JUSTICIA… MANIPULADA COERCITIVAMENTE, ¿ES JUSTICIA?
C.A.B.A., Argentina, UNASUR-CELAC, EL EMILIO, Justicia en la Argentina.
Por Victor Leopoldo Martinez (*)
La mal llamada “justicia” argentina manipulada por un mentiroso gobierno “macrista” que llegó al control del poder político con una “cacareada” promesa “republicanista” de “respeto por la independencia de poderes” (y hago una salvedad para no meter a todos los integrantes del Poder Judicial en la misma bolsa), acciona hoy con inescrupulosos operadores en rango de jueces y fiscales que siguiendo precisas y “oportunas” instrucciones del ejecutivo –con fuerte apoyo “periodístico”- promueven y activan causas conocidas como “carpetazos” que incluyen fabricadas e infladas mediáticamente denuncias con fines de amedrentamiento y disciplinamiento de todos aquellos dirigentes políticos y gremiales que no acuerden con los espurios designios “PRO”; designios que pueden sintetizarse en: un continuo saqueo de las arcas del Estado y de las riquezas del país con el consiguiente hambreado para gran parte de la población.
Si esto es parte del juego democrático y no el perverso accionar de un gobierno coercitivo y antidemocrático, entonces la coerción ¿dónde está?
Lo más triste son los “dirigentes políticos” que desde bancas legislativas “acompañan” con presentaciones judiciales basadas en investigaciones truchas que solo sirven para grandes titulares distractivos en los medios monopólicos. En general se trata de historias armadas por inescrupulosos periodistas con “facturas de supermercados y/o del carnicero” e infladas al rango de “ corruptos negociados” que acercan a serviles legisladores de la causa “anticorrupción macrista” (Ocaña, Carrio, Stolbizer por citar 3 casos) y siempre terminan en lo que verdaderamente son: la mayoría de ellas, denuncias truchas. Lo grave y llamativo es que estos mismos legisladores miran para otro lado cuando los trapos inmundos que se ventilan a diario de manera escandalosa e incontrolable por medios alternativos son sobre las más que dudosas “operaciones y negociados económicos” que involucran a la mayoría de los funcionarios macristas –y al propio Macri-, situaciones y hechos que ni los medios adictos pueden desmentir en esa tarea de blindaje que le tendieron a la gestión macrista, el gobierno más corrupto que recuerde la historia nacional.
Es tan torpe por lo evidente la manipulación mediática en su afán por fabricar una imagen del gobierno de buen gestionador y de vender que la justicia es justicia solo si encarcela o persigue judicialmente la corruptela del gobierno anterior, que deja al descubierto su maniobra de simple cortina de humo para tapar y entretener a una sociedad domesticada por el monopolio mediático (Clarín, TN, Canal 13, Radio Mitre). Los mayores hechos de corrupción –Odebrech, Panama Paper, depósitos testaferreados en bancos norteame-ricanos, “prestamos” de cuentas en bancos de Andorra para hacer favores a los amigos, auto condonación de deudas fiscales, operaciones de blanqueos de evasiones fiscales y poco claros pases de manos de empresas en contratos por obras públicas con el Estado entre tantas otras- denunciadas judicialmente a través de las correspondientes presentaciones hechas por civiles y legisladores opositores se pasean , por los pasillos de tribunales esperando los fallos absolutorios expedidos por los mismos y corruptos jueces con la tranquilidad que da la impunidad de tener el control y el manejo del poder político-económico con el que se puede comprar jueces, fiscales y sentencias.
Sintéticamente: Estos impresentable personajes de la justicia priorizan supuestas corruptelas pasadas y se despreocupan de los abominable hechos de corrupción que a diario cometen funcionarios del actual gobierno, empresarios y banqueros que de manera elegante y con “guantes blancos” asaltan las arcas del Estado y asumen compromisos de endeudamiento externos con cláusulas leoninas comprometiendo la soberanía nacional de manera nunca antes vista ni vivida.
La manipulación coercitiva de la justicia es posible gracias al descarado apoyo de un periodismo monopolizado que opera como el principal instigador.
Por este camino la democracia y la república pasan a ser simple términos vacíos de contenido y ponen al país al borde del caos.
(*) Director de EL EMILIO
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