ASÍ NOS VE EL MUNDO
El diario "El País" de España se escandaliza con Macri y los cercanos casos de corrupción
Una tranferencia de 600.000 dólares del operador de
Lava Jato desata una tormenta política pero el presidente mantiene a su
hombre fuerte
Viernes 13 de enero de 2017
Esa obra, que estaba parada hacía años, se reactivó precisamente en el mismo momento en que llegaban las transferencias, en septiembre de 2013. La obra, el soterramiento del ferrocarril Sarmiento, estaba controlada por los Kirchner, y el Gobierno argentino argumenta a EL PAÍS que no tiene sentido por tanto que un hombre de Macri, entonces alcalde de Buenos Aires y muy enfrentado al Gobierno, recibiera esas supuestas coimas. Insisten además en que en ese momento Arribas no era funcionario público. Sin embargo en la obra también está como contratista Angelo Calcaterra, primo hermano del presidente y constructor clave. Los intereses se entrecruzan.
Altos cargos de Odebrecht han admitido que pagaron coimas en Argentina aunque de momento no han dicho con claridad a quién. Arribas, indignado con la información, niega cualquier vinculación con Odebrecht y asegura que ese dinero viene de la venta de un piso en Sao Paulo. Y se ha puesto a disposición de la justicia.
Macri apoya a su amigo y de momento lo mantiene en el puesto, mientras el Gobierno tilda de "cúmulo de insinuaciones" las informaciones en La Nación de Hugo Alconada, el periodista de investigación más respetado de Argentina. Pero se trata del segundo caso grave en el entorno de Macri, después de las acusaciones contra el jefe de Aduanas, Juan José Gómez Centurión, que fue apartado del cargo y después repuesto cuando la justicia decidió exonerarlo. No solo la oposición, también aliados políticos de Macri como Lilita Carrió han decidido acudir a la justicia y exigen que se le retire al menos temporalmente de un cargo clave que controla todo el espionaje argentino. El escándalo se agrava porque la agencia antilavado recibió un aviso por este caso en 2015, ya con Macri en el Gobierno, pero no lo investigó.
El caso Odebrecht extiende así su mancha de corrupción por toda Latinoamérica después de dinamitar la política brasileña. Ya está provocando una revolución en Perú, donde corrompió hasta tres gobiernos diferentes y causó perjuicios por casi 300 millones de dólares en 16 obras clave. En Colombia han decidido, después de otros escándalos, que suspenden todos los contratos, incluso los que están en marcha. En Perú han optado por una fórmula más suave: no contratar más con ellos una vez ha quedado probado que pagaban coimas en todas sus obras.
La nota completa:http://internacional.elpais.com/internacional/2017/01/13/argentina/1484328025_027901.html#?ref=rss&format=simple&link=guid
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