Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- Un vendaval libertario que llegó para quedarse
- CNT formaliza la convocatoria de huelga general para el 8 de marzo
- [Fanzine] Segunda puñalada al nacionalismo. Recopilación de textos anarquistas contra el nacionalismo
- El grupo de investigación Grasia estafa y reprime
- [Domingo 25feb] Jornadas: Mujer y salud - Mujeres Libres Madrid
- [Granada] Charla-debate "Anarquistas en la guerrilla, el Maquis"
- Marichuy y el CNI: historia de una autozancadilla
- La evolución y la revolución
Posted: 20 Feb 2018 10:05 AM PST
Encendiendo la mecha
Es un viernes. El viernes 3 de mayo para mayor exactitud, pero esta mañana voy a llegar tarde al trabajo. Antes de acudir al “Laboratorio de Psicología Social” donde he sido contratado al poco de acabar la Licenciatura, me he detenido largamente en el patio de la Sorbona. Ya han empezado a afluir en ese recinto los estudiantes convocados en protesta por el cierre, ayer mismo, de la Universidad de Nanterre. Algunos traen porras y cascos ante la perspectiva de un ataque inminente de los comandos fascistas. Muchos de mis compañeros y compañeras de la LEA[1] y del 22M [2] se encuentran entre los cerca de 400 estudiantes que se irán concentrando a lo largo del día. La circunstancia de que casi todos los lideres de los distintos grupos políticos estudiantiles de extrema izquierda hayan acudido a esta cita incidirá, como se verá más adelante, en los sucesos posteriores. Me hierve la sangre por no poder permanecer con mis compañeros, pero como el “Laboratorio” se halla a tan solo treinta metros de la entrada al patio de la Sorbona, mis idas y venidas para ver como transcurren las cosas serán constantes hasta el momento en que la policía bloquea la entrada. Alternando cantos revolucionarios, arengas y debates, los compañeros están dispuestos a mantener la ocupación todo el tiempo que sea necesario. Transcurren las horas, los fachas no aparecen, pero, en su lugar acuden centenares de antidisturbios y, a las cinco de la tarde empiezan a encerrar los estudiantes en sus “lecheras”. Eso sí, solo se llevan a los varones, ya que una negociación previa ha concluido con el acuerdo de que todas lasestudiantes pueden abandonar la Sorbona libremente. ¡ Grave error de la policía ! Las militantes que han podido salir a la calle se agrupan inmediatamente con estudiantes que se hallan en los alrededores de la Sorbona y empiezan a hostigar enérgicamente a la policía y a sus lecheras al grito de “liberemos nuestros compañeros”. Extraño día laboral, llegué con retraso al trabajo, y resulta que lo abandono antes de hora para sumarme a los grupos que empiezan a arrojar objetos de todo tipo contra los coches de la policía. Carreras, cargas, granadas lacrimógenas, el parabrisas de una lechera estalla en mil pedazos hiriendo a su conductor. La gente arranca las rejas de los árboles y las tira sobre la calzada del Boulevard Saint Michel para entorpecer el paso de los furgones policiales. Plaza de la Sorbona, un dirigente estudiantil trotskista, que había escapado de la redada, se afana en el intento de desactivar la situación exigiendo que dejemos de provocar (¡sic !) a la policía. Entiendo entonces que si los lideres estudiantiles no se hubiesen encontrado apartados del escenario de la lucha, esta hubiese abortado muy rápidamente. En cualquier caso, tras unas cuatro horas de intensos enfrentamientos estos concluyen finalmente con bastantes heridos leves, unas 600 personas interpeladas, de las cuales 27 son retenidas en las comisarías, y 14 serán juzgadas y condenadas antes de que concluyan las 48 horas posteriores. Fue ese día cuando la mecha de Mayo empezó a prender, encendida por la gente que se rebeló espontáneamente contra la represión, y que no dudó en pasar del clamor de la protesta a actuaciones físicas, no para pedir, o para exigir, “la liberación de los detenidos”, sino para intentar liberarlos. Así fue como se inició Mayo del 68, así fue como empezó, y se propagó velozmente por toda Francia, sumiendo todo el país en un esplendoroso mes y medio de multitudinarias manifestaciones, de ocupaciones de universidades y de fábricas, y de duros enfrentamientos con la policía, con momentos épicos como la famosa noche de las barricadas del viernes 10 de Mayo donde ardió el barrio Latino, y donde París pudo contemplar, al despertarse, un dantesco escenario de lucha. Un “acontecimiento” en toda regla. Nada hacia presagiar que un conflicto, que en su origen era de naturaleza estudiantil, pudiera propagarse con tanta rapidez en el tejido social, ni que consiguiera espolear a la clase trabajadora, ni que acabase por adquirir tan enormes proporciones, ni tampoco que logrará abrasar todo un país y paralizarlo durante semanas. Nadie había imaginado que algo semejante pudiese ocurrir en un país que era relativamente prospero, y donde la tónica dominante era una aburrida monotonía. Si Mayo surgió como un fenómeno absolutamente inesperado fue precisamente porque se trataba de un autentico “acontecimiento”, es decir, de una “creación”, que, en este caso era de tipo histórico. No en vano el concepto de “creación” remite a aquello que no preexiste a su formación, que no se encuentra prefigurado en ninguna de sus condiciones antecedentes, y fue por eso que Mayo, no solo causó una sorprendida y enorme estupefacción en el mundo entero, sino que dejó atónitos a sus propios protagonistas. Esa perplejidad no se limitó a los inicios de Mayo, sino que lo que estaba ocurriendo seguía siendo inimaginable y desconcertante para nosotros mismos al finalizar cada día de lucha, y al iniciarse en cada amanecer un combate del que no se sabía cual iba a ser su rumbo a lo largo de las horas, y que parecía no querer detenerse nunca. De hecho, si queremos caracterizarlo en lo que tuvo de más esencial, debemos precisar que Mayo emergió como una salvaje exigencia de libertad, y que se trató de una revuelta radical contra la autoridad, tanto la que se manifestaba en las aulas, como la que imperaba en los talleres, y la que saturaba la vida cotidiana. Se caracterizó por ser un autentico estallido anti-autoritario, y es por eso por lo que se puede considerar que fue genuinamente libertario. Los latidos de Mayo diseminaron expresiones libertarias por doquier, arrancándolas del exiguo gueto donde moraban, y proyectándolas repentinamente sobre las multitudes para que la gente se las apropiase y las reinventase a su modo. Si bien es cierto que Mayo se inició en las universidades, fueron, sin embargo, las ocupaciones de fabricas las que le inyectaron las energías que le permitieron subsistir más allá de la primera noche de las barricadas. En la Sorbona reabierta y ocupada la noche anterior, el ensordecedor clamor que acogió en la tarde del martes 14 de mayo el anuncio de la ocupación de la fabrica de “Sud Aviation” y del secuestro de su director, indicaba claramente que iba a ser el movimiento obrero el que iba a dar continuidad y fuerza al estallido del 3 de mayo. No cabe la menor duda de que fueron las ocupaciones de fábricas, con millones de trabajadores en huelga, las que potenciaron la resonancia, tanto en intensidad como en duración, que tuvo Mayo en la sociedad contemporánea. Fue el mundo del trabajo el que le dio una dimensión de "acontecimiento histórico", una dimensión que nunca hubiese conseguido alcanzar si se hubiese quedado en una simple revuelta estudiantil. Ahora bien, aunque fue el mundo del trabajo el que permitió que Mayo adquiriese el espesor propio de un autentico acontecimiento histórico, sin embargo, no fue el mundo del trabajo el que le imprimió las características que lo sitúan como un evento político de primera magnitud que cambió en profundidad los esquemas heredados, y que surtió unos efectos que aun perduran. Lo que posibilitó ese resultado, y lo que constituye la originalidad de Mayo, fue la creatividad desplegada en la acción