Boletín diario del Portal Libertario OACA |
- La Audiencia Nacional archiva la causa contra las anarquistas detenidas en la Operación Piñata
- Lo personal no es político
- [Película] Ojos de Perro (1983)
- Se estrena la nueva web de Abordaxe!
- La sociedad de la escasez
- [Radio] Edith Sodergran, sol nórdico de la poesía
- 5-12 Febrero: Solidaridad con antifascistas y anarquistas golpeades por la represión en Rusia
- Habla Durruti (noviembre de 1936)
Posted: 01 Feb 2018 02:13 PM PST
El Juzgado Central de Instrucción número 6 ordenó a la Policía Nacional española, en colaboración con las Brigadas de Información de Madrid, Barcelona, Palencia y Granada, detener quince personas por "pertenecer a un grupo criminal con fines terroristas"
Era la madrugada del lunes 30 de marzo de 2015 cuando unidades de antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial (UIP), acompañados de miembros de la Brigada de Información del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) española y de la unidad homónima de los Mossos, irrumpían a once domicilios particulares y seis centros sociales para detener quince personas acusadas de "pertenecer a un grupo criminal con fines terroristas". Casi tres años después de las detenciones, el mismo juzgado que ordenó el operativo firmó el archivo del procedimiento el pasado lunes 29 de enero, en este caso sin embargo, el magistrado que está al frente actualmente es Manuel Maria Garcia-Castellon Garcia -Lomas. Aunque el archivo no es definitivo, porque la fiscalía tiene tres días para presentar recurso a la decisión del juez instructor, no se prevé que esto suceda, ya que ha sido el propio Ministerio fiscal quien ha emitido un informe interesándose por sobreseimiento provisional de las actuaciones. Este hecho, sumado a que no había ninguna otra parte personada como acusación en la causa, ha provocado el archivo y el levantamiento de las medidas cautelares contra las investigadas. La operación se llamó Piñata y estaba ordenada por el juzgado de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional (AN) española, encabezado por el magistrado Eloy Velasco. En una nota de prensa difundida por la Policía ese mismo día, se afirmaba que las personas detenidas formarían parte de los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC). Los agentes llevaron a cabo registros en diecisiete puntos ubicados en las ciudades de Madrid, Barcelona, Palencia y Granada, entre ellos los centros sociales madrileños La Quimera, en Lavapiés, y 13-14, en Vallecas, donde requisaron material informático. Durante los registros, además de las investigadas en el marco del operativo, el CNP detuvo 24 personas, catorce de ellas acusadas de resistencia y desobediencia y las otras diez acusadas de usurpación, que quedaron en libertad el día siguiente tras declarar en los juzgados de la plaza de Castilla. El grueso de la operación se desarrolló en Madrid, pero en la ciudad de Barcelona se produjeron tres de las quince detenciones por acusaciones de terrorismo. Una chica y un chico fueron detenidos a primera hora de la mañana cuando caminaban por la calle, justo después de salir de casa, en los barrios del Poble Sec y Sant Andreu de Palomar, respectivamente. La tercera detención se efectuó después de mediodía en la Estación de Sants. Se efectuó un registro en el barrio de la Verneda, en la antigua sede del Ateneo Libertario Naturista que actualmente es una vivienda, y en la calle Fontrodona del Poble Sec. Bajo el lema "Libertad detenidas por luchar" se convocaron movilizaciones de protestado la misma tarde de las detenciones en la plaza del Mercado del Clot de Barcelona y en la plaza del Vi de Girona. El juez Eloy Velasco decretó el ingreso en prisión de cinco de las acusadas -cuatro de Madrid y uno de Palencia-, mientras las dos chicas y el chico detenidos en Barcelona quedaron en libertad, pero han tenido que ir a firmar periódicamente el juzgado más próximo a su domicilio. Dos meses después, la sección tercera de la sala penal de la misma AN tumbó el auto de prisión de Velasco, desautorizando-lo, y señalando que no se les puede imputar "acciones concretas de las que se pueda determinar su finalidad terrorista ", más allá de" difusos actos de proselitismo anarquista ". Así pues, tres de los cinco jóvenes encarcelados quedaron en libertad sin necesidad de depositar fianza, después de pasar sesenta días en prisión, dispersados en centros penitenciarios muy alejados de sus domicilios.
Fuente original: https://directa.cat/actualitat/laudiencia-nacional-espanyola-arxiva-causa-contra-anarquistes-detingudes-loperacio-pinata
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Posted: 01 Feb 2018 12:33 PM PST
Lo político es aquello que tiene que ver con la gestión de la esfera colectiva en la que se desenvuelve la convivencia de la comunidad. Así, el ámbito específico de lo político es lo común, lo colectivo, y cuya su gestión le corresponde a la comunidad. Esta esfera se contrapone a la esfera individual que es la que afecta a la persona concreta y cuya administración le corresponde a esta de forma exclusiva. Sin embargo, la propagación de la consigna de que lo personal es político ha cuestionado la separación de estas esferas, hasta el punto de subsumir lo individual en lo colectivo para convertirlo de este modo en un espacio político. Esta postura, que es sostenida y defendida por ciertos sectores sociales y políticos, tiene una serie de graves implicaciones que deben ser abordadas.
La expresión de que “lo personal es político” tiene su origen en un ensayo escrito por Carol Hanisch en 1969 titulado The Personal is Political. Se trata de una expresión que, al menos en su origen, estaba vinculada al feminismo radical, aunque posteriormente ha sido empleada fuera de dicho ámbito para sostener el mismo planteamiento, lo que significa la conversión de la esfera individual en un espacio político. Sin embargo, no se ha hecho una crítica de esta postura que, llevada hasta sus naturales y últimas consecuencias lógicas, la convierten en una grave amenaza para la libertad, tanto individual como colectiva, y en el preludio de la imposición de un orden totalitario. Cuando lo personal es convertido en algo político el individuo desaparece al ser aplastado por la esfera pública y por quienes se ocupan de su gestión, sea la sociedad o el Estado. De esta forma al individuo le es expropiada su capacidad para administrarse a sí mismo. Dicho con total crudeza, quienes sostienen que lo personal es político manifiestan un total y absoluto desprecio por el individuo en tanto este es anulado en provecho de lo público, y despojado de toda autonomía. Se trata de un planteamiento que es esencialmente totalitario y que lleva a que el individuo desaparezca en tanto que tal al verse obligado a plegarse a todos los dictados de una autoridad externa. Esa autoridad, ya se trate de la sociedad o del Estado, es la que determina cómo y con quién tiene que relacionarse, en qué condiciones deben desarrollar dichas relaciones, etc. Un control totalitario es desplegado sobre el terreno más íntimo y personal del individuo hasta el punto de dictarle cómo debe comportarse bajo las sábanas, cómo debe sentarse, qué debe leer, cómo tiene que vestir, cómo debe peinarse, qué debe aplaudir, qué debe rechazar, etc. Se trata, en definitiva, de imponerle cómo debe ser, pensar, sentir, actuar y, por tanto, vivir. Todas las ideologías totalitarias han manifestado un profundo deseo de anular al individuo, de pulverizarlo y hacerlo desaparecer disolviéndolo en la esfera de lo público para sustraerle toda libertad y autonomía. Su común premisa es considerar al individuo un instrumento al servicio de los proyectos políticos y sociales de estas ideologías totalitarias, de forma que el individuo sólo importa en la medida en que es útil para la consecución de esos proyectos. Así, para la realización exitosa de dichos proyectos de ingeniería política y social es necesaria la extensión ilimitada del poder para llevarlo a todas las esferas de la vida humana, lo que implica eliminar al individuo como tal en tanto en cuanto su esfera personal es politizada, y con ella sometida a los dictados de un ente externo que se lo impone todo. El resultado no es otro que la destrucción de la individualidad por medio de la despersonalización, ya que el individuo en estas condiciones no es nada, no cuenta nada, no vale nada. El individuo pierde de este modo su mismidad al no poder dotarse de una identidad propia, pues cuando lo íntimo es politizado los tentáculos del poder llegan hasta los más recónditos lugares para imponer sus dictados, para someter y doblegar, y, en suma, para imponer una forma de ser prefabricada y sintética que lo convierte en un subproducto de la ingeniería política y social al servicio del sistema de dominación. Cuando lo personal se vuelve político la voluntad del individuo es anulada. No debe desear nada que el poder no desee. Le es impuesta una forma de vida que es la socialmente considerada correcta, y que inevitablemente está asociada a una idea de bien que es impuesta desde arriba. Y para que esto sea así se impone toda una experiencia colectiva marcada por un férreo control social basado en el escrutinio y la vigilancia mutua entre los miembros de la sociedad, donde impera el espíritu inquisidor, la delación, la persecución, la crítica destructiva, la estigmatización, etc., de quienes no se ajustan a las prácticas y conductas dominantes. En la medida en que todo en la vida, hasta los detalles más nimios, pasa a estar regulado, pautado y sometido a diferentes convenciones impuestas que, además, son progresivamente incorporadas al ordenamiento jurídico para perseguir y castigar a quienes las incumplan, se materializa la robotización del individuo que pasa a ser un engranaje más de la maquinaria del sistema de dominación, carente de vida propia. De esta manera la dominación es total y logra el consentimiento del sujeto mediante la interiorización forzada de todas esas normas que son impuestas, al mismo tiempo que el individuo pasa a colaborar activamente con el poder al supervisar a sus vecinos, parientes, amigos, compañeros de trabajo o estudios, pareja, etc., para que cumplan los dictados establecidos por el poder, y por tanto para que se amolden a esa forma de vida políticamente correcta que es impuesta desde arriba. Es la dominación por medio del miedo, y a veces del terror, a sufrir el rechazo y el estigma social lo que fuerza al sujeto a perder toda su individualidad. Se trata del dominio inconspicuo de los otros, del yo social que moldea el contexto en el que la persona se ve forzada a vivir, y con ello determina el comportamiento y las posibilidades individuales del sujeto. Lo antes descrito es el resultado de convertir lo personal en un espacio político, pues conlleva la destrucción del individuo que pasa a ser un átomo integrado en una masa homogénea e informe sometida desde arriba. Pero al mismo tiempo significa implantar la sociedad del odio en la medida en que lo político también implica la designación del enemigo, la designación de aquel que no se ajusta a lo políticamente correcto, aquel que constituye la negación existencial de lo que es considerado como bueno, idóneo y apropiado. Es la implantación del principio de enemistad entre los miembros de la sociedad, lo que conlleva la polarización de las relaciones sobre la base de una distinción tajante, polémica en grado superlativo, y que se resume en la siguiente consigna: o estás conmigo o estás contra mí. Así, se establece una línea divisoria entre el yo y el otro, entre nosotros y ellos, y por la cual quienes no forman parte de ese yo colectivo son demonizados, perseguidos y vilipendiados. Se busca, en definitiva, la adhesión incondicional. Frente a esta dinámica totalitaria hay que defender la autonomía y libertad del individuo, y consecuentemente su propio espacio personal cuya administración le corresponde a este de manera exclusiva. Lo personal es prepolítico, y como tal debe estar al margen de luchas políticas y de la administración de cualquier ente externo al sujeto. Si el individuo no dispone de una esfera propia literalmente deja de existir, es anulado completamente por fuerzas sociales y políticas ajenas a él. Por esta razón es tan importante reivindicar lo personal como algo preopolítico, pues sólo de esta manera el individuo puede existir al contar con un espacio propio en el que autoconstruirse y dotarse de una identidad específica. Sólo así el individuo deviene en persona al elegir su propia y particular forma de vida, algo que las ideologías totalitarias, al afirmar que lo personal es político, no pueden aceptar de ninguna manera. Sin intimidad el individuo es disuelto en el gregarismo de una ideología y de un sistema totalitarios, y cualquier aspiración emancipadora es completamente anulada. Por esta razón es importante que en el marco de un proyecto de transformación social de carácter emancipador sea tomada muy en cuenta la importancia del individuo, pues la libertad sólo puede construirse desde abajo, desde el propio individuo, para posteriormente materializarse en la esfera colectiva. Si la esfera personal del individuo es destruida el individuo desaparece con ella, al igual que cualquier atisbo de libertad. Es por todo esto que a día de hoy se hace urgente y necesario afirmar que lo personal no es político. Sustraer lo personal de la esfera política es el principio para recuperar parcelas de autonomía y libertad del individuo al crear las condiciones para la autoconstrucción y en último término para la completa liberación. Porque, a fin de cuentas, ningún proyecto emancipador ha sido construido sobre la esclavitud de las personas.
Esteban Vidal
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Posted: 01 Feb 2018 12:23 PM PST
Resumen: La penetración de las multinacionales en la industria azucarera del Perú, a partir de la historia del primer sindicato de la ciudad de Trujillo, organizado en 1921. (Tomado de Filmaffinity)
Director: Alberto Durant
País: Perú
Fecha: 1983 Idioma: Castellano Género: Drama Duración: 1h.23m.
Fuente: https://perulibertario.wordpress.com/2018/01/30/pelicula-ojos-de-perro-de-alberto-chicho-durant/
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Posted: 01 Feb 2018 12:07 PM PST
Despúes de unos meses en los que el colectivo anarquista gallego Abordaxe! decidió reformularse como editorial, retoma su actividad a través de su nueva web, con un diseño renovado y unas prestaciones de navegación más adecuadas a las características de su nueva función.
Ahora puedes encontrarlos en: abordaxe.orgPara cualquier cuestión puedes contactarlos en: abordaxe@bastardi.netSi no hay viento, habrá que remar!! + Info: Comunicado de reformulación del colectivo Abordaxe! Read more ... |
Posted: 01 Feb 2018 10:00 AM PST
Nos dirigimos a un nuevo paradigma de la sociedad de la escasez. Donde los recursos naturales cada vez más límitados tendrán que ser gestionados por Estados cada vez más totalitarios. Las libertades irán restringiéndose también de un modo paulatino en nombre se la seguridad civil. Los recursos energéticos serán cada vez más caros y difíciles de conseguir para el ciudadano de a pie.
