Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- Ya está disponible para descargar el nº 90 de Todo por Hacer (Julio 2018)
- Cuestión de química
- [Libro] Apuntes para una ética libertaria
- La caza de brujas y la división de las clases populares
- La Ciencia y el Trabajo
- Víctimas de la moralidad - Emma Goldman
- Socialismo: Atrapados en la trampa política - Emma Goldman
- Sindicalismo: su teoría y práctica - Emma Goldman
- [Grecia] Condenada a cadena perpetua + 25 años la compañera Pola Roupa, miembro de la guerrilla urbana anarquista Lucha Revolucionaria
Posted: 16 Jul 2018 09:45 AM PDT
Todo Por Hacer es una publicación anarquista que se edita mensualmente en Madrid. Se distribuye de forma gratuita en esta ciudad y se puede descargar en www.todoporhacer.org
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Recomendaciones
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Posted: 16 Jul 2018 09:40 AM PDT
El debate sobre la utilización del armamento químico ocupa periódicamente el centro de la crónica internacional, y acumula una larga historia de sanciones, leyes y prohibiciones: las denominadas armas de destrucción masiva son consideradas demasiado crueles. Como si en la guerra pudieran existir sufrimientos inhumanos en contraposición a los sufrimientos convencionales necesarios.
Aunque las armas químicas se utilizan con frecuencia, ¿por qué se rechazan oficialmente? La preocupación de las grandes potencias no es precisamente de naturaleza moral. Todos estos señores poseen arsenales llenos de sustancias químicas, nucleares y mortíferas de todo tipo. Una serie de acuerdos internacionales, hasta llegar a la Convención de París de 1993, las han prohibido definitivamente. Muchos han objetado que el veto químico es inconsistente: se hace referencia a tal acuerdo principalmente como excusa para justificar ataques militares estratégicos. La propaganda aterroriza e insinúa escenarios apocalípticos: se debe intervenir por el bien de la población, porque está en juego la seguridad nacional o por la protección de las fronteras. Los verdaderos plenos poderes para desencadenar la guerra deben permanecer en manos de cuatro o cinco potencias del mundo. Los reconocimientos políticos las legitiman como únicos árbitros de cómo, qué medios utilizar y cuándo comenzar la masacre. Las armas químicas son todavía bastante rudimentarias, tienen una discreta facilidad de producción y el coste es bajo. No es casualidad que se les llame “las nucleares de los pobres”. Una pequeña facción, no necesariamente ligada a un Estado en particular, puede utilizarlas. Tampoco es casualidad que incluso los Estados que ambicionan contar en los asuntos mundiales conviertan su riqueza en capacidad ofensiva, haciendo un amplio despliegue de tales instrumentos bélicos. Si bien la consistencia de los aparatos militares representa el grado de ferocidad y de hegemonía de una nación, es cierto que las guerras del tercer milenio se basan en operaciones militares específicas, estratégicas. Ya no existen los grandes ejércitos que se enfrentan en el campo de batalla. Bombas inteligentes, operaciones militares quirúrgicas, grupos especializados, esfuerzo tecnológico aeroespacial, terrorismo psicológico, en suma un complejo y sofisticado sistema de mando y control. Tampoco para quien dispone de fuerzas y aparatos militares impresionantes y altamente tecnológicos resulta por ahora fácil controlar un ataque químico o acertar con las contramedidas. El comportamiento de una bomba química no es inteligente, solo es selectivo, contraviene los parámetros deseados en una perfecta gestión militar. Ya sean armas vesicantes o gases nerviosos, todas tienen una limitación común: su eficacia depende de las condiciones atmosféricas. No solamente hay que tener en cuenta el viento, también es importante considerar la lluvia, la temperatura y la presión atmosférica, si hay nubes, si es de día o de noche. Otra característica fundamental es que todas las armas químicas son volátiles y más pesadas que el aire en el que se dispersan. La lluvia de gas sarín tiende a caer sobre el suelo esparciéndose e infiltrándose por todas partes, y al permanecer sobre el terreno continúa su acción tóxica. Esto implica que quien haya utilizado tales agentes para conquistar cierto territorio se encontrará ocupando un terreno saturado y envenenado. Respondemos a la pregunta del principio: No hay ninguna causa fácil de explicar, especialmente en un artículo breve. Usar solo la clave de lectura económica resulta insatisfactorio e incompleto. Lo que parece prevalecer son varios elementos de estrategia geopolítica, convergencias e intereses múltiples y variables, una necesidad patológica de considerarse los mejores, la exigencia de las superpotencias de afirmar y confirmar un orden mundial que sobrepasa la mera intención de enriquecerse. Parafraseando el título de una película de Billy Wilder, las guerras se combaten no por el dinero sino con el dinero.
Saltamontes
Publicado en el Periódico Anarquista Tierra y Libertad, Julio de 2018
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Posted: 16 Jul 2018 09:36 AM PDT
Partiendo de la pregunta ¿Existe un anarquismo a la mexicana? Y continuando con otras como ¿De donde abreva y qué reflexiones puede aprender de otros movimientos históricos? Apuntes para una Ética Libertaria se propone, retomar diversos aspectos que han construido el actuar anarquista en el México del siglo XXI.
Escrito hace casi diez años desde la necesidad de un anarquismo no ortodoxo, propositivo y que, sobre todo, sea capaz de resistir los embates con creatividad y sin perder la perspectiva local, los Apuntes ganan vigencia en estos momentos en que la política electoral en nuestro país alimenta los vendavales de la tormenta capitalista. Escrito por Guadalupe Rivera. Descargar Libro [PDF]Read more ... |
Posted: 16 Jul 2018 05:03 AM PDT
Desde una perspectiva histórica, el fenómeno de la caza de brujas en Europa nunca se ha estudiado suficientemente ni se le ha dado la importancia que realmente tiene. A continuación tejeré la relación que tienen las supuestas brujas medievales con el patriarcado y la instauración del capitalismo, plantándole así cara a esta supresión histórica. A mediados del siglo XV, época de crisis del sistema feudal y de agitación por parte de las clases populares, fue cuando se dieron los primeros juicios por brujería en Europa. Durante este periodo se declaró la magia como herejía, y a su vez como el máximo crimen contra Dios, la naturaleza y el Estado. No es casualidad que esta caza llegara a su punto álgido entre 1580 y 1630, cuando estaban surgiendo las primeras instituciones del capitalismo mercantil. El capitalismo mercantil –centrado en el intercambio- fue precedente del actual sistema capitalista, enfocado en la producción masiva. Antes de la cacería de brujas, el patriarcado ya existía y siempre ha buscado la forma de deslegitimar las mujeres en nombre de lo normal,[1. Lo que es supuestamente normal, al ser una construcción social, varía según el contexto] del orden social. El mito judeocristiano del pecado original ya creaba una imagen de la mujer como el género débil, lascivo y cercano a lo que es malo e impuro. Durante la Edad Media esta visión se reforzó con la literatura demonológica y la persecución de mujeres por brujería. Aproximadamente el 80% de las víctimas de la cacería fueron mujeres, y los demás detenidos lo fueron en relación a ellas y no por delito de brujería en sí. Además del género, otro eje de desigualdad principal fue la clase social: se perseguía principalmente a las campesinas, las cuales tenían pocos recursos y se nutrían principalmente mediante una economía de subsistencia. Esto debilitó la unión y la resistencia de las clases populares europeas frente al Estado y frente a las personas terratenientes; que aprovecharon la situación para la difusión del capitalismo rural y el inicio del proceso de cercamiento de tierras comunales. Esto se tradujo en la privatización de las tierras, el empobrecimiento de las clases populares y la consecuente debilitación de relaciones comunales en el ámbito rural. Años más tarde esto resultaría en que las tierras que antes eran para todxs se quedarían en manos de aristócratas, y los y las campesinas más empobrecidas y desocupadas. En palabras de Federici, la supuesta magia era una forma de insubordinación y un instrumento de resistencia de base al poder. Europa debía ser “desencantada” para poder ser dominada. Las brujas serán una clara representación de las clases oprimidas que sufrieron un empobrecimiento progresivo, necesario en el mundo moderno para la instauración del capitalismo tal como lo conocemos ahora. Las mujeres perseguidas por brujería, además de ser campesinas, viejas, pobres, y estar viudas o sin familia; solían ser mujeres con muchos conocimientos útiles para la vida cotidiana. Eran médicas, curanderas, adivinas, sabían sobre reproducción, salud, plantas, naturaleza y remedios naturales. La voluntad de eliminación de estos saberes puede ser interpretada desde varias perspectivas. En primer lugar, y cómo comenté antes, se consideró el saber de las brujas como una amenaza para el orden social de la época. Estaba surgiendo el capitalismo comercial y las brujas con este conocimiento subvertían este orden y desafiaban las estructuras de poder que se estaban introduciendo. En un sistema patriarcal, el conocimiento pertenece a los hombres. Los que perseguían o estaban de acuerdo con esta cacería de brujas eran a la vez los máximos representantes del saber científico: Galileo, Descartes, Hobbes, y Shakespeare, entre otros. El saber de las brujas, que además juega en relación a la naturaleza, es una provocación contra los esfuerzos de estos intelectuales de las ramas científicas. Se satanizaron los métodos anticonceptivos y los abortos que las brujas sabían hacer, y se las expropió del saber empírico -en relación con los remedios naturales que ellas siempre habían sabido y transmitido de generación en generación- para instaurar la llamada medicina profesional. Esta fue aceptada como la verdad absoluta, como el conocimiento científico indiscutible y a la vez inasequible para las clases bajas. La destitución de los saberes de las mujeres, la Ilustración y la ciencia moderna supusieron estrategias para sustituir las mujeres por hombres en todo tipo de trabajos y así negarlas de la profesionalización y del conocimiento. En segundo lugar, ellas fueron el punto de partida del feminismo: mujeres resistentes y combatientes contra las nuevas dinámicas de poder patriarcal que imperarían. La caza de brujas fue una estrategia del capitalismo para que el cuerpo de las mujeres fuese productivo y reproductivo, pero ellas representaron un desafío contra el sistema de trabajo que se estaba introduciendo. Sus cuerpos fueron liberados de la sumisión, que es la lacra que arrastra la socialización en la feminidad hegemónica. No funcionarían como cuidadoras, incubadoras ni máquinas de producir mano de obra barata. Así pues, las brujas serían una lucha por la autonomía femenina, y por eso los movimientos feministas posteriores se representarán con ellas. Resistieron el patriarcado en el cual los cuerpos de las mujeres, su trabajo y su poder sexual y reproductivo se quisieron controlar por parte del Estado y transformar en recursos económicos. Además, bajo el contexto concreto de parálisis demográfica del siglo XV, la cacería de brujas podría tener como objetivo criminalizar el control de la natalidad –y por lo tanto, los anticonceptivos y el aborto- y poner el cuerpo femenino a servicio del incremento de la población y en conclusión al aumento de la fuerza de trabajo. En tercer lugar, el papel de la Iglesia católica también fue importante –aunque no principal- en el fenómeno de la caza de brujas. Aportó la visión ideológica para que se pudiera llevar a cabo, y animó a la persecución de estas. Tal y cómo hemos dicho, no fueron sólo las instituciones, la Iglesia y los aparatos ideológicos del Estado quién propiciaron este feminicidio. Fue el primer motivo de unión política en Europa después de la reforma. El estado hizo de la brujería como tal, y no de las supuestas consecuencias de esta, un crimen grave. Debido a la persecución de brujas también se debilitaron las relaciones entre personas, como antes habíamos expuesto. Cualquier asociación o relación entre mujeres se empezaba a considerar sospechosa, destruyendo así la posible sororidad y resistencia conjunta de ellas. La amistad entre mujeres era vista como una subversión de la alianza entre marido y mujer. Así mismo, los hombres temieron el poder de las mujeres y muchas veces acusaron a sus esposas, hijas y otras mujeres cercanas. Solamente se reconoció un conjunto de hombres de clases populares que luchó contra la caza de brujas, en el País Vasco. Todavía actualmente una de las armas más fuertes de los sistemas capitalista y patriarcal es reforzar la competitividad entre mujeres, o entre las mismas clases humildes. Para finalizar, podemos concluir que la caza de brujas fue un feminicidio que ayudó al sistema vigente en la época medieval a instaurar el capitalismo mercantil -debido a la debilitación de las clases populares-, a marchitar las relaciones sociales entre mujeres y campesinxs, y a crear un orden patriarcal sobre los cuerpos de las supuestas brujas para ponerlos a merced de los aparatos ideológicos, el Estado y la Iglesia.
