>> SERPAL Nº 518
¿POR QUÉ NOS
MATAN?
UNA PREGUNTA
REVERSIBLE
Por Carlos Iaquinandi
Castro
Redacción
SERPAL
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“Los
atropellos de los años noventa en Chechenia, Afganistán, Argelia o Bosnia
y la
difusión a golpe de petrodólares del fundamentalismo wahabí,
son
el germen
de
los conflictos que ahora azotan a Oriente Próximo, Magreb y África
subsahariana.”
“…Sé
que estos días la balanza y el apoyo se decanta hacia las víctimas, hacia los
hijos perdidos,
las
familias destrozadas, la ciudad de duelo. Pero
permitidme contaros y enseñaros
la
otra cara de la moneda, la que no sale en los periódicos, la que no llora en
público,
la
que en silencio se seca las lágrimas porque parece que esté mal visto llorar por
ellos…”
* Raquel, educadora social en Ripoll,
Catalunya.
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¿POR QUÉ NOS
MATAN?
UNA PREGUNTA
REVERSIBLE
Por Carlos Iaquinandi
Castro
Los grupos yihadistas han
golpeado Catalunya dejando una secuela de dolor por los muertos y heridos y de
angustia por lo que implica la ruptura de su convivencia.
Se denuncia el odio y la
irracionalidad de los terroristas. Pero no abundan las reflexiones que procuren
respuestas al interrogante de “¿Por qué nos matan?” que se plantean muchos
ciudadanos.
Cuando el terrible atentado
contra las Torres Gemelas en Nueva York en el 2001, algunos pensamos que el
pueblo norteamericano se haría esa pregunta. Y que
quizás entonces, percibieran que
ese golpe, por su magnitud, por la inmolación de sus ejecutores, representaba un
odio descomunal. Si así ocurría, puede que
intentaran
indagar y encontraran pistas de
la verdadera historia de la política exterior de su país en las últimas décadas. Pero no
fue así, salvo casos individuales.
Tratemos de que no nos pase lo
mismo, y seamos capaces de un examen colectivo para respondernos esa misma
pregunta.
Quizás, como punto de partida, es
tiempo de revisar el apoyo
explícito de los gobiernos europeos, el español incluido, a las invasiones y operaciones
militares en diversos países como Irak, Afganistán, Libia, Sudán, Ucrania,
Somalia, o Yemen, entre otros. O recordar también Chechenia, Argelia o Bosnia en
los 90., aquello que Juan Goytisolo definió como “las semillas del
Yihadismo”.
Recapitulemos
En el 2003, una coalición
encabezada por Estados Unidos y Reino Unido, y que contó con el apoyo del
gobierno español, decidió sin el aval de las Naciones Unidas la invasión de
Irak. El extenso y documentado “Informe Chilcot” elaborado tras siete años de
investigación por encargo del parlamento británico, determinó que el ataque
estaba
decidido de antemano y que fue
falso el argumento sobre la existencia de armas químicas en poder de Saddam
Hussein. El informe publicado el año pasado, revela que el ultimátum contra Irak
salió de la llamada “Cumbre de las Azores”, con Bush, Blair y Aznar como
protagonistas. La invasión generó el mayor movimiento civil contra la guerra.
Millones de personas salieron a las calles en todo el mundo para denunciar y
rechazar la “guerra” decidida por EEUU y sus aliados. El clamor popular fue
desoído.
En nombre de la libertad y la
democracia, los integrantes de la coalición bombardearon ciudades y pueblos,
provocaron miles de muertos, destruyeron infraestructuras, disolvieron el
ejército iraquí, dañaron valiosos
yacimientos arqueológicos de lo que se considera fue “la cuna de la Humanidad, y dejaron un
país devastado y en manos de bandas o grupos sectarios. Durante la operación las
tropas anglo-norteamericanas protegieron los pozos petrolíferos, pero nadie
defendió la
Biblioteca Nacional de Bagdad, saqueada y reducida a cenizas, o
el Museo donde se guardaban los primeros ejemplos de la escritura humana y de
los símbolos numéricos. Ocuparon el país, detuvieron y ejecutaron a Saddam, pero
humillaron a un pueblo destruyendo también su patrimonio
cultural.
Libia “liberada”
Pero de allí en más, otras
regiones claves fueron convertidas en objetivos de control estratégico. Y con
variadas excusas, justificaron nuevas invasiones, como el caso de la
“liberación” de Libia, convertida en “tierra de nadie”, balcanizada, con zonas
controladas por diversas facciones armadas, un alto índice de criminalidad, y
destruidas sus estructuras como estado. Hoy, en sus costas, pandillas armadas
negocian con los traficantes de refugiados, y a la vez, en un doble juego,
reciben primas económicas de la
Unión Europea para impedir que éstos lleguen
al continente por el Mediterráneo. También permiten a estas bandas criminales
que naveguen más allá de las aguas territoriales para expulsar ( incluso con
disparos intimidatorios ) a los navíos de organizaciones humanitarias como la
catalana Proactiva o Médicos Sin Fronteras que han logrado salvar a millares de
refugiados de una muerte segura en los frecuentes naufragios. Hace ya más de dos
años, que Europa cerró sus fronteras y archivó sus compromisos con los Derechos
Humanos. El legado antifascista de la post guerra, incluyendo el estado del
bienestar, también han sido olvidados. Solo queda la retórica vacía de los
discursos con los que los gobernantes intentan maquillar su incapacidad y su
sometimiento a los intereses económico financieros. Este es el verdadero poder.
El que controla y maneja a los representantes de los gobiernos europeos en
Bruselas.
La tragedia del pueblo sirio
La “guerra en Siria”, como suele
definirla la prensa, es la evidencia de cómo prevalecen los intereses
geoestratégicos de las potencias y de las multinacionales sobre la defensa de la
vida y el bienestar de los pueblos. Un conflicto interno entre el gobierno y un
alzamiento popular, derivó en la progresiva intervención extranjera,
proporcionando armamento, o reconociendo a diversas “facciones” rebeldes que
podían coincidir con sus propios intereses. Después, el caos fue aprovechado
por el
Ejército Islámico para apoderarse de una parte importante del territorio sirio y
parte del de Irak, para proclamar un naciente “califato”. Eso justificó que
Estados Unidos y países europeos, se sumaran bombardeando sus propios
objetivos. Rusia también aportó sus bombas, en este caso, justificado en los
tratados que tiene con el gobierno de Al Assad. Y hasta Turquia envió sus
tanques, sus aviones y sus soldados, con el argumento de preservar sus
fronteras. Pero en realidad, sus objetivos, más que las fuerzas
del Ejército Islámico, fueron las milicias kurdas, pueblo sin tierra ni país, que en
este caso ha conseguido victorias significativas frente al Daesh. Más de la mitad
de la población siria, es decir casi once millones de personas se encuentra
desplazada. Más de la mitad de ellas, ha cruzado fronteras huyendo del horror
cotidiano. La mayoría está retenida en Turquía, o en campos provisionales en
Líbano, Jordania o incluso en Grecia. Las Naciones Unidas no ha logrado
frenar esta masacre permanente, este sufrimiento atroz de todo un pueblo. Son más de cinco
años de mal en peor. Es el mayor fracaso contemporáneo de la humanidad y
de la
Organización de las Naciones Unidas. Unos ponen las bombas, y otros,
los pueblos, ponen los muertos y sus patrias. Miedo y desamparo de millones de
seres. En pleno siglo XXI.
Africa saqueada
También los “desarrollados” fomentan conflictos internos en los que
finalmente terminan participando con suministros de armas, bloqueos, intervenciones directas o bombardeos.
Muchas veces su objetivo, es tener fácil acceso a materias primas vitales para
el crecimiento tecnológico y el bienestar de los países “desarrollados”. África es un continente rico en
recursos, pero 38 de sus países figuran entre los 50 menos desarrollados del
mundo. ¿ Como es posible ? : porque sus territorios son sometidos a
un saqueo constante, favorecido por ese caos “importado” que ha generado países
inviables, crisis regionales y el éxodo constante de población. Las minas son
explotadas por multinacionales, con
la mano de obra más barata del mundo. El coltán, el oro, el cobre, o las piedras
preciosas son la fuente de financiación de conflictos. Los “señores de la
guerra” locales combaten por controlar los yacimientos para disfrutar de la
compensación económica de las multinacionales que terminarán llevándose sus
riquezas. La independencia de varias naciones africanas en los años 60, se
interrumpió violentamente con el asesinato del líder congoleño Patrice Lubumba,
planeado por
Bélgica, y la CIA
norteamericana, como lo revelaron
años después los documentos desclasificados. Allí se inició la
contrarrevolución neocolonial que ahogó la libertad de los pueblos
africanos.
