Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- Defender el barrio. Sobre vivienda y turistificación en Canarias
- Dionisio Eroles Batlle (1900-1941)
- El futuro puede ser nuestro
- Periódico Siglo XXI nº 31
Posted: 14 Feb 2018 11:21 AM PST
(I)
En la segunda mitad del siglo XX el modelo capitalista ha tenido que reconvertirse en determinadas zonas para sobrevivir y expandirse. El capitalismo industrial ha dejado paso en muchos casos a un capitalismo basado en los servicios, reproduciendo el llamado tránsito del fordismo al posfordismo. En Canarias el sector agrícola, históricamente motor económico del archipiélago, hace mucho que fue suplantado por el turismo. De hecho éste se nos vende como la única alternativa económica, en un discurso hegemónico que hasta la izquierda insular compra∗. No hay vida más allá del turismo y la hostelería. Este proceso se conoce como terciarización de la economía y es lo que ocurre cuando el tercer sector (servicios) se convierte en el modelo económico preponderante y subordina o intoxica al resto de sectores (agrícola e industrial). ∗ Mientras en otros lugares del Estado abundan las pintadas contra la actividad turística, en Canarias ha sido muy frecuente ver que las pintadas de la izquierda independentista reclaman justo lo contrario: “¡El turismo es nuestro!”. Entender el turismo como una categoría económica que por sí misma puede sostener materialmente un territorio es un grave error. Su carácter volátil, todavía mucho más dependiente de modas y tendencias que el resto de servicios y productos, lo convierte, en el mejor de los casos en pan para hoy y hambre para mañana. Es un modelo económico tan frágil que en lugares como Canarias prácticamente hay que desear cada año que en otros destinos turísticos se produzca un desastre natural o un atentado para ganar visitantes y poder seguir subsistiendo. A ese grado de mezquindad nos reduce este modelo. Los defensores de la terciarización nos dirán que el 31% del P.I.B. canario lo genera el turismo(1), y que el 36% del empleo en Canarias (un 25% de forma directa) está vinculado también con dicha actividad(2). Lo que no nos dirán es que habiendo aumentado esta actividad su rentabilidad en todo el Estado en un 11’45%, sólo se ha producido un 3% del crecimiento del empleo(3). El beneficio que genera el turismo no va a los obreros y si la cantidad de trabajo que demanda sólo produce ese magro porcentaje de crecimiento es porque todo recae sobre unas plantillas que apenas se amplían y que son terriblemente sobreexplotadas. Si el modelo fuera la panacea que nos venden no tendría sentido que las Islas Canarias fuera una de las zonas más turísticas del Estado y a la vez uno de los territorios más pobres. En el archipiélago el turismo no ha impedido que tengamos un 26% de paro(4), el segundo sueldo más bajo del Estado(5), un 35% de población por debajo del umbral de la pobreza y en situación de exclusión social(6) y el récord estatal de pobreza infantil con un 35% de nuestros menores viviendo en la miseria(7). La calidad del trabajo que genera el turismo es algo que no vamos a descubrir ahora: es trabajo precario, estacional, con sueldos ridículos y jornadas laborales maratonianas. Una camarera de hotel cobra al mes lo mismo que gasta un turista a la semana(8). Sí, el turismo genera dinero, pero este no llega a la población trabajadora. Pero el turismo no es solo el responsable de un desigual modelo económico; su masividad también tiene consecuencias ecológicas, sociales y urbanísticas. Hablar de los efectos ecológicos es redundante: el turismo se alimenta principalmente de hormigón, ha convertido el sur de la isla en un bloque de cemento flotante, ha destruido el litoral hasta convertirlo en una enorme zona recreativa para adultos y ahora, con la nueva Ley del Suelo del Gobierno de Canarias (aprobada definitivamente este 2017), un 10% del suelo rural se puede dedicar a actividades no agrícolas (es decir, al turismo). El turismo no tiene unas consecuencias menos graves en el plano urbano. La población de Canarias tiene 2.100.000 habitantes(9). El año pasado recibimos 13.300.000 turistas(10) (en Canarias, en el resto del estado fueron 75,3 millones(11)), un 10% de ellos tienden a alojarse en zona residencial(12). Según el gobierno autonómico canario (datos de 2015) hay unos 28.000 inmuebles dedicado al alquiler vacacional en todo el archipiélago(13), unas 121.000 camas que acogen a 1,2 millones de turistas(14). Esta es la turistificación, el turismo que masifica y destruye los barrios, en cifras. A pie de calle su influencia, aunque no se detecte inmediatamente, es innegable. La equipación urbana y los servicios empiezan a destinarse casi exclusivamente a la población flotante, quedando la población residente cada vez más relegada y con sus necesidades básicas más insatisfechas. Dónde antes se primaban los ambulatorios y las escuelas públicas, ahora se promocionan las clínicas de estética y las academias privadas; donde antes se reclamaban espacios de ocio para mayores y niños ahora se imponen centros comerciales y peluquerías caninas. Se le da prioridad a lo superfluo cuando aún no se dispone de lo necesario. Esto abre las puertas a otro fenómeno íntimamente ligado con el turismo: la gentrificación. Es un término acuñado por la socióloga anglo-alemana Ruth Glass en 1964(15). Deriva de la palabra inglesa gentry (clase alta), y podríamos traducir el proceso como “elitilización”. Hagamos una pequeña retrospectiva para entenderlo bien. El modelo fordista era una lacra y concentraba en las ciudades a grandes masas obreras empobrecidas dependientes de su empleo. Pero como siempre ocurre con el capitalismo, si cambia nunca es para mejor. Hoy en esos barrios obreros el paro ha hecho estragos, y el sistema ya no necesita tener cerca de unos inexistentes centros de trabajo a una clase obrera que actualmente es clase desempleada y que en muchos casos sobrevive de la economía en B. La administración, de forma intencionada, procede a permitir el deterioro de dichos barrios, sin hacer ninguna inversión en ellos, dejando que muchos inmuebles sean declarados en ruinas. Esta decadencia controlada y deliberada es el paso previo para posicionar a la opinión pública, especialmente a los propios vecinos del barrio afectado, a favor de un proceso que al final acabará por echarlos de sus casas. Esto forma parte en realidad de un movimiento de pinza pues se produce simultáneamente con otra maniobra: cuando dichos barrios obreros, históricos y a veces céntricos, están próximos a determinados servicios o zonas de ocio (en Canarias principalmente los barrios cercanos a la costa) se convierten en el objetivo de los especuladores inmobiliarios, que no tardarán en hacer acto de presencia para acaparar todos los inmuebles que puedan a precio de saldo. Tenemos por un lado un barrio en declive, lleno de propiedades baratas, y por otro a un grupo de inversores privados, promotores, tour operadores, empresas telemáticas (como Airbnb), fondos buitres, bancos e inmobiliarias que ven el negocio de unos barrios accesibles (a nivel de transportes y servicios), próximos a las playas y a otras ofertas de ocio, y donde echar a la población residencial para meter turistas y personas de clase alta les saldrá literalmente gratis. Estos depredadores están convencidos de que no pueden perder, no tienen más que escoger un barrio, que reúna todos los requisitos enumerados, y no parar hasta hacerse con él. Y no les será complicado: los grupos de inversión no tienen más que contactar con los antiguos propietarios, hablarles de las ventajas de ahorrarse el mantenimiento del inmueble y la gestión, convencerles de que se los cedan y sin más esfuerzo que apretar la tecla de la avaricia empezar a repartirse un dineral. Los caseros, obviamente, lo ven claro: si antes cobraban 400€ al mes a una familia obrera que ha pasado toda su vida en el barrio, ¿por qué no cobrar lo mismo a la semana, por habitación o colchón, alquilando a turistas? Que esto suponga que una familia con pocos recursos tenga que ser expulsada de su hogar es una circunstancia que al rentista le importa poco. Esto está propiciado por la reforma de la LAU (Ley de Arrendamiento Urbano) en 2013(16). Antes la actualización de los alquileres debía establecerse en base al IPC (Índice de Precios de Consumo), a partir de dicha reforma es completamente “libre”, para el propietario, que puede fijar el precio del alquiler que le apetezca. La libertad del inquilino, por el contrario, se sacrifica en el altar de la propiedad privada. En este nuevo marco, cumplidos los 3 años obligatorios de prorroga (antes de dicha reforma de la LAU eran 5), los propietarios no renuevan los contratos de arrendamiento a los antiguos inquilinos para poder así destinarlos al alquiler vacacional. Y si tienen la deferencia de ofrecerles actualizar el contrato les pedirán que como mínimo igualen los 1200-1600 € de alquiler que esperan ganar con los turistas. Esto es obviamente imposible y se ha convertido en la causa de que miles de familias tengan que irse a vivir cada vez más lejos de sus ciudades de origen y también es un factor importante en el incremento del número de desahucios. Hay quien argumenta que la innegable subida del precio del alquiler se produce por factores demográficos y por la paralización de la construcción de nueva vivienda en la isla. Este es el argumento de los que niegan que la vivienda en Canarias esté siendo sometida a una enorme tensión especuladora. Pero los datos no engañan. Aunque el Gobierno de Canarias afirme que en el archipiélago sólo hay 61.000 inmuebles vacíos(17), otros organismos oficiales hablan de 138.000(18), una cifra mucho más realista que contrasta crudamente con los 35.000 demandantes de vivienda pública en las islas(19). Estos inmuebles vacíos, muchas veces retenidos por particulares, bancos y fondos buitres con fines especuladores, demuestran que en Canarias hay viviendas de sobra para todos. Que haya gente en la calle es una verdadera y cruel incongruencia, que nada tiene que ver con una ficticia escasez de inmuebles; en realidad hay un claro superávit, pero que ni la administración ni los actores del sector inmobiliario piensan redistribuir equitativamente cuando hoy por hoy la vivienda en alquiler (principalmente vacacional) es uno de los activos financieros más atractivos(20). Esto que he descrito es el corolario que nos conduce a la actual burbuja del alquiler. Después del batacazo de las