subversiva por los innumerables activistas de Mayo, alumnos de secundaría, estudiantes universitarios, jóvenes trabajadores, hombres y mujeres que se agolpaban en las asambleas, que organizaban y mantenían las ocupaciones, y que animaban los “comités de acción” en los barrios, sin que, en la mayoría de los acasos, estos activistas tuviesen la más mínima experiencia política con anterioridad al inicio de Mayo. Su radical inconformismo, su talante transgresor y creativo hicieron que, lejos de agotarse en una mera protesta, Mayo del 68 abriese vías de innovación y de cambio en múltiples ámbitos, tanto el político, como el educativo, el interpersonal, o la propia vida cotidiana. Lo que Mayo nos enseñó Mayo introdujo en la sociedad unas semillas de cambio que incidieron en múltiples ámbitos, desde la educación, a la cultura, pasando por las identidades sexuales, las relaciones familiares y los estilos de vida. No en vano la derecha no se priva de atribuir a las consecuencias de Mayo la erosión de los valores de “orden” y el irrespeto por la autoridad. Pero al lado de esos efectos globales, Mayo también nos enseño algunas cosas que cambiaron nuestras formas de actuar, de organizarnos, y de pensar políticamente. Con independencia de que abrió nuevos cauces y sembró algunas de las semillas que darían vida a los nuevos movimientos sociales, de finales del siglo XX y principios del XXI, Mayo también fue sumamente importante por todo aquello que declaró obsoleto, por los caminos que clausuró, por las prácticas de lucha, por los modelos organizativos, y por las concepciones políticas que descalificó. Así, por ejemplo, restó legitimidad a unas estructuras organizativas marcadamente vanguardistas que se auto atribuían el papel de conducir las masas hacia su liberación, porque se creían poseedoras de la línea justa, porque pensaban que estaban dotadas del saber político correcto, y porque se consideraban conocedoras privilegiadas del camino que convenía seguir. Su ímpetu anti-autoritario puso al descubierto lo que venía lastrando el bagaje antagonista, los aspectos autoritarios del propio movimiento revolucionario- y a veces del propio anarquismo-, tornando imposible proseguir con unos esquemas heredados que declaró caducos. Entre otras cosas, Mayo puso fin a la seducción que durante 50 largos años el modelo leninista ejerció sobre el imaginario político radical, dando alas a las formas libertarias de ese imaginario. Su éxito fue tal que las formaciones marxistas no tuvieron más remedio que incorporar desde entonces tonalidades libertarias en sus discursos, y nos ofrecen hoy el insólito y paradójico espectáculo de querer recuperar y apropiarse un acontecimiento que invalidó precisamente algunos de sus postulados Mayo también nos enseñó, por ejemplo, que las energías sociales necesarias para que se constituyan potentes movimientos populares surgen desde dentro de la creación de determinadas situaciones, no les preexisten necesariamente. No es que esas energías existan en estado latente, y se liberen cuando se encuentran reunidas ciertas condiciones, es más bien que esas energías se forman en el propio proceso de la creación de determinadas situaciones, retro-alimentándose a si mismas, perdiendo fuerza por momentos y, volviendo a crecer de repente, como ocurre con las tormentas. Se trata, por lo tanto, de unas energías que siempre pueden aparecer en cualquier momento, aunque en el instante inmediatamente anterior no existan en ninguna parte. Durante los acontecimientos de Mayo pudimos ver como esas energías sociales se forman, por ejemplo, cuando lo instituido queda desbordado,cuando se sustrae un determinado espacio a los dispositivos de dominación, vaciándolo del poder que lo inviste, y creando, literalmente, un“vacío de poder”. Pero, de forma más general, si la enorme energía social que impulsó los acontecimientos de Mayo no pudo detectarse antes de que estos estallaran fue porque esa energía no existía previamente. Fueron los propios sucesos de Mayo, las prácticas que allí se desarrollaron, las fórmulas que se idearon y que se expresaron en su transcurso, los que dieron cuerpo a un multitudinario y variopinto sujeto colectivo que no existía en lugar alguno antes de que los propios acontecimientos lo fuesen construyendo. De hecho, el movimiento pudo avanzar hasta topar, finalmente, con sus límites porque fue construyendo su andadura sobre la marcha. No a partir de un proyecto que nunca preexistió al inicio de la movilización, sino que se construía, se rectificaba y se formaba en el seno del hacer cotidiano. Fue ese hacer haciendo el que dio vida al movimiento y le permitió ir sorteando con inventiva, uno tras otro, los obstáculos que iban surgiendo en su camino. De esta forma, lo que Mayo dejó meridianamente claro es que el “sujeto revolucionario” no preexiste a la revolución, sino que se constituye en el seno del propio proceso revolucionario. Resulta de ese proceso, porque es la revolución quien lo crea en el transcurso de su propia andadura. Volviendo ahora a consideraciones menos generales, hay que añadir que Mayo puso de manifiesto que el mero hecho de subvertir los funcionamientos habituales, de trastocar los usos establecidos, de ocupar los espacios, de transformar los lugares de paso en lugares de encuentro y de habla, consigue desatar una creatividad colectiva que inventa de inmediato nuevas maneras de extender la subversión y de hacerla proliferar. Como resulta, además, que los espacios liberados engendran nuevas relaciones, crean nuevos lazos sociales que se revelan incomparablemente más satisfactorios que los que existían previamente, las personas experimentan en esos espacios el sentimiento de que viven una vida distinta en la que gozan de lo que hacen, descubren nuevos alicientes, y se lanzan a una profunda transformación personal que se realiza, además, en muy poco tiempo. Mayo del 68 fue una lucha, por momentos violenta, áspera, tensa, extenuante, exigente, y llena de sin sabores como lo son todas las luchas. Pero fue también una fiesta, una experiencia que proporcionaba placer y un enorme sentimientos de felicidad. Nos transmitía con claridad que no debíamos posponer al final de la lucha el placer de saborear sus eventuales resultados, sino que las recompensas surgían desde el seno de la propia acción, formaban parte de lo que esta nos proporcionaba diariamente. De esa forma, Mayo nos mostraba que son las realizaciones concretas, aquí y ahora, las que son capaces de motivar a la gente, de incitarle a ir más lejos, y de hacerle ver que otras formas de vivir son posibles, y por lo tanto, deseables. Pero también nos advertía de que para que esas realizaciones puedan acontecer, la gente necesita, imperativamente, sentirse protagonista, decidir por ella misma, y es cuando es realmente protagonista, y cuando se siente efectivamente como tal, cuando su grado de implicación y de entrega puede dispararse hasta el infinito. Por fin, Mayo puso el acento sobre el hecho de que, como el anarquismo no se había cansado de repetirlo, la dominación no se limita al ámbito de las relaciones de producción, sino que se ejerce en una multiplicidad de planos, y que las resistencias han de manifestarse en todos y cada uno de esos planos. Se empezaba a dibujar de esa forma una nueva subjetividad política del antagonismo, y se abrían nuevos escenarios para su despliegue. Porque, en efecto, cuando el horizonte de la política antagonista se ensancha, hasta abarcar todos los ámbitos donde se ejercen la dominación y la discriminación, son, entonces, todos los aspectos de la vida cotidiana los que entran a formar parte de su campo de intervención. Y lo que queda configurado de esa forma es una nueva relación entre la vida, por una parte, y la política, por otra parte, que dejan de ocupar, en ese mismo instante, espacios separados. El movimiento del 22 de Marzo Desde el mismo momento en el que Mayo