El eco-tecno-fascismo suplantará al Capitalismo como sistema de dominación y reducirá al ser humano de la condición de esclavo más o menos necesario que tenía antes a la condición de esclavo-objeto (cosificado) desechable por su ausencia de valor como productor de mercancías en un futuro próximo. La élite de poder se apoyará en una minoría de especialistas cualificados que organizarán la estructura social en base a sus intereses economico-políticos para el perfeccionamiento de la dominación en todos los ámbitos de la vida del individuo y la sociedad en general. La capitalización de la información por los medios de comunicación de masas responderá a nuevas formas de propaganda que convergerán en el ideario de una administración social cada vez más selectiva que dividirá a la sociedad en grupos útiles o inútiles para el sistema. La formación de los especialistas será clave para el nuevo cambio de paradigma. La sociedad tecnológica impondrá una clase ociosa que irá en aumento debido a los avances producidos por la ciencia y la técnica que la mantendrá en un estado de letargo y parálisis inducido por la industria del entretenimiento y el espectáculo. La nueva clase ociosa será el producto de la sociedad tecnológica y consumirá las mercancías y bienes destinadas a su mantenimiento. El sistema de dominación ya no se basará tanto en la acumulación sino en la administración de recursos cada vez más escasos. Cabe la posibilidad que ante la falta de recursos se puedan desatar conflictos bélicos de mayor o menor intensidad y pandemias provocadas para reducir la población (en mayor medida) de la clase ociosa. No obstante la población en general llegará al cenit dentro de unos años e irá disminuyendo progresivamente dadas las dificultades de subsistencia y procreación debido a la escasez de recursos vitales para la existencia. La vida y su reproducción sólo estará reservada a los elegidos. Read more ... |
Posted: 01 Feb 2018 12:55 AM PST
Programa del 26 de enero de Olvida Tu Equipaje en Radio Utopía.
Edith Södergran (San Petersburgo, 4 de abril de 1892 - Raivola, 24 de junio de 1923), poeta fino-sueca, pionera de la poesía en sueco en Finlandia. Su impacto en la poesía nórdica, especialmente en el modernismo finlandés de los años veinte, fue significativo en lo que se refiere a la liberación del verso de los confines de la rima, el ritmo regular y la imaginería tradicional. Como modernizadora de la poesía, sólo Katri Vala puede ser comparada con Edith Södergran, una de las poetisas nórdicas más queridas. https://archive.org/details/26-1-18EdithSodergranSolNrdicoDeLaPoesa Read more ... |
Posted: 31 Jan 2018 11:23 AM PST
Traducción: La Rebelión de las Palabras (a partir de la versión en inglés, recibida por correo electrónico)
MÁXIMA DIFUSIÓN
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Los días desde el 5 hasta el 12 de febrero son los días de solidaridad con les anarquistas represaliades en Rusia.
En octubre de 2017, en Penza, seis anarquistas y antifascistas fueron arrestades por agentes del Servicio Federal de Seguridad bajo acusaciones de haber creado un grupo terrorista. Además, en ese tiempo el período de redadas en casas de anarquistas y antifascistas empezó por toda Rusia. Los objetos de la atención del Servicio de Seguridad fueron diferentes personas de ciudades absolutamente diferentes. Hasta ahora, una nueva oleada de detenciones fue lanzada en enero de 2018. Un antifascista, Víctor Filinkov, fue secuestrado por el Servicio de Seguridad en San Petersburgo. Los agentes del Servicio Federal de Seguridad han estado torturándole en el bosque a las afueras de la ciudad. Le dijeron a Víctor que admitiese su participación en un mítico grupo anarquista terrorista. Incapaz de soportar la tortura Filinkov fue forzado a incriminarse a sí mismo y ahora es mantenido bajo aislamiento de estancia temporal. El abogado de Filinkov afirma que nunca había visto daños y rastros tan serios de la tortura durante su práctica de la lucha contra la indignación policial.
Hay otro antifascista que ha afirmado haber sufrido torturas en San Petersburgo, Ilya Kapustin fue también amenazado por oficiales del SFS, pero rechazó incriminarse a sí mismo y después de eso fue liberado bajo fianza. No había ninguna prueba de que un grupo anarquista terrorista exista en la vida real, sólo en las confesiones obtenidas por medio de amenazas y torturas.
Sin embargo, la policía está haciendo todo lo posible para forzar a la gente a confirmar la existencia de una organización anarquista mítica nombrada “Net”, falsificada e inventada por el SFS. Los agentes afirman que esta organización tiene un montón de células en cada ciudad. Significa que la situación que ha ocurrido en San Petersburgo será observada en otras ciudades rusas muy pronto.
Obviamente, todo lo que está ocurriendo en nuestro tiempo es un intento de limpiar al movimiento anarquista antes de las elecciones presidenciales de 2018. En años recientes pudimos ver cómo el movimiento anarquista aumentó su actividad tras la represión en el año 2012. Esta represión sólo puede intimidar a la gente y aplastar el movimiento anarquista.
En este caso, es necesario mostrar que no tenemos miedo y que no podemos ser destruídes por medio de la fuerza. De otro modo, la represión será usada cada vez que el movimiento anarquista llame la atención del SFS. Deberíamos mostrarles que cuanto más fuerte sea su represión, más furiosa será nuestra resistencia. Ahora es importante apoyar a les prisioneres, para prevenir la continuación de la “caza de brujas” y dar una publicidad global a este evento.
