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martes, 19 de junio de 2012

Tinkunaco 0860/12 - Re: [Prensa] Juicio Camps, relatos de hoy

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JUICIO CAMPS
 
“Estuve cinco días sin comer, pensé que me moría”
 
Julio Daich se presentó ante el Tribunal como una persona que perteneció al Grupo Graiver, motivo por el cual fue detenido por la dictadura en el marco de persecución económica. También hablaron tres militantes que fueron detenidos y torturados por su accionar pensante y solidario en un complejo habitacional de Ciudad Evita
 
 
PRENSA Y DIFUSIÓN
APDH LA PLATA
 
(18JUNIO2012) Se sumaron nuevos testimonios en la jornada del Juicio Camps, donde el caso de Papel Prensa se mantiene como uno de los ejes principales. Las víctimas no solo reflejaron el carácter humillante de los represores sino que también hicieron hincapié en la búsqueda de una imposición económica a través de sus acciones.
 
Julio Daich era empleado en una casa de cambio en el centro platense, lugar donde fue secuestrado a principios de marzo de 1977. A su vez, contaron la plata que había y la derivaron al Banco Central luego de siete horas de inspección. Más tarde se llevaron a Dante Marra –dueño de Cambios Marra S.A - y cuatro empleados más. “A Dante lo torturaron con picana eléctrica, le fracturaron una costilla”, refirió Daich, de 72 años de edad.
 
Julio pasó por distintos lugares en cautiverio: Comisaría Novena de La Plata, Puesto Vasco, la Alcaldía Policial en Capital Federal, el Penal de Magdalena y Pozo de Banfield. En Comisaría Novena compartió la celda con otras 30 personas que eran parte del Grupo Graiver, entre ellas Juan e Isidoro Graiver.
 
En tal sentido nunca sufrió torturas físicas pero si psicológicas, ya que en Puesto Vasco fue interrogado y escuchó todas las noches gritos de dolor de otros detenidos.
 
Por otra parte en Banfield pasó cinco días sin comer, acción que se interrumpió cuando Lidia Papaleo –también detenida- le ofreció un chocolate para saciar el hambre. “En ese momento me había despedido internamente de mi familia, pensé que se acababa todo”, afirmó al respecto.
 
El testigo estuvo 66 días incomunicado hasta quedar a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y tomar contacto con la familia. El 24 de diciembre de 1977 fue liberado.
 
“En Brigada de San Justo perdí el conocimiento”
 
La segunda testigo de la jornada fue Amalia Marrón, quién fue secuestrada el 26 de marzo de 1978 luego de que saliera en San Justo de una misa que evocaba a la figura de una compañera presa.
 
El primer destino fue la Brigada de San Justo, donde fue brutalmente golpeada, torturada e insultada por militares y civiles.  Ahí compartió cautiverio con Olga Araujo.
 
“Estaba muy comprometida de salud, una noche me llevaban a la rastra y me desmayé, así que no me pudieron volver a torturar”, expresó. Horas más tarde amaneció en otro lugar junto a dos personas que intentaban asistirla: eran el médico cómplice Jorge Vidal y el detenido Raúl Petruch.
En otro momento compartió celda junto a Elisa Moreno y Olga Araujo, antes de pasar a otro centro clandestino: la cárcel de Devoto. Ahí estuvo hasta medidados de 1981 donde fue liberada y vigilada hasta 1982. En 1979 había sido condenada en un Consejo de Guerra.
 
“Preguntaban sobre mis ideas”
 
Al igual que Marrón, Raúl Petruch fue secuestrado el 23 de marzo de 1978 por su militancia en el Partido Comunista Revolucionario. También pasó por la tortura y los infinitos golpes, como así también recorrió varios puntos del país en clandestinidad: Brigada de San Justo, Comisaría de Laferrere, Cárcel de Devoto y Cárcel de Rawson, antes de estar con libertad vigilada hasta marzo de 1981.
 
“Me quedaron quemaduras y secuelas por todo lo que pasó. Me preguntaban sobre mis ideas, mi actuación política”, expresó el testigo, y refirió la situación de atención hacia su compañera Amalia Marrón: “estaba muy mal, recuerdo al médico Vidal que la sostuvo de una mano y de un pie para que se pueda hidratar”.
 
Hasta el 1 de junio de 1978  Raúl estuvo en la Brigada de San Justo. Fue interrogado varias veces y picaneado. Luego de pasar por Devoto, fue declarado “incompetente” en un Consejo de Guerra militar en La Plata, por lo que pasó a estar a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.
 
Su último destino en cautiverio fue en la Unidad 9 de La Plata hasta que le dieron libertad “vigilada” en 1979.
 
Tanto Petruch como Marrón fueron consideradas personas intelectualmente importantes para la militancia que tenían en el Complejo barrial Número 17 de Ciudad Evita, complejo de gran magnitud que integran las capas trabajadoras. También Jorge Eduardo Herman declaró como parte de ese colectivo de militancia en aquella época: “fui torturado en la Brigada de San Justo”, expresó, y al igual que las otras declaraciones admitió ver a un médico cómplice de los represores que atendía de vez en cuando a las víctimas.
 
“Los torturadores se dieron cuenta que conmigo se les había ido la mano, porque la sesión de picana y golpes fue muy fuerte”, concluyó el testigo.
 
Articulación
 
En otro punto, como muestra de articulación de información y para retomar cualquier dato que sea útil para este Juicio, el Tribunal platense recibió la sentencia por parte del Tribunal Oral y Federal de Mar Del Plata dada días atrás, en la que se condenó a un represor por delitos de lesa humanidad en la última dictadura militar

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