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jueves, 27 de febrero de 2020

Tinkunaco 0246/20 - Re: Boletín diario del Portal Libertario OACA

Boletín diario del Portal Libertario OACA

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  • "Las tres revoluciones que viví". Capítulo 13
  • [Viñeta] Tinta Negra, el regreso
  • Exigencia de justicia definitiva para las víctimas del franquismo
  • Revisitando el abstencionismo, con ocasión de las próximas elecciones en Estados Unidos
  • [29Feb] Presentación de «Aprendiendo a obedecer. Crítica del sistema de enseñanza» en Toledo
  • Carta a un(a) chileno(a) sobre la situación actual (III y última)
Posted: 26 Feb 2020 09:07 AM PST
Décima tercera entrega de la serie distópica de Alejandro Gaita 'Las tres revoluciones que viví', publicada originalmente en lamarea.com
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NTec, verano de 2068
Hola mamita:
¿Cómo te van las cosas? ¿Cómo va la salud?
Yo sigo en la escuela comunitaria de Nuevo Tecpatán, como ya te conté en mis últimas dos o tres cartas. Me gusta mi aula, muy alegre, y me gusta mi gente. Muchas sonrisas. Mucho olor a sudor, porque la humedad y el calor de aquí ya sabes cómo son. Y ahorita son un poco peor que cuando tú migraste al norte. Poco a poco, más calor y más inundaciones.
Soy profesora de todo lo que tiene que ver con mi proyecto. Microbiología, Biología Sintética, Fotónica, Computación Cuántica… todo. Si vienen dos personas, doy clase a dos. Si vienen doscientas, a doscientas. El contar lo que creo que ya domino a personas siempre distintas me ayuda a afianzar conceptos. Me planteo preguntas que se me pasaban por alto, y las que no me planteo yo me las plantean ellas. 
Lo de dar clase me trae recuerdos de las historias que me contabas de cuando fuiste profesora de secundaria en Yucatán. Las historias más bonitas y las más feas. Una cosa buena de cómo están organizadas las cosas aquí es que es muy difícil que pase lo que te pasó a ti cuando tenías la edad que tengo yo hoy. No me entiendas mal. ¿Puede haber profesores que se líen con alumnas o ex-alumnas más jóvenes? Sí. ¿Y hombres que peguen a su pareja-y-alumna? Cada vez más raro, pero sí. ¿Que maten a su hijo? Llegó a pasar. Problemas hay en todas partes. Rosario es el ejemplo: se crió en una sociedad libre, pero poblada por personas autoritarias. Sus padres eran labriegos, cultivaban ágave para mezcal. Elle desde niñe, intelectual. Incomprensión mutua y violencia. Su mamá le pegaba de chamaquita, y yo creo que eso le marcó en todos los sentidos.
Lo que quiero decir es que aquello que era tan común en tus tiempos puede pasar en todas partes y en todas las épocas, pero aquí y ahora pasa mucho menos. El desequilibrio de poder es un tabú social muy fuerte entre les anarquistes. Esto lo veo yo misma, pero lo veo con otros ojos por cómo me lo cuenta Rosario. Socialmente está muy mal visto, no ya el abuso de poder, que se considera una aberración, sino incluso la apariencia de poder. Para que me entiendas: una de las formas principales de prestigio es ser mejor facilitador o más trabajador que el resto, mientras que el desprestigio más obvio es el de crear o abusar de una diferencia de poder. Y la violencia es un tabú más fuerte aún, porque se ve como la forma de coerción por excelencia. Así que no te preocupes, nunca seré ni una depredadora de alumnos ni una víctima de profesores más altos en el escalafón. 
Esa es la parte buena. La mala es que, en realidad, no tengo apenas relaciones sentimentales. Un romance breve con Rosario, poco más. Mi caso no tiene nada que ver con Rosario, que es prácticamente asexual-aromántique. No sé si no tengo mucha suerte, o el exceso de trabajo, o de viajes. A este paso no te daré un nieto. Hay tiempo. Tú no te preocupes.
Te quiere tu hija
María
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Laboratorio de la UL en Chivela, primavera de 2070
Esto merece ponerse por escrito. ¡Lo estamos consiguiendo! Es increíble lo que cuesta hacer las cosas. Es increíble lo cabezona que soy. Llevo 10 años ya con el proyecto, y por fin ya obtuvimos el cultivo básico, la Escherichia coli Q0, con su complejo proteico y con su capacidad para mediar en procesos metabólicos. Este laboratorio de la Universidad Libre es formidable. El paso montañoso de Chivela, en el itsmo de Tehuantepec de Oaxaca, es un punto privilegiado para recoger energía eólica. En pocos sitios es posible el uso intensivo de energía como aquí. No es imprescindible para hacer ciencia, pero desde luego que facilita las cosas.
Ahora hemos de poner a punto a estas colis Q0. Hacer los primeros ensayos de procesamiento de información. Primero, lo que en teoría ya debería funcionar: escribir y leer un único bit clásico, con señales metabólicas. Ver qué fiabilidad tiene, establecer los rangos útiles de concentración, humedad, temperatura. Ver cómo de resistente es nuestro procesador mínimo a las mutaciones y a las condiciones ambientales adversas. Luego hemos de preparar el cultivo para su transporte en la flora intestinal. Para poder transportarlo de forma segura, y para poder seguir trabajando usando mi cuerpo como laboratorio. Además de la alegría del logro científico y vital, qué feliz me hace el equipo de gente maja que encontré para trabajar conmigo aquí en Chivela. Pablo en particular tiene una sonrisa especial. Me hace mucha gracia su barba, con mil o diezmil pelitos dibujando lineas de campo, arcos discontinuos que rodean el lóbulo de la oreja, que fluye de la patilla, cubren la mejilla y se ocultan bajo la mandíbula, desembocando en el punto del cuello donde le beso en sueños. Lo peor, lo mucho que me distrae su tacto: la memoria de los dedos tras cualquier roce leve y casual, pero anticipado y fantaseado. Aún no hubo nada con Pablo, pero me gustan los juegos sanos que practican aquí en las tierras libres. Les migrantes como yo vivimos el sexo como algo menos limpio que quienes se han educado en libertad. A cambio, disfrutamos de la emoción de lo prohibido, al venir de las reglas sociales de la Supremacía. Me imagino que para quienes vienen del fascismo será más intenso, tanto para lo bueno como para lo malo.
Alejandro Gaita
Investigador en magnetismo molecular y computación cuántica. Sobre ciencia, racionalidad, mundo académico y temas sociales

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Posted: 26 Feb 2020 08:48 AM PST
Hola compañer@s, después de un periodo de inactividad, vuelve a la carga, con renovados bríos, el Tinta Negra (anARTchist blog): http://tintanegraanartchistblog.blogspot.com/ Ilustración, viñetas. comic, historietas... activismo, humor, denuncia, actualidad, reflexión... tratado bajo el prisma libertario.
Tinta Negra regresa con los mismos objetivos con los que se formó, ser un punto de encuentro y comunicación entre artistas y público, un blog claramente anarquista que se pone a disposición de cualquier colectivo, sindicato u organización que desee disponer de todo tipo de material gráfico variado e internacional. Si ya colaborabas o quieres colaborar o formar parte del proyecto ponte en contacto con nosotr@s escribiendo a la siguiente dirección: anartchist@gmail.com Anarquistas gráficos del mundo,... ¡¡¡UNIOS!!!
[Viñeta realizada por DPATXY]
 
 
 

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Posted: 26 Feb 2020 01:31 AM PST
¿Está dispuesto el nuevo gobierno español a poner fin a medio siglo de desprecio, y restablecer efectivamente y por igual la dignidad de muertos y represaliados?
Escrito por Xavier Montanyà
Publicado originalmente en catalán (reproducido más abajo) en: https://www.vilaweb.cat/noticies/justicia-victimes-franquisme-joc-de-miralls/
El nuevo gobierno español afirma estar dispuesto a corregir la Ley de la Memoria (2007) para atender todas las reclamaciones y causas pendientes. Ya hace casi medio siglo de la muerte de Franco, medio siglo de traición a la inmensa mayoría de las víctimas de la dictadura franquista. Costó muchos años vencer la resistencia, en democracia, a denunciar los crímenes del franquismo, explicar e investigar la historia, reclamar dignidad, justicia y reparación para las víctimas. Los pactos de la transición eran el muro de contención. La ley del silencio a la cual se acogieron unánimemente, PP y PSOE, CiU y PNB.
Franco murió, pero el estado le sobrevivió. El poder y la corrupción cambiaron de manos o, sencillamente, se adaptaron y mimetizaron según los estándares europeos y americanos. Los políticos de la transición nunca tuvieron como referente los principios de los cuales tendría que haber emergido la democracia española: los referentes de la Segunda República. Y así fue como los rojos fueron discriminados e ignorados. Eran molestos para el relato colectivo que había que imponer a fin de cimentar aquella monumental transacción.
Pero pasaban los años, y países como Sudàfrica, Chile o Argentina iniciaban procesos de verdad histórica, justicia y reparación que ponían en evidencia, aquí y ante el mundo, la estrategia de la peculiar transición española. Al menos una generación de jóvenes fueron educados de espaldas a la oscura realidad del pasado. El desconocimiento del pasado es la absolución del presente. El desconocimiento del pasado permite manipularlo al servicio de los intereses políticos partidistas y de propaganda del presente. Esto es lo que querían. Unos y otros. Construir sobre la ignorancia y la manipulación una trama que les fuera favorable.
No obstante, asociaciones, historiadores, juristas y periodistas persistieron. Cuando Aznar se quitó la máscara, el PSOE no tuvo escapatoria. Finalmente, el 2007, se aprobó la Ley de Memoria Histórica del gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. Hicieron falta más de treinta años para conseguir aprobar una ley que si bien manifestaba buena voluntad –¡ya iba siendo hora!- no resolvía a fondo, en justicia, las cuestiones más importantes.