Mireia Medina Luengo
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Posted: 16 Jul 2018 04:49 AM PDT
La investigación y el desarrollo de la tecnología nunca tuvo como objetivo satisfacer nuestras necesidades y deseos sino mantener, expandir y fundamentar el orden vigente. La sustitución de la mano de obra por la tecnología reduce el valor de la mercancía, por lo que obliga al capitalismo a aumentar la producción para su propia subsistencia. Cada propietario de capital que introduce una nueva máquina consigue una ganancia mayor que sus competidores, obteniendo más mercancías de sus obreros, con esta inercia seguirá existiendo la necesidad de desarrollar la producción en términos materiales y, en consecuencia, de utilizar más recursos y de contaminar a mayor escala. Esto explica la eterna búsqueda de sectores siempre nuevos de valorización. Desde hace doscientos años, el capitalismo evita su fin corriendo siempre un poco más rápido que su tendencia a derrumbarse, gracias a un aumento continuo de la producción. Pero si el valor no aumenta, por el contrario, es el consumo de recursos, la contaminación y la destrucción. El capitalismo es como un brujo que se viera forzado a arrojar todo el mundo concreto al caldero de la mercantilización para evitar que todo se pare.
Mientras continúe la sustitución de la fuerza de trabajo por tecnologías, en tanto el valor de un producto resida en el trabajo que representa, seguirá existiendo la necesidad de desarrollar la producción en términos materiales y, en consecuencia, de utilizar más recursos. Si se asocia condición humana a la condición capitalista de la existencia, como se hace en el presente, este progreso no es más que el progreso de la sociedad en tanto que sociedad capitalista. Y cuanto más progresa esta sociedad, cuanto más se desarrolla el Capital, más se contrapone materialmente a la existencia de los seres humanos y de la Tierra. Esa es la ideología del progreso: constituir dentro de su propia lógica una esperanza a la resolución de los problemas sociales, presentarse como una continuidad histórica hacia la “mejora”, sin precisar exactamente el significado de “mejora”. Ciertos progresos están basados en necesidades y deseos más o menos alienados, sin embargo, la gran mayoría se desarrolla sobre necesidades del Capital que son presentadas como necesidades inmediatas que de no satisfacerlas se quedaría uno excluido, infeliz y desactualizado. La técnica, que ahora se ha convertido en la ideología de la dominación, proporciona una explicación suficiente para la no libertad, para la incapacidad de los individuos a la hora de decidir sobre sus propias vidas. Durante el siglo XIX y el siglo XX, el progreso de la cultura, la razón… quedaron supeditados al progreso económico. Bastaría un correcto funcionamiento económico para que la cuestión social dejase de dar disgustos. El mismo proceso se repetiría con la técnica, ante el fracaso definitivo de la soluciones económicas. La economía paso a un segundo plano y la técnica se emancipó, siendo la economía una técnica más. Lejos de que las nuevas tecnologías pudiesen liberarnos de la esclavitud salarial se han implantado cómodamente en el mercado laboral. El liberalismo más tradicional las apoya en pro de aumentar el beneficio abaratando los costes aunque el liberalismo más progresista se alarme porque conducirá al despido en masa de trabajadores prescindibles, no entienden que no hay nada más rentable que la interminable fila de hambrientos dispuestos a malvender su vida por sobrevivir a final de mes. El conocimiento científico devalúa cualquier otro tipo de conocimiento que no entran en su marco de referencia, es decir la eficiencia y el progreso, explicándolos dentro de sus propios criterios evitando el inevitable ¿Por qué? Y ¿Para qué?. Para ello, la tecnociencia a generado corrientes de pensamiento basadas en la objetividad del acto social aplaudiendo la abolición del individuo como sujeto histórico. Desde el existencialismo hasta el postmodernismo, pasando por el estructuralismo actual; no pretenden contradecir el monopolio de la tecnología sino en todo caso allanar su camino. Todo conocimiento deber seguir un método cuya clave debe ser la puesta a prueba de cualquier afirmación, todo debe ser puesto a prueba. Toda puesta a prueba debe seguir el rigor de la neutralidad y ser objetiva, características que dice ostentar la ciencia, pero en los últimos tiempos la ciencia se ha convertido en un saber con pretensión de verdad hegemónico y ha relegado a un ámbito de los personal, de lo irreal o incluso de lo mágico al resto de los saberes, esto implica que el arte por ejemplo no es válido estrictamente como un saber, como tanto tiempo lamentaron pensadores como William Morris. Es por ellos que la ciencia no es neutral ya que en su afán de progreso se elijen temas orientados a la reproducción del sistema capitalista. Lo mismo podría decirse de todos los científicos en general. Con posibles raras excepciones, sus motivos no son ni la curiosidad ni el deseo de beneficiar a la humanidad sino la necesidad de atravesar el proceso de poder: tener una finalidad (un problema científico que resolver), hacer un esfuerzo (investigación) y conseguir la finalidad (solución del problema). La ciencia es una actividad sustitutoria porque los científicos trabajan principalmente por la realización que consiguen del trabajo en si. Consideremos el caso del Dr. Edward Teller, el cual tenía un obvio compromiso emocional con la promoción de centrales nucleares. ¿Este compromiso contenía un deseo de beneficiar a la humanidad? De ser así, entonces, ¿por qué el Dr. Teller no adquiría este compromiso con otras causas «humanitarias»? ¿Si era tan humanitario por qué ayudo a desarrollar la bomba H? Como con otras muchas proezas científicas, cabe preguntar cómo las centrales nucleares benefician actualmente a la humanidad. La clase burguesa ha sido substituida por una clase tecnocrática nacida no de una revolución antiburguesa sino de la propia complejidad de la dinámica produccionista imperante, esta no se define por la posesión de los medios de producción o el dinero, sino por su capacidad de gestión y su competencia. Las ideas dominantes no son más que la ideal expresión de las relaciones materiales dominantes, las mismas relaciones materiales dominantes concebidas como ideas. La Razón no es eterna, es una producción histórica y será superada junto a su época. Hay algo sospechoso en la Razón moderna; las guerras, el empobrecimiento de las relaciones sociales, la amenaza nuclear o la destrucción del planeta. Ante estas catástrofes la idea del fin del mundo es razonable, pensando automáticamente como mundo en el mundo capitalista, ya que si terminara el capitalismo, montañas y ríos permanecerían pero al dejar de ser “recursos naturales” ya no serían tan siquiera mundo para las concepciones que estamos negando. Gracias al Estado, que fomentó la investigación a gran escala en el campo de las armas bélicas y a la producción en masa de bienes de consumo, el progreso técnico y científico dio un gran salto haciendo de la tecnociencia la ideología imperante y la principal fuerza productiva. Ello no solamente implica la decadencia del mundo del trabajo y anuncia la obsolescencia del proletariado, sino que también significa el fin del papel del Estado como protector. En la sociedades tecnificadas lo que domina entre individuos no es el carácter autoritario como antaño, sino la personalidad desestructurada, narcisista y abstracta. El dominio del individuo se consigue con el estimulo externo mejor que con reglas que fijen su conducta, como desarrolló Foucault en su estudio del “biopoder”. Distinguimos entre dos clases de tecnología, que llamamos tecnología de pequeña escala y tecnología dependiente de organizaciones. La primera es la que pueden usar comunidades de pequeña escala sin asistencia exterior. La segunda es la que depende de organizaciones sociales de gran escala. No somos conscientes de casos significativos de regresión de tecnología de pequeña escala. Pero en la tecnología dependiente de grandes organizaciones sí que hay regresión cuando la organización social de la que depende se colapsa. Ejemplo: Cuando el Imperio Romano cayó, su tecnología de pequeña escala sobrevivió porque cualquier artesano inteligente de una aldea podía construir, por ejemplo, una rueda de agua, cualquier herrero hábil podía obtener acero por métodos romanos… y así sucesivamente. Pero la tecnología dependiente de organizaciones Sí que sufrió una regresión..Sus acueductos se desmoronaron y no se reconstruyeron nunca. Se perdieron sus técnicas de construcción de calzadas. El sistema romano de saneamiento urbano se olvidó, por lo que no se hizo hasta tiempos más bien recientes el de las ciudades europeas igual a aquél de la antigua Roma. Por lo que está claro que si el sistema industrial fuera una vez profundamente colapsado, tecnologías dependientes de organizaciones se perderían rápidamente. Y una vez se hubiera perdido por una generación,llevaría siglos el reconstruirla, simplemente como costó siglos el construirla la primera vez. Los libros técnicos supervivientes serían pocos y dispersos. Y la sociedad industrial, si fuera construida desde el principio sin ayuda externa, sólo se podría hacer en una serie de etapas: necesitas herramientas para hacer herramientas para hacer herramientas para hacer herramientas… se requiere un largo proceso de desarrollo económico y en la organización social. E, incluso en ausencia de una ideología opuesta a la tecnología, no hay razón para pensar que alguien estaría interesado en reconstruir la sociedad industrial. El entusiasmo por el «progreso» es un fenómeno particular de la forma moderna de sociedad, y parece no haber existido antes del siglo XVII.
