Colegas:
Se acabaron los dimes
y diretes.
Ahí está la
resolución de la Corte (firmada por sus siete miembros) en la cual se le pide la
renuncia a Gialdino.
La resolución que
adjunto, en una interpretación literal del Reglamento de la Justicia Laboral,
viola su letra expresa.
Llama la atención que
se busque desprenderse de un hombre valioso, en el cenit de su intelectualidad,
y que la resolución sea firmada por quienes pueden comprender cabalmente dicha
situación, tales como los Dres. Petracchi y Fayt, que como es sabido han
superado largamente los años que hoy porta Gialdino.
La situación nos
habilita, largamente, a especular con todo tipo de versiones conspirativas y, a
futuro, de color negro mate.
Pero los abogados
laboralistas somos una raza muy especial. No nos rendimos en los ‘90 menos lo
vamos a hacer ahora, amuchados* en los 10 años de jurisprudencia
social.
Tony BN
* Amuchados:
(leído por ahí)
Cuantioso e inmenso, da sensación de magnitud y es evidente que la “masa”, mezcla, conjunto, aglomeración, constituye una definición sensorial de aglomeración, pero también de junta: estar juntos. Amucharse convierte el mucho, en verbo transitivo. Es decir, que como el adjetivo, se transfiere el uno al otro. Amucharse significaría entonces: unirse, amalgamarse, aglomerarse.
Vemos entonces de qué manera emerge en el lenguaje, el epifenómeno (apariencia, lo que de las cosas puede percibirse por los sentidos) de la conciencia que las masas tienen de sí mismas, aunque lo sea a través de la invención de una palabra para autodefinirse.
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