CEPRID
Elena Ponomareva
Ilustración publicada en LaHaine.org
Fundación de la Cultura Estratégica
Traducido para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por María Valdés
Durante la Gran Depresión, Franklin Delano Roosevelt, el
32 presidente de los EEUU y uno de los estadistas más eminentes de la
primera mitad del siglo XX, dijo que una de sus principales
preocupaciones era evitar que los banqueros y hombres de negocios se
suicidasen. Esta conmovedora preocupación se convirtió en una enorme
tragedia para toda la humanidad: la II Guerra Mundial fue impulsada
principalmente por los industriales y financieros estadounidenses. Más
de 54 millones de personas murieron en esa guerra y 118 millones fueron
heridos.
La Segunda Guerra Mundial resolvió muchos de los
problemas de la constitución estadounidense, pero no todos ellos: La
Unión Soviética no sólo sobrevivió, sino que se convirtió en una
superpotencia. Pero Roosevelt logró su objetivo principal y algo más:
EEUU se convirtió en un centro financiero mundial. En julio de 1944, en
la pequeña localidad de Bretton Woods, en una conferencia internacional
de los vencedores, se fundaron instituciones tales como el Banco
Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF, a partir de 1960 Banco
Mundial) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En ese momento se
declaró al dólar de EEUU una moneda mundial, tan buena como el oro. En
ese momento EEUU controlaba el 70% de las reservas mundiales de
oro. Dentro de los EEUU había 129 millones de dólares en ahorros
líquidos (¡una cantidad colosal incluso para los estándares actuales!).
Este dinero, "ganado" por los banqueros y los
industriales estadounidenses sobre el sufrimiento y la muerte de
millones de personas, fue un poderoso estímulo para la producción de
bienes de consumo y la construcción de capital, por no hablar de la
posición internacional que adquirió EEUU. Incluso Z. Brzezinski, un
rusófobo y un enemigo ideológico de nuestro país, ha admitido:
"Paradójicamente, mientras que la derrota de la Alemania nazi elevó el
status global de Estados Unidos, América no había jugado un papel
decisivo en la derrota militar del hitlerismo. El crédito en ese sentido
tiene que ir a la Unión Soviética estalinista". En cualquier caso, fue
después de la última guerra mundial cuando se sentaron las bases para la
hegemonía moderna de América.
Desde entonces EEUU tiene una regla grande y terrible,
un único modelo de comportamiento: la resolución de sus propios
problemas siempre tiene que lograrse a expensas de otros países y
pueblos. A lo largo de todo el período de la posguerra E.UU ha recurrido
a la agresión cada vez que se ha encontrado con problemas económicos o
era necesario desviar la atención de las medidas económicas impopulares
en el interior del país.
Por ejemplo, la guerra de Corea fue una reacción a la
recesión económica de la postguerra de 1949. La invasión del Líbano se
produjo como consecuencia de la recesión de 1957-1958. La agresión
contra Vietnam fue una reacción a la crisis económica de 1967, y el
"lanzamiento" de Carter de una segunda ola de la guerra fría fue una
reacción a una caída [geopolítica] en 1979 [se refiere a la revolución
islámica en Irán y al triunfo sandinista en Nicaragua[. Ese fue el
enfoque de un cierto “keynesianismo militar” fue el que Reagan dio en
Nicaragua y Granada [isla caribeña invadida por EEUU en 1982]. Por no
hablar de las intervenciones de Estados Unidos/OTAN a gran escala en el
siglo XXI como Afganistán, Irak y Libia.
Muchos eruditos y escritores también han notado la naturaleza agresiva
de la política exterior de los EEUU como una reacción a los problemas
internos. Por ejemplo, Charles Austin Beard (1874-1948), el historiador
más influyente de la primera mitad del siglo XX y uno de los fundadores
de la escuela de la historiografía económica estadounidense, autor de
los cuatro volúmenes de El surgimiento de la civilización americana,
cree que después de la victoria sobre Japón en 1945 EEUU comenzó a
librar la "guerra perpetua para la paz perpetua".
Usando a Beard como punto de partida, el eminente
escritos liberal estadounidense Gore Vidal recoge varias empresas
militares y otras operaciones llevadas a cabo por los EEUU hasta 2001 en
varias páginas de su libro “Cómo llegamos a ser tan odiados”. El autor,
“por compasión a los lectores”, no incluyó las operaciones militares
llevadas a cabo por la CIA en varios países, por ejemplo, en Guatemala
(1953), o en Irán (1953), cuando Mossadegh fue derrocado, o en Chile,
cuando Allende fue derrocado, etc. Pero lo más importante, como Vidal
enfatiza, es que "en estas varias cientos de guerras contra el
comunismo, el terrorismo, las drogas, o algunas veces nada más, entre
Pearl Harbor y el 11 de septiembre 2001, nosotros solíamos ir a la
guerra, dar el primer golpe, pero entonces nosotros somos los buenos,
tenemos derecho”.