En nombre de la libertad
Incansables pregoneros de la
libertad y la democracia, muchos países desarrollados establecen alianzas con
gobiernos autocráticos árabes que oprimen a sus propios pueblos, como Arabia
Saudita, Turquía o Egipto.
El régimen saudí, soluciona el
problema de los disidentes con degollamientos públicos, cárcel o torturas. Un
reciente documental grabado por la cadena británica ITV con cámara oculta,
reveló decapitaciones, exposición pública de cadáveres de ejecutados, o
agresiones policiales a mujeres por infringir normas. ( Entre otras
prohibiciones no pueden conducir vehículos, y no pueden salir solas, deben
hacerlo con algún familiar masculino.)
Arabia Saudí también ha sido
acusada de financiar al DAESH, ya
sea directamente o por no evitar que donantes privados envíen dinero al grupo
extremista. También sería proveedora de fondos para la propagación del
wahabismo, una corriente del Islam rigurosa, que condena a otros musulmanes que
no comparten su teología. Los
estudiosos señalan vínculos entre el DAESH y el wahabismo, en el cual se
fundamentaría el uso de la violencia porque la pueden justificar
teológicamente.
El primer viaje
al exterior del presidente Donald Trump fue en mayo pasado para visitar Arabia
Saudí. Respaldó a su gobierno y a su política en la región y firmó una venta de
armamento por 110.000 millones de dólares. Meses antes había estado allí
el jefe del estado español, Felipe Sexto. Su país también es
proveedor de armas para la monarquía
saudí.
Por su parte, en Turquía, el
presidente Erdogán, ha encarcelado a decenas de miles de opositores, a
centenares de periodistas, a maestros y
a miembros de las Fuerzas Armadas. Ha cerrado numerosos medios de
comunicación. No hay libertad de expresión en el país. Europa tolera estas
violaciones de los derechos humanos. Y no solo guarda silencio, sino que ha
“premiado” al gobierno turco con seis mil millones de dólares por la
“contención” de los refugiados, o sea impedirles cruzar el Mediterráneo. Europa
se desentiende de la suerte de más de dos millones y medio de refugiados, la
mayoría sirios hacinados en refugios y explotados en maquilas. Un programa de
la BBC británica
en octubre pasado, documentó la presencia de refugiados sirios, inclusive
menores, trabajando para proveedores de las multinacionales Mango y
Zara.
En Egipto, el gobierno del
general Al Sisi tiene pleno reconocimiento europeo, y recibe importante ayuda
militar de los Estados Unidos, como sus predecesores. Las denuncias de
organismos de DDHH indican que hoy en Egipto se tortura más que durante la
dictadura de Mubarak. Israel tiene buenas relaciones con Al Sisi, porque saben
que considera “enemigo” al movimiento palestino y forma parte del cerco
territorial
de la franja. A propósito, recordemos que la tolerancia y apoyo a la ocupación
israelí de los territorios palestinos, las agresiones y humillaciones que padece
cotidianamente ese pueblo, la prisión a “cielo abierto” en la que mantienen a
más de un millón y medio de personas en Gaza, nada tienen que ver con los
principios que gobiernos europeos o Estados Unidos dicen
defender.
La gran mayoría de las víctimas del
DAESH
pertenecen a países musulmanes.
Un dato a tener en cuenta: el 80%
de las víctimas de los atentados del Daesh o Estado Islámico en todo el mundo,
corresponden a países con población mayoritariamente musulmana. En lo que va del 2017, se han producido
en el mundo 883 atentados con 5.274 víctimas. La mayoría de ellos, en especial
los que produjeron más muertes, corresponden al Daesh o a algunas de sus
“franquicias”, como Boko Haram en Nigeria. Otro dato indicativo: de los 162 países incluidos en el Índice
de Terrorismo Global, Irak ocupa el primer lugar en víctimas y Francia, por
ejemplo, está en el puesto 56.
