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sábado, 23 de diciembre de 2017

Tinkunaco 3.069/17 - Re: Boletín diario del Portal Libertario OACA



Boletín diario del Portal Libertario OACA

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  • El 28 de diciembre, en Madrid, concentración ante la sede de la máxima autoridad carcelera, convocada por Familias Frente a la Crueldad Carcelaria
  • Emma Goldman: Los aspectos sociales del control de la natalidad (1916)
  • Las perspectivas de la pesadilla del capitalismo actual
  • [Vídeo] Grecia: Mensaje de los compañeros anarquistas que luchan en Siria contra ISIS (Raqqa)
  • [Novedad Editorial] Leer en rojo. Auge y caída del libro obrero (1917-1931)
  • [Novedad editorial] Del apoyo mutuo a la solidaridad neoliberal
  • Generaciones sin memoria
  • [Guatemala] Las sospechosas de siempre
Posted: 22 Dec 2017 03:51 PM PST
¡DEFENDAMOS A NUESTRA GENTE!
En las cárceles del Estado español se imponen todos los días a las personas presas toda clase de tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Las torturas y maltratos son frecuentes y existe un régimen de castigo que destruye física y mentalmente a quienes lo padecen. Se traslada arbitrariamente a la gente, muchas veces como castigo, desarraigándola de su entorno social y familiar, y se obstaculizan las comunicaciones con el exterior, imponiendo arbitrariamente intervenciones de las mismas y todo tipo de restricciones. La explotación laboral es enorme, llegando a cobrar muchos trabajadores presos salarios de alrededor de un euro la hora y, a veces, menos. El acceso a la cultura es casi inexistente y se puede prohibir, por ejemplo, cualquier libro o publicación, por “motivos de seguridad”. En las cárceles de mujeres se sufre una doble discriminación, por presas y por mujeres, y son frecuentes los abusos sexuales por parte de los carceleros.
La situación sanitaria es catastrófica, porque la administración penitenciaria incumple sistemáticamente su obligación legal de asegurar a las personas presas unos cuidados médico-sanitarios iguales a los de cualquier ciudadano, y se abandona a los enfermos sin proporcionarles, como en el caso de quienes padecen hepatitis C, la medicación y los tratamientos que podrían salvarles, porque la autoridad carcelera se niega a sufragarlos, aun desobedeciendo decisiones judiciales. La deuda acumulada de Instituciones Penitenciarias con la sanidad autonómica, a la que se ha encomendado la atención hospitalaria de las personas presas sin ninguna dotación presupuestaria, es de cientos de millones de euros.
Y, sin embargo, no se aplica la legislación que dispone que deben ser liberados los enfermos graves, incurables y terminales más que cuando ya es inevitable su muerte a corto plazo. Además de que el tráfico de drogas ilegales está consentido, fomentado muchas veces por los mismos carceleros, se proporciona a los presos todo tipo de drogas legales adictivas sin apenas control médico, para que no molesten. Los enfermos psiquiátricos constituyen un porcentaje muy elevado de la población reclusa, sin que se les reconozca su condición ni se les cuide. Los médicos son a menudo cómplices de las frecuentes torturas al hacer la vista gorda ante las lesiones resultantes. La mortalidad es en las cárceles mucho más elevada que en la calle y menudean las muertes en circunstancias extrañas y dudosas, que nunca se aclaran, pues no se cumplen los trámites prescritos legalmente para ello ni se da a los familiares la oportunidad de exigirlos.
Las personas presas están indefensas ante multitud de decisiones de las administraciones carcelaria y judicial que les perjudican gravemente. Los Servicios de Orientación y Asistencia Jurídica Penitenciaria y la justicia gratuita son insuficientes. Los Juzgados de Vigilancia, encargados de la “tutela judicial efectiva” de los derechos de los presos, inoperantes. El poder punitivo del Estado se ejerce sin respetar ninguno de esos derechos que, en teoría, lo justifican.
Somos familiares y gente solidaria con las personas presas. Muchas hemos sufrido la muerte de nuestros hijos, hermanos o compañeros, supuestamente confiados al “cuidado” de las instituciones estatales. Estamos intentando apoyarnos mutuamente, organizarnos y coordinarnos para afrontar, denunciar y, a ser posible, detener esa situación degradante. Hacemos un llamamiento a unirse a nosotras a todas las familias, amistades y vecindario de personas presas, y a toda persona sensible y respetuosa de la dignidad humana.
¡NI UN MALTRATO, NI UNA MUERTE MÁS EN PRISIÓN!
                               El 28 DE DICIEMBRE, A LAS 11:00, CONCENTRACIÓN FRENTE A LA                           
                        SECRETARÍA GENERAL DE INSTITUCIONES PENITENCIARIAS                   
       (CALLE ALCALÁ, 38-49. MADRID)
      ¡POR LA SEGURIDAD, DIGNIDAD Y LIBERTAD DE LAS PERSONAS PRESAS!

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Posted: 22 Dec 2017 02:27 PM PST
Parte del ensayo de 1916, publicado en Mother Earth, [v.11 (Abril de 1916), pp. 468-75], «The Social Aspects of Birth Control», escrito por Goldman poco antes de su juicio y encarcelamiento por hablar públicamente sobre y a favor del control de la natalidad. 
Traducción al castellano: @rebeldealegre
Desde todo ángulo, entonces, puede ser considerada la cuestión del Control de la Natalidad, es el asunto más dominante de los tiempos modernos, y como tal, no se le puede hacer retroceder mediante la persecución, la prisión o una conspiración de silencio.
Aquellos que se oponen al Movimiento del Control de la Natalidadclaman hacerlo en nombre de la maternidad. Todos los charlatanes políticos cotorrean sobre esta maravillosa maternidad, pero ante un examen más cuidadoso nos encontramos con que esta maternidad ha estado por siglos ciega y estúpidamente dedicando sus retoños a Moloch. Además, mientras las madres estén obligadas a trabajar muchas y duras horas para ayudar a sustentar a las criaturas que involuntariamente trajeron al mundo, la discusión de la maternidad no es más que palabrerías. Diez por ciento de las mujeres casadas en la ciudad de Nueva York deben ayudar a ganar el sustento. La mayoría de ellas obtienen el muy lucrativo salario de $280 al año. ¿Cómo puede osar alguien hablar de las bellezas de la maternidad frente a tal crimen?
Pero aún en el caso de las madres mejor pagadas, ¿qué hay de ellas? No hace mucho nuestro viejo y canoso Comité de Educación declaró que las  profesoras madres no podían seguir enseñando. Aunque estos anticuados caballeros hayan sido obligados por la opinión pública a reconsiderar su decisión, es absolutamente cierto que si la profesora promedio fuese a ser madre cada año, pronto perdería su empleo. Esta es la suerte de la madre casada; ¿qué hay de la madre soltera? ¿O alguien duda que hay miles de madres solteras? Llenan nuestros talleres, fábricas e industrias en todas partes, no por opción sino por necesidad económica. En su monótona y gris existencia el único color que queda es probablemente una atracción sexual que sin métodos de prevención invariablemente conduce a abortos.
Miles de mujeres son sacrificadas como resultado de los abortos pues éstos son realizados por médicos curanderos y parteras ignorantes clandestinamente y a prisa. Sin embargo los poetas y los políticos cantan a la maternidad. Nunca fue perpetrado un crimen mayor contra la mujer.
Nuestros moralistas lo saben, pero persisten a favor de una reproducción indiscriminada de infantes. Nos dicen que limitar la prole es por completo una tendencia moderna porque la mujer moderna es suelta de moral y desea reducir su responsabilidad. En respuesta a esto, es necesario señalar que la tendencia a limitar la prole es tan antigua como la especie. Tenemos como autoridad para esta contención al eminente médico alemán, el Dr. Theilhaber, quien ha compilado datos históricos para probar que la tendencia era prevalente entre los Hebreos, los Egipcios, los Persas y muchas tribus de Indios Americanos. El temor a la cría era tan grande que las mujeres usaban los métodos más horrendos antes que traer a un infante no deseado al mundo. El Dr. Theilhaber enumera cincuenta y siete métodos. Estos datos son de gran importancia en tanto disipan la superstición de que la mujer desea convertirse en madre de una familia numerosa.
No, no es porque la mujer carezca de responsabilidad, sino porque tiene demasiada de ésta última que demanda saber cómo prevenir la concepción. Nunca en la historia del mundo ha sido la mujer tan consciente de la especie como lo es hoy. Nunca antes ha sido capaz de ver en la cría, no sólo en su cría, sino en toda cría, — la parte unitaria de la sociedad y el canal por el cual hombre y mujer deben pasar —, el factor más fuerte en la construcción de un nuevo mundo. Es por esta razón que el Control de la Natalidad se erige sobre tan sólido piso.
Se nos dice que mientras la ley en los libros de estatutos haga de la discusión de la prevención un crimen, esta prevención no debe ser discutida. En respuesta quiero decir que no es el Movimiento del Control de la Natalidad, sino la ley, lo que tendrá que hacerse a un lado. Después de todo, para eso son las leyes, para hacerse y deshacerse. ¿Cómo se atreven a obligar que la vida deba someterse a ellas? ¿Sólo porque unos fanáticos ignorantes en su propia limitación de mente y de corazón lograron pasar una ley en un tiempo en que hombres y mujeres eran cautivos de la superstición religiosa y moral, debemos estar limitados por ella por el resto de nuestras vidas? Comprendo fácilmente por qué jueces y carceleros deban estar limitados por ella. Ese es su sustento; es su función en la sociedad. Pero incluso los jueces a veces progresan. Llevo su atención a la decisión dada a favor del tema del Control de la Natalidad por el juez Gatens de Portland, Oregon. “Me parece que el problema con nuestro pueblo hoy es, que hay demasiada mojigatería. La ignorancia y la mojigatería han sido siempre la cruz a cuestas del progreso. Todos sabemos que hay cosas erradas en la sociedad; que sufrimos de muchos males pero no tenemos el valor de pararnos y admitirlo, y cuando una persona lleva nuestra atención a algo que ya sabemos, fingimos pudor y nos sentimos indignados.” Ese ciertamente es el problema en la mayoría de nuestros legisladores y en todos aquellos que se oponen al Control de la Natalidad.
Yo seré juzgada en Sesión Especial el 5 de Abril. No sé cuál será el resultado, y por lo demás, no me importa. Ese pavor por ir a prisión por las propias ideas tan predominante entre los radicales americanos, es lo que hace tan pálido y débil al movimiento. Yo no tengo tal pavor. Mi tradición revolucionaria es aquella en la que quienes no están dispuestos a ir a prisión por sus ideas nunca han considerado de mucho valor sus ideas. Además, hay lugares peores que la prisión. Pero ya sea que deba pagar por mis actividades por el Control de la Natalidad o que salga libre, una cosa es cierta, el Movimiento del Control de la Natalidad no puede ser detenido ni será detenido en su agitación. Si me freno en discutir métodos, no es porque tema un segundo arresto, sino porque por primera vez en la historia de América, el asunto del Control de la Natalidad a través de la información oral es claro y como quiero que sea luchado por sus propios méritos, no quiero dar a las autoridades una oportunidad para oscurecerlo. Sin embargo, sí quiero señalar la total estupidez de la ley. Tengo en mi mano el testimonio dado por los detectives, el que, en su declaración, es una transcripción exacta de lo que yo les señalé desde la plataforma. Pero tan ignorantes son estos hombres que no hay ningún contraceptivo deletreado correctamente. Es perfectamente legal que los detectives den testimonio, pero no es legal que yo lea el testimonio que resultó en la formulación de mis cargos. ¿Se me puede culpar por ser anarquista y no hacer caso de las leyes?
Además, deseo señalar la total estupidez de la corte americana. Supuestamente la justicia ha de repartirse al público. Supuestamente no ha de haber procedimientos secretos y arbitrarios en la democracia, y sin embargo el otro día cuando los detectives dieron su testimonio, todo se hizo en susurros, cerca del juez, como en el confesionario de una Iglesia Católica, y bajo ninguna circunstancia se le permitió a las mujeres presentes escuchar algo de lo que ocurría. ¡La farsa de todo esto! Y aún se espera que la respetemos, que la obedezcamos, que nos sometamos a ella.
No sé cuántos de ustedes están dispuestos a hacerlo, pero yo no. Me erijo como una de las patrocinadoras de un movimiento mundial, un movimiento que apunta a liberar a la mujer del terrible yugo y esclavitud del embarazo forzado; un movimiento que demanda el derecho a que toda criatura nazca en buenas condiciones; un movimiento que ha de ayudar a liberar al parto de su dependencia eterna; un movimiento que ha de llevar al mundo un nuevo tipo de maternidad. Considero a este movimiento importante y tan vital como para desafiar todas las leyes de los libros de estatutos. Creo que abrirá camino no sólo a la libre discusión de contraceptivos sino a la libertad de expresión sobre la vida, el arte y el trabajo, al derecho de la ciencia médica a experimentar con contraceptivos como lo ha hecho en el tratamiento de la tuberculosis o cualquier otra enfermedad.
Podré ser arrestada, podré ser juzgada y enviada a la cárcel, pero no estaré nunca en silencio; nunca consentiré o me someteré a la autoridad, y tampoco haré las paces con un sistema que degrada a la mujer a mero incubador y que engorda gracias a sus inocentes víctimas. Aquí y ahora declaro la guerra a este sistema y no descansaré hasta que  se haya despejado el camino para una maternidad libre y una infancia saludable, dichosa y feliz.

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Posted: 22 Dec 2017 01:50 PM PST
La particularidad de la utopía negativa, o distopía, del capitalismo moderno es que no es soñada ni imaginaria sino que existe en acto, o sea, en efectivo desenvolvimiento en prácticamente todos los rincones del globo. En el origen de la formación de esta distopía están la naturaleza, los fines y las modalidades de funcionamiento de las instituciones fundamentales del sistema socioeconómico capitalista y el hecho de que se ha asumido progresivamente una posición de absoluto dominio, con el control poco menos que total del planeta a partir de mediados del siglo XVIII.
Por las características que distinguen a tal sistema, las clases financieras, expresión y sujeto agente, a diferencia de cualquier otra época del pasado son plenamente libres y garantizadas en su acción en el proceso de acumulación y concentración de la riqueza y del poder, que constituye el modo fundamental de ser y de operar. Lo que sucede y transforma en pesadilla la aspiración a magníficas y progresivas suertes, precisamente por la manera de ser y de funcionar del móvil del beneficio y de la lógica de empresa, a largo plazo -en realidad en pocos cientos de años- es que el proceso de acumulación y concentración solo ha podido realizarse con menoscabo de los otros componentes de las colectividades humanas.
Los abanderados del sistema económico imperante tienden a subrayar los aspectos que a ellos les parecen positivos y que como mucho ensalzan hablando de progreso, modernización y salida de la pobreza de centenares o miles de millones de seres humanos.
Sin embargo, es de observar cómo, en general y no por un consenso episódico, estos pretendidos aspectos positivos, fruto real o ficticio de la distribución creadora típica del modo de ser y de actuar del capitalismo moderno, no son ni generales ni definitivos ni privados de incógnitas, ambigüedades, riesgos y costes. Los adalides del capitalismo triunfante tienden irresistiblemente a minusvalorar, negar o ignorar los aspectos negativos, cuyo conjunto puede superar de lejos los efectos considerados como positivos.
Parecería oportuno, sobre todo porque se habla de destrucción creadora por parte de quien está familiarizado con balances y contabilidad, hacer una cuenta lo más completa y exacta posible del valor de lo que se crea y de lo que se destruye, y efectuar las oportunas comparaciones. Se debe subrayar, por un lado, que la progresiva afirmación y expansión del capitalismo moderno ha demostrado no poseer y no preocuparse en modo alguno medidas idóneas para evitar o limitar la tendencia indiscutible a la acumulación y concentración de la riqueza y al progresivo acentuarse y agravarse de los niveles de desigualdad en las naciones y los diversos componentes sociales.
Por otro lado, hay que subrayar que la afirmación y expansión han comportado un derroche formidable de recursos ya que, con la lógica de maximización de los beneficios que siguen por todo el mundo a las normativas más favorables y a la acumulación de riqueza, se ha creado una capacidad productiva compleja enormemente sobredimensionada con respecto a la demanda global de bienes y servicios efectivamente producidos. Si no hubiera necesidad, todo esto confirma que la lógica del beneficio y de su maximización es una cosa diferente y ajena a la mejor y más completa satisfacción de las necesidades de los seres humanos, y solo de modo casual y episódico se pueden encontrar con tales exigencias.
La única regla del capitalismo en toda época es, sin duda, obtener el máximo a cambio del mínimo posible, no facilitar bienes y servicios o satisfacer necesidades o dar empleo a trabajadores o resolver problemas de la colectividad, salvo que no se tenga más remedio. En cualquier caso, como innegablemente ha sucedido y no solamente en el siglo XXI, una cantidad imponente de recursos, además de emplearse en la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de la gente común, se ha empleado en beneficio de las clases financieras.
Por otro lado, está claro que frecuentemente se han derrochado, destruido o empleado de manera aparentemente loca o irracional ingentes recursos, siempre que se ha considerado útil o necesario para crear y multiplicar las ocasiones en que incrementar los beneficios y réditos.
No es insignificante otro lado de la cuestión, la pesadilla, constituida por la permanencia de conflictos armados y la fabricación y venta de armas, que tiene como resultado un doble o triple proceso de derroche y destrucción de recursos, ya en el acto de producirlos y también después en su uso y en los efectos directos e indirectos que provocan. Obviamente, la culpa de las muertes y de las destrucciones siempre se atribuye a alguien o a algo, y no a la lógica del beneficio y a los intereses de las clases financieras. Pero es bastante difícil creer que habría producción y comercio de armas, y guerras, si de todo ello las clases hegemónicas, en vez de ganancias, sufrieran pérdidas.
Otro aspecto de la pesadilla reside en la dinámica de la población mundial, cuyo extraordinario incremento previsto para las décadas venideras, las instituciones del capitalismo triunfante no tienen previsiones ni intenciones de afrontar. Podemos deducir que tal desinterés o descuido hacia algo que parece el mayor problema de la humanidad, puede explicarse por el hecho de que su solución requeriría un uso racional, o como poco no destructivo o derrochador de los recursos disponibles. Otro aspecto, estrechamente conectado a la transformación en pesadilla del sueño de progreso en la civilización capitalista, está constituido por la cuestión medioambiental, o sea, por el problema de la combinación del crecimiento demográfico y del incremento de los niveles de consumo de cada vez más amplios estratos de la población mundial. Los conflictos surgen cada vez más graves y complejos entre las exigencias contrapuestas de producir alimentos y bienes de consumo para las masas y las exigencias crecientes de la población mundial, y la escasez, la contaminación, la destrucción irreversible de recursos irreproducibles, atribuible, aunque no en exclusiva pero sí en amplia y preponderante medida, a la lógica de la maximización de los beneficios y a los efectos, perversos pero inevitables, de las modalidades operativas y de los intereses de las clases financieras.
Límites, peligros y desastres de la avidez
Los partidarios y adalides de lo que habitualmente se define como sistema capitalista, opinan que muchos de sus innegables defectos no sirven para devaluar sus ventajas, evidentemente juzgadas como superiores y, de hecho, como muy superiores. Y todavía esta opinión sigue sin abonar con datos concretos.
Como mínimo, podemos afirmar o, mejor, constatar que el hombre común y los trabajadores han utilizado al mínimo, en términos de mejora de la calidad de vida y de las condiciones de trabajo, el formidable progreso científico y tecnológico registrado en el arco de vida del capitalismo moderno. Lo que no ha implicado solo la calidad, la cantidad y el precio de los bienes y servicios producidos sino también las condiciones de trabajo. En otras palabras, lo que podría traducirse en menor esfuerzo, duración, peligrosidad, insalubridad y monotonía en el desarrollo de la actividad laboral, se ha concretado fundamentalmente en una reducción del número de trabajadores y, por ello, de los costes, con el consiguiente incremento de los niveles de beneficio, y no precisamente de manera temporal.
Esto ha sucedido por el mero hecho de que el sistema jurídico e institucional vigente consiente a las empresas y a los hombres de negocios que las gestionan, apoderarse de la totalidad de los frutos de tales progresos y distribuir solo las migajas entre las clases bajas cuando las circunstancias lo hacen inevitable.
Por otro lado, nadie tiene la posibilidad de conocer cuáles y cuántas ocasiones de progreso en los diferentes campos del conocimiento humano se han perdido para siempre por causa de la inicua distribución de oportunidad consustancial al modo de ser y de actuar del sistema socioeconómico capitalista.
Es indudable esa responsabilidad en la génesis de los grandes problemas de la época actual, cuya solución no tratan de buscar las clases financieras hegemónicas. Entre ellos, incluimos la contaminación de tierras, mares y aguas interiores, los problemas de carencia y calidad de los recursos alimentarios, energéticos e hídricos, las consecuencias de los cambios climáticos en términos de desertificación y catástrofes naturales, las grandes migraciones debidas a causas y efectos económicos, naturales y bélicos, la permanencia e intensificación de conflictos, en parte por los factores mencionados pero también por los intereses de los fabricantes y traficantes de armas y de las grandes empresas financieras. Al menos a partir de los años setenta del siglo pasado y cada vez de forma más acentuada, se observa que las clases financieras se han ido liberando de todo tipo de frenos que, de alguna manera aunque inadecuada y nada eficaz, limitaban los daños de un ejercicio demasiado libre de sus actividades. Esto ha dado lugar a una actuación progresiva de las actividades financieras en ausencia casi total de dirección, de reglas ni de control.
Se ha llegado a teorizar el valor positivo de la avidez y de la acumulación y concentración desenfrenada de riqueza, ignorando un aspecto, consistente en el hecho, de común observación, de que el móvil de la avidez y del enriquecimiento en sí mismo no tiene ninguna relación con el bienestar de la sociedad humana ni con la satisfacción de sus necesidades o la solución de sus problemas. Para que esto pueda suceder, son necesarios controles, reglas, direcciones, límites y frenos, que la ideología ultra o turbo capitalista y los políticos a quienes los intereses creados financian la carrera y las campañas electorales, han suprimido, creando las condiciones para el desastre de 2008, para los sucesivos y para otros que están todavía por llegar. Por otro lado, la utopía negativa (o distopía) últimamente se revela más peligrosa y sustancialmente fuera de control, y cada vez más independiente de voluntades, ideologías o complicidades de los empresarios y directivos en el desarrollo de la actividad financiera.
De hecho, la creación desproporcionada y disparatada de valores monetarios, crediticios y financieros en amplia y preponderante medida se produce por la lógica de funcionamiento del propio sistema, aunque se ve, obviamente, multiplicada y exaltada por la ausencia y la eliminación de las reglas.
En la forma misma de funcionar del sistema capitalista está implícito -y no se puede eliminar- un elemento de azar, consistente en la multiplicación de los valores monetarios y crediticios de todo género imaginable. En ausencia de reglas y frenos, esta creación de la nada, con el inevitable azar y la pesadilla en que a la larga puede derivar, no tiene otro límite que el infinito.
En tiempos considerados normales, o sea de expectativas positivas y optimistas sobre el desarrollo y expansión de las actividades financieras, la cantidad y los valores de los productos monetarios, crediticios y financieros tiende irresistiblemente a expandirse, y con ellos los precios de bienes y servicios, tanto de consumo como de inversión o de carácter especulativo, tanto si son tangibles como si son de tipo intangible o financieros. Está totalmente fuera de duda que precisamente esta última categoría de bienes y productos tiende a expandirse y que en realidad se expande en medida inconmensurablemente superior a las otras. Esto implica que quien puede, tiene la posibilidad de aprovecharse de tal proceso de proliferación y multiplicación de bienes y valores financieros enriqueciéndose en detrimento de los demás componentes sociales. Por otro lado, no son pocos los economistas y las escuelas de pensamiento social que consideran evidente que la inflación, o sea el aumento de precios, especialmente con tasas elevadas y no pocas veces causado por la política monetaria de los gobiernos, contribuye en medida muy relevante a la desigualdad en la distribución de la riqueza o del rédito. Es banal y obvio que cualquiera que viva del beneficio tiene la posibilidad de adquirir los factores productivos a precios más bajos para luego vender el producto acabado a precios aumentados y enriquecerse en perjuicio de los asalariados y rentistas a renta fija y ahorradores, agravando así los niveles de desigualdad.
En otros términos, un proceso de desarrollo implica en sí mismo una transferencia de riqueza a favor de los perceptores de beneficios y rentas financieras, y por ello niveles crecientes de desigualdad e injusticia, acentuados por factores de orden financiero y especulativo, como expansiones crediticias y devaluaciones monetarias, más que por la dinámica propia de los procesos productivos.
Francesco Mancini
Publicado en el Periódico Anarquista Tierra y Libertad, Diciembre de 2017

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Posted: 22 Dec 2017 01:37 PM PST
Un mensaje de los camaradas de la "Unión Revolucionaria para la Solidaridad Internacionalista" (RUIS) que lucha en Siria contra ISIS, tras la liberación de la ciudad de Raqqa.
https://www.youtube.com/watch?v=Nr7EhLLHOp4
Aquí está su mensaje:
"¡Camaradas!
En este momento, la ciudad de Raqqa está libre de los fascistas del Estado Islámico. Cada parte de la ciudad pasó a manos de las fuerzas de liberación de YPG, YPJ y SDF el 17 de octubre. Las primeras operaciones comenzaron a principios de junio con las fuerzas de liberación tomando la ciudad de casa en casa, ocupando puntos estratégicos durante muchas semanas.
El Batallón Internacional de la Libertad (IFB) participó desde el principio en este frente, pasando durante meses dentro de la capital de los jihadistas. Su participación dio mártires, apoyo militar y una fuerte presencia internacional. En la parte delantera del centro de la ciudad participó en muchas operaciones, ocupando puntos donde la lucha con el enemigo estaba a unos cientos de metros de distancia.
La Unión Revolucionaria para la Solidaridad Internacionalista (RUIS) tomó posición en la primera línea del frente junto con el IFB. Su participación militar es la defensa de la autonomía de Rojava, la revolución social que comenzó a liberar terreno, cuatro años antes, contra las pandillas del Califato.
Al potenciar esta revolución defendemos el confederalismo comunal, que se ha arraigado aquí, contra el sistema capitalista global, los fascistas y las potencias estatales dominantes de EE. UU. Y Rusia, al mismo tiempo sus satélites estratégicos: Iraq, Irán, Turquía y el régimen de Al-Assad.
El empoderamiento de la revolución de Rojava a nivel militar, social y político sigue siendo parte de la solidaridad internacionalista. La defensa de la revolución de las mujeres y de los jóvenes contra el sistema de autoridad, patriarcado y fuerzas capitalistas es un deber para los luchadores de la lucha internacionalista y de todos los oprimidos.
Por la defensa de la autonomía de Rojava.
Para la autoorganización
Para la expansión de la revolución.
Raqqa
17.11.17
RUIS

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Posted: 20 Dec 2017 01:39 AM PST
Alejandro Civantos Urrutia
Col. Investigación, 3
Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo
Madrid, 2017
ISBN: 978-84-946807-4-8
324 págs. PVP: 12 euros
Frente a los movimientos sociales que consideraban la Cultura como un templo que el obrero tiene derecho a alcanzar, la propuesta anarquista se singularizó por negar que de la Cultura establecida, producida y difundida por la burguesía, se pudiera obtener algo positivo para la emancipación de la clase obrera.
Para lograr esto había que crear un modelo cultural propio, totalmente al margen del existente, con nuevos conceptos y procesos de gestión de “lo cultural” y el conocimiento. Aún más, la revolución cultural debía preceder a la social: sólo así vendría para quedarse. Conocer a fondo la realidad para poder transformarla. De ahí la entusiasta explosión de editoriales y publicaciones marginales que se promovieron en las primeras décadas del S.XX, cuyo entusiasta fulgor entusiasmó incluso a la izquierda republicana en un momento crucial para nuestra historia. Leer en Rojo analiza las editoriales y las publicaciones en aquel periodo de excepción cultural en el que los libros habían de ser la argamasa sobre la que se edificara un Nuevo Mundo.
Alejandro Civantos Urrutia es Doctor en Literatura Comparada por la Universidad de Granada, y profesor en el IES Arjé (Chauchina) del que es, además, Jefe de Estudios. Como investigador ha participado en el proyecto del Centro de Documentación Crítica de Madrid sobre la literatura de avanzada de los años 20 y 30, aportando dos ensayos, “La izquierda radical en la crisis de la monarquía” y “La revolución editorial de El nuevo romanticismo”, recogidos en Una generación perdida (Stockcero, 2013). Ha publicado asimismo en la revista Sociocriticism (2016) un estudio sobre la editorial anarquista cordobesa Renovación Proletaria. Ha participado también en revistas de creación literaria como Artegnos, Itsmo e Hijos de la Lira. Es autor del volumen de relatos Mujeres en día lluvioso (LGR, 2014).

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Posted: 19 Dec 2017 02:23 PM PST
“Del apoyo mutuo a la solidaridad neoliberal. ONG, movimientos sociales y ayuda en la sociedad contemporánea” es el séptimo título de la colección principal de nuestra editorial, La Neurosis o Las Barricadas. Este trabajo de Alfredo Olmeda (que publicó en esta editorial anteriormente junto a Héctor García “Aprendiendo a obedecer. Crítica del sistema de enseñanza”) pretende acercarse a la sociedad actual a partir de cómo esta ha privilegiado un modo de entender la solidaridad. Un modelo de solidaridad hegemónico que muestra el sistema de valores predominante en la actualidad y que pretende empujar hacia la marginalidad otros modos de vivir y construir la solidaridad:
La palabra solidaridad está ciertamente gastada, pero su presencia en nuestra sociedad puede ser un buen punto de partida para analizar muchos de los cambios sociales que se han dado en las últimas décadas:
El debate sobre la supuesta insolidaridad de las sociedades actuales podría ser interesante. El individualismo que caracteriza nuestro mundo habría dejado en la cuneta todos aquellos principios que se consideraban asociados a la solidaridad. Por tanto, habría que incluirla en el catálogo de las especies en peligro de extinción. Sin embargo, multitud de estudios tratan de impugnar esta conclusión y señalan que el fenómeno de las ONG contradice este punto de vista. Las ONG serían, en ese sentido, el fenómeno social asociativo más relevante en el mundo en las últimas décadas. De hecho, su constante presencia en los medios de comunicación parece querer indicarnos que se han alzado con el monopolio de lo que la sociedad actual considera solidaridad.
La fuerza de los tópicos sobre las ONG en nuestro entorno son un interesante estímulo para intentar introducir miradas que pongan en entredicho buena parte de los prejuicios al respecto, desentrañando las relaciones de poder que circulan bajo el paraguas de la palabra solidaridad y que sirven para entender, a su vez, muchas de las claves del modelo económico neoliberal y su hegemónico sistema de valores.

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Posted: 19 Dec 2017 11:50 AM PST
Lo que está sucediendo en Latinoamérica en estos momentos, debería ser de vital importancia para las generaciones de la desmemoria. Todo aquel que tenga de 40 años para abajo, considérese parte de la generación de la desmemoria.
Todo aquel que nació en época de las dictaduras o post dictaduras ha sido inyectado con el gen de la ignorancia y la desmemoria colectiva. Pertenecemos a la generación de la negación. Somos producto de un plan cimentado con esa finalidad: crear generaciones vencidas, chambonas, ineptas, ególatras, consumistas e insensibles. Unos peleles en toda la extensión de la palabra.
Nos distraen con lo burdo, porque somos incapaces de pensar, de preguntarnos, de dudar, de desmenuzar conceptos o definiciones que nos fueron impuestos sistemáticamente. Incapaces de formular nuestro propio criterio y peor aún, incompetentes para debatir y totalmente apáticos como para tomar acción. Somos las generaciones perfectas para un sistema mutilador, patriarcal, misógino y capitalista. Que nos aplasta todos los días porque somos incapaces de levantar la cabeza, nacimos viendo hacia abajo y no nos atrevemos a preguntar qué pasaría si levantamos la vista, enderezamos la espalda y caminamos de frente. Si levantamos la voz y despertamos de la modorra para convertirnos en entes de cambio.
Generaciones que niegan su raíz, su origen, que se atreven a apuñalar por la espalda, que sueñan con ser de otro lugar, que sueñan con lo que el capitalismo les dijo que es la vida: llenarse de cosas materiales, aunque las deban, vivir de apariencias, aplastar a quien sea con tal de escalar y ser reconocido (por otro igual o peor) porque lo importante es el escaparate y no la esencia, no lo humano, no la solidaridad. Porque lo importante es todo aquello que se pueda obtener con dinero, con traiciones y poder.
¿Son rescatables estas generaciones vencidas? Sí. Contra todo pronóstico, sí lo son. El ser humano tiene la capacidad de reivindicarse, de cambiar el camino las veces que desee, de volver a iniciar las veces que sean necesarias.
Para que estas generaciones encuentren el camino es necesario que los mayores sean candil, que sean quienes enciendan la mecha, los que bombardeen con preguntas al aire, los que reten, sean los que impulsen, los que les hablen de la otra verdad, de la verdad que oculta el sistema, de la verdad que oculta la impunidad, de la verdad que fue inventada para mantener sedadas e ignorantes a las generaciones de la desmemoria. Con esto ellas solas encontrarán su propio camino, pero necesitan quién las provoque.
Quién les diga en dónde están paradas y por qué, sabiéndolo ellas solas buscarán su lugar en la historia. Estas generaciones necesitan saber que están vendadas, que la verdad les ha sido vedada, que son el resultado de un producto estructural que corresponde a intereses de las oligarquías y los injerencistas es decir; intereses del imperialismo contra una Latinoamérica que no se da por vencida.
Es obligación de las generaciones de la desmemoria, tener sed, alimentarse de preguntas, de dudas, de análisis propios y en colectivo. Es su obligación, buscar información por sí mismas, seguir a pesar del cansancio, no darse por vencidas: insistir, insistir, insistir, hasta que reviente la estructura patriarcal, clasista, racista, misógina, homofóbica y colonial que nos han impuesto. Hasta que despierte la sensibilidad y tengamos la capacidad de observar y percibir con nuestros cinco sentidos la injusticia de un sistema que nos oprime, ¡y hacer algo para erradicarlo!
Porque de nada sirve saber si no se hace nada por cambiar lo que nos ha vuelto objetos de consumo. Y lo que nos hace odiarnos unos con otros, y sentir vergüenza de nuestros orígenes. Y negar nuestra herencia ancestral soñando con ser de otro lugar y solapando a quien nos irrespeta, nos golpea, nos tortura, nos asesina y nos desaparece.
Las generaciones de la desmemoria son rescatables y si saben que están vedadas, si hay un catalizador que las impulse, sabrán encontrar el camino hacia la libertad de los pueblos.
Ahora las preguntas son: ¿quién quiere ser catalizador aunque esté cansado de luchar y esté desmoralizado y lo haya dado todo? ¿Quién quiere buscar el camino a la libertad, con la humildad de quien desconoce y quiere aprender, para pasar de la pasividad a la acción sabiendo lo que pondrá en riesgo?
Ilka Oliva Corado @ilkaolivacorado

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Posted: 19 Dec 2017 11:49 AM PST
Entre las múltiples agresiones enfrentadas por las mujeres, está esa duda constante…
Tenía 18 años y un embarazo complicado. Doloroso y cargado de riesgos. Mi médico luchó por evitar un aborto, pero al final terminó llevándome al hospital a punto de morir desangrada. Era finales de los años sesenta en un país conservador apegado a la iglesia como la manera más sólida de validar sus prejuicios, y las instituciones del Estado no se libraban de esa visión fundamentalista. Recuerdo muy bien la mirada de la enfermera que me recibió en la sala de emergencia: dura, inclemente, acusadora, cargada de desprecio… “¿te lo provocaste, jovencita?”. La rabia y la impotencia de la agresión en un momento tan crítico para una mujer como es perder un embarazo, es inimaginable. La imposibilidad de defenderse cuando estás más vulnerable que nunca y dependes de otros, de su atención profesional y objetiva, de su empatía, de su sensibilidad humana, se agolpa en la garganta impidiendo pronunciar palabra.
Recordé este episodio casi olvidado pensando en cuánta violencia enfrentan las mujeres en Guatemala y otros países de la región y el mundo, en todos los estadios que rodean su vida sexual y reproductiva. Víctimas de un sistema patriarcal tan inclemente y duro como la enfermera de mi historia, cualquier manifestación relacionada con su capacidad reproductiva es objeto de duda y desconfianza. Las mujeres somos sospechosas desde el nacimiento y, a pesar de cuánto hemos avanzado en la defensa de nuestros derechos, esa nube gris posada sobre nuestra cabeza permanece inalterable. Es así como miles de mujeres alrededor del mundo sufren condenas de prisión por haber abortado, no importando si la pérdida fue voluntaria o espontánea, porque la culpa se instala a priori sin mayor investigación.
Este castigo, injusto pero tolerado por amplios sectores de la sociedad, se aplica con especial saña contra las mujeres más pobres, aquellas cuya falta de información y acceso a los servicios de salud y educación las condenan al silencio y a la resignación. Para ellas hay violencia incluso cuando dan a luz, porque ese procedimiento se realiza en las condiciones sanitarias menos apropiadas, enfrentando en cada parto un peligro de muerte. El Estado, cuya obligación es proporcionarles una atención digna y adecuada, está ausente para la mayor parte de ese sector de escasos recursos y, por ende, condenado a embarazos y partos de alto riesgo.
La actitud de desconfianza está también firmemente instalada en el momento de denunciar una violación sexual, favoreciendo la impunidad de quienes cometen este vil crimen contra niñas, niños y mujeres adultas. Considerada por algunos como “una falta” cometida bajo la influencia del alcohol, las drogas o el “entusiasmo del grupo”, la violación sexual representa una de las mayores amenazas contra la integridad física y psicológica de millones de mujeres alrededor del mundo. Sin embargo es a ellas a quienes se les exige revivir el episodio una y otra vez, ilustrando los detalles de su dramática experiencia frente a policías, investigadores y juzgadores insensibilizados por un sistema permisivo y machista.
Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres han sido ignorados de manera deliberada por aquellos Estados sometidos a las presiones de la iglesia, pero sobre todo aliado de un sistema político y económico que mantiene a la población en la ignorancia, desinformada y sumisa con el fin de impedirle alcanzar el empoderamiento ciudadano indispensable para exigir el respeto de todos sus derechos. En este escenario, las mujeres enfrentan la doble tarea de romper los estigmas y demandar justicia.
LAS MUJERES NO SON CIUDADANAS DE SEGUNDA SINO PARTE FUNDAMENTAL Y MUY VALIOSA DE LA SOCIEDAD.
Carolina Vásquez Araya

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