador. Pero, como cualquier otra cosa "buena", en exceso puede crear más problemas de los que resuelve. En ocasiones es un firme aliado, en ocasiones un falso amigo, el cemento puede resistir a la naturaleza durante décadas y después, de pronto, amplificar su impacto. Sirvan de ejemplo las inundaciones en Nueva Orleans tras el Huracán Katrina y en Houston tras Harvey. En ambos casos, el cemento empeoró la situación porque las calles urbanas y suburbanas no pudieron absorber la lluvia y los desagües demostraron ser totalmente inútiles para las nuevas situaciones extremas que vive un clima perturbado.
El hormigón también magnifica el clima extremo del que nos protege. Tomando todas las fases de la producción, el cemento es responsable de entre el 4% y el 8% del dióxido de carbono (CO2) mundial. Entre materiales, solo el carbón, el petróleo y el gas son fuente más grande de gases de efecto invernadero.
Pero otros impactos medioambientes son todavía más incomprendidos. El cemento es un monstruo sediento que consume casi una décima parte del uso de agua industrial. Esto a menudo tensa el suministro de agua para beber y regar porque el 75% de este consumo se da en regiones en sequía o con estrés hídrico.
En las ciudades, el hormigón también contribuye al efecto 'isla de calor' al absorber el calor del sol y atrapar gases expulsados por los vehículos y los aparatos de aire acondicionado –aunque al menos es mejor que el asfalto–.
Por otro lado, el cemento empeora el problema de la silicosis y otras enfermedades respiratorias. El polvo de las reservas y mezcladoras de hormigón levantado por el viento representa hasta un 10% de las partículas gruesas que asfixian a Delhi. Las canteras de piedra caliza y fábricas de cemento a menudo también son fuente de contaminación, junto a los camiones que transportan los materiales hasta los lugares de construcción. A esta escala de producción, incluso la adquisición de arena puede ser catastrófica –destrozando muchas de las playas y cursos de los ríos del mundo–. Además, esta forma de minería tiene ahora cada vez más presencia del crimen organizado y grupos asociados a violencia y asesinatos.

Crisis de la biodiversidad

Esto se relaciones con el impacto más grave pero menos comprendido del hormigón, que es que destroza infraestructura natural sin reemplazar las funciones ecológicas de las que depende la humanidad para la fertilización, polinización, control de inundaciones, producción de oxígeno y purificación del agua.
El cemento puede impulsar nuestra civilización [a su civilización capitalista], hasta los 163 pisos de altura en el ejemplo del rascacielos Burj Khalifa en Dubai, creando un espacio habitacional fuera del aire. Pero también impulsa la huella humana, esparciendose a través de la tierra fértil y los asfixiados hábitats. La crisis de la biodiversidad, que muchos científicos creen que es una amenaza tan grande como el caos climáticose debe principalmente a la conversión de áreas silvestres a la agricultura, los polígonos industriales y los bloques residenciales.

Connivencia generalizada

Durante cientos de años, la humanidad ha estado dispuesta a aceptar este inconveniente ambiental a cambio de los beneficios indudables del cemento. Pero ahora el equilibrio puede estar inclinándose en la otra dirección.
El Panteón y el Coliseo en Roma son un testimonio de la durabilidad del mortero, que es un compuesto de arena, agregados (generalmente grava o piedras) y agua mezclada al horno con un aglomerante de cal. La moderna forma industrializada del aglutinante, el cemento Portland, fue patentada como una forma de "piedra artificial" en 1824 por Joseph Aspdin en Leeds. Más tarde, se combinó con barras de acero o malla para crear hormigón armado, la base de los rascacielos art deco como el Empire State Building.
Ríos de cemento se vertieron después de la segunda guerra mundial, cuando el hormigón ofreció una forma barata y sencilla de reconstruir las ciudades devastadas por los bombardeos. Este fue el período de arquitectos brutalistas como Le Corbusier, seguido de las futuristas y libres curvas de Oscar Niemeyer y las elegantes líneas de Tadao Ando, ​​por no mencionar una legión cada vez mayor de represas, puentes, puertos, ayuntamientos, campus universitarios, centros comerciales y aparcamientos uniformemente sombríos. En 1950, la producción de cemento era igual a la del acero; en los años posteriores, se ha multiplicado por 25, más de tres veces más rápido que el acero.
El debate sobre la estética ha tendido a polarizarse entre tradicionalistas como el infame Príncipe Carlos, quien condenó al brutalista Tricorn Center de Owen Luder como un "bulto mohosos de caca de elefantes", y los modernistas que vieron el cemento como un medio para hacer que el estilo, el tamaño y la fuerza sean asequibles para las masas.

Las políticas del hormigón

Las políticas del hormigón son menos divisivas, pero más corrosivas. El principal problema aquí es la inercia. Una vez que este material une a políticos, burócratas y empresas de construcción, el nexo resultante es casi imposible de deshacerse. Los líderes de los partidos necesitan donaciones y sobornos de las firmas de construcción para ser elegidos, los planificadores estatales necesitan más proyectos para mantener el crecimiento económico y los jefes de construcción necesitan más contratos para mantener el dinero en circulación, al personal ocupado y una alta influencia política. Aumentando el entusiasmo político por la autopreservación perpetúa a sí mismo por medio de proyectos de infraestructura y eventos como los Juegos Olímpicos, la Copa del Mundo y exposiciones internacionales dudosos desde el punto de vista ambiental y social.
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