Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- La Revolución social española: Errores y limitaciones
- [Venezuela] Arco Minero del Orinoco (AMO) y extractivismo
- [Relato] Ya tenemos anarquismo, ¿cómo repartimos los cuidados? (6)
- Personas y estructuras
- Contra la reproducción biotecnológica del ser humano, contra el vientre de alquiler
- [Crowdfunding] El otoño de Kropotkin. Entre guerras y revoluciones (1905-1921)
- [Poema] No soy nadie
- [Poema] Locxs abrirán caminos, pa que luego los sabios expliquen
Posted: 02 Jul 2018 11:54 AM PDT
La revolución social, las comunas agrícolas, las colectivizaciones de industrias y campos, etc. Son conceptos totalmente presentes en el movimiento anarquista hispano que, con el tiempo, han ido creando una especie de pasado prefigurado, totalmente romántico, exento de errores propios y mitificado, que sirve como punto de partida para gran parte del anarquismo a la hora de justificar nuestra ideología ante quien la difama o quien simplemente la ignora como tal. A partir de la Transición española podemos ver como hay un crecimiento de la bibliografía acerca del papel de los anarquistas, la CNT o la FAI durante la Guerra Civil española y de cómo éstos iniciaron un proceso revolucionario el cual sería la segunda revolución de carácter proletario en la Europa occidental, siendo la primera la Revolución de Asturias de 1934. Cada libro o texto sobre las colectivizaciones anarquistas guardan un punto en común: Todas (o la inmensa mayoría) conceden el don de la perfección a aquella intentona revolucionaria y ante la pregunta de ¿y por qué fracasó? Tan solo responde aduciendo al papel contrarrevolucionario del PCE/PSUC y en especial haciendo mención a los famosos y trágicos sucesos de mayo de 1937. En este artículo vamos a intentar, no negar la importancia de éstos últimos hechos externos, sino hacer mención a lo estrictamente interno que, junto al papel del PCE/PSUC, asesinó a la revolución desde el mismo 19 de julio de 1936.
A las pocas horas del Alzamiento Nacional, el 19 de julio de 1936, Barcelona entera estaba ya dominada por la resistencia popular liderada por el movimiento anarquista y su sindicato, la CNT. A partir de ahí comenzó la ardua tarea que proponía colectivizar campos y ciudades, es decir, que las empresas y las tierras pasaran de manos privadas a propiedad de la clase trabajadora, como pistoletazo de salida al derrocamiento de la vieja sociedad burguesa y la construcción de una nueva sociedad que había de liberar a la humanidad entera. El fervor y entusiasmo de los anarquistas crearon un ambiente heroico que sumó a más y más trabajadores a aquella intentona revolucionaria que había de acabar tanto con el fascismo como con aquella bonita democracia abrileña. En el momento en el que estalló la Guerra Civil, ante el fracaso del Golpe de Estado del General Francisco Franco, Cataluña era la zona de España que, junto a Euskal Herria, poseía la mayor parte de la industria nacional, lo cual había provocado que, sobretodo la provincia de Barcelona, tuviera una gran concentración de trabajadores y trabajadoras, tanto catalanes como emigrados desde Murcia, Andalucía y Extremadura, lo cual evidentemente nutrió en gran medida a la CNT-FAI y a sus Juventudes Libertarias. A partir del control total de la ciudad barcelonesa por parte de los anarquistas, la mayoría de grandes y medianas empresas –y a veces también pequeñas- fueron colectivizadas por los trabajadores, mientras que algunas otras fueron nacionalizadas por el gobierno de la Generalitat. Según el escritor y Doctor Franz Borkenau, en su libro The Spanish Cockpit, estimó que un 70% de la industria catalana fue incautada (expropiada) por la CNT-FAI. Lo primero que hicieron los anarquistas con las colectivizaciones fue reorganizar el sistema productivo de tal manera que se pusiera fin a los resquicios gremiales que tenía a muchas empresas pequeñas totalmente desunidas en un sistema productivo totalmente atomizado, de esta forma se racionalizó la producción de tal manera que, a través de la concentración, se fue eliminando progresivamente las pequeñas empresas artesanas para concentrarlas todas en una misma fábrica o en unas pocas. De esta forma se quiso dirigir el trabajo de manera más simplificada y eficaz a la hora de coordinar los esfuerzos. Desde el punto de vista de la eficacia esta decisión fue totalmente acertada, pero le costó al movimiento anarquista su primer obstáculo en el devenir de la revolución, pues si bien la pequeña burguesía se mantenía indecisa a la hora de apoyar al proletariado revolucionario o a la burguesía progresista defensora de la República, esta reorganización de la economía y la producción supuso una toma de partido por la defensa de la República por parte de la pequeña burguesía (la cual se sumaría al rechazo de los pequeños propietarios agrarios a la revolución al ver como la colectivización del campo fue impuesta muchas veces por la fuerza). La financiación fue uno de los problemas más graves que tuvo la revolución, pues ante un mercado interno desaparecido (ya que muchas zonas de España de vital importancia económica estaban asediadas por las tropas franquistas) y un mercado europeo paralizado por la No Intervención de las democracias occidentales, la CNT-FAI se vio obligada a depender del crédito, el cual estaba completamente en manos del Gobierno republicano. Al igual