Buenos Aires, 2 de marzo de 2016
Presidente de los Estados Unidos de América
Sr. Barack H. Obama
Sr. Barack H. Obama
Recibe el fraterno saludo de Paz y Bien
En
estos días nos enteramos que realizarás un histórico viaje a Cuba y
luego vendrás a la Argentina, para estrechar lazos de cooperación con el
gobierno recién electo.
Seguimos
muy de cerca los avances positivos que, de la mano del Papa Francisco,
han permitido abrir las puertas a la esperanza y al diálogo entre el
pueblo de Cuba y de Estados Unidos. Bien sabes que queda un largo camino
a recorrer hasta lograr el levantamiento del bloqueo y el cierre de la
base militar que tu país mantiene en Guantánamo, donde se violan los
derechos humanos de los prisioneros, sin juicios y sin posibilidades de
alcanzar la libertad. Esperamos que logres hacerlo, a pesar de la fuerte
oposición que encuentras en el Congreso de tu país.
En la carta que me enviaste el año pasado,
a diferencia de otros antecesores tuyos, has reconocido que tu país
viola derechos humanos y has mencionado tu voluntad de “llevar este
capítulo de la historia de Estados Unidos a su final”.
Por
eso es importante que sepas que no vienes a la Argentina en cualquier
momento. En 1976, mientras tu tenías tan solo 14 años y tu país
festejaba dos siglos de su independencia, nosotros comenzábamos el
período más trágico de nuestra historia, con la instauración de un
terrorismo de estado que sometió a nuestro pueblo a la persecución, la
tortura, la muerte y las desapariciones para quitarle su derecho a la
libertad, independencia y la soberanía.
Te
escribo como sobreviviente de ese horror que, como muchos otros, fuimos
víctimas de persecución, cárcel y torturas por defender los derechos
humanos frente a las dictaduras latinoamericanas que impusieron la
Doctrina de la Seguridad Nacional y de la “Operación Cóndor”, con el
financiamiento, adoctrinamiento y coordinación de Estados Unidos. Fue
por esa lucha colectiva que me otorgaron el Premio Nobel de la Paz y lo
asumí en nombre de los pueblos de América Latina.
Mientras
Estados Unidos formaba a las Fuerzas Armadas latinoamericanas en la
Escuela de las Américas (SOA) en tácticas de tortura y secuestros. Aquí
promovía con elites locales, políticas neoliberales que destruyeron la
capacidad productiva del país e impusieron una deuda externa ilegal e
ilegítima. A la vez que denunciamos ese accionar, también reconocimos la
solidaridad del pueblo Estados Unidos y, aunque fueran una excepción,
del Ex Presidente Jimmy Carter y la Secretaria de Derechos Humanos,
Patricia Derian, que denunciaron el accionar de la dictadura.
Tu
vendrás a mi país en el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la
Justicia, el mismo día en que se cumplen 40 años de la última dictadura
genocida de Argentina, y en el año en que se cumplen 200 años de nuestra
independencia nacional. Ciertamente no puedes desconocer que tu país
tiene muchas deudas pendientes con el nuestro y con muchos otros.
Si tu intención es venir aquí a reconocer en nombre de los Estados Unidos de América, que tu país fue cómplice de los golpes de estado del pasado y del presente en la región. A anunciar que tu país va a firmar y ratificar el Estatuto de Roma y someterse a la Corte Penal Internacional, y que dejará de ser el único país de América que no ratifica la Convención Americana de Derechos Humanos. Si nos gratificarás con la noticia de que van a cerrar el “Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica” (WHINSEC) y el “Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley” (ILEA), herederas de la Escuela de las Américas. Y que cerrarás las bases militares que tiene EEUU en América Latina. Entonces serás bienvenido cualquier día a la Argentina.
Si tu intención es venir aquí a reconocer en nombre de los Estados Unidos de América, que tu país fue cómplice de los golpes de estado del pasado y del presente en la región. A anunciar que tu país va a firmar y ratificar el Estatuto de Roma y someterse a la Corte Penal Internacional, y que dejará de ser el único país de América que no ratifica la Convención Americana de Derechos Humanos. Si nos gratificarás con la noticia de que van a cerrar el “Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica” (WHINSEC) y el “Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley” (ILEA), herederas de la Escuela de las Américas. Y que cerrarás las bases militares que tiene EEUU en América Latina. Entonces serás bienvenido cualquier día a la Argentina.
Pero
si vienes con la intención de imponernos Tratados de Libre Comercio, en
defensa de los privilegios de las corporaciones transnacionales que
despojan nuestros pueblos y a la madre tierra. O vienes para avalar los
ilegítimos reclamos de los fondos financieros, “Vulture Funds” o
“buitres” como les decimos por aquí, que pretenden expoliarnos a través
de la justicia de tu país. O tienes la intención de recomendar la
fracasada receta de intervención de las Fuerzas Armadas en los asuntos
de la seguridad interior, y con la excusa de la lucha contra el
narcotráfico reprimir a los movimientos populares. En ese caso no puedo
menos que recordarte las palabras del libertador Simón Bolívar quien
alertaba: “Los Estados Unidos, parecen destinados por la providencia,
para plagar a la América Latina de miserias, en nombre de la libertad”.
La
potencia mundial que representas ha estado y está detrás de todos los
intentos de desestabilización de gobiernos populares en nuestro
continente, particularmente de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Honduras,
entre otros casos. A 200 años de nuestra independencia debo informarte
que no aceptaremos ni viejos ni nuevos colonialismos, no aceptaremos
nuevos Consensos de Washington que impulsen reformas de hambre y
exclusión. Los pueblos latinoamericanos ya derrotamos el proyecto
imperial del ALCA y volveremos a enfrentar todo nuevo intento de
imposiciones similares.
Si
tu intención no es anunciar ninguna de estas reparaciones, ni de evitar
nuevos padecimientos, lamentablemente tú visita será advertida por la
mayor parte del pueblo argentino como un gesto de provocación hacia uno
de los ejes centrales de nuestra identidad nacional: la defensa de los
derechos humanos y de los pueblos.
A
muchos nos ha llamado la atención que el comunicado oficial de tu vista
menciona que vendrás a reconocer las contribuciones de Mauricio Macri a
la defensa de los Derechos Humanos en la región. La primera vez que
Macri defendió públicamente los derechos humanos fue para referirse a
otro país que él no conoce, una manipulación política contra Venezuela
que banaliza las políticas de Derechos Humanos. Esperamos que ese
presunto reconocimiento no involucre una ofensiva desestabilizadora con
la hermana República Bolivariana.
Mientras
Venezuela recientemente aprobó la “Ley Especial para Prevenir y
Sancionar la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes”,
aumentando las penas a quienes apliquen estas prácticas. En Argentina
nos preocupa que en el año 2014 solamente, tuvimos 6.843 casos de
torturas en cárceles, y el ahora presidente no ha dicho ni una sola
palabra. Ni antes, ni ahora.
Menciono
esto porque sé que es una preocupación tuya con respecto a tu propio
país, que registra la mayor cantidad de presos en todo el mundo (uno de
cada cuatro presos está en norteamérica), y además sabes mejor que nadie
sobre los centros propios de detención y tortura que los EEUU tienen en
otros países, como demostró el completo informe del “Programa de
Detención e Interrogatorio de la CIA” del Congreso Norteamericano del
año 2014. Nos urge luchar contra estas prácticas en todo el mundo.
La
Paz es fruto de la Justicia y para hacerla realidad continuamos
transitando nuestro camino de compromiso con quienes tienen hambre y sed
de Justicia para garantizar la plena vigencia de los Derechos de las
Personas y de los Pueblos, de ayer y de hoy. Esto nos ha permitido que
en Argentina se juzgue y se condene a quienes cometieron crímenes contra
la humanidad.
Por
eso es importante que sepas que los días 24 de marzo ningún presidente
ni personalidad puede representar al pueblo argentino, que en toda su
diversidad siempre se representa a sí mismo a través de sus consignas y
su movilización pacífica en todas las calles y plazas del país.
Bien lo remarcó el Papa Francisco en el Encuentro de Movimientos Sociales en Bolivia:
“El futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes
dirigentes, las grandes potencias y las élites. Está fundamentalmente en
manos de los Pueblos”.
Por eso, si no decides posponer tu visita para otra fecha, podrás escuchar lo que el pueblo Argentino tiene para decir al mundo.
Te reitero el saludo de Paz y Bien, deseándote fuerza y esperanza al servicio de los pueblos
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
Servicio Paz y Justicia
Premio Nobel de la Paz
Servicio Paz y Justicia
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