A PROPÓSITO DEL DÍA DEL MILITANTE
C.A.B.A., Argentina, UNASUR-CELAC-EL EMILIO, Historia Nacional.
“POCO JAMÓN PA’ DOS HUEVOS”
Por Pedro del Arrabal (publicado por EL EMILIO el 17 Nov 2009)
Cuenta la historia que esta fue la verdadera respuesta de mi querido Gral Perón a una alusión que había hecho el Gral Lanusse, Presidente de facto de la República y mandamas de aquella dictadura militar que gobernaba el país, cuando este manifesto que a Perón le “faltaba cuero” para regresar a la patria.
A Perón le sobraba “cuero”; había conducido desde afuera de la patria la resistencia del pueblo peronista durante 18 largos años. Perón era un conductor político. Y a los conductores políticos nadie les fija los tiempos políticos. Menos un enemigo de su pueblo, pueblo que para Perón era la patria misma.
Corría el año1971 y el Gral Lanusse manipulaba los hilos de una “formal” política nacional, pero desde atrás, a escondidas. Con Onganía había nacido un aparato de facto conformado por serviles operadores -el Ing Alsogaray estaba a la cabeza de los mismos- que manejaban las instituciones del Estado para beneficiar al sector que crecía en número de integrantes y apuntaban a ser los favorecidos en la nueva concentración de riqueza. Lanusse era la cabeza pensante de un grupo militar gorila conformado en su gran mayoría por “no pensantes”. Toda esta fuerza de choque era utilizada por los de siempre. Servían para defender la continuidad del proyecto de los patriarcas de grupos económicos (Bunge & Born, Dreyfus) unidos, una vez más, a la oligarquía agro-ganadera que venía asaltando el poder político desde el 6 de septiembre de 1930.
Lanusse desconfiaba de Perón, y con motivos. Confiaba más en que a esa altura de los acontecimientos y con los años encima, el deterioro de la salud física de nuestro lider jugara a su favor. Por esta y otras razones mandó a un oficial del ejército a espiar en Madrid para que constatara cuánto tiempo de vida le quedaba en realidad a Perón (Mauricito Macri era chiquito, pero aún así el Papá le pedía que aprendiera esas técnicas de espionaje político en un juego familiar que practicaban a diario, previendo que algún día su hijito sería gobernador de la Ciudad y desde ese cargo lo pusiera en practica. Un ejemplo de papá previsor [1])
Enterado de la maniobra, el viejo “zorro” le pidió a su médico personal que hiciera correr la voz de que solo le quedaban unos meses de vida. Y esta “buena nueva” escribió el espía en el informe que al regresar elevó a su jefe, el Gral Lanusse.
Ilusionado con semejante dato, Lanusse lanza el recordado GAN (Gran Acuerdo Nacional); creó su propio candidato militar, El Brigadier Ezequiel Martinez y lo trató de imponer con el ridículo slogan que rezaba “El presidente joven que sabe y puede”. De esta manera Lanusse jugaba a perpetuarse en el poder. Mientras tanto Alsogaray, que nunca tuvo un pelo de boludo y se la veía venir, jugaba fichas con su nuevo partido -”La Nueva Fuerza”- a través de dos títeres: la formula “Chamizo-Ondarts”. El hombre (si Alsogaray se puede llamar hombre) no se iba a quemar personalmente. Francisco “Paco” Manrique junto al Rafael Martinez Raymonda (¡Sí! Ese que aparece por los canales de cable cada vez que hay una elección) era el otro engendro político del ala “progresista de los conservadores” en descomposición.
Aquel “GAN” tenía una cláusula tramposa que fijaba un fecha tope (el 25 de agosto de 1972) para que los candidatos estuvieran en el país. Lanusse intentaba tener el control político de su propia creación. En ese momento tuvo la infeliz idea de manifestar en un discurso que “Hay algunos a quienes le falta cuero” para cumplir con lo que él había fijado.
¡Para qué!
Rápidamente y con su habitual guiñada de ojo el “viejo” le respondió desde Madrid que “ERA POCO JAMÓN PA’ DOS HUEVOS”.
Perón vino cuando quiso. Lo hizo el 17 de noviembre de 1972, El País fue una fiesta aunque los perros militares intentaron arruinarla. La alegría volvió a los corazones de los descamisados, de los cabecitas, de los negros, de los desposeídos, de los desclasados, del subsuelo de la Patria que emergía nuevamente sobre la faz de esta tierra.
Perón una vez en la Patria le respondió políticamente al “GAN” con ”LA HORA DE LOS PUEBLOS” en aquella reunión en el restaurante “NINO” de Vicente López. Allí juntó las cabezas de todas las fuerzas políticas democráticas del país dejando en absoluta orfandad al gobierno de Lanusse.
La resistencia popular, fundamentalmente peronista, ayudó con desinterés para que el regreso fuera posible. Además dio sobradas muestras de heroísmo desde que el Gral Juan José Valle en 1956 intentara recuperar la soberanía popular perdida con el golpe gorila de 1955. Desde aquel momento la resistencia tomó diversos cuerpos de diferentes formas que comenzaron a hacerle la vida imposible a cualquier intento de gobernabilidad que se propusiera el cipayaje gorila y vende patria que había asaltado el poder.
El resto de la juventud argentina comenzó a sumarse, día a día, a nuestro proyecto de liberación Nacional. Comenzaban a entender que dicho proyecto pasaba por el peronismo. Jauretche, “Pepe” Rosa, Orsi, Abelardo Ramos, Hernández Arregui, Puigróss, Galeano, Cirigliano, Guglielmino, Fermín Chávez, Spilimbergo, Galasso, abrían cabezas y rompían con la historia colonial que deformó por años el verdadero valor del concepto PATRIA; del concepto PUEBLO.
De esta manera, la juventud argentina comenzó a encontrar su identidad y hacía suyo aquel ideal que rescataba el “concepto heroico de la vida”.
Cuando esa juventud gritaba “La vida por Perón” sabía lo que decía. Sabía que no se trataba de otra cosa que dar “la vida si era necesario para recuperar para el pueblo la dignidad perdida”,
“Dar la vida por ellos, por ese pueblo, porque ellos eran la verdadera patria”. Y así, esa juventud comenzó a sentir y entender lo que era una causa noble, la causa de la justicia social. La bandera que solo el peronismo hizo realidad en la historia de los argentinos.
[1] Ahora -2018- Macri lo hace como Presidente del país.
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