que tras las famosas palabras de Lluís Companys a la delegación cenetista liderada por Joan García Oliver no se atrevieron a tomar la Generalitat y disolverla, tampoco se quiso colectivizar el sector bancario, lo cual provocó que desde la República se intentara asfixiar económicamente a las colectividades, tanto del campo como de la ciudad. Uno de los grandes problemas que sobrepasó las buenas intenciones de los anarquistas, fueron las prisas revolucionarias para acabar con elementos como la plusvalía, pues en muchas empresas se quiso eliminar aquella rémora de la sociedad capitalista pagando como salarios todo lo que se sacaba de beneficios, lo cual provocó que ante una bancarrota de facto, muchas colectividades tuvieron que acudir, para los gastos diarios, a Hacienda. ¿Y quién era el ministro de Hacienda durante el principio de la Guerra Civil? Juan Negrín, futuro Presidente del Gobierno republicano, y famoso antianarquista. Así contestaba el futuro presidente canario al periodista inglés Louis Fischer: Cuando estalló la guerra, los comités obreros, frecuentemente anarquistas, se apoderaron de las fábricas. Se pagaban como salarios todo lo que sacaban de las ventas. Ahora no tienen dinero. Acuden a mí para los gastos corrientes y las materias primas. Aprovecharemos su situación para obtener el control de las fábricas.Ante esta situación, podemos ver cómo era cuestión de tiempo que la economía volviera progresivamente a manos del Gobierno republicano, añadiéndole la enemistad con la pequeña burguesía, la revolución social que con tanto empeño estaba siendo ya preparada desde 1931 se mostraba de una fragilidad tremenda y era cuestión de tiempo que sucumbiera y quedara sepultada bajos los escombros de la República. Estos obstáculos no fueron los más importantes, también debemos tener en cuenta un punto muy esencial: Ante los impedimentos del propio gobierno republicano, y al menos en Cataluña y Levante y no tanto en Aragón, las colectivizaciones quedaron relegadas al plano únicamente economicista sin poder llegar, muy a pesar de los propios trabajadores revolucionarios, a tener relevancia política, a ser organismos del nuevo poder proletario que había de engendrar la nueva sociedad. El problema al que nos referimos es que la estructura económica de las colectividades (Asamblea, delegados, Consejos de Fábrica y Consejo Local de Economía) acababa por únicamente ocuparse de lo puramente técnico-administrativo que no iba más allá, como si una especie de localismo económico creara una suerte de oasis dentro del propio sistema capitalista que impedía avanzar a la revolución en todos los sentidos. A esto hay que añadirle el problema del antiautoritarismo tan típico del anarquismo. Para que hubiera funcionado eficazmente el esquema económico mencionado más arriba hubiera sido necesario un poder sindical totalmente centralizado, pero la excesiva autonomía de los sindicatos locales hizo que se crearan multitud de organismos coordinativos que la mayoría de veces se solapaban entre sí confundiéndose sus competencias provocando la fallida de cualquier plan general, tan importante para el buen curso de una revolución. Otro de los problemas surgidos dentro del propio movimiento revolucionario fue el surgimiento de una nueva clase burguesa que de haber triunfado la revolución en toda España no se hubiera diferenciado en nada de aquella burguesía burocrática que dominó la URSS prácticamente la totalidad de tiempo de sus 74 años de vida. En aquellas empresas intervenidas por el Gobierno, donde convivían la representación patronal y la asamblea de trabajadores, habitaba un agente intermedio llamado Comité de Control, el cual era escogido por los propios trabajadores y se encargaba de las funciones relativas a las condiciones laborales, lo cual la convertía de facto, por el propio medio de los empresarios a ser expropiados, en los nuevos propietarios de facto de la empresa en cuestión. Diego Abad de Santillán expresaba en su obra After the Revolution que los Comités de Control estaban imbuidos por un sentimiento “propietarista” que les hacía creer que eran inmunes a cualquier responsabilidad por el hecho de ser los nuevos controladores de tal o cual empresa, así como la inexistencia de ninguna acción coordinativa con las demás industrias para mejorar la producción, usando la empresa para su propio beneficio individual. Sobre este mismo tema se pronunciaba Federica Monsteny en su discurso pronunciado en Valencia en diciembre de 1936 y que deja patente la inmensidad de esta problemática: Últimamente he estado varios días en Cataluña, y me he dado cuenta de algo muy importante. Los que no sienten por experiencia directa lo que es la guerra, viven en juerga revolucionaria. Tienen las industrias y los talleres en sus manos; han hecho desaparecer a los burgueses; viven tranquilos y en una fábrica, en lugar de un burgués hay siete u ocho.Las palabras de Montseny no pueden ser más esclarecedoras y dejaron patente los fallos de la excesiva autonomía, la cual si hubiera sido limitada por un poder sindical más centralizado se podría haber cortado de raíz a todos aquellos elementos que estaban utilizando las colectivizaciones para convertirse en la nueva clase propietario de los medios de producción. De esta manera no se pudo llegar a la socialización completa de la industria y campo, entre otras cosas, por el surgimiento de ese