Twitter

jueves, 29 de octubre de 2020

Tinkunaco 1.844/20 - Re: Boletín diario del Portal Libertario OACA

 

Boletín diario del Portal Libertario OACA

Link to Portal Libertario OACA

  • Breve introducción al comunismo anárquico -  Folleto de Anarchist Federation
  • El fin del efectivo: Debate en línea vía mensajería XMPP - 31 de octubre
  • [Vídeo] Entrevista a Esteban Vidal sobre el "Informe Coronavirus"
  • Coronavirus: ¿de cuándo acá le hacemos caso a la Prensa?
  • [Poema] Otoño de Actitud
  • Seguridad de fronteras en el Canal de la Mancha
  • Presentación en la FAL de "100 mujeres andaluzas"

Breve introducción al comunismo anárquico -  Folleto de Anarchist Federation

Posted: 28 Oct 2020 06:07 AM PDT

Contra qué estamos luchando: capitalismo y jerarquía

Pirámide del capitalismoEl capitalismo, en esencia, es un sistema de explotación. Es un sistema de clases en el que una mayoría, la clase obrera, es explotada por una minoría, la clase dominante.

La clase dominante es dueña y controla los lugares donde trabajamos y vivimos, la tierra que produce nuestros alimentos, y todo lo que hace posible la vida. Ellos toman las decisiones sobre qué tipo de productos hacen las fábricas o qué tipo de servicios se proveen, y toman las decisiones sobre cómo se organiza este trabajo. El resto de nosotros, la clase obrera, debe trabajar en los campos y las fábricas, los centros de llamadas y los bloques de oficinas, o bien arreglárselas con los beneficios o reunir lo que necesitamos para sobrevivir.

Nosotros, la clase obrera, construimos y proporcionamos todo lo que la sociedad necesita para funcionar. Ellos, la clase dirigente, succionan los beneficios de nuestro trabajo. Somos el cuerpo de la sociedad; ellos son parásitos que nos chupan hasta dejarnos secos.

De esto se deduce que no utilizamos la idea de clase de la misma manera que muchos otros, particularmente en la prensa. La clase no se trata del hecho de que algunos de nosotros ganemos más dinero que otros o que vayamos a diferentes tipos de escuelas. Esta confusión sobre la idea de clase es parte de un conjunto más amplio de tácticas que la clase dirigente utiliza para tratar de ocultar la realidad de nuestra clase.

El capitalismo necesita a los trabajadores pero los trabajadores simplemente no necesitan el capitalismo. Si nos uniéramos en torno a nuestros intereses comunes de la clase trabajadora entonces podríamos acabar con la clase dominante y dirigir la sociedad por nosotros mismos. No los necesitamos, pero ellos nos necesitan. Debido a esto, la clase dominante trabaja duro para dividirnos unos contra otros. Lo hace tratando de controlar las ideas y la forma en que pensamos acerca de nosotros mismos, y también creando pequeñas diferencias en el poder y la riqueza que nos enfrentan unos a otros.

Una de las principales herramientas para crear estas divisiones es el estado. El estado está compuesto por todas las instituciones que regulan y controlan la vida de los “ciudadanos” – es decir, tú y yo – en beneficio del capitalismo. Cuando el llamado mercado libre no puede lograr algo que el capital necesita para crecer, el estado interviene y lo hace realidad. Desde la construcción de la infraestructura legal y física que el capitalismo necesita, hasta el ataque directo a los trabajadores que buscan mejorar su posición, el estado es una herramienta esencial de la clase capitalista.

Es importante que el estado mantenga organizaciones para controlarnos y coaccionarnos directamente. El ejército y la policía usan obviamente la fuerza directa para mantener a la gente en línea, con la policía rompiendo huelgas y cabezas en casa y el ejército haciendo cumplir el capitalismo en el extranjero. Las escuelas, al tiempo que prestan un importante servicio, también adoctrinan a los niños y los preparan para una vida como trabajadores y no como seres humanos. Las prisiones, las oficinas de inmigración, las oficinas de desempleo y más, se inmiscuyen en nuestras vidas y dan forma a nuestras acciones. Algunas de estas cosas, como escuelas, hospitales y prestaciones sociales, a veces dependen de nuestras vidas. A menudo es esta misma dependencia la que actúa para controlarnos. Los beneficios vienen con condiciones que dictan lo que podemos y no podemos hacer.

Algunos izquierdistas argumentan que si el estado estuviera bajo el control de un grupo que representara a la clase obrera, normalmente un partido revolucionario de algún tipo, entonces se comportaría de forma diferente. Esto ignora el hecho de que el estado está diseñado para gobernar desde arriba – es, por su propia naturaleza, jerárquico. Esto significa que siempre concentra el poder en manos de una minoría. Un pequeño número de personas da órdenes y un gran número obedece. El estado es siempre jerárquico y como resultado terminará fomentando en lugar de destruir todas las demás jerarquías de la sociedad.

El poder de la clase dominante proviene de su control de los medios de producción, pero mantienen ese control manipulando toda una serie de diferentes sistemas de opresión y explotación, diferentes jerarquías. 
Estos sistemas dan a grandes sectores de la clase trabajadora un poco de privilegio. Esto es suficiente para ponerlos en contra de aquellos con los que deberían unirse, suficiente para hacerlos defender a la clase dominante contra los oprimidos por el género, el color de la piel, la discapacidad, y así sucesivamente.

Para superar esto necesitamos un movimiento revolucionario compuesto por muchas organizaciones diferentes. Necesitamos muchas formas diferentes de tomar el control de nuestras vidas y luchar contra las diferentes opresiones que nos empujan hacia abajo. Necesitamos transformar completamente la sociedad y a nosotros mismos. En la Federación Anarquista creemos que las ideas del comunismo anarquista ofrecen la mejor oportunidad de hacerlo.

Comunismo anarquista

El anarquismo es un conjunto de ideas revolucionarias que son, en el fondo, muy simples. Los anarquistas creen que todos somos muy capaces de cuidar de nosotros mismos. Ningún líder puede saber lo que necesitas mejor que tú. Ningún gobierno puede representar los intereses de una comunidad mejor que la propia comunidad. Creemos que todos deben tener la opción de participar en las decisiones que les afectan, dondequiera que tengan lugar. Sólo de esta manera podemos tener una sociedad justa y equitativa en la que todos tengan la oportunidad de realizarse. Todo en el modo de pensar anarquista se desprende de este principio básico.

Para los anarquistas, recuperar el control de nuestras propias vidas es la revolución. Vemos dos formas de trabajo como la clave para poder hacerlo: la acción directa y la autoorganización. La acción directa es cuando los afectados directamente por algo toman medidas para arreglarlo ellos mismos, en lugar de pedir a alguien más que lo haga por ellos. Una huelga que obliga a la dirección a hacer concesiones o a enfrentarse a la pérdida de dinero es la acción directa cuando no se hace presión sobre un diputado o se pasa por negociaciones sindicales. Ocupar tierras abandonadas y convertirlas en un jardín comunitario es una acción directa, mientras que presionar al ayuntamiento para que limpie los terrenos baldíos no lo es. Cuando actuamos por nuestra cuenta para lograr algo que necesitamos, entonces estamos tomando acción directa, ya sea compartiendo comida con otros o luchando contra la policía en un motín.

Para que la acción directa sea posible también debe haber una auto-organización. Esto es organizarse sin líderes o falsos “representantes”, y nos permite recuperar el poder de tomar nuestras propias decisiones. La auto-organización nos permite romper y superar las jerarquías que nos separan. En los grupos auto-organizados todos tienen la misma voz y a nadie se le da el derecho de representar a nadie más. Este tipo de grupo es capaz de decidir sus propias necesidades y tomar medidas directas para satisfacerlas de una manera que cualquier grupo jerárquico basado en representantes – como un partido político o un sindicato – no puede.

Por eso rechazamos el uso del estado – es decir, el gobierno, el parlamento, los tribunales, la policía, etc. – para hacer la revolución. Nadie puede liberar a nadie más. Todos tenemos que liberarnos a nosotros mismos actuando juntos. Ningún gobierno, ni siquiera un gobierno “socialista” o “revolucionario”, puede hacer esto. Cualquier grupo o partido que se haga cargo del estado se convierte en un nuevo grupo de líderes, explotándonos en nombre del “socialismo” en lugar del “capitalismo”. Esto es lo que ocurrió en la llamada Rusia “comunista”. Sólo destruyendo el Estado, no apoderándose de él, podemos liberarnos.

Para los anarquistas, la acción directa y la auto-organización son herramientas esenciales para liberarnos. Son la forma en que nosotros como clase trabajadora podemos enfrentar los problemas de nuestras propias vidas colectivamente, trabajando juntos contra todo el sistema del capitalismo y las formas en que trata de dividirnos.

Estas ideas no han sido arrancadas de la nada. El comunismo anarquista es una tradición viva de la clase trabajadora que ha funcionado de maneras grandes y pequeñas a lo largo de la historia del capitalismo. No surge de las ideas abstractas de unos pocos intelectuales, sino de las acciones concretas de millones de personas.

Para muchos, la palabra comunismo se asocia sólo con la brutalidad de la Rusia soviética, o con Cuba, China y Corea del Norte. Estas sociedades están entre algunas de las peores tiranías que el mundo ha visto, matando a millones de personas a través de la hambruna, la guerra y la ejecución. Como anarquistas no olvidamos los campos de prisioneros, el trabajo de esclavos, o los injustos juicios y ejecuciones – de hecho los anarquistas fueron a menudo los primeros en sufrir estos ataques.

Sin embargo, a diferencia de la prensa que utiliza el ejemplo de los gobiernos “comunistas” para afirmar que el cambio revolucionario es imposible, los anarquistas también se niegan a olvidar el ejemplo de los millones de personas que han luchado contra esto en nombre del verdadero comunismo. Estas personas se organizaron, sin líderes, en grupos que usaron la democracia directa, lo que significa que todo el mundo tenía la misma voz en el manejo de las cosas. Utilizaron la acción directa, primero contra el estado y el capitalismo, y más tarde contra los nuevos gobernantes soviéticos.

El verdadero comunismo por el que lucharon es la extensión de estas formas de trabajo a todos los aspectos de la vida. El lema comunista “de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad” resume la idea. A nadie debería faltarle nada de lo que necesita. Los individuos reciben bienes y servicios por lo que necesitan, no por lo que pueden pagar o por lo que se merecen. La gente devuelve a la sociedad, a través del trabajo que hace, de acuerdo con lo que quiere y puede hacer. Todos tendrán la oportunidad de hacer un trabajo interesante y creativo, en lugar de sólo una minoría mientras que todos los demás están atascados con un aburrido trabajo de esclavo.

Esta sociedad se organizaría a través de colectivos y consejos locales, organizándose para tomar las decisiones que se deben tomar y hacer el trabajo que se debe hacer. Todo el mundo tiene voz en las decisiones que

Todo el mundo tiene voz en las decisiones que le conciernen. Creemos que al luchar por este tipo de futuro estamos luchando por la plena libertad e igualdad de todos. Sólo esto le dará a todos la oportunidad de ser lo que puedan ser.

Son los muchos ejemplos de personas que se organizan y resisten de esta manera que llamamos la tradición comunista. Los consejos obreros de la España revolucionaria, Alemania, Rusia, Hungría, Francia y México nos dan una pequeña visión que podemos tener en cuenta cuando pensamos en cómo podemos luchar contra el capitalismo y liberarnos. Una y otra vez el mundo ha visto a la gente común usar la acción directa, la auto-organización y la democracia directa para construir nuevas sociedades y vidas para ellos mismos. Son estas ideas y éxitos los que tratamos de construir en la lucha actual contra la explotación.

El comunismo anarquista es más que una visión abstracta del futuro y es más que una nostalgia de los movimientos revolucionarios del pasado. Es una tradición viva de la clase obrera que sienta las bases de la sociedad futura en el aquí y ahora. Todo lo que seremos después del capitalismo debemos aprenderlo bajo él y a través de la lucha contra él. La revolución no es ni puede ser nunca una pizarra en blanco – así es como se encuentran los cadáveres amontonados por el terror “revolucionario” (como ocurrió en Francia, Rusia y China). En su lugar, la revolución debe ser construida con los materiales a mano por aquellos de nosotros que estamos vivos hoy en día.

La revolución y los revolucionarios

Los revolucionarios creen que las sociedades en las que vivimos son básicamente injustas. No se trata sólo de esta o aquella injusticia, sino de que la forma en que funciona la sociedad es injusta y desigual. La pobreza, la guerra, el racismo, el sexismo y todos los demás problemas que enfrentamos no son excepciones a la regla – son la regla. El capitalismo no puede existir sin crear pobreza, sin luchar en guerras, sin oprimirnos en base a rasgos arbitrarios.

Creemos que hay que destruir el capitalismo y construir una nueva sociedad, una sociedad comunista anarquista. Esta es la revolución. Tanto la destrucción de lo que existe ahora como la construcción de algo nuevo son parte de la revolución. Como revolucionarios trabajamos para alentar ambas cosas – apoyando la oposición a los que están en el poder, así como ayudando a los que tratan de construir alternativas.

Debido a que el capitalismo es básicamente injusto e inapropiado, los revolucionarios no creen en el cambio a través de la reforma gradual. Esto se llama reformismo. Esto no quiere decir que un salario mínimo, una jornada de trabajo más corta, o el derecho al aborto libre no sean importantes. Estas reformas y muchas otras han hecho la vida mejor para nosotros. Los revolucionarios no intentan decir que la vida no ha mejorado desde la época victoriana – eso sería una tontería. Lo que decimos son dos cosas.

En primer lugar, ninguna reforma es permanente. Cualquier reforma puede y será deshecha por los políticos y los jefes cuando tengan la oportunidad. Los ataques a las libertades civiles, a las condiciones de trabajo y a los servicios públicos que vemos una y otra vez deberían bastar para demostrarlo.

En segundo lugar, las reformas sólo son concedidas por los gobiernos cuando tienen miedo de algo peor – un movimiento masivo de la clase obrera. Una y otra vez ha sido necesario que millones de personas se organicen para conseguir las reformas más básicas. La jornada de ocho horas, los derechos de las mujeres y los niños, y el estado de bienestar fueron todas concesiones forzadas de los gobiernos desafiados por los movimientos de masas. No hay nada que asuste más a los gobiernos que el hecho de que los ignoremos y hagamos las cosas por nosotros mismos. Los gobiernos harán casi cualquier concesión para evitar que sintamos que podemos actuar por nosotros mismos sin esperar el permiso de su autoridad superior.

Debido a esto, los revolucionarios son a menudo atacados como utópicos, como imaginando mundos perfectos irreales que nunca pueden ser. “Debes ser práctico”, nos dicen. “Concéntrate en obtener resultados aquí y ahora, no en una imaginaria tierra de cucú de nubes en el futuro.” Cuando la gente dice cosas como esta, cuando se nos dice que seamos “prácticos” o “realistas”, normalmente se nos dice que abandonemos nuestros principios. Los sucesivos gobiernos atacan los servicios públicos en nombre del “pragmatismo”, los sindicatos se venden a la dirección porque es “práctico”, los revolucionarios autoritarios mienten a sus miembros y al público porque son “realistas”.

Si esto es lo que significa ser práctico, entonces eso ya sería suficiente para rechazarlo. Pero hay más que esto. Ser “práctico” de esta manera, haciendo compromisos y tratos con los jefes y políticos, es una forma segura de asegurarse de que no se obtiene lo que se quiere. Cualquier trato hecho con el capitalismo es contraproducente, como hemos visto una y otra vez. No se progresa negociando con los jefes. Se progresa aterrorizándolos. Los comunistas anarquistas creen que es mejor luchar por lo que queremos, incluso si no lo conseguimos de inmediato, en lugar de luchar por algo que no queremos, y conseguirlo.

Este tipo de actitud no es una consecuencia inevitable de la deserción, pero es muy común, y es el resultado de una forma individualista de ver el capitalismo. El capitalismo no nos explota como individuos: nos explota como clases o grupos. Nos explota como trabajadores, como profesionales con algunas ventajas o como trabajadores temporales sin ninguna, como “consumidores” en el Oeste o como trabajadores desechables en el Sur global. Estamos oprimidos por el racismo institucional, la misoginia, la patronal y de diferentes maneras basados en combinaciones cruzadas de diferentes fuerzas opresivas.

Si respondemos al daño que el capitalismo nos hace como individuos, entonces la única respuesta lógica es abstenerse. Se vive sin trabajo, sin compras, sin depender de los sistemas de explotación que nos rodean. Si esto es imposible, entonces minimizas tu impacto. Consigues un trabajo “ético”, compras productos “éticos” y reduces tu contribución a la explotación de esa manera. Desde aquí es sólo un paso corto para despreciar a los que no son tan “iluminados” como tú, que mantienen el capitalismo en marcha “negándose” a abstenerse.

Sin embargo, si respondes al capitalismo como miembro de una clase explotada más amplia, entonces la respuesta lógica es colectiva. Puedes mostrar solidaridad con aquellos que están en la misma situación que tú, luchando donde estás por mejores condiciones, y por más control sobre las condiciones de tu vida. Una respuesta colectiva como esta es siempre opuesta. Siempre tiene que luchar contra el capitalismo en lugar de intentar rodearlo. Es, en potencia, el comienzo de un movimiento de masas y la base de una nueva sociedad basada en el reconocimiento de nuestros intereses comunes.

Al final es esta acción colectiva directa la que teme la clase dominante, no la gente que se retira, y es un movimiento de masas auto-organizado listo para tomar una acción colectiva directa que debemos ayudar a construir.

El doble poder

El otro enfoque típico de la política prefigurativa es tratar de construir un poder dual. Esto significa tratar de construir organizaciones en el aquí y ahora que eventualmente reemplazarán al capitalismo. Hay una serie de enfoques diferentes para las estrategias de doble poder.

Algunos se ven a sí mismos como ejemplos que pueden ser tomados por otros y tal vez eventualmente se conviertan en política de estado. Rara vez son muy polémicos en cuanto a sus ideas y se ven a sí mismos como reformistas en lugar de revolucionarios (aunque a menudo buscan el fin del capitalismo). Otros esperan construir economías alternativas enteras a través de cooperativas, cooperativas de crédito, sistemas comerciales locales y similares. Se argumenta que estas estructuras podrían llegar a un punto en el que muchas personas vivan de hecho fuera de la economía capitalista. Los que pertenecen a esta tradición a menudo, pero no siempre, se describen a sí mismos como mutualistas.

Algunos se centran en la construcción de asambleas comunitarias o populares para tomar decisiones locales y a veces tratan de hacerse cargo de los ayuntamientos locales y las cámaras del consejo a través de elecciones. Estos grupos a menudo, pero no siempre, se describen a sí mismos como municipalistas. Otros se centran en la creación de sindicatos revolucionarios que se enfrenten a la dirección en el lugar de trabajo para obtener beneficios inmediatos. También es igualmente importante que sean dirigidos por la democracia directa, dando a los trabajadores experiencia en la toma de decisiones y la organización. Se considera que estos sindicatos pueden asumir la totalidad de la industria sustituyendo al capitalismo. Esto se suele describir como sindicalismo.

Todos estos enfoques, y a menudo trabajan en combinación, se ven a sí mismos como la construcción de una alternativa política y económica al capitalismo delante de sus narices. Argumentan que estas alternativas son capaces de crecer hasta el punto de que o bien el capitalismo se marchita o bien hay una confrontación entre los dos sistemas que lleva a la revolución y a la destrucción del capitalismo.

Hay muchas cosas positivas en estos enfoques. Fomentan la auto-organización y la acción directa, mientras que proporcionan importantes lecciones de trabajo colectivo y experiencia de democracia directa para los involucrados. La AF no rechaza ninguno de estos enfoques de forma exagerada y los miembros se implican a menudo en este tipo de proyectos.

Sin embargo, hay importantes debilidades en estos enfoques que limitan su utilidad. Este tipo de proyectos son muy vulnerables a los ataques del Estado. Se pueden aprobar leyes que hacen que la mayoría de las cooperativas sean ilegales o, al menos, muy difíciles de establecer. A las asambleas comunitarias se les puede negar recursos, o incluso ser atacadas directamente por la policía y el ejército.

Quienes siguen estrategias de doble poder suelen ser muy optimistas en cuanto a su capacidad para evitar la represión. El capitalismo y el Estado tienden a atacar cualquier amenaza más temprano que tarde.
Sin embargo, los ataques directos del Estado no son el mayor problema de las estrategias de doble poder. El mayor problema es el riesgo de cooptación. Lo que esto significa es que los movimientos y organizaciones que empiezan a tratar de proporcionar una alternativa son a menudo “capturados” por el capitalismo, y terminan ayudando a gestionar las expectativas de la gente en lugar de desafiarla.