se inició, el “movimiento del 22 de Marzo” siempre estuvo en su epicentro, y se extinguió por voluntad propia - auto-disolución - cuando Mayo abandonó las calles, las universidades y las fabricas, tras dejar sembrados en la sociedad unos efectos de larguísimo alcance. Sin embargo, antes de evocar algunas de sus características conviene situar brevemente ese movimiento que fue tan efímero y tan intenso como un fogonazo, pero cuya importancia y originalidad es indiscutible. La prolongada agitación estudiantil que sacudía desde hacía meses la Universidad de Nanterre, situada en el extra radio de París, proporcionó el caldo de cultivo para que el día 22 de marzo más de un centenar de estudiantes se lanzaran a ocupar la torre administrativa de la universidad para exigir la puesta en libertad de uno de sus compañeros, Xavier Langlade, detenido dos días antes durante un ataque a las oficinas de la “American Express” por parte del CVN (Comité Vietnam National, de filiación trotskista). La asamblea que se llevó a cabo durante la ocupación concluyó con un llamamiento firmado por 142 de los estudiantes presentes. Así nacía un movimiento que se denominó “Movimiento del 22 de Marzo” y que lideró a partir de ese momento la agitación en la universidad, consiguiendo reunir asambleas de hasta 1500 estudiantes como la que convocó el día 2 de abril. Los impulsores y animadores del movimiento eran, básicamente, los militantes de la coordinadora de estudiantes anarquistas “LEA” (Liaison des Étudiants Anarchistes) que tenia cierta influencia en la universidad y contaba, por ejemplo, entre sus filas a Daniel Cohn Bendit, que pasó a ser el ícono más popular de Mayo del 68, y a militantes de la trotskista “LCR” (Ligue Communiste Révolutionnaire) junto con numerosos estudiantes “no organizados”. Desde el primer momento, el Movimiento del 22 de Marzo se constituyó en forma de una organización horizontal, no centralizada, no jerárquica, de carácter asambleario, no sectaria y transversal desde el punto de vista ideológico, con estructuras fluidas, sin instancias delegadas. La diferenciación interna entre los militantes no provenía del lugar ocupado en un supuesto organigrama organizacional, sino en función de las tareas concretas, limitadas en el tiempo, asumida por unos equipos de trabajo nombrados en asamblea y que solían incluir, de hecho, a todos los voluntarios que se ofrecían para desarrollar dichas tareas. No solo no había nada que se pareciera a un "comité central", o a un "secretariado permanente", o a cosas por este estilo, sino que tampoco había una afiliación formal, con sus correspondientes carnés, adscripciones y cuotas. Formaban parte del “22 de Marzo” quienes buenamente acudían a sus asambleas y participaban en sus acciones. De hecho, las fronteras del movimiento eran tan permeables que en la fase parisina del “22 de Marzo”, es decir, la que se extendió desde el cierre de la universidad de Nanterre el 2 de mayo, hasta el fin de las ocupaciones en el mes de junio, buena parte de sus miembros no éramos estudiantes de Nanterre, y, en algunos casos, ya ni siquiera éramos estudiantes. Se trataba de una organización que no se mitificaba ni se fetichizaba a si misma, ni se planteaba el objetivo de perdurar en el tiempo más allá del periodo en el que podía tener una utilidad práctica. De hecho, la auto-disolución del Movimiento del 22 de Marzo se produjo, pocos meses más tarde de su creación, en un ambiente que fue mucho más festivo que traumático. Entre las características del Movimiento del 22 de Marzo figuraba la reivindicación, y el ejercicio efectivo, de la democracia directa, así como una fuerte prevención en contra de los liderazgos, y el ejercicio del poder. Así por ejemplo, para desactivar el protagonismo mediático que se otorgaba a Cohn Bendit se le sustituyó en algunas ruedas de prensa convocadas con su nombre por otros miembros del 22 de Marzo que declaraban a los periodistas "nosotros somos Cohn Bendit". En la agenda del movimiento figuraba la acción directa, ejercida sin mediaciones por los propios interesados, fuera de los cauces institucionales. Y, bajo el nombre de "acción ejemplar" se pretendía realizar unas acciones que otros pudiesen retomar en otros lugares, adaptándolas a sus propias circunstancias. Y si estas acciones conseguían parar o entorpecer el funcionamiento habitual de algún elemento del sistema, tanto mejor, porque se creaban entonces nuevas situaciones, capaces de generar nuevas dinámicas. El 22 de Marzo no pretendía nunca hablar en nombre de otros, o en representación de otros, sea los estudiantes en general o la clase trabajadora, siempre hablaba en su propio nombre, y tampoco aceptaba que otros hablasen en su nombre. No en vano una parte sustancial del 22 de Marzodesarrollaba una potente crítica del vanguardismo. Se practicaba la mezcla, o la hibridación de géneros, el discurso político no estaba reñido con las experiencias festivas, el compromiso más abnegado podía compaginarse perfectamente con la negativa a tomarse demasiado en serio, y el inconformismo iba de la mano del desafió, de la provocación, de la insolencia, de la risa, de la parodia, y de ridiculizar tanto las instituciones como los valores más rancios. Tres años antes de 1968, los “ácratas” de la universidad complutense de Madrid iniciaron una lucha que anticipaba ciertos aspectos de lo que fue ulteriormente el “Movimiento del 22 de Marzo” ,y por eso vale la pena recordar aquí algunos de los planteamientos que dibujan cierto “aire de familia” entre las dos experiencias. Se trataba para ellos, de huir de dos grandes características de las formaciones políticas de la extrema izquierda: la primera consistía en desarrollar una fuerte labor proselitista destinada a engrosar las filas del grupo, de la organización, o del partido, cuyo fortalecimiento se convertía finalmente en un objetivo primordial y promovía una especie de “patriotismo de organización”. La segunda consistía en privilegiar la vertiente discursiva de la acción política, partiendo de la base de que lo importante era hacer llegar a la gente ideas y programas mediante la difusión de textos y de discursos cuidadosamente elaborados hasta en sus más mínimos detalles. Esos textos tenían el claro propósito de difundir los presupuestos ideológicos defendidos por sus autores para que fuesen adoptados por cuanta más personas mejor, y que estas los hicieran suyos. “Patriotismo de ideología”, si se quiere. Ambos tipos de patriotismos coincidían en privilegiar la actividad propagandística como forma de intervención política, y eso era precisamente lo que rechazaban los “ácratas”. No querían “crecer” como organización, ni querían que se les “comprase” su discurso, ni tampoco pretendían proclamar una identidad. Por supuesto, defendían, ellos también, determinados postulados ideológicos y políticos, pero estos no debían quedarse en el plano de las palabras, sino que la ideología debía encarnarse en actos concretos susceptibles de hacer proliferar otros actos de semejante naturaleza, es decir, que vehiculasen contenidos ideológicos semejantes. Para ellos, se trataba de llevar a cabo acciones políticas cuyo significado estuviese inscrito en la propia acción realizada, y no dependiese de su fuente o autoría (siglas, banderas, etc.), ni del discurso justificativo que la acompañase. Es decir, se trataba de que su significado no estuviese ligado a lo que de ella se predicaba, sino que la acción hablase por si misma. No era preciso firmarla, no se trataba de prestigiar una organización, ni de proclamar una identidad, se trataba de que la acción surtiera unos efectos que podían ir, desde la creación de una dificultad para los poderes, hasta la puesta en evidencia de aspectos enmascarados de la dominación, pasando por despertar la toma de conciencia política, y, sobre todo, por suscitar “replicas” espontáneas de la acción, no como un efecto de mimesis, sino