Jaime Manso, un compañero de CNT Fuenlabrada.
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Posted: 13 Jul 2018 10:15 AM PDT
Víctimas de la moralidad [1]
No hace mucho tiempo asistí a una reunión dirigida por Anthony Comstock, quien durante cuarenta años ha sido el guardián de la moral estadounidense. La divagación más incoherente e ignorante que nunca escuché en ningún estrado.La pregunta que se me planteó, escuchando la charla trivial e intolerante del hombre, fue: ¿Cómo podría alguien tan limitado y poco inteligente ejercer el poder de censor y dictador sobre una nación supuestamente democrática? Es cierto, Comstock tiene la ley para respaldarlo. Hace cuarenta años, cuando el puritanismo era aún más desenfrenado que hoy, cerrando por completo la luz de la razón y el progreso, Comstock logró, mediante maquinación sombría y tironeo político, presentar un proyecto de ley que le daba control completo sobre el Departamento de Correos, un control que ha resultado desastroso para la libertad de prensa, así como el derecho a la privacidad del ciudadano estadounidense. Desde entonces, Comstock ha irrumpido en los cuartos privados de las personas, ha confiscado correspondencia personal, así como obras de arte, y ha establecido un sistema de espionaje y soborno que avergonzaría a Rusia. Sin embargo, la ley no explica el poder de Anthony Comstock. Hay algo más, más terrible que la ley. Es el espíritu puritano estrecho, como se representa en las mentes estériles de la Unión Cristiana de Jóvenes y Doncellas Ancianas, Unión de Templanza, Unión Sabática, Liga de Pureza, etcétera. Un espíritu que es absolutamente ciego a las manifestaciones más simples de la vida; por lo tanto, significa estancamiento y decadencia. Como en los días anteriores a la guerra, estos viejos fósiles lamentan la terrible inmoralidad de nuestro tiempo. La ciencia, el arte, la literatura, el drama, están a merced de la censura fanática y el procedimiento legal, con el resultado de que Estados Unidos, con todas sus jactanciosas pretensiones de progreso y libertad, sigue sumida en el provincialismo más denso. El dominio más pequeño en Europa puede jactarse de un arte libre de las cadenas de la moralidad, un arte que tiene el coraje de retratar los grandes problemas sociales de nuestro tiempo. Con el filo del análisis crítico, ataca cada úlcera social, cada error, exige cambios fundamentales y la transvaloración[2] de los valores aceptados. La sátira, el ingenio, el humor, así como los modos de expresión más intensamente serios, se emplean para descubrir nuestras mentiras sociales y morales convencionales. En América buscaríamos en vano ese medio, ya que incluso el intento de hacerlo es imposible por el régimen rígido, por el dictador moral y su camarilla. El acercamiento más cercano, sin embargo, son nuestros muckrakers[3], que sin duda han prestado un gran servicio a lo largo de líneas económicas y sociales. Ya sea que los muckrakers hayan o no hayan ayudado a cambiar las condiciones, al menos han desgarrado la máscara de la mentira de nuestra presumida y autosatisfecha sociedad. Desafortunadamente, la Mentira de la Moralidad todavía acecha en sus plumas, ya que nadie se atreve a acercarse a la gran distancia a ese lugar sagrado. Sin embargo, es seguro decir que ninguna otra superstición es tan perjudicial para el crecimiento, tan enervante y paralizante para las mentes y los corazones de las personas, como la superstición de la moralidad. El aspecto más patético, y en cierto modo desalentador, de la situación es un cierto elemento de liberales, e incluso de radicales, hombres y mujeres aparentemente libres de espías religiosos y sociales. Pero ante el monstruo de la moralidad están tan postrados como los más piadosos de su especie, lo que es una prueba adicional de hasta qué punto el gusano de la moral se ha comido el sistema de sus víctimas y cuán distantes y profundas deben ser las medidas para expulsarlo. Huelga decir que la sociedad está obsesionada por más de una moralidad. De hecho, cada institución de hoy tiene su propio estándar moral. Tampoco podrían haberse mantenido nunca, si no fuera por la religión, que actúa como escudo, y por la moralidad, que actúa como la máscara. Esto explica el interés de los explotadores ricos en religión y moralidad. Los ricos predican, fomentan y financian ambas cosas, como una inversión que rinde buenos beneficios. A través de la religión han paralizado la mente de la gente, así como la moralidad ha esclavizado al espíritu. En otras palabras, la religión y la moral son un látigo mucho mejor para mantener a la gente en la sumisión que incluso el garrote y la pistola. Para ilustrar: La Moralidad de la Propiedad declara que esa institución es sagrada. ¡Ay de cualquiera que se atreva a cuestionar la santidad de la Propiedad, o peca contra ella! Sin embargo, todos saben que la propiedad es un robo; que representa los esfuerzos acumulados de millones, de quienes no tienen propiedades. Y lo que es más terrible, cuanto más afectada por la pobreza es la víctima de la Moralidad de la Propiedad, mayor es su respeto y admiración por ese amo. Así, escuchamos que las personas avanzadas, incluso los llamados trabajadores con conciencia de clase, critican métodos tan inmorales como el sabotaje y la acción directa, porque apuntan a la Propiedad. En verdad, si las víctimas mismas están tan cegadas por la Moralidad de la Propiedad, ¿qué necesitan los amos? Por lo tanto, parece que ya es hora de recordar el hecho de que hasta que los trabajadores pierdan el respeto por el instrumento de su esclavización material, no necesitan ninguna esperanza de alivio. Sin embargo, es con el efecto de la moralidad sobre las mujeres que estoy más preocupada. Tan desastroso, tan paralizante ha sido este efecto, que incluso algunas de las más avanzadas entre mis hermanas nunca lo superan por completo. Es la Moralidad la que condena a la mujer a la posición de una célibe, una prostituta o una criadora incesante e imprudente de niños desventurados. Primero, en cuanto al celibato, la planta humana hambrienta y marchita. Cuando aún es una hermosa y joven flor, se enamora de un joven respetable. Pero la moralidad decreta que a menos que él pueda casarse con la joven, ella nunca debe conocer los éxtasis del amor, el éxtasis de la pasión, que alcanza su expresión culminante en el abrazo sexual. El joven respetable está dispuesto a casarse, pero la Moralidad de la Propiedad, la Familia y las Moralidades Sociales decretan que primero debe hacer su fortuna, debe ahorrar lo suficiente para establecer un hogar y poder mantener una familia. Los jóvenes deben esperar, a menudo muchos años largos y cansados. Mientras tanto, el joven respetable, entusiasmado por la relación diaria y el contacto con su novia, busca una salida a su naturaleza a cambio de dinero. En noventa y nueve casos de cada cien, se infectará, y cuando pueda casarse materialmente, infectará a su esposa y posible descendencia. ¿Y la flor joven, con cada fibra encendida con el fuego de la vida, con todo lo que está clamando por amor y pasión? Ella no tiene salida. Ella desarrolla dolores de cabeza, insomnio, histeria; se vuelve amargada, pendenciera, y pronto se convierte en un ser desvanecido, marchito, sin alegría, una molestia para ella y para todos los demás. No es de extrañar que Stirner prefiriera la grisette[4] a la doncella crecida gris con virtud. No hay nada más patético, nada más terrible que esta víctima gris de una moralidad grisácea. Esto se aplica incluso con mayor fuerza a las masas de muchachas profesionales de clase media, que a aquellas personas. A través de la necesidad económica, estos últimos son llevados a la jungla de la vida a una edad temprana; crecen con sus compañeros masculinos en la fábrica y la tienda, o en el juego y el baile. El resultado es una expresión más normal de sus instintos físicos. Entonces también, los hombres y mujeres jóvenes del pueblo no están tan ocultos por las externalidades, y a menudo siguen el llamado del amor y la pasión independientemente de la ceremonia y la tradición. Pero la chica de la clase media sobreexcitada e hipersexuada, rodeada de sus confines estrechos con las tradiciones familiares y sociales, protegida por mil ojos, temerosa de su propia sombra, el anhelo de su ser más íntimo por el hombre o el niño, debe recurrir a los gatos, perros, canarios o la clase sobre la Biblia. Tal es el dictamen cruel de la moralidad, que diariamente cierra el amor, la luz y la alegría de las vidas de innumerables víctimas. Ahora, en cuanto a la prostituta. A pesar de las leyes, ordenanzas, persecución y prisiones; a pesar de la segregación, el registro, las cruzadas de vicio y otros dispositivos similares, la prostituta es el verdadero espectro de nuestra época. Ella barre las llanuras como un fuego que quema cada rincón de la vida, devastador, destructor. Después de todo, ella está devolviendo, en una pequeña medida, la maldición y los horrores que la sociedad ha esparcido en su camino. Ella, cansada con el vagabundeo de las edades, hostigada y conducida de esquina en esquina, a merced de todos, es aún la Némesis de los tiempos modernos, el ángel vengador, empuñando despiadadamente la espada de fuego. ¿Por qué ella no tiene al hombre en su poder? Y, a través de él, el hogar, el niño, la familia[5]. Así ella mata, y ella misma es la más brutalmente asesinada. ¿Qué la ha hecho? ¿De dónde viene ella? La moral, la moral que es despiadada en su actitud hacia las mujeres. Una vez que se atrevió a ser ella misma, a ser fiel a su naturaleza, a la vida, no hay retorno: la mujer es expulsada de la protección de la sociedad. La prostituta se convierte en la víctima de la moral, incluso cuando la vieja doncella marchita es su víctima. Pero la prostituta es victimizada por otras fuerzas, la más importante, la Moralidad de la Propiedad, que obliga a la mujer a venderse como mercancía sexual por un dólar por matrimonio o por quince dólares a la semana, en el sagrado refugio del matrimonio. Este último es sin duda más seguro, más respetado, más reconocido, pero de las dos formas de prostitución, la chica de la calle es la menos hipócrita, la menos degradada, ya que su oficio carece de la máscara piadosa de la hipocresía; y, sin embargo, es perseguida, esquilmada, ultrajada y rechazada por los mismos poderes que la han hecho: el financiero, el sacerdote, el moralista, el juez, el carcelero y el detective, sin olvidar a su hermana protegida y respetablemente virtuosa, que es la más implacable y brutal en su persecución de la prostituta. La moral y su víctima, la madre, ¡qué imagen tan terrible! ¿Hay realmente algo más terrible, más criminal, que nuestra función sagrada glorificada de la maternidad? La mujer, física y mentalmente incapacitada para ser madre, pero condenada a procrear; la mujer, gravada económicamente hasta la última chispa de energía, pero obligada a reproducirse; la mujer, atada a un hombre al que detesta, cuya sola vista la llena de horror, pero hecha para reproducirse; la mujer, gastada y agotada del proceso de procreación, pero coaccionada para reproducirse, más, cada vez más. ¡Qué cosa tan horrible, esta maternidad tan alabada! No es de extrañar que miles de mujeres se arriesguen a la mutilación, y prefieran incluso la muerte a esta maldición de la cruel imposición del espectro de la Moralidad. Cinco mil son sacrificados anualmente sobre el altar de este monstruo, eso no significará prevención sino que se curará con el aborto. Cinco mil soldados en la batalla por su libertad