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sábado, 18 de enero de 2020

Tinkunaco 0066/20 - Re: Boletín diario del Portal Libertario OACA

Boletín diario del Portal Libertario OACA

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  • El intelectual y el obrero - Discurso de Manuel González Prada
  • [Vídeo] Anarquismo en Japón
  • Declarado nulo el despido de la delegada de CNT-AIT en Plan Internacional
  • Relanzamiento y Renovación del proyecto gráfico "Milicianas". 2ª Edición
Posted: 17 Jan 2020 05:25 AM PST
* Pronunciado el 1° de Mayo de 1905 en la Federación de Obreros Panaderos de Lima.
I
No sonrían si comenzamos por traducir los versos de un poeta:
"En la tarde de un día cálido, la Naturaleza se
adormece a los rayos del Sol, como una mujer extenuada
por las caricias de su amante.
"El gañán, bañado de sudor y jadeante, aguijonea
los bueyes; mas de súbito se detiene para decir
a un joven que llega entonando una canción:
"—'¡Dichoso tú! Pasas la vida cantando mientras
yo, desde que nace el sol hasta que se pone, me
canso en abrir el surco y sembrar el trigo.
"—¡Cómo |te engañas, oh labrador!— responde el
joven poeta. Los dos trabajamos lo mismo y podemos
decirnos hermanos; porque, si tú vas sembrando
en la tierra, yo voy sembrando en los corazones.
" Tan fecunda tu labor como la mía: los granos de
trigo alimentan el cuerpo, las canciones del poeta
regocijan y nutren el alma."
pradaEsta poesía nos enseña que se hace tanto bien al sembrar trigo en los campos como al derramar ideas en los cerebros, que no hay diferencia de jerarquía entre el pensador que labora con la inteligencia y el obrero que trabaja con las manos, que el hombre de bufete y el hombre de taller, en vez (de marchar separados y considerarse enemigos, deben caminar inseparablemente unidos. Pero ¿existe acaso una labor puramente cerebral y un trabajo exclusivamente manual? Piensan y cavilan: el herrero al forjar una cerradura; el albañil al nivelar una pared; el tipógrafo al hacer una compuesta; el carpintero al ajustar un ensamblaje; el barretero al golpear en una veta; hasta el amasador de barro piensa y cavila. Sólo hay un trabajo ciego y material: el de la máquina; donde funciona el brazo de un hombre, ahí se deja sentir el cerebro. Lo contrario sucede en las faenas llamadas intelectuales: a la fatiga nerviosa del cerebro que imagina o piensa, viene a juntarse el cansancio muscular del organismo que ejecuta. Cansan y agobian: al pintor; los pinceles; al escultor el cincel; al músico el instrumento; al escritor la pluma; hasta al orador le cansa y le agobia el uso de la palabra. ¿Qué menos material que la oración y el éxtasis? Pues bien: el místico cede al esfuerzo de hincar las rodillas y poner los brazos en cruz.
Las obras humanas viven por lo que nos roban de fuerza muscular y de energía nerviosa. En algunas líneas férreas, cada durmiente representa la vida de un hombre. Al viajar por ellas, figurémonos que nuestro vagón se desliza por rieles clavados sobre una serie de cadáveres; pero al recorrer museos y bibliotecas, imaginémonos también que atravesamos una especie de cementerio donde cuadros, estatuas y libros encierran no sólo el pensamiento sino la vida de los autores.