Aquellos mismos partidos habían elaborado una Ley de Amnistía en 1977 que era una ley de punto final, una legislación que exoneraba los culpables del régimen franquista; que impedía, en democracia, hacerlos responder de sus crímenes ante los tribunales. Aquellos partidos tenían que hacer una ley de memoria que no entrara en contradicción con las leyes fundacionales de la transición, ni con ellos mismos, muchos de los cuales eran herederos conscientes, pasivos, o disfrazados, del régimen franquista.
Además de ignorar algunas importantes reclamaciones, la traición básica de aquella ley era que establecía dos categorías de víctimas: las de antes del 1968 y las de después. Una distinción aleatoria, caprichosa, inaceptable en la argumentación jurídica y política de un país que dice ser una democracia y que quiere honorar a las víctimas de la dictadura. La otra cuestión candente era la anulación de los juicios, de los Consejos de Guerra, del Tribunal de Orden Público o del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo. Si bien la ley Zapatero reconocía la ilegitimidad de los tribunales no actuaba, en consecuencia, anulando las sentencias y comprometiendo al estado en la reparación de las víctimas o de sus descendentes.
Traspasaban así a las víctimas la tarea de reclamar las anulaciones a los tribunales actuales, una trampa que pronto fue descubierta, puesto que los tribunales de hoy se negaron a hacerlo, alegando que ellos no podían anular las decisiones de tribunales que eran la legalidad en el pasado. Nuevamente, los juegos de palabras, los malabarismos de diccionario, el "trilerismo" conceptual, una estrategia habitual, ayer y hoy. "Ilegítimo" no es "ilegal". Del mismo modo que "nacionalidad" no es "nación".
El año 2017, no obstante, el Parlamento catalán aprobó una ley para anular los juicios franquistas realizados en Catalunya. Era una resolución más simbólica que práctica, sin poder de reparación o reclamación ante el estado español.
De hacer justicia, de actuar legalmente hoy contra los franquistas responsables de crímenes y torturas, ni hablar. Los más persistentes y combativos han tenido que recurrir a Argentina para pedir allá la justicia que su país les niega. Y quedan pendientes muchos más detalles que afectan el expolio económico y patrimonial, requisición de bienes y propiedades, la estafa franquista de la confiscación de dinero republicano, el trabajo esclavo de los presos rojos, la dignidad de los maquis, de los internados en los campos nazis, las víctimas de la transición, o la “resignificación” del Valle de los Caídos, que parece apenas haber empezado en el 2019, doce años después de la aprobación de la ley Zapatero.
Hay que recordar que la Ley Zapatero, con todas estas trampas y agujeros negros, fue aprobada y consensuada por PSOE, IU-ICV, CiU y PNB. No era, por lo tanto, responsabilidad única de él. Votaron en contra, por motivos opuestos, PP y ERC que, junto con IU, había sido motor de la iniciativa. ERC no aceptó someterse nuevamente a los pactos de los cuatro artífices de la transición, al maquillaje que proponía la ley, sin resolver los puntos clave, porque no "acababa con el sistema español de impunidad".
Hasta donde llegará el nuevo impulso a la Ley que promete el gobierno
Después de siete años y medio de inacción absoluta del PP bajo la presidencia de Mariano Rajoy, el pasado 24 de enero el PSOE registró en el congreso una propuesta de ley para "dar uno nuevo impulso" a la Ley Zapatero del 2007 y establecer "medidas en favor de los que sufrieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura". El debate está servido. Ya se han levantado voces de muchas asociaciones memorialistas contra la vaguedad y la indefinición de la nueva propuesta, reclamando la reparación de las lagunas y errores de la ley del 2007.
Especialmente claras y directas son las demandas de los sectores más activos y combativos como el sindicato CGT y el anarquista y activista por la memoria histórica, Octavio Alberola, que podéis leer aquí: https://kaosenlared.net/cgt-pide-una-reforma-real-de-la-ley-de-memoria-historica/, y aquí http://rojoynegro.info/articulo/ideas/s%C3%AD-se%C3%B1ora-vicepresidenta-primera-es-una-infamia 
CGT ha dirigido una carta a los parlamentarios reclamando que esta vez se contemple a las víctimas del franquismo sin hacer distinción en función de las fechas en qué sufrieron la represión. Y que se ajuste la ley a las recomendaciones hechas en el estado español por los diversos relatores de la ONU que han investigado y estudiado el tema aquí, sobre el terreno. La ley actual establece el derecho a una indemnización de 135.000 euros para los ejecutados entre el 1 de enero de 1968 y el 6 de octubre de 1977. Los de antes de 1968 tienen derecho a una indemnización de 9.615 euros. La nueva propuesta de ley presentada por el PSOE no contempla suspender el artículo de la ley anterior que establecía esta discriminación y tratar a todas las víctimas por igual.
Octavio Alberola en su carta pública del 12 de febrero se dirige a la Vicepresidenta primera del gobierno español, Carmen Calvo, denunciando, de entrada: "Sí, señora Vicepresidenta primera, es una infamia mantener este artículo que discrimina a las víctimas de la represión franquista de antes de 1968. Una discriminación que el redactor del artículo 10 ha pretendido justificar "por las circunstancias excepcionales que concurrieron en su muerte". ¡Cómo si la muerte de Lluís Companys, Joan Peiró, Julián Zugazagoitia, Francisco Cruz Salido, los hermanos Sabater y los guerrilleros de los años cuarenta y cincuenta, Julián Grimau, Joaquín Delgado, Francisco Granado y tantos otros, abatidos o ejecutados por el régimen franquista antes de 1968, no se hubiera producido en las mismas "circunstancias excepcionales de la represión franquista!". Y más adelante añade que si los que sufrieron prisión no han están divididos en dos clases, cómo es que sí que lo están los que perdieron la vida?
Tanto la CGT como Alberola constatan que Unidas Podemos lo ha entendido y ya presentaron en el 2018 una Proposición de reforma de la ley que fijaría una reparación única: "por una cuantía de 80.000 euros a las personas beneficiarias de quienes murieron o sufrieron lesiones incapacitantes por la represión franquista en su lucha contra la dictadura hasta el 15 de octubre de 1977".
La anulación definitiva de los juicios y otras asignaturas pendientes
La nueva propuesta de ley hace referencia a otras asignaturas pendientes ampliamente pedidas durante años, pero ignora otras que podrían afectar a miles de personas en todo el estado.
Por un lado, según que ha declarado Carmen Calvo, es importante subrayar que parece ser que, finalmente, se anularán las condenas del franquismo, entre ellas, la del Presidente Lluís Companys, y que contemplan el apertura de los archivos de la Guerra Civil y la Transición que, hasta hoy -¡casi medio siglo después de la muerte de Franco!- han sido vetados a los historiadores y al público en general. Se trataría de documentos fechados entre el 14 de abril de 1931 –proclamación de la República- y el 31 de diciembre de 1982, justo antes del inicio del primer mandato de Felipe González. Es un paso, pero habrá que ver qué pasa con muchos dosieres clasificados como "materia reservada" que duermen encerrados bajo llave en archivos oficiales, civiles y militares.
También se comprometen, entre otras cosas, a abrir una línea de ayudas para que los Ayuntamientos puedan abrir las fosas comunes, la creación de un banco de ADN para poder identificar los restos exhumados o la "resignificació" del Valle de los Caídos, una operación que, de entrada, tendría que contemplar el traslado de la comunidad de monjes benedictinos, como los de Montserrat, que viven allí desde el 1957 cuando el dictador decidió que vivieran sobre la fosa común más grande del estado español. La benedictina es una comunidad tenaz que se resistirá a ser expulsada de su paraíso particular, aptitud que ya demostraron, sin éxito, para intentar impedir el traslado de los restos del dictador que ellos custodiaban.
La estafa franquista del dinero republicano
La Propuesta está pendiente de discusión en el congreso y senado. Hay todavía muchas incógnitas por resolver a la práctica. Por ejemplo: si se anulan sentencias que comportaron requisición de bienes o multas en efectivo, ¿devolverá el estado a las familias el valor de lo que se les quitó?
Pero, sobre el tema económico, la cuestión principal que hasta ahora todo el mundo esquiva es el de la confiscación del "dinero republicano" que afecta a unas mil familias.
Durante la guerra civil, el bando sublevado puso en marcha una estafa para acabar con la economía republicana. Exigía a la gente de las tierras, pueblos y ciudades que iba ocupando, que entregase el dinero republicano que tuviera en los Ayuntamientos, cuarteles militares o bancos que ellos ya habían ocupado. Bajo amenaza: los que conservaran dinero rojo puesto en circulación después del 18 de julio de 1936 serían detenidos y procesados por contrabando.
A cambio, se les extendía un recibo consignando la cantidad entregada, en previsión de que en un futuro se les reintegrara en moneda del nuevo régimen. A pesar de que el miedo a la represión era tal que hubo gente que optó a la larga para destruir aquellos recibos, hoy, muchas familias, unas mil, según dicen las asociaciones de afectados, conservan estos pagarés que nunca nadie ha querido reconocer.
Aquel dinero republicano requisado durante la guerra era vigente todavía en parte de España y perfectamente legal en Europa, por lo cual se sospecha que los franquistas podían haber hecho inversiones, transacciones y suculentos negocios con el botín robado a los perdedores. Además de billetes, había muchas sumas en monedas de plata.
Si Alemania, por ejemplo, que perdió la guerra, devolvió buena parte de los bienes confiscados a los judíos o, sin ir más lejos, el estado español, al acabar la dictadura, devolvió a partidos y sindicatos el patrimonio requisado por Franco, ¿por qué no hace lo mismo con el dinero republicano que los franquistas expoliaron a los particulares? Y, más aún, si hay la sospecha de que aquel dinero les aportó copiosos beneficios.