física y espiritual, y otros miles más lisiados y mutilados que dan vida en una sociedad basada en la decadencia y la destrucción. ¿Es porque la mujer moderna quiere eludir la responsabilidad, o porque le falta amor a su descendencia, que es conducida al medio más drástico y peligroso para evitar tener hijos? Solo mentes superficiales e intolerantes pueden traer tal acusación. De lo contrario, sabrían que la mujer moderna se ha vuelto consciente de la familia, sensible a las necesidades y derechos del niño, como la unidad de la familia, y que, por lo tanto, la mujer moderna tiene un sentido de responsabilidad y humanidad, que era bastante extraña para su abuela. Con la guerra económica enfurecida a su alrededor, con la lucha, la miseria, el crimen, la enfermedad y la locura mirándola a la cara, con innumerables niños pequeños molidos en polvo de oro, ¿cómo puede la mujer consciente de sí misma y de la familia convertirse en madre? La moralidad no puede responder a esta pregunta. Solo puede dictar, coaccionar o condenar, y ¿cuántas mujeres son lo suficientemente fuertes para enfrentar esta condena, para desafiar el dictamen moral? Pocas, de hecho. Por lo tanto, llenan las fábricas, los reformatorios, los hogares de débiles mentales, las cárceles, los manicomios, o mueren en un intento de prevenir el parto. ¡Oh, maternidad, qué crímenes se cometen en tu nombre! Qué anfitriones se ponen a tus pies. ¡Moralidad, destructor de la vida! Afortunadamente, el Amanecer está saliendo del caos y la oscuridad. La mujer está despertando, está arrojando la pesadilla de la moralidad; ella ya no estará atada. En su amor por el hombre, ella no está preocupada por el contenido de su bolsillo, sino por la riqueza de su naturaleza, que es la fuente de la vida y la alegría. Tampoco necesita la aprobación del Estado. Su amor es suficiente aprobación para ella. Así, ella puede dejarse al hombre de su elección, ya que las flores se dejan al rocío y a la luz, en libertad, belleza y éxtasis. A través de su conciencia renacida como una unidad, una personalidad, un generador de familia, se convertirá en madre solo si desea al niño, y si puede darle al niño, incluso antes de su nacimiento, todo lo que su naturaleza e intelecto puedan dar: armonía, salud, comodidad, belleza y, sobre todo, comprensión, respeto y amor, que es el único suelo fértil para la nueva vida, un nuevo ser. La moralidad no tiene terrores para ella que ha subido más allá del bien y del mal. Y aunque la moral puede continuar devorando a sus víctimas, es completamente impotente ante el espíritu moderno, que brilla en toda su gloria sobre la frente del hombre y la mujer, liberado y sin miedo. Notas: [1] "Víctimas de la moralidad" fue una conferencia que apareció en marzo de 1913 en Mother Earth. El presente texto es una traducción de Piratea y Difunde extraída del libro de Alix Kates Shulman, Red Emma Speaks An Emma Goldman Reader. Recuperado de https://pirateaydifunde.wordpress.com/2018/07/13/habla-emma-la-roja-una-lectora-de-emma-goldman-traduccion-de-red-emma-speaks-an-emma-goldman-reader/ [2] Con este término se refiere Nietzsche a la transformación que ha sufrido el significado de los conceptos "bueno" y "malo". [N. de la T.]. https://glosarios.servidor-alicante.com/filosofia/transvaloracion [3] Nombre con el que se conoce al periodista o grupo semiorganizado de periodistas o escritores norteamericanos que, a comienzos del siglo XX, se dedicaron a denunciar públicamente la corrupción política, la explotación laboral y una serie de abusos, inmoralidades y trapos sucios de personajes e instituciones de la época. Del inglés, significa 'removedor de basura'. [N. de la T.]. https://es.wikipedia.org/wiki/Muckraker [4] La palabra grisette (a veces deletreada grizette) se ha referido a una mujer de la clase obrera francesa de finales del siglo XVII y siguió siendo de uso común durante la época de la Belle Époque, aunque con algunas modificaciones a su significado. Se deriva de la palabra gris, y se refiere a la tela gris barata de los vestidos que estas mujeres originalmente usaban. Las connotaciones sexuales que habían acompañado durante mucho tiempo a la palabra se hacen explícitas en el Webster's Third New International Dictionary (1976) que enumera uno de sus significados como una mujer joven que combina la prostitución a tiempo parcial con otra ocupación[N. de la T.]. https://en.wikipedia.org/wiki/Grisette_(person) [5] Emma ocupa la palabra raza, pero hemos decido sustituirla por familia [N. de la T.]. Read more ... |
Posted: 13 Jul 2018 08:10 AM PDT
La conferencia titulada “Socialismo: Atrapados en la trampa política”, aunque nunca fue publicado (la versión aquí impresa, posiblemente incompleta, es de un mecanuscrito en la sección de los documentos de Emma Goldman de la Biblioteca Pública de Nueva York), fue entregado en 1911, cuando los candidatos socialistas estaban obteniendo un número sustancial de votos. El siguiente texto fue traducido por Piratea y Difunde del libro de Alix Kates Shulman, Red Emma Speaks An Emma Goldman Reader.
Socialismo: Atrapados en la trampa políticaLa leyenda nos dice que los bebés recién nacidos sanos despertaron la envidia y el odio de los espíritus malignos. En ausencia de las orgullosas madres, los malvados entraron a hurtadillas en las casas, secuestraron a los bebés y dejaron atrás monstruos deformados y de aspecto horrible.El socialismo se encontró con tal destino. Joven y vigoroso, gritando desafío al mundo, que despertó la envidia de los malvados. Se robaron cerca cuando el socialismo menos lo esperaba y se llevaron con él, dejando atrás una deformidad que ahora acecha bajo el nombre de socialismo. En su nacimiento, el socialismo declaró la guerra a todas las instituciones constituidas. Su objetivo era eliminar todas las injusticias de la tierra y reemplazarlas por el bienestar y la armonía económica y social. Dos principios fundamentales le dieron al Socialismo su vida y su fuerza: el sistema salarial y su dueño, la propiedad privada. La crueldad, la criminalidad y la injusticia de estos principios fueron los enemigos contra los que el socialismo lanzó sus ataques y críticas más amargas. La propiedad privada y el sistema salarial eran los pilares más firmes de la sociedad, todos los que se atrevían a exponer su crueldad eran denunciados como un enemigo de la sociedad, un personaje peligroso, un revolucionario. Hubo un tiempo en el que el socialismo llevó estos epítetos con la cabeza erguida, sintiendo que el odio y la persecución de sus enemigos eran sus mayores atributos. No es así el Socialismo que ha sido atrapado en la trampa de los malvados, de los monstruos políticos. Este tipo de Socialismo ha abandonado por completo los ataques inquebrantables contra los baluartes del sistema actual, o se ha debilitado y cambiado su forma a un grado irreconocible. El objetivo del socialismo hoy es el camino torcido de la política como medio de captura del Estado. Sin embargo, es el Estado el que representa el arma más poderosa que sostiene la propiedad privada y nuestro sistema de injusticia y desigualdad. Es el poder que protege el sistema contra cada ataque revolucionario rebelde y determinado. El Estado es una explotación organizada, una fuerza organizada y un crimen. Y a la manipulación hipnótica de este mismo monstruo, el Socialismo se ha convertido en una presa dispuesta. De hecho, los representantes del socialismo son más devotos en su fe religiosa en el Estado que los estatistas más conservadores. La opinión socialista es que el Estado no está lo suficientemente centralizado. El Estado, dicen, no solo debe controlar la fase política de la sociedad, sino que también debería convertirse en el administrador del arco, la fuente misma de la vida industrial de la gente, ya que solo eso eliminaría privilegios especiales, con fideicomisos y monopolios. A estos abortistas nunca se les ocurre la gran idea de que el Estado es el monopolista más frío y más inhumano, y si alguna vez se agregara la dictadura económica al poder político ya supremo del Estado, su talón de hierro se hundiría más profundamente en la carne del trabajo que la del capitalismo hoy. Por supuesto, se me dirá que el Socialismo no apunta a tal Estado, que quiere un Estado verdadero, justo, democrático y real. Por desgracia, el verdadero, real y justo Estado es como el Dios verdadero, real y justo, que nunca ha sido descubierto. El verdadero Dios, según nuestros buenos cristianos, es amable y amoroso, justo y equitativo. Pero, ¿qué ha demostrado ser en realidad? Un Dios de tiranía, de guerra y derramamiento de sangre, de crimen e injusticia. Lo mismo es el caso con el Estado, ya sea de color republicano, demócrata o socialista. Siempre y en todas partes tiene y debe representar la supremacía, y por lo tanto la esclavitud, la sumisión y la dependencia. Cómo deben sonreír los políticos tramoyistas cuando ven el ímpetu de la gente ante la atracción más nueva en el espectáculo político de imágenes en movimiento. La gente pobre, engañada e infantil, que siempre se alimenta de la medicina de patentes políticas, ya sea del elefante republicano, la vaca demócrata o la mula socialista, los gruñidos de cada uno representando simplemente un nuevo ragtime1 de la caja de música política. Las aguas fangosas de la vida política se elevan durante un tiempo, mientras que debajo se mueve la bestia gigante de la codicia y la lucha, de la corrupción y la decadencia, devorando sin piedad a sus víctimas. Todos los políticos, sin importar cuán sinceros (si tal anomalía es pensable), no son más que pequeños reformadores, de ahí los perpetuadores del sistema actual. El socialismo en sus inicios se oponía total e irrevocablemente a este sistema. Era antiautoritario, anticapitalista, antirreligioso; en resumen, no podría y no haría las paces con una sola institución de hoy. Pero como fue desviado por el espíritu malvado de la política, cayó en la trampa y ahora solo tiene un deseo: ajustarse a los estrechos confines de su jaula, convertirse en parte de la autoridad, parte del mismo poder que tiene mataron al bello niño Socialismo y dejaron atrás un horrible monstruo. Desde los días de la antigua Internacional, desde la lucha entre Bakunin, Marx y Engels, el socialismo ha ido perdiendo lenta pero firmemente sus penachos de lucha, su espíritu rebelde y sus fuertes tendencias revolucionarias, a medida que se ha dejado engañar cada vez más por las ganancias políticas y oficinas gubernamentales. Y cada vez más, el socialismo se ha vuelto impotente para despertarse de la hipnosis política, extendiendo así la apatía y la pasividad en proporción a sus éxitos políticos. Las masas están siendo perforadas y enlatadas para el almacenamiento político frío de las campañas socialistas. Todo ataque directo, independiente y valiente contra el capitalismo y el Estado está siendo desalentado o declarado tabú. Los estúpidos votantes esperan pacientemente de una actuación política a otra a los camaradas actores en el teatro de la representación para dar un espectáculo y quizás realizar un nuevo truco. Mientras tanto, el congresista socialista introduce yarda tras yarda de resoluciones para la papelera, proponiendo la perpetuación de las mismas cosas que el socialismo una vez se propuso derrocar. Y los alcaldes socialistas están ocupados asegurando a los intereses comerciales de sus ciudades que pueden descansar en paz, ningún daño les llegará jamás a un alcalde socialista. Y si esos programas de Punch y Judy2 son criticados, los buenos partidarios