Los ataques a occidente parecen
formar parte de una estrategia que pretende tensar o romper las relaciones de
las minorías musulmanas en occidente con el resto de la sociedad. En la
práctica, cada atentado que se produce en países europeo alimenta la islamofobia
y el ascenso de la extrema derecha. Hay gobiernos y medios de comunicación que
con sus afirmaciones, contribuyen a estimular el miedo y el rechazo de los
“otros”, solo por provenir de otro país, profesar otra religión o tener sus
propias costumbres. En definitiva, inconscientemente colaboran con los planes
del Daesh.
Quienes ponen las armas
Los países “desarrollados”, son
los principales fabricantes de armas con las cuales diariamente son exterminadas
miles de personas en los diversos conflictos
activos.
Para ellos, las muertes ajenas
simplemente son parte del negocio.
Estados Unidos, Rusia, Alemania,
China, Francia, Reino Unido, España, Italia, Ucrania e Israel son los diez
primeros fabricantes. España es una de las principales proveedoras de armas de
Arabia Saudí. Esta autocracia lidera una coalición de países árabes que
interviene unilateralmente en el conflicto interno en Yemen, bombardeando y
entregando armas y recursos a los sunníes que procuran frenar a los rebeldes
hutíes que controlan una parte importante del país. Estos tienen el respaldo de
Irán y lo que está en juego es la
influencia en la región del Golfo Pérsico. En este caso, como en tantos otros,
unos ponen las armas y los pueblos ponen los muertos.
Europa y los refugiados de
las guerras y hambrunas
Otro grave cargo contra los
verdaderos fabricantes de odio, es
el trato inhumano hacia los refugiados, víctimas a su vez de conflictos o
hambrunas muchas veces generados
por la intervención extranjera. Las distintas formas de neocolonialismo
afectan
regiones de Asia y Africa. Europa cierra fronteras y externaliza la contención
de los refugiados al dictador Erdogán o a las bandas criminales que operan en
Libia. Abandona sus principios
fundacionales sobre la defensa de los derechos humanos.
Millones de personas quedan en el
más absoluto desamparo.
Saquemos conclusiones
¿Qué respuesta
daríamos si los millones de damnificados por las causas enumeradas se hicieran
la pregunta que nos formulábamos al principio: ”Por qué nos matan” ?
Ellos nos podrían contar miles de
agravios, de humillaciones, de barreras, de muertes, destrucciones, de
persecuciones por pensar, por creer. De saqueos
de sus tierras, de sus
patrimonios. De represión de sus culturas, de sus creencias religiosas. Nos
podrían hablar del hambre, la miseria, la injusticia, la
marginación.
De las lluvias de bombas sobre
sus tierras con las que los poderosos dirimen sus propios conflictos. De que les
matan para dominarles, para robarles, para saquear sus recursos y riquezas.
Quizás ese ejercicio de
conciencia, de revertir la pregunta inicial, nos alejaría de respuestas tan
fáciles como inútiles, que es adjudicar a los demás locura o irracionalidad para
calificar sus acciones.
Los gobernantes de los países
desarrollados no asumen su protagonismo en todas las operaciones militares e
invasiones enumeradas en este artículo. Ni que son ellos los proveedores del
armamento con el que se mata y
destruye. Prefieren denunciar “el odio y la irracionalidad de los terroristas”
y las amenazas contra “nuestro modo
de vida”. ¿Nuestro o se refieren al
suyo ? , al de minorías que tienen poder y fortunas. Con estas frases esconden sus
responsabilidades, pero el problema seguirá y
crecerá
y lo sufren las mayorías
sociales.
“Debemos detener esto…”
La educadora social de Ripoll, el
pueblo catalán donde vivían la mayoría de los jóvenes marroquíes que integraban
el grupo terrorista que atentó en Barcelona,
escribió en su conmovedora carta
abierta: “Me duelen las chispas que
encienden el odio en las redes, en la calle, en el pueblo donde vivo, los
periódicos ... Donde se muestra la ignorancia, el rencor, la indiferencia, el no
respeto hacia el prójimo, los tópicos, las fronteras, el girar la cabeza hacia
otro lado, el no saber ponerse en la piel del otro.Y esto se repite siglo tras
siglo, año tras año. ¿Qué estamos haciendo mal? Debemos detener esto. Debemos
hacer algo.” Es cierto
Raquel, esa debería ser la primera preocupación. Mientras los gobiernos de
"Occidente" no corrijan su comportamiento internacional esto irá de mal en peor.
Asumamos que la exaltación religiosa puede llegar a ser una
herramienta de manipulación de los sentimientos primarios. Las afirmaciones
absolutas pueden volverse rápidamente en la justificación de la violencia. La
razón y la sensatez pasan a un segundo plano. Y los grandes medios de
comunicación ( me refiero a los que tienen como propietarios de canales de TV,
diarios y cadenas radiales a banqueros, financistas o empresas transnacionales
) no solo no ayudan con análisis
serios y documentados, sino que prefieren alimentar “contra-odios”.
Y los
gobiernos encuentran una excusa torpe para justificar sus cierres de fronteras a
los millones de víctimas de esos conflictos y esas guerras que ellos mismos han
generado por sus intereses de control geoestratégico. Más de 60 millones de
seres humanos desplazados de sus tierras, de sus gentes. Europa ha renunciado a
sus principios fundacionales para convertirse en una fortaleza de egoísmo y
desinterés por el prójimo.
Malos
tiempos. Nos queda la esperanza de que no pocos, seguimos creyendo en que es
posible un mundo mejor, donde en lugar de arrinconar la Vida, arrinconemos la desigualdad y la
injusticia.
Quizás estas reflexiones nos
ayudarían a construir colectivamente un mundo de convivencia en paz, de
verdadera cooperación y solidaridad entre los seres humanos.
Suena utópico, pero estamos
hablando, simplemente, de Justicia.
* Carlos Iaquinandi Castro /
Redacción de SERPAL.
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* Se adjunta archivo con la carta
abierta publicada por Raquel, educadora social citada en este artículo y que
trabajó con varios de los terroristas que vivían en la localidad catalana de
Ripoll.
** Enlace con la nota en nuestra página
web: http://serpal.info/ o http://serpal.info/noticias/ por-quE-nos-matan-una- pregunta-reversible_518
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22 de Agosto de 2017
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texto, fotocópielo, circúlelo por Internet, difúndalo por todos los
medios. Gracias. SERPAL, Serv. Prensa Alternativa. /
Muchas fuentes de información están envenenadas.
Prueben las noticias antes de tragarlas. /
“el Roto” viñetista
español
Contenido del adjunto con la carta abierta publicada por Raquel...:
1
Relato de una pesadilla en Ripoll
Sobrecogedora carta de Raquel, pedagoga que trabajó con
Saïd, Moha, Moussa, Youssef, Omar, Younes i Houssa.
Quiero explicar cosas que no saldrán en los periódicos ni en la tele. Necesito gritarlo
a los cuatro vientos, porque mi corazón está muy triste, mucho.
Nunca había tenido un sentimiento tan fuerte como este, porque no es racional, no
viene de algo que ves que tiene que pasar o que forma parte de la vida. Viene de
otro sitio que no soy capaz ni de describir.
Estos niños eran niños como todos. Como mis hijos, eran niños de Ripoll. Como
aquel que puedes ver jugar en la plaza, o el que carga una mochila enorme de
libros, el que te saluda y te dejar pasar ante la cola del super, el que se pone
nervioso cuando le sonríe una chica.
Me duelen las chispas que encienden el odio en las redes, en la calle, en el pueblo
donde vivo, los periódicos ...
Donde se muestra la ignorancia, el rencor, la indiferencia, el no respeto hacia el
prójimo, los tópicos, las fronteras, el girar la cabeza hacia otro lado, el no saber
ponerse en la piel del otro .
Y esto se repite siglo tras siglo, año tras año. ¿Qué estamos haciendo mal?
Debemos detener esto. Debemos hacer algo. Y yo que creía que lo estaba haciendo
bien, que había contribuido con mi granito de arena ....
Es cierto que nunca lo había vivido en primera persona y esto ha hecho que haya
cambiado el punto de vista. Y además ahora lo veo desde el otro lado y estoy
destrozada.
Las cosas que pasan en la tele o en la otra punta del mundo, son cosas que se
acaban diluyendo y olvidando, y no se sabe lo que es cierto, o real. Y terminaba
ganando la ira, la rabia e incluso acabamos aclamando «el ojo por ojo, diente por
diente» para castigar estos actos.
