La democracia en peligro con el Espionaje de Estado.
A pasos agigantados se va afirmando e institucionalizando el espionaje de opositores politicos, referentes sociales, estudiantiles, sindicales, de Derechos Humanos, artistas y periodistas.
Ya quedó como desvergonzada ficción la película de campaña que exhaltaba las libertades de prensa y de expresión, y que nadie iba a ser perseguido por sus opiniones divergentes con el poder constituído.
Hoy está en el registro de los cada vez más abundantes cuentos "chinos".
Primero fué el linchamiento mediático, seguido de armado de causas judiciales, que permitieran solicitudes a la Corte para espiar y filtrar en medios amigos esa información de estrictísima reserva judicial.
Eso se transformó en un uso abusivo y violatorio de la propia ley que regula el procedimiento, y se constituyó, con la"venia" gubernamental, en demonización y condena anticipada de opositores políticos y militantes sociales.
Después fueron facultades otorgadas a organismos de seguridad para, según el propio gobierno, prevenir y reprimir el conflicto social, a través de llamados "protocolos".
Ahora nos desayunamos con la nueva avanzada en conceder prerrogativas de inteligencia y espionaje en cuestiones de seguridad interior, a nada más y nada menos, que a las FFAA.
Una resolución del Ministro de Defensa, el Ing. Julio Martínez, riojano, radical y abanderado retórico de la libertad y las instituciones, concede atributos a personal militar para hacer informes socioambientales, eufemismo literario para darles "rienda suelta" para que espíen a quien consideren unilateralmente actores sociales.
Además la resolución del ministro de Defensa, Julio Martínez, autoriza a que se equipe y capacite a las fuerzas militares en el "principio de progresividad en el uso de la Fuerza."
Otra concesión para controlar y poner "bajo fuego"la libertad demócratica.
Macri y su subalterno asociado Julio Martínez, la prensa complaciente y los jueces de tantos "realitis" cotidianos, vuelven a golpear la puerta de los cuarteles, no para "grotescos y antipáticos" golpes de Estado como antes, sino para abrir el juego a los militares -que les encanta-, a la delación, el espionaje, la persecución politica, en una débil, desintegrada y controlada democracia, que no sirva a los intereses del Pueblo, sino al proyecto de los poderosos: Dependencia, Ajuste a los trabajadores y concentración económica en manos de los ricos.
Mientras, quedaron los spot de campaña de "Cambiemos", como piezas de humor, por supuesto "Negro".
Delfor "Pocho" Brizuela
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