individualismo egoísta tan propio del capitalismo y que floreció por doquier ante unas inexistentes responsabilidades de ciertos Comités amparados por el “antiautoritarismo”. Una Generalitat intacta, con la propia colaboración de la cúpula cenetista, y unas colectivizaciones que no sobrepasaban lo puramente productivo, más una parte de la clase trabajadora entregada al reformismo y la defensa del republicanismo, imposibilitó que las colectividades se convirtieran en organismos propulsores de la nueva política revolucionaria, cortando de raíz así cualquier posibilidad de triunfo de la revolución social iniciada el 19 de julio de 1936 en las calles de Barcelona. En octubre de 1936 se aprobó el Decreto de Colectivizaciones de la industria, favoreciendo a la pequeña burguesía (las empresas de menos de cien trabajadores no podían ser expropiadas por los obreros y debían ser retornadas a su antiguo propietario) y estableciendo al menos un delegado de la Generalitat en las grandes y medianas empresas como forma de controlar la producción. El lector o la lectora no debe pensar que estamos eximiendo de obstáculos externos a la Revolución para analizar su fracaso, prácticamente la totalidad de la bibliografía anarquista ha contribuido extensamente a poner de relieve las traiciones comunistas y de la UGT, así como las malas artes del mismo Gobierno republicano, pero como de eso podemos leer muchos en diferentes libros, lo que hemos querido aquí es presentar las propias limitaciones internas de la CNT-FAI y del movimiento anarquista en general, pues una ideología, un movimiento, sólo avanza en la dirección correcta cuando practica la autocrítica como forma de superar esos viejos errores para no repetirlos en un futuro. La Revolución social de 1936 tuvo también su vertiente campesina, y si hubiéramos de decir la principal diferencia con las colectivizaciones en la zona industrial, diríamos que en el campo fue un proceso mucho más rápido (y a veces precipitado, demasiado). A medida que avanzaban las columnas de milicianos por el agro catalán y aragonés se iban levantando colectivizaciones campesinas por pueblos, villas y aldeas. Depende del tamaño y la disposición del pueblo en cuestión, se adoptaba o una economía colectivista (mantenimiento del dinero) o anarcocomunista (abolición de la moneda), pero siempre se mantenía un esquema común indistintamente del plan económico trazado, a saber: Un órgano superior, que sustituiría al Ayuntamiento, llamado Comité Revolucionario (integrado mayormente por los cuadros de la CNT-FAI), dicho órgano planificaba las tareas y distribuía los trabajos entre los campesinos, es decir, el Comité era el ente regulador y planificador de la vida en todo el municipio. Desde un primer momento las colectivizaciones en el campo supusieron un avance para el nivel de vida de campesinos y braceros que, además, vieron incrementado el nivel de producción entre un 30 y un 50%. Pero, al igual que en la zona industrial, pronto surgirían las deficiencias tales como Comités revolucionarios colmados de neo-burgueses que veían la colectividad como su finca o despilfarro de bienes cuando había excedentes. Pero la principal limitación de la Revolución en el campo, sobretodo en el catalán, vino con el hecho de que en Cataluña abundaba la pequeña propiedad campesina (representada por los rabasaires). En septiembre de 1936, durante la celebración del Congrés Regional dels Pagesos de Catalunya, la CNT recomendó lo siguiente: “Al proceder al establecimiento de la colectivización de la tierra, a fin de que los pequeños propietarios no desconfíen ni un momento de nuestra acción emancipadora y, en su consecuencia, que no puedan convertirse en enemigos, entorpecedores o saboteadores de nuestra obra, se les respetará en principio el cultivo de las tierras que por sus brazos puedan labrar y siempre que esto no obstruya o dificulte el desarrollo debido de los núcleos que se colectivicen (...).”Como podemos observar, oficialmente, se respetaba a la pequeña burguesía campesina para que ésta no fuera enemiga de la Revolución, pero las cosas se torcieron pronto, asestando una herida de muerte al devenir del proceso revolucionario, de la cual no podría recuperarse ya. En la mayoría de casos los pequeños campesinos fueron coaccionados violentamente para que cedieran su propiedad a la colectividad, pasando a ser un jornalero más. Estos actos acabarían provocando que la pequeña burguesía campestre acabara recalando en las filas de UGT y del PSUC, por tanto se cumplían los malos augurios del Congreso de septiembre de 1936 que pronosticó que los pequeños propietarios podían acabar en las filas de los enemigos de la Revolución si no se les respetaba. Y así ocurrió. El descontento de los pequeños propietarios del campo fue tal que en enero de 1937, en la localidad de Fatarella (Tarragona), hubo un levantamiento de esa pequeña burguesía contra la CNT-FAI, con el inestimable apoyo del gobierno de la Generalitat y de los principales partidos comunistas y socialistas. No nos extenderemos más en el presente artículo, pues ya existe otro que escribimos sobre la problemática de las colectivizaciones campesinas y que enlazaremos aquí para que sirva de complemento para así poder entender más y mejor el transcurso de la Revolución social en la zona campesina: http://kntrakultura.blogspot.com.es/2016/07/la-cuestion-agraria-el-problema.html.