De la misma manera, en su libro ¿Por qué la gente odia
Estados Unidos? , Ziauddin Sardar y Merryl Wyn Davies cuentan 124
intervenciones estadounidenses en varias partes del mundo en el período
comprendido entre 1890 (la operación militar de EEUU en Argentina) y
2001 (el comienzo de la operación en Afganistán). Y, como los autores
señalan, las provocaciones siempre han ocupado un lugar especial en la
política intervencionista de EEUU. ¿Ejemplos? Por todas partes y por
todos los medios.
En 1898 se organizó una explosión en el barco Maine y
los españoles fueron culpados. Como resultado, EEUU declaró la guerra a
España.
El 7 de mayo 1915 EEUU puso el Lusitania en la línea de
fuego de los submarinos alemanes. Con su nombre pintado fuera y sin
bandera de ningún país, deliberadamente entró en una zona designada por
el gobierno alemán como una "zona de guerra submarina". Bajo las
condiciones de la guerra, el Lusitania fue torpedeado por un submarino
alemán y se hundió. Murieron casi 1.200 personas de las 1.958 personas
que iban a bordo. Este incidente fue utilizado para la presión
informativa sobre la opinión pública en muchos países y las actitudes
cambiaron abruptamente hacia Alemania.
En 1941 Roosevelt estaba bien informado acerca de los
preparativos de un ataque a Pearl Harbor, pero no hizo nada, ya que
necesitaba una razón para entrar en la guerra.
En 1964, el llamado incidente de Tonkin sirvió como pretexto para iniciar la guerra de Vietnam.
La explosión de las Torres Gemelas el 11 de septiembre
2001 se convirtió en el pretexto para la intervención militar en
Afganistán.
Un programa nuclear mítico fue el pretexto para la
destrucción de Irak. El pretexto nuclear se cierne sobre Irán y Corea
del Norte. Y ahora las armas químicas en Siria.
Arno J. Mayer, profesor emérito de historia en la
Universidad de Princeton, no pudo publicar en EEUU su artículo
"Reflexiones intempestivas sobre el Estado del Mundo", aunque sí lo hizo
en el diario francés Le Monde. Cito: "Hasta ahora, en los tiempos
modernos, los actos de terrorismo individual ha sido el arma de los
débiles y de los pobres, mientras que los actos del Estado y el terror
económico han sido el arma de los fuertes. En ambos tipos de terrorismo
es, por supuesto, importante para distinguir entre el objetivo y la
víctima. Esta distinción es cristalina en el exitoso ataque al World
Trade Center: el blanco era un símbolo importante y centro de poder de
la globalización económica y financiera de las empresas” (…) En
cualquier caso, desde 1947 Estados Unidos ha sido el autor principal y
pionero del terrorismo de Estado "preventivo", exclusivamente en el
Tercer Mundo y por lo tanto muy disimulado. Además de la subversión no
excepcional y el derrocamiento de los gobiernos en su competencia con la
Unión Soviética durante la Guerra Fría, Washington ha recurrido a
asesinatos políticos, escuadrones de la muerte y luchadores por la
libertad (por ejemplo, Bin Laden) . Se planeó el asesinato de Lumumba y
Allende, trató sin éxito de hacer morir a Castro, Gaddafi, Saddam
Hussein... y toleró la violación de los convenios internacionales y las
resoluciones de la ONU".
La génesis de la crisis siria surge de la propia
naturaleza de la hegemonía de EEUU. Sin embargo, ¿por qué Washington ha
esperado para una "resolución definitiva" de la cuestión siria hasta
este momento? ¿Por qué recurrir a su probado y verdadero esquema de la
provocación? ¿Y por qué lo ha preparado tan mal? ¡El carácter
manipulador de las imágenes de vídeo distribuido en el mundo como
"prueba" de un ataque químico supuestamente perpetrado por el ejército
sirio era obvio prácticamente al día siguiente!
El hecho de que se trataba de una provocación fue
confirmado el 9 de septiembre en la reunión informativa de la 24 ª
sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU denominada los
"Derechos Humanos y los conflictos armados: la amenaza de la fuerza de
EEUU contra Siria y el Derecho Internacional". Como se señaló en un
comunicado de prensa sobre los resultados de la reunión, "hay evidencia
convincente de que el vídeo y las fotos de las víctimas de ataques
químicos en un suburbio de Damasco el 21 de agosto fueron fabricados de
antemano. El testimonio de numerosos testigos confirma unánimemente que
fueron los rebeldes quienes utilizaronn armas químicas en el barrio este
de Ghouta. Los resultados de las investigaciones sobre los hechos
llevada a cabo por activistas y el testimonio de testigos presenciales
fueron entregados a la Comisión Internacional Independiente de
Investigación sobre Siria".
Pero ¿por qué EEUU actúa así? Eso va contra los principios de un líder mundial, y la ONU ya no es una autoridad estadounidense.