Ahora tengo una sensación que se escapa ...
Me duele ver el mosaico de Miró manchado de sangre. Me duele ver que es en mi
ciudad. Me duele pensar que podría haber conocidos y familiares en las Ramblas
donde he dejado más de un par de suelas caminando por ella.
Me duele que hayan sido ellos ...
No puedo contener las lágrimas. Es más, no he podido dejar de llorar desde el
primer día y sé que nunca podré dejar de hacerlo. Estoy destrozada, rota por dentro.
Sé que estos días la balanza y el apoyo se decanta hacia las víctimas, hacia los
hijos perdidos, las familias destrozadas, la ciudad de duelo.
Pero permitidme contaros y enseñaros la otra cara de la moneda, la que no sale en
los periódicos, la que no llora en público, la que en silencio se seca las lágrimas
porque parece que esté mal visto llorar por ellos.
Permitidme enseñaros deciros cómo eran ellos, o al menos los niños que conocí yo.
Mis pre-jóvenes del Lokal. Se me hace tan duro.
2
He trabajado casi toda mi vida, ahora ya tengo 41, en el mundo social, a pie de calle,
en las trincheras como decimos nosotros. Nada más aterrizar en Ripoll, empecé a
trabajar con un grupo jóvenes, pero había niños casi de todas las edades, unos
cuidaban de los otros.
El más pequeño tenía unos 8 años y venía siempre de la mano de su hermano. Un
hermano educado, tímido, amable, buen estudiante, tranquilo, en la escuela nunca
se metía en líos. Un niño que siempre me ofrecía bolsas de quicos o alguna golosina
que se compraba con el poco dinero que tenía.
Había dos hermanos siempre se peleaban. El mayor se ponía rojo cuando entraba
aquella niña que le gustaba, aunque nunca le llegó a decir nada. Nunca fallaba al
lokal cuando estaba ella.
Al cabo de un tiempo llegaron más jóvenes del Nador, muchos aprendieron sus
primeras palabras y por qué no decirlo: insultos entre golpes de ping pong. Yo
también aprendí algunos en su lengua,;).
Y cómo no, después venían los hermanos, las nuevas generaciones. Los traviesos,
los de los ojos vivos y la sonrisa en la boca.
Todos íbamos creciendo y pasando etapas. ¡No sufrimos con la adolescencia,
madre mía !! Entre granos, espinillas, testosterona, y sueños por cumplir. Todavía
recuerdo las largas charlas en el despacho. Raquel necesito hablar contigo ... y allí
hacíamos nuestras tertulias y hablábamos del futuro.
Piloto, maestro, médico, colaborador de una ONG. ¿Cómo se ha podido esfumar
esto? ¿Qué os ha pasado? ¿En qué momento ...?¡¡Qué estamos haciendo para que
pasen estas cosas !! Erais tan jóvenes, tan llenos de vida teníais todo una vida por
delante ... y mil sueños por cumplir.
Ya no podré volver a decir qué guapos estáis, o ¿ya tienes novia? O, madre mía
cómo has crecido. No podré ver a sus hijos, como lo hago con los demás. No os
podré abrazar ... Me duele tanto. No me lo puedo terminar de creer.
Esto no debe quedar con una historia más, tenemos que aprender debemos hacer
un mundo mejor. Practicando con el ejemplo, educando en la no violencia,
transmiten el no odio, la igualdad. Educando en las escuelas, en los espacios
abiertos, en las familias, a nuestros hijos ...
Me quedan muchas cosas dentro y muchas instantáneas que nunca olvidaré.
Said, Moha, Moussa, Youssef, Omar ... Younes ... Y ahora Houssin ... (es una
pesadilla, la lista cada vez es más larga)
¿Cómo puede ser Younes ...? Me tiemblan los dedos, no he visto a nadie tan
responsable como tú ...
Los actos que habéis cometido no tienen explicación y no son lícitos ... la guerra la
ira, el odio no llevan a ninguna parte. Nunca, en nombre de nadie. Ni para nadie. Ni
dioses, ni banderas, ni religión ... Sólo puedo decir que tengo el corazón roto ...
Raquel, educadora social en Ripoll.
Original publicado en catalán en http://www.vilaweb.cat/noticies/carta-des-deripoll/
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