La miniserie de Netflix está basada en la historia de Deborah Feldman, nacida en una familia judía ortodoxa. La ficción explora la lucha de esta mujer por alcanzar sus deseos y sueños, mientras rompe con los mandatos asignados.
Con el reciente estreno de la cuarta temporada, la serie española de Netflix volvió a confirmar su popularidad y aceptación a nivel mundial. Pocos días después ya había anunciado una quinta y sexta entrega. En este contexto, la producción pendula entre su rotundo éxito y la avaricia de seguir agregando temporadas sólo por su fama.
“Hay tres clases de personas: los de arriba, los de abajo y los que caen”. Con esta frase comienza a narrarse El Hoyo, la película española estrenada en el Festival de Toronto y éxito en Netflix. Aterrador, incómodo y atrapante, el film utiliza los niveles de una cárcel vertical para detallar las miserias de la sociedad; desigualdades que cobran protagonismo durante la pandemia actual, pero son tan contemporáneas como atemporales.
Llena de errores e inexactitudes, la serie de Netflix sobre el padre del psicoanálisis, convertido en una especie de investigador, no logra sostenerse por ningún lado. ¿Cómo influye el peso de un personaje histórico en la producción y por qué no necesitamos más historias sobre detectives?
El 24 de marzo pasado se cumplieron 15 años del estreno de la remake de la serie The Office que, para un consenso amplísimo de espectadores, superó a su original. En los zappings frenéticos en la televisión, fue la sitcom que siempre nos recibió en I-Sat y nos sacó un gesto de confusión con su humor tan particular, o una sonrisa de oreja a oreja.
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