EDIPA
Equipo Diocesano de Pastoral Aborigen
Diócesis
de Formosa
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¿CÓMO ES QUE NO
SABEN INTERPRETAR EL TIEMPO PRESENTE EN QUE VIVEN?
“Cuando ustedes ven que las nubes se
levantan por occidente, dicen que va a llover, y así sucede. Y cuando el viento
sopla del sur, dicen que va ser calor, y así hace. ¡Hipócritas! Si saben
interpretar tan bien el aspecto del cielo y de la tierra, ¿cómo es que no saben
interpretar el tiempo que que viven? (Lucas 12,56)
1. En estos
últimos meses hemos vivido situaciones de mucha violencia y conflictividad
social en nuestra provincia: cortes de ruta, enfrentamientos, pedradas,
incendios, robos, tiros, heridos por
armas de fuego, justicia por mano propia, una suerte de anarquía y de tierra de
nadie. Al mismo tiempo se da el injusto actuar de la justicia en los casos de
Félix Díaz y de Agustín Santillán, junto con la criminalización de la protesta.
Este escenario aumentó la siempre peligrosa brecha de la intolerancia, la
discriminación y el odio. Parece como que
las palabras de San Pablo a la comunidad de los Gálatas, estaban
dirigidas a todos nosotros “Tengan cuidado, porque si ustedes se muerden y se
comen unos a otros, llegaran a destruirse entre ustedes mismos” (5,15)
2. Con
motivo del “Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Trafico
Ilícito de Drogas”, nos sumamos a toda la Iglesia y al EPA (Equipo de Prevención de Adicciones) en
particular e invitamos a todos a tomar nueva conciencia,
a trabajar y a orar por la amistad social y la convivencia en paz y en respeto.
3.
Buscando entender estos tiempos desde el evangelio y nuestro ministerio
pastoral, estamos convencidos de que:
·
El narcotráfico,
las drogas y el alcohol es la causante de
estas situaciones, como lo vivió Ingeniero Juárez la Semana Santa de este año.
Y podemos afirmar que en todos los departamentos de nuestra provincia se vende, se
consume y circula la droga con la libertad del vuelo de un pájaro. Además,
transita muchas veces con la complicidad de fuerzas policiales, gendarmería, políticos
y la justicia. Nos decían los Wichí de Ramón Lista “vemos las motos que pasan
por Lote 8, María Cristina, Santa Teresa, por toda la zona, por delante de las comisarias y puestos de
gendarmería y nadie para a nadie y si lo paran para registrar, se lo consulta a
“los de arriba” y parece que ningún auto oficial puede ser detenido”. El poder del
narcotráfico y su alianza con otros poderes produce miedo e impotencia
en el pueblo que sufre situaciones de inseguridad y desprotección. El
avance de la drogadicción es una llaga que no discrimina, aprovechándose sobre
todo de las clases más vulnerables; es
un monstruo grande que pisa fuerte y es un negocio que genera en el mundo entre
426 mil millones y 652 millones de dólares al año. Las ganancias de los
mercaderes de la muerte en Formosa se traducen en “extraños” crecimientos
patrimoniales, negocios comerciales, locales bailables, todo esto en medio de
una situación de crisis económica nacional generalizada.
Los
obispos argentinos decían que “La complejidad de este tema es
tal que solo será abordado eficazmente por medio de amplios consensos sociales
que deriven en políticas públicas de corto, mediano y largo alcance. Pero
perseguir el delito es tarea exclusiva e irrenunciable del Estado. Recogemos
también la preocupación por la desprotección de nuestras fronteras, y por la
demora en dotar de adecuados sistemas de radar a las zonas más vulnerables.”
(Asamblea Plenaria 7/11/2013)
·
La falta de
oportunidades reales y
sostenibles, de una educación
de calidad y de trabajos
responsablemente remunerados, generan pobres,
dependientes y un vacío existencial en los jóvenes que lo viven con profunda
angustia sin horizontes de vida. No
hay lugar para ellos en este sistema. Se
esta matando a la juventud. Se está matando el futuro. Los jóvenes de hoy se van criando viendo a sus
padres traer un dinero a la mesa sin producción ni trabajo y que nunca alcanza,
porque son migajas comparadas a los sueldos de funcionarios, legisladores,
jueces y empresarios. Lo máximo que puede esperar o aspirar es a una pensión, una ayuda, un favor, que cuando no se acompaña
integralmente paralizan su vitalidad, creatividad y dignidad humana.
·
La degradación de la política legalizada con
la ley de lemas.
Constatamos que
los conflictos graves aparecen en los años electorales. Los llamados “punteros políticos” juegan aquí un papel
clave, muchas
veces incentivan conflictos utilizando la “necesidad” para
manipular las conciencias. Todo es para generar
votos. No importa lo que pasa en el medio, si se matan o se lastiman. La ley de lemas en la vida de los pueblos,
produce como un gran río revuelto, donde gana el que siempre pesca los votos.
La perversidad de esta ley está en la
división que provoca en la comunidad, con
promesas de felicidad y bajo una supuesta propuesta diferente o línea interna
donde dice: “estoy en la oposición… pero no
hay oposición”… hay connivencia, los supuestamente opuestos suman para el
que captura los votos, para el que se eterniza en el poder de reelecciones
indefinidas. La mejor campaña es la de crear situaciones de división y
violencia. La falta de conductas
éticas genera una sensación y una
realidad de manoseo de las personas e instituciones de la democracia.
·
Esta violencia provoca y
alimenta actitudes racistas que desdibujan la dignidad humana expresada en la riqueza de la
diversidad. Las personas, los derechos y los deberes de los Pueblos Originarios son los más castigados.
4.
Estas, y otras causas, son raíces muy profundas que producen situaciones de
muerte y violencia. Queremos decirles una vez mas que, como EDIPA,
la pastoral Aborigen de la Iglesia Católica en Formosa, vemos como solución a
esta situación, el camino del Dialogo, de la Verdad y de la Justicia. Ofrecemos una vez mas toda nuestra
colaboración posible para “interpretar” y mirar las causas
profundas que están detrás de estas situaciones de violencia y perturbación
social, para su sanación
de raíz. Como nos enseña el Papa Francisco: “El conflicto no puede ser ignorado o
disimulado. Ha de ser asumido”(EG 226).
Formosa, en el día del Cuerpo de Cristo, 18 de junio del 2017
Vilma González, Ernesto
Stechina, Félix Riquelme, Hermana Norma Chiappe, Hermana Teresita Rausch, Hermana
Rosita Sidasmed, Hermana Marina Rivarola, Hermana Marta Alonso, Ana Cravero,
Arturo Pinto, Raúl Toribio, P. Sergio Castro, P. Juan Rosasco, Padre Francisco
Nazar
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