Por ejemplo, las cooperativas a menudo se convierten en empleadores por derecho propio, con miembros de pleno derecho de la cooperativa convirtiéndose en gerentes y sus nuevos empleados en trabajadores explotados como cualquier otro. Los consejos locales se dirigen a los grupos comunitarios, les dan financiación y acceso a cierto poder y terminan administrando las políticas del consejo a las que se proponen oponerse. Las cooperativas de vivienda se convierten en propietarios. Las cooperativas de crédito se convierten en bancos (las sociedades de construcción en el Reino Unido comenzaron como planes comunitarios). Los sindicatos pueden tomar medidas enérgicas contra las huelgas salvajes. Aquellos que empiezan tratando de construir alternativas terminan apoyando lo que odian.

Cualquier alternativa potencial al capitalismo en el aquí y ahora tendrá que interactuar con las cosas que está tratando de reemplazar. Una tienda cooperativa tendrá que comprar acciones de los proveedores capitalistas. Una asamblea comunitaria tendrá que negociar con el consejo local si quiere asegurar los recursos. Incluso los sindicatos sindicalistas, una forma de trabajo muy conflictiva, se ven obligados a negociar con los gerentes.

Esto no significa que debamos rechazar completamente todas estas formas de hacer las cosas. Lo que sí significa, sin embargo, es que ninguna de ellas es un camino hacia la revolución por sí misma. En lugar de ver estas formas de trabajar como una forma de crear reemplazos para el capitalismo, debemos verlas como una forma entre otras de crear una cultura de resistencia. Es esta cultura, y no cualquier organización en particular, la que es importante que construyamos.

Construir una cultura de resistencia

Creemos que las únicas personas capaces de destruir el capitalismo y crear un mundo en el que cada uno tenga control sobre su propia vida son las que son directamente explotadas por el capital hoy en día: la clase obrera. Como hemos señalado, la clase dirigente lo sabe y trabaja muy duro para mantenernos divididos y sin las habilidades que necesitamos para hacer este cambio. Esto es algo que debe ser superado antes de que la revolución sea posible. Tenemos que “construir la nueva sociedad en la cáscara de la vieja”. Sin embargo, la historia muestra que las organizaciones construidas por la clase obrera para nuestro propio beneficio son a menudo cooptadas y se vuelven contra nosotros. Los sindicatos, las cooperativas de crédito, los comerciantes y fabricantes cooperativos – todos estos y más han sido utilizados para defender en lugar de destruir el capitalismo.

Los revolucionarios autoritarios usan este problema como una excusa para tomar el control. Según ellos, la clase obrera sólo es capaz de tener una “conciencia sindical”, de regatear salarios y beneficios en lugar de derribar el capitalismo y construir algo nuevo. Lo que se necesita, afirman, es su liderazgo. Ellos serán la causa de la revolución, llevándonos a nosotros – las pobres masas estúpidas – a la luz usando cualquier medio necesario. La historia nos muestra que esto sólo conduce a nuevas tiranías.

La alternativa es que construyamos una cultura de resistencia, un conjunto de lazos de solidaridad y entendimiento entre muchas personas diferentes en muchos lugares diferentes. Estas nuevas relaciones nos dan la confianza y los recursos que necesitamos para luchar dondequiera que estemos. Esta cultura se convierte en una masa de yesca capaz de convertir la chispa de una lucha en una llama que puede extenderse.

Esta cultura no es una organización particular o un conjunto de principios o algo así. Está compuesta de muchas organizaciones diferentes y más que eso de ideas, prácticas y actitudes que nos revelan nuestro poder como partes explotadas pero necesarias del sistema capitalista. La AF no rechaza ninguno de estos enfoques de forma taxativa y los miembros se implican a menudo en este tipo de proyectos.

Una cultura de resistencia restaura esas conexiones, haciendo visible lo que el capitalismo trata de ocultarnos. Cada objeto que usamos en nuestras vidas está hecho por otros seres humanos. Cada trozo de comida que comemos, cada pizca de poder que usamos, cada vaso de agua que bebemos está ahí porque el trabajo de otros lo hizo posible. El capitalismo esconde esto detrás de los precios y los nombres de las empresas. Se lleva el crédito por hacer la vida posible al ocultar las mismas cosas que nos conectan con todos los demás en el mundo. La cultura de la resistencia nos muestra lo conectados que estamos con otras personas de la clase trabajadora. Hace retroceder los engaños del capitalismo y nos muestra lo poderosos que somos realmente. No es un ideal abstracto, sino que revela la realidad concreta que nos conecta a todos y hace desaparecer las abstracciones y mentiras que el capitalismo utiliza para aislarnos.

Una cultura de resistencia crece en el vientre del capitalismo y utiliza las conexiones entre los trabajadores que el capitalismo en algunos casos crea para construir los inicios de una alternativa. Una cultura de resistencia construye estructuras e ideas de cooperación y solidaridad que prefiguran el mundo que viene. Una cultura de resistencia es la escuela en la que aprendemos a ser libres, cómo nos convertimos a través de la lucha contra el capitalismo en todo lo que seremos después de él.

Es imposible decir de antemano qué formas tomará esta cultura de resistencia. Las necesidades y la imaginación de los implicados dictarán lo que ocurra y cómo. Sin embargo, es posible establecer el más amplio esquema de cómo podemos organizarnos y luchar. Podemos mirar lo que ha funcionado en el pasado y lo que otros están haciendo ahora, y señalar cómo la acción directa y la auto-organización pueden aplicarse a una serie de áreas de la vida cotidiana.

Luchas en el lugar de trabajo

En el trabajo, la confrontación entre trabajadores y jefes es más evidente. Los trabajadores quieren trabajar lo menos posible por la mayor cantidad de dinero posible, mientras que los jefes quieren trabajar por la menor cantidad de dinero. Esta es la naturaleza del capitalismo. La cantidad de esfuerzo que la gerencia hace para controlar a la gente en el trabajo apunta al hecho de que en el trabajo somos increíblemente poderosos. Cuando trabajamos creamos las ganancias que la clase dominante necesita para existir.

Cuando interrumpimos el buen funcionamiento de un lugar de trabajo a través de la huelga o el sabotaje, interrumpimos directamente la capacidad de la clase dominante para obtener los beneficios de los que depende. Por esta razón, la resistencia en los puntos de trabajo siempre tiene un potencial revolucionario, aunque sea a pequeña escala. Cuando nos negamos a obtener beneficios para nuestros jefes, amenazamos su existencia.

Luchas sociales salariales

Cuando hablamos de un salario social estamos hablando de todas las diferentes formas en que podemos recibir servicios del Estado y de la clase dirigente que son (en efecto) parte de nuestra participación en los beneficios de la industria. La atención sanitaria, la vivienda social y subvencionada, el transporte y los servicios públicos como el agua y la electricidad, las bibliotecas y los servicios sociales, las prestaciones y muchas otras cosas pueden considerarse parte del salario social. Al igual que los aumentos salariales y las jornadas laborales más cortas, estos servicios son a menudo el resultado de anteriores rondas de lucha, victorias obtenidas por la clase obrera en el pasado.

