A sólo cinco días de que los Estados Unidos y el mundo presenciaran atónitos la acción terrorista de un grupo de los seguidores del Presidente Trump contra el Congreso, su Secretario de Estado Mike Pompeo incluyó a Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, lo que impondrá mayores restricciones financieras a la isla y recrudecerá el ya genocida bloqueo existente.
Quizás como nunca antes se haya plasmado de una manera tan nítida la hipocresía y falacia de la política estadounidense como con esta Administración, que ha hecho de la mentira y las fake news un atributo de su política interna y externa, para acusar de nuevo a un país víctima del terrorismo, como Cuba, en “promotor” del mismo.
Esta inclusión es una continuación de la crueldad y la saña de esta Administración que ha adoptado más de un centenar de sanciones y medidas criminales contra Cuba, aún en tiempos de pandemia. Califica como una recompensa política a los sectores extremistas anticubanos, en especial de la Florida. Se conoce que una motivación clara es imponer obstáculos adicionales a cualquier perspectiva de recuperación en las relaciones bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos. No hay dudas de que también se trata de una manifestación de impotencia ante la resistencia y dignidad del pueblo cubano y de su gobierno, a los que ni esta Administración, ni las once anteriores, han podido doblegar.
Por todo ello, el Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales y los centros cubanos miembros de CLACSO condenamos de manera enérgica esta acción del gobierno de los Estados Unidos. Exhortamos a la Administración del presidente electo John R. Biden a revertir esta situación, tomar nota de la reacción mundial y de EE.UU. contra esta decisión y, en este contexto, colaborar en la búsqueda rápida de una solución a los conflictos con la isla, agudizados por las medidas de la Administración Trump, y trabajar por el levantamiento del bloqueo. Llamamos a la comunidad académica internacional a que exprese su condena y repudio a esta nueva acción agresiva del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
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