Os llamamos a una campaña de solidaridad con les anarquistas represaliades del 5 al 12 de febrero.
Preparad diferentes acciones callejeras, tardes de solidaridad en vuestros espacios, distribuíd la información en los medios y en Internet. Haced todo lo que podáis llegar a implementar.
La única arma que podemos contraponer frente al terrorismo de Estado es la unidad y la solidaridad con les demás. Sin estas dos cosas seremos aplastades por este monstruo una a una.
Estamos preparades para proporcionar el espacio para la publicación de acciones solidarias, sólo enviadlas a: media_ns(arroba)riseup(punto)net
Para enviar cartas solidarias al compañero Viktor Filinkov:
VIKTOR SERGEEVICH FILINKOV,
UL. SHPALERNAYA, D. 25, G. SANKT-PETERBURG, 191123, FEDERACIÓN RUSA
(SÓLO CARTAS DE PAPEL)
¡Lucha por tus derechos!
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Posted: 30 Jan 2018 09:34 AM PST
El 4 de noviembre de 1936 había mucha expectación por escuchar el imprevisto discurso de Durruti por Radio CNT-FAI, que sería trasmitido a toda España por las emisoras barcelonesas. Ese mismo día la prensa daba fe de la toma de posesión del cargo de Ministro por cuatro anarquistas en el gobierno de Madrid: Federica Montseny, Juan García Oliver, Juan López y Joan Peiró. La Columna Durruti no había conseguido tomar Zaragoza. Las dificultades de aprovisionamiento de armamento eran la principal dificultad del frente. Durruti había recurrido a todos los métodos a su alcance para conseguir armas. Incluso había enviado un destacamento de milicianos, a principios de septiembre, en una expedición punitiva sobre Sabadell, para obligar a que le entregaran las armas que habían sido almacenadas con vistas a la formación de una Columna Sabadell que no había llegado a constituirse. Además, el 24 de octubre la Generalidad había aprobado el Decreto de militarización de las Milicias, que ponía en vigor el antiguo Código de Justicia Militar a partir del uno de noviembre. Tanto amigos como enemigos esperaban con atención qué iba a decir Durruti.
Ya antes de la alocución la gente se aglomeraba en las proximidades de los altavoces instalados en los árboles de las Ramblas, que solían trasmitir canciones revolucionarias, música y noticias. En cualquier lugar de la ciudad de Barcelona donde hubiera una radio se esperaba con impaciencia que el locutor anunciara: "Habla Durruti". El Decreto de militarización había sido apasionadamente discutido en la Columna Durruti, que había decidido no admitirlo, porque no podía mejorar las condiciones de lucha de los milicianos voluntarios del 19 de julio, ni resolver la crónica falta de armamento. Durruti firmó, en nombre del Comité de Guerra, un escrito de rechazo a la militarización que dirigió al "Consejo" de la Generalidad, fechado significativamente en el Frente de Osera ese mismo uno de noviembre en el que se reponía el odiado Código Militar monárquico. La Columna negaba la necesidad de una disciplina de cuartel a la que oponían la superioridad de la disciplina revolucionaria: "Milicianos sí; soldados nunca". Durruti, como delegado de la Columna, quiso hacerse eco de la indignación y protesta de los milicianos del frente de Aragón ante el curso claramente contrarrevolucionario que se estaba abriendo paso en la retaguardia. A las nueve y media de la noche empezó a radiarse el discurso de Durruti: "Trabajadores de Cataluña: Me dirijo al pueblo catalán, a ese pueblo generoso que hace cuatro meses supo deshacer la barrera de los militarotes que querían someterle bajo sus botas. Os traigo un saludo de los hermanos y compañeros que luchan en el frente de Aragón a unos kilómetros de Zaragoza, y que están viendo las torres de la Pilarica. A pesar de la amenaza que se cierne sobre Madrid, hay que tener presente que hay un pueblo en pie, y por nada del mundo se le hará retroceder. Resistiremos en el frente de Aragón, ante las hordas fascistas aragonesas, y nos dirigimos a los hermanos de Madrid para decirles que resistan, pues los milicianos de Cataluña sabrán cumplir con su deber, como cuando se lanzaron a las calles de Barcelona para aplastar al fascismo. No han de olvidar las organizaciones obreras cuál debe ser el deber imperioso de los momentos presentes. En el frente, como en las trincheras, hay un pensamiento, sólo un objetivo. Se mira fijo, se mira adelante, con el sólo propósito de aplastar al fascismo. Pedimos al pueblo de Cataluña que se terminen las intrigas, las luchas intestinas; que os pongáis a la altura de las circunstancias; dejad las rencillas y la política y pensad en la guerra. El pueblo de Cataluña tiene el deber de corresponder a los esfuerzos de los que luchan en el frente. No tendrá más remedio que movilizarse todo el mundo; y que no crean que se han de movilizar siempre los mismos. Si los trabajadores de Cataluña han de asumir la responsabilidad de estar en el frente, ha llegado el momento de exigir del pueblo catalán el sacrificio también de los que viven en las ciudades. Es