Borja Mera Barriobero (@borjalibertario )
BIBLIOGRAFIA:GABRIELE RANZATO – LUCHA DE CLASES Y LUCHA POLÍTICA EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA HISTORIA DEL MOVIMIENTO ANARQUISTA EN ESPAÑA – JOSEP TERMES HISTORIA DEL MOVIMIENTO ANARCOSINDICALISTA ESPAÑOL – JUAN GOMEZ CASAS LOS COMITÉS DE DEFENSA DE LA CNT EN BARCELONA (1933-1938) – AGUSTÍN GUILLAMÓN Read more ... |
Posted: 02 Jul 2018 11:27 AM PDT
El establecimiento del Arco Minero del Orinoco (AMO) uno de los 14 motores priorizados para fortalecer el aparato productivo del país, como parte de la Agenda Económica Bolivariana que tiene por objeto recuperar y reimpulsar la economía superando el modelo rentista de los ingresos petroleros, ya que la minería es una de las fuentes más inmediatas con la cual Venezuela podría equilibrar sus ingresos tras la caída abrupta de los precios petroleros, que provocan baja de cerca de un 97 % de sus ingresos en divisas (US$); de ahí, su escasez en el mercado, al cual lo ha sustituido el paralelo.
Para la transformación de los procesos productivos del sector minero el Ejecutivo ha planteado un esquema “diferente” para la exploración y extración de minerales mediante el desarrollo del Arco Minero del Orinoco (AMO), ubicado en el estado Bolívar, con extensión de unos 111800 km cuadrados, cuyas reservas se estiman en unos 200 millones ton de bauxita, así como unas 44000 ton entre oro y diamantes. BCV-PDVSA-MPPPM han presentado un plan de inversión a unos 150 empresarios locales y foráneos de unos 35 países para prospecciones sobre el AMO, donde hay yacimientos de oro, níquel, coltán, piedras preciosas, hierro,bauxita y otros minerales de valor industrial apreciable. No obstante sus perspectivas, se está impulsando otro extractivismo flexibilizado, esta vez con minerales diferentes al oro negro apuntando, fundamentalmente, hacia estas nuevas fronteras de la extracción, donde descuella este megaproyecto, el cual se plantea instalar, como nunca antes, la megaminería sobre territorio de unos 111800 km cuadrados (un 12 % del territorio nacional), arriesgando fuentes vitales para los venezolanos. En especial, para los pueblos indígenas. Es un proyecto que supone, además, el apego absoluto a los esquemas de dependencia por largo plazo a los que habitúa el extractivismo, más los ecocidios.
Isaías A. Márquez Díaz
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Posted: 02 Jul 2018 11:16 AM PDT
Mini Serie de ficción especulativa de temática anarquista publicada originalmente en lamarea.com
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— Nota (Esmeralda, 8 de mayo de 2058) — Ya sabemos quienes se van a encargar del estudio que solicitamos sobre material de lectura y consulta. Serán nuestra compañera Ixchel, que conocemos de la Universidad Libre, junto con María, que llegó de la Supremacía Estadounidense como persona de confianza de Manolo el Gallego. Para arrancar el estudio, el primer paso será el más trabajoso: hacer inventario. […] — Acta (Tonatiuh, 1 de julio de 2058) — Asamblea «de convivencia» Facilitará Esmeralda. Tomaré actas yo (Tonatiuh), y recluto a Citlalí para que nos ayude llevando el turno de palabras. Ixchel y María asisten como invitadas, traen tortas de maíz (¡ñam!) para compartir Empieza Citlalí recordando la asamblea anterior, a finales de mayo, en la que fundamentalmente nos estuvimos organizando para el mes de inventario de la biblioteca, que terminó ayer. (¡Menudo mes, por cierto!) En esa asamblea distribuimos tareas y nos asignamos objetivos semanales, a sugerencia de Cuauhtémoc, para agilizar el trabajo y así bloquear el menor tiempo posible el funcionamiento del centro social. También, felizmente, acordamos avisar a la radio comunitaria, y efectivamente nos visitaron para reportar nuestro esfuerzo en las distintas etapas del proceso. Lo más bonito de esto fue que se enteró el coro y ¡qué personas más dulces! Nos hicieron varias visitas cortas cada día, en particiones, y luego un concierto celebratorio final, anoche (temazos, por cierto: «A las barricadas», «Clandestino», la Makhnoviana, la de Sacco y Vanzetti, la de Kuragxon kaj Obstinon…). Aprovechando el mes de cierre por inventario, decidimos abordar el problema de cagadero de compostaje anejo al centro social, porque ya nos había llamado la atención al respecto la clínica comunitaria. Según la brigada de construcción y mantenimiento, era un problema de aireado, y ahora ya debe estar bien. Y vamos ya con la asamblea de convivencia de hoy. El orden del día es abierto y colectivo: circulamos un papel y vamos anotando puntos a tratar. Decidimos abordar como primer punto una larga lista de quejas, resultado de las distintas ganas que le echamos unos y otros a las tareas tradicionalmente más feminizadas y más racializadas. Enunciamos explícitamente nuestra costumbre: se considera adecuado trabajar entre 6 y 12 horasal día, cuidados incluidos (excepcionalmente más, si predomina el trabajo-juego, o menos, si predomina el trabajo-sacrificio), pero más allá de eso no hay control, ni recompensas, ni castigos. Tenemos un debate, duro y sincero, sobre la economía del regalo, más sencilla y más anarquista, frente al «Parecon» de Michael Albert, más duro pero más justo: recompensar a cada cual de acuerdo con su esfuerzo y sacrificio. Decidimos que queremos un poco más de «Parecon» en nuestras vidas, así que habrá que comunicar nuestra postura a otros colectivos. Cuauhtémoc se ofrece voluntario para redactar nuestra postura de consenso, y Louise para revisar el texto: ambos tienen dependientes a su cargo, y aseguran que le darán el énfasis necesario a esa parte del trabajo. Para aliviar el ánimo tras un punto conflictivo, abordamos algo ligero: el Círculo de Escritura nos propone unas jornadas sobre el género fantástico, para reabrir el centro social. El tema será «anarquistas en el hielo», y tendrá dos bloques principales:
* repercusiones literarias del tropo «los que no se arrodillan» de Juego de Tronos y
* «construyendo un mundo nuevo»: los bogdanovistas de la Trilogía de Marte, y otros mitos adanistas
Se completará con un repaso a Lola Robles y a su mirada de género sobre la literatura «de género» (fantástico).Yo mismo (Tonatiuh) me ofrezco voluntario para gestionar las jornadas, en colaboración con el Círculo de Escritura. Acabamos con un repaso breve a lo importante pero no urgente: el asunto de si «todo vale» en nuestra selección de libros de no-ficción. La pregunta a responder es si adoptamos o no esa visión de «sí, todo vale» que Feyerabend presenta como anarquista. Esmeralda, como veterana, aclara que, aunque con un espíritu crítico y abierto, desde el principio nos hemos ceñido al conocimiento «convencional». María propone incluir estas inquietudes en el diseño de su estudio. Lo seguiremos hablando. […] — Nota (Augusto, 13 de agosto de 2058) — Por la radio comunitaria han recordado que es tiempo de empezar la redacción colectiva de textos para la interasamblea de Chiapas. Deberíamos introducir la propuesta que comentamos en julio sobre recompensar el esfuerzo. […] — Nota (Cuauhtémoc, 28 de marzo de 2059) — María, la compañera que hizo el estudio el año pasado, me ha dicho que Manolo ha tenido otro infarto y empieza a necesitar cuidadores a tiempo parcial; prevén que en pocos meses puede necesitarlos día y noche. Como gran dependiente, y hasta que decida que le llega el momento de reunirse con la Tierra, ocupará a 2 a 3 personas a tiempo completo; no seáis perezosos, que hay tequios de cuidados para todos.
Alejandro Gaita
Investigador en magnetismo molecular y computación cuántica. Sobre ciencia, racionalidad, mundo académico y temas sociales
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Posted: 02 Jul 2018 10:49 AM PDT
La sociedad se encuentra dominada por grandes estructuras que la gobiernan y que fuerzan al individuo a actuar de un modo acorde con los intereses de una minoría mandante. La organización de la sociedad no responde, entonces, a la libre voluntad de esta. La mayor parte de los males que esta padece, en la forma de innumerables injusticias, responden en gran medida al modo en que es organizada. Como consecuencia de esto no son pocos los que han caído en el error de considerar que en última instancia todo consiste en un problema de estructuras, y que su abolición sería suficiente para resolver los problemas que hoy atenazan a la sociedad, y poner fin así a las injusticias que la diezman. Sin embargo, todo es más complejo.
Reducir la problemática que vive el mundo actual a una cuestión meramente estructural es un reduccionismo más que no se aleja en nada importante de otras perspectivas igual de simplificadoras. Según este punto de vista bastaría con que la sociedad dejase de estar organizada a través del Estado para que, acto seguido, se autoorganizase por medio de asambleas. De esta manera las personas podrían resolver sus propios problemas y satisfacer sus necesidades sin depender de terceros que las utilizan en la actualidad para imponer sus deseos e intereses y, así, someter a la población a unas relaciones de poder y explotación que la articulan en su organización y comportamiento. Pero lo cierto es que la práctica organizativa nos dice que estas teorías están completamente equivocadas. En el terreno intelectual e ideológico es muy fácil reducir la problemática social, política, económica, etc., a una cuestión de estructuras porque constituye un modelo simple para entender y explicar las dinámicas sociales, políticas, etc., imperantes. Indudablemente algo de cierto hay en estos análisis, porque una organización jerárquica y piramidal responde, por necesidad, a unas estructuras que vertebran al conjunto de la sociedad. Pero el error radica, al menos en gran parte, en perder la perspectiva más amplia que supone tener en cuenta la labor moldeadora que dichas estructuras ejercen sobre los miembros de una sociedad. Hoy vivimos en una sociedad atomizada, poseída por el egoísmo y egocentrismo, llena de personalismos, donde impera el individualismo, la competición, las ansias de mandar sobre los demás, de imponer el propio criterio, etc. Por eso, incluso a un nivel mucho más limitado como puede ser en las relaciones vecinales, en ámbitos profesionales donde se dan situaciones que permiten recurrir a formas autoorganizativas, o en movimientos sociales, descubrimos que los métodos organizativos asamblearios y horizontales no funcionan, o si lo hacen es de un modo tremendamente precario. La razón no es tanto por las estructuras que nos coartan la libertad, que impiden llevar todo lo lejos que sería deseable las formas de autoorganización colectiva y solidaria, sino el simple hecho de que los integrantes de esta sociedad burguesa conservan la forma de ser propia de dicha sociedad. Las asambleas no son espacios en los que colaborar, dialogar razonadamente o llegar a acuerdos, sino espacios de lucha y competición donde se grita, y quien grita más durante más tiempo es el que logra imponerse. Son lugares para el desencuentro, donde trasladar toda clase de frustraciones personales, envidias, odios y mezquindades, y también para las amenazas, los insultos, las brabuconerías, la agresión gratuita y de vez en cuando también la violencia. Así las cosas, es frecuente encontrarse con reuniones de vecinos de un portal o de una comunidad donde todos están contra todos, de tal modo que la asamblea se convierte en una trifulca. O, por ejemplo, cuando unas mariscadoras hacen una asamblea en la playa para tomar alguna decisión y la reunión deviene en una algarabía llena de gritos en la que todas se faltan el respeto entre sí a la vista de todo el mundo. Escenas parecidas se tienen