Servini de Cubría renunció tras denunciar “aprietes” del Gobierno
27/12/2016
"Esto
yo no lo he vivido con ningún Gobierno. En 42 años de justicia no los
he vivido nunca", denunció. Dejó su cargo en la secretaría electoral de
la provincia de Buenos Aires.
La jueza federal María Servini de Cubría renunció a su cargo en del juzgado electoral de la provincia de Buenos Aires por los sucesivos “aprietes” del Gobierno nacional, alegando agotamiento y una situación "insostenible".
En una entrevista cedida al diario Ámbito Financiero realizó duras declaraciones sobre las condicione en que la justicia trabaja presionada por el actual Gobierno.
La renuncia anticipada de la jueza federal María Servini de Cubría a la subrogancia del juzgado electoral de la provincia de Buenos Aires -el distrito más codiciado en cada elección- desencadenó un cisma en el interior del Poder Judicial que obligará al Gobierno a adelantar su jugada para cubrir el cargo con otro magistrado para el que venía preparando el terreno. Con un tribunal en estado caótico en el que resta incorporar 3 millones de cambios no registrados en el padrón electoral antes de agosto, Servini se alejó ayer alegando agotamiento y una situación "insostenible", además de advertir que recibió presiones para que también se aparte de ese mismo cargo a nivel nacional. Ahora el Consejo de la Magistratura deberá aceptar su renuncia y nombrar a un reemplazante, a la par que intentaba (con un guiño de la Casa Rosada) implantar en ese puesto clave al juez federal de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, mediante un discutible traslado.
"Esto yo no lo he vivido con ningún Gobierno. Estos no dejan de ser aprietes y en 42 años de justicia no los he vivido nunca", denunció Servini en diálogo con Ámbito Financiero. "Porque en el caso del Yomagate no fue así. Fue de otra forma más elegante y nadie me vino a pedir la renuncia", alertó en referencia al escándalo político que sacudió el principio de la década del 90 y donde estaba involucrado la familia del presidente Carlos Menem.
Como réplica a su dimisión en la suplencia del juzgado en La Plata, la flamante presidente del Consejo, la abogada Adriana Donato, llamó a Juan Carlos Cubría, el hijo de la magistrada, para pedirle que se vaya de la Administración General del órgano de selección y remoción de jueces.
Enfrentado con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, a quien le adjudica manejos discrecionales del fondo superavitario que administra el máximo Tribunal, Cubría había denunciado que Mauricio Macri impulsaba su salida como Administrador General del Poder Judicial, con aval del bloque oficialista en el Consejo. La presión para su alejamiento había quedado para febrero, pero se avivó como réplica al portazo de Servini.
Ese órgano debería primero aceptar la renuncia de la jueza y convocar a un plenario extraordinario para designar sucesor, o pedirle a la Cámara Nacional Electoral que nombre a alguien interinamente. Cualquier solución pone en crisis al juzgado electoral del mayor distrito de la Argentina a 8 meses de los comicios. Servini tenía mandato hasta el 30 de marzo de 2017. Encontró una situación descontrolada con más de 7 millones de "novedades" sin ser actualizadas del padrón bonaerense. Desde febrero, cuando fue nombrada suplente, la jueza y su equipo de Capital Federal sumado al de La Plata lograron actualizar 4 millones de datos que van desde cambios de domicilio, de documento, incorporación de electores, y fallecimientos. Con carácter de "indeclinable" y por "motivos personales", la renuncia en realidad fue ante el vasto trabajo que tiene ese juzgado por delante con miras a las PASO y con una "secretaría electoral destruida" desde la muerte del titular del histórico Juzgado Federal N° 1 Manuel Blanco.
La decisión obligará al Gobierno a acelerar el desembarco de Culotta, en una jugada objetada en varios frentes por ser un traslado impulsado por la Secretaría Legal y Técnica a cargo de Pablo Clusellas. Con aprobación de la Comisión de Selección el tema iba a pasar al plenario regular de febrero para intentar sumar los votos necesarios. Se objeta que ya hay un concurso abierto para definir ese juzgado pero Culotta llega de la mano de su cercanía con Alejandro Pérez Chada, abogado personal de Macri. "Tanto se lo menciona que venga Culotta y arregle este tema", se sinceró Servini ante este diario. La jueza considera que hay una intención de la Casa Rosada de removerla también del juzgado nacional electoral que ocupa hace más de dos décadas. El proyecto para desplazarla está en cabeza del Ministro de Justicia Germán Garavano que quiere trasladar -por ley- la Justicia electoral a la órbita Civil y Comercial Federal. Como sucesora, se la nombra a la jueza Bibiana Adriana Pérez que integra ese fuero.