hipotecas cada vez más gente se ha visto obligada a vivir en régimen de alquiler (un 23% ya de la población del Estado(21)). Desde 2013 el alquiler ha subido en el Estado español un 25%(22). Y desde el 2015 una media de un 15%(23). Pero esta carestía no es producto solo de un cambio de modelo inmobiliario; está estrechamente relacionado con el alquiler vacacional como demuestra que las mayores subidas se hayan dado en tres ciudades que principalmente tienen en común el fenómeno del turismo: en Barcelona (19,8%), Las Palmas de Gran Canaria (16,1%) y Palma de Mallorca (14,1%)(24). Siendo principalmente sangrante el caso canario porque aquí tenemos la segunda mayor subida del alquiler mientras los salarios son de los más bajos del Estado. El resultado de esto, como comenté anteriormente, es un incremento en el número de desahucios por impago de alquiler. Todos los días se producen unos 200 lanzamientos en el Estado español(25), un 5% de ellos en Canarias (735 el tercer trimestre de 2016(26)). Más de la mitad de ellos se ejecutan contra inquilinos(27). Todo esto sin contar la cantidad de desahucios invisibles y silenciosos tan comunes en los casos de alquiler, resultado de múltiples factores: relación directa con el casero, desconocimiento total de los propios derechos, culpabilización del insolvente y beatificación del propietario, miedo a la confrontación con un particular, nulo interés de colectivos y plataformas de vivienda, etc. Todos estas expulsiones del barrio, forzosas o voluntarias, nos llevan a un verdadero éxodo interior. Innumerables familias abandonan sus casas y se exilian en la periferia, en un cinturón cada vez más grande de ciudades dormitorio ubicadas en el extrarradio. El artificial distrito Puerto-Guanarteme-Isleta en Las Palmas de Gran Canaria es un claro ejemplo de ello. Las familias son obligadas a abandonar las pocas casas de renta antigua que quedaban en las inmediaciones de Las Canteras. De ahí se les acaba expulsando también de Guanarteme o de La Isleta, culminando un proceso que ya no copa la primera línea de playa, sino hasta la segunda o tercera. Es muy fácil encontrar apartamentos en La Isleta, próximos a La Puntilla, que arriendan el m² a 15 ó 20 €, pudiendo llegar una ratonera de 25 m² a 500 €(28). Eso, mientras en las partes más profundas del barrio se amontonan las casas en ruinas y abandonadas. Los colectivos sociales de corte amable de las islas ni siquiera se han pronunciado sobre la turistificación y el alquiler vacacional fuera de los ambientes ecologistas. Muchos creen que basta con el vergonzante decreto sobre alquiler vacacional que presentó el Gobierno de Canarias en 2015(29). La mayoría ha querido ignorar que este decreto solo quería limitar el alquiler vacacional en suelo turístico, defendiendo los intereses del lobby hotelero, dejándolo intacto en suelo residencial, que es precisamente donde más daño hace. En abril de 2016 el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, defendiendo el “sagrado derecho a la competencia”, tumba las limitaciones que quería establecer el decreto precisamente en zona turística(30). La destrucción del espacio urbano no es materia que se trate en parlamentos y juzgados, tampoco en los despachos de plataformas y colectivos. Esta lucha solo la podemos plantear los vecinos en las calles. Las soluciones no están en la actividad parlamentaria ni en la vía institucional. Esa estúpida idea de que basta con colocar a okupas o a activistas provivienda en un ayuntamiento para que se regule la gentrificación ya ha sido refutada en la práctica por los concejales del Patio Maravillas en Madrid y por Colau y su equipo en Barcelona. Los gobiernos no cambian una ley mientras que las calles no ardan. Voluntariamente no conceden nada; se les quita o se les arrebata. Y esto solo se logra cuando se tiene una mano ganadora con la que presionar, cuando se puede poner sobre la mesa un argumento de fuerza respaldado por la fuerza de la calle. Los gobiernos ceden cuando la situación es insostenible y la gente en los barrios empieza a vivir sin consentimiento lo que después los políticos se ven obligados a normalizar con su legislación. Ha sido así desde la lucha por la jornada de 8 horas, y la dinámica gubernamental no ha cambiado. Nada se obtiene por ciencia infusa, nada se conseguirá por la vía legal/política mientras la gente no lo haya conquistado previamente en la calle. Y aún así el resultado es dudoso. Las leyes sobre la propiedad se aplican diariamente con todo su rigor y brutalidad. Son “leyes de sangre”. Después están las “leyes de papel”, que ya sean sobre memoria histórica, dependencia, empadronar okupas, no tienen por qué acatarse. Ningún organismo público será condenado por incumplirlas, y si se les condenara, no por ello dejarían de quebrantarlas. No es mi intención hacer una defensa de unas supuestas “leyes amables”. Todas son o punitivas o inútiles, nada que rescatar. Es más bien una reflexión sobre la arbitrariedad de la ley y la reafirmación de esa máxima de Anacarsis según la cual “la ley es como una telaraña: atrapa a las moscas y deja escapar a los pájaros”(31). Reitero que la solución al turismo masivo debe partir de la calle. (II) Ya hay una manifestación de hostilidad social en distintas ciudades del Estado español contra la turistificación de nuestros barrios. La narrativa hegemónica del Sistema y sus medios de comunicación ya han bautizado esta repulsa a la perdida de espacio barrial como “turismofobia”. Este término es como el hembrismo, el racismo anti-caucásico o la opresión anti-heterosexual: no existen. Requiere una estructura de poder, como mínimo social, que ejerza opresión o discriminación contra dicho grupo humano. Y repito que eso no existe. Sin embargo, un término completamente artificial puede ir dotándose de solidez por la repetición constante de la propaganda y también por nuestra incapacidad de establecer un discurso que lo desmonte. Echar sal en la paella de un turista puede ser muy divertido, y seguro que creemos que estamos atacando al modelo turístico, pero la realidad es que solo le hemos jodido el almuerzo a alguien. El turista, al menos el que llega a un destino turístico low cost como Canarias, suele ser un trabajador, generalmente sin demasiada conciencia, que solo busca un lugar barato en el que veranear(32). Joderlo a él, al individuo concreto, puede darnos muchos titulares, más o menos positivos según quién lo publique, pero deja intacto el modelo y facilita la victimización que buscan los especuladores y sus voceros. Si a eso le sumamos ciertos tics de xenofobia en la crítica (“¡fuera putos guiris!”, etc.) ya le hemos envuelto el paquete propagandístico a los medios burgueses sin alterar ni un ápice las ganancias que obtienen los grandes depredadores inmobiliarios que devoran el barrio. La táctica del sabotaje, importante y respetable, en un lugar como Canarias, donde la población residencial está tan identificada con las bondades del turismo, no se comprendería, no si su objetivo son los propios turistas. El sabotaje debe destinarse contra la estructura, debe dedicarse a hacer daño al modelo, a evitar que siga atesorando inmuebles, que siga encareciendo los alquileres, que siga obteniendo ganancias con el deterioro del barrio, no a cargar contra una familia que dentro de 15 días, de regreso a casa, sólo recordará el asunto como una anécdota. La idea de que molestando al turista particular este dejará de venir es bastante naíf. Para eso haría falta un aparato seudomilitar de acoso constante del que no disponemos y del que sinceramente no sería deseable disponer. Sería la actividad de una vanguardia intentando dirigir la solución de un problema que jamás se arreglará sin la intervención de todos esos vecinos que están siendo desplazados, desahuciados o que corren el riesgo de serlo pronto. Hay que llegar a estos vecinos, juntarse con ellos y colectivamente atacar al modelo; hay que hacer daño en el corazón mismo de la bestia. Combatir el modelo implica organizar a los afectados en estructuras combativas, desarrollar una serie de demandas u objetivos en torno a los que articular la lucha y estar dispuestos a realizar las acciones necesarias que nos aproximen a dichos objetivos o incluso que los sobrepasen. Paso a desarrollarlo: es necesario crear herramientas que los vecinos puedan hacer suyas, organizaciones como los Sindicatos de Inquilinos que deberían proliferar en toda zona turistificada. Sindicatos que, independientes de cualquier partido e institución, se dediquen a aglutinar a los más damnificados del barrio hasta conceder al enfrentamiento un carácter popular. La lucha contra el turismo masivo debe ser necesariamente una lucha barrial, vecinal, o se limitará a ser una manifestación de malestar de una minoría politizada e identitaria. Es necesario también articular una serie de exigencias, comprensibles y plausibles, que supongan por sí mismas una batería de medidas y a su vez un programa. Ningún partido o gobierno las asumiría voluntariamente, pues supondría tanto como deslegitimar el modelo capitalista, pero más allá de que algunas medidas sí podamos imponerlas, lo importante es que generarán la tensión necesaria entre la sinrazón del mercado y el gobierno y el sentido común de una reclamación básica: que la vivienda es un bien de primera necesidad, que no puede estar sometida a las leyes de la oferta y la demanda, que no es un activo financiero ni un producto mercantil, que debe destinarse exclusivamente a algo que parecemos haber olvidado: a vivirla. Un modelo de exigencias podría ser el siguiente(33):