vividas en los movimientos sociales donde los participantes sólo quieren imponerse a los demás a toda costa. Pero nada de esto es diferente en los medios de la disidencia política e ideológica, donde se supone que existe una mayor conciencia y sensibilidad en relación a los métodos de autoorganización de corte asambleario y horizontal. Por desgracia en estos medios se reproducen los peores vicios de la sociedad burguesa y las asambleas son, también, escenarios para el desencuentro, para la coacción, donde se escenifican las diferentes coaliciones entre distintas facciones de amigos y camarillas, pero también donde impera en no pocas ocasiones el insulto, la amenaza, el griterío, etc. Todo esto no hace sino demostrarnos que si de repente desapareciesen todas esas estructuras nos encontraríamos ante una situación que en muchos aspectos sería peor que si dichas estructuras continuaran existiendo. Por desgracia, lo más probable es que dichas estructuras reapareciesen bajo una forma renovada como consecuencia de la mentalidad de los integrantes de la nueva sociedad, que en todo lo esencial seguiría siendo la misma que la de la vieja sociedad. Las estructuras moldean e influyen en los individuos de una sociedad, pero estas estructuras también son, en gran parte, el reflejo de lo que son dichos individuos. Existe, entonces, una relación dialéctica entre estructura e individuo en la que ambos se influyen mutuamente. Por esta razón no basta con destruir dichas estructuras si todo lo demás permanece intacto. Hoy la sociedad existe en gran medida gracias a la coacción que ejerce el Estado por medio de sus aparatos represivos, de lo contrario hace tiempo que se hubiera desintegrado por las pésimas relaciones entre sus integrantes. Los métodos de autoorganización de tipo asambleario y horizontal, donde no existe autoridad, son incompatibles con el tipo de sujeto que abunda en la sociedad actual. Esto no demuestra que dichos métodos no sean válidos, sino que una sociedad fundada en una convivencia no forzada, y por tanto organizada horizontalmente, sólo es posible si se da un cambio en las personas que componen esa sociedad y abandonan las formas de ser, sentir, pensar y actuar propias de la sociedad burguesa actual. Sin sujetos éticos, inspirados por valores inmateriales como la solidaridad, la cooperación, el altruismo, la templanza, el respeto, el esfuerzo, la amistad, etc., no es factible construir una sociedad nueva, sin clases ni autoridad alguna, y consecuentemente donde podamos organizarnos sobre la base de unas relaciones libres e iguales. Así pues, no basta con destruir las estructuras que hoy nos oprimen, también debemos esforzarnos en llevar a cabo en nosotros mismos aquellos cambios que aspiramos a realizar fuera de nosotros.
Esteban Vidal
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Posted: 02 Jul 2018 10:42 AM PDT
Texto repartido en la manifestación del orgullo critico de Madrid
El cuerpo de la mujer no está en venta, no es comercializable, no es una pieza de repuesto, no es prescindible. Las mujeres no son contenedores para producir niños, no son máquinas de críar. En nombre de la libertad se esconden abominaciones, en nombre de la libertad de disponer del propio cuerpo se hacen propias las lógicas de mercantilización de este sistema tecno industrial, donde todo es mercancía, todo es cuantificable, todo está en venta, todo es engranaje en una mega máquina que todo lo aplasta colonizando los cuerpos y las mentes artificializando todo lo vivo. Una lógica que equivale a la venta de la fuerza física y/o mental de una a la maternidad para los demás. Sin duda, quitarle un hijo a una madre que firmó un contrato es la forma suprema de la alienación de la trabajadora, una vez convertida en una “productora “ más, hace parecer que “sólo” le están desposeyendo de un “producto”, madre e hija son ya un número más en esta inmensa fábrica-mundo donde nada escapa a la lógica del mercado. Las motivaciones que apoyan el vientre de alquiler del son ilógicas, contradictorias, deslizamientos de tierra. Un problema que consideramos incorrecto no puede usarse como argumento para justificar otro. Si vender la fuerza de trabajo es la explotación, la misma ocurre cuando se alquila o vende un cuerpo .Así nos rendimos a la explotación extrema y es paradójico que una parte del movimiento feminista anticapitalista utilice la lógica del capitalismo usando sus mismos argumentos para apoyar la libertad, una libertad sobre el propio cuerpo, una libertad mercantilizada. El capitalismo ha mercantilizado los mismos elementos vitales, que adquieren valor económico por lo que producen o explotan. El valor en si es destruido. Por lo tanto, un río no tiene ningún valor porque es una parte integral de un ecosistema y un bosque no se percibe como una red de interrelaciones vitales, sino que se considera que los ríos y los bosques son recursos que se deben saquear. Entonces inseminemos y produzcamos un niño. De esta manera, somos bombardeadxs con hormonas para producir un gran número de ovarios con el fin de venderlos. Al hacerlo, estamos mercantilizando nuestros cuerpos aún más. Si luchamos contra este sistema, no tiene sentido ir extender su lógica a nuestros cuerpos vendiendo servicios sexuales a cambio de dinero o alquilando el útero, es decir, convirtiéndonos en empresarios de nuestro cuerpo a través de la explotación de nuestra capacidad reproductiva. ¿Pero estamos convencidxs de que, en un sistema patriarcal y tecnoindustrial, el poder de nuestra capacidad reproductiva puede permanecer en nuestras manos si entramos en su circuito de mercado? ¿No nos convertimos en un medio del cual el sistema se apropia? Y lo haria incluso sin dinero a cambio, por el simple hecho de que le otorgamos nuestra capacidad reproductiva. La sociedad patriarcal y tecno industrial