Comunicado de Prensa
JUICIO POR EL
ASESINATO DEL OBISPO ANGELELLI
REPUDIO A LA INTIMIDACIÓN Y
AMENAZA AL TESTIGO JUAN “ALILO” ORTIZ
En la audiencia del viernes 21 de febrero al
finalizar su declaración el testigo Juan Aurelio “Alilo” Ortiz, expuso y documentó
ante el Tribunal la intimidación recibida por mensaje de texto en su celular,
según el siguiente relato: “Tenía un concepto de Ud., de los muertos no se
habla”. Al ignorar el origen Ortiz preguntó: “Quién sós, a qué te referís?”.
“Soy Marcelo Daniel del Moral, no hables de mi padre.” Fue la respuesta del
actual Ministro de Desarrollo Social de La Rioja y ex Intendente del Dpto. Castro Barros, en
cuya jurisdicción se encuentran Aminga y
Anillaco.
Como querellantes en la causa por el asesinato
de Mons. Angelelli habíamos advertido que este juicio que llegó luego de 37
años de impunidad era difícil y molesto especialmente para ciertos sectores que
constituyen resabios del feudalismo riojano y aún ocupan importantes espacios
de poder en las instituciones oficiales y privadas de la sociedad riojana. Lo
repetimos ante el propio Tribunal cuando nos tocó testimoniar en el juicio a
fines del año pasado.
Con las pruebas acumuladas en el expediente
judicial, es conocido el accionar criminal que combatió desde sus inicios el
pastoreo de Mons. Enrique Angelelli en La Rioja y tuvo expresiones violentas en 1972 en
Aminga contra la casa de las religiosas de la Asunción y la sede de
CODETRAL, y en 1973 en Anillaco cuando el mismo Obispo Angelelli fue apedreado
por terratenientes del lugar con sus sicarios. La respuesta pastoral fue la
sanción canónica a los instigadores de la agresión, entre los que se encontraba
Fanor del Moral, padre del autor de las amenazas al testigo Alilo Ortiz. Las manos
ejecutoras del crimen encontraron el camino preparado por la complicidad civil
de los poderosos que sintieron afectados sus intereses por la pastoral
solidaria de Mons. Angelelli. Se habla de los muertos para hacer memoria de su
siembra de justicia. Y también se habla de los muertos si en vida fueron
tapados por el extendido y silencioso manto de la impunidad que cerró el camino
de la justicia.
Desde la soberbia del poder feudal que sigue
confiando en las redes de la impunidad, seguramente no será el único que se
animará a intimidar a quienes van testimoniando en este juicio que pretende
reparar una deuda histórica con la memoria riojana. Por eso nuestro reclamo al
Tribunal para que se tomen las medidas conducentes a proteger a los testigos y
brindarles las seguridades necesarias para que las intimidaciones no surtan
efecto y la verdad pueda terminar de salir a la luz. Pero fundamentalmente la
exigencia de que los órganos pertinentes de la Justicia investiguen a
fondo estas amenazas y sin que les tiemble la mano apliquen el rigor de la ley,
como corresponde en una sociedad que en treinta años ha consolidado un camino
democrático.
Córdoba,
25 de febrero de 2014
Querellantes en el
juicio por el asesinato del Obispo Enrique Angelelli
Marilé Coseano
Angelelli, sobrina de Mons. Angelelli
Luis Miguel Baronetto,
Centro Tiempo Latinoamericano
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