Existe un libro de registro de estas operaciones en el archivo del Banco de España. Y muchas familias han conservado los pagarés toda la vida. Todo está perfectamente documentado. Hace muchos años que los estafados iniciaron un largo proceso para reclamar lo que les requisaron. Nadie ha atendido sus reclamaciones. Ni el Gobierno, ni el Congreso, ni los Tribunales. Alegan que el plazo de reclamación ha caducado, que se tenía que haber hecho entre diciembre del 1978 y el del 1979. Es decir, desde que se aprobó la Constitución y durante un año después. Una parte de los afectados, a través del despacho de abogados de Baltasar Garzón, ha interpuesto varias demandas ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, todavía en trámite.
¿La nueva Ley de la Memoria contemplará y solucionará este problema? De momento, en la Propuesta presentada el pasado 24 de enero en el congreso por el PSOE no parece haber ninguna intención. Ni se menciona el tema. Se trata de una nueva categoría de víctimas rojas que no pueden reclamar sus derechos a la democracia española. Los partidos y sindicatos recuperaron su patrimonio confiscado por Franco. Los particulares, no. La modélica transacción.

Exigència de justícia definitiva per a les víctimes del franquisme

El nou govern espanyol està disposat a posar fi a mig segle de menyspreu i restablir efectivament i de la mateixa manera la dignitat de morts i represaliats?
El nou govern espanyol afirma estar disposat a corregir la Llei de la Memòria (2007) per atendre totes les reclamacions i causes pendents. Ja fa gairebé mig segle de la mort de Franco, mig segle de traïció a la immensa majoria de les víctimes de la dictadura. Va costar molts anys de vèncer la resistència en democràcia a denunciar els crims del franquisme, explicar i investigar la història, reclamar dignitat, justícia i reparació per a les víctimes. Els pactes de la transició n’eren el mur de contenció. La llei del silenci a la qual s’acolliren unànimement PP i PSOE, CiU i PNB.
Franco va morir, però l’estat li va sobreviure. El poder i la corrupció van canviar de mans o, senzillament, es van adaptar i mimetitzar segons els estàndards europeus i americans. Els polítics de la transició mai no van tenir com a referent els principis dels quals hauria d’haver emergit la democràcia espanyola: els referents de la Segona República. I així fou com els roigs van ser discriminats i ignorats. Eren molests per al relat col·lectiu que calia imposar per assentar aquella monumental transacció.
Però passaven els anys i països com Sud-àfrica, Xile o l’Argentina engegaven processos de veritat històrica, justícia i reparació que posaven en evidència aquí i als ulls del món l’estratègia de la peculiar transició espanyola. Pel cap baix una generació de joves va ser educada d’esquena a la fosca realitat del passat. El desconeixement del passat és l’absolució del present. El desconeixement del passat permet de manipular-lo al servei dels interessos polítics partidistes i de propaganda del present. Això volien. Els uns i els altres. Construir sobre la ignorància i la manipulació una trama que els fos favorable.
Això no obstant, associacions, historiadors, juristes i periodistes van persistir. Quan Aznar es va llevar la màscara, el PSOE no va tenir escapatòria. Finalment, el 2007, es va aprovar la Llei de Memòria Històrica del govern de José Luis Rodríguez Zapatero. Van caldre més de trenta anys per a aconseguir d’aprovar una llei que, si bé manifestava bona voluntat –ja anava essent hora!–, no resolia a fons, en justícia, les qüestions més importants.
Tots aquells mateixos partits havien elaborat una Llei d’Amnistia l’any 1977 que era una llei de punt final, una legislació que exonerava els culpables del règim franquista; que impedia, en democràcia, fer-los respondre dels seus crims davant dels tribunals. Aquells partits havien de fer una llei de memòria que no entrés en contradicció amb les fundacionals de la transició, ni amb ells mateixos, molts dels quals eren hereus conscients, passius o disfressats del règim franquista.
A banda ignorar algunes reclamacions cabdals, la traïció elemental d’aquella llei era que establia dues categories de víctimes: les d’abans del 1968 i les de després. Una distinció aleatòria, capriciosa, inacceptable en l’argumentació jurídica i política d’un país que diu ser una democràcia i que vol honorar les víctimes de la dictadura. L’altra qüestió candent era l’anul·lació dels judicis, dels consells de guerra, el Tribunal d’Ordre Públic o el Tribunal Especial per a la Repressió de la Maçoneria i el Comunisme. Si bé la llei Zapatero reconeixia la il·legitimitat dels tribunals, no actuava, en conseqüència, anul·lant-ne les sentències i comprometent l’estat espanyol en la reparació de les víctimes o dels seus descendents.
Traspassaven així a les víctimes la tasca de reclamar les anul·lacions als tribunals actuals, una trampa que aviat va ser descoberta, car els tribunals d’avui s’hi van negar, al·legant que ells no podien anul·lar les decisions de tribunals que eren la legalitat en el passat. Una vegada més, els jocs de paraules, els malabarismes de diccionari, el ‘trilerisme’ conceptual, una estratègia habitual, abans i avui. ‘Il·legítim’ no és ‘il·legal’. De la mateixa manera que ‘nacionalitat’ no és ‘nació’.
Però l’any 2017 el Parlament de Catalunya va aprovar una llei per a anul·lar els judicis franquistes de Catalunya. Era una resolució més simbòlica que no pas pràctica, sense poder de reparació ni reclamació davant l’estat espanyol.
De fer justícia, d’actuar legalment avui contra els franquistes responsables de crims i tortures, ni parlar-ne. Els més persistents i combatius han hagut de recórrer a l’Argentina per demanar-hi la justícia que el seu país els nega. I resten pendents molts més detalls que afecten l’espoliació econòmica i patrimonial, requisició de béns i propietats, l’estafa franquista de la confiscació de diner republicà, el treball esclau dels presos roigs, la dignitat dels maquis, dels internats als camps nazis, les víctimes de la transició, o la resignificació del Valle de los Caídos, que sembla tot just haver començat el 2019, dotze anys després de l’aprovació de la llei Zapatero.
Cal recordar que la Llei Zapatero, amb tots aquests paranys i forats negres, va ser aprovada i acordada pel PSOE, IU-ICV, CiU i PNB. No era, per tant, responsabilitat única d’ell. Hi van votar en contra, per motius oposats, el PP i ERC, que, juntament amb IU, n’havia estat motor. ERC no va acceptar de tornar a sotmetre’s als pactes dels quatre artífexs de la transició, al maquillatge que proposava la llei, sense resoldre els punts clau, perquè no ‘liquidava el sistema espanyol d’impunitat’.
Fins on arribarà el nou impuls a la llei que promet el govern espanyol
Després de set anys i mig d’inacció absoluta del PP sota la presidència de Mariano Rajoy, el 24 de gener passat el PSOE va registrar al congrés una proposta de llei per a ‘donar un mou impuls’ a la Llei Zapatero del 2007 i establir ‘mesures en favor dels qui van patir persecució o violència durant la guerra civil i la dictadura’. El debat està servit. Ja s’han alçat veus de moltes associacions memorialistes contra la vaguetat i la indefinició de la nova proposta, reclamant la reparació de les llacunes i errors de la llei del 2007.
Especialment clares i directes són les demandes dels sectors més actius i combatius, com ara el sindicat CGT i l’anarquista i activista per la memòria històrica Octavio Alberola, que podeu llegir aquí i aquí.
La CGT ha dirigit una carta als parlamentaris reclamant que aquesta vegada es tractin les víctimes del franquisme sense distingir-les en funció de les dates en què van ser reprimides. I que s’ajusti la llei a les recomanacions fetes a l’estat espanyol pels diversos relators de l’ONU que ho han investigat i estudiat  aquí, sobre el terreny. La llei actual estableix el dret d’una indemnització de 135.000 euros pels executats entre el primer de gener de 1968 i el 6 d’octubre de 1977. Els d’abans del 1968 tenen dret d’una indemnització de 9.615 euros. La nova proposta de llei presentada pel PSOE no preveu de suspendre l’article de la llei anterior que establia aquesta discriminació i tractar, doncs, totes les víctimes de la mateixa manera.
Octavio Alberola, en la seva carta pública del 12 de febrer, s’adreça a la vice-presidenta primera del govern espanyol, Carmen Calvo, denunciant, d’entrada: «Sí, senyora vice-presidenta primera, és una infàmia de mantenir aquest article que discrimina les víctimes de la repressió franquista d’abans del 1968. Una discriminació que el redactor de l’article 10 ha pretès de justificar ‘per les circumstàncies excepcionals que van concórrer en la seva mort’. Com si la mort de Lluís Companys, Joan Peiró, Julián Zugazagoitia, Francisco Cruz Salido, els germans Sabater i els guerrillers dels anys quaranta i cinquanta, Julián Grimau, Joaquín Delgado, Francisco Granado i tants més, abatuts o executats pel règim franquista abans del 1968, no s’hagués produït en les mateixes ‘circumstàncies excepcionals de la repressió franquista’!» I més endavant afegeix que, si els qui van ser empresonats no són dividits en dues classes, per què sí els que van perdre la vida?
Tant la CGT com Alberola constaten que Unides Podem ho ha entès i en aquesta línia ja van presentar el 2018 una proposició de reforma de la llei que fixaria una reparació única ‘per una quantia de 80.000 euros a les persones beneficiàries dels qui van morir o patir lesions incapacitadores per la repressió franquista en la seva lluita contra la dictadura fins al 15 d’octubre de 1977’.
L’anul·lació definitiva dels judicis i altres assignatures pendents
La nova proposta de llei fa referència a unes altres assignatures pendents àmpliament demanades durant anys, però n’ignora unes altres que podrien afectar milers de persones a tot l’estat espanyol.