Es imprescindible aspirar a un modelo de vivienda gestionado de forma directa por los propios vecinos. No solo basta con combatir las formas más abusivas del rentismo, como hemos visto con los excesos del alquiler vacacional en esta oleada de turismo masivo; hay que cuestionar el propio principio de la renta, uno de los pilares de este sistema económico basado en la propiedad privada. Los proudhonianos clásicos consideraban que la explotación capitalista se fundamentaba en distintas categorías económicas que consistían en parasitar el esfuerzo ajeno: la plusvalía en el trabajo(35), el lucro en el comercio, el interés en el crédito y la renta en el alquiler(36). El propio Proudhon fue el primero en exigir la liquidación de los alquileres(37), demanda que heredó la Comuna de París(38) y muchas revoluciones y movimientos posteriores(39)y que languideció cuando las organizaciones obreras asumieron el discurso propietario. Hoy es muy difícil esperar que los nuevos sindicatos de vivienda asuman una medida como esta, pero tal y como los sindicatos laborales combativos deben aspirar a acabar con el trabajo asalariado, los sindicatos de inquilinos deben aspirar a acabar con la renta. Abolir los alquileres puede parecer una propuesta muy extrema, pero ni siquiera el argumentario económico más convencional puede refutar su coherencia. Explicaba Proudhon que el precio que haya podido pagar un propietario por una casa ya se ha amortizado de sobra con varias décadas de alquiler y que el arrendatario adquiere un porcentaje de propiedad con cada mensualidad pagada(40). Según este razonamiento, la mayoría de viviendas construidas antes del 2000 ya han sido pagadas con creces, ninguna retribución merece ya el propietario. ¿Y si esta vivienda se ha devaluado por el deterioro o la coyuntura y ha exigido nuevas inversiones por parte del arrendador? Cuando el mercado fija la revalorización de una propiedad el arrendatario no puede reclamarle nada al casero, ni tampoco el casero está dispuesto a compartir con nadie sus ganancias extras; que se aplique la misma lógica cuando el casero es el perjudicado y que no nos exija al resto que costeemos sus pérdidas. Pero sobra argumentar esto… La mentalidad capitalista debe dejar de marcar los análisis sociales, más cuando hablamos de necesidades básicas. La cuestión de fondo es que la vivienda debe de romper las cadenas que la atan al mercado, debe pasar a ser un patrimonio social colectivo gestionada directamente por los habitantes del barrio que no esté sujeta a los flujos turísticos ni a los vaivenes especuladores. Quizás parezca excesivo concentrar tanto esfuerzo en el tema de la vivienda, pero es que el barrio no es otra cosa que un espacio común conformado, precisamente, por un conjunto de viviendas, y sujeto por una red de relaciones que quienes las habitan tejen en torno a ellas. Ciertamente, no hay que idealizar el barrio. Es simplemente el lugar en el que para bien o para mal vivimos e interactuamos (muchas familias el 100% de su tiempo). Pero nadie nos puede negar que intentemos que ese espacio y esas relaciones se produzcan de la mejor manera posible. Intentar que sean lo más sanas, igualitarias, solidarias, justas y libres que esté a nuestro alcance. La turistificación destroza esas aspiraciones, destruye el espacio, rompe o vicia esas relaciones y lo hace acaparando nuestras casas. Desde ahí fagocita al resto de la ciudad y desde ahí la totalidad del territorio. Defender la vivienda es defender el barrio, y defender el barrio es tanto como defender el último terreno de estás malditas ciudades que aún podemos considerar nuestro. NOTAS 1- Según un informe del Gobierno de Canarias llamado Alquiler vacacional en Canarias: Demanda, Canal y Oferta, 2015. 2- H. Mederos, “Canarias, la región donde el turismo aporta más empleo a la economía” (La Provincia, 14/4/2016). 3- A. Fuentes, “La cara oculta y precaria del turismo” (El Periódico, 21/10/2016). 4- Datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) de 2017. 5- Redacción, “Canarias sigue pagando el segundo sueldo más bajo de España, solo el 85% del registro nacional” (El Diario, 10/5/2017). 6- Datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) de 2016. 7- Ibíd. 8- Fuentes, op.cit. 9- Según datos del ISTAC (Instituto Canario de Estadística) de 2016. 10- Europa Press, “Canarias cierra 2016 con 13,3 millones de turistas extranjeros” (Diario de Avisos, 31/1/2017). 11- Servimedia, “España recibió 75,3 millones de turistas en 2016, un 9,9% más” (El Economista, 12/1/2017). 12- Gobierno de Canarias, op.cit. 13- Ibíd. Aunque hay que poner en cuarentena estas cifras del Gobierno de Canarias y no descartar que puedan superar fácilmente los 30.000. Así como dicho organismo da una cifra de viviendas abandonadas bastante menor de la que reconocen otras instituciones, los números en alquiler vacacional también les bailan bastante. En el programa “El Foco” (Radio Televisión Canaria, 7/7/2017) el viceconsejero de turismo Cristobal Rosa repitió con insistencia, en un debate sobre alquiler vacacional, que las viviendas que su gobierno tenía censadas eran exactamente 29.931. 14- Gobierno de Canarias, op.cit. 15- R. Glass, London: Aspects of change, 1964. 16- Es la misma reforma que liberalizó el alquiler vacacional y lo convirtió en competencia de las Comunidades Autónomas. 17- Gobierno de Canarias, op.cit. 18- Datos del INE de 2012. En 2016 se empieza a hablar de 135.000 casas vacías (S. Lachica, “La ultraperiferia canaria: los sueldos más bajos y 135.000 inmuebles vacíos”, El Diario, 28/5/2016). Según Tinsa (empresa dedicada a la tasación de inmuebles) en Las Palmas el 21,4% de las viviendas están vacías, y en la provincia de Santa Cruz el 17,6% (datos de 2016). 19- Lachica, op.cit. 20- D. Esperanza y R. Ruiz, “El alquiler la opción más rentable en inversión inmobiliaria” (Expansin, 22/5/2017). 21- Redacción, “El alquiler de viviendas, en niveles récord del último medio siglo” (El Mundo, 5/1/2017) 22- Según datos de AFI (Analistas Financieros Internacionales) en 2017. 23- Ibíd. 24- Europa Press, “El precio del alquiler en Las Palmas de Gran Canaria sube respecto a los niveles previos a la crisis” (El Diario, 26/6/2017). 25- Datos del CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) de 2016. 26- Ibíd. 27- El mismo organismo judicial revela que en ciudades como Barcelona el porcentaje es aún mayor y 9 de cada 10 desahucios son por impago de alquiler. 28- Las páginas inmobiliarias como Fotocasa.es están llenas de estos ejemplos. 29- Decreto 113/2015. 30- Agencia EFE, “El TSJC anula varios preceptos del decreto canario de alquiler vacacional” (La Provincia, 27/4/2017). 31- La cita atribuida al filósofo escita Anacarsis (siglo VI a. C.) está muy bien desarrollada en este fragmento de la emblemática obra El Gaucho Martín Fierro (José Hernández, 1872): “La ley es tela de araña, y en mi ignorancia lo explico, no la tema el hombre rico, no la tema el que mande, pues la rompe el bicho grande y sólo enrieda [sic] a los chicos. Es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja, el que la aguanta se queja, más el asunto es sencillo, la ley es como el cuchillo, no ofiende [sic] a quien lo maneja. Le suelen llamar espada y el nombre le sienta bien, los que la manejan ven en dónde han de dar el tajo, le cae a quién se halle abajo, y corta sin ver a quién. Hay muchos que son doctores, y de su ciencia no dudo, mas yo que soy hombre rudo, y aunque de esto poco entiendo diariamente estoy viendo que aplican la del embudo”. 32- Ciertamente no se puede generalizar, y es evidente que muchos otros turistas, sean o no de clase alta, sí tienen una mentalidad elitista, colonizadora, que al menos en un destino como Canarias se suele revelar con las típicas manifestaciones despectivas del europeo que viaja a África, del “civilizado” que viaja al “tercer mundo”. No obstante, estos prejuicios no los tienen por ser extranjeros, sino por ser clasistas. No debemos olvidarlo. 33- Esta batería de exigencias las redacté como una propuesta de mínimos para el Sindicato de Inquilinas de Gran Canaria. Como aún está en estudio, y visto lo poco dados que somos al trabajo teórico, puedo aventurarme a compartirla. 34- P. Kropotkin, La conquista del pan, 1892. 35- Aunque el concepto se le atribuye a Marx, ya antes que él P.J. Proudhon explicó el proceso en su primera obra de importancia: ¿Qué es la propiedad? (1840). 36- Esta “trilogía de la usura” aparece recurrentemente en la literatura proudhoniana, desde las primeras obras del propio Proudhon (como la mencionada en la nota anterior) hasta los textos finiseculares de Benjamin R. Tucker como Socialismo de Estado y anarquismo: en qué se parecen y en qué difieren (1896). 37- “Propongo que se opere la liquidación de los alquileres. Todo pago de la renta equivaldrá para el inquilino a una parte proporcional e indivisa de la casa que habite o de cualquiera de los edificios de alquiler que se usen para habitación de los ciudadanos” (Proudhon, Idea general de la revolución en el siglo XIX, 1851). 38- “La idea del alojamiento gratuito se manifestó claramente durante el sitio de París [se refiere a 1870, en plena Guerra Franco-prusiana], cuando se pedía la anulación pura y simple de los inquilinatos reclamados por los propietarios. También se manifestó durante la Comuna de 1871, cuando el París obrero esperaba del Consejo de la Comuna una resolución enérgica aboliendo los alquileres” (Kropotkin, op.cit.). 39- Podríamos citar ejemplos tan paradigmáticos como el Consejo de Baviera de 1919 (“Un comisario del pueblo designado para el régimen de vivienda ordena la requisa de todos los alquileres en el territorio de Baviera. Cada familia sólo tendrá derecho en adelante a un comedor, al lado de la cocina y de habitaciones” [R. Lewin, “Erich Mühsam y la Revolución de Baviera” en Polémica, nº 11/3/1983]) o la experiencia de Kronstadt en el período de 1917-1921 (“A principios de 1918, la población laboriosa de Kronstadt, tras debates en múltiples reuniones, decidió proceder a la socialización de locales y viviendas. […] El primer artículo [del proyecto aprobado por el soviet] declaraba: ‘Queda abolida en adelante la propiedad privada de bienes raíces e inmuebles’. En otros se especificaba: la gestión de todo inmueble incumbirá al Comité de vivienda, elegido por sus ocupantes. Los asuntos importantes relativos a un barrio lo serán en asamblea general de sus habitantes, quienes designarán a los miembros del Comité de barrio. […] Bien pronto quedaron constituidos los comités (de vivienda, de barrio, etc.) y empezaron a funcionar. El plan entró en vigor, haciéndose realidad el principio «Todo habitante tiene derecho a adecuado alojamiento»” [V.M. Eichenbaum “Volin”, La Revolución Desconocida, 1945]). 40- “[..] Cada vez que un arrendatario paga la renta, obtiene sobre el campo confiado a sus cuidados una fracción de propiedad cuyo denominador es igual a la cuantía de esa renta” (Proudhon, ¿Qué es…) Ruymán Rodríguez Read more ... |
Posted: 14 Feb 2018 07:03 AM PST
Nació en Barcelona el 2 de noviembre de 1900. Valentín, su padre, había nacido en el pueblecito de Pla de Sant Tirs, en la comarca del Alt Urgell, de donde había emigrado a la ciudad de Barcelona. Su madre era barcelonesa, nacida en el barrio de Sants. Dionisio nació en el domicilio familiar, en la calle Manso número 35, quinto piso.
Empezó a trabajar con solo 8 años en una fábrica de vidrio, ingresando muy joven en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Fue encarcelado en agosto de 1919, y también en mayo y noviembre de 1920. El 30 de noviembre de 1920 fue desterrado a la fortaleza de la Mola, en Mahón, donde permaneció hasta octubre de 1922. El barco Giralda salió del puerto de Barcelona con 35 militantes anarcosindicalistas y el concejal del Ayuntamiento barcelonés, Lluis Companys. Esos 35 sindicalistas eran la élite cenetista del momento, y habían sido condenados por su intervención en la huelga de La Canadiense en 1919: Salvador Seguí Rubinat, Manuel Salvador Serrano, Camilo Piñón Orihuela, Francisco Comas Pagès, Vicenç Botella Moya, Narcís Vidal Cucurella, Josep Vidal Cucurella, Eusebio Manzanares Barrera, Martín Barrera Maresma, Miguel Abós Serena, Antoni Soler Cuadrado, Josep Viadiu Valls, Enrique Rueda López, Aniceto López Dalmau, Emilio Albaricias Alorda, Jaime Albaricias Descarga, Manuel Núñez García, Saturnino Meca González, Dionisio Eroles Batlle, Antonio Ocaña Martín, Josep Soler Guillemat, Manuel Castarienas Domingo, José Francàs Jarquín, Josep Roigé Redondo, Guillermo Vales Bruguera, Daniel Rebull Cabré, José Antonio Gómez Vicente, Eusebio Jorge Sánchez, Salvador Pascual Mascaró, Antonio Calomarte Costa, Salvador Caracena Díaz, Ramón Recasens Miret, Francisco Arsia Simón, Jesús Vega Fernández y Antonio Amador Obón. Al día siguiente, cuando el barco llegó a Mahón, uno de los oficiales de la tripulación comunicó a los deportados que el abogado laboralista Francesc Layret había sido asesinado en Barcelona. Eroles fue militante cenetista de los grupos de acción del barrio barcelonés de Sants. Fue juzgado en varias ocasiones. En junio de 1926 fue condenado por robo a seis años de prisión y encarcelado en el Penal de Ocaña. Otra condena de tres años por tenencia de armas incrementó su pena. En la práctica, estuvo encarcelado durante toda la dictadura de Primo de Rivera. Fue excarcelado gracias a la amnistía que siguió a la proclamación de la República. En agosto de 1931 fue nombrado secretario del Ramo Fabril y Textil. Participó en las insurrecciones de enero de 1932 y de enero de 1933, por lo que de nuevo fue juzgado y condenado a distintas penas de prisión. De abril a junio de 1933 cumplió pena como preso gubernativo en el barco-prisión Manuel Arnús. En julio de 1936 desempeñó el cargo de secretario del Consejo de Obreros y Soldados (organismo encargado de la depuración de fascistas en la Guardia civil, Guardia de Asalto y Ejército), dependiente del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña (CCMA) En octubre de 1936, disuelto ya el CCMA, fue nombrado Jefe de Servicios de Orden Público de la Junta de Seguridad Interior, en dura rivalidad y continuos enfrentamientos con la Comisaría general y el consejero de Seguridad Interior (Artemi Aguadé de ERC), dominada por estalinistas y ERC. Creó un rondín propio, conocido como “els nanos d´Eroles” y un servicio de información, anexos ambos a su cargo policial. Ese servicio de información de Eroles colaboraba y compartía datos, investigaciones y noticias con el servicio de investigación e información cenetista dirigido por Manuel Escorza del Val. Eroles también coordinaba otros grupos de acción:
Que el 8 de octubre Barcelona siguiera estando sometida a numerosos controles internos, mediante barricadas y patrullas, nos da idea de la fuerza amenazadora de la CNT, que el gobierno de la Generalidad quería domesticar mediante la participación de los dirigentes libertarios en una Junta de Seguridad, considerada como una institución auxiliar del Consejero de Seguridad Interior. El gobierno de la Generalidad necesitaba integrar a los cenetistas en esa Junta, si quería controlar el Orden Público. Que Dionisio Eroles y Aurelio Fernández considerasen la Junta de Seguridad, como un ente independiente del gobierno, y al Consejero, como un mero enlace entre la Junta y la Generalidad, explica las crecientes divergencias en el seno de la Junta. El 17 de octubre de 1936 el Consejo de la Generalidad efectuó los siguientes nombramientos: Comisario General de Orden Público (OP): Andreu Revertés Llopart (ERC), en sustitución de Enrique Gómez García; secretario general de OP: Josep Coll Torrelles (POUM); inspector general de Servicios de OP: Joaquín Olaso Piera (PSUC); Jefe de Servicios de OP: Dionisio Eroles Batlle (CNT). El 22 de octubre Eroles y Escorza por CNT, Pedro Herrera por la FAI, Antonio Sesé y Rafael Vidiella por UGT y Felipe García por el PSUC, firmaron un pacto conjunto de unidad antifascista, con el objetivo declarado de ganar la guerra al fascismo. El 4 de noviembre, Solidaridad Obrera publicó, en portada, un breve artículo de exaltación y aliento a los nanos d´Eroles, en el que se afirmaba que “los grupos de investigación creados por Dionisio Eroles, jefe de los Servicios de Orden Público, trabajan sin cesar y con el mayor acierto”. Las acciones de esos grupos de investigación eran “mazazos” contra la quinta columna barcelonesa. Se afirmaba que Eroles hablaba de sus nanoscon el fervor propio de un padre. El articulista terminaba glorificando “a los camaradas de las Patrullas de Control”, a los que debía “Barcelona su tranquilidad”. El 13 noviembre 1936, Eroles impidió la huida de Azaña a Francia, sometiéndolo a una intensiva vigilancia policial, incluida la amenaza a su guardia personal de las nefastas consecuencias que tendría para ellos la escapada de Azaña al extranjero. El 15 de noviembre, La Vanguardia publicó la noticia de una entrega a la Tesorería de la Generalidad por parte de la Comisaría de Orden Público de diversos objetos valiosos, hallados en los registros efectuados en pisos abandonados por elementos facciosos. El diario detallaba el dinero y los objetos entregados, fruto de la labor policial del rondín de Eroles. Al parecer, una parte de estas entregas, habituales y de considerable valor, eran apropiadas por Eroles “para el sindicato”. Eroles consideraba ese “tesoro” como un elemento de negociación o socorro ante un futuro incierto y problemático. Ese “tesoro” lo custodiaba Eroles personalmente. El 20 noviembre de 1936, Eroles tomó rigurosas medidas para impedir las sacas de presos en la Cárcel Modelo, que se temía estallaran en represalia por los bombardeos navales fascistas contra la costa catalana, en Roses y oras poblaciones. Desde noviembre de 1936 hasta mayo de 1937 hubo constantes enfrentamientos de Dionisio Eroles y Aurelio Fernández contra Artemi Aguadé (ERC), consejero de Seguridad. Eroles se opuso a la constitución de Patrullas de Comarcas, en contra del criterio de Rebull (Rabassaires), porque escapaban al control de CNT. El 23 noviembre de 1936, Eroles propuso la disolución del Consejo de Obreros y soldados, porque obstaculizaban “la verdadera disciplina”. El 25 noviembre 1936, Eroles, secundado y ayudado por Manuel Escorza, desde el Servicio de Investigación e Información de la CNT-FAI y Liberato Minué (cuñado de Escorza) desde ese mismo servicio de espionaje en Francia, desbarató y denunció la planificación de un golpe de estado de Estat Català, dirigido por Joan Casanovas y Andreu Revertés. Según Eroles el comisario Revertés había preparado un complot que tenía “por finalidad la desaparición de los compañeros Aurelio Fernández, Vicente Gil y Solans”, este último secretario de Eroles, así como del presidente Companys. Todo apuntaba a que se trataba del temprano aborto de la preparación de un golpe de estado contra Companys, a causa de su “alianza” con los anarquistas, y que se proponía la eliminación física de varios dirigentes ácratas, “responsables de la anarquía imperante en Cataluña”, entre los que destacaba el nombre de Aurelio Fernández. El confuso objetivo final se orientaba a una independencia de Cataluña, fundamentada en el apoyo de las potencias fascistas de Italia y Alemania, que quedaría al margen de la República y de la España de Franco. Existía un hilo, ferozmente anticenetista, que unía la preponderancia catalanista-fascista de Dencás-Badía, en 1934, en el Departamento de Gobernación de la Generalidad, con el descontento de Estat Catalá por haber sido marginado del gobierno de la Generalidad tras el 19 de julio de 1936, que llegaba hasta ese ridículo intento de un golpe de estado contra Companys y sus aliados ácratas. El 26 diciembre de 1936, Eroles manifestó que presentaría su dimisión si tenía que enfrentarse al dilema moral de tener que reprimir los alborotos populares que se producían en las colas del pan. El 4 enero de 1937, la Junta de Seguridad acordó que cualquier registro o detención debería llevar, en el futuro, la firma del Comisario General (Eusebio Rodríguez Salas) o del Jefe de Servicios de OP (Eroles). Desde enero hubo constantes y violentos enfrentamientos personales de Aurelio Fernández y Dionisio Eroles, por una parte, contra Rodríguez Salas, por la otra, causados por la chulería y provocaciones del comisario general. Eroles ordenó numerosas incautaciones de almacenes ilegales de víveres, que destinó a abastecer los hospitales. El 27 de enero 1937, Eroles defendió la actuación de Patrullas y de CNT en La Fatarella. El 3 de febrero, Eroles reactivó el Consejo de obreros y soldados, ahora para evitar la creciente influencia y penetración del PSUC y UGT en los cuerpos policiales y en las unidades militares. El 19 de febrero 