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El BAII golpea el tablero financiero mundial
Ulises Noyola Rodríguez
ALAI AMLATINA, 28/02/2018.- Ante el asombro del
mundo, el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura
(BAII) suma ya a 84
países en su lista de integrantes, con lo cual desbanca
rápidamente al Banco Asiático de Desarrollo. Interesada en
trabajar de forma
colectiva, China realizará seguramente sus proyectos de
infraestructura, pero tendrá
que conciliar una gran variedad de intereses para lograr sus
ambiciosas iniciativas.
Los préstamos del
BAII se otorgaron, en un primer momento, en pequeñas cantidades
y financiaron sólo
veinticinco proyectos en su arranque de
operaciones. Además, el banco financió sus proyectos de
infraestructura con la
colaboración de instituciones financieras multilaterales como el
Banco Mundial,
el Banco Asiático de Desarrollo y el Departamento para el
Desarrollo
Internacional del Reino Unido.
Al buscar conciliar
los intereses de sus miembros, la colaboración del BAII con las
instituciones
multilaterales se interpretó como un intento de conseguir la
aprobación de
todos sus miembros para sus primeros préstamos. En este
contexto, el banco
tiene un largo camino por recorrer en ir concretando el
financiamiento de sus
proyectos de infraestructura y conseguir su propia autonomía
financiera. Su
capacidad financiera resulta abismal, ya que podrá prestar una
cantidad total de
250,000 millones de dólares.
Por el momento, el
banco tiene la oportunidad de afianzar su presencia en los
países del Sudeste
Asiático, que sufrieron los programas del Fondo Monetario
Internacional después
de la crisis financiera asiática en la década de 1990. Cabe
recordar que dichos
programas implicaron la venta de numerosas empresas estatales,
la privatización
de servicios públicos y el empeoramiento de las condiciones de
vida de los
asiáticos, factores que ensombrecieron el esplendor de las
economías asiáticas.
En contraste con las demás
instituciones multilaterales, los préstamos del BAII no demandan
medidas
regresivas para sus miembros, de suerte que sus créditos se
volvieron mucho más
atractivos en el Sudeste Asiático. Los proyectos de
infraestructura, que serán
financiados por el banco, estarán estrechamente vinculados con
la economía
china, con lo cual las ganancias económicas serán considerables
para los países
asiáticos.
De este modo, los
beneficios facilitarán, al crearse una amplia red de producción,
el pago de los
préstamos por parte de los países receptores en un corto
período, distribuyendo
así una enorme riqueza entre los habitantes de Asia. La
solvencia económica de
los países asiáticos hará que el banco pueda expandir su cartera
de préstamos
en diversas regiones subdesarrolladas, como es el caso de Asia
Central y África,
que se sumarían a las cadenas de valor del continente asiático.
Por otro lado, el
gran reto del BAII es lograr la utilización del yuan tanto en la
recepción de
sus fuentes de financiamiento como en el otorgamiento de sus
préstamos. Para
ello, el gobierno chino necesita todavía conseguir el apoyo de
los países
integrantes de la organización financiera, ya que solamente
diecisiete miembros pidieron la
autorización de que sus instituciones financieras pudieran
recibir pagos
denominados en yuanes.
En este sentido, el
banco recaudará por primera vez sus
fondos en dólares en los mercados financieros a mediados de
2018. Con la emisión
de bonos en dólares, el BAII conseguirá un financiamiento a
costos reducidos
por la sobreabundancia de liquidez en los mercados financieros.
A través de
esto, el banco comenzará a construir una sólida confianza entre
la comunidad
financiera internacional, al cumplir con sus primeros pagos con
sus acreedores
internacionales, para que pueda financiarse después por medio de
yuanes.
Pero la jugada
maestra del gobierno chino sería impulsar el yuan en las
transacciones
comerciales entre los países que integran la Ruta de la Seda,
con quienes
tendrá un comercio total de 2.5
billones de dólares para 2020. La explosión comercial, suscitada
por los proyectos
de la Ruta de la Seda, permitiría, además, la consolidación de
Hong Kong como
la principal plataforma financiera de Asia, donde se encuentran
actualmente
concentradas las transacciones mundiales en yuanes.