necesaria una movilización efectiva de todos los trabajadores de la retaguardia, porque los que ya estamos en el frente queremos saber con qué hombres contamos detrás de nosotros. Me dirijo a las organizaciones y les pido que se dejen de rencillas y de zancadillas. Los del frente pedimos sinceridad, sobre todo a la Confederación Nacional del Trabajo y FAI. Pedimos a los dirigentes que sean sinceros. No es suficiente con que nos envíen cartas al frente alentándonos, y con que nos envíen ropa, comida y cartuchos y fusiles. Es necesario también darse cuenta de las circunstancias, prever el avenir. Esta guerra tiene todos los agravantes de la guerra moderna y está costando mucho a Cataluña. Se tienen que dar cuenta los dirigentes de que si esta guerra se prolonga mucho, hay que empezar por organizar la economía de Cataluña, hay que establecer un Código en el orden económico. No estoy dispuesto a escribir más cartas para que los compañeros o el hijo de un miliciano coma un trozo de pan o un vaso de leche más, mientras existen consejeros que no tienen tasa para comer y gastar. Nos dirigimos a la CNT-FAI para decirles que si como organización controlan la economía de Cataluña, deben organizarla como es debido. Y que no piense nadie ahora en aumentos de salarios y en reducciones de horas de trabajo. El deber de todos los trabajadores, especialmente los de la CNT es el de sacrificarse, el de trabajar lo que haga falta. Si es verdad que se lucha por algo superior, os lo demostrarán los milicianos que se sonrojan cuando ven en la Prensa esas suscripciones a favor suyo, cuando ven esos pasquines pidiendo socorro para ellos. Los aviones fascistas nos tiran en sus visitas, diarios en los que pueden leerse listas de suscripciones para los que luchan, ni más ni menos que hacéis vosotros. Por esto tenemos que deciros que no somos pordioseros y, por lo tanto, no aceptamos la caridad bajo ningún concepto. El fascismo representa y es, en efecto, la desigualdad social, si no queréis que los que luchamos os confundamos a los de retaguardia con nuestros enemigos, cumplid con vuestro deber. La guerra que hacemos actualmente sirve para aplastar al enemigo en el frente, pero ¿es éste el único?: no. El enemigo es también aquel que se opone a las conquistas revolucionarias y que se encuentra entre nosotros, y al que aplastaremos igualmente. Si queréis atajar el peligro, se debe formar un bloque de granito. La política es el arte de la zancadilla, el arte de vivir [como zánganos], y éste debe suplantarse por el arte del trabajo. Ha llegado el momento de invitar a las organizaciones sindicales y a los partidos políticos para que esto termine de una vez. En la retaguardia se ha de saber administrar. Los que estamos en el frente queremos detrás una responsabilidad y una garantía, y exigimos que sean las organizaciones las que velen por nuestras mujeres y nuestros hijos. Si esa militarización decretada por la Generalidad es para meternos miedo y para imponernos una disciplina de hierro, se han equivocado. Vais equivocados, consejeros, con el decreto de militarización de las milicias. Ya que habláis de disciplina de hierro, os digo que vengáis conmigo al frente. Allí estamos nosotros que no aceptamos ninguna disciplina, porque somos conscientes para cumplir con nuestro deber. Y veréis nuestro orden y nuestra organización. Después vendremos a Barcelona y os preguntaremos por vuestra disciplina, por vuestro orden y por vuestro control, que no tenéis. Estad tranquilos. En el frente no hay ningún caos, ninguna indisciplina. Todos somos responsables y conocemos el tesoro que nos habéis confiado. Dormid tranquilos. Pero nosotros hemos salido de Cataluña confiándoos la Economía. Responsabilizaos, disciplinaos. No provoquemos, con nuestra incompetencia, después de esta guerra, otra guerra civil entre nosotros. Si cada cual piensa en que su partido sea más potente para imponer su política, está equivocado, porque frente a la tiranía fascista sólo debemos oponer una fuerza, sólo debe existir una organización, con una disciplina única. Por nada del mundo aquellos tiranos fascistas pasarán por donde estamos. Esta es la consigna del frente. A ellos les decimos: "¡No pasaréis!". Y a vosotros os corresponde gritar: “¡No pasarán!"