Como ya se mencionó, EEUU está acostumbrado a resolver
sus problemas a través del bandolerismo internacional. Esa es la raíz de
la crisis en Siria y el motivo de su escalada.
En primer lugar, la economía de EEUU está llegando a un
"precipicio fiscal". En tales condiciones, las promesas que hizo Obama
durante su campaña electoral - bajar los impuestos, aumentar los
salarios y legalizar a los inmigrantes- son imposibles de cumplir. Una
situación de estancamiento ha tomado forma en el país, junto con una
caída en la popularidad de Obama y su equipo. Los asesores y analistas
de la Casa Blanca vieron una salida en una "pequeña guerra
victoriosa". Sería difícil encontrar un lugar más conveniente para esa
guerra que Siria. Y la resolución de los problemas económicos internos a
través de la intervención militar es una "vieja" tradición anglosajona.
En segundo lugar, las fuerzas detrás de Obama apoyan
activamente y ponen en práctica el proyecto de "caos controlado", desde
Mauritania a Kirguistán o a Cachemira. El "arco de inestabilidad" que se
inició en los Balcanes debe, de acuerdo con su lógica, llegar a Rusia y
China.
Sin embargo, un "problema" apareció en el camino de la
desestabilización mundial: Siria. Y Damasco es el aliado de las tres
grandes potencias a la vez: Rusia, China e Irán. Para Rusia, los sirios
no son sólo aliados, son amigos, como Vladimir Putin ha destacado
especialmente.
La estrategia del "caos" es necesaria por razones muy
específicas. Una de ellas es el tránsito de hidrocarburos. Y aquí de
nuevo surge el factor ruso. Creo que la escalada de la crisis de Siria
debe ser vista como una reacción directa a la intensificación de la
política energética de Rusia. El hecho del asunto es que el 13 de
agosto, durante la visita del presidente ruso a Bakú, se llegó a
acuerdos importantes en el tránsito de petróleo: se firmaron los
acuerdos correspondientes entre la empresa estatal rusa Rosneft y sus
socios de Azerbaiyán y se definieron los formatos de cooperación en el
ámbito del complejo de combustible y energía. Y los acuerdos firmados
son de naturaleza a largo plazo. El presidente de Azerbaiyán Ilham
Aliyev enfatizó: "Creo que un gran número de cosas en el ámbito de las
cuestiones regionales de energía dependerá de la cooperación activa y la
coordinación de nuestros esfuerzos. Estamos orientados hacia
la decidida colaboración y el fortalecimiento de la cooperación con
Rusia en esta importante área de desarrollo económico y político". La
conclusión de esta reunión fue la creación de un acuerdo petrolero
Rusia-Azerbaiyán, es decir, justo lo que Occidente temía y que trató de
evitar durante mucho tiempo.
La crisis de Siria ha estado en gran medida determinada
por el problema de tránsito de los recursos de energía. Como es bien
sabido, yacimientos de gas han sido descubiertos en la región del sur
del Mediterráneo, tanto en la plataforma continental como en el
territorio de Siria (Kara). Hay un "factor gas" añadido en la crisis
siria: si el régimen de al-Asad es derrocado, Qatar, que es un
exportador de gas natural licuado, será capaz de transportar el
"combustible azul" directamente desde la costa mediterránea a través de
Siria. Eso, al menos, doblará sus exportaciones y al mismo tiempo va a
complicar las exportaciones de Irán. El fortalecimiento de Qatar en el
mercado del gas conducirá automáticamente a un debilitamiento de la
posición de las empresas rusas. Y si se añade el establecimiento del
control de gas argelino (que los estadounidenses están trabajando
activamente), la amenaza de un bloqueo de todo el petróleo de Rusia y
las exportaciones de gas es real.
Hay otras razones para la escalada de la crisis de Siria
y la posición agresiva de Washington. Por ejemplo, el deseo de romper
el eje Teherán-Damasco-Hizbulá, que está causando problemas a EEUU e
Israel. Sin embargo, el objeto principal de una "resolución definitiva"
de la cuestión siria sigue siendo demostrar a Rusia y a todos los demás
que EEUU controla el mundo y que las estructuras supranacionales de
gobernanza global que están detrás deciden lo que será.
Y ahora es el momento perfecto para recordar las
palabras de Stalin, a quien le gustaba repetir: "La lógica de las
circunstancias es más fuerte que la lógica de las intenciones". Los
provocadores no consideraron la lógica de las circunstancias. No
tuvieron en cuenta el hecho de que Rusia ha cambiado, al igual que el
mundo. El sistema unipolar ya no existe, y Moscú ya no reacciona a los
gritos de Washington la misma manera que lo hizo hace veinte años.
Al mismo tiempo, tenemos que admitir que la crisis siria
está lejos de estar resuelta, Sólo está un poco congelada. Aún aguardan
batallas diplomáticas tensas y agotadoras...
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