Ante el creciente
protagonismo de la moneda china, el poderío del dólar se vería
debilitado como
resultado del creciente número de instituciones financieras del
Primer Mundo,
que opten realizar sus transacciones financieras en yuanes.
Todas estas
transacciones denominadas en la moneda china crearía una fuerte
conexión entre
los centros financieros más importantes del mundo (Londres,
Frankfurt, Paris,
entre otros) y Hong Kong, que sería imposible de romper incluso
para Estados
Unidos.
Al aceptarse el yuan
como medio de pago, la inversión trasfronteriza de las empresas
multinacionales
chinas en la moneda china también puede ganar mucha fuerza en
los países de la
Ruta de la Seda, en los cuales China realizará inversiones en
obras de infraestructuras.
Para realizar esta labor, el gobierno chino está invirtiendo en
líneas de
transporte, parques industriales y vías de suministro de energía
que, sin duda
alguna, tienen el potencial de hacer escalar a la moneda china
entre las más
usadas en Asia.
El gobierno chino establecerá
paralelamente un mercado de futuros de
petróleo en Shanghai, en el cual los contratos se negociarán en
yuanes y
estarán respaldados en oro a partir de marzo de este año. Ello
implicará que los
productores de petróleo venderán su crudo en yuanes y
convertirán, si así lo
desean, sus ingresos en oro, con lo cual evitarán utilizar la
divisa estadounidense
y empezarán a desarticular el petrodólar apuntalada por Wall
Street.
Los miembros del BAII
se verán así beneficiados por el mercado de futuros de petróleo
de China, ya
que varios países, entre ellos Rusia, Venezuela e Irán,
sortearán mejor las posibles
sanciones económicas de Washington sobre sus ventas de crudo a
las empresas
estadounidenses. Por si fuera poco, el gigante asiático ya tiene
la capacidad,
al convertirse en el principal importador de petróleo, de
proporcionar un
mercado importante a los países petroleros, y con ello suplir la
pérdida de
ventas en Estados Unidos.
Por otra parte, el
éxito de las operaciones del banco depende principalmente de la
concreción de
las grandes obras de infraestructura de la Ruta de la Seda. Al
tener el banco prohibido financiar proyectos
en territorios disputados por dos o más naciones, una cantidad
de proyectos se
encuentran detenidos o bien avanzan con lentitud a causa de los
conflictos
territoriales entre China y varios países que integran la
organización
financiera.
Como la economía
india es la tercera más grande de Asia, las disputas más
controvertidas son los
conflictos de India en contra de los gobiernos de China y
Pakistán. El gobierno
indio, por ser el segundo accionista del BAII, ha podido hasta
el momento
retrasar la construcción de algunas rutas comerciales como el
Corredor
Económico China-Pakistán.
En el caso del
Corredor Económico China-Pakistán, la ruta comprende la
construcción de carreteras,
líneas de ferrocarriles, oleoductos y gasoductos, que provocarán
una
modernización de la infraestructura en Pakistán. Además, la
importancia
geoestratégica de la ruta es fundamental para
China, ya que permitirá el transporte de petróleo y gas
proveniente del Medio
Oriente y África, evitando pasar por el Estrecho de Malaca,
donde Estados
Unidos ejerce un control militar capaz de asestar un golpe letal
contra la
economía china
Al pasar por una
parte del estado pakistaní de Kashmir, la construcción del
corredor está obstaculizada
por la oposición de India, que disputa vehemente dicho
territorio con Pakistán.
Si el gobierno de Narendra Modi se empeña, a pesar de los
grandes beneficios de
la ruta comercial, en boicotear el corredor entre Pakistán y
China, solamente
terminará por aislarse de la nueva expansión económica de Asia.
Aunque existen dificultades
para realizar sus operaciones, el BAII está avanzando en la
implementación de sus
iniciativas haciendo que China se vuelva el motor de las
economías asiáticas. Pero
lo fundamental es que los proyectos del banco, comandados por el
gobierno de Xi
Jinping, también darán un fuerte soporte para que el resto del
mundo pueda
apoyar su crecimiento económico con el florecimiento de Asia.
Ulises Noyola Rodríguez
Colaborador del Centro de Investigación
sobre la Globalización.
URL de este artículo:
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