siempre han explotado la capacidad reproductiva de las mujeres, es en aquellxs que no pueden tener unx hijx , pero que están ansiosas por tener una para ellas, a quienes acecha una nueva forma de explotación del cuerpo. Tengamos cuidado, no nos dejemos deslumbrar por la retórica del altruismo. No puede haber una "gestación ética ": una vez legalizada cualquier forma de reproducción artificial o el vientre de alquiler se generalizará y entrará en el circuito comercial , simplemente pensemos en la fórmula de los “reembolsos” para la madre embarazada. El dinero también es una condición necesaria en la llamada forma "altruista" como en Gran Bretaña, donde los supuestos "reembolsos" aprobados por los tribunales han alcanzado las 30,000 libras. La solicitud de legalización y regulación para proteger situaciones pequeñas o de “apoyo mutuo”, de hecho, solo aumentará la mercantilización. La relación entre la mujer, su cuerpo y su hija será distorsionada. La mujer, su capacidad reproductiva y su hijo se comercializan. Aunque sea de forma ética o altruista. ¡Todo esto está escondido detrás de la bandera del altruismo y la generosidad! Como tenemos consumidores éticos y el mercado ético, así tendremos el préstamo ético del útero, donde la mujer ya no será una india pobre y explotada, pero tal vez una mujer occidental sea tratada bien, así que tendríamos conciencia tranquila, pero desafortunadamente, en esencia, nada cambia. La mujer se convierte en un fábrica de producir. . Simplemente, sin demasiadas palabras, si nos oponemos a la explotación de cada ser vivo, no tiene sentido justificar algunas expresiones y manifestaciones e incluso querer regularlas. O no nos importan las consecuencias o confiamos, somos ingenuos y nos engañamos a nosotrxs mismos que las regulaciones convierten todo en "bueno y justo", o tenemos intereses personales y podemos plantear el problema tanto del GPA (gestación programada) como del PMA (procreación médicamente asistida) . El debate se inicia en el vientre de alquiler, pero detrás de la puerta sigue estando la procreación asistida ... El poder siempre se ha ejercido sobre otros animales mediante la manipulación del cuerpo, desde la selección, hasta la fertilización artificial, y el control total de los ingenieros genéticos. Tecnologías eugenésicas para un animal mejorado, funcional para la cría y la experimentación, de acuerdo a las necesidades y patrones seleccionados por el sistema. El animal se transforma así en una herramienta de producción, en un producto, en un modelo de especie experimental intercambiable que debe corresponder a ciertas características. Otros cuerpos de animales, en la oscuridad de la ausencia de una mirada, en la práctica normal de la cría se someten a inseminaciones forzadas, continuamente obligados a reproducirse, a convertirse en madres para luego ser despojados de sus crías. El investigador que fabricó el primer bebé de probeta en Francia, como todos los investigadores especializados en reproducción humana artificial, primero fabricó animales, en este caso vacas lecheras para aumentar su producción. Hoy vemos mujeres sometidas voluntariamente a una tecnocracia con bata blanca: médicos, ginecólogos, genetistas, varios expertos, que se someten a todo un aparato técnico-científico. Un catálogo de ventas de óvulos de donantes seleccionados por sus características para tener una materia prima de calidad para hacer un niño. Un verdadero proceso industrial: selección y extracción de la materia prima, análisis en las primeras etapas de producción, rechazo de productos inadecuados, verificaciones de todo el proceso. Por ello como anarquistas debemos oponernos a toda forma de colonización y mercantilización de nuestros cuerpos y mentes. Y esto no tiene nada que ver con otras prácticas autoorganizadas fuera de todo el sistema médico y comercial con el uso de esperma masculino por mujeres lesbianas que quieren un hijo . Incluso aquí no debemos caer en la ilusión de regulación, de manera similar sucede con la nocividad: no se puede regular porque sería equivalente a propagarse, regular significa que el desastre ya ha sucedido, porque ya es inherente al problema en sí, ya es inherente a la propagación de la práctica. ¡La reproducción artificial es equivalente al control social de los cuerpos! Una vez que la práctica se extienda a todos y todas, entraremos en un circuito donde, en nombre de la libertad de elección, crearemos un contexto en el cual no podremos hacer lo contrario. En un mañana no tan lejano, se llamará irresponsable y luego criminal dar a luz a niños sin usar técnicas de reproducción artificial garantizadas y administradas por un dispositivo médico. Si más y más personas recurren a esta práctica, la negativa será cada vez más difícil. ¿Quién elegiría que un niño se convirtiera en un excluido, un ser marginado, un ser humano inferior porque no se seleccionó, y posteriormente se mejoró, en el momento del nacimiento? ¿Quién elegiría dar a luz a un niño con alguna posibilidad de enfermarse, tal vez con algún defecto visual, con la incertidumbre sobre su rendimiento físico e intelectual, en resumen, un niño humano, cuando el modelo que hubiésemos internalizado fuera el ser perfecto perfecto? La procreación artificial se injerta en un proyecto preciso de control, selección, modificación, homologación y domesticación de lo humano y detoda la vida. De la eugenesia estatal de Hitler a la eugenesia liberal del mercado. Reconocemos el deslumbramiento que se esconde detrás de las bellas palabras de libertad y poder decidir sobre el propio cuerpo, pero en este caso no harán más que ayudar a facilitar este proceso donde todo lo vivo está bajo ataque, donde el poder ha alcanzado un nivel aún más profundo, con control de procesos biológicos desde el nacimiento hasta la muerte de todos los seres vivos.
