Argentina Peronista Frente para la Victoria Cristina Kirchner 2019 compartió la foto de Discípulos de Cooke.
“CARTA ABIERTA A LA JUNTA LIBERAL”
* Por Norita Cortiñas, madre de Gustavo, desaparecido desde 1977. Para La Garganta Poderosa
* Por Norita Cortiñas, madre de Gustavo, desaparecido desde 1977. Para La Garganta Poderosa
Discípulos de Cooke
“CARTA ABIERTA A LA JUNTA LIBERAL”
* Por Norita Cortiñas, madre de Gustavo, desaparecido desde 1977. Para La Garganta Poderosa
Desde hace 40 años, todos los días salimos a buscar la verdad, por los 30 mil desaparecidos y porque necesitamos saber a quiénes les entregaron los bebés secuestrados de las madres que tuvieron cautivas. Desde ahí, iniciamos nuestra lucha. Y desde ahí, la continuamos.
Pero con este nuevo gobierno, hemos retrocedido 30 años.
Deben recapacitar. El pueblo, nuestro pueblo, este pueblo que luchó tanto por la Justicia, para que la Memoria pudiera perdurar, ya sufrió en sólo 100 días la desarticulación de los espacios de reflexión e investigación, como síntoma de una total indiferencia por la defensa de los Derechos Humanos. Por las conquistas que hemos alcanzado en este camino, como los juicios a los genocidas o la apertura de los centros de tortura, de ningún modo nos merecemos este desprecio, ni que banalicen nuestra lucha, porque hemos sido nosotros quienes sufrimos las verdaderas consecuencias del terrorismo de Estado.
Hasta hoy.
A 40 años, este 24 de marzo de 2016, volvemos a gritar con todas nuestras gargantas que las prácticas de la dictadura aún están presentes en las Fuerzas de Seguridad, tal como lo demuestra el caso Luciano Arruga, torturado en una comisaría de La Matanza. O el accionar de la Gendarmería reprimiendo criaturas de una murga. Pues todas esas Fuerzas son las que incuban la inseguridad. Y no, no son cuatro locos que tiran: son muchos más y tienen la orden de hacerlo. Entonces, cuando se ponga en práctica definitivamente ese Protocolo de Seguridad, que viene a intensificar la Ley Antiterrorista del gobierno anterior, ¿qué será de nosotros?
Eso sí, la memoria está intacta. Mi hijo, Gustavo, tenía 17 años cuando empezó a militar en la Villa 31, tras los pasos de Carlos Mugica, donde los vecinos lo llamaban “Pedrito”. Quería trabajar por el pueblo. Y lo hizo, hasta el día que asesinaron al Padre. Después, pasó a militar en una unidad básica de la Juventud Peronista en Morón, hasta los últimos años, cuando formó parte de Montoneros, porque compartía una ilusión con muchos compañeros: la Justicia social. Y entonces, a 40 años, este 24 de marzo de 2016, también volvemos a gritar con todas nuestras gargantas que aún están vivos los ideales de los desaparecidos, en la villa, en el recuerdo de Gustavo y en el eco de todas esas voces, que ahora gritan presente.
Ahora y siempre.
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