por un proceso de “apropiación” y de re-creación de la acción por parte de la gente. Reinventando planteamientos parecidos a los de los “ácratas”, ya hemos visto que el “22M” ponía un énfasis especial sobre el concepto de “acción ejemplar”, significando con ello unas acciones cargadas de significado político, sin que fuese preciso explicitar ese significado porque el poder de convicción de la “acción ejemplar” no radicaba en el discurso que la envolvía, sino en lo que despertaba en quienes la veían o oían hablar de ella. También debían estar dotadas de poder pedagógico, y ser puestas al alcance de quienes quisieran reproducirlas, a fin de que se pudieran diseminar y brotar como por contagio. En cierto sentido, esto evocaba de forma bastante directa (aunque prescindiendo de sus formas sangrientas), la antigua “propaganda por el hecho” que los anarquistas desarrollaron como instrumentos capaces de despertar y de remover conciencias, de desenmascarar dominaciones, y de impulsar voluntades de lucha. Mayo aun no ha concluido La costumbre de prestar atención y de conceder importancia a una efeméride porque el evento histórico al que remite cumple 50, o 100 años, roza lo absurdo, ya que, obviamente, ese evento no era ni más ni menos importante cuando cumplió, por ejemplo, 48 o 96 años. Sin embargo, en el caso de Mayo del 68 incluso ese pusilánime pretexto es bueno para traerlo a colación y reflexionar sobre él, porque a diferencia de muchos otros eventos cuyo interés es solo de carácter histórico, este, además de formar parte de la historia, también forma parte del presente y sigue latiendo en el seno de nuestras sociedades. En efecto, es notorio que su impronta sobre quienes nos sumergimos en sus turbulencias fue de tal magnitud que para muchos de nosotros Mayo ha acabado por formar parte de lo que somos, de lo que sentimos y de lo que soñamos. Como lo dijo magníficamente Emma Cohen en un precioso y entrañable libro de recuerdos y de vivencias[3], “Mayo nunca concluyó del todo”, y eso hace que nos siga acompañando en la actualidad. Ahora bien, más allá de su inscripción en la esfera individual, también cabe considerar que si Mayo aun no concluyó del todo, es por la sencilla razón de que sigue ejerciendo influencias sobre nuestras sociedades. En efecto, algunas de las claves de sentido que permiten entender el presente se ubican precisamente en los acontecimientos de Mayo, o, mejor dicho, en ese extraordinario acontecimiento que fue Mayo del 68. Esa es la razón por la cual es preciso adentrarse en lo que fue Mayo del 68 si queremos descifrar algunos de los aspectos del presente. Mayo forma parte del tipo de acontecimientos que marcan un antes y un después, su irrupción cierra una época y abre otra, y resulta que, como la época que abrió aún no se ha cerrado, reflexionar sobre Mayo no es tanto contemplar el pasado como pensar el presente. No quisiera concluir sin mencionar el hecho de que siempre me produce cierta sorpresa que se hable del fracaso final de Mayo del 68. No alcanzo a entenderlo por la sencilla razón de que no es procedente enjuiciar un acontecimiento en términos de éxito o de fracaso. Esa valoración solo se puede aplicar a un proyecto que se diseña para alcanzar tal o cual resultado, o a una acción que se emprende con tal o cual finalidad. Si bien es cierto que Mayo del 68 respondió al entrelazado de múltiples causas, sin embargo, la realización de un proyecto nunca figuró entre ellas. Si se insiste en querer hablar en términos de éxito y de fracaso, el éxito de “un acontecimiento” es, simplemente, el de haber acontecido, y su fracaso sería el de no haberse producido. Mayo del 68, simplemente, aconteció, y ese es su incuestionable éxito, a la vez que su indescifrable misterio. Notas: [1] Liaison des Etudiants Anarchistes, coordinadora estudiantil anarquista que fundamos en París a finales de 1963. [2] El "movimiento del 22 de marzo" constituido ese preciso día de 1968, tras la ocupación de la Torre Administrativa de Nanterre por centenar y medio de estudiantes, fue uno de los principales elementos dinamizadores de Mayo del 68. Volveré sobre él, más adelante. [3] Emma Cohen. La libreta francesa. Mayo del 68. Castellò de la Plana: Publicaciones de la Universitat Jaume I, 2010
Tomás Ibáñez
Libre Pensamiento nº 93. 2018.
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Posted: 20 Feb 2018 09:58 AM PST
La Confederación Nacional del Trabajo convoca a mujeres y hombres a una huelga general feminista de 24 horas para acabar con toda discriminación de género
El sindicato está manteniendo reuniones con grupos parlamentarios y patronales para negociar las propuestas y reivindicaciones que vertebran la huelga La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) ha presentado esta mañana en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social la convocatoria de huelga general de 24 horaspara el 8 de marzo, tal y como acordó la confederación por unanimidad en su Pleno de Regionales el pasado 27 de enero. El sindicato hace un llamamiento a mujeres y hombres para secundar la huelga general feminista de 24 horas y exigir a patronales y Gobierno: - Eliminación de la brecha salarial, tanto directa como indirecta. Para ello, el sindicato propone: definición de los elementos determinantes del salario y complementos salariales como contenido mínimo de los convenios, establecimiento de sanciones a las empresas en las que existe brecha salarial, dotación de medidas procesales que permitan el ejercicio de acciones por discriminación indirecta entre sectores equivalentes regidos por diferentes convenios. - Eliminación de los obstáculos en el acceso y promoción en el empleo (suelo pegajoso y techo de cristal). Entre las medidas que contribuyen a este objetivo se encuentran: establecimiento de medidas objetivas en el acceso al empleo y promoción profesional por la vía de la negociación colectiva, prohibición de la disponibilidad horaria fuera de la jornada laboral como requisito para la contratación, extender la preferencia por el género infrarrepresentado como criterio obligatorio en el ámbito empresarial, campañas de oficio de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) orientadas a comprobar el cumplimiento de la objetividad en el acceso y promoción profesional con sanciones específicas a su incumplimiento. - Eliminación de obstáculos a la conciliación de la vida laboral y familiar desde el punto de vista de la corresponsabilidad. Las iniciativas que CNT considera necesarias y urgentes en esta materia son: establecimiento de permiso de paternidad y maternidad idénticos e intransferibles, adopción de medidas de fomento de la corresponsabilidad con adopción de medidas de acción positiva orientadas a los varones -al menos de forma temporal-, creación de permisos por emergencia familiar, deber de las empresas de más de 250 trabajadores/as de contar con servicio de guardería así como de los Ayuntamientos de más de 5.000 habitantes a tener guarderías y centros de día, derogación de la Disposición Adicional 8ª del Decreto-ley 20/2012 que se refiere a que la cotización es a cargo de la cuidadora de la persona dependiente y no del Estado. - Eliminación de toda discriminación en el trabajo al servicio del hogar familiar. CNT exige al Gobierno que ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), firmado en 2011, que garantizaría los mismos derechos a la empleada del servicio doméstico que a cualquier trabajador/a. El sindicato propone la derogación de la relación laboral de carácter especial y la inclusión en el régimen general y en el Estatuto de los Trabajadores, así como la consideración de las horas de presencia y disposición como tiempo de trabajo efectivo a todos los efectos. CNT en estos días está manteniendo reuniones con grupos parlamentarios, patronales y Gobierno para hacerles llegar las reivindicaciones que sustentan la convocatoria de huelga general el 8 de marzo y negociar éstas y otras iniciativas que propone el sindicato para atajar la discriminación laboral que sufren las mujeres. El Gobierno central hasta ahora no ha respondido a la solicitud del sindicato para fijar un encuentro. http://nosotras.cnt.es/ Fotografía: Carlos Martín / Grupo de comunicación CNT Read more ... |