1937, Eroles denunció el uso de su nombre por parte de incontrolados que realizaban registros y detenciones indebidos, o no autorizados. Se escandalizaba ante el hallazgo de cadáveres en las afueras de Barcelona de gente fusilada, sospechando que algunos de tales desmanes (no todos) podían proceder de las filas cenetistas. Se trataba de un difícil proceso de transición, que pretendía que la violencia política y la represión de derechistas, curas y fascistas fuesen ejercidas sólo por las Patrullas de Control. Quería restablecerse el monopolio de la violencia por parte de la Junta de Seguridad Interior. Las jornadas revolucionarias de julio habían despedazado el monopolio de la violencia por parte del Estado entre una miríada de grupos autónomos, no sólo anarquistas o sindicalistas, que la ejercían por su cuenta y riesgo, sin apenas control alguno, ni obligación de dar cuentas a nadie. El 24 de febrero 1937, Aguadé citó varios casos “en los que agentes de la autoridad han saqueado e incluso han asesinado”. Citó los casos de Vilanova i la Geltrú y de Centelles. En el primer lugar una mujer fue sacada del hospital, donde era tratada de las heridas recibidas por los autores del primer intento de asesinato, para rematarla. En el segundo, unos detenidos bajo promesa de no hacerles nada, también fueron asesinados. Informó Aguadé del proceso abierto en Francia con motivo del hallazgo, en Céret, de una maleta llena de oro, que un delegado del frente de Aragón tenía en su poder. Continuó Aguadé, refiriéndose a la Torre dels Pardals (Bonanova), “donde actúa un Comité de la FAI, con intervención de elementos que están en la comisaría de Orden Público, a las órdenes del Jefe de Servicios”. Era un ataque directo contra Eroles, que detentaba ese cargo de Jefe de Servicios de OP. Aguadé explicó que, en esa Torre, “había muchos detenidos, a los que se ofrecía pasaportes a tres mil pesetas”. Leyó Aguadé “un informe que da detalles de cómo actúan, bajo la dirección de un jorobado”. Aguadé atacaba ahora a Escorza, ya que ese jorobado no podía ser otro que Manuel Escorza del Val. Aguadé afirmó que no podía actuar contra esos agentes (Eroles, Escorza y Asens), porque “no están al servicio del Gobierno, sino al servicio personal de Jefes que no secundan las órdenes del Consejero”. Aguadé planteaba valientemente la cuestión evidente de la existencia de varios poderes en el departamento de OP. Y lo hacía en un marco favorable: el Consejo de la Generalidad, y en un momento adecuado: la denuncia por parte de Companys de la gravedad del desorden público imperante. Pero se echaba en falta la explicación histórica y política de la situación existente en Orden Público. El pacto, que acordó la entrada de la CNT en el gobierno de la Generalidad y la disolución del CCMA, había tenido como contrapartida que la CNT se asegurase un papel preponderante en Defensa y en Orden Público. Se creó especialmente la secretaría de Defensa para que fuera ocupada por García Oliver, y cuando éste dimitió por haber sido nombrado Ministro de Justicia de la República, se suprimió tal cargo, con la promesa de que Sandino (consejero de Defensa) sería sustituido por un cenetista. También se creó (a principios de octubre de 1936) la Junta de Seguridad Interior, con un reparto equilibrado entre las distintas fuerzas en presencia: Aguadé (ERC) consejero de OP, Eroles (CNT) Jefe de Servicios de OP; Aurelio Fernández, secretario de Patrullas de Control; Asens, Jefe de Servicios de Patrullas de Control. El cargo de comisario de OP, controlado también por ERC, tuvo un accidentado curso histórico, más imputable a la incompetencia y corrupción de quienes lo desempeñaron, que a la acción crítica y erosiva de la CNT, con la detención y fusilamiento de Revertés, la dimisión de Martí Rouret y finalmente su desempeño por parte de Eusebio Rodríguez, militante del PSUC. La situación de ruptura y enfrentamiento existente en la Junta de Seguridad Interior fue uno de los factores fundamentales que explican las sangrientas Jornadas de mayo de 1937. El 27 de febrero de 1937 se produjo una manifestación de guardias civiles dando mueras a Eroles. La Guardia Nacional Republicana (GNR: antigua guardia civil), de Asalto y Seguridad asistieron en formación militar al entierro del agente-conductor Juan Vila, muerto a tiros en Granollers, dos días antes, por gente armada de la población, cuando había ido a proveerse de alimentos. Al pasar la comitiva fúnebre por las Ramblas se produjeron incidentes. Los manifestantes, “precedidos por la bandera nacional y de las bandas de tambores y cornetas de la GNR, se encaminaron hacia el Palacio de la Generalidad”, para protestar por la injurias recibidas por la bandera y por el uniforme. Fueron recibidos por Companys: “hiciéronle presente su entusiasmo y leal adhesión”. Se desplazaron a la Comisaría de vía Layetana, donde tuvieron una tensa entrevista con el teniente coronel Arrando. Los manifestantes corearon diversas consignas, y se oyó, entre otros, el grito de “¡Muera Eroles!”. Se presentó en comisaría Aguadé, consejero de Seguridad Interior, para apaciguar los ánimos. Los comisionados de las fuerzas policiales presentes exigieron un mando único, controlado por la Generalidad, y después se disolvieron, sin más incidentes. Ese mismo día el CR reivindicó a Eroles y rechazó la manifestación. A continuación, el Comité Regional informó al Congreso (de sindicatos catalanes de la CNT) sobre la reunión del Consejo de la Generalidad en la que se discutieron los temas de orden público, sin llegar a ningún acuerdo “por discrepancias de orientación”. El CR informó que ayer noche se designó una ponencia, que hoy se había convertido ya en un proyecto de acuerdo, pero entonces se produjo, “el incidente de este mediodía con la manifestación de la fuerza pública”. Reunidos CR, consejeros cenetistas en la Generalidad y la Junta de Seguridad, se acordó “que en el Consejo que se celebra esta noche se ponga como condición previa la de que el Gobierno de la Generalidad ha de publicar una nota reivindicando al compañero Eroles, que representa a la CNT-FAI en el seno de la Junta de Seguridad”, ya que en la manifestación de guardias de asalto y guardia civil del mediodía, ante la Comisaría de Orden Público, se habían dado gritos de “¡Muera Eroles!”. Se había acordado además que, en caso de no aceptación de tal exigencia, los consejeros cenetistas dimitirían de sus cargos. Profesiones Liberales propuso al Congreso que manifestara “la más completa solidaridad con el camarada Eroles, que está sostenido y apoyado por toda la Organización Confederal de Cataluña”. El pleno dio su acuerdo mediante aclamación y el presidente manifestó su aprobación formal por el congreso. El 1 de marzo de 1937 Mi Revista elogiaba a Eroles por “los nuevos servicios prestados a la causa antifascista por Eroles, Solans y demás nanos a sus órdenes”. El 4 de marzo, el DOG publicó siete Decretos y dos Órdenes, mediante los cuales se disolvían las Patrullas de Control y se creaba el Cuerpo de Seguridad Interior, fundamentado en la unificación de la Guardia de Asalto, que ya estaba a las órdenes del gobierno de la Generalidad y la Guardia Nacional Republicana (GNR: antigua guardia civil), que dependía hasta entonces del gobierno central. La importancia del nuevo cuerpo radicaba en que esa nueva fuerza de orden público, al servicio exclusivo del gobierno, desplazaba totalmente a las Patrullas de Control. Ningún funcionario del nuevo Cuerpo podría estar afiliado a sindicatos o partidos políticos. Al mismo tiempo se decretaba la disolución de todas las Consejerías de Seguridad o Defensa en los Ayuntamientos, y se disponía la retirada de los puestos fronterizos con Francia de las patrullas de milicianos y de los comités de investigación o control. Era el final de un largo proceso, que terminaba con la dualidad existente en la gestión del Orden Público en Cataluña, entre CNT y Generalidad. Sin embargo, la orden de disolución de las Patrullas de Control no sería efectiva hasta el 5 de junio de 1937, y aún entonces como consecuencia de la derrota cenetista tras los Hechos de Mayo, triste colofón del desarme de los proletarios, previo a la represión generalizada del movimiento obrero anarquista. El 20 marzo de 1937, el CR nombró asesores del CR, en el área de Orden Público, a Aurelio Fernández, Dionisio Eroles y José Asens; Investigación: Arias, Escorza, Riera, Portela. Justicia: Batlle. El 1 de abril Mi revista volvió a elogiar al grupo de Eroles por sus acciones contra la Quinta Columna. El 6 de abril se reunió el Comité Regional en la Casa CNT-FAI. Asistió el compañero Torres, de Perpiñán, que explicó la situación del movimiento anarquista en Francia y los proyectos existentes. Detalló los obstáculos que encontraban para el envío a Cataluña de armas y víveres, así como el sabotaje de los estalinistas. Anunció la celebración de un gran mitin en París en favor de la revolución española. Valerio Mas leyó una carta “dirigida a Companys, referente a la crisis actual” y su respuesta, que se proyectaba publicar en Solidaridad Obrera, como culminación de “un ataque escalonado en defensa de la verdad y justificación” de la posición cenetista. Sanidad narró lo recientemente ocurrido en Olesa de Monserrat, donde, en un enfrentamiento con la antigua guardia civil, murió uno de éstos, produciéndose posteriormente la detención de ocho militantes cenetistas, su