Ustedes (nos dirigimos únicamente a los panaderos), ustedes velan amasando la harina, vigilando la fermentación de la masa y templando el calor de los hornos. Al mismo tiempo, muchos que no elaboran pan velan también, aguzando su cerebro, manejando la pluma y luchando con las formidables acometidas del sueño: son los periodistas. Cuando en las primeras horas de la mañana sale de las prensas el diario húmedo y tentador, a la vez que surge de los hornos el pan oloroso y provocativo, debemos demandarnos: ¿quién aprovechó más su noche, el diarista o el panadero? Cierto, el diario contiene la enciclopedia de las muchedumbres, el saber propinado en dosis homeopáticas, la ciencia con el sencillo ropaje de la vulgarización, el libro de los que no tienen biblioteca, la lectura de los que apenas saben o quieren leer. Y ¿el pan?, símbolo de la nutrición o de la vida, no es la felicidad, pero no hay felicidad sin él. Cuando falta en el hogar, produce la noche y la discordia; cuando viene, trae la luz y la tranquilidad: el niño le recibe con gritos de júbilo, el viejo con una sonrisa de satisfacción. El vegetariano que abomina la carne infecta y criminal, le bendice como un alimento sano y reparador. El millonario que desterró de su mesa el agua pura y cristalina, no ha podido substituirle ni alejarle. Soberanamente se impone en la morada de un Rothschild y en el tugurio de un mendigo. En los lejanos tiempos de la fábula, las reinas cocían el pan y le daban de viático a los peregrinos hambrientos; hoy le amasan los plebeyos, y como signo de hospitalidad, le ofrecen en Rusia a los zares que visitan una población. Nicolás II y toda su progenie de tiranos dicen cómo al ofrecimiento se responde con el látigo, el sable y la bala.
Si el periodista blasonara de realizar un trabajo más fecundo, nosotros le contestaríamos: sin el vientre no funciona la cabeza; hay ojos que no leen, no hay estómagos que no coman.
II
Cuando preconizamos la unión o alianza de la inteligencia con el trabajo no pretendemos que a título de una jerarquía ilusoria, el intelectual se erija en tutor o lazarillo del obrero. A la idea de que el cerebro ejerce función más noble que el músculo, debemos el régimen de las castas: desde los grandes imperios de Oriente, figuran hombres que se arrogan el derecho de pensar, reservando para las muchedumbres la obligación de creer y trabajar.
Los intelectuales sirven de luz; pero no deben hacer de lazarillos, sobre todo en las tremendas crisis socíales donde el brazo ejecuta lo pensado por la cabeza. Verdad, el soplo ¡de rebeldía que remueve hoy a las multitudes, viene de pensadores o solitarios. Así vino siempre. La justicia nace de la sabiduría, que el ignorante no conoce el derecho propio ni el ajeno y cree que en la fuerza se resume toda la ley del Universo. Animada por esa creencia, la Humanidad suele tener la resignación del bruto: sufre y calla. Más de repente, resuena el eco de una gran palabra, y todos los resignados acuden al verbo salvador, como los insectos van al rayo de sol que penetra en la oscuridad del bosque.
El mayor inconveniente de los pensadores: figurarse que ellos solos poseen el acierto y que el mundo ha de caminar por donde ellos quieran y hasta donde ellos ordenen. Las revoluciones vienen de arriba y se operan desde abajo. Iluminados por la luz de la superficie, los oprimidos del fondo ven la justicia y se lanzan a conquistarla, sin detenerse en los medios ni arredrarse con los resultados. Mientras los moderados y los teóricos se imaginan evoluciones geométricas o se enredan en menudencias y detalles de forma, la multitud simplifica las cuestiones, las baja de las alturas nebulosas y las confina en terreno práctico. Sigue el ejemplo dé Alejandro: no desata el nudo; le corta de un sablazo.
¿Qué persigue un revolucionario? Influir en las multitudes, sacudirlas, despertarlas y arrojarlas a la acción. Pero sucede que el pueblo, sacado una vez de su reposo, no se contenta con obedecer el movimiento inicial, sino que pone en juego sus fuerzas latentes, marcha y sigue marchando hasta ir más allá de lo que pensaron y quisieron sus impulsores. Los que se figuraron mover una masa inerte, se hallan con un organismo exuberante de vigor y de iniciativas; se ven con otros cerebros que desean irradiar su luz, con otras voluntades que quieren imponer su ley. De ahí un fenómeno muy general en la Historia; los hombres que al iniciarse una revolución parecen audaces y avanzados, pecan de tímidos y retrógrados en el fragor de la lucha o en las horas del triunfo. Así, Lutero retrocede acobardado al ver que su doctrina produce el levantamiento de los campesinos alemanes; así, los revolucionarios franceses se guillotinan unos a otros porque los unos avanzan y los otros quieren no seguir adelante o retrogradar. Casi todos los revolucionarios y reformadores se parecen a los niños: tiemblan con la aparición del ogro que ellos solos evocaron a fuerza de chillidos. Se ha dicho que la Humanidad, al ponerse en marcha, comienza por degollar a sus conductores; no comienza por el sacrificio, pero suele acabar con el ajusticiamiento, pues el amigo se vuelve enemigo, el propulsor se transforma en remora.
