El anuncio de las reformas
laboral, previsional y tributaria, en el marco de las negociaciones de
la OMC, puso en evidencia la cara más salvaje del ajuste de Cambiemos y
su intención de aplicar el modelo neoliberal de nuevo tipo acorde al
reparto del mundo actual.
En el mundo reina la acumulación, la desigualdad, las crisis económicas, la riqueza apilada en muy pocas manos, las élites económicas y financieras se fortalecen mientras las democracias se debilitan y se ponen al servicio de las decisiones de los organismos internacionales tanto a nivel nacional como global. El FMI, el Banco Mundial, el Banco Central Europeo pretenden dictar las políticas públicas de los países en los que tienen influencia y sobre los que ejercen su poder, esperando colocar las piezas del rompecabezas mundial siempre a su favor en el tablero de la geopolítica actual.
Menoscaban la soberanía y la autodeterminación de las naciones y de los pueblos, empujándonos a perder la capacidad de decidir nuestras políticas económicas y sociales. Nos arrebatan nuestros bienes comunes y someten a nuestro país a los intereses internacionales.
Se acabaron las sonrisas y las guirnaldas de colores, cambiaron los globos amarillos por los cascos verdes de gendarmería. Se esfumaron las promesas de campaña: ya nadie habla de Pobreza Cero en los pasillos de la Casa Rosada. Se profundiza el proyecto de endeudamiento externo, la concentración de la riqueza en pocas manos y ajuste al pueblo.
Pero de este lado de las vallas estamos dispuestos como pueblo a defender nuestros derechos.
El tratamiento de las “reformas” sin duda encontró resistencias. Desde la CTEP y los Movimientos Populares protagonizamos la increíble jornada de lucha del 13D, a partir de la cual, luego de la represión en Congreso, la CGT se vio forzada a convocar a la concentración del 14D en Plaza de los Dos Congresos. Pero cuando llegamos, nos encontramos con un Congreso sitiado por la Gendarmería. Mientras esperaban quórum para sesionar; el pueblo, los movimientos, sindicatos y organizaciones políticas nos concentramos para repudiar las medidas de ajuste que este gobierno espera imponer.
Desde las doce del mediodía hasta las cinco de la tarde vivimos una jornada de lucha histórica en la que la determinación popular se impuso ante el tratamiento de leyes de hambre. Las fuerzas represivas no dejaron de tirar gases durante las cinco horas y la concentración, lejos de dispersarse, se fortalecía. Cuando llegó la noticia del levantamiento de la sesión, la alegría fue inmensa. Una nueva victoria popular. Alrededor de las 19 horas informan a través de los medios masivos que sacarían las leyes por decreto. Con las balas disparadas por gendarmes y reformas antipopulares que amenazan imponer hasta por decreto ¿de qué democracia estamos hablando?
¿Este es el país que soñaron y por el que trabajaron nuestros jubilados y jubiladas? ¿Qué tipo de democracia le estamos mostrando a nuestros niños, niñas y jóvenes? ¿Qué modelo de país está queriendo construir este gobierno?
De implementar lo que pretenden, el año que viene cada jubilado perdería siete mil quinientos pesos aproximadamente de su ingreso actual. Una vergüenza. Pero qué hay detrás de todo esto, el gobierno va por la liquidación del Fondo de Sustentabilidad de la Anses, que tiene acumulados sesenta mil millones de dólares, ese es el verdadero botín. Por otra parte, el 19 de Diciembre, debe enfrentar un nuevo vencimiento de Lebac y “el mercado” le exigió a Macri la aprobación de la Ley antes del martes.
Queda claro que la prioridad de este gobierno es defender los intereses de los bancos y las empresas acreedoras en detrimento del empleo, la producción y los beneficios sociales de nuestro pueblo.
El descontento sobre estas reformas no está expresado tan sólo por quienes nos movilizamos, sino por una mayoría popular que le dice a este gobierno “pará la mano”, esto se manifestó con claridad a partir de la solidaridad que se vivió en las calles laterales al Congreso, cantidad de vecinos y vecinas en las puertas de sus casas con agua, vinagre, limón y brindando ayuda a quienes se alejaban de la feroz represión desencadenada. “Yo no los voté para esto” decían mientras ayudaban.
Este ajuste se frena con el pueblo en la calle, unidad y más unidad, un programa que ponga en pie otra Argentina posible y la articulación de todos los sectores para plantear una oposición firme, clara y con la intransigencia que necesita hoy nuestro país.