Posted: 20 Feb 2018 09:52 AM PST
Ya disponible la segunda parte de esta colección recopilatoria de textos anarquistas contra el nacionalismo. En el segundor número, podéis encontrar los siguientes textos:
-Cartas contra el patriotismo de los burgueses -Patriotismo, una amenaza para la libertad -Perplejidades intempestivas -Ningún Estado nos hará libres -Comunicado anarquista para los que apoyan al Congreso Nacional Indígena -Destruye las barreras Podéis descargar de aquí el PDF o encontrarlo en distribuidoras, locales y centros sociales de diversos puntos del Estado. Su precio de venta al público es de 2 euros, siendo 1,5 el precio de venta a distribuidoras. Para realizar pedidos (o mandar propuestas de textos para futuros números) escribir al siguiente correo: grupotension@inventati.org Aquí os dejamos la introducción: Existe una firme voluntad en el Poder de incentivar desde la confusión la exaltación nacionalista. Pudiera parecer no intencionada la multitud de definiciones, argumentos que se contradicen o interpretaciones que rodean a conceptos como nación, patria, independencia, autodeterminación o pueblo. Pero no lo es. Se genera así una extraña nebulosa donde un dirigente liberal y derechista se convierte en represaliado político, como representante de una comunidad nacional, que bajo la legitimidad democrática se ha dotado de una República como concreción de ese proyecto de nación. Y los que hacía poco rodeaban la máxima institución de esa nueva república, el Parlament, como estallido contra un gobierno autonómico que comandaba las medidas neoliberales con la vieja escusa de la crisis, ahora claman y vitorean a sus dirigentes. En la otra cara de la moneda nos encontramos con que los -en apariencia- inofensivos trapos que ondeaban en edificios públicos, movilizan pasiones y masas y dan pie y espacio al fascismo, que se encuentra como Pedro por su casa en un contexto de tensión nacionalista. Y es que el nacionalismo, siempre está ahí. Por eso es tan sencillo despertar en los individuos, especialmente en lxs explotadxs, el sentimiento identitario, porque previamente, ha habido un proceso de reproducción social y naturalización del nacionalismo en medios de comunicación, 5sistema educativo, deporte, tradiciones… Unido todo esto a las mentiras que políticos y periodistas, que nos aseguraban que el nacionalismo, bien era cosa del pasado o bien era una causa de la periferias globales, solo se guida por unos cuantos fanáticos y extremistas. Todo ello enunciado bajo la firme vigilancia del estandarte nacional. La nebulosa. Es importante apuntar directa y claramente si queremos destapar al monstruo que se camufla bajo las identidades nacionales: el Estado y el capitalismo, los ricos y poderosos que juegan la vieja carta nacionalista. Sirva esta segunda puñalada al nacionalismo en forma de diferentes textos ácratas como una herramienta para atacar al talón de Aquiles de la bestia. Muerte a las naciones y que viva la anarquía. --> Primera parte: Primera puñalada al nacionalismo. Recopilación de textos anarquistas contra el nacionalismo Read more ... |
Posted: 20 Feb 2018 07:36 AM PST
El grupo de investigación Grasia mantiene entre sus miembros a una persona con antecedentes penales por pertenencia a la secta Edelweiss, esta secta de ideales fascistas y misóginos, abusó sexualmente a más de 100 menores. Uno de nuestros afiliados, su propio hermano, realizó una campaña de reclamación de cantidades por la vía de la acción directa a este grupo de investigación: panfletos, pegatinas, etc. En un momento dado aparecieron unas pintadas en casa del pederasta y nuestro afiliado recibió una orden de alejamiento y un juicio para ser psiquiatrizado de por vida. Ni mordazas, ni cadenas perpetuas, tenemos derecho a expresar nuestros sentimientos obreros reclamando lo que es justo para nuestra clase obrera, de manera visible para el resto de trabajadores/as.
El juicio por pintadas va a realizarse este año. Conflicto fue iniciado por CNT y actualmente mantenido por redes de afinidad solidarias. Para su finalización se exige la anulación del juicio y el pago de las prácticas. Más información en: https://cienciabasura.wordpress.com/ Read more ... |
Posted: 20 Feb 2018 06:15 AM PST
Desde hace siglos, las mujeres hemos visto cómo nuestros cuerpos han sido violados, maltratados y colonizados por parte de distintos tipos de profesionales, todo "por nuestro propio bien".
Nuestra salud ha sido puesta al servicio de una visión masculina y binómica del mundo y, cuando no servía para tal objetivo, ha sido completamente ignorada y menospreciada. Cansadas de que se nos imponga un modelo estándar y patriarcal de enfermedad y salud, y de vernos obligadas a cumplir los parámetros impuestos y misóginos de lo que se supone que deberíamos ser, necesitamos reapropiarnos de nuestros cuerpos y nuestras vidas, que son múltiples y diversos, desde lo colectivo. Por ello, desde Mujeres Libres Madrid organizamos estas jornadas esperando que sea un productivo encuentro para la autoformación. El domingo 25 de febrero, ¡¡nos vemos en la 13-14!! [c/ Párroco don Emilio Franco, 59 <M> Nuenva Numancia]
12h
Mujeres y diversidad
14h
Comedor vegano
16h
Violencia ginecológica y obstétrica
18h
La transformación feminista del derecho a la salud: hablamos sobre endometriosis
Mujeres Libres Madrid
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Posted: 19 Feb 2018 10:43 PM PST
Este viernes 23 de febrero, a partir de las 19 h, Chowy, de “Ni cautivos, ni desarmados”, nos hablará sobre las luces y sombras de l@s anarquistas que participaron a lo largo y ancho del estado en la guerrilla antifranquista durante más de veinte años.
Las dificultades de la vida en la sierra y de la lucha en la ciudad, las fuerzas represivas y su lucha antiguerrillera, el papel de la mujer, curiosidades… ¡Cálzate las botas y sigamos sus pasos! Mientras, aquí os dejamos algunos de títulos que puedes encontrar en la BSHQ para ir acercándote al tema:
* Causa 661/52. La insolencia del condenado (DVD), de Faconetti Peña (BSHQ, 2009) [ en la videoteca y en la librería ]
* Guerrilleros y vecinos en armas. Identidades y culturas de la resistencia antifranquista, de Jorge Marco Carretero (Comares, 2012) [ en préstamo y en la librería ]
* Hijos de una guerra. Los hermanos Quero y la resistencia antifranquista, de Jorge Marco Carretero (Comares, 2010) [ en préstamo ]
* Historia de la guerrilla antifranquista en el poniente granadino, de Foro por la Memoria de Granada (Atrapasueños, 2012) [ en préstamo ]
* La oposición al franquismo en Andalucía oriental,de José María Azuaga Rico (Fundación Salvador Seguí, 2005) [ en préstamo ]
* Maroto, el héroe. Una biografía del anarquismo andaluz, de Miquel Amorós (Virus, 2011) [en la librería]
* Morir en Granada. Los hermanos Quero, represión y guerrilla en la Granada de posguerra,de Francisco Ruiz Esteban (Autoedición, 2010) [ en préstamo ]
* Represión, resistencias, memoria. Las mujeres bajo la dictadura franquista, de Mary Nash (ed.) (Comares, 2013) [ en préstamo y en la librería ]
* Tiempo de lucha. Granada-Málaga: represión, resistencia y guerrilla (1939-1952), de José María Azuaga Rico (Alhulia, 2013) [ en préstamo ]
Biblioteca Social hnos. Quero
https://www.bsquero.net/2018/02/19/viernes-23-feb-19h-charla-debate-anarquistas-la-guerrilla-maquis/
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Posted: 19 Feb 2018 08:24 PM PST
En el 2017 el CNI sorprendía al mundo anunciando que lanzarían una candidata indígena y mujer para contender en la lucha electoral por la presidencia de México.