Toda revolución arribada tiende a convertirse en gobierno de fuerza, todo revolucionario triunfante degenera en conservador. ¿Qué idea no se degrada en la aplicación? ¿Qué reformador nò se desprestigia en el poder? Los hombres (señaladamente los políticos) no dan lo que prometen, ni la realidad de los hechos corresponde a la ilusión de los desheredados. El descrédito de una revolución empieza el mismo día de su triunfo, y los deshonradores son sus propios caudillos.
Dado una vez el impulso, los verdaderos revolucionarios deberían seguirle en todas sus evoluciones. Pero modificarse con los acontecimientos, expeler las convicciones vetustas y asimilarse las nuevas, repugnó siempre al espíritu del hombre, a su presunción de creerse emisario del porvenir y revelador de la verdad definitiva. Envejecemos sin sentirlo, nos quedamos atrás sin notarlo, figurándonos que siempre somos jóvenes y anunciadores de lo nuevo, no resignándonos a confesar que el venido después de nosotros abarca más horizonte por haber dado un paso más en la ascensión de la montaña. Casi todos vivimos girando alrededor de féretros que tomamos por cunas o morimos de gusanos, sin labrar un capullo ni transformamos en mariposa. Nos parecemos a los marineros que en medio del Atlántico decían a Colón: "No proseguiremos el viaje porque nada existe más allá" Sin embargo, más allá estaba la América.
Pero al hablar de intelectuales y de obreros, nos hemos deslizado a tratar de revolución. ¿Qué de raro? Discurrimos a la sombra de una bandera que tremola entre el fuego de las barricadas, nos vemos rodeados por hombres que tarde o temprano lanzarán el grito de las reivindicaciones sociales, hablamos el l.o de mayo, el día que ha merecido llamarse pascua de los revolucionarios. La celebración de esta pascua, no sólo aquí sino en todo el mundo civilizado, nos revela que la Humanidad cesa de agitarse por cuestiones secundarias y pide cambios radicales. Nadie espera ya que de un parlamento nazca la felicidad de los desgraciados ni que de un gobierno llueva el maná para satisfacer el hambre de todos los vientres. La oficina parlamentaria elabora leyes de excepción y establece gabelas que gravan más al que posee menos; la máquina gubernamental no funciona en beneficio de las naciones, sino en provecho de las banderías dominantes.
Reconocida la insuficiencia de la política para realizar el bien mayor del individuo, las controversias y luchas sobre formas de gobierno y gobernantes quedan relegadas a segundo término, mejor dicho, desaparecen. Subsiste la cuestión social, la magna cuestión que los proletarios resolverán por el único medio eficaz: la revolución. No esa revolución local que derriba presidentes o zares y convierte una república en monarquía o una autocracia en gobierno representativo; sino la revolución mundial, la que borra fronteras, suprime nacionalidades y llama la Humanidad a la posesión y beneficio de la tierra.
III
Si antes de concluir fuera necesario resumir en dos palabras todo el jugo de nuestro pensamiento, si debiéramos elegir una enseña luminosa para guiarnos rectamente en las sinuosidades de la existencia, nosotros diríamos: Seamos justos. Justos con la humanidad, justos con el pueblo en que vivimos; justos con la familia que formamos y justos con nosotros mismos, contribuyendo a que todos nuestros semejantes cojan y saboreen su parte de felicidad, pero no dejando de perseguir y disfrutar la nuestra.
La justicia consiste en dar a cada hombre lo que legítimamente le corresponde; démonos, pues, a nosotros mismos la parte que nos toca en los bienes de la Tierra. El nacer nos impone la obligación de vivir, y esta obligación nos da el derecho de tomar, no sólo lo necesario, sino lo cómodo y lo agradable. Se compara la vida del hombre con un viaje en el mar. Si la Tierra es un buque y nosotros somos pasajeros, hagamos lo posible por viajar en primera clase, teniendo buen aire, buen camarote y buena comida, en vez de resignarnos a quedar en el fondo de la cala, donde se respira una atmósfera pestilente, se duerme sobre maderos podridos por la humedad y se consumen los desperdicios de bocas afortunadas. ¿Abundan las provisiones?, pues todos a comer según su necesidad. ¿Escasean los víveres? pues todos a ración, desde el capitán hasta el ínfimo grumete.
La resignación y el sacrificio innecesariamente practicados, nos volverían injustos con nosotros mismos. Cierto, por el sacrificio y la abnegación de almas heroicas, la Humanidad va entrando en el camino de ¡a justicia. Más que reyes y conquistadores, merecen vivir en la Historia y en el corazón de la muchedumbre los simples individuos que pospusieron su felicidad a la felicidad de sus semejantes, los que en la arena muerta del egoísmo derramaron las .aguas vivas del amor. Si el hombre pudiera convertirse en sobrehumano, lo conseguiría por el sacrificio. Pero el sacrificio tiene que ser voluntario. No puede aceptarse que los poseedores digan a los desposeídos: sacrifíquense y ganen el cielo, en tanto que nosotros nos apoderamos de la Tierra.
Lo que nos toca, debemos tomarlo porque los monopolizadores difícilmente nos lo concederán de buena fe y por un arranque espontáneo. Los 4 de agosto encierran más aparato que realidad: los nobles renuncian a un privilegio, y en seguida reclaman dos; los sacerdotes se despojan hoy del diezmo, y mañana exigen el diezmo y las primicias. Como símbolo de la propiedad, los antiguos romanos eligieron el objeto más significativo: una lanza. Este símbolo ha de interpretarse así: la posesión de una cosa no se funda en la justicia sino en la fuerza; el poseedor no discute, hiere; el corazón del propietario encierra dos cualidades del hierro: dureza y frialdad. Según los conocedores del idioma hebreo, Caín significa el primer propietario. No extrañemos si un socialista del siglo XIX, al mirar en Caín el primer detentador del suelo y el primer fratricida, se valga de esa coincidencia para deducir una pavorosa conclusión: La propiedad es el asesinato.
Pues bien: si unos hieren y no razonan, ¿qué harán los otros? Desde que no se niega a las naciones el derecho de insurrección para derrocar a sus malos gobiernos, debe concederse a la Humanidad ese mismo derecho para sacudirse de sus inexorables explotadores. Y la concesión es hoy un credo universal: teóricamente, la revolución está consumada porque nadie niega las iniquidades del régimen actual, ni deja de reconocer la necesidad de reformas que mejoren la condición del proletariado. (¿No hay hasta un socialismo católico?) Prácticamente, no lo estará sin luchas ni sangre, porque los mismos que reconocen la legitimidad de las reivindicaciones sociales, no ceden un palmo en el terreno de sus conveniencias: en la boca llevan palabras de justicia, en el pecho guardan obras de iniquidad. Sin embargo, muchos no ven o fingen no ver el movimiento que se opera en el fondo de las modernas sociedades. Nada les dice la muerte de las creencias, nada el amenguamiento del amor patrio, nada la solidaridad de los proletarios, sin distinción de razas ni de nacionalidades. Pyen un clamor lejano, y no distinguen que es el grito de los hambrientos lanzados a la conquista del pan; sienten la trepidación del suelo, y no comprenden que es el paso de la revolución en marcha; 'respiran en atmósfera saturada por hedores de cadáver, y no perciben que ellos y todo el mundo burgués son quienes exhalan el olor a muerto.
Mañana, cuando surjan olas de proletarios que se lancen a embestir contra los muros de la vieja sociedad, los depredadores y los opresores palparán que les llegó la hora de la batalla decisiva y sin cuartel. Apelarán a sus ejércitos; pero los soldados contarán en el número de los rebeldes; clamarán al cielo, pero sus dioses permanecerán mudos y sordos. Entonces huirán a fortificarse en castillos y palacios, creyendo que de alguna parte habrá de venirles algún auxilio. Al ver que el auxilio no llega y que el oleaje de cabezas amenazadoras hierve en los cuatro puntos del horizonte, se mirarán a las caras y sintiendo piedad de sí mismos (los que nunca la sintieron de nadie) repetirán con espanto: ¡Es la inundación de los bárbaros! Mas una voz, formada por el estruendo de innumerables voces, responderá: No somos la inundación de la barbarie; somos el diluvio de la justicia.
Manuel González Prada (1844-1918)
[Texto tomado del libro Anarquía, que en versión completa es accesible en http://www.cervantesvirtual.com/obra/anarquia.] 

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Posted: 17 Jan 2020 05:13 AM PST
Japón, un territorio que hasta fines del siglo XIX (19 para quienes odian los números romanos) en su aislamiento bajo la dinastía Tokugawa, aún vivía la sociedad feudal, la era Meiji abrió las puertas al mundo y Japón vivió un proceso acelerado de "modernización" se conocieron los trenes, las cámaras fotográficas, telescopios y armas de fuego, sin embargo no sólo aquellas tecnologías lograron ingresar al territorio, libros en idiomas extranjeros cruzaron océanos y presentaban pensamientos de libertad en contra de toda autoridad, el anarquismo se coló por los puertos japoneses, sólo se necesitaba de personas curiosas, con voluntad y dominio de varios idiomas para traducirlos y jamás falta el poliglota entusiasta.
Fuentes: -"Kotoku, Osugi, Yamaga" - Víctor García (editorial gato negro) -"Los mártires de Tokio y la sociedad de la guillotina" - Li Pei-Kan (editorial gato negro) -"Contra el dios emperador" - Stefan-Anarkowic (editorial gato negro) -"Reflexiones en el camino hacia la horca" - Kanno-Sukano (editorial gato negro) -Museihushugi El anarquismo japonés - Víctor García -Entrevista con el historiador Keske Iitomi.
https://www.youtube.com/watch?v=fsw8SHGm1QY

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Posted: 16 Jan 2020 01:21 PM PST
Este lunes 13 de enero se hacía pública la sentencia que dicta readmisión de la delegada de CNT-AIT en la Fundación Plan International España, lo que supone un paso muy importante para las trabajadoras y trabajadores del sector (que sufren una enorme precariedad) y una victoria para el Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de CNT-AIT Madrid, ya que, después de seis meses de campaña contra esta fundación, se reconoce que este despido fue una represalia contra la actividad sindical.
La sentencia implica, además de la readmisión de la trabajadora por declarar nulo el despido (ya que este este es una vulneración flagrante de la libertad sindical), los siguientes aspectos:
1. La nulidad del despido implica el pago de los salarios de tramitación por lo que se deben pagar los salarios no percibidos, además de las cotizaciones pertinentes, desde el despido hasta hoy.
2. La fundación debe indemnizar a nuestra delegada por el daño moral que le ha ocasionado con 6.251 euros.
3. De facto, se reconoce el fraude de ley que suponen los contratos temporales ya que la captación de socios en la ONG no es una actividad temporal sino estructural, por lo que todos los captadores deben tener contrato indefinido.
Esta sentencia, junto a la conseguida por la sección de nuestros compañeros y compañeras de CNT-AIT Granada en esta entidad, supone un importante paso adelante contra la precariedad en el sector de la captación de socios: en primer lugar, porque estas sentencias reconocen la ilegalidad que supone tener trabajadores/as eventuales para actividades permanentes, lo cual significa, aplicándolo al mundo de las ONG, que todas las captadoras y captadores de estas entidades deben tener contrato indefinido; en segundo lugar, y como ya señalamos en otros comunicados, que las cláusulas que imponen la captación mínima de un número de socios (cada mes o en la periodicidad que sea) están en fraude de ley.