ANARQUISTAS CONTRA TODA NOCIVIDAD
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Posted: 02 Jul 2018 10:40 AM PDT
Queremos editar este libro sobre la vida y la obra de Piotr A. Kropotkin en sus años finales. *El gran hijo de Rusia*, como lo calificó Emma Goldman.
El objetivo del crowdfunding es poder producir una edición de 1000 ejemplares. Crowdfunding: https://www.verkami.com/projects/21036-el-otono-de-kropotkin-entre-guerras-y-revoluciones-1905-1921 El otoño de Kropotkin. Entre guerras y revoluciones (1905-1921) de Jordi Maíz Chacón Prólogo de Carlos Taibo Introducción de Frank Mintz El presente texto analiza la vida y la obra de Piotr A. Kropotkin en sus años finales. El gran hijo de Rusia, tal y como lo calificó Emma Goldman, tuvo una presencia fundamental en el desarrollo del pensamiento anarquista tanto en Rusia como en otros lugares. Su imponente obra no se libró de las controvertidas posturas y análisis que el viejo anarquista realizó sobre la Primera Guerra Mundial o sobre las revoluciones rusas. El otoño de Kropotkin nos acerca a momentos finales de su vida en los que reflexiona sobre el papel del anarquismo en la revolución rusa y a esa época tan emocionante como vertiginosa. Una oportunidad de visualizar los círculos libertarios del exilio ruso y la evolución del ideario del anarquista desde 1905 hasta su muerte en 1921 en la localidad de Dmitrov.
Ejemplares a 10€ con 15% de descuento al PVP en librerías, con envíos a la península Ibérica y al resto del mundo y más cosas de nuestro fondo. Hemos planchado camisetas con la ilustración de portada obra del compa Luís F. Sanz
Kropotkin por Luís F. Sanz
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Posted: 01 Jul 2018 03:39 PM PDT
Yo no soy nadie
Ni quién tú crees
Tampoco el que creo yo...
Que más que ser, será crear
Lo que se crea, no bastará
Más la posición que tenga
Sea actuar...¿Actuar?
!Me río por no matar!
Yo no soy nadie
Y si fuera de qué valdría
Una cualidad más igual de vacía
Con Identidad única
Y orígenes idénticos...
Como si nos pariera
Una fría incubadora
Y al salir, con una remachadora
Colocarán en el cuerpo
Las extremidades que nos asoman
¡Y vamos que nos vamos!
Al silbido de otra máquina
Un cuerpo más preparao pa otro jornal
Y por supuesto, ¡Palmadita en la espalda!
Pa que no dejes de ser
El que mejor trabaja...
Y al llegar a casa
Aplaudas por lo que sobra
Y llores por lo que falta...
Yo maldigo el ser alguien!
Con primer y segundo apellido
Y mi nombre.......
¡Que yo no soy nadie!
Vuelvo a gritarme
Mientras intentó arrancar de mi oreja
La etiqueta que pusieron al salir
Del coño de mi Mare
Yo moriré igual que tú
Con los gritos silenciados
Por una mascarilla
Limitándome respirar el aire...
No soy nadie... igual que tú
Loloko
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Posted: 01 Jul 2018 02:31 PM PDT
Estimulado de sensaciones
Revueltas en sueños
Kombatiendo al enemigo
que aún siento dentro...
Recuperando mi bruto aliento
Sin salir a la calle
pues sólo ando dentro
Loco por pensamientos
¿Quien es libre?
¿Quien está presa?
¿Quiénes son los responsables
de condenar esta culpa?
Malditas planchas de metales
Las que sellan los muros
Que la autoridad abre...
Si hay que señalar, levanta el dedo
Pues los culpables están en to lo alto
Los violadores, homicidas y ladrones!
Esos no caben en cárceles
Son muchos los empoderados
Son más los curas y comisarios
Que los esmayaos de tu barrio
Culpables quizás no...
Pero si están ahí tan vivos
Nos hacemos responsables
Todas lo somos
De que esta locura no pare...
Pero los locxs abrirán caminos
A pedradas, bombazos y mordiscos!
Pa que luego los sabios expliquen
Pues educados estamos
A condenar a lxs locxs por su acciones...
Loloko
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