No es mi intención discutir la necedad de que donde dicen digo dicen Diego, de apostar por la vía de la participación electoral, pero decir que no buscan la presidencia. Interesa más el fiasco que resultó el intento de aparición en las boletas electorales. Fiasco para el CNI, y un triunfo total para la democracia burguesa mexicana. El sistema institucional mexicano está completamente desacreditado por casi todo el pueblo mexicano. Nótese por ejemplo la enorme publicidad que destina el INE para promocionar la participación ciudadana en las elecciones de este 2018. Ya no se trata de orientar el voto, de informar sobre el acto electoral, sino de dar una nueva barnizada a la ya tan derruida estructura de la democracia mexicana, de que la gente vote… por quien sea, por cualquiera que sea el candidato, pero que se vote, que se participe en la comedia electoral. Para más inri, y por si la farsa no fuera suficiente, vemos al PRI saliendo por la puerta y entrando por la ventana; vemos salir una buena cantidad de priístas, de perredistas, etc., abandonando sus partidos donde saquearon a sus anchas al pueblo mexicano, para sumarse a quien se despunta como el que lidera la contienda electoral: AMLO. Y este sin ruborizarse lo más mínimo acepta a todos los que han saqueado al pueblo. Si todo esto no fuera suficiente tenemos actores, cantantes, futbolistas y actrices gobernando al país. No porque fuera preferible un gobierno de científicos, pero que haya gente del espectáculo y del futbol en el gobierno convierte la política en la más clara expresión de un CIRCO ELECTORAL. La vergüenza cubría las instituciones burguesas, pero esto ya es el depeñadero total hacia la burla que significan las elecciones. Y en este panorama aquellos que tienen un mínimo de dignidad y de consciencia social se apartan de las elecciones como se aparta uno del estiércol. Pero hubo quienes, dentro del CNI, creyeron en la farsa de la democracia y en que esta podría serle de alguna utilidad al pueblo mexicano. ¿Qué hicieron realmente al intentar contender por la presidencia? Legitimar unas instituciones que son una vergüenza para el pueblo mexicano. Al régimen burgués mexicano le viene perfecto que Marichuy haya intentado aparecer en las boletas electorales, porque los jefecillos del INE y todos los demócratas burgueses mexicanos interesados en la existencia del Estado y con ello el mantenimiento de las clases sociales pueden alzar los brazos al cielo y gritar ante el pueblo que está cansado de ellos: “¡Es tan magnífico nuestro sistema electoral que hasta una mujer indígena creyó en el sistema y buscó aparecer en las boletas electorales para buscar la presidencia de México, y nuestras instituciones, tan efectivas y libres, le permitieron buscar la presidencia!” Comúnmente los defensores de Marichuy afirman que sería un avance que apareciera en las boletas electorales una mujer indígena, porque rechazar ese intento era ser machista o hasta racista. Marichuy, según esta perspectiva, daría voz a todos los sometidos por el régimen burgués… participando en el régimen burgués; pondría el dedo en la yaga sobre lo que han hecho en contra del pueblo los tiranos de siempre… participando en las instituciones que tiranizan al pueblo; sería la representación de todos los explotados para denunciar al capitalismo salvaje… participando en las instituciones que dan seguridad y fundamento al capitalismo. Pero nada puede ser más degradante para las mujeres y para los indígenas que mezclarse con los burgueses, los tiranos, los asesinos y saqueadores del pueblo mexicano. Precisamente el rechazo a ese sistema electoral, el mantener la dignidad del pueblo al marcar la línea que nos separa a pueblo y gobierno, constituye el más alto grado de enaltecimiento de mujeres, indígenas, estudiantes, hombres, etc. Pueblo y gobierno son dos antípodas, polos opuestos, cosas que se rechazan mutuamente. El gobierno busca siempre someter al pueblo a las peores condiciones para explotarlo todo lo que sea posible; el pueblo busca siempre, muchas veces de manera instintiva, arrancar el máximo de libertad al gobierno. El uno triunfa solamente a condición de aplastar todo lo posible a su contrario. ¿Cómo se puede ser digno, entonces, cuando en lugar de ensanchar la línea que separa a pueblo y gobierno se va a solicitar a los verdugos del pueblo la posibilidad de participar en las instituciones que mantienen al pueblo en la miseria? Ahí puede haber de todo, de todas las intenciones e intereses posibles, pero jamás habrá dignidad ni justicia cuando se participa en las instituciones gubernamentales. La intentona del CNI de participar en la farsa electoral no benefició a absolutamente nadie más que a las instituciones burguesas y criminales que dominan al pueblo mexicano. Marichuy, finalmente, no juntó las firmas necesarias para aparecer en las boletas electorales. Zapatistas existen de sobra para ser más de un millón, pero solamente juntó poco más del 10% de las firmas que se le pedían. ¿Cuál fue el motivo de esa bochornosa derrota contra sí mismos, si hay suficientes zapatistas para sobrepasar el millón? Solamente hay una respuesta a ello: hasta los zapatistas, la mayoría, se negaron a firmar para apoyar la candidatura presidencial o bien la organización de ese intento de ir por la presidencia fue tan mal hecho que resultó un total fracaso. Al momento en que este artículo se publica se ha terminado el plazo dado por el INE a los candidatos independientes para juntar el total de firmas. Marichuy y el CNI han fracasado vergonzosamente en su intento de aparecer en las boletas electorales. Fracaso vergonzoso he dicho, porque si en 1994 dieron al mundo una inspiración revolucionaria y llenaron de gloria a los pueblos indígenas, en este 2018 han lanzado cubetadas de suciedad sobre los pueblos, porque nunca, jamás en la historia del pueblo han sido necesarias las elecciones burguesas para cambiar el mundo, ni mucho menos para crear una sociedad totalmente distinta de la actual. Los zapatistas hicieron mucho más por la lucha revolucionaria en 1994 de lo que han hecho ahora buscando aparecer en las boletas electorales. En 1994 se levantaron por la dignidad de los indígenas; en el 2018 solicitan participar en el juego electoral de los enemigos del pueblo. Puede uno estar o no estar de acuerdo con los zapatistas, pero a las críticas existentes se suma ahora esta mancha negrísima que se han echado solitos encima. ¿Cómo pudieron, en qué momento les pasó por la cabeza que este sistema acumulativo de corrupción, de injusticias, donde reina la desigualdad, donde impera el despotismo, donde las elecciones son un fraude descarado en el que se coloca en la silla presidencial a quien brinde más posibilidades a los capitalistas mexicanos para exprimir un poco más el cuello de nuestro pueblo, pudiera ser justo con ellos y permitirles aspirar a la presidencia? En caso de haber juntado las firmas ¿el INE las habría reconocido? Sería muy cándido pensar que eso pudiera suceder. ¿No hemos visto suficientes veces el fraude descarado escondiendo cajas con boletas electorales, alteración de resultados, eliminación física de la oposición política incluso durante los periodos electorales? ¿Y en esa institución fue en la que creyeron los zapatistas y confiaron en que les permitirían participar en el circo electoral? Finalmente, el CNI fracasó en su intento por hacer que Marichuy apareciera en las boletas electorales, pero el intento ahí queda para burla de los zapatistas. ¿Cómo queda el CNI luego de este fracaso? El antecedente de buscar participar en la comedia electoral será algo que, si ya había muchos críticos de ellos en los propios movimientos sociales, los perseguirá siempre y perderán credibilidad ante los propios seguidores, pues no han sido pocos los que ante el intento electoral han dejado de simpatizar con el EZLN y el CNI. Porque si las intenciones del CNI eran combatir al capitalismo y ensalzar al pueblo, con su intentona electoral no hicieron más que dar validez a las instituciones gubernamentales y llenar de vergüenza a los pueblos al ver cómo una mujer indígena buscaba mezclarse con la lepra gubernamental, aunque tenga diez mil pretextos para justificar el acto. Queda otro camino, y que quienes están en los movimientos sociales habrán de tomar como una norma de conducta lógica y justa a la vez: el rechazo de todo lo que huela siquiera de lejos a gobierno, aunque sea popular, aunque se llame de abajo, aunque pretenda realizarse a nombre de los pueblos. Aunque no sea un gobierno, sino la mera aspiración a participar en las instituciones del enemigo, es deber de los revolucionarios sinceros denunciar ese acto como una traición a los pueblos, pues en lugar de erocionar al poder lleva a los pueblos a creer en que las instituciones son justas y necesarias. Jamás el pueblo será libre utilizando los medios de sus verdugos; nunca se llegará a un acuerdo entre pueblo y gobierno, pues en el aplastamiento de la parte contraria encuentra cada uno el medio adecuado para su existencia. Nunca ha sido necesaria la boleta electoral para combatir al capitalismo, ni para poder alzar la voz. Para los anarquistas el espectáculo ha sido vergonzoso y de pena ajena. Pero ha sido también una oportunidad para marcar más nuestra personalidad enemiga de toda forma de gobierno instaurado o que pretenda instaurarse, el incluso de todo aquello que (como en el caso de Marichuy), bajo cualquier pretexto, tienda a unir pueblo y gobierno, aun cuando se diga que no es más que utilizar un medio para hacer propaganda. Porque afirmamos con Bakunin: “El pueblo no estará más aligerado si el palo que le pega lleva el nombre de palo del pueblo” De la misma manera que participar en las elecciones no dignifica al pueblo, lo degrada. Ha sido otra oportunidad para aborrecer las instituciones burguesas en las que algunos creyeron.
