No hay escuela para militantes
No hay escuela para militantes. No hay
manera de explicar empíricamente su significación. No se
puede armar un discurso que contenga las palabras capaces de abarcar la
liturgia y el sentimiento.
¿Cuándo puede alguien
decirse militante?
¿Desde dónde se calcula y
hasta dónde se permite la inclusión en esa práctica
indescriptible de vivir la política?
¿Se es militante por
simpatía con personas o ideas?
¿Quedan dentro de la militancia
aquellos que no tienen capacidad crítica de discusión
política?
El objeto del militante ¿es la
política o su propio reconocimiento a modo de identificación
colectiva?
Vale saber cuál es el piso, pero
¿sabemos todos que el techo siempre será una
utopía?
Porque si confundimos, en la
romántica vorágine que hoy vivimos, cuál es el sentido
y el destino de nuestra militancia, entonces la embriaguez que nos provoca
el haber recuperado la política para el pueblo, puede dejarnos en
posición adelantada más de una jugada. Y ya se sabe, con un
buen arbitraje, el “offside” casi nunca termina en gol.
“Nunca hemos sido tan fuertes. En
consecuencia ha llegado la hora de emplear la inteligencia y la tolerancia,
porque el que se siente fuerte suele estar propicio a prescindir de la
prudencia” dijo Perón el 15 de noviembre de 1972, a horas de
regresar al País después de 18 años de exilio.
Cuando queremos hacernos los
“peronistas ilustrados” recurrimos a los discursos del General
sabiendo que siempre encontraremos alguna frase que nos rescate de nuestra
berreta perorata. Pero al menos desde esta columna reconocemos nuestras
limitaciones.
Será que tantos años de
militancia nos han enseñado a sacudirnos las miserias y abrazar la
causa desde la causa misma.
Algunos de nosotros pertenecemos a la
privilegiada generación sobreviviente de tantas aberraciones,
persecuciones y muertes que por prepotencia histórica, los
dueños del país han ejercido durante décadas sobre el
pueblo argentino.
No tenemos escapatoria. Esos, los
elegidos del destino político que podemos aún ver la vida
desde la vida misma, estamos obligados a militar la causa de la justicia
social.
Nosotros tenemos compañeros,
hermanos, hijos, nietos, vecinos, amigos, padres o conocidos que han dejado
su vida en la causa militante por una Argentina justa, libre y
soberana.
¿Dónde podríamos
estar si no fuera militando?
La militancia, compañeros, no
tiene fecha de jubilación, por eso es maravillosa. Porque no hay
línea etaria que nos limite la participación genuina en la
defensa del proyecto.
El proyecto que levantamos y que
algunos cascotean con las mismas piedras de todos los tiempos.
El proyecto que soñaban
construir quienes aquel 17 de noviembre festejaban felices el retorno del
hombre que había cambiado la historia del pueblo argentino.
Y así los pueblos van
construyendo sobre sí mismos, la que será la Patria para
todos. No es fácil. Nosotros, que nos hemos re significado para
poder rescatar la cultura perdida de la política, que nos pudimos
volver a ver reflejados en el espejo de los hermanos Latinoamericanos, que
nos levantamos luego de haber sido pisoteados en el piso, nosotros hoy
festejamos la militancia.
Puede sonar soberbio, pero es la
contradicción pueblo-soberbia ya no nos pesa.
Recuperamos la vida junto a las madres
y las abuelas; recuperamos la movilización junto a los
jóvenes impulsivos y arrogantes ; recuperamos la voz junto a
Néstor, recuperamos la dignidad junto a Cristina; recuperamos los
derechos junto a los 30000 que nos señalan el camino; recuperamos el
trabajo junto a tantos delegados de base “levantados” de las
fábricas; recuperamos la soberanía rompiendo lazos con
modelos perimidos; recuperamos la conducción política bajando
los cuadros de los dictadores; recuperamos el honor de nuestros viejos
duplicando el número de jubilados y poniendo en valor dos veces al
año sus ingresos.
Gracias a la militancia pudimos con
todo y vamos por el resto.
El Día de la Militancia es un
día cualquiera, lo es para los que somos militantes a tiempo
completo.
Desde esta tribuna, para todos los que
se sienten así, les deseamos feliz día
compañeros.
|
Para comunicarse con nosotros, escríbanos a
contacto@megafon.com.ar
Tenemos un perfil para
hacerse fan (disculpen el término) en la red social Facebook. Si
desean estar conectados con nosotros por allí también, basta
con buscar Megafón en la red de amigos.
Tambien nos
pueden seguir en twitter @megafoncnp
Coordinadora
editorial: Patricia
Fortino
Prensa: Lucas Fuentes
Coordinación técnica: Gustavo A.
Dindurra
Los contenidos del
presente pueden ser reproducidos por cualquier medio citando la
fuente.
|
viernes, 16 de noviembre de 2012
Tinkunaco 1.909/12 - Re: Día de la militancia o la militancia de un día...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario