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“En el principio era la palabra, decimos palabra y no palabrerío. El palabrerío es vacío, hueco, es engañoso. La palabra es espejo sin deformaciones.
En el principio la honradez contaba. Las promesas valían lo que valía el nombre, y el nombre era todo y la política era carrera de honores.
Hablamos del surgir de la democracia y la democracia funciona con partidos políticos ubicados hoy frente a espejos y espejismos.
Frente a un espejo uno se mira y ve su reflejo. Ante un espejismo mira el engaño.
¿Qué mira el PRO ante el espejo cuando su concejal ofrece una coima?
La pérdida de credibilidad de la política, la estafa sistemática de los compromisos asumidos con la ciudadanía, el incumplimiento de los mandatos recibidos, la corrupción, el doble discurso y la doble moral.
La búsqueda del pragmatismo político carente de ideología, lleva a deslizarse por la delgada cuerda donde se dejan de lado la ética y los valores.
Invocar el cambio y vestirse de dinosaurio, es auto pronunciarse la sentencia.
No hay que dejar que palabra y palabrerío caminen juntos. Los que con falsedad pisotean los justos reclamos, hunden en el olvido a su propia bandera.
No caminó tanto el pueblo para escuchar de rodillas el discurso de la doble moral y sufrir humillaciones.
No se levantó en cada revuelta ni fue perseguido ni desaparecido, para que el que es doble en su cara y en su palabra, lo humille llenando de mentiras la esperanza.
Pero aún siendo pobre el pueblo, se viste de riquezas y empieza fortalecido en una nueva batalla. Hay una batalla cultural creciendo, casi como en silencio, crece el bosque entre el ruido del árbol que cortan. Es la reacción del pueblo ante los que nos estafan en la esperanza, el mañana, ante los que tienen el dinero como la única patria.
De comprobarse que el audio corresponde al concejal Cabrera, consideramos que por ética y dignidad debería presentar la renuncia o en su defecto el cuerpo de concejales apartarlo de sus funciones, para no quedar teñido de sospechas por prácticas de soborno”.
Lucía Avila, diputada provincial “Nuestra Tierra”
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