En una entrevista cedida al diario Ámbito Financiero realizó duras declaraciones sobre las condicione en que la justicia trabaja presionada por el actual Gobierno.
La renuncia anticipada de la jueza federal María Servini de Cubría a la subrogancia del juzgado electoral de la provincia de Buenos Aires -el distrito más codiciado en cada elección- desencadenó un cisma en el interior del Poder Judicial que obligará al Gobierno a adelantar su jugada para cubrir el cargo con otro magistrado para el que venía preparando el terreno. Con un tribunal en estado caótico en el que resta incorporar 3 millones de cambios no registrados en el padrón electoral antes de agosto, Servini se alejó ayer alegando agotamiento y una situación "insostenible", además de advertir que recibió presiones para que también se aparte de ese mismo cargo a nivel nacional. Ahora el Consejo de la Magistratura deberá aceptar su renuncia y nombrar a un reemplazante, a la par que intentaba (con un guiño de la Casa Rosada) implantar en ese puesto clave al juez federal de Tres de Febrero, Juan Manuel Culotta, mediante un discutible traslado.
"Esto yo no lo he vivido con ningún Gobierno. Estos no dejan de ser aprietes y en 42 años de justicia no los he vivido nunca", denunció Servini en diálogo con Ámbito Financiero. "Porque en el caso del Yomagate no fue así. Fue de otra forma más elegante y nadie me vino a pedir la renuncia", alertó en referencia al escándalo político que sacudió el principio de la década del 90 y donde estaba involucrado la familia del presidente Carlos Menem.
Como réplica a su dimisión en la suplencia del juzgado en La Plata, la flamante presidente del Consejo, la abogada Adriana Donato, llamó a Juan Carlos Cubría, el hijo de la magistrada, para pedirle que se vaya de la Administración General del órgano de selección y remoción de jueces.
Enfrentado con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, a quien le adjudica manejos discrecionales del fondo superavitario que administra el máximo Tribunal, Cubría había denunciado que Mauricio Macri impulsaba su salida como Administrador General del Poder Judicial, con aval del bloque oficialista en el Consejo. La presión para su alejamiento había quedado para febrero, pero se avivó como réplica al portazo de Servini.
Ese órgano debería primero aceptar la renuncia de la jueza y convocar a un plenario extraordinario para designar sucesor, o pedirle a la Cámara Nacional Electoral que nombre a alguien interinamente. Cualquier solución pone en crisis al juzgado electoral del mayor distrito de la Argentina a 8 meses de los comicios. Servini tenía mandato hasta el 30 de marzo de 2017. Encontró una situación descontrolada con más de 7 millones de "novedades" sin ser actualizadas del padrón bonaerense. Desde febrero, cuando fue nombrada suplente, la jueza y su equipo de Capital Federal sumado al de La Plata lograron actualizar 4 millones de datos que van desde cambios de domicilio, de documento, incorporación de electores, y fallecimientos. Con carácter de "indeclinable" y por "motivos personales", la renuncia en realidad fue ante el vasto trabajo que tiene ese juzgado por delante con miras a las PASO y con una "secretaría electoral destruida" desde la muerte del titular del histórico Juzgado Federal N° 1 Manuel Blanco.
La decisión obligará al Gobierno a acelerar el desembarco de Culotta, en una jugada objetada en varios frentes por ser un traslado impulsado por la Secretaría Legal y Técnica a cargo de Pablo Clusellas. Con aprobación de la Comisión de Selección el tema iba a pasar al plenario regular de febrero para intentar sumar los votos necesarios. Se objeta que ya hay un concurso abierto para definir ese juzgado pero Culotta llega de la mano de su cercanía con Alejandro Pérez Chada, abogado personal de Macri. "Tanto se lo menciona que venga Culotta y arregle este tema", se sinceró Servini ante este diario. La jueza considera que hay una intención de la Casa Rosada de removerla también del juzgado nacional electoral que ocupa hace más de dos décadas. El proyecto para desplazarla está en cabeza del Ministro de Justicia Germán Garavano que quiere trasladar -por ley- la Justicia electoral a la órbita Civil y Comercial Federal. Como sucesora, se la nombra a la jueza Bibiana Adriana Pérez que integra ese fuero.
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