socialistas se indignan y dicen que debemos esperar hasta que los socialistas tengan la mayoría. La trampa política ha transferido al socialismo de la posición orgullosa e intransigente de una minoría revolucionaria, luchando contra los fundamentos y socavando las fortalezas de la riqueza y el poder, al campo de la mayoría política intrigante, comprometedora e inerte, ocupándose de lo no esencial, con cosas que apenas tocan la superficie, medidas que han sido utilizadas como carnada política por los reformadores más tibios: pensiones de vejez, iniciativa y referéndum, el retiro de jueces y otras cosas tan sorprendentes y terribles. Para lograr estas medidas "revolucionarias", la élite de las filas socialistas se arrodillan ante la mayoría, ofreciendo la hoja de palma del compromiso, atendiendo a todas las supersticiones, a todos los prejuicios, a todas las tontas tradiciones. Incluso los políticos socialistas saben que la mayoría votante está intelectualmente empapada de ignorancia, que no sabe tanto como el ABC del socialismo. Por lo tanto, uno supondría que el objetivo de estos Socialistas "científicos" sería elevar la masa hasta sus alturas intelectuales. Pero no hay tal cosa. Eso lastimaría demasiado los sentimientos de la mayoría. Por lo tanto, los líderes deben hundirse en el bajo nivel de su electorado, por lo tanto, deben atender la ignorancia y el prejuicio de los votantes. Y eso es precisamente lo que el socialismo ha estado haciendo desde que quedó atrapado en la trampa política. Uno de los lugares comunes del socialismo hoy es la noción de evolución. Por el amor de Dios, no tengamos nada de revolución, somos personas amantes de la paz, queremos la evolución. No intentaré ahora demostrar que la evolución debe significar el crecimiento desde un estado de ánimo inferior a uno superior, y que, por lo tanto, los socialistas, desde su propio punto de vista evolutivo, han fracasado miserablemente, ya que han recurrido a cada uno de sus principios originales. Solo deseo examinar esta cosa maravillosa, la evolución socialista. Gracias a Karl Marx y Engels estamos seguros de que el socialismo se ha desarrollado desde una utopía a una ciencia. Suavemente, caballeros, el socialismo utópico no es del tipo que permitiría quedar atrapado en la trampa política, es del tipo que nunca hará las paces con nuestro sistema asesino, es del tipo que ha inspirado y aún inspira entusiasmo, celo, coraje e idealismo. Es el tipo de socialismo que no tendrá nada del comprometedor asqueroso de un Berger3, un Hillquit4, un Ghent5 y otros caballeros "científicos". Cada atrevido intento de hacer un gran cambio en las condiciones existentes, cada visión elevada de las nuevas posibilidades para la raza humana, ha sido etiquetado como Utópico. Si el socialismo "científico" sustituye el estancamiento por la actividad, la cobardía por el coraje, la aquiescencia por la osadía, la sumisión por el desafío, entonces Marx y Engels quizás nunca hubieran vivido, por todo el servicio que han hecho al socialismo. Pero niego que el llamado socialismo científico haya demostrado su superioridad al socialismo utópico. Ciertamente, si examinamos el fracaso de algunas de las predicciones que los grandes profetas han hecho, veremos cuán arrogantes y autoritarias son las afirmaciones científicas. Marx estaba decidido a que la clase media saliera de la escena de la acción, dejando solo dos fuerzas de combate, las clases capitalista y proletaria. Pero la clase media ha tenido la imprudencia de no obligar al camarada Marx. La clase media está creciendo en todas partes, y de hecho es el aliado más fuerte del capitalismo. De hecho, la clase media nunca fue más poderosa de lo que es hoy, como pueden aducir miles de hechos, pero principalmente por los mismos señores de las filas socialistas -los abogados, ministros y pequeños empresarios- que infestan el movimiento. Están convirtiendo al socialismo en una cuestión respetable, de clase media y respetuosa de la ley, porque ellos mismos representan esa misma tendencia. Es inevitable que defiendan métodos de propaganda que se adapten a todos los gustos y fortalezcan el sistema de robo y explotación. Marx profetizó que los trabajadores se empobrecerían en proporción al aumento de la riqueza. Eso tampoco sucedió, en la forma en que Marx esperaba. Las masas de trabajadores son cada vez más pobres, pero eso no ha impedido el surgimiento de una aristocracia del trabajo en las propias filas del trabajo. Una clase de snobs6 que, debido a los salarios superiores y las posiciones más respetadas, pero principalmente porque han ahorrado un poco o adquirido alguna propiedad, han perdido la simpatía con los de su clase y ahora son los proclamadores más ruidosos contra los medios revolucionarios. La verdad es que todo el Partido Socialista de hoy es reclutado de estos mismos aristócratas del trabajo; es por eso que no tendrán nada que ver con quienes defienden métodos revolucionarios y antipolíticos. La posibilidad de convertirse en alcalde, congresista u otro alto funcionario es demasiado atractiva como para permitir que estos advenedizos hagan cualquier cosa que ponga en peligro una oportunidad tan gloriosa. Pero, ¿qué pasa con la conciencia de clase tan ensalzada de los trabajadores que debe actuar como tal levadura? ¿Dónde y cómo se afirma? Seguramente, si fuera una cualidad innata, los trabajadores habrían demostrado desde hace tiempo este hecho, y su primer acto habría sido eliminar a los abogados, ministros y tiburones inmobiliarios de los rangos socialistas, los tipos más parasitarios de la sociedad. La conciencia de clase nunca puede ser demostrada en la arena política, ya que los intereses del político y del votante no son idénticos. El objetivo es la oficina mientras que el otro debe soportar el costo. ¿Cómo puede haber un sentimiento de compañerismo entre ellos? La solidaridad de intereses desarrolla la conciencia de clase, como se demuestra en el sindicalista y en cualquier otro movimiento revolucionario, en el decidido esfuerzo por derrocar el sistema actual, en la gran guerra que se libra contra todas las instituciones de hoy en el comportamiento de un nuevo edificio . Los socialistas políticos no se preocupan en absoluto por esa clase de conciencia. Por el contrario, luchan con uñas y dientes. En México, la conciencia de clase se está demostrando como no ha sido desde la gran Revolución Francesa. Los proletarios reales y verdaderos, los peones y esclavos robados, están luchando por la tierra y la libertad. Es cierto que no saben nada de la teoría del socialismo científico, ni tampoco de la interpretación materialista de la historia, como se establece en Das Kapital de Marx, pero saben con exactitud matemática que han sido vendidos como esclavos. También saben que sus intereses son contrarios a los intereses de los ladrones de tierras, y se han rebelado contra esa clase, en contra de esos intereses. ¿Cómo se encuentran los monopolistas del socialismo científico con conciencia de clase con este maravilloso levantamiento? Con los gritos de "bandidos, filibusteros, anarquistas, ignorantes", incapaces de comprender o interpretar la necesidad económica. Y predeciblemente, el efecto paralizador de la trampa política no permite la simpatía con la ira sublime de los oprimidos. Debe moverse en límites legales, mientras que los indios yaquis, los peones mexicanos han violado todas las leyes, todas las normas, incluso han tenido el descaro de expropiar la tierra a los expropiadores, han rechazado a sus tiranos y torturadores. ¿Cómo pueden los aspirantes pacíficos para trabajos políticos aprobar tal conducta?Tratando duro por la vida de lujo del Estado,que es el más firme protector de la propiedad, el socialista no puede afiliarse a ningún movimiento que ataca tan descaradamente la propiedad. Por otro lado, es bastante consistente con los objetivos políticos del partido para obligar a aquellos que podrían aumentar la fuerza electoral del socialismo consciente de clase. Sea testigo de cuán tiernamente se trata a la religión, cómo se palmea la prohibición, cómo se responde a la pregunta anti asiática y negra, en resumen, cómo se trata a cada prejuicio de fantasma con guantes de niños para no dañar sus almas sensibles. Notas 1 Ragtime (ragged-time, «tiempo rasgado»), abreviado en ocasiones como «rag», es un género musical estadounidense que se popularizó a 1870 derivado de la marcha, caracterizado por una melodía sincopada y un ritmo acentuado en los tiempos impares (primer y tercero). https://es.wikipedia.org/wiki/Ragtime 2 Punch and Judy es un espectáculo de marionetas tradicional, popular y por lo general violento que presenta Pulcinella (Sr. Punch) y su esposa Judy. La presentación consiste en una secuencia de escenas cortas, cada una representando una interacción entre dos personajes, típicamente el Sr. Punch y otro personaje que generalmente es víctima del club de Judy. A menudo se asocia con la cultura tradicional costera británica. Los diversos episodios de Punch y Judy se interpretan con el espíritu de una comedia escandalosa, a menudo provocando risas conmocionadas, y están dominados por las payasadas del Sr. Punch. https://en.wikipedia.org/wiki/Punch_and_Judy 3 Victor Luitpold Berger (28 de febrero de 1860 - 7 de agosto de 1929) fue miembro fundador del Partido Socialdemócrata de América y su sucesor, el Partido Socialista de América. Ayudó a establecer el llamado movimiento socialista de alcantarillado. También político, en 1910, fue elegido como el primer socialista de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos , representando a un distrito en Milwaukee, Wisconsin . En 1919, Berger fue declarado culpable de violar la Ley de Espionaje por publicitar sus opiniones antimilitaristas y, como resultado, se le denegó el puesto al que había sido electo dos veces en la Cámara de Representantes . El veredicto finalmente fue revocado por el Tribunal Supremo , y Berger fue elegido por tres mandatos sucesivos en la década de 1920. https://en.wikipedia.org/wiki/Victor_L._Berger 4 Morris Hillquit (1 de agosto de 1869 - 8 de octubre de 1933) fue fundador y líder del Partido Socialista de Estados Unidos y prominente abogado laboral en el Lower East Side de la ciudad de Nueva York . Junto con Eugene V. Debs y el congresista Victor L. Berger , Hillquit fue una de las caras públicas más destacadas del socialismo estadounidense durante las dos primeras décadas del siglo XX. Fue un socialista anti I.W.W. que constantemente debatió con su líder, William "Big Bill" Haywood, quién finalmente provocó el retiro del ala radical del Partido Socialista. 5 William James Ghent (1866-1942) fue un periodista y escritor socialista estadounidense. Su enfoque principal fue en el socialismo y en la historia de la expansión hacia el oestede los primeros Estados Unidos. Ghent se involucró activamente en el movimiento pro-guerra del movimiento obrero, uniéndose al presidente Samuel Gompers de la Federación Estadounidense del Trabajo.Comité Ejecutivo de la Alianza Americana para el Trabajo y la Democracia desde 1917 hasta 1919. https://en.wikipedia.org/wiki/W._J._Ghent 6 Persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguidos. http://dle.rae.es/?id=GS7ntIF Read more ... |
Posted: 13 Jul 2018 08:03 AM PDT
El siguiente texto compuesto como una conferencia, se publicó en enero-febrero de 1913 en Mother Earth y se publicó como un folleto el mismo año. Esta conferencia fue traducida por Piratea y Difunde del libro de Alix Kates Shulman, Red Emma Speaks An Emma Goldman Reader.