D’una banda, segons que ha declarat Carmen Calvo, és important de subratllar que finalment s’anul·laran les condemnes del franquisme, entre les quals la del president Lluís Companys, i que preveuen d’obrir els arxius de la guerra del 36-39 i de la transició que, fins avui –gairebé mig segle després de la mort de Franco!– han estat vetats als historiadors i al públic en general. Es tracta de documents datats entre el 14 d’abril de 1931 –proclamació de la República– i el 31 de desembre de 1982, just abans no comencés el primer mandat de Felipe González. És un pas, però caldrà veure què passa amb molts dossiers classificats com a ‘matèria reservada’ que dormen tancats amb clau en arxius oficials, civils i militars.
També es comprometen, entre més, a obrir una línia d’ajudes perquè els ajuntaments puguin obrir les fosses comunes, a crear un banc d’ADN per a poder identificar les restes exhumades o la ‘resignificació’ del Valle de los Caídos, una operació que, d’entrada hauria de preveure el trasllat de la comunitat de monjos benedictins, com els de Montserrat, que hi viuen d’ençà del 1957, quan el dictador va decidir que visquessin damunt la més gran fossa comuna de l’estat espanyol. La benedictina és una comunitat tenaç que es resistirà a ser expulsada del seu paradís particular, qualitat que ja van demostrar, sense èxit, per intentar impedir el trasllat de les restes del dictador, que ells custodiaven.
L’estafa franquista del diner republicà
La proposta és pendent de discussió al congrés i al senat. Hi ha encara moltes incògnites per a resoldre a la pràctica. Per exemple: si s’anul·len sentències que van implicar la requisició de béns o multes en efectiu, l’estat espanyol retornarà a les famílies el valor de què els van prendre?
Malgrat això, respecte de l’economia la qüestió principal que fins ara tothom esquiva és el de la confiscació del ‘diner republicà’ que afecta unes mil famílies.
Durant la guerra, el bàndol sollevat va començar una estafa per esfondrar l’economia republicana. Exigia a la gent de les terres, pobles i ciutats que anava ocupant que lliurés el diner republicà que tingués a les cases de la vila, casernes militars o bancs que ells ja havien ocupat. Sota amenaça: els qui conservessin diner roig posat en circulació després del 18 de juliol de 1936 serien detinguts i processats per contraban.
En canvi, els estenien un rebut consignant la quantitat lliurada, en previsió de reintegrar-los-la en moneda del nou règim. La por de la repressió era tal que va haver-hi qui optà a la llarga per destruir aquells rebuts. Avui, moltes famílies, unes mil, segons que diuen les associacions d’afectats, conserven aquests pagarés que mai ningú no ha volgut reconèixer.
Aquell diner republicà requisat durant la guerra era vigent encara a part de l’estat espanyol i perfectament legal a Europa, per la qual cosa se sospita que els franquistes podien haver fet inversions, transaccions i suculents negocis amb el botí robat als perdedors. A més de bitllets, hi havia moltes sumes lliurades en monedes de plata.
Si Alemanya, per exemple, que va perdre la guerra, va retornar bona part dels béns confiscats als jueus o, sense anar més lluny, l’estat espanyol, en acabar la dictadura, va retornar a partits i sindicats el patrimoni requisat per Franco, per què no fa igual amb el diner republicà espoliat als particulars pels franquistes? I, més encara si hi ha la sospita que els va aportar copiosos beneficis.
Hi ha un llibre de registre d’aquestes operacions a l’arxiu del Banc d’Espanya. I moltes famílies han conservat els pagarés tota la vida. Tot és perfectament documentat. Fa molts anys que els estafats van començar un llarg procés per a reclamar allò que els van requisar. Ningú no ha atès les seves reclamacions. Ni el govern, ni el congrés, ni els tribunals. Al·leguen que el termini de reclamació ha caducat, que s’havia d’haver fet entre el desembre del 1978 i el del 79. És a dir, entre que es va aprovar la constitució i durant un any després. Una part dels afectats, mitjançant el despatx d’advocats de Baltasar Garzón, ha interposat demandes al Tribunal Europeu de Drets Humans d’Estrasburg, encara en tràmit.
La nova Llei de la Memòria avaluarà i solucionarà aquest problema? De moment, en la proposta presentada el 24 de gener passat al congrés pel PSOE no sembla haver-n’hi cap intenció. Ni s’esmenta el tema. Es tracta d’una nova categoria de víctimes roges que no poden reclamar els seus drets a la democràcia espanyola. Els partits i sindicats van recuperar el seu patrimoni confiscat per Franco. Els particulars, no. La modèlica transacció.
Xavier Montanyà

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Posted: 25 Feb 2020 11:13 AM PST
Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos que se avecinan este año han generado un curioso fenómeno dentro del mundo anarquista de ese país: llamados en masa a votar e incluso a donar dinero a la campaña de Bernie Sanders, de modo de evitar la reelección de Donald Trump[1]. Esto debiese parecernos inaudito cuando los anarquistas desde siempre hasta nuestros días hemos tenido claridad acerca de la mentira e inutilidad que implica la democracia representativa, el parlamentarismo y el reformismo socialdemócrata, por muy radical que se presente a sí mismo. Además, no puede olvidarse, nuestro compromiso implacable con la abolición de toda jerarquía y autoridad debiese conducirnos a un férreo desprecio hacia las elecciones, que en última instancia no significan otra cosa que elegir a quién nos gobernará.
¿Es acaso que nuestros compañeros norteamericanos han errado el foco todos en conjunto?, ¿acaso han sucumbido a la propaganda socialdemócrata?, ¿o es que acaso que estamos frente a una oportunidad para que los anarquistas reflexionemos en torno a esta actitud casi dogmática en contra del voto? Lo que pretendo sugerir aquí es que, de hecho, en diversos casos, el no votar tiene un efecto contrario a lo que los anarquistas pretendemos. Me explico.
Famosamente Ricardo Mella decía a principios de siglo XX aquella tan conocida sentencia “votad lo que estiméis conveniente la jornada de las elecciones, o absteneos, pero no olvidéis nunca que lo principal es lo que hacéis, con vuestra lucha, los 364 días restantes del año”. Y es cierto: aquello que caracteriza nuestro proceder anarquista de propaganda permanente y de acción directa consiste en conformar comunidades de resistencia contra el capitalismo y la represión, así como prepararnos material y moralmente para la revolución. Ninguna duda en esto. Pero, ¿de verdad al haber elecciones en todos los casos están las cosas para “votad lo que estiméis conveniente la jornada de elecciones, o absteneos”? En mi opinión, la respuesta a esto es un rotundo no. Es cierto que en ocasiones sí es el caso: lo es en la España o en el Chile bipartidista, lo es en la época de los eternos gobiernos del PRI en México, lo es en las elecciones entre candidatos demócratas y republicanos en Estados Unidos en las últimas décadas. Sin embargo, lo que se ha gestado en los fondos oscuros de la institucionalidad política de los países en los últimos años, el fascismo, es algo con lo que no puede hacerse vista gorda, ni algo abordable mediante meras fórmulas fijas. Los gobiernos de ultraderecha que se presentan a las elecciones buscando recortar y eliminar derechos y conquistas sociales no pueden compararse con los peligrosos pero más inertes gobiernos socialdemócratas y progresistas. Sencillamente no da igual ni es lo mismo que gobiernen los Trump, los Bolsonaro, los Piñera, los Macri, las Le Pen, los Duque, los Abascal.
Conviene que distingamos dos formas de maximalismo, uno que es ingenuo y el otro no. Los anarquistas somos maximalistas, pues no nos detendremos hasta alcanzar la liberación humana total por medio de la revolución. Queremos, de una vez por todas, abolir el capitalismo, de modo tal que la producción se oriente a la satisfacción de las necesidades de todos. Queremos también abolir el Estado para acabar con la violencia estatal sistemática y la burocracia. Y para estos fines, justificamos el uso de medios violentos según el caso lo amerite. Hasta aquí todo claro. Sin embargo, tener claridad de estos ideales firmes no debe hacernos perder de vista, por un lado, que todo esto tiene por detrás la búsqueda por que las personas vivan mejor y, por otro lado, que vivimos en tiempos y lugares concretos donde la revolución está más cerca o más lejos, pero aún no aquí y ahora. En este sentido, debemos recordar las palabras de Chomsky[2] que nos recuerdan que, en ocasiones, para aproximarnos progresivamente a aquellas cosas que son nuestros fines, hemos, a veces, proceder mediante vías que son aparentemente contradictorias con ellos. En la medida que queremos permanecer internacionalistas, debemos hacer todo lo necesario por evitar la victoria del candidato xenófobo que deportará o encarcelará a los inmigrantes sin papeles; en la medida que queremos prepararnos para la revolución, necesitamos blindar con todo nuestro empeño las leyes que protegen al trabajador y le garantizan un sueldo que le permite costear los costos de la vida. En efecto, resulta demasiado fácil satanizar todo aquello que es proveniente del Estado cuando no es uno el deportado o el que tendrá que costear su tratamiento médico o su jubilación o vivir las guerras que su gobierno hace hacia el exterior. Sugiero que este maximalismo ingenuo que es incapaz de comprender los progresos pragmáticos en la vida de las personas ha de ser severamente rechazado pues es totalmente contrario a las causas del pueblo y a la causa por la revolución. Como nos recordaba Malatesta[3], además de revolucionarios, somos reformistas precisamente porque queremos proveer las mejores condiciones para la revolución futura; no somos marxistas, ni deterministas, no creemos que el empeoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores sea fomento de la revolución sino todo lo contrario[4].