* Rafael Klejzer es secretario general de la CTEP Seccional Capital y Laura Bitto, referente del MP La Dignidad.
En el mundo reina la acumulación, la desigualdad, las crisis económicas, la riqueza apilada en muy pocas manos, las élites económicas y financieras se fortalecen mientras las democracias se debilitan y se ponen al servicio de las decisiones de los organismos internacionales tanto a nivel nacional como global. El FMI, el Banco Mundial, el Banco Central Europeo pretenden dictar las políticas públicas de los países en los que tienen influencia y sobre los que ejercen su poder, esperando colocar las piezas del rompecabezas mundial siempre a su favor en el tablero de la geopolítica actual.
Menoscaban la soberanía y la autodeterminación de las naciones y de los pueblos, empujándonos a perder la capacidad de decidir nuestras políticas económicas y sociales. Nos arrebatan nuestros bienes comunes y someten a nuestro país a los intereses internacionales.
Se acabaron las sonrisas y las guirnaldas de colores, cambiaron los globos amarillos por los cascos verdes de gendarmería. Se esfumaron las promesas de campaña: ya nadie habla de Pobreza Cero en los pasillos de la Casa Rosada. Se profundiza el proyecto de endeudamiento externo, la concentración de la riqueza en pocas manos y ajuste al pueblo.
Pero de este lado de las vallas estamos dispuestos como pueblo a defender nuestros derechos.
El tratamiento de las “reformas” sin duda encontró resistencias. Desde la CTEP y los Movimientos Populares protagonizamos la increíble jornada de lucha del 13D, a partir de la cual, luego de la represión en Congreso, la CGT se vio forzada a convocar a la concentración del 14D en Plaza de los Dos Congresos. Pero cuando llegamos, nos encontramos con un Congreso sitiado por la Gendarmería. Mientras esperaban quórum para sesionar; el pueblo, los movimientos, sindicatos y organizaciones políticas nos concentramos para repudiar las medidas de ajuste que este gobierno espera imponer.
Desde las doce del mediodía hasta las cinco de la tarde vivimos una jornada de lucha histórica en la que la determinación popular se impuso ante el tratamiento de leyes de hambre. Las fuerzas represivas no dejaron de tirar gases durante las cinco horas y la concentración, lejos de dispersarse, se fortalecía. Cuando llegó la noticia del levantamiento de la sesión, la alegría fue inmensa. Una nueva victoria popular. Alrededor de las 19 horas informan a través de los medios masivos que sacarían las leyes por decreto. Con las balas disparadas por gendarmes y reformas antipopulares que amenazan imponer hasta por decreto ¿de qué democracia estamos hablando?
¿Este es el país que soñaron y por el que trabajaron nuestros jubilados y jubiladas? ¿Qué tipo de democracia le estamos mostrando a nuestros niños, niñas y jóvenes? ¿Qué modelo de país está queriendo construir este gobierno?
De implementar lo que pretenden, el año que viene cada jubilado perdería siete mil quinientos pesos aproximadamente de su ingreso actual. Una vergüenza. Pero qué hay detrás de todo esto, el gobierno va por la liquidación del Fondo de Sustentabilidad de la Anses, que tiene acumulados sesenta mil millones de dólares, ese es el verdadero botín. Por otra parte, el 19 de Diciembre, debe enfrentar un nuevo vencimiento de Lebac y “el mercado” le exigió a Macri la aprobación de la Ley antes del martes.
Queda claro que la prioridad de este gobierno es defender los intereses de los bancos y las empresas acreedoras en detrimento del empleo, la producción y los beneficios sociales de nuestro pueblo.
El descontento sobre estas reformas no está expresado tan sólo por quienes nos movilizamos, sino por una mayoría popular que le dice a este gobierno “pará la mano”, esto se manifestó con claridad a partir de la solidaridad que se vivió en las calles laterales al Congreso, cantidad de vecinos y vecinas en las puertas de sus casas con agua, vinagre, limón y brindando ayuda a quienes se alejaban de la feroz represión desencadenada. “Yo no los voté para esto” decían mientras ayudaban.
Este ajuste se frena con el pueblo en la calle, unidad y más unidad, un programa que ponga en pie otra Argentina posible y la articulación de todos los sectores para plantear una oposición firme, clara y con la intransigencia que necesita hoy nuestro país.
* Rafael Klejzer es secretario general de la CTEP Seccional Capital y Laura Bitto, referente del MP La Dignidad.
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