Sindicalismo: su teoría y práctica
En vista del hecho de que las ideas contenidas en el sindicalismo se han practicado por los trabajadores desde hace medio siglo, aunque sin el fondo de la conciencia social; que en este país cinco hombres tuvieron que pagar con sus vidas porque defendían los métodos sindicalistas como los más efectivos en la lucha del trabajo contra el capital; y que, además, el sindicalismo ha sido practicado conscientemente por los trabajadores de Francia, Italia y España desde 1895, es bastante divertido ver cómo algunas personas en América e Inglaterra ahora se lanzan sobre el sindicalismo como algo completamente nuevo y nunca antes escuchado.
Es sorprendente cuán ingenuos son los estadounidenses, cuán toscos e inmaduros son los artistas de importancia internacional. A pesar de su aptitud práctica jactanciosa, el estadounidense promedio es el último en enterarse de los medios modernos y las tácticas empleadas en las grandes luchas de su tiempo. Siempre va a la zaga en ideas y métodos que los trabajadores europeos han estado aplicando con gran éxito durante años.
Se puede afirmar, por supuesto, que esto no es más que un signo de juventud por parte del estadounidense. Y es realmente hermoso poseer una mente joven, fresca para recibir y percibir. Pero desafortunadamente la mente estadounidense parece no crecer, madurar y cristalizar sus puntos de vista.
Quizás es por eso que un revolucionario estadounidense puede al mismo tiempo ser un político. Esa es también la razón por la cual los líderes de la Industrial Workers of the World continuan en el Partido Socialista, que es antagónico a los principios, así como a las actividades de la IWW también por qué un marxista rígido puede proponer que los anarquistas trabajen juntos con la facción que comenzó su carrera por la más amarga y maliciosa persecución de uno de los pioneros del anarquismo, Mijail Bakunin. En resumen, para la mente indefinida e incierta del radical estadounidense, las ideas y métodos más contradictorios son posibles. El resultado es un caos triste en el movimiento radical, una especie de almohadilla intelectual, que no tiene ni sabor ni carácter.
En la actualidad, el sindicalismo es el pasatiempo de una gran cantidad de estadounidenses, los denominados intelectuales. No es que ellos sepan nada al respecto, excepto que algunas grandes autoridades -Sorel, Bergson y otros- lo apoyan: porque el estadounidense necesita el sello de autoridad, o no aceptaría una idea, no importa cuán verdadera y valiosa pueda ser.
Nuestras revistas burguesas están llenas de disertaciones sobre el sindicalismo. Uno de nuestros colegios más conservadores incluso ha publicado una obra de uno de sus estudiantes sobre el tema, que cuenta con la aprobación de un profesor. Y todo esto, no porque el sindicalismo es un fuerza y se practica con éxito por los trabajadores de Europa, sino porque, como ya he dicho antes, tiene una sanción autorizada oficial.
Como si el sindicalismo hubiera sido descubierto por la filosofía de Bergson o los discursos teóricos de Sorel y Berth, y no hubiera existido y vivido entre los trabajadores mucho antes de que estos hombres escribieran sobre él. La característica que distingue al sindicalismo de la mayoría de las filosofías es que representa la filosofía revolucionaria del trabajo concebida y nacida en la lucha y experiencia reales de los propios trabajadores, no en universidades, facultades, bibliotecas o en el seno de algunos científicos. La filosofía revolucionaria del trabajo, ese es el significado verdadero y vital del sindicalismo.
Ya en 1848 una gran parte de los trabajadores se dio cuenta de la inutilidad total de la actividad política como un medio para ayudarlos en su lucha económica. En ese momento ya se demandaba medidas económicas directas, en contra del inútil desperdicio de energía a lo largo de las líneas políticas. Este fue el caso no solo en Francia, sino incluso antes de eso, en Inglaterra, donde Robert Owen, el verdadero socialista revolucionario, propagó ideas similares.
Después de años de agitación y experimentación, la idea fue incorporada por la primera convención de la Internacional en 1867, en la resolución de que la emancipación económica de los trabajadores debe ser el objetivo principal de todos los revolucionarios, a lo que todo lo demás debe subordinarse.
De hecho, fue esta posición decidida radical que finalmente provocó la escisión en el movimiento revolucionario de ese día, y su división en dos facciones: una, en virtud de Marx y Engels, con el objetivo de conquista política; la otra, en virtud de Bakunin y los trabajadores latinos, avanzando a lo largo de las líneas industriales y Sindicales. El desarrollo posterior de estas dos alas es familiar a cada hombre y mujer pensante: la primera se ha centralizado gradualmente en una enorme máquina, con el único propósito de conquistar el poder político dentro del Estado capitalista existente; el otro es un factor revolucionario cada vez más vital, temido por el enemigo como la mayor amenaza para su gobierno.
Fue en el año 1900, mientras que un delegado al Congreso Anarquista en Paris, que por primera vez entre en contacto con el sindicalismo en funcionamiento. La prensa anarquista había estado discutiendo el tema durante años antes de eso; por lo tanto, los anarquistas sabíamos algo sobre el sindicalismo. Pero aquellos de nosotros que vivimos en América tuvimos que contentarnos con el lado teórico de la misma.
En 1900, sin embargo, vi su efecto sobre el trabajo en Francia: la fuerza, el entusiasmo y la esperanza con que el sindicalismo inspiró a los trabajadores. También tuve la fortuna de aprender del hombre que, más que nadie, había dirigido el sindicalismo hacia canales definidos de trabajo, Fernand Pelloutier. Desafortunadamente, no pude conocer a este extraordinario joven, ya que en ese momento ya estaba muy enfermo de cáncer. Pero donde quiera que iba, con quien hablaba, el amor y la devoción por Pelloutier eran maravillosos, todos coincidiendo en que había sido él quien había reunido a las fuerzas descontentas en el movimiento laboral francés y les infundió una nueva vida y un nuevo propósito, el del sindicalismo .
A mi regreso a Estados Unidos, comencé inmediatamente a propagar las ideas sindicalistas, especialmente la Acción Directa y la Huelga General. Pero era como hablar con las Rocky Mountains, sin entendimiento, incluso entre los elementos más radicales, y completa indiferencia en las filas obreras.
En 1907 fui como delegada al Congreso Anarquista en Amsterdam y, mientras que en París, conocí a los sindicalistas más activos en la Confederation Generale du Travail: Pouget, Delesalle, Monate, y muchos otros . Más que eso, tuve la oportunidad de ver el sindicalismo en la operación diaria, en las más constructivas e inspiradoras formas.
Me refiero a esto para indicar que mi conocimiento del sindicalismo no viene de Sorel, Bergson o de Berth, sino a partir del contacto real y observación de la enorme labor realizada por los trabajadores de París dentro de las filas de la Confederación. Se requeriría un volumen para explicar en detalle lo que el sindicalismo está haciendo para los trabajadores franceses. En la prensa estadounidense lees solo de sus métodos resistivos, de huelgas y sabotaje, de los conflictos del trabajo con el capital. Estos son sin duda son asuntos importantes, y sin embargo el valor principal del sindicalismo se encuentra mucho más profundo. Se basa en el efecto constructivo y educativo sobre la vida y el pensamiento de las masas.
La diferencia fundamental entre sindicalismo y los métodos comerciales es la siguiente: mientras que los viejos sindicatos sin excepción, se mueven dentro del sistema de salarios y el capitalismo, reconociendo el último como inevitable, el sindicalismo repudia y condena los arreglos industriales presentes como injustos y criminales, y no ofrece esperanzas al trabajador por los resultados duraderos de este sistema.
Por supuesto el sindicalismo1, como el sindicalismo tradicional, luchan por ganancias inmediatas, pero no es tan estúpido como para pretender que el trabajo puede esperar condiciones humanas de las disposiciones económicas inhumanas en la sociedad. Por lo tanto, simplemente arrebata al enemigo lo que puede obligarlo a ceder; en general, sin embargo, el sindicalismo apunta y concentra sus energías en el derrocamiento total del sistema salarial. De hecho, el sindicalismo va más allá: su objetivo es liberar a los trabajadores de cada institución que no tiene por objeto el libre desarrollo de la producción en beneficio de toda la humanidad. En resumen, la última propuesta del sindicalismo es reconstruir la sociedad de su actual estado centralizado, autoritario y brutal a uno basado en la agrupación libre, de grupos federados de trabajadores a lo largo de las líneas de la libertad económica y social.
Con este objetivo a la vista, el sindicalismo funciona en dos direcciones: primero, socavando las instituciones existentes; en segundo lugar, desarrollando y educando a los trabajadores y cultivando su espíritu de solidaridad, para prepararlos para una vida plena y libre, cuando el capitalismo haya sido abolido.