Erick Benítez Martínez
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Posted: 19 Feb 2018 08:20 PM PST
La revolución, objetivo de los anarquistas, no es una revolución en el sentido neutral de la palabra. En el anarquismo la evolución y la revolución son complementos una de la otra: la revolución no es otra cosa que la evolución llevada a sus máximas consecuencias (no últimas, pues el proceso evolutivo jamás se detiene) en el momento en que se desarrolla. Esta revolución da paso a nuevos procesos evolutivos y estos a su vez abren el horizonte a nuevos procesos revolucionarios. Hasta ahora las revoluciones han sido oscilantes: o las mejoras para el pueblo son palpables, o se toman caminos despóticos peores que las condiciones que dieron vida al proceso revolucionario. Si se pierde y triunfa la reacción, el estado de pauperización del pueblo retrocede un poco más en comparación al estado en que estalló la revolución. Los verdugos del pueblo siempre hacen pagar con sangre y miseria a quienes se atrevieron a alzarse en su contra. Lo que es cierto es que no se mantienen las condiciones en el mismo estado siempre. Esto es normal pues todo movimiento indica una negación del punto de partida. Este movimiento no necesariamente debe ser evolutivo, puede ser también involutivo. Cuando la revolución se gana la negación del punto de partida es obligado aunque sea mínimamente: si se instaura un nuevo Estado, como puede ser el peor de los casos en una revolución triunfal, aun así éste nuevo organismo hará mejoras en las condiciones sociales, no por voluntad propia ciertamente, sino obligado por el alzamiento revolucionario y para calmar la agitación revolucionaria. Cierto que bien pronto estas mejoras serán pisoteadas nuevamente pues todo Estado genera y protege una clase parasitaria que se encargará de pisotear toda mejora al pueblo: en eso consiste el sentido de existencia del Estado, y en ello reside la importancia de impedir la formación de un nuevo Estado. Si la revolución triunfa e impone la equidad y la justicia sin permitir la existencia de ninguna forma de Estado, aunque se llame transitorio, las mejoras serán bastante mayores de lo que podría hacer un Estado cualquiera. Si se pierde la revolución también es negado el punto de partida, pero en forma involutiva, es decir, retrógrada. Las condiciones de miseria y represión que hicieron explotar el suceso revolucionario se verán agudizadas. Así, pues, la revolución propugnada por los anarquistas es necesariamente una revolución que niega del punto de partida, pero en sentido positivo, esto es, de mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo tanto como los medios de producción, distribución y comunicación lo permitan. Habrá quizá lugares donde los medios de producción, distribución y comunicación no sean abundantes y se tengan que llevar ahí, pero mientras tanto las mejoras serán tan mayores como las condiciones lo permitan. Una revolución ideal donde a partir de ella devenga un paraíso terrenal es de todo punto de vista imposible. La felicidad total es un polo absoluto del cual no podemos sino renegar por su imposibilidad. La revolución de los anarquistas es una revolución de alcances máximos ahí hasta donde las condiciones humanas lo permiten. No es la solución absoluta a todos los problemas humanos. Es la evolución constante e imparable de las consciencias, de las organizaciones y del pueblo en general debido a la agitación socialista-anarquista en el pueblo: la revolución. Pero es un acto realizado por seres humanos, no por ángeles. Suele pensarse en algunas veces la revolución como la solución a todos los problemas y ese actuar determina para la revolución un acto definido y unos alcances determinados. La revolución, pensamos nosotros, no puede ser definida y determinada, pues los objetivos que tiene hoy y los problemas a que pueda dar solución serán mañana rebasados por la constante actividad humana. Lo que hoy parece un objetivo máximo mañana será algo cotidiano o superado. Y esto aplica no solamente para la revolución sino para todo el avance humano. Hoy se inventa o se descubre algo que mañana será obsoleto. No es posible, entonces, pensar la revolución como una solución definitiva a todos los problemas humanos, pues el avance humano es incesante e imparable. La revolución habrá de dar solamente las posibilidades donde las soluciones se desenvuelvan más libremente y con mayores posibilidades de actuación, pero la revolución no dará solución a todos los problemas humanos. La revolución es, pues, solamente un movimiento acelerado de la evolución, imparable, constante e indeterminado. No es la solución a todos los problemas, ni el maná celestial para los problemas humanos, sino un proceso de rebeldía ante las injusticias que dará a los oprimidos la oportunidad de tomar las riendas de sus vidas, pero que serán los propios individuos los que han de dar soluciones a todos los problemas que existan y que siempre seguirán produciéndose. Y es que no por el hecho de estallar la revolución las personas dejarán sus vicios, sus conductas dañinas, ni se convertirán en ángeles de un minuto al otro. Dentro del contexto de la revolución el ser humano trabajará en mejorar sus conductas antisociales y dañinas para sí y para los demás, y eso tomará cierto tiempo en realizarse. No. Ninguna revolución produce ángeles ni borra los defectos humanos por sí misma. Es una evolución constante de la actividad humana, un proceso que jamás se detiene y que se encuentra en constante movimiento. En sentido evolutivo en el caso de la revolución anarquista y siempre en modo ascendente. Idealizar la revolución no puede sino ser nocivo: fijar la revolución como una cosa definida (y no movible), como la solución a todos los problemas sociales nos puede hacer aplazar para un momento más o menos lejano la solución de todos los problemas; nos hace perder el piso en los momentos actuales. Las soluciones económicas, políticas y sociales deben estudiarse desde ahora y no esperar a que la revolución lo solucione todo como por arte de magia, y aún estas soluciones no serán nunca definidas y determinadas para todos los tiempos; el anarquista debe ser el reflejo de la sociedad a la que aspira, debe ser la viva imagen de la evolución mental y personal que lleva la revolución en su germen y la revolución de la sociedad será la evolución nuevamente del individuo. La evolución y la revolución, procesos encadenados eternamente el uno al otro, hacen que la revolución por la que apuesta el anarquismo no sea un punto al cual dirigirnos y que, una vez llegados a él, nos solucionará todos los problemas de la vida. En realidad la revolución y las soluciones que brinda no son sino el punto lejano al cual nos dirigimos incesantemente, porque cuando nos creemos llegados a las soluciones sociales se abren nuevos horizontes a los cuales nos dirigimos nuevamente de manera imparable. Es un punto que al alcanzarlo se aleja nuevamente para presentarnos nuevos retos y mejoras. Las soluciones deben marcarse desde el aquí, desde el ahora conforme se analicen los problemas actuales. Estos a su vez nos brindan soluciones en la situación actual, pero