maltrato y el saqueo del pueblo por parte de los refuerzos enviados por la guardia civil. Las órdenes partieron de Rodríguez Salas, que contaba con la colaboración del PSUC. Tarrasa, Esparraguera y Olesa declararon la huelga general y los confederales se levantaron en armas, exigiendo la liberación de todos los detenidos. En ese momento entró Eroles en la sala de reuniones, manifestando que había intervenido desde el primer momento en este asunto. Aguadé estaba interesado en retener a los presos. Abogó en favor de que el CR protestase enérgicamente, exigiendo la inmediata libertad de todos los detenidos. Eroles analizó el momento presente, explicando que la voluntad de dimisión, expresada por Companys, había agravado la situación del Orden Público, ya que PSUC y UGT aprovechaban cualquier conflicto para alterar el orden, como había sucedido, por ejemplo, con el reciente entierro de un guardia. Eroles puso en alerta al Comité de Defensa (presente en esta reunión), por si al día siguiente esos “indeseables” conseguían amotinar a los asistentes al entierro de un guardia, fallecido en Olesa. El 8 de abril de 1937, Rodríguez Salas, Comisario general de OP, facilitó al mediodía un informe a la prensa, en el que desvelaba la enorme tensión vivida recientemente, exigiendo “que la calle no sea controlada por nadie más que no sea la fuerza pública, o bien otras organizaciones de la misma índole”. Aseguró que se había restablecido la normalidad en Olesa de Montserrat, “alterada por los hechos ocurridos el pasado domingo”. Eroles, Jefe de los Servicios de OP, también entregó, ese mismo mediodía, una nota, en la que se quejaba del desarme de los serenos en repetidas ocasiones, amenazando con aplicar el máximo rigor de la ley a quienes lo realizaran de nuevo. Explicó que el miércoles día 7, a las cinco de la tarde, había recibido una llamada telefónica, que le informaba del desplazamiento a Olesa de una camioneta de Guardias de Asalto, enviados para sofocar toda alteración del orden, que pudiera producirse a causa de la declaración de huelga general, “planteada con motivo de las detenciones hechas el día anterior [día 6], relacionadas con la muerte de un guardia nacional republicano”. Eroles informó que había enviado a Olesa al agente Rafael Bardas, acompañado de los agentes Balagué, Jofre y Tudela, “a fin de buscar una solución al conflicto planteado”. Bardas dialogó con el mando de los Guardias de Asalto, que le respondió naturalmente que obedecía órdenes superiores. Bardas aseguró a Rodríguez Salas que si ordenaba la retirada de los guardias de Asalto de Olesa, él se comprometía a normalizar la situación en el pueblo. Rodríguez Salas exigió a Bardas un documento firmado en el que constara tal compromiso. Entregado tal papel al mando de los guardias de Asalto, éstos se retiraron y regresó la tranquilidad al pueblo de Olesa. Bardas contactó con los responsables cenetistas para terminar con la huelga, que se desconvocó para el día siguiente mediante un pregón. El sábado 10 de abril, el cenetista Hilario Esteban, en un detallado informe a Eroles sobre recientes acaparamientos de armamento, anunciaba que ERC, PSUC y gobierno de la Generalidad se estaban preparando para un inminente enfrentamiento armado contra la CNT. Deducía el informador “que la Esquerra de Catalunya y la UGT y el PSUC son una misma persona por cuanto se reúnen Artemio Aguadé, Sesé, Rodríguez Salas y otros que no sé quiénes son, pero que esto es en vísperas de acontecimientos”. El 14 de abril de 1937 se produjeron alborotos y manifestaciones en todos los mercados de Barcelona en protesta por los precios y escasez de los alimentos y del pan. Luego “la manifestación se dirigió por la vía Durruti hasta la Comisaría General de Orden Público, destacándose también una comisión, que subió a entrevistarse con el jefe de los Servicios, compañero Dionisio Eroles, del que solicitaron la libertad del individuo que había sido detenido por la mañana, con motivo de los incidentes promovidos por la protesta”. La eficiencia de Dionisio Eroles en la persecución de desafectos al régimen y en el descubrimiento de grupos fascistas y depósitos de armas fue un hecho muy destacado y sobresaliente, y así se lo reconoció toda la prensa e incluso muchos de sus peores enemigos. El sábado 17 de abril los diarios recogieron las declaraciones realizadas por Eroles el día anterior (16) que, a preguntas de los periodistas “sobre varias denuncias presentadas por diversos ciudadanos perjudicados en diversos registros efectuados, en los que han sido recogidas armas cortas, controladas por entidades sindicales y políticas”, dijo: “Desconozco que existan disposiciones que ordenen a las fuerzas de Orden Público llevar a cabo registros y recogida de armas de fuego, a pesar de que sus portadores sean autorizados por las respectivas sindicales o partidos políticos que forman el bloque gubernamental. Los poseedores de estas armas lo son por seguridad personal del militante, que no deja de ser un movilizado en la retaguardia”. Tras negar Eroles que tal orden de recogida de armas fuese suya, y para terminar con el confusionismo existente en el campo del Orden Público, quiso recordar a todos los ciudadanos, y muy especialmente “a los jefes responsables del Cuerpo de Investigación y Vigilancia de la Generalidad”[1] los acuerdos alcanzados en la Junta de Seguridad, publicados en el DOG del 25 de octubre de 1936, según los cuales “las autorizaciones para practicar registros domiciliarios habrán de emanar del comisario general de Orden Público, del jefe de los Servicios de Comisaría o de las autoridades en que ellos deleguen”. Existía, además, la obligatoriedad de que figuren, en la autorización, los nombres de los funcionarios encargados del registro. En realidad, lo que Eroles estaba denunciando era que Rodríguez Salas había iniciado el desarme sistemático de los militantes cenetistas, en preparación de un enfrentamiento planificado y previsible a corto plazo. La definición que da Eroles del militante cenetista armado como MOVILIZADO EN LA RETAGUARDIA merece ser subrayada como propia de la mentalidad anarcosindicalista del momento: la guerra se libraba en el frente, pero también en la retaguardia. Ese mismo día, Dionisio Eroles envió una nota, dirigida a todos los Comités y Presidentes de Sindicatos, en la que les comunicaba que había autorizado a Riera a reunirse con todos ellos, uno a uno, “para terminar con las famosas desapariciones de ciudadanos y para acabar con ciertos hechos que en nada favorecen a la Organización”, con el objetivo de unificar las actividades en el campo del Orden Público (OP): “Hoy no es posible hacer lo que podía realizarse en los primeros meses del movimiento. Estamos en otra etapa del mismo, el cual determinará actuar de otra forma y de otra manera”. El 27 de abril de 1937 Dionisio Eroles hizo revisar los expedientes de los presos gubernativos en Comisaría y en el Preventorio Judicial, consiguiendo la libertad de cien detenidos cenetistas. El 3 de mayo 1937 la Soli[2] precisaba que las fuerzas de OP estaban formadas por guardias de asalto y guardias civiles (ahora Guardia Nacional Republicana), que al parecer no pudieron ascender más allá del octavo piso, que el despliegue de las fuerzas en las calles y azoteas adyacentes al edificio de la Telefónica fue espectacular, “con gran lujo de armamento y atuendo bélico”, atrayendo la atención “de miles de personas”. Se hicieron correr rumores de que la FAI era quien asaltaba el edificio. A la media hora de iniciarse el asalto a la Telefónica, “se presentaron en ésta Díaz, de Defensa; Asens del Secretariado General de Patrullas, y Eroles”, que “intervinieron oportunamente” para que los cenetistas de Telefónica “depusieran su justa actitud” y “dando una prueba de sensatez y serenidad, obedecieron las indicaciones de los camaradas citados”. El 4 de mayo, cinco compañeros de la escolta de Eroles (els nanos) fueron sacados de sus hogares y asesinados. El 5 de mayo, Valerio Mas, secretario regional cenetista, había sido nombrado consejero de la Generalidad, siendo sustituido en la secretaría de la CNT por Eroles, que fue Secretario provisional de la CRTC desde el 5 de mayo al 2 de julio de 1937, cuando dimitió por temor a ser detenido. El 16 mayo, José del Barrio, secretario regional de UGT, elaboró un informe en el que lamentaba que Eroles ocupase el cargo de secretario del CR cenetista, porque lo consideraba “representante y defensor de los grupos de incontrolados y de las Patrullas de Control, ex-Jefe de Servicios de OP durante los últimos sucesos sangrientos”. El 19 de mayo 1937, Eroles aconsejó “a todos los presentes que mañana, pongamos toda nuestra capacidad para atenuar los efectos desastrosos que a nuestros compañeros les habrá causado la solución de esa crisis”. Alentó a los presentes a que se preparasen “para trabajar aunque sea en la clandestinidad con los mismos esfuerzos [con los] que lo hacíamos antes”. Se entabló un debate entre el CR de la CNT y el compañero representante del CR de la FAI (Severino Campos), porque éste no estaba de acuerdo con que en el manifiesto del CN se ensalzara de tal forma a Largo Caballero. Eroles y diversos compañeros intentaron convencer a Severino Campos. En 1938 trabajó en la Comisión Asesora Política (CAP), junto a Juan Arans, José Corbella, Antonio Costa, Germinal Esgleas Jaume, Aurelio Fernández Sánchez, José