El sindicalismo es, en esencia, la expresión económica del anarquismo. Esa circunstancia explica la presencia de tantos anarquistas en el movimiento sindicalista. Al igual que el anarquismo, el sindicalismo prepara a los trabajadores a través de líneas económicas directas, como factores conscientes de las grandes luchas de hoy en día, así como factores de consenso en la tarea de reconstruir la sociedad a lo largo de líneas industriales autónomas, en contra del espíritu paralizador de centralización con su maquinaria burocrática de la corrupción, inherente a todos los partidos políticos.
Al darse cuenta de que los intereses diametralmente opuestos del capital y el trabajo no pueden reconciliarse, el sindicalismo debe necesariamente repudiar los viejos, rústicos, y desgatados métodos del sindicalismo tradicional, y declarar una guerra abierta contra el régimen capitalista, así como también contra todas las instituciones que, por el momento, apoyan y protegen al capitalismo.
Como una secuencia lógica el sindicalismo, en su lucha diaria contra el capitalismo, rechaza el sistema de contratos, porque no considera que el trabajo y el capital sean iguales, por lo tanto no puede consentir un acuerdo donde uno tiene el poder de romper, mientras que el otro debe someterse sin reparación.
Por razones similares, el sindicalismo rechaza las negociaciones en las disputas laborales, porque tal procedimiento solo sirve para dar tiempo al enemigo para preparar su fin de la lucha, derrotando así al objeto que los trabajadores se proponen alcanzar. Además, el sindicalismo es sinónimo de espontaneidad, como preservador de la fuerza combativa del trabajo y también porque toma al enemigo desprevenido, por lo tanto lo obliga a un acuerdo rápido o le causa una gran pérdida.
El sindicalismo se opone a una gran tesorería sindical, porque el dinero es un elemento tan corruptor en las filas del trabajo como lo es en las del capitalismo. Nosotros en Estados Unidos sabemos que esto es verdad. Si el movimiento obrero en este país no estaba respaldado por dichos grandes fondos, no sería tan conservador como es, o los líderes no serían tan fácilmente corrompidos. Sin embargo, la razón principal de la oposición del sindicalismo a los grandes tesoros consiste en el hecho de que crean diferencias de clase y celos dentro de las filas del trabajo, tan perjudiciales para el espíritu de solidaridad. El trabajador cuya organización tiene un gran bolso se considera superior a su hermano más pobre, al igual que él se considera a sí mismo mejor que el hombre que gana cincuenta centavos menos por día.
El valor ético jefe del sindicalismo consiste en la tensión que pone sobre la necesidad de mano de obra de deshacerse del elemento de la discordia, el parasitismo y la corrupción en sus filas. Busca cultivar la devoción, la solidaridad y el entusiasmo, que son mucho más esenciales y vitales en la lucha económica que el dinero.
Como ya dije, el sindicalismo ha surgido de la desilusión de los trabajadores con la política y los métodos parlamentarios. En el curso de su desarrollo, el sindicalismo ha aprendido a ver en el Estado, con su portavoz, el sistema representativo, uno de los soportes más fuertes del capitalismo; del mismo modo que aprendió que el ejército y la iglesia son los principales pilares del Estado. Es, por lo tanto, que el sindicalismo ha dado la espalda al parlamentarismo y las máquinas políticas, y se ha posicionado en la arena económica en la que el laborioso gladiador puede enfrentarse con éxito a su enemigo.
La experiencia histórica sostiene los sindicalistas en su oposición inflexible al parlamentarismo. Muchos habían entrado en la vida política y, dispuestos a no ser corrompidos por la atmósfera, se retiraron de su cargo, para dedicarse a la lucha económica: Proudhon, el revolucionario holandés Nieuwenhuis, Johann Most y muchos otros. Mientras que los que se quedaron en el pantano parlamentario terminaron por traicionar su confianza, sin haber ganado nada para el trabajo. Pero no es necesario discutir aquí la historia política. Baste decir que los sindicalistas son antiparlamentarios como resultado de una experiencia amarga.
Igualmente, la experiencia ha determinado su actitud antimilitarista. Una y otra vez se ha utilizado al ejército para derribar a los huelguistas y para indicar la nauseabunda idea del patriotismo, con el propósito de dividir a los trabajadores entre sí y ayudar a los amos en el botín. Las incursiones que la agitación sindicalista ha hecho en la superstición del patriotismo son evidentes por el temor de la clase dominante a la lealtad del ejército y la rígida persecución de los antimilitaristas. Naturalmente, la clase dominante se da cuenta mucho mejor que los trabajadores de que cuando los soldados se nieguen a obedecer a sus superiores, todo el sistema del capitalismo estará condenado al fracaso.
De hecho, ¿por qué deberían los trabajadores sacrificar a sus hijos para que estos últimos puedan ser utilizados para disparar a sus propios padres? Por lo tanto, el sindicalismo no es meramente lógico en su agitación antimilitarista; es más práctico y de gran alcance, en la medida en que roba al enemigo de su arma más poderosa contra el trabajo.
Ahora, en cuanto a los métodos empleados por el sindicalismo- acción directa, el sabotaje y la huelga general.
ACCIÓN DIRECTA: Esfuerzo consciente individual o colectivo para protestar o remediar las condiciones sociales a través de la afirmación sistemática del poder económico de los trabajadores.
El sabotaje ha sido calificado como criminal, incluso por los llamados socialistas revolucionarios. Por supuesto, si usted cree que la propiedad, que excluye al productor de su uso, es justificable, entonces el sabotaje es de hecho un crimen. Pero a menos que un socialista continúe bajo la influencia de nuestra moralidad burguesa -una moralidad que permite a unos pocos monopolizar la tierra a expensas de la mayoría-, no puede sostener consistentemente que la propiedad capitalista es inviolable. El sabotaje socava esta forma de posesión privada. Por lo tanto, ¿puede considerarse criminal? Por el contrario, es ético en el mejor sentido, ya que ayuda a la sociedad a deshacerse de su peor enemigo, el factor más perjudicial de la vida social.
El sabotaje se refiere principalmente a obstruir, por todos los métodos posibles, el proceso regular de producción, demostrando así la determinación de los trabajadores de dar de acuerdo con lo que reciben, y nada más. Por ejemplo, en el momento de la huelga ferroviaria francesa de 1910, los productos perecederos se enviaban en trenes lentos, o en una dirección opuesta a la prevista. ¿Quién sino el filisteo más corriente lo llamará crimen? Si los ferroviarios pasan hambre y el público "inocente" no tiene suficiente sentimiento de solidaridad como para insistir en que estos hombres deben obtener lo suficiente para vivir, el público ha perdido la simpatía de los huelguistas y debe asumir las consecuencias.
Otra forma de sabotaje consistió, durante esta huelga, en colocar cajas pesadas en los productos marcados con "Manejar con cuidado", cortar vidrio y porcelana y vinos preciosos. Desde el punto de vista de la ley, esto puede haber sido un crimen, pero desde el punto de vista de la humanidad común era algo muy sensato. Lo mismo puede decirse de desorganizar un telar en una fábrica de tejidos, o saltarse las cartas de la ley con toda su burocracia, como lo hicieron los ferroviarios italianos, causando confusión en el servicio ferroviario. En otras palabras, el sabotaje es simplemente un arma de defensa en la guerra industrial, que es la más efectiva, porque toca al capitalismo en su lugar más vital, el bolsillo.
Por la Huelga General, Sindicalismo significa un paro del trabajo, el cese del trabajo. Tampoco se debe posponer tal huelga hasta que todos los trabajadores de un lugar o país en particular estén listos para ello. Como lo señalaron Pelloutier, Pouget y otros, y particularmente por los recientes acontecimientos en Inglaterra, la huelga general puede ser iniciada por una industria y ejercer una fuerza tremenda. Es como si un hombre de repente elevara el grito "¡Alto al ladrón!" Inmediatamente otros tomarán el grito, hasta que el aire suene con él. La huelga general, iniciada por una determinada organización, por una industria o por una minoría pequeña y consciente entre los trabajadores, es el grito industrial de "Detengan al ladrón", que pronto es absorbido por muchas otras industrias, extendiéndose como un reguero de pólvora en muy poco tiempo.
Una de las objeciones de los políticos a la huelga general es que los trabajadores también sufrirían por las necesidades de la vida. En primer lugar, los trabajadores son maestros en pasar hambre; en segundo lugar, es cierto que una Huelga general está más segura de una pronta solución que una huelga ordinaria. Sea testigo de los ataques del transporte y los mineros en Inglaterra: cuán rápidamente los señores del Estado y el capital se vieron obligados a hacer las paces. Además, el sindicalismo reconoce el derecho de los productores a las cosas que han creado; a saber, el derecho de los trabajadores a ayudarse a sí mismos si la huelga no cumple con una solución rápida.
Cuando Sorel sostiene que la Huelga General es una inspiración necesaria para que las personas den sentido a su vida, está expresando un pensamiento que los anarquistas nunca se cansaron de enfatizar. Sin embargo, no sostengo con Sorel que la Huelga General es un "mito social" que quizás nunca se realice. Creo que la huelga general se convertirá en un hecho en el momento en que el trabajo entienda todo su valor, su valor destructivo y constructivo, como muchos trabajadores de todo el mundo están comenzando a darse cuenta.
Estas ideas y métodos del sindicalismo algunos pueden considerar totalmente negativos, aunque están lejos de tener efecto en la sociedad actual. Pero el sindicalismo también tiene un aspecto directamente positivo. De hecho, se dedica mucho más tiempo y esfuerzo a esa fase que a los demás. Diversas formas de actividad sindicalista están diseñadas para preparar a los trabajadores, incluso dentro de las actuales condiciones sociales e industriales, para la vida de una sociedad nueva y mejor. Con ese fin, las masas se forman en el espíritu de la ayuda mutua y la fraternidad, se desarrolla su iniciativa y confianza en sí mismas, y se mantiene un esprit de corps2 cuya misma alma es la solidaridad de propósito y la comunidad de intereses del proletariado internacional.
La principal de estas actividades son las mutualitées, o sociedades de ayuda mutua, establecidas por los sindicalistas franceses. Su objetivo es, ante todo, asegurar el trabajo para los miembros desempleados y fomentar ese espíritu de asistencia mutua.
En su "El movimiento laborista en Francia", el Sr. L. Levine afirma que durante el año 1902 más de 74,000 trabajadores, de un total de 99,000 solicitantes, recibieron trabajo de estas sociedades, sin verse obligados a someterse a la extorsión de los tiburones del buró de empleo.
Estos últimos son una fuente de la más profunda degradación, así como de la explotación más desvergonzada, del trabajador. Especialmente se aplica a Estados Unidos, donde las agencias de empleo en muchos casos también enmascaran las agencias de detectives, suministrando a los trabajadores que necesitan empleo a regiones de huelga, bajo falsas promesas de empleo remunerado y estable.