No nos equivoquemos. Los anarquistas hemos de tener una extrema desconfianza a la institucionalidad y rechazar de plano la idea reformista de que la liberación humana y el socialismo podrían alcanzarse por la vía del Estado y del parlamento. De hecho, es necesario también tener precaución frente las iniciativas centralizadoras y burocráticas de la socialdemocracia que dificultan la autogestión y la autodeterminación. Sin embargo, y más allá de que lo anterior no es insignificante, el costo del esfuerzo por ir a votar  por el candidato que hace de contrapeso a la ultraderecha –en caso de haberlo– es demasiado ínfimo respecto del alivio que podría significar para las personas que viven dentro de las fronteras nacionales (e internacionales) y que aún no pueden beneficiarse de nuestra lucha en ninguno de los 365 días del año, pues aún no somos suficientes.
¿Cumplirá Bernie Sanders su promesa de acabar con los billonarios, garantizar la sanidad y la universidad gratuita para todos (además de perdonar la deuda universitaria existente), terminar con el intervencionismo imperialista en el medio oriente y América Latina y el largo etc.? Quién sabe. La historia ya nos ha enseñado que la mayoría de las conquistas sociales sustantivas ocurren cuando son acompañadas por intenso trabajo fuera de la institucionalidad: por protestas, por paralización, por desobediencia civil, etc., y esto nos enseña que nunca debemos detener nuestra actividad anarquista. De hecho, nuestra lucha contra el fascismo debe continuar ocurriendo no sólo en las urnas, como aquí he sugerido, sino también en las calles, como bien ya hacen los diversos colectivos antifascistas. En todo caso, respecto a las elecciones en Estados Unidos, debería parecernos una buena señal que en tiempos de primarias del Partido demócrata tanto el establishment de ese partido como los grandes medios de comunicación ya hayan emprendido una tenaz campaña de desprestigio e invisibilización contra la figura de Sanders[5]; y si es malo para la burguesía, es probable que sea bueno para el pueblo. En fin, creo que los compañeros norteamericanos no yerran en apoyar tal candidatura cuando la alternativa es un megalómano y presunto pedófilo a quien no le da vergüenza convertir en ley su propio racismo, supremasismo y avaricia desorbitada.         
Pali Guíñez
Notas:
[1] Es recomendable el vídeo del canal de YouTube Non-compete, “Are we gonna frickin do something or what” (sobre todo a partir del minuto 28:00). https://youtu.be/EMMnCyvGy7s
[2] Chomsky, “Objetivos y visiones”
[3] Malatesta, “Anarquismo y reformas”
[4] Malatesta, “Tanto peor, tanto mejor” en Páginas de lucha cotidiana.
[5] El canal de YouTube de El ChapuceroUSA comenta muy claramente esto en el vídeo “Enloquecen CNN, MSNBC y Wall Street por triunfo de Bernie! Dicen que es un peligro para USA”. https://youtu.be/5CrHqQ2JgRo. De hecho,  el multimillonario empresario Michael Bloomberg se ha propuesto a sí mismo como oponente de Bernie Sanders en las elecciones primarias del Partido demócrata, autodonándose ya cientos de millones de dólares a su propia campaña. Esto en contraste de la campaña de Sanders, que ha rechazado cualquier financiamiento de parte de los grandes capitales estadounidenses.

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Posted: 25 Feb 2020 07:47 AM PST
El próximo sábado 29 de febrero a las 17. 30h. (y no el día 22 como inicialmente anunciamos), la CNT-AIT de Toledo organiza un coloquio con Alfredo Olmeda, profesor y coautor del libro “Aprendiendo a obedecer. Crítica del sistema de enseñanza” para reflexionar sobre la educación en el mundo actual. Así se realizará un acercamiento al sistema educativo actual y habrá un debate sobre alternativas libertarias en el ámbito educativo. Si te interesan estos temas, no te debes perder este debate. Os recordamos que la sede de la CNT-AIT toledana está en la calle Río Valdeyernos n.º 4.
Presentación "Aprendiendo a obedecer" en Toledo

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Posted: 22 Feb 2020 10:48 AM PST
A Joaquín García Chanks y Marcelo Villarroel Sepúlveda, compañeros y co-conspiradores.
Continuemos el asalto a lo existente por todos los medios, sin inmutarnos por quienes nos silenciarán con las armas de reserva de la reacción, ya sea la patada de la bota democrática, la charla vacía de opinión o los llamados de sirena de los dulces hombres de la esperanza.”
 Jean WeirPalabras domesticadas desde un corazón salvaje.                                                         
“Quien está decidido a llevar a cabo sus actos no es una persona       
valiente, es simplemente alguien que ha clarificado sus ideas, que       
se ha dado cuenta de la futilidad de esforzarse en jugar bien el         
papel que le ha asignado el Capital en la representación.               
Consciente, ataca con fría determinación. Y al hacerlo se realiza       
como ser humano. Se realiza a sí mismo en el placer. El reino de         
la muerte desaparece ante sus ojos.”                                                                                 
Alfredo Maria Bonanno; Selección de Textos.
Terminemos de una vez por todas con los ilusionismos de la
dialéctica. Los explotados no son portadores de ningún proyecto
positivo, así fuese la sociedad sin clases […] Su única comunidad
es el Capital, de la cual solo pueden escapar a condición de destruir
todo aquello que los hace existir como explotados…
Ai ferri corti.
Cuando se escriba la Historia –así con mayúsculas, esa que siempre han escrito y escribirán los vencedores– sobre la insurrección generalizada en Chile a finales de la primera década del siglo XXI, habrá que leerla con meticulosidad extrema, ya que en ella quedarán plasmadas las supuestas motivaciones de la “crisis” que produjo la revuelta.
Una vez más, prevalecerá el análisis economicista –con énfasis en “la obscenidad de la miseria” que ha provocado esa denominación incierta que llaman “neoliberalismo”– y, la poca capacidad negociadora de un gobierno soberbio que no supo atender las demandas populares y optó por la continuidad de un régimen de corrupción e impunidad, heredero (constitucional) de una de las dictaduras fascistas más sangrientas del continente americano.
Sin embargo, nada quedará registrado de esa potencia anónima que le dio forma a la rabia de la desesperanza, de ese accionar nihilista que se transformó en energía arrasadora interrumpiendo la normalidad y atacando despiadadamente la realidad que nos oprime.
Esta potencia será invisibilizada (en el mejor de los casos) y/o, reducida a una turba de «elementos anarquistas y lumpen, amén de grupos aliados a narcotraficantes para desatar saqueos y vandalismos»[1], haciendo ahínco en la condición pacífica de la “legitima” protesta y la trascendental importancia del nuevo fetiche constitucional como garante leguleyo de “las necesidades del Pueblo”.
De tal manera, quedó registrado a lo largo de veintidós páginas en un panfleto con pretensiones literarias escrito por el intelectual socialdemócrata Ariel Dorfman y publicado oportunamente por el Fondo de Cultura Económica (FCE)[2].
Empero, este tipo de especulaciones siempre se esperan de los letrados al servicio de la izquierda del Capital. Como también eran de esperarse las nuevas adaptaciones al libreto marxiano contemporáneo, en franca tentativa resucitadora de una ideología caduca y comprobadamente fallida que quedó sepultada en el cementerio de Highgate hace más de un siglo.
Por eso hoy –no mañana– nos toca el consecuente ejercicio de hacer historia a contrapelo (Benjamin, dixit); es decir, de potenciar la narrativa insurreccional, esa que no se escribe con tinta sino que se hilvana y borronea con nafta y dinamita en el libro de nuestro propio cuerpo.
Llamamientos y propuestas panfletarias
Si bien la verborrea leninoide –desde el Partido Comunista de Chile (PCC) hasta los bolcheviques extraparlamentarios (léase Frente Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo; el Movimiento de Izquierda Revolucionario-Ejército Guerrillero de los Pobres y; los remanentes del MAPU-Lautaro)– apegada a la retórica economicista, no dista mucho del análisis de Dorfman; también es cierto que (a diferencia de este personaje y del PCC) los pocos grupos leninistas que aún permanecen al margen de las instituciones, hoy enaltecen la “espontaniedad de la violencia” y aplauden la “autogestión en las calles”, pasándose por el arco todas las tesis de papá Vladimir en sus encontronazos dialécticos con Rabóchei Dielo[3] y, mostrando su legendario oportunismo a través de una puntual mercadotecnia –destinada al consumo en masa– que intenta vendernos chatarra a toda costa.
Así lo manifiesta el pasquín publicado por el FPMR-A y el MIR-EGP, que han distribuido en algunas de las zonas urbanas más radicalizadas y con fuerte tradición de lucha (Villa Francia, Lo Hermida, Maipú, la Florida, Puente Alto, entre otras.), innovando un travestismo semántico que celebra: «las luchas que tienen nuevas dinámicas de organización, de modalidades, de expresión, de medios y convocatoria» y, aplaude «La contradicción modernidad y consumo global versus parto cosmogónico, autonomía y autogestión»[4].
Por si esto no fuera suficiente (para vomitarnos), agrega: «Las reivindicaciones feministas no son sólo para las mujeres, sino condición indispensable para una sociedad libertaria, sin dominación, de ahí su aguda dimensión política»[5]. Continúa con la pretensión de que ésta prolongada insurrección: «sea el reflejo de una nueva forma de construirnos como sujetos sociales, una forma de poder popular insurgente y comunitario que lejos de buscar un conjunto de normas o una forma de gobierno que nos rija, siempre tenga el propósito de luchar una y otra vez por la disolución de toda forma de alienación, dominación, autoritarismo, injusticia, despojo y represión. Que sea a la vez expresión política de la vida organizada en redes solidarias y horizontales de las comunidades y territorios»[6]. Y, para cierre, a modo de declaración de principios, machaca: «Nuestro horizonte es desplegar nuestros propios mundos y formas de vida para construir una subjetividad emancipada y terminar con toda dominación. Luchamos por crear un poder propio, autónomo y autogestionario […] Nuestro horizonte es libertario, incompatible con la moderación que requieren los poderosos para mantener sus privilegios […] La verdadera paz, con justicia y dignidad, es finalmente el objetivo más preciado de una revolución social y libertaria».[7]
Justo desde este nuevo epítome, los leninistas extraparlamentarios han comenzado a impulsar las llamadas “asambleas territoriales” en un ensayo más por recuperar –en términos político-ideológicos– la (hasta ahora incontrolable) insurrección, ensayando un confuso guión con afinados matices demagogos que pone de manifiesto la poca recepción de su soflama entre las y los jóvenes protagonistas de la revuelta, evidenciando el nulo arraigo del marxismo leninismo en el nuevo no-sujeto subversivo (imposible de sujetar) que hoy incita a la insurrección a lo largo de la geografía chilena y, la urgente necesidad de camuflaje: la inmemorial estrategia del lobo disfrazado de abuelita asechando a Caperucita.
En este mismo tenor, reaparecieron en escena, los “marxistas revolucionarios”, autodenominados “comunistas internacionalistas”, aportando sus elucubraciones al groucho marxismo posmoderno. Y, como era de esperarse, no escatimaron a la hora de rechazar la farsa constituyente y reafirmar su repudio a toda la pestilencia parlamentaria, denunciando, de paso, el histórico oportunismo de los bolcheviques chilenos. Sin embargo, corroboraron coincidencias en torno a las llamadas “asambleas territoriales” promoviendo su proliferación.
Con tal objetivo, pusieron en circulación un nuevo comic intitulado “Ya no hay vuelta atrás”[8], editado a la sazón por el Grupo Comunista Internacionalista (GCI), que no ha dejado de sorprenderme por el estratégico reacomodo semántico del discurso en su reiterado afán de reclutar incautos en tiendas anárquicas.
Vale señalar el superlativo cinismo con que ha sido redactado el panfleto en cuestión, donde además de reconocer que «la rebelión del 18/10 fue espontánea, popular, masiva y anárquica» llegan a admitir, sin aparentes cortapisas, que «en esta nueva oleada global de rebeliones contra el sistema de dominación las insurrecciones ya no tienen por horizonte una “conquista del poder” (como se entendía desde las revoluciones burguesas: mediante la captura del poder estatal), sino que son verdaderas “insurrecciones permanentes” que desafían al poder»[9].
[¡Waooo! ¿dónde quedaron las tesis de orientación programática y aquel anhelo de instaurar la Dictadura del proletariado para la abolición del trabajo asalariado? ¿acaso abandonaron el dogma de la religión fundada por el mayor de los hermanos Marx y abrazaron entusiastas el desparpajo iconoclasta de Bakunin? ]
Ya ni mencionar la fastuosidad con que remarcan las diferencias entre «las revoluciones burguesas» y, «las verdaderas “insurrecciones permanentes”», echando mano de las teorizaciones contemporáneas del informalismo anárquico que tanto han criticado durante la última década[10].
Pero, lo que más me asombró del nuevo panfletillo del GCI, fue la reconceptualización que hacen de la idea de “clase”, introduciendo la noción de «clase/especie»[11] en un intento desesperado –e increíblemente arbitrario– de subsumir dentro del concepto “proletariado” a toda la especie humana[12]. Aunque tampoco podemos soslayar el conveniente reajuste teórico que innovan en derredor de “la revolución social" como «una posibilidad para la humanidad de reconciliarse consigo misma, con los otros animales y con la naturaleza»[13], en guiño desvergonzado a los partidarios del Frente de Liberación Animal (ALF) y al anarco-ecologismo radical nucleado en derredor del Frente de Liberación de la Tierra (ELF); ambas posturas muy criticadas en el pasado por este grupo marxiano que atribuía una “visión ideologizada”, propia del “desviacionismo pequeñoburgués”, a estos colectivos en lucha por la Liberación total y contra la domesticación de lo salvaje.
Pese a la absoluta desfachatez de su nuevo discurso cazabobos, lo verdaderamente preocupante es la evidente concomitancia de todos los clanes de ascendencia marxiana en torno al desarrollo de las “asambleas territoriales” como vehículo eficaz para la resolución de problemas y tareas (de “orden práctico”) de cara al futuro comunizador:
            «lo que tenemos claro es que las asambleas territoriales son órganos creados a partir del 18 de octubre por las comunidades en lucha. Nuestro lugar es ahí, donde tendremos que por una parte discutir abiertamente con quienes abrazan más o menos conscientemente posiciones institucionalistas y socialdemócratas, que se expresan hasta ahora en un sentir mayoritario a favor de un “proceso constituyente”.»
            «Pero no se trata sólo de eso: el mayor potencial de las asambleas territoriales, en la medida que mantenga su autonomía, actuando desde afuera y contra el Estado, tiene que ver con cuestiones y tareas de orden práctico (auto-defensa, alimentación, comunicaciones, cuidado de niñxs y adultos mayores) que habría que empujar hacia sus límites para poder plantear a partir de ellas los objetivos comunizadores.»
            «Las asambleas son el espacio desde el cuál pueden surgir nuevas formas de relación social, que superen y manden al basurero de la historia a las relaciones sociales capitalistas. Se hace necesario coordinarlas a todas[14] (Subrayados míos).
Y ya que estoy encarrilado en esta reseña crítica de la producción panfletaria[15] en el ámbito de la insurrección en la región austral, lamento no poder incluir en este texto el análisis de los neoblanquistas. Me comentan –algunos enterados– que el folletín del Comité (Central) Invisible sobre los acontecimientos en Chile, aún se encuentra en preparación. Todavía no están listas las acostumbradas traducciones simultaneas. Así que habrá que esperarse; aunque no se requiere demasiado ingenio para vislumbrar el total apoyo a las “asambleas territoriales” por parte de los adalides invisibles en su avidez “comunizadora”.
Seguramente recurrirán a los malabares semánticos y, de nueva cuenta, establecerán un falso dilema como aquél que urdieron entre “asambleas” y “campamentos”, instaurando diferencias inexistentes y cambiando un término por otro. Quizá en este momento recurran a su vieja circunscripción favorita, apelando a su adorable “comuna” e insistiendo en que “la autoorganización” de la vida cotidiana (alimentación, guarderías, infraestructura, enfermería, etc.) es el “paradigma del habitar” y que éste no se manifiesta en las asambleas generales pero, curiosamente, en la práctica, en todos los campamentos instalados en las plazas okupadas, era la asamblea –en nombre de la democracia directa– la que regía y determinaba el curso de los acontecimientos. Esto pudimos constatarlo en todas las rebeliones y protestas de los últimos años (el “movimiento piquetero” en Argentina, la “comuna” de Oaxaca, la “Primavera árabe”, el 15M español, Syntagma, “Occupy Wall St.”, Gezi…) y, por ello, su pronta recuperación sistémica.
Pero los neoblanquistas no sólo concordarán con los “marxistas sinceros” (como cariñosamente llaman a los militantes del GCI y a los sobrevivientes de la autonomía marxiana) e incluso, con los leninistas extraparlamentarios, en la “necesidad” de la extensión de las asambleas territoriales en Chile; en aras de la armonía ideológica; también coinciden con ese elenco en la añoranza por la Revolución («las insurrecciones han venido, no la revolución»[16]), considerando la insurrección una suerte de intentona “menor”, algo que aún no cuaja: «una brecha dentro del reino organizado de la necedad, la mentira y la confusión»[17]; el síntoma furtivo que puede hacer viable la posibilidad revolucionaria en las sociedades centrales y, con mayores oportunidades, en las sociedades periféricas[18].
Las Islas felices
Si bien es cierto que no me tomó por sorpresa la cómoda articulación de los partidos neoplataformistas (anarco-comunistas) chilenos con el discurso político en favor de las asambleas territoriales –tampoco me extrañó que impulsaran desde los primeros momentos la propuesta de Asamblea Constituyente[19] de la mano de leninistas y allendistas–; uno esperaba que desde los posicionamientos informales de la praxis anárquica contemporánea se insistiera más en una reflexión teórico-práctica renovada que refutara de manera contundente las inercias y los ritos democráticos, asumiendo que la práctica no admite caprichos ni miopías ideológicas, conscientes que el anarquismo no puede ser concebido como un ceremonial litúrgico ni como un axioma inmutable ni como una realización inquebrantable sino como tensión inconmovible, encarnada en una nueva forma de insurrección, distinta e incluso opuesta a la insurrección mecánica (tradicional) y a la insurrección orgánica (instrumental y de acuerdo a un programa) a la que quizás podríamos denominar insurrección permanente.
Sin embargo, algunos nucleamientos de la galaxia informal en Chile, le han apostado a las prácticas democráticas y han optado por avivar las asambleas territoriales; olvidando que la democracia bajo cualquiera de sus formas (representativa, asamblearia, directa, popular, etc.) es enemiga de la Anarquía. La potencia anárquica no radica en las asambleas sino en su aliento destructor manifiesto en miles de prácticas diferentes. En las asambleas se asfixia la responsabilidad individual, la libre iniciativa y el disenso, en busca del consenso se separa el verbo de la acción, se induce al inmovilismo, se neutraliza la insurrección.
Frente a estas desvirtuaciones, aspiré entablar un diálogo abierto y fraterno con varios compañeros afines a la tendencia informal anárquica, de probada trayectoria insurreccional, con la intención de evitar a tiempo un desenlace contraproducente (la recuperación política de la insurgencia) y/o, lo que es peor, una profunda decepción que inmovilice por décadas el significativo avance del accionar insurreccional del anarquismo informal en la región chilena. Lamentablemente, muchas compañeras y compañeros ven con gran simpatía la función de las “asambleas territoriales” y la interpretan como una herramienta autónoma que da –o puede dar– atención de manera “autogestiva” a las tareas de orden práctico (alimentación, comunicaciones, servicios sanitarios, auto-defensa, etc.) a nivel comunitario.
Desde luego que entiendo que en la cotidianidad de la insurrección se manifiesten este tipo de inquietudes frente a las necesidades y urgencias comunitarias y que, como personas sensibles y solidarias que somos, queramos (o intentamos) darle solución, desdeñando todo lo aprendido de las experiencias pasadas y repitiendo los mismos errores de siempre.
Claro está, en todo esto, tenemos que reconocer que hay mucho de adulteración, deformación, asimilación, omisión y reacomodo, de la historiografía anarquista    –particularmente anarcosindicalista–, que le ha otorgado a ciertos episodios de nuestra travesía sediciosa un aura mitológica y, esta visión distorsionada se ha prolongado hasta nuestros días con el telón de fondo y la referencia insustituible de la Revolución española de 1936.
Exactamente en este punto, quiero traer a colación una reflexión oportuna de los compañeros y compañeras que editan la revista Kalinov Most que subraya una carencia que comparto plenamente: «Aprendemos de experiencias pasadas, pero necesitamos actualizarlas»[20]. Esa necesidad de “actualización” de la teoría pero, sobre todo, de la práctica anárquica, se hace evidente no sólo en la insurrección chilena sino en todas las revueltas mundiales donde de una manera u otra participan y/o inciden nuestros compañeros y compañeras. Evidentemente, dicha actualización sigue siendo nuestra asignatura pendiente.
En esta misma contribución del colectivo editorial de Kalinov Most –escrita desde las entrañas–, a modo de “raudo balance” de la insurrección generalizada contra el Estado chileno, donde predomina el corazón y las ganas de ser consecuentes con los principios anárquicos (mismos que recalcan una y otra vez en cada intento de respuesta ante las interrogantes que van surgiendo sobre la propia lucha), acto seguido de la reafirmación en torno a la necesaria actualización teórico-práctica, exponen: «Siempre hemos apostado a que nuestros medios se encuentren directamente acorde a nuestros fines, pues entonces, desde las proyecciones anárquicas informales y negadoras, nos permitimos soñar despiertos mirando el presente. ¿Cuáles son nuestros fines?»[21]. Y, aunque no dan respuesta directa a la interrogante, inmediatamente afirman: «Apostamos por la asociación entre pequeñas comunidades, que apoyen y aporten entre sí, sin estructuras estables por sobre los individuos, manteniendo la tensión permanente y el cuestionamiento permanente sin nunca creer en una realización ni final ni finalizada. Nuestras prácticas en el presente tienen que saber ir en esa dirección»[22].
Empero, pese al reconocimiento consciente de que la Anarquía no es una realización sino una tensión permanente, esta declaración no responde a la necesaria “actualización” teórico-práctica que mencionaban anteriormente. Al apostarle a «la asociación entre pequeñas comunidades, que (se) apoyen y aporten entre sí» –lo que de hecho sí implica una realización–, no hacemos otra cosa que calcar al pie de la letra el “manual revolucionario” de 1936. Evidentemente, bastante trasnochado.
Visto desde la perspectiva que nos ofrece la distancia enorme que nos separa de aquellos hechos, la Revolución española parece haber sido el canto de cisne del anarquismo clásico; sin embargo, a pesar del impacto que produjo en el inconsciente colectivo de aquellos anarquistas la icónica frase de Durruti[23], no se demolió asaz –dejando en pié demasiados templos, puentes, almacenes, manicomios, fábricas, cárceles y cuarteles– ni se expropiaron los bancos ni se desmanteló la producción ni se destruyó el trabajo (pretendiendo que éste podía liberarse a través de las mismas cadenas de montaje capitalistas con sólo apoderarse de los medios de producción). Hoy, el desenlace de la Revolución española es bien conocido: la inmediata recuperación sistémica en manos del fascismo.
Con la asociación de pequeñas comunidades «que (se) apoyen y aporten entre sí», como plantea entusiasta Kalinov Most, a lo sumo se concretaría una confederación de islas felices que sin duda podría resolver las necesidades comunitarias inmediatas –mientras le muestra al sistema de dominación las fallas a corregir– pero, esos no son ni pueden ser los fines del anarquismo en el Siglo XXI.
Como bien expone nuestro compañero Costantino Cavalleri en su más reciente aporte en cuanto a «nuestras posibles deficiencias al no cultivar hoy (o descuidar) esos momentos-elementos que se asumen autogestivos[24]» o «lo que podría resumirse como la posibilidad de construir momentos del futuro a partir de ahora, que sirvan de “inspiración”, de manera “educativa”, para la postrevolución o como “bases” para el futuro[25]»; definitivamente «NO EXISTEN LAS ISLAS FELICES dentro de este sistema[26]» (Mayúsculas en el original).
«La radiación atómica de Chernobyl, los vapores cancerígenos de Rumianca, las plagas de Piana di Ottana, la niebla contaminante de las fábricas y los motores, las micropartículas tóxicas de las bases militares, invaden nuestros huertos de papas, también penetran nuestros pulmones en cualquier supuesta isla a la que huyamos y, las relaciones demenciales de dominación-sujeción, de mando-obediencia, las frustraciones y opresiones, las limitaciones e imposiciones de todo tipo, propias de la sociedad del Estado-capital, nos rodean e impiden nuestra existencia»[27].
Debemos estar conscientes de la imposibilidad de las islas. Hoy no hay afuera. En nuestros días todo es adentro (es decir, al interior del Capital). Con sólo vivir reproducimos el sistema por mucho que nos esforcemos en evitarlo. Lo único que podemos autogestionar son nuestras miserias. El capitalismo global nos ha impuesto la noche perpetua. Pero, paradójicamente, la noche es nuestra mejor arma. Tendremos entonces que volver a accionar con la oscuridad de compañera, iluminando las noches con el fuego refractario del anarquismo insurreccional.
Peligrosas conjunciones político-ideológicas
Basta con leer entrelíneas algunos de los textos de elaboración reciente en el entorno de las luchas globales contemporáneas para ratificar que asistimos a una convergencia político-ideológica que evoca –melancólica– un útero compartido; una especie de “matriz revolucionaria”, una suerte de árbol común del que se presume que absorbieron nutrientes diferentes “ramas” teórico-prácticas que hoy (ante las condiciones “objetivas y subjetivas”) rastrean sus genes con la intención de revalidar su linaje.
De tal modo, neoblanquistas, marxistas posmodernos de toda calaña (incluidas las diferentes variedades leninistas) y, uno que otro engendro, concebido in vitro y criado en incubadora (léase anarco-populismo), hoy reclaman parentescos lejanos con la amplia y variopinta familia ácrata –teniendo en cuenta los contradictorios orígenes que se le achacan al anarquismo– en aras de la consanguineidad revolucionaria.
Fingiendo amnesia total, pretenden hacernos creer que ya dejamos de ser el “pariente incómodo” que nunca invitan a las fiestas, que jamás incluyen en la foto y siempre han repudiado con enjundia. Todo en busca de una “alianza” que permita el pujante desarrollo de “la lutte finale”.
Claro está, la sola reminiscencia de esta emotiva estrofa –creación del eterno huésped de Père Lachaisse– aún provoca sentimentalismos que hacen convulsionar a más de un quijote, lo que induce a diferentes capillas anarco-izquierdistas a prestar oído a estos llamados y actuar como acto reflejo, cerrando la puerta a cualquier reflexión medianamente consecuente.
Lamentablemente, hoy podemos identificar al interior de nuestra “galaxia” posturas ideologizadas que se autoproclaman placenteramente “izquierdistas” y, se dejan encandilar fácilmente por esta narrativa. Un connotado ejemplo son los frentistas compulsivos, que reiteradamente establecen alianzas con diferentes sectas ideológicas y/o las cofradías nacionalistas, en nombre de la Revolución, del anti-imperialismo, el anti-fascismo o el anti-capitalismo.
La ausencia de reflexión (la mayoría de las veces) y/o la visión distorsionada de la ideología, impide esclarecer el objetivo. Nuestro objetivo no es otro que la Liberación Total. La guerra anárquica –nuestra guerra– es por la Libertad y el único camino para alcanzarla es la Libertad misma. Conscientes que la Anarquía no es una realización sino una tensión permanente, no albergamos esperanza alguna en la “lucha final”. Cuando incitamos a la insurrección generalizada, lo hacemos impulsando la insurrección permanente: sin triunfos que alcanzar ni palacios que tomar.
Por eso, ante las profusas convocatorias a “la unidad”, las reiteradas invitaciones a “la suma de todas las fuerzas”[28] y la inoculación de ansias “constructivistas”, tenemos que hacer oídos sordos. Penosamente, estos llamados en ocasiones afectan a muchos compañeros y compañeras y, les induce a integrarse a los proyectos más improcedentes y alejados de la perspectiva anárquica (el neozapatismo en Chiapas; la APPO en Oaxaca; las “policías comunitarias” en Cherán y Ostula; el “confederalismo democrático” del PKK en Rojava; la instauración del Estado Wallmapu, la defensa de la Wiphala, las aspiraciones independentistas en Hong Kong o Cataluña...), estimulando la recreación de proyectos insólitos, confundiendo nuestros pasos con un tributo a la tradición ajena condenado a la repetición eterna.
La necesidad de reabrir la cuestión insurreccional desde la perspectiva anárquica
Hoy que vemos recrudecerse las insurrecciones alrededor del mundo y advertimos la innegable interconexión entre las diferentes protestas, cabría preguntarnos si este “mal-estar” –esta suerte de rabia de la desesperanza que provoca las revueltas populares en todos los confines del planeta dando curso a la ira acumulada contra quienes gobiernan y, contra todos los partidos políticos sean del color ideológico que sean– ciertamente responde al impulso arrasador de una potencia anticapitalista y antiautoritaria, dispuesta a no dejar vestigio de la dominación o; concurrimos al ánimo de nostalgia generalizada que anhela el retorno a lo que ya no hay; es decir, que añora el Estado benefector, el capitalismo industrial y la sociedad del trabajo.
Sin duda, en lo más intrínseco de estas manifestaciones de nihilismo (donde se liberan y reinventan las pasiones sediciosas), surgen indicios de una nueva crisis civilizatoria desbordante de las coordenadas políticas y económicas del momento. En medio de esa urdimbre, también se incuba el germen del caos y urden esos efímeros intantes de Anarquía. Empero, no toda manifestación nihilista converge siempre en una acción anárquica[29]. Si la multitud que protagoniza las actuales manifestaciones de nihilismo ansía recuperar la “normalidad”, regresar a “lo malo conocido” y que le devuelvan su viejo rol de esclavo asalariado, enfrentamos el inminente peligro de la madurez del huevo de la serpiente: la propagación del populismo (más allá de cual sea su tendencia) y su consolidación a escala global. Y, ante esta perentoria amenaza debemos de mantenernos en estado de alerta y, en pie de guerra permanente.
¿Cómo afrontar esta contingencia desde el anarquismo? Modestamente, considero que con más anarquismo, es decir, desde la insurrección permanente, con mayor profundización teórica y con más praxis; con una práctica consecuente que nos desborde y permita reflexionar a cada paso y elaborar más teoría congruente con los tiempos.
La única respuesta a esta y todas las adversidades es y será siempre más y más anarquismo. Hacer anarquismo cotidiano, o sea, continuar asaltando lo existente por todos los medios –como nos recuerda Jean–, “sin inmutarnos por quienes nos silencian” y; ofrecer lo más sublime que podemos brindar: el goce de la insurrección, poniendo en práctica nuestra voluntad destructora, incrementando la potencia anárquica más allá de las “islas felices” y los espacios de sobrevivencia (siempre e invariablemente en vías de recuperación del sistema de dominación), radicalizando las manifestaciones de nihilismo, es decir, superando su pureza impotente y contagiándolas del deseo de libertad pero sin quedar atrapados en el desgaste de la ofensiva innocua reduciendo nuestra guerra al sometimiento a las órdenes de los especialistas y a la lógica autoritaria de la lucha armada.
Tendremos que ser capaces de destruir el trabajo desde la consecuente ilegalidad: «con la palabra, con la letra impresa, con el puñal, con el fusil, con la dinamita…»[30]. Si logramos concretar nuestra guerra, no será por la trillada transformación de la realidad, sino tendrá que ser por su demolición total. De ahí la urgencia de replantearnos la cuestión insurreccional, asumiendo la insurrección no tanto como objetivo –y mucho menos como un ruido de temporada– sino como causa, es decir, como cimiento de la tensión anárquica.
Si frente a esta resolución recibimos descalificaciones, insultos y burlas, sabremos que hemos elegido un buen camino acorde con los principios; la ruta que nos permitirá apropiarnos de nuestra vida y vivirla a plenitud, en absoluta e irrestricta libertad.
Gustavo Rodríguez,
Planeta Tierra, 18 de febrero de 2020
(A tres meses de iniciada la insurrección en territorio chileno)
Notas: 
[1] Dorfman, Ariel, Adiós al oasis chileno. Disponible en: https://www.proceso.com.mx/612865/adios-al-oasis-chileno (Consultado el 6 de enero de 2020).
[2] Dorfman, Ariel, Chile: juventud rebelde, FCE, Colec. Vientos del Pueblo, México, 2019.
[3] Vid, V. I. Lenin., Capítulo II, “La espontaneidad de las masas y la conciencia de la socialdemocracia”, en ¿Qué hacer?, recogido en Obras completas de V.I. Lenin, Tomo 6, Editorial Progreso, Moscú, 1981.
[4] Frente Patriótico Manuel Rodríguez-Autónomo/Movimiento de Izquierda Revolucionario-Ejército Guerrillero de los Pobres, 11º Comunicado conjunto: la rebelión de los colgados, volante impreso, Chile, 1 de Enero de 2020.
[5] Ibídem.
[6] Id.
[7] Id.
[8] Grupo Comunista Internacionalista (GCI), Ya no hay vuelta atrás, Boletín de reflexiones en torno a la revuelta, Número 1, diciembre 2019.
[9] Ibídem.
[10] Vid., Proletarios Internacionalistas, Crítica de la ideología insurreccionalista, Ediciones Comunidad de Lucha, 2012.
[11] Op.Cit., GCI, Ya no hay vuelta atrás.
[12] Resultan insuficientes la incorporación y el auxilio teórico de categorías incluyentes que resuelvan las limitaciones y estrecheces de la visión marxista. Nos queda claro que el Poder y la dominación política son anteriores a la explotación económica en cualquiera de sus definiciones. Precisamente por eso, la guerra antiautoritaria, y no la de clases (es decir, la lucha permanente contra el Poder y la dominación), ha sido el motor de la historia. Esa es la tesis fundacional del anarquismo y el meollo de su cuerpo teórico-práctico, asumiendo la Anarquía como praxis de enfrentamiento permanente contra el Poder y no como expresión radical de la lucha de clases.
[13] Op.Cit., GCI, Ya no hay vuelta atrás.
[14] Ibídem.
[15] A propósito de la producción panfletaria en la región chilena en derredor de la insurrección generalizada, no puedo pasar por alto otro baldón de pretendida manufactura “ácrata” que ha provocado (desde la primera página) todo mi asombro. Se trata de una butifarra a mitad de camino entre la literatura de ficción (las historietas de zombis) y el revoltijo ideológico de la nomenclatura “anarco-leninista” contemporánea. Este engendro, cargado de conspiraciones paranoicas en la misma tónica del Nostradamus bolivariano (senador Navarro), está firmado por los Núcleos Antagónicos de la Nueva Guerrilla Urbana y, definitivamente, requiere el concurso de nuestras modestas reflexiones pero, de momento, seguiremos debiéndonoslo por lo que queda pendiente un texto mucho más extenso con estas intenciones. Vid. “Sobre fantasmas insurreccionales y banderas falsas”, disponible en: https://vozcomoarma.noblogs.org/files/2019/12/Fantasmas-Insurreccionales-Lectura.pdf (Consultado 11/02/20).
[16] Comité Invisible, A nuestros amigos, Pepitas de calabaza ed., Logroño, Estado español, mayo 2015, P.12.
[17] Ibídem, contraportada.
[18] La Revolución francesa y la Comuna de París de 1871, siguen siendo el canto de cisne del blanquismo contemporáneo   –léase Comité (Central) Invisible. Por eso sus “novedosos” planteamientos siempre nos huelen a viejo.
[19] «[…] El viernes 25 de octubre, más de 2 millones de personas marcharon por todo Chile y el Wallmapu llamando al Presidente Piñera a renunciar y en favor de una Asamblea Popular Constituyente […] En todo Chile, lentamente pero sin pausa, pujan por consolidarse decenas de Asambleas Territoriales, Cabildos, Onces y Ollas comunitarias. Se están recuperando formas de organización históricas de nuestra clase, se hurga en la memoria para levantar los cimientos de una nueva institucionalidad que brota de la rabia y la protesta si; pero que también es profundamente constructiva y de anchas miras. Lograr el adecuado oxígeno y tareas, la coordinación y planificación y la necesidad de una amplia unidad popular desde abajo serán las tareas del momento[...] La agenda, las tareas del momento y las perspectivas emancipatorias las tiene que poner el pueblo trabajador, en la calle. Pero también en cada lugar de trabajo y estudio. Generando y promoviendo Asambleas democráticas en cada territorio que debata las iniciativas y construya un programa de reivindicaciones a corto, mediano y largo plazo […]¡SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO CHILENO QUE SE LEVANTA Y LUCHA! ¡POR LA CONSTRUCCIÓN, GENERALIZACIÓN Y COORDINACIÓN DE ASAMBLEAS TERRITORIALES QUE DEBATAN UNA VERDADERA ASAMBLEA POPULAR CONSTITUYENTE PLURINACIONAL Y FEMINISTA! ¡POR EL SOCIALISMO Y LA LIBERTAD! ¡ARRIBA LXS QUE LUCHAN! Primeras firmas: Solidaridad (Chile), Acción Socialista Libertaria (Argentina), Federación Anarquista Rosa Negra (Estados Unidos)» . Mayúsculas en el texto original.
Disponible en: http://www.anarkismo.net/article/31688 (Consultado 14/02/2020).
[20] Kalinov Most, Más de dos meses de revuelta contra el Estado de Chile: raudos balances, instintivas proyecciones y permanentes negaciones, región chilena, enero 2020, P.12. Disponible en: https://es-contrainfo.espiv.net/2020/01/15/mas-de-dos-meses-de-revuelta-contra-el-estado-de-chile-raudos-balances-instintivas-proyecciones-y-permanentes-negaciones/ (Consultado 14/02/2020).
[21] Ibídem, P. 13.
[22] Id.
[23] «Las ruinas no nos dan miedo […] no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.»
[24] Cavalleri, Costantino, Approfondimenti di un discorso isolato?, artículo inédito, fechado febrero 2020, de próxima aparición en la revista NurKuntra Nro. 6, Cerdeña.
[25] Id.
[26] Id.
[27] Id.
[28] Curiosamente en la rama estática de la física, la suma de todas las fuerzas es igual a cero cuando un sistema se encuentra en equilibrio, es decir, cuando no tiene modificación o perturbación alguna [∑ F=0, primera ley de equilibrio (Newton)].
[29] Para el sistema de dominación toda acción anárquica es una manifestación nihilista; sin embargo, la manifestación nihilista no es otra cosa que el estallido de la rabia de la desesperanza que deposita todas sus esperanzas en la destrucción purificadora apostándole a la nada, de ahí su inherente impotencia.
[30] Kropotkin, dixit.

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