Fundación Plan International España, haciendo gala de su falta de escrúpulos, ofreció a nuestra delegada en una primera reunión un despido improcedente de 80 días por año trabajado (pese a que la legislación por despido improcedente tras la reforma laboral de 2012 es de 33 días por años trabajado). Dijimos que sólo admitiríamos la readmisión y comenzamos una campaña de seis meses contra la entidad por su represión sindical. Tras ese periodo y debido al desgaste de la empresa, el día del juicio, Plan International ofreció el despido improcedente de 800 días por año trabajado. Dijimos que sólo aceptaríamos la readmisión y un mes después tenemos la readmisión de la delegada.
Nos duele ver que haya tantas personas, entre nuestra gente, la clase trabajadora, que no se atreva a dar un paso adelante y luchar porque afirman, enfermos de obediencia, que la lucha no sirve. Nosotras insistimos en que la lucha es el único camino y seguimos desde CNT-AIT, insistiendo en la importancia de la organización desde abajo contra quienes nos pisotean. Agradecemos enormemente la solidaridad a los sindicatos (sobre todo a las compañeras de la AIT austriaca) y a las personas que a título individual nos han apoyado y lo siguen haciendo, porque esta victoria es de todas.

Aprovechamos este comunicado para recordaros (para que nos sigáis) que ante el cierre por parte de Twitter de nuestra cuenta reforzamos nuestra presencia en las redes porque no vamos a dejarnos amordazar:

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Posted: 14 Jan 2020 02:14 PM PST
Presentamos el relanzamiento del proyecto original del libro MILICIANAS.
Esta es nuestra segunda campaña temática de la Guerra Civil Española. Nuestra primera campaña kickstarter.com, el calendario republicano (https://cutt.ly/crr6jHh) fue un éxito.
Quisimos agregar una baraja de cartas, un artículo que todas identificaran, y convertir este entretenimiento en una herramienta de conocimiento, fomentando así la exploración de aquellos heroicos tiempos de la Guerra Civil española.
Con nuestro objetivo de financiación ha sido recortado significativamente, podremos dar a nuestros patrocinadores más valor y más variedad.
https://www.kickstarter.com/…/milicianas-make-100-book-and-…
Con el 80 aniversario de la tragedia que rodea el fin de la guerra civil española en 1939, solicitamos su apoyo para reavivar fotos y carteles de milicianas – representaciones republicanas más emblemáticas de la época, en un hermoso combo portafolio: mazo de cartas + libro, contextualizado con citas intemporales de mujeres que lucharon en la Segunda Guerra Mundial.
Los testimonios de las soldadas veteranas soviéticas fueron seleccionados por Svetlana Alexievich, ganadora del Premio Nobel de Literatura 2015, en su famoso La guerra no tiene rostro de mujer. La brillante obra fue traducida al inglés por Richard Pevear y Larissa Volokhonsky (usando con permiso).
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We present the relaunch of the original MILICIANAS book project.
This is our second Spanish Civil War themed drive. Our first KS campaign, The Republican Calendar (https://cutt.ly/crr6jHh) was an oversubscribed success.
This is a relaunch of our original MILICIANAS book project.
We wanted to add a deck of cards, an article that everyone will identify, and turn this entertainment into a knowledge tool, encouraging thus the exploration of those heroic Spanish Civil War times.
With our funding goal cut significantly we will able to give our backers more value and more variety. Altogether we feel this is a much stronger campaign and hope that you will back us and make this something to remember.
https://www.kickstarter.com/…/milicianas-make-100-book-and-…
Motivation
The original Kickstarter book design was too costly. The new book format significantly reduced our funding goal. Together with the deck of cards we will be able to give our backers accessible value and additional variety.
On the 80th anniversary of the end of the Spanish Civil War in 1939, we area asking for your support in bringing to life some of the most iconic republican posters and photos of milicianas in a beautiful combo: deck of cards + photo-book, contextualized with timeless quotes from women who fought in World War II.
Selected testimonies from veteran Soviet women soldiers were chosen from The Unwomanly Face of War by Svetlana Alexievich, winner of the 2015 Nobel Prize for Literature. The brilliant work was translated in English by Richard Pevear and Larissa Volokhonsky (used with permission).

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