como los problemas de la sociedad avanzan (en sentido involutivo) las soluciones de la revolución propuesta por los anarquistas también avanzan (en sentido evolutivo) y dan a la revolución que se planteaba nuevos horizontes, nuevos caminos, renovaciones constantes de los procesos y las actuaciones. En palabras más claras: la evolución es imparable y nos lleva indefectiblemente a la actuación aceleradamente constante y actual de lo que queremos de la revolución; nos lleva a imprimir a la revolución aquello que queremos que libere al momento de estallar: la libertad, la justicia y la equidad, no como aspiraciones futuras, sino como planteamientos actuales que llevamos a cabo todo lo que nos es posible. Decía con toda razón Diego Abad de Santillán: el papel de los anarquistas en todas las etapas de la vida es ser anarquistas (2) Esta caracterización de la revolución para el anarquismo tiene contornos bien definidos que le dan el carácter que se desea para el anarquismo, no haciendo de ella una revolución a secas, sin más caracterizaciones que la de estallar por estallar. La revolución que busca el anarquismo, es necesario dejarlo claro, es una revolución social, anarquista, de caracteres enteramente contrarios al Estado (con sus caracteres involutivos) y de finalidades libertarias, justas y equitativas (caracteres evolutivos). Porque una revolución puede revestir varias formas no necesariamente anarquistas. Piénsese en las revoluciones políticas con aspiraciones a implantar formas demócratas burguesas republicanas; piénsese en las revoluciones socialistas de Estado con aspiraciones a implantar un nuevo Estado de vestimenta dictatorial (dictadura del proletariado); piénsese incluso en las revoluciones de tinte liberal derivadas luego en regímenes dictatoriales como el antefascismo del dictador Porfirio Díaz en México o la de los bolcheviques en Rusia. La revolución no libera la libertad por el mero hecho de estallar, y es por ello que no cualquier revolución satisface a los anarquistas. Libera aquello de que ha sido nutrida, aquello que la ha fomentado hasta hacerla estallar; libera lo correspondiente a la actividad desplegada en sentido de la libertad o de la injusticia (porque injusticia es la existencia del Estado, así como libertad y justicia es que nadie gobierne a nadie). Ha liberado la tiranía cuando se incubó el despotismo revestido de democracia; ha liberado también la libertad cuando los elementos revolucionarios y libertarios han trabajado previamente y divulgado ideales manumisores, generando con ello, poco a poco, las condiciones revolucionarias (la evolución dando paso a la revolución) que darán paso a nuevos procesos evolutivos y viceversa (la revolución dando paso a nuevos procesos evolutivos y estos a nuevos procesos revolucionarios si la evolución se ve interrumpida). Si deseamos que la revolución triunfe debemos comenzar por eliminar esas utopías de revoluciones mágicas que dan soluciones a todos los problemas sociales por el mero hecho de estallar y en las cuales el proceso no existe, sino solo la espera de la llegada de la revolución como maná mágico producido por sí solo o debido a fatalismos históricos, descuidando en el aquí y en el ahora resolver desde ya todo aquello que genere las condiciones revolucionarias y las soluciones a posibles problemas; no como profetas, sino simplemente analizando la situación y proponiendo soluciones desde ya. Porque poco o nulo caso habrá de hacernos el pueblo si no presentamos un programa siquiera mínimo para la actualidad. La revolución producirá lo que ahora y hasta que estalle seamos capaces de hacer por ella, por moldearla conforme a los principios anarquistas. Actuar aquí, ahora, no solamente para cuando estalle la revolución, sino prepararla desde ahora tomando el relevo de los luchadores que nos antecedieron y prestos a preparar generaciones venideras que tomen nuestro relevo cuando nos vayamos de esta vida. Nuestro actuar en la actualidad y el de quienes nos releven no será otro que la preparación de las consciencias y la organización (evolución) de lo que hará que la revolución estalle en dirección al anarquismo (revolución), y no por arte de magia, sino por el trabajo realizado. No esperemos nada que no estemos dispuestos a trabajar; no esperemos a que las condiciones se generen por sí mismas; no esperemos que nos caiga del cielo la revolución emancipadora si no estamos dispuestos nosotros a trabajar por ella. No busquemos la revolución por la revolución. No hay que ser carne de cañón en revoluciones ajenas a nuestras ideas, revoluciones de carácter estatal, aunque nos hablen de revolución. La revolución que buscamos los anarquistas es ante todo una revolución social. Una revolución que remueva los mismos cimientos de la sociedad, sacudiéndose el lastre del Estado, de sus instituciones. Una revolución que parta del pueblo, para el pueblo y por el pueblo. Jamás una revolución que se sirva del pueblo para acomodar las fichas del tablero del Estado, o para colocar nuevos verdugos privilegiados en el mandato. Pueblo y Estado, o sociedad y gobierno son polos opuestos que se combaten mutuamente. El uno encuentra un triunfo a su existencia solamente en la derrota de su parte contraria. No es posible, entonces, realizar una verdadera revolución si no es firmemente evolutiva y que se cimiente por encima del cadáver de su parte contraria: el Estado. La revolución social es, por el mismo hecho de ser social, la negación de toda forma de Estado y de dominación. La evolución y la revolución son nuestros mecanismos incesantes de actuación; la evolución para preparar incesantemente el camino hacia la revolución; la revolución como elemento creador de nuevos procesos evolutivos que lleven a la sociedad a una vida incesantemente mejor, justa, racional, libre y equitativa, donde el detenimiento de los procesos evolutivos y revolucionarios, detenimiento que genera el Estado con todas sus fuerzas (aunque no de manera inevitable, pues pese a su existencia la evolución avanza incesantemente y las revoluciones no cesan de existir), solo sea un triste recuerdo que dé paso a nueva historia humana despojada de todas las trabas que la detienen en su incansable camino hacia la libertad. Evolución constante que lleve a la revolución, y esta a la evolución nuevamente, y esta, si el proceso evolutivo se detiene o se ve truncado, a nuevos y más firmes procesos revolucionarios. Evolucionemos y revolucionemos, revolucionemos y evolucionemos, nada está dicho ni es verdad que nada nuevo hay bajo el sol. Hay todo un mundo por conquistar y una nueva senda para el género humano si jamás deja de evolucionar y revolucionar, pasando por encima de Estados, jerarquías, religiones atávicas y violencia insensata que pretenda detener el proceso evolutivo-revolucionario.
Erick Benítez Martínez.
Febrero de 2018
1.- Élisée Reclus: Evolución, revolución y anarquismo, página 14. Ediciones la voz de la anarquía, México, 2015.2.- Diego Abad de Santillán. Citado según Félix García, prólogo a El organismo económico de la revolución, página 5. ZERO ZYX, Madrid, 1978. Read more ... |
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