Gallart, Juan García Oliver, Francisco Isgleas Piarnau, Emilio Mas, Eulario Oña y José María Sabaté. Prosiguió sus tareas en el Servicio Especial de Información, investigando las personas, acciones y tácticas que suponían un peligro para la CNT. En agosto de 1938 los servicios de espionaje de Eroles y Escorza intercambiaron información sobre Doménech Padrós, en una estrecha colaboración para desenmascararlo y detenerlo, como habían realizado anteriormente en numerosas ocasiones con óptimos resultados. De los campos de concentración a su desaparición Abandonó Barcelona el 26 de enero de 1939, cuando las tropas franquistas entraban ya por el Tibidabo y Montjuic. Llegó en coche a la frontera. En París participó en los esfuerzos por reconstruir la CNT en el exilio, junto a Marianet y Esgleas, pero pronto fue apartado ante su negativa a entregar el botín que se suponía que atesoraba. Cuando Eroles logró establecerse cerca de Perpiñán, halló a Joan Solans Vallverdú, su mano derecha durante tanto tiempo. Eroles fue detenido por indocumentado, en marzo de 1939, en un control rutinario y condenado a un mes de cárcel. Al poco de su liberación, el Prefecto del departamento de los Pirineos Orientales supo que estaba fichado por los servicios centrales de la policía francesa como “anarquista fanático muy peligroso”. De hecho, el espionaje francés tenía informes de los principales líderes anarquistas desde 1936: constaban Durruti, Mariano Rodríguez, García Oliver, Federica Montseny, Abad de Santillán, Portela, Aurelio Fernández y alguno más. Todos fueron calificados como muy peligrosos, recomendándose prohibir su entrada en el país. Por ello el Prefecto decidió la expulsión de Eroles, ordenando su búsqueda y captura, pero él ya se había ido. Desde Toulouse se fue a Montauban, a principios de mayo. Sabiéndose perseguido, cambió de identidad y logró pasar un tiempo desapercibido. La policía acabó localizándolo unos meses después, pero los suyos informaron que había embarcado en Burdeos con destino a Chile; escapó, pero fue detenido el 28 de marzo de 1940, cerca de Montauban, y fue llevado al campo de concentración de Le Vernet d’Ariège. Aquí coincidió con otros cenetistas, como Antonio Ortiz y Víctor Castán, destacados jefes militares durante la contienda. Víctor Castán, durante los primeros años del exilio, fue uno de los hombres de confianza de Germinal Esgleas. Éste, al frente del Consejo del Movimiento Libertario, utilizó todos los medios para recuperar los fondos dispersos de la CNT. Eroles analizó con Ortiz las posibilidades de escapar del campo. Castán preguntó inquisitivamente a Eroles sobre el paradero del moniato (término coloquial con el que se referían al botín acumulado durante la guerra). Eroles procuró evitar a Castán, pero su situación personal era desesperada. Estaba solo y aislado, tanto de la red del grupo Ponzán como de los viejos compañeros cenetistas. El testimonio de Ortiz, cuando aún seguían en el campo de Le Vernet, señala que los encuentros entre Eroles y Castán eran muy violentos. Asesinado y desaparecido en 1940, en el exilio andorrano, según una vieja y primeriza versión. Hay una línea de investigación que sitúa su fallecimiento en 1942, en Marsella, después de varios meses de servicios en el Deuxiéme Bureau del espionaje francés, según declaraciones de su hermano Isidro Eroles a la policía española en 1951. Pero todo es muy confuso y no pasa de ser una mera hipótesis, no confirmada documentalmente. Quizás se trataba sólo de unas declaraciones de Isidro Eroles para librarse de la presión policial. El mejor investigador del exilio y de la desaparición de Eroles, su sobrino-nieto Roland Eroles (véase su biografía sobre Dionisio Eroles en Entusiastas Olvidados, Descontrol, 2016) explica que la desaparición de Dionisio se debió a su tozuda negativa a entregar el botín de guerra a la organización cenetista en el exilio. Tras un violento encuentro con Víctor Castán, hombre de confianza de Germinal Esgleas, y miembro del grupo Ponzán, que le reclamaba la entrega del moniato, Dioniso Eroles desapareció en 1941 sin dejar rastro.
Dionisio Eroles en el centro. Foto tomada en el Palau de la Generalitat.
A la izquierda de la foto Josep Xena. A la derecha de la foto un periodista.
Agustín Guillamón
Publicado en catalán en Catalunya núm. 194 (juliol-agost 2017)
Catalunya es el órgano de la CGT catalana
[1] Este organismo había escapado a la depuración a la que fueron sometidos Guardia de Asalto y Guardia civil por parte de los Comités de Obreros y Soldados y, desde agosto de 1936, gracias a Gómez García, se había convertido en un cuerpo de policía de unos 400 agentes, absolutamente fiel al gobierno de la Generalidad.[2] “Una provocación incomprensible”. Solidaridad Obrera (4 mayo 1937), p. 8. [El 3 de mayo la Soli no fue publicada]. Read more ... |
Posted: 14 Feb 2018 02:09 AM PST
ANTROPROCENO.-
Indudablemente la realidad es lo que le está pasando a una persona en ese mismo momento. Por lo tanto cada una tiene su realidad. Pero que pasa cuando la realidad de uno viene determinada por la realidad del otro, pues que pasa de ser individual a colectiva. ¿Como podemos saber cual es ahora la realidad y en que situación estamos? El ser humano desde su aparición en la Tierra, su instinto lo ha llevado a procurar sustentarse, procrear y medrar. Este último interés a lo largo de los siglos (a diferencia de las otras especies de animales y plantas) ha sido el fenómeno que lo ha conducido a tomar posesión de los recursos que le ofrece la naturaleza y así hasta crear ciertas estructuras sociales y económicas, que más o menos hoy en día aún están vigentes. Tomemos de la realidad colectiva, ahora que nos es posible a través de la tecnología socavar información de múltiples datos opuestos entre si y reformular un criterio propio que más se acerca a la realidad y así es como determino los factores de mí supuesta realidad. Y me he dado cuenta que el mundo de los humanos en la actualidad es mayormente caótico, sin apenas sentido común y además está enfermo, también cabe decir que hay pequeñísimas excepciones. ¿Esto es consecuencia natural de la biosfera como especie?. O ¿Es una anomalía inducida por nuestro comportamiento irracional? Desde el punto de vista arqueológico y antropológico se sabe que el Homo Sapiens data aproximadamente de unos 180.000 años atrás, la evolución los iba conduciendo hacia la civilización, es decir, se estaban humanizando. Fue el asentamiento, la introducción de la agricultura y la domesticación de algunas especies de animales para sustentarse, el detonante por el cual unos iban adquiriendo comodidad y privilegios mientras otros mermaban y se esclavizaban. Y esto fue posible gracias a la implantación de la Propiedad, la Herencia y sus leyes protectoras, forjándose así el Estado. A partir de ahí se inició un proceso de deshumanización para el colectivo y la evolución dejaba de lado de ser social para encaminarse hacia la industria de los materiales y la tecnología. Por su crecimiento en número se puede determinar que una especie prospera. El crecimiento en población varia según las épocas y según los lugares, pero se sabe más o menos el total global. En 1800 había en el mundo unas 1.000 millones de personas, en 1900 unas 1.600 millones, en 1987 unas 5.000 millones. O sea la especie humana actual ha tardado 178.200 años en tener una población de 1.000 millones de personas, 100 años para sumar 600 millones más, 87 años para sumar 3.400 millones más y 31 años para llegar a ser 7.600 millones de personas en la actualidad en un Planeta que no ha variado su masa ni un ápice. Esto ha conllevado a engrosar una masa biológica devoradora de recursos de todo tipo, transformando de manera irreversible el proceso natural biológico, geológico y climático. Y por esta razón estamos en el Antroproceno, una era totalmente desconocida creada por el ser humano y que no tiene marcha atrás. Cualquier ser vivo para mantenerse en ese estado, requiere de energía para conseguir alimento, abrigo y desarrollarse, y así sucesivamente. La lucha por la supervivencia era totalmente muy dura al principio, pero los inventos y la fabricación de artilugios hizo prosperar a la humanidad de forma numérica. Pero fue gracias a la energía generada por la facilidad de substraer a los combustibles fósiles, primero el carbón y después los hidrocarburos que la hizo despegar de manera vertiginosa hasta nuestros días. Sabemos que los combustibles fósiles ya son muy difíciles de extraer y además se están agotando, pero su búsqueda y consumo sigue siendo frenético. Se culpa al CO2 del efecto invernadero que causa el Cambio Climático, en parte si y mucho, ya que hemos desenterrado el carbono que permanecía bajo tierra por millones de años y lo hemos devuelto a la biosfera. Pero uno de los desencadenantes más potentes para calentar la atmosfera es el metano (23 veces más potente que el CO2). Este proviene de la masa biológica y parte de su producción alimentaria (la ganadería), de la podredumbre de la basura acumulada en el fondo de los mares y océanos, de los lodos de los pantanos, las fugas en la extracción por fractura hidráulica y el más preocupante es el que se libera en todas las zonas muy frías del Planeta por la descongelación del permafrost, debido al aumento de las temperaturas, y que es donde se almacenan enormes cantidades de este gas. La comunidad científica