Las luchas por el salario social adoptan muchas formas, pero normalmente implican un enfrentamiento bastante directo entre algún brazo del Estado -el consejo local, por ejemplo- y un grupo de personas relativamente bien definido que depende de un servicio concreto. Hay muchas tácticas diferentes disponibles para aquellos de nosotros que luchamos este tipo de luchas. Las peticiones y los llamamientos a los representantes se utilizan a menudo, y la mayoría de las veces fracasan, pero también hay formas de acción directa que podemos utilizar. Ocupaciones de edificios y servicios amenazados, protestas masivas fuera (y dentro) de los edificios gubernamentales, bloqueos e interrupciones en el funcionamiento normal de los servicios, disturbios callejeros y desorden.

Esta cultura no es una organización particular o un conjunto de principios o algo así. Está compuesta de muchas organizaciones diferentes y más que eso de ideas, prácticas y actitudes que nos revelan nuestro poder como partes explotadas pero necesarias del sistema capitalista. Esta cultura se trata tanto de la imagen y la creencia en nosotros mismos como de un conjunto particular de ideas u organizaciones. Una cultura de resistencia es de alguna manera la suma de todas las cosas que hacemos para sobrevivir y resistir bajo el capitalismo.

Son las grandes cosas como huelgas y disturbios, ocupaciones de fábricas y edificios públicos y grandes organizaciones que luchan por algo en particular.

Igual de importante, son las cosas pequeñas también. Las pequeñas estafas en el trabajo y los grupos de residentes que hacen la vida un poco más llevadera en casa. Es el odio a la policía y a los jefes y el orgullo por lo que eres y por la comunidad en la que vives.

También se llaman luchas de identidad, sin embargo, la palabra identidad no está a la altura de la tarea de describir el tipo de luchas de las que estamos hablando aquí. Las formas liberales (e incluso las más radicales) de hablar de las luchas de los oprimidos por razones de género o sexualidad, la lucha contra la supremacía blanca, o similares, no reconocen la relación entre estos tipos de lucha y la lucha de la clase obrera. A veces se ven como distracciones y otras veces como “separados pero iguales”, pero rara vez se ven como parte integral de la lucha contra el capitalismo en su conjunto. Para los comunistas anarquistas el capitalismo es más que un sistema de clases, es un sistema que utiliza toda una gama de jerarquías para mantener el poder de una minoría. La resistencia a todas estas jerarquías debe ser vista como una resistencia al capitalismo.

Sin embargo, esto no significa que no se necesiten organizaciones separadas para las personas que luchan contra el patriarcado, la supremacía blanca, etc. Sólo porque las luchas de, digamos, las mujeres son importantes en la lucha contra el capitalismo no significa que esas luchas puedan simplemente plegarse en alguna lucha “más amplia” contra el capitalismo. Por eso es necesario que quienes experimentamos ciertas formas de opresión formemos nuestras propias comunidades, no sólo para organizarnos juntos sino también para hablar juntos sin tener que justificar lo que decimos a la gente que no tiene las mismas luchas. Estos grupos proporcionan un espacio en el que podemos comprender lo que es único de nuestras propias opresiones y en el que podemos estar libres de los prejuicios -conscientes o inconscientes- de aquellos que no comparten las mismas experiencias. Estos grupos pueden ser la base de comunidades de resistencia, donde una comprensión compartida se convierte en un conjunto de tácticas y acciones compartidas para enfrentar tanto al Estado como a los prejuicios y la violencia cotidiana que pueden hacer la vida un infierno para aquellos de nosotros que se consideran fuera de la norma.

El papel de la organización revolucionaria

Si la gente es capaz de dirigir sus propias luchas y de luchar por sí misma para satisfacer sus propias necesidades, entonces, ¿qué sentido tiene una organización como la Federación Anarquista?

Somos una organización de revolucionarios conscientes que nos vemos trabajando por una revolución comunista anarquista pero, como hemos dejado claro en este folleto, no creemos que ninguna revolución sea causa nuestra. Será la actividad propia de millones de personas de la clase obrera la que haga la revolución, no el trabajo de un puñado de nosotros con algunas ideas bonitas. No somos un partido revolucionario que dirija a la clase obrera fuera de su “conciencia sindical”, fuera del reformismo y dentro de la revolución. No somos el embrión de un consejo obrero o un sindicato revolucionario que crecerá y crecerá hasta que finalmente tomemos el control. No nos dirigimos a nadie, no actuamos en nombre de nadie más que de nosotros mismos.

Sin embargo, hay algunas cosas que las organizaciones revolucionarias pueden hacer que sería mucho menos probable que ocurrieran sin ellas. El comunismo anarquista es una tradición viva de la clase obrera, pero hay momentos en que esa vida pende de un hilo muy fino. En los períodos de derrota y división, cuando la clase obrera tiene pocas organizaciones propias y hay muy poca lucha, algo tiene que mantener vivas las lecciones que se han aprendido. La organización revolucionaria es un importante almacén de conocimientos y habilidades. Es una especie de memoria que mantiene viva una visión de la clase obrera como unida y desafiante, incluso cuando la clase ha sido pateada en la cabeza tantas veces que está empezando a olvidar su propio nombre, por no hablar de su pasado.

Los miembros de una organización revolucionaria son también militantes por derecho propio y están intensamente involucrados en las luchas donde viven y trabajan. Las ideas del comunismo anarquista se difunden no sólo a través de las palabras de nuestras organizaciones, sino también a través de las cosas que hacemos. En cualquier cosa que estemos involucrados, presionamos por la acción directa y la auto-organización y resistimos la toma de posesión y la cooptación por parte de grupos autoritarios.

Nuestra pertenencia a una organización más amplia de revolucionarios nos da acceso a las experiencias de nuestros camaradas y nos permite discutir y debatir las cuestiones y tácticas de cualquier lucha particular sin tener que preocuparnos por lo básico. El alto nivel de acuerdo político dentro de una organización revolucionaria nos permite preocuparnos por los detalles cruciales en lugar de tener que hacer los mismos argumentos fundacionales una y otra vez.

Es de estas dos maneras principales – preservando y difundiendo la memoria y las lecciones de las luchas anteriores, y apoyando a los militantes comprometidos pero potencialmente aislados en las luchas cotidianas – que una organización revolucionaria contribuye a una cultura de resistencia. Las ideas del comunismo anarquista funcionan. Cuando las usamos para luchar, nuestras posibilidades de ganar aumentan porque estas ideas nos dan poder y nos muestran nuestra propia fuerza en lugar de decirnos que dependamos de algún grupo de líderes o representantes. La organización revolucionaria es una forma importante de difundir esas ideas,

La organización revolucionaria es una forma importante de difundir esas ideas, de ponerlas en práctica y de utilizarlas para construir una cultura de resistencia.

Nota final

El comunismo anarquista es una tradición viva, que respira, de la clase trabajadora que crece a partir de las acciones y experiencias de millones de personas en la lucha contra el capitalismo. La única lección que aprendemos una y otra vez es que dondequiera que estemos y lo que sea que nos esté pasando, lucharemos. A veces ganamos, más a menudo no lo hacemos, pero siempre que progresamos, los principios de acción directa y auto-organización suelen estar en el centro de todo ello. Nuestras derrotas nunca son totales: siempre queda algo para avanzar y seguir luchando. Nuestra victoria nunca será definitiva: el ser humano siempre buscará cambiar y experimentar, desarrollar nuevas experiencias y nuevas ideas.

Creemos que mientras el capitalismo, el patriarcado, la supremacía blanca y todo lo demás siga existiendo siempre habrá quienes resistan. Creemos que tenemos la mejor oportunidad de ganar cuando nos organizamos utilizando principios comunistas anarquistas. Mientras esa resistencia continúe, la Federación Anarquista y los muchos grupos como nosotros en todo el mundo, harán todo lo posible para poner en práctica estas ideas cuando las necesitemos. Dondequiera que la gente sea explotada, siempre se defenderá, y como comunistas anarquistas siempre

Traducción DeepL

Edición G. A. Higinio Carrocera

GRUPO ANARQUISTA DE ASTURIAS HIGINIO CARROCERA
http://grupoanarquistahc.wordpress.com


Read more ...

El fin del efectivo: Debate en línea vía mensajería XMPP - 31 de octubre

Posted: 28 Oct 2020 05:56 AM PDT

Hola con todxs.

Soy nuevx en esto, pero al ver que este tema va mucho más allá que solo las formas como compraremos cosas alimentos etc en el futuro, sentí la necesidad de conocer diversas perspectivas, conocimientos, cuestionamientos, etc al respecto ya que mediante esto que si dinero en efectivo o virtual va a afectar a lxs trabajadorxs, a las personas que no tienen acceso a lo digital no solo por falta de dinero sino por falta de ganas o por costumbre o porque simplemente no lo desean ni lo necesitan. A la vez abre otras puertas a favor y en contra de cada elección, que pienso siempre terminará perjudicando a lxs más vulnerables o menos privilegiadxs, aún indirectamente. Está también el tema de la contaminación ambiental, al indagar cual contamina más: ¿el papel o los servidores?. Por supuesto también está si con la digitalización del dinero se perpetuará la lógica del consumo del trabajo de la producción y las mercancías.

Y otros asuntos más que interseccionan este tema, que ahora no me acuerdo o que quizás aún no me doy cuenta y quisiera por eso conocer a través de ustedes.

Les espero este sábado 31 de octubre desde las 21 horas, hora en Bogotá. Para ver que hora les toca en cada diferente territorio solo basta con poner "zona horaria y el nombre de tu localidad" viendo siempre que se remarque tu región o país.

Tomaré como punto de partida el documental " Un mundo sin billetes ni monedas - El fin del dinero en efectivo | DW Documental " cuyo enlace es este : https://invidious.snopyta.org/watch?v=OwIy20e7VlM

Desde luego que hay otros documentales, artículos, etc que hablan del tema, pero ese documental es solo una referencia y punto de partida, no una totalidad ni verdad absoluta ni lo comparto del todo. Documentales, libros etc están para analizarlos y cuestionarlos .

Para quienes no saben crear una cuenta en suchat, en este enlace hay diversas opciones :

XMPP para principiantes

https://write.privacytools.io/c3po/xmpp-para-principiantes

Y si eliges, para mí la más sencilla, usar el servicio de suchat, estos son los pasos.

Crear una cuenta en suchat

https://www.suchat.org/crear-una-cuenta-xmpp/

De una vez que ya tienes tu cuenta creada (con cualquier servidor), entrar en el siguiente enlace para buscar el canal del debate que está en este cliente web de suchat

https://www.suchat.org/converse/

De una vez que entraste ahí, escribe o busca

debatemaso@salas.suchat.org

Hazle click y habrás entrado a la sala del debate “debatemaso”

Y empieza a comentar


Read more ...

[Vídeo] Entrevista a Esteban Vidal sobre el "Informe Coronavirus"

Posted: 28 Oct 2020 05:48 AM PDT

España en Estado de Alarma, Europa tiene otras soluciones. Con Esteban Vidal, autor del informe "Análisis comparativo de las políticas de gestión de la pandemia en Europa y una aproximación al fenómeno de la epidemia desde la ciencia política".

Se puede acceder al informe completo haciendo click aquí.

https://www.youtube.com/watch?v=9SGt5Il37Ck


Read more ...

Coronavirus: ¿de cuándo acá le hacemos caso a la Prensa?

Posted: 28 Oct 2020 05:40 AM PDT

A propósito del artículo titulado "De virus, conspiranoias y otras patologías. Reflexiones biolocas acerca de algunos argumentarios conspiranoicos":

https://portaloaca.com/opinion/15143-de-virus-conspiranoias-y-otras-patologias-reflexiones-biolocas-acerca-de-algunos-argumentarios-conspiranoicos.html

además de un artículo posterior que le respondía, cuyo enlace es el siguiente :

https://www.portaloaca.com/opinion/15148-comentario-y-respuesta-al-articulo-de-virus-conspiranoias-y-otras-patologias-reflexiones-biolocas-acerca-de-algunos-argumentarios-conspiranoicos.html

hemos encontrado otra reflexión en las redes ke viene junto a otros artículos ke refutan dicho artículo mencionado arribita.

Es triste ver a compxs que se han dejado avasallar x lo ke la prensa de la mass media narraba día a día desde que empezó la cuarentena en el primer país que reportaba casos “incontrolados” del sars-cov2 más conocido como el coronavirus, aún cuando la prensa y la misma ciencia decían un día una cosa y la desmentían al día siguiente. Y no precisamente xq la ciencia es cambiante, y es algo ke a muchxs se les ha olvidado ya ke la ciencia no trata de verdades absolutas, pero en estos últimos tiempos se ha llegado a poner en un altar a la ciencia adorándola como única verdad absoluta. Y en esto tienen que ver mucho la corriente pro-democracia dentro del mismísimo anarkismo. Sí, se ha visto una gran oleada de gente ke muestra la chapa de anarkista, pero ke su discurso es pro-democrático. ¿o me ekivoco?. Y han estando pasando piola dentro del movimiento solo xq un tufo de “la unión x la unión” se ha hecho omnipresente en la movida. ¿o no?.

Desde luego ke no hablo de toda la movida, hablo de gran parte de la movida y a nivel mundial, x eso ya no sorprende ver publicaciones de páginas anarkistas (y hasta se les escucha en persona xq eso ha traspasado las redes virtuales) ke no han dudado de catalogar a kienes dentro de la movida se han mantenido firmes en su ideal de cuestionar lo ke la prensa mundial los estados las industrias lxs científicxs y organizaciones de salud mundiales han estado difundiendo en sus medios informativos respectivos, les han llamado “conspiranóicxs” y encima han dado a entender ke kienes no creen en todo ese propagandeo son anti-iluminatis o más conocidxs también como anti-vacunas (como si todx anti-vacuna fuera de esa movida anti-iluminatis) llamándonos también neonazis ya ke gran parte de esa movida anti-iluminatis tienen esa tendencia.

Entendemos el miedo ke ha derrochado la prensa mundial y los demás mencionados arriba en esta cuarentena mundial de más de 40 días, ya ke es a través del miedo x la cual nos controlan y nos oprimen a todxs, siendo solo lxs desobedientes lxs ke tratamos de no caer en pánico y darles lucha. Pero no terminamos de lamentar de ke con esta pandemia ha sido muy fácil doblegar esos corazones y mentes ke antes cuestionaban a la prensa y demás, y ke ahora les creen y hasta difunden lo ke la prensa y demás dictaminen las reglas de aislamiento social ke debemos seguir si no keremos “contagiarnos ni contagiar a lxs demás”.