." Al cabo de unas horas de haber escuchado a Durruti se seguía comentando lo que había dicho con su acostumbrada energía y entereza. Sus palabras resonaron con fuerza y emoción en la noche barcelonesa, encarnando el genuino pensamiento de la clase trabajadora. Había sido una voz de alarma que recordaba a los trabajadores su condición de militantes revolucionarios. Durruti no reconocía dioses en los demás, ni la clase obrera en él. Daba por supuesto que los milicianos que se enfrentaban al fascismo en los campos de batalla no estaban dispuestos a que nadie escamotease su contenido revolucionario y emancipador: no se luchaba por la República o la democracia burguesa, sino por el triunfo de la revolución social y la emancipación del proletariado. No hubo en toda la arenga una frase demagógica o retórica. Eran trallazos para los de arriba y los de abajo. Para los obreros y para los jerarcas cenetistas apoltronados en cientos de cargos de responsabilidad, para los ciudadanos de a pie y para los consejeros de la Generalidad o los flamantes ministros anarquistas. Una diatriba contra las derivaciones burocráticas de la situación revolucionaria creada el 19 de Julio, y una condena contra la política del gobierno, con o sin confederados al frente del tinglado. En la retaguardia se confundía lamentablemente el deber con la caridad, la administración con el mando, la función con la burocracia, la responsabilidad con la disciplina, el acuerdo con el decreto y el ejemplo con el ordeno y mando. Las amenazas de “bajar a Barcelona" reavivaron el terror de los representantes políticos de la burguesía, aunque ya era demasiado tarde para enmendar el inexcusable e ingenuo error de julio, cuando se aplazó la revolución "hasta después de la toma de Zaragoza", por carencias teóricas y falta de perspectivas del movimiento libertario. Pero al poder no se le amenaza en vano: sus palabras, dirigidas a sus hermanos de clase, tenían todo el valor de un testamento revolucionario. Testamento, y no proclama, porque la suya era una muerte anunciada, que el endiosamiento póstumo convirtió en enigma. La consecuencia inmediata del discurso radiofónico fue la convocatoria por Companys al día siguiente, el 5 de noviembre a las once de la noche, de una reunión extraordinaria en el Palacio de la Generalidad de todos sus consejeros, ampliada a los representantes de todas las organizaciones políticas y sindicales, para tratar la creciente resistencia al cumplimiento del decreto de militarización de las milicias, así como al de disolución de los comités revolucionarios y su sustitución por ayuntamientos frentepopulistas. Durruti era causa y diana del debate, aunque todos evitaban pronunciar su nombre. Companys planteó la necesidad de acabar con "los incontrolados", que al margen de cualquier organización política y sindical "lo deshacen todo y a todos nos comprometen". Comorera (PSUC) afirmó que la UGT expulsaría de sus filas a quienes no acataran los decretos, e invitó al resto de organizaciones a hacer lo mismo. Marianet, secretario de la CNT, tras ufanarse del sacrificio demostrado por los anarquistas con su renuncia a los propios principios ideológicos, se quejó de la falta de tacto al aplicar de forma inmediata el Código de Justicia Militar, y aseguró que tras el decreto de disolución de los comités, y gracias al esfuerzo de la CNT cada vez habría menos incontrolados, y que se trataba no tanto de grupos a los que expulsar como resistencias que vencer, sin provocar rebeliones, y de individuos que convencer. Nin (POUM), Herrera (FAI) y Fábregas (CNT) alabaron los esfuerzos realizados por todas las organizaciones para normalizar la situación posterior al 19 de julio, y fortalecer el poder del actual Consejo de la Generalidad. Nin medió en la disputa entre Sandino, consejero de Defensa, y Marianet sobre las causas de la resistencia al Decreto de militarización, diciendo que "en el fondo todos estaban de acuerdo" y que existía cierto temor entre las masas "por perder lo que han ganado", pero que "la clase obrera está de acuerdo en formar un verdadero ejército". Nin veía la solución al actual conflicto en la creación de un comisariado de guerra en el que estuvieran representadas todas las organizaciones políticas y sindicales. Comorera, mucho más intransigente que Companys y Tarradellas, afirmó que el problema fundamental radicaba en la falta de autoridad de la Generalidad: "grupos de incontrolados continúan haciendo lo que quieren", no sólo en la cuestión de la militarización y la dirección de la guerra o el mando único, sino también en cuanto a la disolución de comités y formación de ayuntamientos, o en lo que afectaba a la recogida de armamento en la retaguardia, o en la movilización, para la que auguraba un fracaso. Falta de autoridad que Comorera extendía incluso a las colectivizaciones "que continúan haciéndose a capricho, sin someterse al Decreto que las regula". Companys aceptó la posibilidad de modificar el Código Militar y crear un comisariado de Guerra. Comorera y Andreu (ERC) insistieron en que era necesario cumplir y hacer cumplir los decretos. La reunión concluyó con un llamamiento unitario al pueblo catalán al disciplinado acatamiento de todos los decretos de la Generalidad, y al compromiso de todas las organizaciones a declarar su apoyo en la prensa a todas las decisiones gubernamentales. Nadie se opuso a la militarización: el problema para políticos y burócratas era sólo cómo hacerse obedecer. El 6 de noviembre el Consejo de Ministros de la República decidía, mediante una unanimidad que incluía el voto de los cuatro ministros anarquistas, la huida del Gobierno de un Madrid asediado por las tropas fascistas. El desprecio de la