El País
Thiago Ferrer Morini
Dos servicios de mensajería cifrados cierran en menos de 24 horas
La carta publicada en lugar de la página de Lavabit.
Dos empresas que ofrecen a sus clientes servicios cifrados de correo
electrónico —que permiten la transferencia de información de forma
segura —han dejado de operar voluntariamente en menos de 24 horas. El
motivo ofrecido a los clientes es el mismo: el miedo a que la onda
expansiva de las filtraciones de Edward Snowden las alcance de lleno.
La primera en cerrar fue Lavabit, una empresa que ofrecía servicios de correo electrónico encriptados. El propio Snowden había utilizado su cuenta de Lavabit para convocar a los activistas de derechos humanos que se reunieron con él en el aeropuerto de Sheremétievo el pasado 12 de julio.
"He tenido que tomar una decisión: o ser cómplice de delitos contra el pueblo estadounidense o abandonar diez años de trabajo", ha explicado a sus clientes el propietario de Lavabit, Ladar Levison, en una carta abierta publicada en la página web de la empresa. "Tras mucho meditar, he decidido cerrar la página. Me gustaría explicaros legalmente los acontecimientos que me han obligado a tomar esta decisión, pero no puedo. Creo que os merecéis saber lo que pasa —se supone que la Primera Enmienda me garantiza el poder hablar en estas situaciones— pero el Congreso estadounidense ha aprobado leyes que dicen lo contrario", ha afirmado.
Tras señalar que llevará a los tribunales el cierre de su empresa y pedir donaciones para la batalla legal, Levison ha concluido: "Toda esta experiencia me ha enseñado una cosa: hasta que no haya una legislación potente o una decisión judicial sustancial, recomiendo imperativamente no confiar datos personales a empresas ligadas a los Estados Unidos".
Horas más tarde, era el turno de Silent Circle,
una empresa que además de correo, ofrecía servicios de voz y vídeo
encriptados por internet. "El cierre de Lavabit nos ha hecho abrir los
ojos", ha explicado Jon Callas, uno de los propietarios, en una carta abierta
publicada en el blog de la compañía. "No hemos recibido ni órdenes
judiciales ni instrucciones de ningún gobierno, y es por eso que estamos
cerrando ahora", ha afirmado. "Más vale prevenir que curar (...) Los
servicios de voz y vídeo seguirán abiertos, pero el servicio de correo
cifrado era una buena idea en su momento, y ese momento ha pasado".
La primera en cerrar fue Lavabit, una empresa que ofrecía servicios de correo electrónico encriptados. El propio Snowden había utilizado su cuenta de Lavabit para convocar a los activistas de derechos humanos que se reunieron con él en el aeropuerto de Sheremétievo el pasado 12 de julio.
"He tenido que tomar una decisión: o ser cómplice de delitos contra el pueblo estadounidense o abandonar diez años de trabajo", ha explicado a sus clientes el propietario de Lavabit, Ladar Levison, en una carta abierta publicada en la página web de la empresa. "Tras mucho meditar, he decidido cerrar la página. Me gustaría explicaros legalmente los acontecimientos que me han obligado a tomar esta decisión, pero no puedo. Creo que os merecéis saber lo que pasa —se supone que la Primera Enmienda me garantiza el poder hablar en estas situaciones— pero el Congreso estadounidense ha aprobado leyes que dicen lo contrario", ha afirmado.
Tras señalar que llevará a los tribunales el cierre de su empresa y pedir donaciones para la batalla legal, Levison ha concluido: "Toda esta experiencia me ha enseñado una cosa: hasta que no haya una legislación potente o una decisión judicial sustancial, recomiendo imperativamente no confiar datos personales a empresas ligadas a los Estados Unidos".
Hasta que no haya una legislación potente o una decisión judicial sustancial, recomiendo imperativamente no confiar datos personales a ninguna empresa ligada a EE UU
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