El enlace del artículo completo es el siguiente: https://orange2sky.noblogs.org/?p=464

V. Resisten


Read more ...

[Poema] Otoño de Actitud

Posted: 28 Oct 2020 05:27 AM PDT

Días lluviosos desde las ventanas,
y por mi cuerpo cayendo gotas de agua
interminables, como ríos deambulatorios
en los aposentos de una “madame”
entregada a mal-reír a “sus” putas,
que espera entregada a decir:
“ríeme”
y se queda sentada en su asiento
a ver venir a los clientes que
se zafan de una y de otra hasta dar
con la más mediocre y tuerta de todas.

En los ríos incandescentes de mi alma
hay un varón que me entrega a los recuerdos
de un tiempo remoto, de un tiempo pasado,
que fluye, a través de mí, hacia lo más
profundo de mi corazón,
desenvolviéndose en un sin fin de secretos
e intimidades, que, quizás fueron, quizás no.

Esa es mi alma,
ese es mi secreto,
que deambula “sin ton ni son”
por las aceras y los bares,
que se pierde en el más ínfimo recodo
de la mente primordial,
que chorrea nada más verte
en el antiguo infinito de tu habitación.

Esa es la mente de un poeta, que,
si sabes algo de mí,
sabrás que a mí el hombre
es como decirme:
“¡apuñálate!”
Ese no es mi género,
ese no es mi sexo,
pues mi sexo es varón,
y mi género es distinto
al que conocen como “binario”:

Eso sí;
me enfado
cuando viejas compañeras
te dicen que eso no existe,
que el género es una invención del Patriarcado,
que es chusma, que es decrepitud...

¡Sí! ¡Tengo género!...
Y ese es “no-binario”;
esa es la “quiz” de la cuestión.
Nada de “nuevas masculinidades” heterosexuales;
yo, sin fin,
por ti.

-Richie punk-


Read more ...

Seguridad de fronteras en el Canal de la Mancha

Posted: 27 Oct 2020 11:22 AM PDT

Artículo original de 9 de octubre de 2020, de Thom Tyerman y Travis Van Isacker. Este artículo ha sido escrito en conjunto con redes de activistas opuestas al régimen fronterizo establecido por el Reino Unido en el noroeste de Francia, incluyendo Watch the Channel, Calais Migrant Solidarity Calais Research.

Thom y Travis investigan en el mismo el sistema de seguridad de la frontera del Reino Unido, anteriormente han publicado trabajos sobre el desalojo de hogares de inmigrantes y otras practicas de segregación cotidianas en Calais. Este es el último artículo de la semana temática «Fonteras a través del tiempo: Conmemorando Lampedusa», organizada por Victoria Canning y Francesca Espósito.

El pasado día 19 de Agosto, Abdulfatah Hamdallah originario de Sudán fue encontrado muerto en la playa de Sangatte, cerca de Calais. Durante la noche anterior había intentado cruzar el Canal de la Mancha hacia el Reino Unido utilizando un bote inflable de playa y una pala como remo improvisado. La Ministra del Interior Británica, Priti Patel, culpó de su muerte a «aborrecibles bandas criminales y contrabandistas de personas que explotan a personas vulnerables», a pesar que en el caso ningún contrabandista estuvo involucrado. Al presentarlo a él y a otras personas que intentan cruzar el Canal de la Mancha como víctimas de codiciosas redes de contrabando humano delictivo, esperaba justificar el creciente aumento de la seguridad y militarización del Canal. Estas medidas, descritas como necesarias para terminar con el problema, son de hecho la raíz del porqué tantas personas emprenden este viaje y son la causa principal de los enormes riesgos que enfrentan en el camino.

Seguridad de fronteras del Reino Unido: como se construye una crisis

El pasado 18 de diciembre el Gobierno del Reino Unido declaró un «incidente importante» cuando durante los dos meses precedentes más de 200 personas cruzaron el Canal en pequeños botes. En lo que va del 2020 se estima que 6.000 viajeros han llegado ilegalmente al Reino Unido de esta forma, y el 98% de ellos solicitó asilo. El 7 de agosto, la Ministra del Interior anunció su intención de «hacer inviable esta ruta» deteniendo en primer lugar a los barcos que salían de Francia e interceptando y devolviendo a los que intentaban cruzar el Canal.

Este plan se ha traducido principalmente en la militarización del Canal, bajo el mando del ex militar Dan O´Mahoney en su nuevo cargo de Comandante de Amenazas Clandestinas del Canal. Una flota de embarcaciones de patrulla costera y agentes de aduanas de la Fuerza de Fronteras que actualmente se coordina con sus homólogos franceses y los guardacostas nacionales en ambos lados del Canal para interceptar los barcos de migrantes lo antes posible. Buques de guerra franceses han sido también desplegados mientras que la Marina Real y la Fuerza Fronteriza realizan maniobras de entrenamiento conjuntas. Drones pertenecientes a la empresa privatizada de defensa Tekever (que será pronto remplazada por Elbit) y el Ministerio del Ejército proporcionan vigilancia aérea constante junto a vuelos de la Real Fuerza Aérea. Además de localizar los barcos que precisan ser rescatados, un video publicitario del Ministerio del Interior muestra que las imágenes grabadas por los drones son usadas para criminalizar a los solicitantes de asilo y condenar a aquellas personas que conducen los barcos por «facilitar la entrada ilegal».

Los esfuerzos recientes del Reino Unido no pondrán fin a los viajes no autorizados de pequeños botes y las llegadas de hecho aumentaron durante agosto y septiembre del 2020. Si bien un Plan de Acción Conjunto prometió 3,2 millones de libras esterlinas para la compra de equipos y tecnología de vigilancia para patrullas marinas a lo largo de la costa francesa, Francia según se ha informado solicitó 30 millones de libras adicionales del Reino Unido para que su policía interceptase a los barcos que intenten cruzar en tierra antes de su partida en estrecha cooperación con los sistemas de vigilancia aérea del Reino Unido. Si finalmente se llega a un acuerdo esto sería solo otro paso en la larga historia de exportar el control fronterizo del Reino Unido a Francia a cambio de financiación, una estrategia que, irónicamente, produjo la misma crisis de pequeños barcos cruzando que vemos hoy.

A lo largo de las últimas décadas la frontera del Reino Unido ha sido externalizada al Norte de Francia y ha sido cada vez más fortalecida mediante gastos de más de 316 millones de libras en el periodo entre 2010 y 2016 y con más de 45 millones de libras desde la firma del Tratado de Sandhurst en el 2018. Este dinero ha pagado kilómetros de muros y vallas alrededor de la ciudad de Calais la autopista, el puerto de ferris y el eurotúnel así como nuevos sensores y tecnologías de vigilancia para detectar personas escondidas en camiones o en trenes, formas habituales en que las personas cruzaban la frontera clandestinamente. También financia más de mil policías antidisturbios franceses estacionados permanentemente en Calais. Además de patrullar el perímetro del puerto, los policías hostigan diariamente a los migrantes, desalojando y destruyendo constantemente sus campamentos improvisados y lugares ocupados. Los ataques abiertos por parte de las autoridades se combinan con la negación sistemática de necesidades básicas tales como alojamiento, comida, productos de higiene, instalaciones para lavarse e incluso ropa para así disuadir a otras personas de venir o permanecer en Calais e intentar llegar al Reino Unido.