Federación Local de la CNT de Madrid se reflejó en un bellísimo manifiesto público que declaraba: "Madrid, libre de ministros, será la tumba del fascismo. ¡Adelante milicianos! ¡Viva Madrid sin gobierno! ¡Viva la Revolución Social!". El día 15 una parte de la columna Durruti combatía ya en Madrid, al mando de un Durruti que se había resistido a salir de Aragón, convencido finalmente por Marianet y Federica. El 19 de noviembre una bala perdida, o no, le hirió en el frente de Madrid, donde falleció al día siguiente. El domingo 22 de noviembre, en Barcelona, un multitudinario, interminable, caótico y desorganizado desfile fúnebre avanzaba lentamente, mientras dos bandas musicales que no conseguían tocar al unísono contribuían a aumentar la confusión. La caballería y las tropas motorizadas que debían preceder el desfile estaban bloqueadas por el gentío. Los coches que portaban las coronas lo hacían dando marcha atrás. La escolta de caballería intentaba avanzar cada uno por su cuenta. Los músicos que se habían dispersado intentaban reagruparse entre una masa confusa que portaba pancartas antifascistas y ondeaba banderas rojas, rojinegras y atigresadas de cuatro barras. El cortejo estaba presidido por numerosos políticos y burócratas, aunque el protagonismo del acto público fue acaparado por Companys, presidente de la Generalidad; Antonov-Ovseenko, cónsul soviético y Juan García Oliver, Ministro anarquista de Justicia de la República, que tomaron la palabra ante el monumento a Colón para lucir sus dotes oratorias ante la multitud. García Oliver anticipó los mismos argumentos de sincera amistad y confraternidad entre antifascistas que utilizaría en mayo de 1937 para ayudar a aplastar las barricadas de la insurrección obrera contra el estalinismo. El cónsul soviético inició la manipulación ideológica de Durruti al hacerle campeón de la disciplina militar y del mando único. Companys jugó al insulto más ruin cuando dijo que Durruti "había muerto por la espalda como mueren los cobardes... o como mueren los que son asesinados por cobardes". Los tres coincidieron en ensalzar por encima de todo la unidad antifascista. El catafalco de Durruti era ya tribuna de la contrarrevolución. Tres oradores, excelsos representantes del gobierno burgués, del estalinismo y de la burocracia cenetista, se disputaban la popularidad del ayer peligroso incontrolado y hoy embalsamado héroe. Cuando el féretro, ocho horas después del inicio del espectáculo, ya sin el cortejo oficial, pero acompañado aún por una curiosa multitud, llegó al cementerio de Montjuic, no pudo ser sepultado hasta el día siguiente porque centenares de coronas obstaculizaban el paso, el agujero era demasiado pequeño y una lluvia torrencial impedía ampliarlo. Quizás no sepamos nunca cómo murió Durruti, ya que existen siete u ocho versiones distintas y contradictorias; pero es más interesante preguntarse por qué murió quince días después de hablar por la radio, desafiando con “bajar a Barcelona”. La alocución radiofónica de Durruti fue percibida como una peligrosa amenaza, que halló una respuesta inmediata en la reunión extraordinaria del Consejo de la Generalidad, y sobre todo en la brutalidad de la intervención de Comorera, que apenas fue suavizada por cenetistas y poumistas, que a fin de cuentas se juramentaron en la tarea común de cumplir y hacer cumplir todos los decretos. La sagrada unidad antifascista entre burócratas obreros, estalinistas y políticos burgueses no podía tolerar incontrolados de la talla de Durruti: he ahí por qué su muerte era urgente y necesaria. Al oponerse a la militarización de las milicias, Durruti personificaba la oposición y resistencia revolucionarias a la disolución de los comités, la dirección de la guerra por la burguesía y el control estatal de las empresas expropiadas en julio. Durruti murió porque se había convertido en un peligroso obstáculo para la contrarrevolución en marcha. Y por esa misma razón a Durruti había que matarlo dos veces. Un año después, en la conmemoración del aniversario de su muerte, la todopoderosa máquina de propaganda del estalinista gobierno Negrín trabajó a pleno rendimiento para atribuirle la autoría de un eslogan, inventado originalmente por Ilya Ehrenburg, y respaldado después por la burocracia de los comités superiores de la CNT-FAI, en el que le hacían decir lo contrario de lo que siempre dijo y pensó: "Renunciamos a todo, menos a la victoria". Esto es, que Durruti renunciaba a la revolución. Ni siquiera nos queda una versión completa y fidedigna de su discurso, radiado el 4 de noviembre de 1936, porque la prensa anarquista de la época dulcificó y censuró a Durruti en vida. Una vez muerto, Durruti ya podía ser Dios y subir a los altares como El Héroe del Pueblo. Y hasta se le ascendió a Teniente Coronel del Ejército Popular.
Agustín Guillamón
Publicado en Catalunya núm. 156 (diciembre 2013)
Catalunya es el órgano de catalán de la CGT catalana
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