aún está discutiendo que fecha poner al Antroproceno, ¿principio de la agricultura, la revolución industrial o hace 50 años? pero lo que todas concuerdan es que ya está aquí. Por la gran transformación que hemos generado, tanto química como geológica. Los océanos se calientan y se vuelven más ácidos, consecuencia: los sumideros de CO2 y de producción del imprescindible oxigeno como son el fitoplancton, las algas y los corales se mueren con una rapidez increíble, lo mismo ocurre con la masa forestal terrestre que ha desaparecido en casi un 50%. Otra consecuencia que nos indica que estamos de lleno en él es el micro-plástico (se fabrican al año unos 300 millones de toneladas de plástico) que una buena parte se funde en los océanos y en las zonas terrestres. Ya no hay posibilidad de recoger agua de lluvia sin micro-plástico, incluso se han encontrado micro-plástico en muchas placentas de los bebes. Las zonas agrícolas y circundantes están impregnadas de pesticidas y otros componentes tóxicos, además de cantidades de diferentes isotopos radiactivos que campan a sus anchas y que provocan enfermedades a todos los seres vivos. El Antroproceno es el promotor de la sexta extinción en masa, la extinción se ha multiplicado por 100 desde el siglo pasado (hay mucha gente que les da igual que se mueran las abejas y otros animales, pero en la quinta extinción, en tres meses desaparecieron los animales más grandes o sea los más poderosos). Hay una frase de Einstein que dice: "Si nos quedamos sin abejas no tardaremos más de dos años en morirnos de hambre". La polinizacion por insectos, pájaros y murciélagos garantiza o incrementa la producción en 87 especies de plantas alimentarias, se calcula que han desaparecido casi el 70% de ellos. Y que podemos decir de la tierra cultivable que sé está quedando estéril por la practica masiva agro-industrial, la desertización y la inundación causado por el cambio climático, puede que en menos de 50 años no podamos disponer de ella. Los hidrocarburos que han sido el "speed" de nuestra civilización nos están abandonando, el volumen de energía que se tiene que destinar para ser chupados de las entrañas de la Tierra ya se está aproximando al volumen de energía que ellos nos puedan proporcionar, (a eso le llaman tasa de retorno energético,TRE) más pronto que tarde entraremos velozmente en "un mono" permanente de consecuencias desastrosas. Toda nuestra subsistencia depende de ellos (agricultura, insumos, transporte, industria, sanidad, etc.). Y casi todo el mundo cree que ya inventaran algo, que la tecnología paliará este problema, pero lo que si se sabe es que la materia no se construye sino que se transforma. Podría enumerar muchas más cosas pero lo expuesto ya es bastante desolador. Y esto no está pasando en otra galaxia, no, pasa aquí y ahora, y hay que tener en cuenta que esto ha sido posible por nuestro comportamiento colectivo y generalizado (unos más que otros, claro). Echar las culpas al capitalismo como un ente abstracto no nos resta responsabilidad. La humanidad ha llegado hasta aquí por si sola sin ninguna injerencia extraterrestre. Y esto es un hecho. Muchos piensan que estos datos que nos proporcionan los trabajadores en estas disciplinas son exagerados y que si fuesen tan urgentes las élites tomarían parte en solventarlos, porque también les va la vida. Pues bien, las élites, las que están en la estratosfera, hace ya mucho tiempo que son conocedoras de las consecuencias del comportamiento humano al fin y al cabo han sido ellas las que lo han planificado. Estas élites desean firmemente que su prole tenga continuidad y desde tiempo atrás están preparando el terreno para que así sea. Y las decisiones han sido y son tomadas de manera unilateral, aunque el sistema las pinte de colores. Lo único que lo puede impedir es el resto de la humanidad y lo saben, por eso nos están preparando la cama para debilitarnos y cavar nuestra propia tumba. Es por eso que hay tanto interés en monopolizar, privatizar y crear opinión publica. Estas élites son la bestia de la Propiedad (tal como decía J.Most); controlan más del 70% de los alimentos contaminados que nos enferman, los fármacos que nos mantienen con vida, la energía, todos los recursos que se necesitan para vivir y desarrollarse (agua, minerales, tierra, semillas transgénicas y no transgénicas), pero se reservan las semillas ancestrales en -"La Bóveda del Fin del Mundo", una gruta en una isla helada de Noruega, donde ahora están construyendo otra para almacenar información digitalizada de todo el Mundo. Con el tiempo nos han hecho más dependientes de sus designios y su seguro son las nuevas tecnologías, los mass media, la burocracia del Estado, las leyes, la policía y el militar. Los cabrones no han perdido el tiempo a la vez que se divierten diseñando espectáculo para que una gran mayoría esté permanentemente en el "limbo". La realidad actual ya es prácticamente imposible de cambiarla, seamos sinceros, el reloj que contaba las horas del Holoceno ya se paró y lo ha hecho bruscamente sin ni siquiera dejar tiempo de adaptación. ¿Que podemos hacer las personas que aspiramos a un mundo desde otra perspectiva? Muy poca cosa para cambiar la tendencia pero si para desbaratarla, con apoyo mutuo y con "la Idea" se pueden crear parcelas colectivas y autónomas lo más autosuficientes posibles para ir desligándose de la dependencia, una vez consolidadas se podría discutir su confederación. Y si hay posibilidad para que el ser humano continúe permaneciendo en la Tierra que sea por lo menos como "Homo Novus" y nazca envuelto con una manta de color roji-negro unido en diagonal y haber aprendido la lección.
Febrero 2018, Joan LLopart Piñol
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Posted: 12 Feb 2018 12:07 PM PST
Educar para alcanzar la utopía
En un evento libertario reciente en el que participé, relacionado con la Revolución Bolchevique y el anarquismo, sentados a mi lado había dos jóvenes de unos veinticinco años, chico y chica, que al final del debate comentaban entre sí la conferencia con un cierto conocimiento de causa, se veía que habían leído sobre el tema. En un momento dado, mostraron abiertamente su desconocimiento sobre los personajes revolucionarios Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht, y también sobre los espartaquistas y la República de Weimar, que habían sido mencionados durante el debate posterior a la charla. Sin que me dieran permiso, me metí en la conversación, haciendo un breve apunte sobre todo ello, situado en el contexto del movimiento obrero internacionalista, en este caso el alemán. Después de un rato de buena tertulia, sentados cómodamente ante unos cafés, la conversación derivó hacia el mundo académico; los dos habían estudiado bachiller y después sendas carreras universitarias; según pude apreciar, poseían unos conocimientos culturales muy por encima de la media. A pesar de ello, mostraban lagunas históricas importantes por el simple hecho de que durante sus estudios apenas habían tomado contacto con la Historia Contemporánea ni sobre otros aspectos, literario artísticos, relacionados con ella. Esta anécdota me hizo reflexionar después, fui consciente de que a pesar del hecho fehaciente de que hoy en día existen más universitarias que en otros momentos de la historia de nuestro país, el analfabetismo en lo que se refiere a cultura general socio política es rampante. Es obvio que los estudiantes, hombres y mujeres, de nuestro tiempo no son responsables de su ignorancia, pero sí las generaciones anteriores, por ejemplo, la de sus padres. Desde este punto de vista, cuando nos planteemos estrategias y tácticas emancipadoras a corto, medio y largo plazo, tenemos que tener presente la educación en el pensamiento crítico y en la culturización imprescindible para poder construir sobre seguro. La perenne obsesión de nuestros tatarabuelos cuando intentaban transformar las mentes de sus congéneres para que vislumbraran la revolución social, era culturizarles, y empezaban por montar una biblioteca. Si se la cerraba el Estado, iniciaban otra, siempre de manera incansable, porque sabían perfectamente que hay que acumular conocimiento para así cultivar nuestra capacidad de imaginación. No se pude edificar la «utopía» si antes no la hemos visualizado en nuestras conciencias libres. Por tanto, no solo tenemos la obligación de crear bibliotecas sino también de dar charlas de los más diversos temas, que enriquezcan a los compañeros, compañeras y gente próxima en general, que se acerquen a nosotras, para que el hambre de saber, la curiosidad que los humanos llevamos dentro desde el nacimiento, se manifieste con vigor y conduzca, necesariamente, al despertar de esa otra hambre, la de justicia social. No demos por sabido nada, no demos por supuesto nada, la práctica cotidiana nos enseña que las tareas a realizar en nuestro entorno son ingentes y variadas, todas son importantes, algunas imprescindibles, y una de ellas es la derivada de la extensión del conocimiento en todas sus manifestaciones, primero para combatir la ignorancia, y segundo para expandir la idea de que los seres humanos podemos aprender mucho de aquellas personas que nos han antecedido y han dejado su testimonio para la posteridad. Sumario:
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Grupo Libertario Pensamiento Crítico
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