La Confederación Francesa hacía tiempo que se había dado cuenta del papel despiadado de las agencias de empleo como sanguijuelas para el trabajador desempleado y cunas de rompe huelgas. Con la amenaza de una Huelga General, los sindicalistas franceses obligaron al gobierno a abolir a los tiburones de las oficinas de empleo, y las mutualidades de los trabajadores los han reemplazado casi por completo, a la gran ventaja económica y moral del trabajo.
Además de las mutualitées, los sindicalistas franceses han establecido otras actividades tendientes a soldar el trabajo en vínculos más estrechos de solidaridad y ayuda mutua. Entre estos se encuentran los esfuerzos para ayudar a los trabajadores a viajar de un lugar a otro. El valor práctico y ético de tal asistencia es inestimable. Sirve para inculcar el espíritu de compañerismo y da una sensación de seguridad en el sentimiento de unidad con la gran familia de trabajadores. Este es uno de los efectos vitales del espíritu sindicalista en Francia y otros países latinos. ¡Qué gran necesidad hay para tales esfuerzos en este país! ¿Puede alguien dudar de la importancia de la conciencia de los trabajadores que vienen de Chicago, por ejemplo, a Nueva York, y que seguramente encontrarán allí entre sus camaradas la bienvenida al alojamiento y la comida hasta que hayan obtenido un empleo asegurado? Esta forma de actividad es completamente ajena a los órganos laborales de este país y, como resultado, el trabajador itinerante en busca de un empleo -el "manta tiesa"3 - está constantemente a merced del guardia y el policía, una víctima de las leyes de vagancia, y el desafortunado material de donde es reclutado, a través del estrés de la necesidad, el ejército de rompe huelgas.
He presenciado repetidamente, en la sede de la Confederación, los casos de trabajadores que llegaron con sus tarjetas sindicales de varias partes de Francia, e incluso de otros países de Europa, y se les proporcionó comida y alojamiento, y alentados por cada evidencia de espíritu fraternal, y hecho sentir como en casa por sus compañeros de la Confederación. Es debido, en gran medida, a estas actividades de los sindicalistas que el gobierno francés se ve obligado a emplear al ejército para la huelga, porque pocos trabajadores están dispuestos a prestarse para tal servicio, gracias a los esfuerzos y tácticas del sindicalismo.
No menos importante que las actividades de ayuda mutua de los sindicalistas es la cooperación establecida por ellos entre la ciudad y el campo, el obrero y el campesino o agricultor, que proporciona a los trabajadores alimentos durante las huelgas o cuidan a los hijos de huelguistas. Esta forma de solidaridad práctica se ha probado por primera vez en este país durante la huelga de Lawrence, con resultados inspiradores.
Y todas estas actividades sindicalistas están impregnadas del espíritu del trabajo educativo, llevado a cabo sistemáticamente por clases nocturnas sobre todos los temas vitales tratados desde un punto de vista imparcial y libertario, no el "conocimiento" adulterado con el que las mentes están repletas en nuestras escuelas públicas. El alcance de la educación es verdaderamente fenomenal, incluida la higiene sexual, el cuidado de las mujeres durante el embarazo y el parto, el cuidado del hogar y los niños, el saneamiento y la higiene general; de hecho, cada rama del conocimiento humano -ciencia, historia, arte- recibe una atención completa, junto con la aplicación práctica en las bibliotecas, dispensarios, conciertos y festivales de trabajadores establecidos, en la que los artistas y literatos más importantes de París consideran un honor participar.
Uno de los esfuerzos más vitales del sindicalismo es preparar a los trabajadores, ahora, para su papel en una sociedad libre. Así, las organizaciones sindicalistas suministran a sus miembros libros de texto sobre cada oficio e industria, de un carácter que está calculado para hacer al trabajador un experto en su línea elegida, un maestro de su oficio, con el propósito de familiarizarlo con todas las ramas de su industria, de modo que cuando el trabajo finalmente se haga cargo de la producción y la distribución, la gente esté completamente preparada para manejar con éxito sus propios asuntos.
Una demostración de la efectividad de esta campaña educativa del sindicalismo es dada por los ferroviarios de Italia, cuyo dominio de todos los detalles del transporte es tan grande que pueden ofrecer al gobierno italiano hacerse cargo de los ferrocarriles del país y garantizar su operación con mayor economía y menos accidentes de lo que hace actualmente el gobierno.
Su capacidad para llevar a cabo la producción ha sido sorprendentemente probada por los sindicalistas, en relación con la huelga de los sopladores de vidrio en Italia. Allí los huelguistas, en lugar de permanecer inactivos durante el progreso de la huelga, decidieron continuar la producción de vidrio. El maravilloso espíritu de solidaridad resultante de la propaganda sindicalista les permitió construir una fábrica de vidrio en un tiempo increíblemente corto. Un viejo edificio, alquilado para ese propósito y que normalmente habría requerido meses para ponerse en buenas condiciones, se convirtió en una fábrica de vidrio en pocas semanas gracias a los esfuerzos solidarios de los huelguistas, ayudados por sus camaradas que trabajaban duro con ellos después de trabajar horas. Entonces los huelguistas comenzaron a operar la fábrica de soplado de vidrio, y su plan cooperativo de trabajo y distribución durante la huelga ha demostrado ser tan satisfactorio en todos los sentidos que la fábrica experimental se ha vuelto permanente y ahora es parte de la industria de soplado de vidrio en Italia. en manos de la organización cooperativa de los trabajadores.
Este método de educación aplicada no solo entrena al trabajador en su lucha diaria, sino que también sirve para equiparlo para la batalla real y el futuro, cuando debe asumir su lugar en la sociedad como ser inteligente, consciente y productor útil, una vez que el capitalismo es abolido.
Casi todos los principales sindicalistas concuerdan con los anarquistas en que una sociedad libre solo puede existir a través de asociaciones voluntarias, y que su éxito final dependerá del desarrollo intelectual y moral de los trabajadores que suplantarán el sistema salarial con un nuevo acuerdo social basado en la solidaridad y bienestar económico para todos. Eso es sindicalismo, en teoría y práctica.
Notas:
1 Se refiere al anarco sindicalismo. N. del T.
2 Espíritu de cuerpos. En francés en el original. N. del T.
3 Un trabajador ambulante generalmente no calificado que viaja con un rollo de manta. N. del T. https://www.merriam-webster.com/dictionary/blanket%20stiff
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Posted: 13 Jul 2018 04:57 AM PDT
A continuación, sigue la traducción que he realizado de una triste noticia que recojo del blog de les compas de 325 y que llega desde Atenas, donde el Tribunal ha condenado a cadena perpetua (más 25 años adicionales) a la anarquista Pola Roupa, miembro de la guerrilla urbana Lucha Revolucionaria, por su presunta participación en el potente ataque explosivo contra la oficina principal del Banco Nacional de Grecia en la calle Amerikis, el jueves 10 de abril de 2014, mediante la detonación de un coche bomba en los exteriores que hizo pedazos gran parte de la fachada del edificio, debilitando de hecho toda su estructura.
Recordemos que en 2016, el también miembro de Lucha Revolucionaria y pareja de Pola Roupa, Nikos Maziotis, fue condenado a cadena perpetua, a su vez, en relación a esa misma acción. Recordemos también que tanto Nikos Maziotis como Pola Roupa pasaron varios años en clandestinidad tras negarse a volver a prisión al concluír el juicio contra la organización Lucha Revolucionaria, huyendo junto a su hijo Victor Lambros (nacido entre rejas y que lleva el nombre del miembro de Lucha Revolucionaria Lambros Foundas, que murió en un enfrentamiento armado con los maderos durante una acción preparatoria del grupo en 2010). Nikos fue recapturado posteriormente en el barrio de Monastiraki, en Atenas, después de un tiroteo con los maderos donde resultó herido de gravedad, en julio de 2014. Pola Roupa, por su parte, protagonizó el 21 de febrero de 2016 un intento de rescatar a Nikos Maziotis y a otres anarquistas de la prisión de Korydallós mediante el robo de un helicóptero que pretendía hacer volar hasta el talego, pero no tuvo éxito. La propia compañera asumiría posteriormente en un comunicado su responsabilidad por esa tentativa de fuga. Pola Roupa, por su parte, fue detenida en la región de Ática en enero de 2017, junto a otra compañera y miembro de Lucha Revolucionaria Konstantina Athanasopoulou. Durante todo el tiempo que pasaron en prisión, además, les compañeres de Lucha Revolucionaria mantuvieron siempre una actitud consecuente, desafiante y digna, realizando varias huelgas de hambre y sed, emitiendo comunicados en apoyo a otres compañeres golpeades por la represión, y aportando a diferentes iniciativas, como por ejemplo sus textos con reflexiones estratégicas sobre la lucha anarquista en el nuevo milenio, etc.
Ahora, el Estado griego se venga una vez más de les revolucionaries que no claudican y que mantienen su compromiso hasta las últimas consecuencias. No obstante, si algo han demostrado les compañeres es que ni la prisión, ni las palizas, ni las amenazas, ni las interminables sentencias representadas en los gruesos montones de papeles apilados en las salas de los tribunales, pueden detener su pasión ni su lucha por la libertad y por el fin de este mundo de miseria y explotación.
Viva la Lucha Revolucionaria. Viva la guerrilla urbana anarquista.
Solidaridad con les anarquistas en prisión. (Nota de La Rebelión de las Palabras)
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El Tribunal ha impuesto una condena de cadena perpetua más 25 años a la compañera Pola Roupa, adoptando las posiciones del fiscal Drako en su discurso. La cadena perpetua a la cual fue condenado el compañero [Nikos] Maziotis en 2016 por el mismo ataque no es sólo una rabiosa venganza contra les dos coherentes y no arrepentides rebeldes que no volvieron a prisión en 2013 al final del primer juicio contra Lucha Revolucionaria, sino que entraron en la ilegalidad con el fin de continuar las acciones de la organización. También demuestra, según el discurso del fiscal Drako, la peligrosidad de las acciones de Lucha Revolucionaria como medio para socavar y derribar la economía y el Estado.
Recordemos que el fiscal Drako en su discurso ha afirmado que el ataque contra el Banco de Grecia pudo causar el derrumbamiento del edificio y que si el edificio se hubiera desmoronado, el sistema financiero y la economía del país habrían colapsado.
La sentencia de cadena perpetua para Roupa, como para Maziotis, confirma desde el lado del enemigo, es decir, el Estado, que la estrategia de Lucha Revolucionaria es correcta, la cual consideraba que los golpes mayores contra estructuras clave de un sistema en crisis ya debilitado, podría causar su derrumbe.
Solidaridad con Lucha RevolucionariaRead more ... |
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