Además, para frenar el número de migrantes que intentan el viaje marítimo, los observadores de Solidaridad Migrante y Derechos Humanos de Calais señalan que la policía francesa confisca o destruye de forma rutinaria botes, chalecos salvavidas y otros equipos de seguridad marítima de los migrantes que pasan por Calais. Las autoridades locales también restringen la venta de estos artículos a cualquier persona sin identificación, requiriendo que se registren los detalles personales de los compradores. Estas actuaciones no detiene el cruce de barcos y al mismo tiempo aumentan su peligrosidad contribuyendo a muertes en la frontera ya que las personas se embarcan sin preparación e incluso algunos intentan el cruce a nado. También crean un mercado lucrativo para los contrabandistas. Lejos de evitar el cruce de los barcos, salvar vidas o acabar con la explotación, el aumento de la seguridad en la frontera en Calais ha tenido el efecto contrario.

Libre circulación, no a las “rutas seguras y legales”

Mientras que, en un intento de apaciguar a la extrema derecha y mostrar una imagen de «recuperar el control de nuestras fronteras», el Ministerio del Interior tiene como objetivo hacer inviables las travesías de pequeños botes en el Canal, los grupos de defensa de los derechos de los migrantes y las organizaciones humanitarias piden que los hagamos innecesarios. Estas organizaciones argumentan que la muerte de Abdulfatah muestra la necesidad urgente de «rutas seguras y legales» para que así los solicitantes de asilo puedan llegar al Reino Unido sin tener que arriesgar sus vidas o depender de contrabandistas para hacerlo. En la práctica esta propuesta podría contemplar la creación de centros en Francia para que las personas soliciten asilo y se registren para el reasentamiento o la reunificación familiar. De obtener respuesta positiva se les permitiría el ingreso en el país. Esta sería una alternativa a exigir que alguien esté presente en territorio del Reino Unido antes de poder solicitar asilo, razón principal de los cruces fronterizos irregulares.

Si bien esas «rutas seguras» en apariencia serían diferentes a la situación actual (y, según se informa, están siendo consideradas ahora por el Ministerio del Interior), no desafiarían necesariamente el régimen fronterizo existente e incluso podría reforzarlo. Los planes de reasentamiento externo ya forman parte de la política de fronteras del Reino Unido (y de la Unión Europea). Sin embargo generalmente resultan solo en un pequeño número de transferencias con éxito, mientras que la mayoría de las personas permanecen viviendo en condiciones extremas en campos de refugiados esperando largo tiempo su resolución. Además los programas de reasentamiento externalizado mantienen el poder discrecional del estado para decidir quién es merecedor de protección eliminando la capacidad de los refugiados de buscar la seguridad que necesitan. Los solicitantes de reasentamiento deben presentarse como víctimas perfectas, encajando en la narrativa preestablecida de persecución personal y luchando contra las elucubraciones sobre la seguridad en sus «países de origen». Sin embargo el problema central de los planes de reasentamiento es que suelen venir acompañados de otras políticas de externalización y aumento de seguridad de fronteras contribuyendo así a deslegitimar y criminalizar a cualquier persona que cruce fronteras de forma autónoma buscando seguridad como «falso refugiado» abusando de la hospitalidad de los estados de llegada.

Las «rutas seguras y legales» y la vigilancia mejorada de fronteras aparecen como posiciones contrarias en el debate sobre fronteras y derechos humanos pero en realidad son dos caras de la misma moneda. Theresa May clarificó este extremo en su discurso del 2015, como Ministra del Interior, cuando describió la política de fronteras del Reino Unido como «humana para los que necesitan de ayuda y dura con los que abusan de ella». Se necesita con urgencia un enfoque diferente en el trabajo de ayuda a refugiados: uno que no trate a los que cruzan el Canal como víctimas o criminales, sino que reconozca como estos viajes desafían el aumento de seguridad que ha venido definiendo la política fronteriza británica durante décadas. El desafío es continuar denunciando la violencia e injusticia de la frontera exteriorizada del Reino Unido sin que, sin darnos cuenta, ofrezcamos oportunidades para que ésta persista en nuevas formas diferentes. Ser solidario con los migrantes en Calais y en el Canal de la Mancha significa nada menos que la abolición de esta frontera y la libre circulación para todos.

¿Algún comentario sobre esta noticia? ¡Ponte en contacto con los autores! Envía un email, pon un comentario en su lugar de publicación original o en su Facebook. También les puedes twittear.

Thom Tyerman y Travis Van Isacker

Fuente: Briega


Read more ...

Presentación en la FAL de "100 mujeres andaluzas"

Posted: 26 Oct 2020 06:12 AM PDT

El viernes 30 de octubre, a las 19:00 horas, se presentará en la Fundación Anselmo Lorenzo el libro 100 mujeres andaluzas. Retratos del feminicidio franquista. Con la participación de su autora, Susana Falcón; la psicólogo e investigadora de feminismo andaluz, Araceli Pulpillo (Labio Asesino, Piedra Papel Libros); y Cristina Ruidejo, traductora y miembro de Mujeres por la República.

Os recordamos que podéis adquirir el libro en nuestra librería online o acudiendo a la sede de nuestra fundación, en la calle Peñuelas 41 (metro Acacias o Embajadores), donde se celebrará el evento atendiendo a las recomendaciones sanitarias recomendadas.

“Abrir este libro es iniciar un vuelo hacia la luz, procurar que las vidas de un centenar de mujeres andaluzas anónimas, arrumbadas en los márgenes de la historia, se iluminen. Son testimonios que, en tus manos, lector, en tus ojos, lectora, encontrarán su razón de ser: el rescate del olvido.

Imaginar todo eso es un acto de humanidad frente a la barbarie de las fosas, y de las fosas comunes de mujeres, una triste singularidad de Andalucía, a fin de castigar de manera ejemplar, cruel y bárbara a quienes habían osado desafiar el modelo de mujer patriarcal y tradicional, rescatado e impuesto por los vencedores, con la colaboración aquiescente de la Iglesia católica y sus ministros.”

Susana Falcón Tornú es periodista y escritora hispano-argentina. Ha trabajado en prensa escrita, radio y televisión en Argentina, Nicaragua y España. Ha publicado Veinte años. Memoria sobre la impunidad y el olvido. Argentina, 1976-1982Por favor, no te muerasLos crepúsculo de GravinaLo dieron todo. Historias de las luchas de Marinaleda; y Vida y muerte de Carlos Parra: el hombre que se cruzó con el torero.

¿Cuándo? Viernes 30 de octubre
¿Horario? 19:00 horas
¿Dónde? Fundación Anselmo Lorenzo. C/ Peñuelas 41. Metro Acacias o Embajadores.

https://fal.cnt.es/


Read more ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario