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Dax Toscano & Alexandra Villacís
La guerra mediática de baja intensidad de la oligarquía colombiana y el imperialismo yanqui contra las FARC-EP
A continuación se presenta el libro completo sobre el análisis de
los medios de comunicación respecto a la lucha de la guerrilla de las
FARC-EP en un conflicto de 50 años de historia en Colombia
INTRODUCCIÓN
Durante cincuenta años las y los
revolucionarios marquetalianos que el 27 de mayo de 1964 formaron las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia,
han sido objeto de una criminal guerra por parte del imperialismo
yanqui y la oligarquía santaderista, la misma que ha tenido como
objetivo el aniquilamiento militar de la organización revolucionaria y
la estigmatización de los propósitos de su lucha por medio de una
virulenta campaña propagandística y mediática.
Las FARC surgieron como respuesta a la violencia desatada por el Estado oligárquico colombiano
contra el pueblo. Jacobo Arenas y Manuel Marulanda fueron los artífices
en la formación de este ejército revolucionario, continuador de las
gestas libertarias de las fuerzas independentistas comandadas por Simón
Bolívar y Antonio José de Sucre.
Tras el asesinato del líder liberal
Jorge Eliecer Gaitán, el 9 de abril de 1948, las fuerzas conservadoras, a
las que se sumaron los sectores reaccionarios del liberalismo, con el
cual se repartieron el poder político, desataron una brutal represión en
contra de la población que se levantó indignada frente al magnicidio
cometido. Este accionar criminal de la oligarquía colombiana, tuvo como justificación que Colombia era objeto de la agresión del comunismo internacional.
Las y los revolucionarios,
fundamentalmente de extracción campesina, liderados por Manuel
Marulanda, que tomaron las armas para defenderse de los ataques de la
oligarquía y sus fuerzas criminales, fueron acusados de ser los
responsables de la violencia en Colombia.
La oligarquía santanderista y el
imperialismo yanqui sostienen hasta hoy día esta mentira, mientras
ocultan las verdaderas razones del conflicto colombiano,
las mismas que, en lo fundamental, tienen que ver con el problema de la
tierra y el territorio usurpado a la gran mayoría del pueblo colombiano, el mismo que se debate en la pobreza, en la miseria.
Durante la década de los setenta del siglo XX, la oligarquía colombiana
se valió del narcotráfico y del paramilitarismo para consolidarse
política y económicamente en el poder. La brutalidad, la sevicia ha
caracterizado el accionar de la oligarquía santanderista que a través de
sus fuerzas militares, policiales y paramilitares ha pretendido acabar
con la lucha popular en Colombia. El Estado colombiano
es responsable de los crímenes más atroces contra el pueblo, como el
asesinato de cinco mil miembros de la Unión Patriótica en la década de
los 80 y 90 del siglo pasado.
Pese a todo este accionar criminal, las
FARC-EP han sido convertidas en victimarias. A ellas se les ha
culpabilizado de la guerra y de los peores crímenes. Por más que la
realidad objetiva demuestra que el Estado colombiano
y sus fuerzas militares y paramilitares, con el respaldo de EEUU y del
Estado sionista de Israel, han sido los responsables de la tortura,
asesinato y desaparición de obreros, campesinos, estudiantes en Colombia,
la propaganda oficial, a través de la industria mediática que es el
instrumento de alienación, adoctrinamiento y manipulación de la
oligarquía colombiana, mienten sobre la
lucha que lleva adelante de insurgencia fariana. Las FARC-EP han
sufrido esta brutal agresión mediática como parte de la guerra de baja
intensidad que llevan los grupos de poder en Colombia
para denigrar a esta organización revolucionaria a la que han
calificado de criminal, terrorista, narcotraficante y secuestradora. El
paraperiodismo ha jugado un papel clave en este sentido.
Sin embargo, más allá de lo que la gran
industria mediática diga, las FARC-EP son una organización
político-militar que tiene un proyecto claro, con propuestas coherentes
que buscan resolver los principales problemas que viven las mayorías
pobres en Colombia.
Las conversaciones en La Habana-Cuba
entre la insurgencia y el gobierno de Santos han puesto en evidencia la
seriedad de esta organización para enfrentar los problemas y buscar
resolverlos de raíz, apuntando a las causas de los mismos.
Cinco millones de desplazados, 9000
presos políticos, 30 millones de pobres, de los cuales 12 millones son
indigentes, cientos de fosas comunes con cadáveres de campesinos
asesinados por militares y paramilitares, un régimen mafioso sustentado
en el paramilitarismo y el narcotráfico, una prensa al servicio de la
guerra, el saqueo de los recursos naturales, la presencia de bases
militares y asesores gringos, la cultura del traqueto como modelo de vida para la juventud, es el resultado del accionar del Estado colombiano y la oligarquía mafiosa que, con apoyo de EEUU, ha empobrecido, desangrado y embrutecido a Colombia.
Las FARC-EP se han levantado contra todo eso. Por ello se han ensañado contra ella.
A lo largo de la presente investigación
se evidenciará el brutal ataque militar y mediático que las FARC-EP han
sufrido como resultado de su accionar combativo contra el Estado
oligárquico gansteril colombiano.
La guerra de baja intensidad desatada
contra las FARC-EP tiene como propósito manipular, confundir y engañar a
la gente, para de esa manera quitarle apoyo popular a esta organización
revolucionaria en Colombia, así como en el mundo entero.
Al concluir la lectura del presente
trabajo, se podrá evidenciar cuanta mentira se ha vertido sobre las
FARC-EP, a la vez que se podrá constatar quienes son los verdaderos
terroristas y responsables de los más aviesos crímenes contra el pueblo colombiano.
Los escritos, las crónicas y las
entrevistas realizadas por Dax Toscano, son una contribución importante
para desenmascarar las falsedades contra la insurgencia fariana.
Patria Grande, mayo de 2013
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