Agencia Paco Urondo
Periodismo Militante
En este film de Hugo del Carril, se muestra la explotación de los mensúes en los yerbatales del nordeste argentino, acentuando la necesidad de modificar en el espacio rural las relaciones laborales y familiares perimidas. Se sugiere que esto será posible en un utópico sur, que alude a la ciudad industrializada, hacia donde la pareja protagónica logra huir.
Se comienza a hablar de los sindicatos y los trabajadores empiezan a revelarse. Hasta un momento en que se arma un tiroteo en donde muere mucha gente y la pareja protagonista –como ya dijimos- logra escapar, huyen en un caballo y luego se refugian y corren por el bosque. La rebelión en el norte hizo que los yerbatales pudieran castigar a los capataces que durante tanto tiempo los habían maltratado.
La película fue estrenada el 9 de octubre de 1952 en el Gran Rex, y consagra a Hugo del Carril como uno de los más importantes directores del cine argentino. Estaba basada en la novela El río oscuro, de Alfredo Varela, quien no aparece en los créditos de la película por razones de censura política. Cuenta la leyenda que Hugo del Carril le pidió permiso a Perón, quien puso dos condiciones: tenía que aclararse que los hechos narrados por la película habían ocurrido mucho tiempo atrás y el nombre del autor no podía figurar en los créditos. Alfredo Varela fue trasladado de una cárcel del Chaco a Devoto, y Hugo del Carril y Eduardo Borrás lo visitaron hasta transformar la novela en Las aguas bajan turbias.
El protagonista fue don Hugo del Carril, en un elenco que incluyó a Adriana Benetti, Raúl del Valle, Herminia Franco y Gloria Ferrandiz.
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