La
Gendarmería sólo pudo informar cuándo salió del país y no cuándo entró.
Su madre no sabe dónde estuvo ni qué hizo. El afirmó haber estado en la
represión que culminó con la muerte de Santiago Maldonado. La familia
pidió a la Justicia que lo ubicaran, pero el juez anterior del caso lo
dejó ir sin tomarle declaración.
Mauricio
Macri envió al senado un listado de diez conjueces para la Corte
Suprema. En el listado está desde la abogada del Grupo Clarín hasta un
ex abogado de Macri imputado en el escándalo del Correo Argentino, junto
a militantes macristas y radicales, y varios miembros del Colegio de
Abogados del establishment. Por si fuera poco, Macri también pidió que
nombren jueza a la hija de la magistrada que tiene en sus manos el
escándalo del #CorreoGate.
El macrismo, la eternidad y la pulsión antijurídica
El
gobierno del presidente Macri cree que su poder será eterno y desde esa
omnipotencia implementa la táctica de invocar discursivamente un valor
positivo para negarlo fácticamente. El círculo se cierra con el control
monopólico de la comunicación masiva que silencia las voces opositoras.
La libertad de expresión es la libertad de empresa en la república de
Cambiemos.
Sabido
es que la derecha neoliberal y el poder del dinero necesitan del
silencio y el desentendimiento de la mayoría para aplicar sus recetas de
pobreza, desamparo y endeudamiento; y la historia nos indica que para
ello necesita distraer, confundir y convencer a la sociedad de que está
de su lado luchando contra un mal o enemigo mayor a quien se debe odiar.
Necesita que la sociedad acepte su poder y sus decisiones, necesita
cegarla, confundirla hacerla temerosa para que no reaccione y se ponga
“de su lado” mientras despliega sus políticas regresivas y de opresión y
empobrecimiento. El anunciado “cambio” de “Cambiemos” realmente pasaba
por volver a dar poder incluyendo en puestos claves del gobierno, a
aquellos mismos empresarios, terratenientes, dueños del dinero, para
hacer crecer sus negocios a costa del empobrecimiento de la población y
del endeudamiento del país. Volver a entregar al país a quienes con una
velocidad vertiginosa pretenden cuanto antes regresar a su modelo de
pobreza para pobres y riqueza para ricos, con el que según su mirada,
concepto y conveniencia, se ponen “las cosas en su lugar”.
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